El perrito se encontraban en medio de carros
lanza agua, lacrimógenas, piedras y todo disturbio que se generó en la
manifestación.
Chile está pasando por un momento muy delicado.
Desde el viernes 18 de octubre, los ciudadanos han salido a manifestar
su descontento político a las calles. Algunas veces, lo que era una
instancia pacífica, puede descontrolarse y termina siendo todo un caos,
donde los más afectados son las mascotas sin dueño. El pueblo está preocupado de dejar en claro su postura ante las autoridades, pero también les importa la salud de estos seres.
Un joven salvó a un perrito callejero de los incidentes que
ocurrieron en la marcha del martes recién pasado. Lo tomó en sus brazos y
corrió con él por la avenida principal de la ciudad de Santiago. Lo
rescató de los carros lanza agua, lacrimógenas, piedras y todo disturbio
que se generó en esta protesta. Puso en peligro su vida por la de este
animal. Todo un héroe.
Un perrito estaba tan afectado por las sustancias que
arrojaron en el lugar, que no sabía a dónde ir. Un manifestante se dio
cuenta, y lo llevó a un lugar seguro.
El momento fue registrado por un transeúnte del lugar y se ve que el animal está sumamente desorientado de su ubicación. La vida del animal corría peligro y él fue su ángel guardián.
Este can no ha sido el único que ha sido rescatado de este tipo de incidentes en el país latinoamericano.
Los perros son parte fundamental de nuestra sociedad. Aunque no
tengan dueños, debemos protegerlos de todos los peligros tal como si
fueran propios. Felicitamos a este valiente joven por su heroica acción.
«Queríamos denunciar el hecho de que se esté dando voz en los medios de
comunicación a las ideas de los partidos de ultraderecha, o que de
repente aparezca un líder de un partido de ultraderecha dando nombres de
personas que cobran ayudas… Todo eso es un caldo de cultivo de extrema
derecha que propicia que luego, a pequeña escala, pasen las cosas que
han sucedido este fin de semana en Bilbao»
«Es la tercera pintada que recibo. He vivido la publicación de mis
datos personales, incluido mi teléfono, en twitter y la cuenta que lo ha
hecho, por mucho que lo he denunciado en varias ocasiones sigue
abierta»…«He puesto como seis denuncias a twitter, una denuncia a la
Ertzaintza y una querella criminal.
Y sigue estando abierta»… «La
información de mi teléfono se borró dos semanas después de su
publicación…
Desde entonces me envían fotos de penes innumerables,
llamadas y mensajes de propuestas sexuales que, obviamente no he pedido y
además no me apetecen, eso sí todas de hombres heterosexuales, claro.
También hay tíos a los que les parece muy divertido meterme en grupos de
whatsaap con títulos amenazantes tipo “La Manada”, que incluso tienen
cosas de pornografía infantil.
Se están superando todos los límites y lo
que me pregunto es cuando van a hacer algo, porque ya están sucediendo
cosas muy graves, que constituyen delitos múltiples».
Esta es una de las
muchas situaciones de acoso que Irantzu Varela lleva teniendo que
soportar desde hace años, un acoso que por no haberse frenado en ningún
momento por parte de las autoridades ahora ha llegado hasta la sede de
un medio de comunicación.
El pasado domingo el medio de comunicación Pikara Magazine fue
víctima de un ataque fascista en su propia sede, la cual apareció
ilustrada con una pintada que decía «Putas de Soros».
Agresión que
aparece firmada por las siglas DNJ. Y es que no solo se creen con el
derecho de realizar un atentado contra la libertad de prensa, sino que
además se atreven a fírmalo.
Denuncia al acoso machista y fascista
La revista feminista Pikara, junto con Irantzu Varela del espacio de
formación feminista Faktoria Lila, convocaron en el día de ayer una
rueda de prensa para «denunciar el acoso machista y fascista que llevan
viviendo desde hace tiempo, y que en las últimas semanas ha pasado de
las redes sociales a agresiones más directas, que se han traducido en
pintadas insultantes firmadas por grupos fascistas, las últimas la noche
del pasado domingo».
«Queríamos denunciar el hecho de que se esté dando voz en los medios
de comunicación a las ideas de los partidos de ultraderecha, o que de
repente aparezca un líder de un partido de ultraderecha dando nombres de
personas que cobran ayudas…
Todo eso es un caldo de cultivo de extrema
derecha que propicia que luego, a pequeña escala, pasen las cosas que
han sucedido este fin de semana en Bilbao.
Entre ellas en la redacción
de Pikara, pero es verdad que no hemos sido el único espacio atacado.
Atacar la sede de un medio de comunicación no es que sea un ataque más
grave que cualquier otro, pero es una ataque específico a la libertad de
prensa y a la libertad de expresión», explicaba Andrea Momoitio,
coordinadora de Pikara Magazine.
Las autoridades no han hecho nada
Y es que este altercado no ha sido un hecho aislado. Otra pintada
apareció en la sede de la plataforma de apoyo a las personas refugiadas,
llegaron a destrozar un mural antifascista que había en la plaza de
Bilbao La Vieja, el espacio Sake, que es un local dedicado a la creación
cultural del barrio, también fue pintarrajeado.
Y todos estos actos
vandálicos contaban de nuevo con la firma DNJ, siglas que representan a
las juventudes del partido político de extrema derecha Democracia
Nacional. «Fue muy curioso porque la policía nos decía que no se podía
saber quién había sido…
Y entiendo que es posible que lo hayan pintado
otras personas y hayan firmado así, eso no se puede comprobar, pero al
menos se les podía pedir que explicaran algo al partido, simplemente que
dijeran si habían sido o no…pero al menos que tengan dar una
explicación. Y eso es una línea que no han visto ni posible», lamenta
Andrea.
El ataque denunciado del pasado domingo es solo la gota que colma el
vaso para muchas activistas feministas. Sino preguntarle a Irantzu
Varela, creadora del espacio de aprendizaje, creación y acción feminista
Faktoria Lila, que lleva más de cinco años recibiendo todo tipo de
vejaciones por su trabajo. «Sufro un acoso que empezó en las redes hace
cinco años, cuando comencé a hacer vídeos.
Es continuado y siempre he
dicho que iba a ir a más y a peor, pero no vemos que haya ninguna
respuesta de las autoridades. Nosotras vamos a la policía, ponemos la
correspondiente denuncia pero aquí no pasa nada». Una mujer cuyo único
delito ha sido ser activista feminista y ayudar a las personas que
quieren crear sus propios modelos de serlo, en libertad y sin
imposiciones.
Ha tenido que escuchar y leer, tanto en pintadas como en
las redes sociales, insultos machistas e intolerables de todo tipo.
«Violencia machista de manual»
«Todo empezó con una pintada al lado de mi antiguo local en el que se
decía: “Irantzu Varela sóplame la vela" con una polla dibujada al lado,
que ya deja claro la naturaleza de los ataques...
Directos,
personalizados y además van contra la libertad sexual, ósea violencia
machista de manual. Luego siguió con una pintada en la puerta de mi
antiguo local, que estaba firmada por las juventudes de Democracia
Nacional, con una bandera española y aludiendo a la unidad de España.
Luego unas amigas la borraron y pusieron encima “Eraso bakar bat
erantzunik gabe”, (“Ninguna agresión sin respuesta” en Euskera) y,
encima de ella, fue donde pintaron alusiones directas a mis datos
poniendo Irantzu Varela haciendo referencia a información mía personal
que se acaba publicando en twitter» …
«Mi nombre, mi teléfono, mi
matrícula del coche y mi DNI en las redes y, por si no fuera poco,
también se dice que soy fascista, que cobro millonadas de lo público…».
Así es como Varela tiene que vivir cada día, sin que ningún estamento
oficial haga nada para protegerla.
La inactividad de las autoridades y la desprotección a la que se ven
expuestas estas mujeres avalan, una y otra vez, la violencia y las
barbaridades con las que conviven desde hace ya demasiado tiempo.
«En
los diez años de proyecto de Pikara hemos tenido muchos ataques de
muchos tipos pero, de esta manera, en la sede de la redacción de medio,
es la primera vez que nos pasa. No hemos tenido ningún apoyo
institucional, pero sí de los medios de comunicación que nos han
arropado mucho.
Irantzu tiene que ver como nadie hace nada por borrar
sus datos de la web, pero para otro tipo de acciones como por ejemplo la
página web del Tsunami Democrático rápidamente han borrado la web y han
hecho lo que han considerado, pero eso es que no hay voluntad política
de hacerlo», lamenta Momoitio.
Información personal publicada en twitter con total impunidad
Y es que desde hace unos años están surgiendo radicalismos
exacerbados, provocados y legitimados por ciertos partidos políticos,
que quieren hacer suyo este país. Personas que se creen en poder de la
verdad única y verdadera. Personas que no toleran a todas y todos
aquellos que son diferentes a ellos.
La tolerancia, la diversidad, lo
plural pero, sobre todo, la igualdad de las mujeres parece que con ellos
no va. Como las valientes Andrea e Irantzu han expresado, una vez más,
hay que enfrentarse a estos grupos que día tras días demuestran lo
peligrosos que pueden llegar a ser, para la igualdad y el respeto, su
intolerancia y violencia.
Comenzaron con pintadas, publicaron
información privada y personal de una persona en las redes sociales y
ahora atentan contra la libertad de prensa y de expresión atacando a un
medio de comunicación intentando coartar la libertad de sus redactoras.
La igualdad de género puede remontarse a Escandinavia durante la época de los vikingos en atención al estado que presentan huesos y dientes de hombres y mujeres de aquella región y época.
Laura Maravall y Jörg Baten, historiadores de la Economía que trabajan como parte del Centro de Investigación Colaborativa "ResourceCultures" en la Universidad de Tübingen,
compararon la salud de hombres y mujeres de los últimos mil años,
utilizando datos recopilados de dientes y esqueletos históricos.
Si los datos en una población mostraban que las mujeres tenían los
mismos o incluso mejores valores de salud que los hombres, Maravall y
Baten suponían que las niñas y los niños tenían un acceso relativamente igual a la comida y otros recursos.
Los datos de Escandinavia indicaron que las mujeres en las zonas
rurales allí estaban en una posición comparativamente favorable ya en la
Edad Vikinga (a fines del siglo VIII al XI) y en el período medieval
que siguió. Para la sociedad en general, esta mayor igualdad de género
parece haber llevado a un desarrollo positivo a largo plazo.
El estudio ha sido publicado en la última edición de Economics and Human Biology.
El estudio se basó en datos europeos del Proyecto de Historia Global
de la Salud (GHHP). Incorpora datos de estudios sobre esqueletos humanos
de más de cien sitios europeos de los últimos 2.000 años.
Los
investigadores observaron especialmente de cerca la información
proporcionada por los dientes. Si una persona está desnutrida o
gravemente enferma en la primera infancia, su esmalte dental sufre un daño permanente, conocido como hipoplasia lineal del esmalte.
"Presumimos que si las niñas y las mujeres recibieran
menos alimentos y cuidados que los miembros masculinos de la sociedad,
tendrían más daños", explica Laura Maravall en un comunicado.
"La medida en que los valores difieren entre hombres y mujeres es, por
lo tanto, también una medida de igualdad dentro de la población".
La
estrecha relación entre la frecuencia relativa de daño del esmalte y el
estado general de salud se demostró mediante la medición de los huesos
del muslo correspondientes. La longitud del fémur proporciona
información sobre la altura, que es relativamente mayor en personas con
buena salud y una buena dieta.
El análisis detallado de los datos dentales para hombres y mujeres
escandinavos en el campo sugirió un alto grado de igualdad incluso en
tiempos de los vikingos. "Esas mujeres en los países nórdicos pueden
haber llevado a mitos populares sobre las valquirias: eran fuertes,
sanas y altas", dice Jörg Baten. Pero la imagen en las ciudades escandinavas era diferente.
"Las ciudades suecas de Lund y Sigtuna --en el sitio de la actual
Estocolmo-- y en Trondheim en Noruega, habían desarrollado un sistema de
clases a principios de la Edad Media. Las mujeres allí no tenían la
misma igualdad que sus hermanas en el campo". La igualdad fuera de las
ciudades parece haber estado vinculada a la especialización en la cría de ganado.
"La cría de cultivos fue algo que los hombres hicieron
principalmente porque requería una mayor fuerza muscular; pero criar
animales permitió a las mujeres contribuir en gran medida al ingreso
familiar. Eso probablemente elevó su posición en la sociedad", dice
Baten. Las mujeres escandinavas también estaban bien en comparación con
otras mujeres en Europa.
Las mujeres experimentaron significativamente menos igualdad en la región mediterránea y en las ciudades de Europa del Este.
"La investigación nos ha proporcionado una gran cantidad de
evidencia sobre la relación entre la igualdad de género y el desarrollo
económico de un país. La igualdad de género no solo aumenta la
prosperidad de las mujeres, sino que también tiene un impacto positivo
en el crecimiento económico y el desarrollo en general", señala Baten.
Los investigadores en el proyecto especulan que las mujeres escandinavas han podido mantener su fuerte lugar en la sociedad hasta la era industrial y más allá.
Maravall y Baten dicen que puede ser una razón por la que Noruega,
Suecia, Dinamarca y Finlandia son naciones prósperas y económicamente
estables
El pueblo ha perdido el
miedo, incluso con las fuerzas armadas en la calle. Rompen el círculo
del terror impuesto por la dictadura neoliberal. La necesidad de
mantener viva la mentira del éxito del modelo neoliberal en Chile,
obliga a sus socios a una piñata, lanzar loas a la decisión de
Piñera por el paquete de medidas paliativas.
Gobiernos amigos, que
participarán en Chile en la cumbre de La Alianza Para el Pacifico
los días 16 y 17 de noviembre, le cubren las espaldas. Todos sacan
tajada, apoyar a Sebastián Piñera y criminalizar las protestas es
la consigna. Culpables, las víctimas. La necropolítica se impone.
Mientras el pueblo chileno se desangra y sus recursos se venden al mejor postor, Sebastián Piñera declara que el país está en guerra “contra un enemigo implacable, que no respeta a nadie ni a nada, que está dispuesto a usar la violencia y la delincuencia sin ningún límite”. Empresario de la generación pinochetista, realizó su fortuna en tiempos de la dictadura. Su hermano José, quien ocupó las carteras de Trabajo, Previsión Social y Minería con Pinochet, fue su mentor y escudo.
La dictadura fue el espacio donde creció al amparo de los crímenes de lesa humanidad. Su condición de hermanísimo era suficiente. Sebastián no desaprovechó la ocasión. Defraudó, robó y acumuló capital gracias al negocio de las tarjetas de crédito, convirtiéndose en uno de los hombres más ricos de Chile. Mientras tanto, José, el ministro, privatizó la seguridad social, liberalizaba el mercado laboral y creaba el sistema privado de pensiones, para regocijo de bancos y financieras.
Reconocido como gurú de las pensiones privadas, el gobierno de José Maria Aznar lo llamó, prestando sus servicios al Partido Popular. Sin empacho, en colaboración con Alejandro Weinstein, patrocinado por la CEOE y el Círculo de empresarios, publico el recetario: Una propuesta de reforma del sistema de pensiones en España. Manual de culto de la derecha española.
Tampoco perdió el tiempo en Chile, redactando en 2005, el libelo contra el gobierno constitucional de Salvador Allende: Una casa dividida, como la violencia política destruyó la democracia en Chile.
Sus recomendaciones finales han marcado el quehacer de su aplicado hermano: “He escrito este ensayo como una contribución a la causa de que nunca más se quiebre la democracia en Chile, para lo cual estimo imprescindible conocer las razones que la destruyeron y concordar hacia el futuro tres principios fundamentales para una convivencia pacífica: a) bajo ninguna circunstancia, con ninguna justificación, y en ninguna forma, un grupo debe propugnar, y mucho menos iniciar, la violencia como mecanismo de cambio económico, social o político bajo un régimen democrático, b) iniciada la violencia por algún sector, ella debe ser atajada de inmediato por el gobierno de ese momento, dentro de la ley pero aplicando toda la fuerza de la ley, y c) el rechazo a los que propician y ejercen la violencia, y el apoyo al gobierno que la combate con mano firme, debe contar con el apoyo unánime y decidido de la sociedad política y sociedad civil.”
Y, Sebastián, alumno aventajado, considerándose el mayor baluarte de la democracia, opta por decretar el Estado de Emergencia y el toque de queda ante las movilizaciones populares y protestas ciudadanas, primero contra la subida del ticket del metro y ampliándose a todo el sistema neoliberal imperante en Chile desde 1974.
Así, las fuerzas armadas toman el control, disparando a quema ropa, violando a mujeres, torturando y reprimiendo como hicieron tras el golpe de Estado y los años que duró la tiranía. Según el informe del Instituto Nacional de Derechos Humanos, en estos cinco días, hasta el 23 de octubre, han sido detenidas 2410 personas, de las cuales 274 son mujeres, 980 hombres y 200 adolescentes.
Sólo en Santiago suman 168 mujeres, 586 hombres y 74 niños, niñas. En cuanto a los heridos, reportan 535 personas, de las cuales 210 por arma de fuego. Muertos, contabilizan 18, entre ellos un menor. Es su guerra. La continuidad del modelo económico y social, entre la dictadura militar y los gobiernos emergentes es completa. En Chile rige la Constitución de 1980, redactada durante la dictadura.
La desigualdad social, la pobreza extrema, el robo a manos llenas por la plutocracia, de la cual Piñera forma parte, constituye uno de los mayores escándalos de la historia de Chile. No pocos ministros de la Concertación, socialistas, ex comunistas, radicales, ex del MIR, socialdemócratas, en fin, quienes se subieron al proyecto neoliberal, obtenido regalías y privilegios políticos, se han enriquecido sin pudor y a costa de corromperse y esquilmar al pueblo.
Son sus vivos representantes los expresidentes Patricio Aylwin, Eduardo Frei Ruiz Tagle, Ricardo Lagos, Michelle Bachelet y el actual administrador del orden, Sebastián Piñera. Hoy, tras días de represión, Piñera pide perdón, y lanza un paquete de medidas parche. Su argumento es insultante: no fue consciente de los problemas y sus consecuencias, y agrega, tampoco lo fueron sus predecesores en el gobierno. Insultan la inteligencia del pueblo chileno.
Todos han sido los artífices de la pobreza, el hambre, la injusticia social, los sueldos de miseria, la sobre explotación y asesinato de los dirigentes del pueblo Mapuche. Piñera, el empresario, no sabe cómo amasó su fortuna. Dice desconocer que es la economía de mercado, sus leyes, las formas de explotación que prevalecen. Las que han aprobado y rigen la política económica del país.
Entonces que renuncien todos por idiotas, ineptos y corruptos. ¿Acaso no son conscientes de sus consecuencias? Chile se ha vendido.
Los chilenos no son propietarios de sus riquezas, del subsuelo, de sus aguas, flora y fauna. Endesa controla las hidroeléctricas, Banco de Santander y BBVA los ahorros, Telefónica las redes, Repsol los hidrocarburos, Prosegur, la seguridad. Por no mencionar los productos de consumo perecedero, en manos de compañías estadounidenses, canadienses y europeas. Otro tanto ocurre con Monsanto en fertilizantes, semillas y soya.
La educación en manos privadas y los medicamentos se los reparten las ocho grandes de Estados Unidos, Suiza y Francia. Hoffmann-La Roche, Pfizer, Johnson & Johnson, Sanofi, Novartis, Gilead Sciences, Merck. Incluso los parques naturales han sido vendidos. Una parte importante de la Patagonia está en poder de Benetton. ¿No son conscientes?
El Observatorio ha creado un dispositivo para hacer seguimiento de
todos los casos, ha recogido los testimonios con autorización de los
abogados de las familias y elaborará un informe en colaboración con el
Sistema de Registro y Comunicación para la protección de las Víctimas de
Tortura y Violencia Institucional (SIRECOVI).
El Observatorio del Sistema Penal y los Derechos Humanos
ha desplegado un protocolo de visitas a los jóvenes detenidos durante
los disturbios en las jornadas de protestas en Catalunya. Como resultado
de este trabajo que aún no ha concluido, la entidad ha alertado de los
malos tratos y vejaciones tanto durante la detención de los jóvenes como
en las furgonetas policiales y dentro de la delegación del Gobierno y,
especialmente, en la jefatura del CNP en la Via Laietana.
Los
testimonios coincidentes de varias de las chicas relatan como se
encontraban esposadas por la espalda arrodilladas de cara a la pared en
la prefectura de la Via Laietana en momentos de mucha tensión,
especialmente cuando durante las protestas del viernes llegó la noticia
de un agente herido muy grave, y relatan escenas «muy duras» de golpes a
sus compañeros detenidos.
«Volaba la sangre literalmente de los golpes
que recibían los chicos, hasta manchar las paredes», explican fuentes de
los entrevistadores que durante los últimos días han visitado las
prisiones.
El relato de los jóvenes habla de golpes por parte de CNP y Mossos,
de vejaciones en los furgones policiales, donde, según los
entrevistadores, se producen «situaciones extremadamente preocupantes»,
con las chicas tumbadas en el suelo a los pies de los policías, con
pisotones de las botas, en algunos casos se denuncian tocamientos en los
pechos.
Algunas de las entrevistas hablan de cacheos con desnudo
integral, otros de la presencia constante de agentes mientras los
heridos eran atendidos por los médicos, lo cual está prohibido por
entidades internacionales de derechos humanos.
Se habla de heridos a los
cuales no se sacó las esposas a pesar de que así lo pidieron los
médicos o de uno de los jóvenes al cual se le cosió la herida de la
pierna mientras seguía esposado por la espalda.
Se trata de personas muy jóvenes, algunos acaban de cumplir los 18 años. El resto tienen 20, 21 y 22 años. Casi todos son estudiantes.
Todos
los testimonios coinciden también en que en el momento en que los
jóvenes llegan a las diferentes prisiones, la situación cambia. Las
vejaciones cesan y el trato es absolutamente correcto, se les facilita
ropa limpia, reconocimiento médico en condiciones adecuadas y comida.
El
Observatorio ha creado un dispositivo para hacer seguimiento de todos
los casos, ha recogido los testimonios con autorización de los abogados
de las familias y elaborará un informe en colaboración con el Sistema de
Registro y Comunicación para la protección de las Víctimas de Tortura y
Violencia Institucional (SIRECOVI).
Las
entrevistas se están realizando en la prisión de mujeres de Barcelona,
en la de jóvenes de Quatre Camins, en Mas Enric en Tarragona, en Brians 1
en Barcelona, en Puig de les Basses en Girona y en Ponent en Lleida.
El observatorio ha hecho público un hilo de tuits explicando la situación.
La Transición española
que sucedió a la dictadura de Francisco Franco (1936-1975), suele ser
mencionado por la clase política de este país como una época de
reconciliación, sin embargo, las víctimas del franquismo consideran que
tuvo como objetivo suprimir la memoria.
Durante las cuatro décadas de
dictadura franquista, 115.000 civiles fueron asesinados. Medio millón de
personas fueron encarceladas y una cifra similar debió partir al
exilio.
Las personas contrarias al régimen fueron objeto de robos de
propiedades, abusos y demás vejámenes.
Esta realidad está muy presente
en la memoria de las víctimas y sus descendientes, pero son ignorados
por gran parte de la sociedad española.
El 15 de junio de 1977, los españoles
acudieron a las urnas por primera vez desde la Guerra Civil (1936-1939)
que enfrentó al Gobierno Republicano y los sublevados, encabezados por
Francisco Franco.
Las elecciones de ese año fueron uno de los episodios
más notorios de la Transición. A los 40 años de los comicios, Sputnik
dialogó con Emilio Silva, presidente de la Asociación para la
Recuperación de la Memoria Histórica de España (ARMHE), para conocer el
punto de vista de las víctimas del régimen y de sus familiares.
El
activista explicó que desde los movimientos sociales se vive “por un
lado con la alegría” de recuperar las libertades perdidas, aunque al
mismo tiempo “cierta amargura” porque la Transición es mostrada por “los
más poderosos de sus protagonistas” como un proceso “idílico” de
reconciliación entre los españoles.
“Hay muchos problemas todavía, que
tienen que ver con las violaciones de derechos humanos de la dictadura
no resueltas. Nosotros todavía estamos peleando para darles respuesta y
contrarrestar la versión oficial que dice que esto quedó laudado en los
años 70 y que no hay nada que arreglar”, comentó Silva.
La Transición
dejó fuera a algunos sectores de la sociedad española. Rodolfo Martín
Villa, “un destacado dirigente vinculado al falangismo, el partido
fascista español”, fue el encargado de decidir cuáles partidos iban a
ser legalizados y podrían presentarse a las elecciones.
Todos aquellos
que reclamaban el restablecimiento de la República y no aceptaban la
amnistía continuaron en la clandestinidad.
El funcionario estuvo además implicado
en episodios de represión, como el asesinato en 1976 de 5 trabajadores
que realizaban una huelga en Vitoria, la capital del País Vasco.
Bajo
sus órdenes, la Policía entró a una concentración de manifestantes y
abrió fuego, provocando 100 heridos de bala además de los decesos.
“Paradójicamente es la persona que ha elegido el Congreso de los
Diputados español para que la semana pasada encabezase un acto de los
muchos que se están haciendo en el aniversario de aquellas elecciones”,
puntualizó Silva, cuyo abuelo murió asesinado por el franquismo y
permaneció desaparecido, hasta que se encontraron sus restos hace 15
años.
El debate de lo acontecido en esos años trasciende a los partidos políticos que participaron en las elecciones, que acordaron “un pacto de silencio” y aceptaron “escribir un borrón y cuenta nueva” para garantizar la impunidad del franquismo.
A
criterio del entrevistado, durante los 40 años de dictadura hubo un
‘apartheid’ que marginó a los perdedores de la guerra y sus familias.
Esto se vio traducido en el acceso a la educación. “Los que han ido en
los años 50, 60 y 70 a la Universidad son los hijos de vencedores de la
guerra, quienes tenían los recursos económicos o el apoyo político para
acceder al estudio y son los que han gestionado la vida política de este
país desde que murió Franco.
No están solo en la derecha. Los que
accedieron a este privilegio están en todas partes del espectro
político”, dijo Silva.
A modo de ejemplo, citó un estudio
realizado por alumnos de Ciencia Política de la Universidad Complutense
de Madrid, que consistió en realizar el árbol genealógico de todos los
ministros de los Gobiernos de España desde la muerte de Franco en
adelante.
A partir de entonces, han estado al mando del país tres
partidos: la extinta Unión de Centro Democrático (1977-1982), el Partido
Socialista Obrero Español (1982-1996 y 2004-2011) y el Partido Popular
(1996-2004 y 2011 hasta el momento).
“Casi el 90% de los miembros de
todos esos Gobiernos eran hijos de vencedores de la guerra y casi
ninguno de ellos ha hecho nada, ninguna decisión política que pueda
atentar contra sus privilegios de clase”, comentó el activista por los
derechos humanos.
No solo en España tuvo efecto la
dictadura franquista. En América Latina, los intelectuales exiliados de
la República aportaron a la cultura, el pensamiento y la vida política
de los países donde encontraron refugio.
Pero también algunos se
nutrieron de los ideales del totalitarismo español de la época. “El
historiador y escritor uruguayo Eduardo Galeano me contó una vez cómo
escuchaba de pequeño las canciones de la guerra de España en el barrio
que vivía.
Eso formaba parte de su memoria política y sentimental.
España ha sembrado eso, pero también algunos aprendices de Franco.
Quizás el máximo exponente de ellos era el dictador chileno Augusto
Pinochet que claramente tenía una profunda admiración por él”, comentó.
A más de 70 años del comienzo de la
dictadura, desde el otro lado del Atlántico se abrió para muchos
españoles una ventana de esperanza en su busca por la verdad, la memoria
y la justicia. En 2008, el juez español Baltasar Garzón fue impedido de
investigar los crímenes del franquismo en su país.
En ese momento, los
familiares recurrieron al principio de justicia universal y radicaron
una demanda en Argentina.
La jueza
argentina María Servini de Cubría llevó adelante una causa iniciada en
2010, en principio por la desaparición de Severino Rivas, el alcalde de
un pueblo de Galicia desaparecido durante la Guerra, pero luego se
fueron sumando casos, como el del último ejecutado por garrote vil en
España, el militante anarquista Salvador Puig Antich, asesinado en 1974.
Los pedidos de Servini de Cubría
permitieron llevar adelante exhumaciones en fosas comunes, a las que
distintos agentes judiciales españoles ponían obstáculos, de acuerdo con
Silva.
Un personaje notorio dentro de esta causa es Ascensión Mendieta,
una mujer de 92 años que con 87 viajó de España a Buenos Aires.
La
anciana acudió a pedir ayuda a la magistrada argentina para cumplir su
deseo de ser enterrada algún día junto a su padre, Timoteo Mendieta,
asesinado por el franquismo.
Hace pocos días, en una fosa se encontraron
los restos del hombre, que permaneció desaparecido durante 78 años.
Encontraron en su mismo lugar de entierro otros 24 cuerpos, además de
tres tumbas individuales.
Hasta el momento, 27 familias esperan
realizarse análisis con la esperanza de que entre esos huesos estén los
de sus familiares.
“Sigue siendo triste que sea la Justicia
argentina la que ha ordenado esa exhumación. La ausencia de las
instituciones españolas es una forma de castigo a las víctimas de la
dictadura. El Gobierno de España presume de ser un paladín de la lucha
por los derechos humanos.
Un Estado que ha abierto causas de justicia
universal en Chile, Argentina, Guatemala, El Salvador, Ruanda y el
Sáhara es incapaz de tratar de construir justicia en su país.
Yo creo
que lo que aquí se dio en la Transición fue dejar que trabajara el miedo
y que todas las Ascensiones Mendietas dejaran de hablar”, comentó el
presidente de la ARMHE.
El Estado de Derecho muestra toda su fortaleza ante el mundo al llevar a
cabo una operación de exhumación del dictador caracterizada por la
austeridad y el escrupuloso respeto a la ley y la familia
Franco ya no está en el sórdido mausoleo que se hizo
construir con el sufrimiento de miles de presos políticos.
La colosal
puerta de la Basílica del Valle de los Caídos se abrió
hacia las 13.00 horas y apareció la comitiva fúnebre: los Franco
portando a hombros el féretro del dictador cubierto con la bandera y el
escudo de la Cruz Laureada de San Fernando, máxima distinción del Ejército
español.
Esa ha sido la única concesión de la democracia española al
tirano.
No ha habido himno oficial, ni salvas de homenaje, ni desfiles
militares, tal como pretendía la familia, que hasta el último momento ha
presionado para que se diera al acto el carácter de funeral de Estado.
Solo el silencio de la derrota fascista que retumbaba por todo el
templo.
La escena ha transcurrido en medio de un vacío absoluto, sordo,
monástico.
La nada era el premio final que merecía el sátrapa.
Únicamente el viento gélido y fantasmal que suele azotar el Valle de los
Caídos y algún que otro grito de viva Franco, viva España, han roto la
tensión del momento.
Finalmente, en la inmensidad de la explanada
rodeada de pórticos, bajo la cruz mastodóntica y las esculturas que el
propio dictador diseñó según su expreso deseo, aparecieron los coches de
la comitiva que debían trasladar los restos de Franco al cementerio de Mingorrubio.
A menos de quince minutos de Cuelgamuros, en un campo de tiro cercano
al camposanto habilitado como aeródromo improvisado, aterrizaba el
helicóptero Súper Puma en el que el general ha
culminado su último viaje. Tenía que ser en un campo militar donde
claudicara finalmente el mayor golpista de todos los tiempos.
El priorCantera, mirada hosca y
huraña de resentimiento, lanzaba latigazos de agua bendita sobre la caja
de su idolotrado dueño y señor. Alguien ha creído ver que una lágrima
furtiva se desprendía por su pálida mejilla.
A las puertas de la
Basílica, al borde de la escalinata, la comisión del Gobierno seguía de
cerca cada movimiento. Dos funcionarios y la ministra de Justicia, Dolores Delgado,
vestida de negro riguroso, contemplaban cómo la familia Franco conducía
lentamente el ataúd hasta el coche fúnebre.
La notaria del Reino con el
ceño fruncido y el rostro aterido; sus colaboradores sobrios,
contenidos, con la mirada en el horizonte. Ha sido una imagen cargada de
simbolismo: arriba el poder del Estado de Derecho. Un
poder firme, engrandecido, legítimo.
Abajo, alejándose ya del agrietado
mausoleo que ha cobijado los restos del dictador en los últimos 44 años,
los Franco portando el féretro que parecía cada vez más pequeño e
insignificante.
El hechizo de la pesadilla franquista se disolvía en una
especie de catarsis, de conjuro mágico.
Por momentos la escena
representaba lo que realmente era: no la simple exhumación de un
cadáver, no el traslado de unos huesos descompuestos de un punto a otro,
sino el destierro post mortem de un dictador, el ostracismo de
un caído en desgracia, el juicio final que no tuvo en vida. La derrota y
la expulsión de un dictador de su trono que parecía construido para
perdurar durante siglos, mil años de Reich, eternamente.
Hoy ya podemos decir que Franco ganó la guerra pero ha perdido
la batalla de la historia. Qué rabia que no se haya podido ver a sí
mismo derrotado. Qué lástima que las víctimas no hayan podido contemplar
la claudicación de su verdugo. Ya no será el Napoleón
honrado y recordado durante generaciones que pretendía ser.
Su último
capítulo, tan mediocre como su vil mandato cuarentañista, ha sido
escrito como debía ser: desde el casi anonimato y ante la indiferencia
(cuando no la justa reprobación) de la inmensa mayoría de los
ciudadanos. Atrás quedaron las conspiraciones golpistas, el fragor de
las batallas que nunca debieron haberse librado, la sangre, la barbarie,
la pesadilla, el terror. Cosas que nunca más deberíamos ver en este
país.
Y así, sin más, empequeñecido por la historia, en medio del olvido
más absoluto (solo un puñado de acólitos nostálgicos lo han acompañado
en este trance, qué diferencia con aquel fastuoso día de 1975 cuando el
dictador fue enterrado en un multitudinario funeral de Estado con
100.000 asistentes) el ataúd fue introducido a empujones en el
helicóptero, que se elevó suavemente por los aires para llevarse al
tirano de su infame escondrijo y quizá, ojalá, del recuerdo de los
españoles.
Un pueblo que nunca mereció al jefe de Estado más
enloquecido, sanguinario y endiabladamente cruel de toda su maldita y
triste historia.
La tumba de Francisco Franco en la Basílica del Valle de los Caídos. Foto: AFP.
Ya no habrá vuelta atrás. Desde este jueves 24 de octubre de 2019, el dictador Francisco Franco dejará de tener una tumba de honor en el Valle de los Caídos,
escenario de peregrinación ultra durante las últimas cuatro décadas.
Tanto sus familiares como la Fundación Franco buscaron evitar que esta
escena se produjese. Incluso pretendieron que fuera llevado a La
Almudena, en pleno centro de Madrid. No lo consiguieron.
“Más vale tarde que nunca”,
reflexiona Mirta Núñez, directora del Departamento de Historia de la
Comunicación Social de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y ex
responsable de la Cátedra de Memoria Histórica en ese centro de
estudios.
En efecto, el próximo 20 de noviembre se cumplirán 44 años de la muerte de Franco.
No hubo un intento serio de emprender la retirada de sus restos hasta
junio de 2018, cuando Pedro Sánchez anunció que iniciaría los trámites
de cara a su exhumación.
El camino no resultó sencillo. Tras conocer la negativa de la familia
del dictador, el Gobierno aprobó en agosto de 2018 un decreto que
buscaba dar cobertura legal al traslado de los restos. Empezó entonces
una batalla judicial librada por la familia y por la Fundación Franco
que se alargó prácticamente hasta el último minuto.
El Tribunal Supremo (TS) llegó a paralizar la exhumación,
inicialmente anunciada por el Gobierno para el pasado 10 de junio. Sin
embargo, la última palabra aún no estaba escrita: el 24 de
septiembre, el TS rechazó los recursos de los familiares de Franco.
Los magistrados indicaron, por un lado, que Franco podía ser exhumado; por otro, negaron que fuera enterrado en la catedral de La Almudena yavalaron su traslado a un panteón familiar en el cementerio de Mingorrubio, donde yacen los restos de su esposa, Carmen Polo.
Hacia allí saldrá este jueves la momia de Franco. El acto de
exhumación empezará a las 10.30 y se estima que durará entre una y tres
horas. Durante ese tiempo, debajo de la carpa instalada en torno a la
tumba –medida adoptada por el Ejecutivo de Sánchez para evitar por todos
los medios que haya imágenes de los trabajos– solamente estarán dos
familiares del dictador (otros 20 aguardarán fuera), así como la
ministra de Justicia en funciones, Dolores Delgado –en su calidad de
notaria mayor del Reino–, un forense y los operarios que se encargarán
de ejecutar los trabajos.
El Prior Santiago Cantera, quien también ha
intentado impedir la exhumación, bendecirá los restos antes de su
partida.
La caja será sacada de la basílica en hombros de sus familiares y trasladada en helicóptero
–salvo que el tiempo no lo permita, lo que obligaría a hacer el viaje
en coche– hasta Mingorrubio, donde inicialmente estaba convocada una
concentración por parte de la Fundación Franco.
Sin embargo, la protesta
no fue autorizada por la Delegación de Gobierno en previsión de que
pudieran desatarse incidentes, tras lo cual la fundación anunció que
anulaba su llamamiento.
En cualquier caso, el partido neonazi Alianza
Nacional y otros grupos ultras como el Movimiento Católico Español o
Acción Juvenil Española han anunciado que igualmente se concentrarán en
el cementerio para esperar la llegada de los restos de Franco.
“Acto simbólico”
La Abadía Benedictina de la Santa Cruz del Valle de los Caídos. Foto: El Diario.
“Estamos ante un acto marcadamente simbólico, con un contenido
político muy importante, pero bastante inefectivo en relación con los
derechos que asisten a las personas que sufrieron graves violaciones de
derechos humanos durante la dictadura franquista”, afirma Jacinto Lara,
abogado de la Coordinadora Estatal de Apoyo a la Querella Argentina
(CEAQUA). Unos derechos, subraya, que “no son reconocidos ni amparados
por el Estado español”.
Cuando faltaban pocas horas para que se levantara la losa de 1 500
kilos que protege la tumba del dictador, Lara pensaba en esas otras
piedras que siguen pesando sobre los familiares de las víctimas allí
enterradas. “Lo más urgente es la recuperación de todos aquellos restos cadavéricos depositados en la propia basílica”, sostiene el abogado.
“Fin de la transición”
Los restos de Francisco Franco permanecían en el Valle de los Caídos desde el 23 de noviembre de 1975. Foto: Reuters
Por su parte, Núñez subraya que la exhumación y traslado de
los restos al panteón familiar de Mingorrubio “es una expresión de esa
generosidad democrática que él no tuvo con sus adversarios”. La
profesora de la UCM considera además que este jueves “se romperá algo
que ha estado muy presente en la transición”. “De hecho –continúa–,
quizás este hecho se podría elegir como uno de los más expresivos de ese
fin de la transición”.
En tal sentido, Lara pone sobre la mesa otra de las tareas pendientes
de la democracia: “habrá abordar una resignificación a fondo del lugar,
e incluso en un momento dado se debería plantear la demolición o
abandono total y absoluto del monumento”.
“Un monumento así –remarca- no
tiene ningún sentido en el marco de un estado democrático”.
El veredicto profundamente injusto de la corte suprema española, que
condena a severas penas de prisión a nueve líderes del gobierno catalán y
de la sociedad civil por organizar un referéndum pacífico sobre la
autodeterminación en Cataluña, es para muchos el signo de un país que se
desliza hacia el autoritarismo y se aleja de las democracias de Europa
occidental.
Pero la verdad sea dicha, para los vascos y vascas, este
tipo de comportamiento no es nuevo.
Durante años, España pudo disfrazar su naturaleza antidemocrática
bajo el manto de la “lucha contra el terrorismo vasco”. La negación y el
rechazo de la naturaleza política del conflicto armado en Euskal Herria
se les hizo bastante fácil, especialmente después del 11 de septiembre.
El titular era que no había un problema político en España, solo un
problema criminal. “España es una democracia”, nos decían. “Todo es
posible sin violencia” fue el mantra que repetían. Todavía recordamos
las palabras del ministro de Interior español, Alfredo P. Rubalcaba:
“Deben decidir: bombas o votos”.
Sin embargo, cuando algunos de nosotros en el movimiento
independentista vasco iniciamos el difícil camino para convencer a
aquellos que todavía creían en la violencia de continuar nuestra lucha
por la autodeterminación por medios pacíficos y democráticos, fuimos
arrestados y condenados a largas penas de prisión.
La verdad es que la
violencia vasca terminó no gracias a los esfuerzos del gobierno español,
sino a pesar de sus obstáculos y obstrucciones. (No me malinterpreten:
la parte vasca cometió muchos errores, muchas cosas que nunca deberían
haber sucedido, sucedieron.
Hemos reconocido nuestra parte de la
responsabilidad en aquello que ambas partes hicieron mal durante años de
violencia).
Mi arresto tuvo lugar 10 años antes de que los políticos
catalanes fueran condenados por Sedición, y solo después de que
cumpliésemos nuestra pena de prisión el Tribunal Europeo de Derechos
Humanos dictaminó que nuestro juicio había sido injusto (era la segunda
vez que el TEDH condenaba España en mi persona).
Lo mismo podría pasar
fácilmente con los catalanes.
El hecho de que el estado español aún
tenga en prisión a más de 240 presos políticos vascos a pesar de que ETA
finalizase su campaña armada en 2011 muestra su falta de interés en una
paz duradera.
La sentencia contra los lideres independentistas catalnes por
organizar un referéndum democrático y pacífico, y la violencia posterior
que la policía española está usando contra manifestaciones pacíficas
catalanas nos muestra lo que siempre supimos: el estado español no está
interesado en la democracia y usará la violencia para ocultar su
naturaleza antidemocrática.
Es por eso que magnifican, y a veces
instigan, la violencia en la región: los medios y los tribunales
españoles incluso han comenzado a hablar de “terrorismo” en el caso
catalán. España no dudará en usar esta mentira.
A su gobierno le
encantaría transformar la legítima y pacífica demanda de
autodeterminación de los catalanes en violencia. Eso es lo que sus
fuerzas policiales y militares han estado tratando de hacer en los
últimos días con sus tácticas violentas.
Afortunadamente, el movimiento nacionalista catalán está comprometido
con la paz.
Como lo estamos en Euskal Herria. Sabemos que nuestra
“fuerza de la razón” es más fuerte que su “razón de la fuerza”. Pero al
mismo tiempo, ambos estamos completamente comprometidos con el logro de
nuestros derechos democráticos fundamentales.
Porque es hora de
completar las cuestiones pendientes de la falsa transición española. No
habrá verdadera democracia en España hasta que se reconozca su carácter
plurinacional, como en el Reino Unido o Canadá.
Las demandas catalanas y vascas de democracia aumentarán y llegará un
momento de incertidumbre.
Veremos si el Estado español es capaz de
resolver las cuestiones pendientes de la falsa transición y convertirse
en una democracia verdaderamente plurinacional, reconociendo el derecho a
la autodeterminación, o finalmente implosiona y da origen a nuevas
Repúblicas democráticas.
Como era previsible, el Reino de España va en la dirección opuesta:
la dirección del autoritarismo, la contrarreforma, la recentralización
de poderes y la respuesta a las demandas democráticas con puño de
hierro. Todo esto da alas a la extrema derecha fascista. La historia nos
muestra a dónde lleva esto.
La represión, el encarcelamiento y la centralización no funcionarán.
Como en la mayoría de los casos similares en todo el mundo, no hay
solución duradera para este tipo de conflicto sin diálogo.
Como en el
norte de Irlanda, Escocia o Quebec, la única forma de resolver esas
tensiones es a través de la democracia.
Y cualquiera con un poco de
sentido político sabe que para resolver el problema catalán es necesario
comprometerse con los representantes legítimos catalanes.
Una política
de represión sin conversaciones y sin negociación es inaceptable.
Mientras tanto, las instituciones y los Estados europeos miran para
otro lado. Un cambio en la política del estado español requiere
amonestación internacional.
Sin embargo, en este momento todo lo que
vemos es una lealtad ciega a España para mantener la estabilidad interna
dentro del bloque.
Este conflicto solo puede resolverse
internacionalmente: las instituciones y los Estados europeos deben alzar
la voz a favor de una solución negociada antes de que sea demasiado
tarde.
Cerca de 30 bomberos australianos
posaron junto a tiernas mascotas y animales de granja.
Mira algunas fotografías del calendario de bomberos 2020:
Según destacan,
ya tienen pedidos desde todo el mundo.
Al
igual que todos los años, los bomberos Australianos volvieron a lucirse
con su clásico calendario para recaudar fondos que van en ayuda del Children’s Hospital Foundation, un recinto médico para niños enfermos.
Los tonificados voluntarios posaron para un total de seis calendarios que reúnen a 30 de ellos.
En esta oportunidad, los bomberos decidieron posar junto a animales, tales como canguros, koalas, perros, gatos y aves.
A
través de su cuenta de Facebook, el grupo de bomberos contó que muchos
de los animales domésticos con los que posaron, fueron rescatados.
Y
adoptados en nuevos hogares tras la publicación del calendario.
Los calendarios, son vendidos a través de la página oficial, y tienen un valor entre 8 y 12 mil pesos, dependiendo del envío.
Recordemos
que esta es una tradición que se realiza desde hace 27 años y ha
logrado recaudar más de 3 millones de dólares australianos .
Desde
entonces, o sea, más de 1,400 millones de pesos chilenos.
La
versión 2020 de este calendario, incluye una sesión de fotos con gatos,
otra con perros.
Caballos, animales de granja y animales salvajes; como también una estilo “clásica”.
A través de sus redes sociales,
el cuerpo de bomberos de Australia agradeció el interés de la gente al
encargar calendarios para el próximo año
Destacando que ya tienen
encargos «para todo el mundo».