EL sol nos olvidó ayer sobre la arena, nos envolvió el rumor suave del mar, tu cuerpo me dio calor; tenía frío, y allí en la arena entre los dos nació este poema, este pobre poema de amor para ti.
Mi fruto, mi flor, mi historia de amor, mis caricias.
Mi humilde candil, mi lluvia de abril, mi avaricia.
Mi trozo de pan, mi viejo refrán, mi poeta.
La fe que perdí, mí camino y mi carreta.
Mi dulce placer, mi sueño de ayer, mí equipaje.
Mi tibio Rincón, mi mejor canción, mi paisaje.
Mi manantial, mi cañaveral, mí riqueza.
Mi leña, mi hogar, mi techo, mi lar, mi nobleza.
Mi fuente, mi sed, mi barco, mi red y la arena.
Donde te sentí, donde te escribí mi poema.