*Llaman a movilizarse en Madrid el día 15 de Octubre.
Las personas pensionistas, y trabajadoras en activo, venimos sufriendo un proceso continuo de pérdida de derechos sociales y de restricción de libertades en especial desde la crisis del 2008, que sumió al Estado en una enorme deuda pública para rescatar a los bancos, que acarreó fuertes recortes a la ciudadanía.
La epidemia ha mostrado el efecto de la degradación de los servicios públicos reduciendo la capacidad de la ciudadanía para enfrentarse el COVID y, de nuevo, ha servido de excusa para despedazar y privatizar sectores enteros del estado del bienestar.
Ahora se pretende esgrimir la guerra como pretexto para nuevos sacrificios.
Mientras se insiste que no hay recursos para proteger a la gente, para sanidad, educación o las pensiones, se pretende elevar el gasto militar del 1,2 al 2% del presupuesto público.
Hemos visto que privatizar la provisión de derechos sociales como la sanidad, la educación o las residencias en forma de negocios privados y subcontrataciones, repercute en un claro empeoramiento de las prestaciones y una grave degradación de las condiciones de trabajo en esos sectores.
Pero como el poder financiero es insaciable, ahora impone una ley de Fomento de los Planes de Pensiones de Empresa, con la complicidad del poder político y de algunos sindicatos para apoderarse y privatizar la gestión de las cotizaciones sociales destinadas a las pensiones públicas.
Sufrimos las consecuencias del incremento exponencial de la deuda y el déficit público para rescatar al sistema financiero, y la imposición de una política fiscal que beneficia las rentas de capital en detrimento de las rentas de trabajo y facilita el fraude fiscal empresarial.
Para muestra un botón: en 2021 las empresas cotizadas en Bolsa, obtuvieron unos beneficios de 64.021 millones de euros y dentro de ellas las compañías de producción de energía ganaron 10.117 millones, cuadruplicando los de los años 2020 y 2019.
No solo estamos en una crisis, estamos también ante un robo organizado para sustraer de los bolsillos de la gente sus rentas y engordar con ellas los beneficios de los oligopolios financieros, de la energía y de las materias primas.
La causa fundamental del incremento de los precios, no son los salarios ni las pensiones son quienes en régimen de monopolio fijan los precios para mantener e incrementar sus beneficios.
En lo que va de 2022, además de lo perdido en 2021 (3% en el caso de las pensiones) la subida media de los salarios ha sido de un 2,4% y las pensiones un 2,5% mientras el IPC lo ha hecho en un 10,2%.
Es una crisis económica, ecológica y social proyectada con un escenario de guerras por la disputa de la hegemonía económica internacional con el desvío de cuantiosos recursos públicos para la industria militar y el ejército.
Además de la pérdida de libertades, aumento de la represión y el autoritarismo, se acentuará el reparto desigual de la riqueza mediante la creciente apropiación de recursos públicos por parte de los oligopolios financieros en detrimento de los recursos destinados a salarios, pensiones, gasto social y a un modelo de desarrollo social y medioambientalmente eficiente.
En el Otoño la batalla por la distribución justa de la riqueza y la equidad de género será crucial y lo será especialmente en la defensa de los salarios y pensiones (nuevos recortes bajo el eufemismo de Pacto de Rentas) y en su vertiente de mejora y defensa de servicios públicos universales y comunitarios como la sanidad, educación y socio sanitarios de atención a la dependencia, serán el objetivo de todo tipo de recortes y procesos de privatización.
En este contexto, las plataformas y movimientos de pensionistas de los diferentes Pueblos y Comunidades del Estado los abajo firmantes el día 15 de Octubre nos movilizaremos en Madrid y escenificaremos ante el Congreso de los Diputados la entrega de decenas de miles de firmas recogidas por la revalorización de las pensiones en función del incremento del IPC acumulado anual, por una Pensión Mínima del 60% del salario medio y el rechazo a la privatización del Sistema Público de Pensiones (SPP).
También exigiremos la realización de la auditoría de las cuentas de la Seguridad Social aprobada en la Ley 21/2021, de 28 de diciembre, y todavía no realizada pese a que ya pasaron más de 6 meses desde que esa Ley fue aprobada, y ese era el plazo máximo para su realización, de acuerdo con el texto de la misma ley.
Este será el primer paso de una movilización general que realizaremos en Noviembre en los Pueblos y Comunidades del Estado, hasta revertir las contrarreformas que nos están imponiendo, acabar con la brecha de género en salarios y pensiones, recuperar los derechos perdidos en las sucesivas reformas de pensiones, generar un reparto equitativo de la riqueza y mejorar y garantizar servicios públicos y comunitarios universales de calidad.
Hacemos un llamamiento expreso a participar en la movilización a las personas y plataformas pensionistas, a las trabajadoras y trabajadores y a cuantas organizaciones sociales y sindicales que compartan estos objetivos quieran acudir. Todas y todos son bienvenidos.
¡¡Gobierne quien gobierne, las pensiones y los derechos se defienden!! ¡¡El 15 de octubre todos en Madrid!!
ASJUBI40 (Asociación Jubilación Anticipada sin Penalizar), COESPE (Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones) EHPM (Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria), MADPP (Movimiento Andaluz en Defensa das Pensións Públicas), MODEPEN (Movemento Galego en Defensa das Pensións e os Servizos Públicos), UNIDAD COESPE, PLATAFORMAS DE PENSIONISTAS de Badajoz, Móstoles …
El Bertsolari Arkaitz Estiballes, con los y las PENSIONISTAS en una de las múltiples manifestaciones que llevamos desde el 15 de enero del 2018...
PENTSIONISTAK AURREEA ESTA BATALLA LA VAMOS A GANAR!!
*
Y seguiremos... con Bertsos y con música y con cánticos y con consignas y con mucha REBELDIA, DEFENDIENDO NUESTROS DERECHOS, EL SISTEMA PÚBLICO DE PENSIONES.
“¡Nuestra victoria está a la vuelta de la esquina!”
En la concentración de este lunes, los pensionistas han agradecido la participación de más de 1200 personas en las movilizaciones realizadas este pasado jueves ante el Parlamento Vasco en Gasteiz.
Movimiento Pensionistas Bizkaia (MPB)
Seguimos con la recogida de firmas que como ya os hemos comentado seguiremos hasta el mes de junio para llevarlas conjuntamente con las plataformas de Pensionistas de los pueblos del Estado a entregarlas a Madrid.
Deciros que no solamente se están recogiendo firmas en las concentraciones sino que lo hacemos por barrios, plazas, calles y agradecemos a la ciudadanía en general su apoyo.
Hasta el día de hoy tenemos solamente en Bizkaia más de 30.000 y os iremos contando cómo vamos en el resto de los cuatro Herrialdes.
Hoy no tenemos a los estudiantes participando activamente en nuestras concentraciones, sujetando la pancarta, participando en la concentración, interesándose por nuestras pensiones.
Vamos a echar en falta su gran interés por nuestro Movimiento y por nuestra lucha. Gracias a los y las Irakaslek del instituto Botikazar por su interés y propuesta para la asignatura de Economía.
Esperemos vengan muchos más estudiantes de Universidades.
Les explicaremos muy bien que debemos defender un Sistema Público de pensiones, que sí es sostenible y que ellos podrán disponer de unas pensiones al final de su vida laboral.
Que por ello estamos en la calle, defendiendo nuestras pensiones y las del futuro. También os tenemos que dar las gracias por vuestro apoyo y presencia en la manifestación del jueves día 12 en Gasteiz.
Salimos de Bilbao dos autobuses grandes y del resto de los pueblos de Bizkaia, 6 coches más y furgonetas.
En total de los 3 herrialdes de la CAV y en representación de los más de 80 pueblos que salimos a la calle desde hace 52 meses, en toda Euskalherria, nos juntamos más de 1200 personas, que con nuestras consignas, banderas, pancartas y música reivindicativa marchamos en manifestación para rodear el Parlamento Vasco y concentrándonos en la explanada de la Catedral nueva, para leer el comunicado donde se explica el porqué de la movilización y de la importancia de hacer entrega a los representantes de los partidos políticos, de los objetivos principales ya expuestos tanto en las reuniones anteriores, como en la movilización del jueves, y solicitar con carácter de urgencia al Parlamento y Gobierno de la Comunidad Autónoma Vasca la decisión de habilitar vía presupuestos, la partida necesaria para complementar las pensiones mínimas hasta alcanzar los 1080 euros en 14 pagas.
Que se adopten las iniciativas precisas para garantizar a las personas trabajadoras y pensionistas unas pensiones públicas, dignas y suficientes.
También les hemos propuesto la creación de una ponencia parlamentaria, para que se adopten medidas que revierten los recortes de nuestras pensiones y las amenazas de nueva reformas y recortes.
Nos recogieron los partidos PNV, EH BILDU, PSE, Elkarrekin Podemos y Partidio Popular.
Nos escucharon con mucho interés, y les conminamos a que ya es hora de pasar de las palabras a los hechos.
Hicimos la entrega de nuestras peticiones cuatro mujeres y dos hombres.
La lectura del manifiesto la leyeron dos mujeres.
Cabe resaltar que la asistencia de mujeres pensionistas sigue siendo muy alta tanto en las concentraciones como en las manifestaciones y así quisimos representarlo.
No nos cansamos de repetir que las pensiones mínimas de miseria la mayoría pertenecen a mujeres.
En Euskadi, hay más de 153.000 pensionistas que están por debajo del umbral de pobreza, ingresando menos de 688 euros mensuales, y más de 72.000 en pobreza severa, con pensiones inferiores a 458 euros mensuales.
La inmensa mayoría son mujeres, y muchas de ellas tienen más de 80 años y están solas, abandonadas en exclusión social y esto hay que revertirlo ya.
Termino señalando que tenemos por delante unos retos muy importantes e ilusionantes hasta junio, como son la recogida de firmas y la marcha ciclista, una manera original de llevar nuestras reivindicaciones de forma deportiva y festiva, donde las mujeres tendremos parte importante en ella, bien pedaleando, aunque aquí seamos menos, pero tenemos mucho que decir, hacer y participar, ser la voz visible durante las etapas, finales de ellas, medios de comunicación, etc…
Todo ello lo iremos explicando con detalles durante los lunes siguientes, ya sabéis que el tiempo pasa volando.
Sujeciones en residencias: miles de mayores viven atados en España
Las sujeciones en las residencias parecen
estar muy cerca de desaparecer. Recientemente, el Ministerio de
Derechos Sociales ha propuesto un plazo máximo de 3 años para la "supresión total" de sujeciones físicas,
mecánicas, químicas o farmacológicas en las residencias de mayores de
España, poniendo fin así a un método muy criticado y apostando por un plan de atención libre de sujeciones.
Desde la Federación Empresarial de la Dependencia (FED) se muestran "totalmente de acuerdo" con esta disposición. "Todo el sector tiene muy claro que el uso de las sujeciones se tiene que ir limitando a temas muy puntuales y muy justificados", explica su presidente, Ignacio Fernández-Cid, a 65YMÁS. Sin embargo, considera que erradicarlas en su totalidad será "muy complejo", e incluso "una utopía".
"Hay casos en los que no va a ser posible, porque la casuística es casi ilimitada", explica, haciendo referencia al acuerdo en el que únicamente se contempla el uso de alguna sujeción con carácter "temporal" en situaciones "excepcionales y de urgente necesidad" en
las que exista "un peligro inminente" para la persona usuaria,
cuidadoras o terceras personas, siempre que previamente se haya
constatado el fracaso de otras medidas alternativas.
"Evidentemente hay que tender a la desaparición del uso diario en los centros, pero para ello tenemos que coordinarnos todos y habrá que hacer una labor muy pedagógica, no solo entre los profesionales de los centros sino también entre los familiares", señala.
Por su parte, el doctor Antonio Burgueño Torijano, director técnico del programa Desatar de CEOMA, considera la propuesta del Gobierno como un “brindis al sol”, y añade que la cantidad de años "parece que se ha hecho por decir algo o por un cálculo político".
"Estamos hablando de un ámbito asistencial cuyas competencias están
trasferidas a los gobiernos autonómicos", explica, lo que le lleva a
recordar que "el gobierno de la CC. AA. de Madrid afirmó hace 3 años que
erradicarían las sujeciones de las residencias. Habrá que preguntarse cuando empieza a correr ese plazo de 3 años, y si empieza para todos los gobiernos o administraciones autonómicas o locales a la vez".
"Creo que el gobierno no ha sido capaz de comprender el fenómeno del uso de sujeciones en residencias en su amplia complejidad", comenta el Dr. Burgueño a 65YMÁS.
Recuerda que las normas existentes ya establecen la obligatoriedad de
una prescripción facultativa y contar con consentimiento informado
escrito para poder aplicar una sujeción, sin embargo, "lo cierto es que
la suma de todo eso solo ha servido para complicar la vida en las residencias, pero no para un descenso de la prevalencia de uso, y mucho menos para una erradicación total,
como tampoco ha servido el aumento de la presión sobre las residencias
que se ha producido en los últimos años a consecuencia de algunas malas
noticias".
"Cambiar la realidad del uso de sujeciones en residencias es algo complejo,
y las iniciativas basadas en leyes han demostrado no ser eficaces, como
también se ha demostrado que la formación aislada tampoco sirve",
añade.
Por tanto, considera que la mejor vía para lograr esta eliminación total de las sujeciones en las residencias es "a través de los profesionales,
que contando con el apoyo inequívoco de los mandos de las
organizaciones, llevan a cabo un proceso de transformación de los
centros, mediante adecuaciones de los entornos, y ajustes organizativos,
con un reenfoque de los criterios de seguridad física y del manejo de
las conductas reactivas de las personas con demencia".
"Con ese enfoque, lo que debe hacer un gobierno, si lo que quiere es crear un escenario propicio, es garantizar que se aportarán medios e incentivar a los responsables de las residencias, haciendo que todos se sientan respaldados", señala.
Las personas con demencia, casi las "únicas candidatas" a sujeciones
Actualmente no hay un registro oficial de cuántas personas son atadas
en las residencias en España, sin embargo, el Dr. Burgueño maneja
una base de datos de una muestra significativa de centros en la que se
observa una prevalencia de un 17% del total de residentes, es decir unas55.000 personas, y un 30% cuando solo se tienen en cuenta las personas con demencia que viven en esos centros.
"El descenso en la prevalencia del uso se ha visto ralentizado por el importante incremento de la proporción de personas con demencia en las residencias. Hace 10 años era de un 40%, y hoy día supera el 60%, con una tendencia a seguir creciendo", explica.
No se sabe con exactitud cuándo empezaron a utilizarse las sujeciones
en las residencias de mayores, aunque el Dr. Burgueño indica que se
empezaron a usar especialmente cuando estos centros comenzaron a albergar apersonas con demencia, "esas personas que también hoy en día son prácticamente las únicas candidatas a ser objeto de sujeciones físicas y farmacológicas en las residencias. Es muy raro ver a personas con sus capacidades cognitivas intactas atadas".
Los efectos negativos de las sujeciones
Actualmente, las condiciones legales para que estas sujeciones puedan utilizarse es la prescripción de un médico, junto al consentimiento informado por escrito.
Aun así, hay que tener muy en cuenta los efectos negativos que se dan
para la persona que es atada, ya que, a veces, estas sujeciones afectan
más a su salud de lo que pueden ser de utilidad.
Los principales efectos negativos que señala el Dr. Burgueño son "los del inmovilismo forzado, a nivel físico, más el trauma psicológico añadido
que provoca verse limitado en extremo. El inmovilismo tiene categoría
de síndrome geriátrico, dado el impacto que tiene sobre la salud de la
persona, y que puede llevarla a una muerte anticipada.
Mientras llega la muerte, la persona desarrollará más probablemente
ulceras por presión, infecciones, desnutrición, pérdida de masa
muscular, osteopenia, etc., y el impacto psicológico puede traducirse en
agitación, resistencia a los cuidados, o retiro y apatía".
Por todo ello, la necesidad de eliminar por completo las sujeciones ha ido creciendo con el tiempo, resultado de una creciente sensibilización
"social y de los poderes públicos" por erradicarlas y apostar por un
modelo más digno. Pero, a pesar de todo, "todavía es dominante en muchos
centros la idea de que algunas sujeciones son necesarias, y en ellos
los profesionales se dedican a buscar toda clase de justificaciones, y a asegurarse de que se consigue consentimiento y de que cuentan con un médico que las prescriba", advierte el Dr. Burgueño.
"El fenómeno del uso de sujeciones es complejo"
¿Cuándo se considera que hay abuso en este tipo de prácticas? Se han dado casos de abusos en el uso de sujeciones por conveniencia, ya
sea para ahorrar recursos, o para ahorrar esfuerzos o trabajo,
"pero estos casos no son la mayoría". Según el Dr. Burgueño, "podemos
considerar que hay abuso si comparamos los centros que las utilizan con
los centros libres de sujeciones que existen. También vemos exceso
cuando comparamos el uso en España con el uso que se da en otros países
que publican datos".
"El fenómeno del uso de sujeciones es complejo, y son muchos los que
quieren simplificarlo. Hay quienes afirman que se utilizan por falta de
personal, pero nosotros hemos aprendido de los centros libres que han eliminado las sujeciones sin incremento de personal", explica. "Yo prefiero quedarme con la idea de que las sujeciones responden a deficiencias ambientales y organizativas, y déficits de conocimientos sobre
los factores que hay detrás, especialmente déficits en el enfoque de la
seguridad, en el manejo de las caídas, y en el manejo de los SPCD
(síntomas psicológicos y conductuales de la persona con demencia)
reactivos".
Por esta razón, el Dr. Burgueño considera que su uso "no es maltrato", pero eso no quiere decir que sean necesarias. "La
regla es no utilizarlas, y como toda regla puede tener excepciones, si
bien es cierto que no suelen darse casos tan extremos en una residencia.
Si se dan alteraciones conductuales extremas peligrosas se pueden
utilizar con el mismo criterio que se utilizarían en un centro
comercial, es decir, de forma puntual y sin prescripción facultativa ni
consentimiento, y solo hasta que la persona se controle. La lacra de la
que hablamos en las residencias es el uso diario prolongado,
un uso dominante allí donde todavía se siguen considerando necesarias
para prevenir caídas, o como respuesta a alteraciones conductuales de
las personas con demencia ante las que no se sabe como actuar, o cómo se
pueden prevenir".
Aunque el foco está puesto en las residencias, atar a los mayores también es algo que ocurre en los domicilios,
aunque es más difícil de detectar. "No hay datos de uso en domicilio,
pero no es el mismo fenómeno que el uso en residencias, ya que en los
domicilios son cuidadores informales, normalmente familiares, quienes se
están haciendo cargo de una persona con demencia, y es muy difícil
manejarla sin conocimientos y en entornos poco adecuados y poco
modificables, como son la mayoría de las casas en las que habitamos.
Creo que a esos cuidadores no se les puede exigir más, y por ello no
trabajamos el uso de sujeciones en el domicilio", aclara.
Este tema ha cobrado especial importancia con la pandemia y el trato
dado a los mayores en residencias. "Se ha pasado mal, pues no solo ha
sido la importante cantidad de muertes, sino también las restricciones a las que han sido sometidas
las personas mayores que viven en ellas. Se ha dicho que en muchos
casos ha sido necesario recurrir a sujeciones físicas y farmacológicas
para poder aislar a personas con demencia en muchas residencias, pero
nosotros hemos comprobado que eso no ha ocurrido en los centros libres
de sujeciones consolidados, ya que estaban más preparados para manejar
los brotes sin tener que llegar a esas medidas extremas", explica Burgueño.
'Desatar'
El programa Desatar de CEOMA, del que es director técnico el Dr. Antonio Burgueño Torijano, lucha por el fin del uso de sujeciones en residencias. Trabajan desde el año 2003 por una tolerancia cero al uso de las sujeciones físicas y químicas en personas mayores con patologías neurodegenerativas o demencia, a través de los Centros libres de sujeciones.
"Creo que los centros libres de sujeciones pueden enseñar mucho de
lo que puede, y debe ser, en el futuro, un centro de cuidados a
personas mayores en general, y a personas con demencia en particular",
explica el Dr. Burgueño.
Desde su comienzo, el programa ha evolucionado "por aprendizaje". "De
los mismos centros totalmente libres de sujeciones que conocemos hemos
aprendido mucho, y cada vez tenemos más conocimientos y experiencias que
compartir con los centros que quieren trabajar en nuestra línea",
explica.
Gracias a este programa, desde CEOMA han aprendido que "la clave del éxito es poner el foco en las personas con demencia
que viven en las residencias", lo cual los ha llevado a
"desarrollar una serie de estándares, ambientales, organizativos, de
cuidados e intervenciones, y a conocer y dominar una batería de
herramientas clínicas especialmente útiles en el cuidado de esas
personas, estándares que si se cumplen crean un escenario propicio para
evitar las sujeciones físicas y farmacológicas, y para que las personas
con demencia vivan bien en la residencia".
Así, los centros que cumplen esos estándares son centros "más amigables para las personas con demencia y desde CEOMA nos ha gustado denominar a esa línea de trabajo Desatar 2.0".
Una tendencia hacia la reducción de su uso
El esfuerzo de programas como el de CEOMA consiguen esa concienciación, provocando una tendencia general en la que se va reduciendo el uso de las sujeciones, situándonos "lejos de los datos que se publicaban hace 20 años", comenta. "Creo que todos los centros de España están trabajando para reducir el uso,
pero son aún pocos los que están trabajando para erradicarlas", indica
el Dr. Burgueño y añade que "van surgiendo centros que proclaman no
utilizar sujeciones, pero no todos se han sometido a una comprobación externa. Los que se han sometido a nuestra comprobación también han crecido en los últimos años".
El avance es tímido pero seguro, aunque "no con la fuerza que me gustaría que se diera, ya que aún no se ha comprendido todo lo que se puede ganar cuando se adquiere una actitud de tolerancia cero". Por esa razón, siguen trabajando por erradicar las sujeciones totalmente, "lleve el tiempo que lleve".
Centros libres de sujeciones
Así, son los profesionales de los centros quienes
pueden conseguir que los centros estén libres de sujeciones. "Sin su
convicción y determinación, no se logra", explica el Dr. Burgueño.
Aunque también necesitan contar con el "apoyo inequívoco de la dirección, y mandos centrales si el centro pertenece a una cadena".
Lo más difícil, según el Dr. Burgueño, es que estos profesionales vean cómo se puede implementar en la práctica. "La mentalidad la tienen", afirma, pero "cargan las tintas más en las dificultades que observan en su propio centro".
"Curiosamente, cuando se ponen a ello, con la adecuada estrategia, y lo logran, reconocen que es más fácil de lo que pensaban.
También es cierto que, en esa actitud inicial de dudas, de necesidad de
ver para creer, ir lográndolo es lo que más afianza la mentalidad de tolerancia cero, llegando a alcanzar una nueva realidad consistente y que permanece en el tiempo", explica.
Por tanto, la clave es "ponerse a ello, e ir viendo cómo se va avanzando,
cómo se va logrando, y cada vez se va teniendo más claro que es
posible". Y añade: "Es cierto que se necesitan lideres de esas
organizaciones valientes, que sean capaces de apoyar a sus profesionales
en el empeño, y eso es lo que más cuesta conseguir, conseguir que esos
lideres superen sus miedos y sus dudas, y abandonen el área de confort en la que les puso el uso normalizado y aceptado de sujeciones".
Desde CEOMA suman 120 centros libres de sujeciones en España, de los cuales la mitad ya han cumplido más de 5 años libres, lo que demuestra que es "una nueva realidad muy sólida".
"Son un ejemplo muy interesante, pues la transformación que muestran es impresionante, con claras mejoras en sus resultados
asistenciales y de calidad de vida para los residentes, a lo que se
suma el desarrollo profesional que los equipos asistenciales alcanzan,
tanto en conocimientos como en experiencia", concluye el Dr. Burgueño.
Un lunes más, llenaremos los pueblos y las plazas de Euskalherria, en defensa del Sistema público de Pensiones y Haremos una defensa del día Europeo de la igualdad de salarios entre hombres y mujeres.
Leeremos un comunicado reivindicando la igualdad, no es normal en el siglo XXI sigamos cobrando el 37.5% menos por igual trabajo...
* miércoles, 9 de febrero de 2022 Carlos San Juan, impulsor de la petición “Soy Mayor, NO idiota” para la humanización de la banca.
Carlos San Juan, urólogo y cirujano y autor de la campaña “Soy mayor, no idiota”, hizo ayer entrega en el Ministerio de Economía, así como en el Banco de España, de las 600.000 firmas conseguidas con las que exige un plan de medidas eficaces para ayudar a las personas mayores en los bancos.
Calviño sorprende al autor de la campaña 'Soy mayor, no idiota'.
Antes del encuentro, recordaba el viaje hecho en AVE, camino de Madrid, en donde pensaba registrar las firmas recogidas “Estoy un poco nervioso, la verdad.
En ambas reuniones voy a explicar por qué es tan urgente nuestra petición “Soy Mayor, No Idiota”, y voy a hablarles no solo en mi nombre, sino también en el de las 600.000 personas que me habéis traído hasta aquí.
Y, sobre todo, voy a hablar en nombre de todas esas personas que necesitan una mejora de la atención en los bancos y que nunca accederán a esta petición. A las que he visto sintiéndose solas ante un cajero o llorando en la puerta de una sucursal”.
Eso no significa que nuestra campaña termine aquí. Al revés, voy a decirle al Ministerio que NO nos vamos a rendir.
El apoyo de estas semanas y la velocidad con la que superamos el medio millón de firmas demuestra que la exclusión financiera preocupa a muchísimas personas. Y si hemos logrado esta movilización para mejorar la atención de los bancos, no vamos a quedarnos aquí”.
Tras la entrega de firmas, San Juan explicaba ante los medios de comunicación su reclamación, cuando, de pronto, apareció la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, quien le saludó y charló con él.
Calviño mostró su intención en seguir trabajando en tal problema y recordó que, durante la pandemia, el Gobierno se volcó para que se garantizase el servicio “en el ámbito rural”: “Ahora, nos hemos dado cuenta de que las personas mayores, incluso en el ámbito urbano, no están teniendo el servicio que se merecen.
Inmediatamente, nos hemos puesto en conversaciones con el ámbito financiero.
Yo confío en que, en los bancos, sean conscientes de que tienen que aplicar medidas eficaces”. Nadia Calviño agradeció la iniciativa de San Juan y mostró su deseo de que “de aquí a final de mes, haya un plan de medidas eficaces que den respuesta a nuestra sociedad.
Porque ¿qué sociedad seríamos si no cuidásemos a nuestros mayores?”.
Por su parte, San Juan recordó que “esta decisión la han tomado todos los bancos.
Se han puesto de acuerdo para limitarnos el acceso.
Es nuestro dinero y nos vemos obligados a cobrar las pensiones ahí.
Lo que quiero escuchar de los bancos es que resuelva el problema y no se convierta en un monopolio”
Carlos San Juan, un médico valenciano jubilado de 78 años, puso en marcha ese lema para reclamar a los bancos “un trato más humano en las sucursales bancarias”.
En la campaña “Soy mayor, no idiota”, lanzada a través de
change.org, logró reunir 100.000 firmas en cuatro días y en tan solo una semana se acercó a las 200.000.
El hombre explicó que “no paran de cerrar oficinas, algunos cajeros son complicados de usar, otros se averían y nadie resuelve tus dudas…
Y en los pocos sitios donde queda atención presencial, los horarios son muy limitados, hay que pedir cita previa por teléfono, pero si llamas, nadie lo coge y te acaban redirigiendo a una aplicación que, de nuevo, no sabemos manejar, o mandándote a una sucursal lejana a la que quizás no tengas cómo llegar”.
San Juan recuerda cómo “antes entrabas en la caja y hacías un pago o cualquier otra gestión, pero cada vez más para trámites sencillos te exigen usar tecnologías complejas que muchos no sabemos utilizar”.
Además, lamenta que “muchas personas mayores están solas y no tienen a nadie que les ayude”, mientras que muchas otras como él quieren seguir siendo “lo más independiente posible” también a su edad.
E insiste en la necesidad de que “los bancos atiendan a las personas mayores sin trabas tecnológicas y con más paciencia y humanidad, y que mantengan oficinas abiertas donde pueda atenderte una persona; que no todo sea por internet”.
En el programa el hombre explica lo que le ha llevado a poner en marcha esta recogida de firmas. “Y fue que me han llegado al corazón las escenas auténticamente dramáticas que he presenciado…
Yo he visto a una persona que ha llegado en una situación que no quiero detallar, pero realmente se trataba de una verdadera urgencia y que, al llegar al bando a las 11 y 1 minuto, le han dicho: ‘No, mire…
Es que son las 11 y 1 minuto’. ‘Sí, bueno, usted lo ha dicho, y 1 minuto’, y entonces, con la presión de los que estábamos allí esa señora pudo resolver el tema”.
“Yo he visto irse llorando a una persona muy mayor y, además, con problemas de deambulación”, añadió.
Otro caso es el que se cuenta es el de una anciana que sí pudo hablar con el cajero del banco para hacer un retiro en efectivo.
Le entregó su D.N.I y le dijo: “Quisiera retirar 50 euros”.
El cajero le respondió: “Para reintegros de menos de 1000 euros, use el automático”.
La anciana preguntó: “¿Por qué?”
El cajero le contestó, sin mayor explicación, mientras le devolvía el D.N.I. : “Esas son las instrucciones.
Por favor, hay gente detrás suyo esperando, ¡vaya al cajero automático!”.
La anciana permaneció unos segundos en silencio, luego, devolvió el D.N.I al empleado y le dijo: “Por favor, ayúdeme a retirar todo el dinero de mi cuenta…”.
El cajero se asombró cuando revisó el saldo de la cuenta de la anciana y le dijo: “Tiene 1.000.000 de euros en su cuenta y el banco no puede entregar esa cantidad en este momento.
¿Puede volver mañana?”. Sin inmutarse, la anciana le preguntó cuánto podía retirar en el acto.
El cajero le respondió: “Cualquier cantidad hasta 20.000 euros”.
La anciana le pidió entonces: “Bueno, por favor, entrégueme 20.000 euros”
El cajero regresó enojado, sacó una pila de fajos de 20, 50 y de 100 y pasó los siguientes diez minutos contando esos billetes hasta llegar a los 20.000 solicitados.
Se los entregó a la anciana y le dijo: “¿Hay algo más que pueda hacer por usted?”.
En silencio, la anciana guardó 50 euros en su cartera y le dijo: “Sí, quiero depositar estos 19.950 en mi cuenta”.
Hay que calentar motores, llenar las calles de rebeldia y protestas, que la solidaridad de la ciudadanía nos acompañe...
Movimientos Sociales, , Jóvenes, Trabajadores/as. Mujeres, viudas y viudos, parados/as etc. etc...
No nos van a echar de las calles, no nos vamos a rendir, no nos vais a mandar a contemplar obras, sentarnos en un banco o jugar a las cartas.
PENSIONISTAS 4 AÑOS EN LAS CALLES.
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Nos vestimos los trajes de lucha, nos enfundamos el arma de la solidaridad y el escudo brillante de DIGNIDAD que siempre llevamos puesto y nos vamos a las CALLES , GARANTIA DE NUESTRA VISIBILIDAD EN LA LUCHA POR NUESTRAS PENSIONES Y LAS FUTURO.
¡SI LUCHAS PUEDES PERDER, PERO SI NO LUCHAS ESTAS PERDIDO! ¡ PENTSIONISTAK AURRERA!