El Observatorio ha creado un dispositivo para hacer seguimiento de todos los casos, ha recogido los testimonios con autorización de los abogados de las familias y elaborará un informe en colaboración con el Sistema de Registro y Comunicación para la protección de las Víctimas de Tortura y Violencia Institucional (SIRECOVI).
El Observatorio del Sistema Penal y los Derechos Humanos
ha desplegado un protocolo de visitas a los jóvenes detenidos durante
los disturbios en las jornadas de protestas en Catalunya. Como resultado
de este trabajo que aún no ha concluido, la entidad ha alertado de los
malos tratos y vejaciones tanto durante la detención de los jóvenes como
en las furgonetas policiales y dentro de la delegación del Gobierno y,
especialmente, en la jefatura del CNP en la Via Laietana.
Los
testimonios coincidentes de varias de las chicas relatan como se
encontraban esposadas por la espalda arrodilladas de cara a la pared en
la prefectura de la Via Laietana en momentos de mucha tensión,
especialmente cuando durante las protestas del viernes llegó la noticia
de un agente herido muy grave, y relatan escenas «muy duras» de golpes a
sus compañeros detenidos.
«Volaba la sangre literalmente de los golpes
que recibían los chicos, hasta manchar las paredes», explican fuentes de
los entrevistadores que durante los últimos días han visitado las
prisiones.
El relato de los jóvenes habla de golpes por parte de CNP y Mossos,
de vejaciones en los furgones policiales, donde, según los
entrevistadores, se producen «situaciones extremadamente preocupantes»,
con las chicas tumbadas en el suelo a los pies de los policías, con
pisotones de las botas, en algunos casos se denuncian tocamientos en los
pechos.
Algunas de las entrevistas hablan de cacheos con desnudo
integral, otros de la presencia constante de agentes mientras los
heridos eran atendidos por los médicos, lo cual está prohibido por
entidades internacionales de derechos humanos.
Se habla de heridos a los
cuales no se sacó las esposas a pesar de que así lo pidieron los
médicos o de uno de los jóvenes al cual se le cosió la herida de la
pierna mientras seguía esposado por la espalda.
Se trata de personas muy jóvenes, algunos acaban de cumplir los 18 años. El resto tienen 20, 21 y 22 años. Casi todos son estudiantes.
Todos
los testimonios coinciden también en que en el momento en que los
jóvenes llegan a las diferentes prisiones, la situación cambia. Las
vejaciones cesan y el trato es absolutamente correcto, se les facilita
ropa limpia, reconocimiento médico en condiciones adecuadas y comida.
El
Observatorio ha creado un dispositivo para hacer seguimiento de todos
los casos, ha recogido los testimonios con autorización de los abogados
de las familias y elaborará un informe en colaboración con el Sistema de
Registro y Comunicación para la protección de las Víctimas de Tortura y
Violencia Institucional (SIRECOVI).
Las
entrevistas se están realizando en la prisión de mujeres de Barcelona,
en la de jóvenes de Quatre Camins, en Mas Enric en Tarragona, en Brians 1
en Barcelona, en Puig de les Basses en Girona y en Ponent en Lleida.
El observatorio ha hecho público un hilo de tuits explicando la situación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario