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Arnold Schwarzenegger contra el ataque al Capitolio
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Terminator hablando claro del ataque al Capitolio
(y eso que también es republicano y conservador).
Arnold Schwarzenegger contra el ataque al Capitolio
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Terminator hablando claro del ataque al Capitolio
(y eso que también es republicano y conservador).
Trump utilizó la cuenta oficial de la Presidencia de Estados Unidos tras la decisión de Twitter de suspender definitivamente su cuenta personal
Donald Trump ha condenado la decisión de la red social Twitter de suspender definitivamente su cuenta personal y dijo que estaba estudiando la creación de su propia plataforma para transmitir mensajes sin filtros.
«Los 75 millones de grandes patriotas que votaron por mí los han silenciado», dijo este viernes el presidente saliente de Estados Unidos, en un mensaje en la cuenta de Twitter de la Presidencia de Estados Unidos que Twitter eliminó casi al instante.
Trump utilizó la cuenta oficial de la Presidencia de Estados Unidos tras la decisión de Twitter de suspender definitivamente su cuenta personal el viernes, dos días después del ataque al Capitolio por partidarios republicanos , por el riesgo de «una nueva incitación a la violencia».
Trump, que se ha visto desprovisto de su altavoz en la red social aseguró que «Preveía que esto pasaría» y anunció que estaba «estudiando la posibilidad» de crear su «propia plataforma».
«No nos callarán», aseveró Donald Trump, que ha publicado más de 55.000 mensajes durante más de 11 años y tenía 89 millones de seguidores en Twitter.
La suspensión definitiva de la cuenta de Twitter de Donald Trump se decidió tras una «revisión exhaustiva» de los dos últimos mensajes del presidente saliente de Estados Unidos, en los que defendió a los votantes y anunció que no asistiría al acto de toma de posesión del presidente electo, Joe Biden, el 20 de enero,
Para la red social, estos mensajes se estaban interpretando en las redes sociales como «un retroceso del compromiso anterior» de una «transición pacífica», y podrían «animar a quien esté considerando la posibilidad de realizar actos violentos al dejar claro que la investidura será un objetivo ‘seguro'» porque Trump no está presente.
La decisión de Twitter no es única, con las redes sociales Facebook e Instagram bloqueando el acceso de Trump a las cuentas al menos hasta la investidura de Biden . Twitch y Snapchat han desactivado sus cuentas de forma indefinida.
Los simpatizantes de Trump difunden cada vez menos mensajes en Twitter y cada vez más en una red social alternativa de nueva creación, llamada Parler, cuya aplicación ya ha sido eliminada de la tienda de Google, tras la invasión del Capitolio, en la que murieron cinco personas y 13 los policías resultaron heridos.
Donald Trump, presidente saliente de Estados Unidos. (Twitter)
Washington D.C.- En sus páginas editoriales, los influyentes periódicos The Wall Street Journal y The Washington Post abogaron el jueves por la salida del presidente Donald Trump de su puesto antes de completar su término el próximo 20 de enero.
Los dos periódicos denunciaron las expresiones de Trump que avivaron que turbas que le respaldan atacaran el Congreso para reclamar revertir los resultados de las elecciones del 3 de noviembre, alegando un fraude que nunca se ha podido probar.
El acto de insurrección interrumpió el proceso constitucional de contar los votos del colegio electoral, provocaron daños significativos en el Capitolio y muerte.
“Si Trump quiere evitar un segundo juicio político, su mejor camino sería asumir responsabilidad personal y renunciar. Sería la solución más fácil, ya que inmediatamente traspasaría los deberes presidenciales (al vicepresidente Michael) Pence. Y le daría a Trump control, como ocurrió con Richard Nixon, sobre su propio destino”, indicó el editorial del conservador Wall Street Journal, propiedad de Ruport Murdoch, quien ha sido considerado un aliado del presidente.
Mientras, The Washington Post concluyó que “el presidente no está en condiciones para permanecer en el cargo durante los próximos 14 días. Cada segundo que conserva los vastos poderes de la presidencia es una amenaza para el orden público y la seguridad nacional”.
Los editoriales se publican en momentos en que crece el apoyo, entre los demócratas, para un proceso destitución de Trump, a solo 13 días de la transferencia de poderes.
Los líderes demócratas del Congreso han pedido al vicepresidente Pence que invoque la enmienda 25 de la Constitución para que, con el apoyo de por la mayoría de los miembros del gabinete, propongan la destitución del presidente Trump. Si Pence no utilizara el mecanismo de la enmienda 25, tanto la speaker Nancy Pelosi como el líder de la minoría demócrata del Senado, Charles Schumer, ha indicado que el Congreso debería poner en marcha un proceso de destitución y juicio político por la vía rápida.
De todos modos, el Wall Street Journal considera que los eventos de esta semana, incluyendo las derrotas de los dos senadores republicanos que representaban a Georgia, han echado barranca abajo el poder político de Trump.
“Sabemos que no es probable un acto de gracia por parte de Trump. En cualquier caso, esta semana probablemente lo haya terminado como una figura política seria. Les ha costado a los republicanos la Cámara, la Casa Blanca y ahora el Senado.
Peor aún, ha traicionado a sus leales seguidores mintiéndoles sobre la elección y la capacidad del Congreso y Pence para revertirla. Se ha negado a aceptar el trato básico de la democracia, que es aceptar el resultado, gane o pierda. Es mejor para todos, incluido él mismo, que se vaya en silencio”, agregó.
"Charisteas" en el ASALTO AL CAPITOLIO
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"Protestona" en El trumpismo de Vox
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Una cosa es PROTESTAR -15 M y es legítimo-
Cuando el Congreso se disponía a confirmar a Joe Biden como próximo presidente, miles de seguidores de Donald Trump, azuzados por las acusaciones de fraude electoral del mandatario, se saltaron los cordones policiales del Capitolio e hicieron irrupción en el edificio, dando paso a algo nunca visto.
La secuencia completa del asalto al Capitolio
*Las imágenes de armas desenfundadas en el Capitolio y apuntando a la gente tuvo una clara evocación a los países dictatoriales.
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Nada que ver con la que se describe como la democracia más antigua en el mundo. Estados Unidos recordó ayer miércoles a aquella España del 23-F de 1981, la del golpismo.
Hordas de manifestantes, alentados por el presidente Donald Trump, invadieron el Capitolio y paralizaron la certificación de la victoria de Joe Biden, que debe tomar posesión el 20 de enero.
Su nombre es Jake Angeli también conocido como el “QAnon Shaman”. Es parte de ese movimiento que afirma, entre otras cosas, que el presidente Trump estaría liderando una batalla épica de forma secreta contra el “Estado Profundo” (Deep State) norteamericano que intenta asestarle un golpe de estado.
El movimiento asegura que en esa conspiración serían participantes varios demócratas, actores y personajes de la política como los Obama, Clinton y hasta George Soros, donde además muchos de ellos son caracterizados como pedófilos, caníbales y adoradores satánicos.
Él es Jake Angeli, uno de los manifestantes que entró a la fuerza al Senado en una protesta a favor de Donald Trump que dejó una mujer muerta.
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Volviendo a Jake Agneli, fue visto en las protestas violentas fuera de la Oficina de Elecciones del 4 de enero en Maricopa, Phoenix, también ha participado de actos durante la campaña de Trump en varias ocasiones, y este miércoles fue hasta el hemiciclo del Senado y gritó: Make America Great Again, la principal consigna de campaña de Donald Trump.
Pueden ser unos delirantes pero lo cierto es que ya tienen una congresista: Marjorie Taylor Greene una empresaria republicana de Georgia que ganó en las últimas elecciones su banca y públicamente apoya las teorías de Qanon.
Greebe hizo campaña con videos donde afirmaba querer "Salvar América, frenar al socialismo" y aparecía disparando ametralladoras y señalando a China como un peligro.
Como señala Nathaniel Flakin en un artículo de Left Voice "Durante la
crisis, millones de personas han caído en la pobreza , mientras que los
multimillonarios han visto aumentar su riqueza . ¿Cómo puede ser eso
posible en un sistema donde la gente controla el poder político, es
decir, una democracia? Claramente, algo está muy, muy mal
Desde mi perspectiva como comunista, de hecho hay una pequeña camarilla de personas que controlan el mundo. Hay una especie de conspiración, simplemente no está oculta en absoluto. Puedes abrir cualquier periódico y leer sobre la pequeña cantidad de personas que controlan la riqueza del mundo.
No tienen apretones de manos secretos ni rituales religiosos. No se requiere investigación en internet, más allá de las listas de fácil acceso de Forbes u otras publicaciones. La gran conspiración que busca QAnon es en realidad la clase capitalista".
¿Quién es el hombre con cuernos que lideró la irrupción en el Capitolio? (+ Video)
¡ DONALD TRUMP da un TEJERAZO en El CAPITOLIO de WASHINGTON !
¿Quién es el hombre con gorro de cuernos que ha irrumpido en el Capitolio de EEUU?
El asalto al Capitolio de Estados Unidos deja imágenes nunca antes vistas en la democracia del país norteamericano, con rocambolescas instantáneas de simpatizantes de Trump irrumpiendo en el interior del Congreso en Washington.
Una de las imágenes que ha dado la vuelta al mundo es la de un sujeto con gorro de piel con cuernos y el pecho descubierto que incluso se ha fotografiado en la tribuna del Senado. Pero, ¿quién es este individuo?
La agencia Efe le entrevistó en una manifestación pro-Trump en Arizona, poco después de las elecciones presidenciales del pasado mes de noviembre, en las que venció el demócrata Joe Biden. En aquella ocasión, el hombre se identificó como 'Yellowstone Wolf', aunque indicó que su nombre en realidad es Jake Angeli.
Se trata de un seguidor del movimiento QAnon, una red que promueve teorías de la conspiración, y entonces aseguró que había habido "muchos" votos para Biden utilizando el nombre de personas fallecidas "hace más de dos décadas".
"Hay pruebas de ello en grupos de Facebook", aseguraba, disfrazado con cuernos de grandes dimensiones, un gorro de piel de bisonte y sin camiseta, el mismo atuendo con el que este miércoles irrumpía en la Cámara de Representantes.
El periodista de la agencia Efe Alex Segura, que realizó aquella entrevista a este sujeto, ha recuperado hoy aquella intervención, en el hilo de Twitter que puedes consultar unas líneas más abajo.
En ella, Angeli aseguraba practicar el "chamanismo" y que su objetivo era "recuperar nuestra nación de los comunistas y globalistas que han infiltrado nuestro Gobierno desde los niveles más altos para destruirlo desde dentro y crear un nuevo orden mundial".
Según Angeli, estas personas lo hacen a través de chantaje y explotación sexual infantil. "Estoy aquí para difundir la palabra sobre acabar con la esclavitud", aseguraba, en una protesta en la que asimismo comparó el Estados Unidos actual con la Alemania nazi.
La posibilidad de que el presidente de EE.UU., Donald Trump, decida usar la fuerza militar para cambiar el resultado de las elecciones preocupa a sus asesores.
“No sabemos qué podría hacer Donald Trump. Él es el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas [de EE.UU.]. A los altos funcionarios les preocupa que decida recurrir al uso de la fuerza militar en un intento por anular los resultados de las elecciones del pasado 3 de noviembre”, informó el sábado la cadena estadounidense CNN en un reporte.
A este respecto, de acuerdo con el informe, el exjefe del Comando de Operaciones Especiales del Departamento estadounidense de Defensa (el Pentágono) Anthony Thomas tuiteó un mensaje el viernes dirigido al exasesor de Seguridad Nacional de EE.UU. Michael Flynn, pidiéndole que se rinda ante el resultado de las elecciones y avisándole de que aprovecharse del Ejército para “volver a organizar las elecciones” es una conducta totalmente inapropiada para su profesión.
Las declaraciones de Thomas se produjeron en reacción a un vídeo en el que Flynn aparece pronunciando un discurso sobre la posibilidad de que Trump decida ordenar que los “militares” cambien los estados y “volver a realizar una elección en cada uno de esos estados”.
Sin embargo, la CNN enfatizó que, conforme a la Constitución de EE.UU., “el Ejército no tiene ningún papel en la determinación del resultado electoral del país”.
El todavía inquilino de la Casa Blanca, que aún no reconoce su derrota ante el demócrata Joe Biden, apunta a la teoría de una conspiración en su contra con argumentos como el fraude electoral o que elevará el tema de las elecciones a instancias judiciales para revertir los resultados a su favor.
No obstante, hasta ahora, todas las acciones legales emprendidas por el republicano y su equipo han resultado infructuosas.
(Tomado de HispanTV)
El presidente estadounidense cree que "un Estado saharaui independiente no es una opción realista"
Mohamed VI expresa su "profunda gratitud" a Trump en una conversación telefónica
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado el reconocimiento de la soberanía marroquí en el Sáhara Occidental, por entender que su propuesta de autonomía, "seria, creíble y realista", es "la única base" para una solución "justa y duradera" que garantice "la paz y la prosperidad" en la zona.
"Marruecos reconoció a Estados Unidos en 1777. Por tanto, lo correcto es que reconozcamos su soberanía sobre el Sáhara Occidental", ha escrito Trump en Twitter, al anunciar la firma de una orden ejecutiva que representa una victoria simbólica para Rabat en un momento especialmente delicado.
El mandatario norteamericano, que abandonará el cargo el 20 de enero, ha anunciado este cambio en el marco de otro "histórico" acuerdo, según el cual Marruecos e Israel han pactado el establecimiento pleno de relaciones diplomáticas. Marruecos se suma así a Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Sudán, que también firmaron acuerdos similares al auspicio de Estados Unidos.
Rabat plantea una autonomía limitada para la antigua colonia española, mientras que el Frente Polisario, que controla la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD), defiende el derecho de autodeterminación.
La Casa Blanca ha señalado en un comunicado que "Estados Unidos cree que un Estado saharaui independiente no es una opción realista para resolver el conflicto y que la autonomía genuina bajo soberanía marroquí es la única solución factible", por lo que plantea que las partes se sienten a negociar "cuanto antes" con el plan de Rabat como "único marco" sobre la mesa.
Además, Estados Unidos quiere alentar sus relaciones económicas con Marruecos, también en lo que concierte al Sáhara Occidental y, con este objetivo, abrirá un nuevo Consulado en la localidad de Dajla "para promover las oportunidades económicas y de negocio para la región".
La orden ejecutiva llega ya con la transición en marcha en Estados Unidos, toda vez que en enero a Trump le sustituirá en el Despacho Oval el demócrata Joe Biden. El equipo del mandatario electo, consultado por Europa Press, ha declinado valorar el cambio de posición en relación con el Sáhara Occidental.
LA "PROFUNDA GRATITUD" DEL REY
Trump ha realizado esta batería de anuncios tras una llamada telefónica con el rey de Marruecos, Mohamed VI, que le ha expresado su "profunda gratitud" ante un reconocimiento que ha calificado de "histórico", según la agencia de noticias oficial MAP.
La orden ejecutiva de Trump tiene un "innegable" efecto "jurídico y político", en opinión de Rabat, que considera reforzada la alianza "estratégica" con Washington gracias a "un apoyo franco y sin ambigüedad a la marroquinidad del Sáhara". En este sentido, ha considerado la apertura del Consulado norteamericano en Dajla como un "primer" ejemplo de este acercamiento.
"Esta posición constructiva de Estados Unidos viene a reforzar la dinámica de consagración de la marroquinidad de Sáhara marroquí confirmada por las posiciones de apoyo de un conjunto de países amigos, así como por las decisiones de numerosos países de abrir consulados en nuestras provincias del sur", reza el mensaje oficial.
DESPUÉS DE LA ESCALADA EN GUERGUERAT
Las autoridades marroquíes han aprovechado para recordar que la orden ejecutiva de Trump tiene lugar después de la operación lanzada en la zona de Guerguerat --"decisiva y eficaz"--, con el objetivo de "mantener la seguridad y la estabilidad en esta parte del territorio marroquí" y "garantizar la libre circulación de personas y bienes".
La ONU, que supervisa el alto el fuego pactado en 1991, ha apelado a la calma en el Sáhara Occidental, a la espera de que el secretario general, António Guterres, designe un enviado especial tras más de un año y medio en el que el puesto ha permanecido vacante --el expresidente alemán Horst Koehler dimitió en mayo de 2019--.
El Sáhara Occidental figura como territorio no autónomo para Naciones Unidas, a la espera de un acuerdo pactado --o incluso de un referéndum-- que no termina de llegar. El último acercamiento entre las partes llegó de la mano de Koehler, aunque entonces ni las autoridades de Marruecos ni el Polisario se movieron de sus respectivas posiciones.
En este sentido, Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU, António Guterres, ha asegurado este jueves que la postura de este respecto al Sáhara Occidental no ha cambiado. "Está convencido de que es posible una solución a la cuestión del Sáhara Occidental y que está en conformidad con las resoluciones del Consejo de Seguridad pertinentes", ha añadido, según Bloomberg.
Por su parte, Jarec Kushner, yerno de Trump y su asesor para Oriente Próximo, ha sostenido que la cuestión del Sáhara lleva mucho tiempo sin resolverse y no ha habido progresos. "Este paso es reconocer la inevitabilidad de lo que va a ocurrir", ha sostenido.
En su opinión, el reconocimiento por parte de Estados Unidos "posiblemente puede romper el bloqueo para ayudar a avanzar las cuestiones en Sáhara Occidental, donde queremos que la gente del Polisario tenga una mejor oportunidad de vivir una vida mejor". "El presidente sintió que este conflicto lo estaba impidiendo en lugar de lograrlo", ha remachado, según Bloomberg.
Los senadores cubanoestadounidenses Marco Rubio y Robert Menéndez despliegan nuevas siniestras aventuras contra su país de origen. Vividores perennes de la industria anticastrista, proponen leyes contra la cooperación médica cubana e impulsan, con fondos federales, una campaña para brindar una imagen falsa y grotesca de ella como vulgar trata de personas y productora de fondos para “engrosar las arcas del Estado”.
Un objetivo importante que persiguen es intensificar la campaña en el seno de la ONU y en Europa para impedir la concesión del Premio Nobel a las brigadas médicas cubanas Henry Reeve, propuesta de cientos de personalidades e organizaciones sociales y humanitarias que cuenta ya con el apoyo de decenas de miles de firmas en el mundo, incluyendo Estados Unidos.
El contexto político que hace posible y estimula estas acciones es el recrudecimiento del bloqueo a Cuba por el gobierno de Donald Trump a niveles de asfixia sin precedente.
Esa política se ha llevado a los extremos mas crueles durante la pandemia de la Covid-19 e incluye un grado insólito de persecución a la cooperación médica cubana en el mundo, descaradas presiones a muchos gobiernos para que prescindan de ella y la expulsión de Brasil, Bolivia y Ecuador de miles de trabajadores de la salud de la isla.
Ello implicó un golpe considerable a la economía de Cuba, ya que que la exportación de servicios médicos constituye su primera fuente de ingresos. Pero, sobre todo, produjo un sensible y abrupto deterioro de la situación sanitaria de los tres países e hizo que sus frágiles sistemas de salud pública se debilitaran en grado sumo vísperas de la llegada a América Latina y el Caribe del nuevo coronavirus.
El drástico agravamiento del cuadro sanitario y epidemiológico suramericano a consecuencia de la brutal política de Trump contra la asistencia médica cubana, su hostigamiento a la Organización Panamericana de la Salud, su actitud negacionista del virus y de la ciencia e incluso su recomendación de dudosos remedios para la enfermedad ha tenido tal relevancia que mereció un extenso artículo de The New York Times titulado “Donald Trump y Jair Bolsonaro debilitaron las defensas sanitarias de América Latina contra la Covid -19”.
La nota del diario neoyorquino, que nadie en su sano juicio calificaría de amistoso con Cuba, realiza esta afirmación casi al inicio: “Trump y Bolsonaro expulsaron 10 000 médicos y enfermeros cubanos de diversas zonas empobrecidas de Brasil, Ecuador, Bolivia y El Salvador. Muchos se marcharon, sin ser reemplazados, solo meses antes de que llegara la pandemia”.
Más adelante continúa: “Luego, ambos líderes atacaron al organismo internacional más capacitado para combatir el virus, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), citando su participación en el programa médico cubano. Con la ayuda de Bolsonaro, Trump casi lleva a la bancarrota a la agencia al retener los fondos prometidos en el momento más álgido del brote, en una medida que no había sido revelada anteriormente”.
“El gobierno de Trump sigue presionando a otros países para que expulsen a los médicos cubanos. Durante este verano, una organización de Estados caribeños(se refiere a la CARICOM, de la que son miembros 15 Estados del Caribe y 5 territorios miembros asociados) condenó a la Casa Blanca por amenazar con poner en una “lista negra” a quienes se niegan a hacer eso”, añade.
Conviene recordar que los sistemas de salud de esos Estados se han construido con una importante participación de Cuba, que, además, ha formado gran parte de su personal sanitario.
Como parte importante de esas acciones, La Habana mantiene gratuitamente una potente brigada médica en Haití desde 1998, que ha sido decisiva en elevar los índices de salud del país protagonista de la primera revolución antiesclavista triunfante de la historia, en el auxilio a las víctimas de huracanes y del terremoto de 2010 y en el combate a la epidemia de cólera del mismo año.
El personal médico y de enfermería cubano fue reforzado en esos Estados durante la pandemia como parte de las 52 brigadas que, procedentes de la mayor de las Antillas, han enfrentado al coronavirus en los últimos meses, con aproximadamente 3 mil miembros, en decenas de países de África, Asia, Europa, Medio Oriente y Oceanía.
Los trumpistas están furiosos con el reconocimiento internacional que han ganado la medicina y la biotecnología cubanas, aumentado con la experiencia de la covid-19, y rabian por el éxito obtenido por la isla en el enfrentamiento a la pandemia, con una de las más bajas tasas de infección y letalidad entre muchos países. No se diga en comparación con Estados Unidos, Brasil, Perú, Chile, Bolivia, Colombia y los países europeos.
Trump, pese al pataleo, saldrá de la Casa Blanca, pero se queda al frente de ese horror fascistoide que es el trumpismo. Y queda la mafia cubanoestadunidense, que aunque comulga ideológicamente con aquel, ahora corre a rendir pleitesía a Biden para salvar los millonarios fondos que les proporciona el presupuesto federal para luchar por la “democracia” en Cuba.
Mientras Joe Biden, el nuevo presidente electo de los Estados Unidos, se plantea iniciar el cierre de la política republicana en una serie de retos y frentes abiertos, la Administración de Trump, sin reconocer al recién elegido presidente, intenta aferrarse a su poder. Trump sigue siendo el presidente del país hasta el 20 de enero, en que debería producirse el relevo entre ambos mandatarios. Son más de dos meses en los que Trump se empeña ciegamente en impugnar los comicios. Tiempo en que incluso incluso bloquea los mensajes que los líderes mundiales le están enviado a Joe Biden, el nuevo presidente electo.
El pasado miércoles, la cadena de televisión CNN informaba de que el Departamento de Estado se negaba a entregar a Biden y a su equipo docenas de mensajes enviados por líderes y jefes de Estado extranjeros. La administración Trump le ha negado a Bilden el acceso a los fondos, la información y los contactos necesarios para comenzar ordenadamente esa tarea. Y, en diferentes Estados, ha presentado demandas en disputa por el conteo de votos, alegando un supuesto fraude electoral generalizado, sin ninguna evidencia que lo demuestre.
Para ganar las elecciones en los tribunales, Trump debería darle la vuelta al escrutinio en Pensilvania, Georgia y Nevada o Arizona, en los que Biden ya ha sido declarado ganador o lidera el escrutinio de forma clara. Según los últimos conteos, Biden cuenta con 290 delegados en el colegio electoral, por encima de la cifra mágica de 270 que otorga la victoria, mientras que Trump solo alcanza 217 y no muestra el mínimo gesto para normalizar el relevo.
En una conferencia de prensa, Rudy Giuliani, ex gobernador de Nueva York y abogado personal de Donald Trump, al enterarse de que los canales televisivos otorgaban la mayoría a Joe Biden, que sería el ganador de las elecciones, preguntó, medio indignado: “¿Quién declaró el resultado? ¡Dios mío, todos los canales! […] Los canales no pueden decidir las elecciones”. Sus expresiones en tono burlesco se volvieron virales, poniendo de manifiesto el esperpento aparecido en los Estados Unidos.
Poco después, el abogado añadía sin ningún rubor que Donald Trump “no va a ceder la Presidencia”, según informaba el medio VTV Canal 8, porque, como explicaría posteriormente en Fox News, la cadena conservadora, “hay pruebas contundentes de fraude, al menos en 3 ó 4 estados, y posiblemente en 10”.
A partir de estas declaraciones Giuliani, el “abogado maravilloso” de Trump, anunció que entablaría demandas en estos estados. Y la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, repetía la negativa del presidente de aceptar la derrota en las elecciones y redoblaba las acusaciones de fraude electoral, de las que no presentó prueba alguna. La portavoz insistió en que los republicanos quieren “que se cuente cada voto legal y que se descarte cada voto ilegal”, lo que llevó a la cadena Fox News a dejar de emitir la rueda de prensa. La decisión de cortar la emisión fue del presentador, no de los altos mandos, según el Washington Post, que cita a personas familiarizadas con el programa.
Una decisión que volvió a poner el foco sobre Fox News, propiedad del magnate Rupert Murdoch, tras una semana en la que tomaba distancia de Trump. En gran medida, el canal de noticias trataba con prudencia las denuncias de fraude electoral masivo mantenidas por el mandatario sin aportar pruebas. Dos días antes, el editor de política de Fox News, Chris Stirewalt, también se pronunció sobre las afirmaciones infundadas de la campaña de Trump. “Demandas –dijo Stirewalt– de las que todavía no hemos visto ninguna prueba de que haya algo mal”.
La decisión de Fox desató la furia de Trump, según recogió The New York Times, que describió cómo la noticia cayó como un auténtico jarro de agua fría en la Casa Blanca, donde el ambiente era optimista después de que Florida se tiñera de rojo. “Fue una noche de llamadas airadas de Trump a los gobernadores republicanos”, cuenta el medio estadounidense, según el cual Jared Kushner, yerno del presidente y asesor principal, también estuvo en contacto con Murdoch, el dueño de Fox News, durante el transcurso de la noche.
Lejos de ceder a la presión de los asesores de Trump, la cadena se mantuvo firme en su decisión sobre Arizona y refutó la insistencia del equipo del presidente. Arnon Mishkin, analista y responsable de la mesa de decisiones de Fox News, defendió en una conexión con el equipo de presentadores que estaba “absolutamente seguro” sobre el anuncio. Tras Fox, Associated Press –estándar del recuento en el país– también adjudicó Arizona a Biden, mientras otros medios como The New York Times y CNN no declararon un vencedor debido a los votos por correo que quedaban por contar.
La cadena conservadora también fue crítica con el discurso de Trump cuando, aprovechando la incertidumbre en plena noche electoral, salió sin pruebas a decir a la prensa que las elecciones eran un “fraude”, se presentó como ganador y aseguró que iría al Tribunal Supremo para revocar su derrota. “Estamos ganando todo.
Esto es un récord, no ha habido nada igual”, mantuvo Trump. Chris Wallace, moderador del primer debate presidencial y periodista de Fox News conocido por sus entrevistas, comentó: “Esta es una situación extremadamente inflamable y el presidente acaba de lanzar una cerilla sobre ella”.
Desde entonces, el canal fue objeto de ataques de los fervientes seguidores de Trump, quienes vieron la negativa de Fox a distorsionar la verdad sobre las elecciones como una traición. “Fox es una mierda” y “Fox, una vergüenza” fueron algunas de las consignas coreadas por los partidarios de Trump. En las redes sociales, algunos de sus seguidores escribieron que creían que varios reporteros de Fox se habían vuelto “completamente izquierdistas”.
En Twitter, los simpatizantes del presidente calificaron a Fox News como “fake news” (noticias falsas). Y la cadena fue igualmente criticada por una flotilla de medios más pequeños pro-Trump.
El sábado, 31 de octubre, día en el que se declaró finalmente la victoria de Biden, la cadena contó con un desfile de invitados, incluidos republicanos prominentes como Karl Rove, aislando, según The Guardian, aún más al presidente y sus partidarios. No obstante, no hubo una completa unanimidad en los contenidos emitidos por la cadena. El miércoles, 4 de noviembre, Ingraham afirmó que los demócratas estaban tratando de “destruir la integridad” del proceso electoral “con estos esfuerzos de registro por correo”.
Y el presentador, Sean Hannity, aunque no llegó a respaldar las afirmaciones de Trump sobre un presunto fraude en las elecciones, sí expresó sus dudas sobre la votación. Jeffrey McCall, profesor de comunicación de la Universidad DePauw (Indiana), sostuvo en declaraciones a la agencia AFP que Fox News siempre ha tenido dos caras: por un lado, presentadores estrella, más editorialistas que periodistas y ultraconservadores, y por otro, una redacción más moderada.
A su juicio, el tratamiento de las elecciones estos últimos días y el anuncio de la victoria de Biden en Arizona indicaban “los esfuerzos de Fox News para funcionar de manera tan independiente como sea posible de los editorialistas”. Trump ya llevaba meses manteniendo una relación pública de amor y odio con Fox News. El presidente veía la cadena con frecuencia, tuiteaba vídeos de sus programas, participaba en algunos de ellos y elogiaba a algunos de sus presentadores.
Sin embargo, se sentía cada vez más frustrado con el canal de noticias, cuestionando algunas de sus decisiones, arremetiendo contra Wallace por su papel en el primer debate, y quejándose de que la cadena no era tan favorable para él como lo era cuando se postuló por primera vez para el cargo. Y, mientras afrontaba su salida de la Casa Blanca, Trump juraba vengarse de la cadena que impulsó su carrera política, según asesores cercanos citados por el Washington Post, “quizás atacando públicamente a Fox o socavando su modelo de negocio al apoyar a la competencia”, de acuerdo con el medio estadounidense.
Trump se defiende con uñas y dientes.
Ante la inminente victoria de Joe Biden, candidato demócrata, Trump, candidato republicano, siguió insistiendo en que el proceso electoral era “un fraude” y, pese a no tener prueba de ello, pidió paralizar el recuento de votos. Otras cadenas estadounidenses, como CBS, NBC o ABC, cortaron también la emisión del discurso de Donald Trump en el que acusó de “fraude electoral” y “corrupción”.
El candidato republicano apuntó que, si se cuentan “los votos legales”, él ganaría las elecciones, pero, si se cuentan “los ilegales”, vencería el candidato demócrata. Fue entonces cuando varias televisiones decidieron dejar de emitir su discurso. “Nos vemos nuevamente en la posición inusual de no solo interrumpir al presidente de Estados Unidos, sino también de corregirle”, señaló Brian Williams, presentador en 'MSNBC', apuntando que las declaraciones del republicano “son falsas”.
Terry Moran, periodista de 'ABC News' recordó que “esto no es un reality de televisión, sino unas elecciones estadounidenses”. Y exigió que, para hacer este tipo de acusaciones, se “necesitan evidencias”. Por su parte, Fox News, llegó a desmentir las palabras del actual presidente y apuntó: “No hemos visto nada que constituya un fraude o un abuso del sistema”.
Los medios no fueron los únicos que trataron de frenar el discurso de Trump, también lo hicieron las redes sociales. Y, en no pocas publicaciones del presidente, apareció el siguiente mensaje: “Alguna parte o todo el contenido compartido en este Tweet ha sido objetado y puede ser engañoso respecto de cómo participar en una elección u otro proceso cívico”.
Al contrario de Trump, la historia de Biden parece más coherente. Comenzó a implicarse en política a los 29 años, cuando tomó posesión de su escaño en el Capitolio. A punto de cumplir los 78, el sustituto de Trump se convierte en el presidente más anciano de la historia de EE.UU. Pero el demócrata no llega solo.
Con él llega la senadora Kamala Harris, de 56 años, exfiscal general de California, la primera negra y primera persona de origen asiático en ser elegida vicepresidenta. “Puede que sea la primera mujer en ocupar este cargo, pero no seré la última.
Porque todas las niñas que están viéndome esta noche ven que este es un país de posibilidades”, proclamó Harris en su discurso de presentación de Biden, al que elogió como una persona “con un gran corazón” capaz de “sanar” a un país en duelo y dividido.
Hija de un inmigrante de Jamaica, economista, y de una bióloga llegada de India, Harris comenzó su intervención rindiendo homenaje al desaparecido congresista John Lewis. “Él decía que la democracia no es un estado, es un acto, que solo es tan fuerte como nuestra voluntad para luchar por ella”, recordó la vicepresidenta electa.
Vestida con un traje de chaqueta de blanco en honor a las sufragistas que hace 100 años lograron la aprobación del sufragio femenino en Estados Unidos, Harris rindió homenaje a todas las mujeres, en especial a las afroamericanas y a su desaparecida madre, que allanaron su camino hasta llegar a este día.
Primeras prioridades de Biden y Harris.
Tras los fuegos artificiales y las celebraciones pertinentes, Biden y Harris se han puesto de inmediato a trabajar, poniendo en marcha la transición, lo acepte o no Trump. El presidente electo formó un grupo de trabajo sobre la pandemia del coronavirus para empezar a perfilar una estrategia nacional.
Ante la amenaza del Covid-19, que ya se ha cobrado la vida de más de 235.000 estadounidenses, Trump ha sido incapaz de ponerse de acuerdo sobre cómo buscar un equilibrio entre las consideraciones de salud pública y la necesidad de mantener funcionando la economía.
En cambio, para Biden esta es la primera gran tarea del 46º presidente de EE.UU. “Me presenté para el cargo para restaurar el alma de América, reconstruir la espina dorsal de esta nación, hacer que EE.UU. vuelva a ser respetada en el mundo y unirnos como nación”, explicó Biden. “Tenemos que dejar de tratar a nuestros oponentes como enemigos.
No son nuestros enemigos. Son americanos”, insistió, evitando polemizar o citar directamente a Trump, que sigue sin aceptar su derrota. “El pueblo de esta nación ha hablado.
Nos ha dado una victoria clara y convincente, una victoria para el pueblo”, dijo Biden el mismo día que se cumplían 48 años de su elección como senador. “Me presenté para el cargo para restaurar el alma de América, para reconstruir la espina dorsal de esta nación, para hacer que EE.UU. vuelva a ser respetada en el mundo y unirnos como nación”, explicó.
“Tenemos que dejar de tratar a nuestros oponentes como enemigos”, insistiendo, conscientemente en que deberá gobernar un país tan dividido o más que hace cuatro años, cuando Donald Trump fue elegido presidente.
Se acerca el fin de la era Trump.
Hoy Biden planea revertir la decisión de Trump, que anuló no menos de un centenar de normas medioambientales y la salud pública promulgadas durante el mandato de Barack Obama, de quien Biden fue vicepresidente. El elegido nuevo presidente americano instaura un nuevo código ético en la Casa Blanca. Y desea nombrar a un responsable de la producción y distribución de pruebas, futuras vacunas y material médico.
Para desempeñar esta labor, el equipo de transición de Biden, liderado por su asesor, Ted Kaufman, ya ha recibido los permisos de seguridad pertinentes a la hora de informarse sobre los pormenores de todos estos ámbitos tratados. Será durante esos dos meses cuando el presidente entrante llevará a cabo el proceso de selección de su equipo de gobierno. Pero el equipo de transición de Biden continúa recibiendo acceso limitado a los recursos gubernamentales.
La pantanosa transición de Trump a Biden tiene pocos paralelos históricos. Solo en 1860-1861, cuando los estados del Sur se separaron antes de que Abraham Lincoln asumiera el cargo, y en 1932-1933, cuando Herbert Hoover trató de socavar a Franklin D. Roosevelt y evitar que implementara sus políticas del New Deal. Pero incluso si Trump y sus acólitos se oponen a una transferencia de poder, Lawrence Douglas, profesor de Derecho, Jurisprudencia y Pensamiento Social en el Amherst College, sigue considerando inconcebible que el presidente de un solo mandato se atrinchere de forma beligerante en el Despacho Oval, negándose a salir.
Pese a haber perdido la reelección, no cabe olvidar que Trump ganó más de 70 millones de votos y, en los próximos años, podría ejercer una autoridad importante sobre sus votantes. “Le seguirá diciendo a decenas de millones de estadounidenses que la presidencia de Biden es ilegítima y que, básicamente, los demócratas han cometido un golpe”, señala Douglas. “Lo podría sin dudas allanar el camino para un resurgimiento del Trumpismo, o del propio Trump, para 2024”.
Es evidente que Biden hereda un gobierno dividido que, en los últimos años, ha tenido problemas para cooperar y llegar a acuerdos. Pero “es una persona decente que tratará de unir a los estadounidenses”, señala Douglas. “Si tendrá éxito en eso, es algo que todavía está por ver.
La propia Administración Trump humilla al presidente al admitir que no hubo fraude: “No hay prueba de fraude” decía el pasado viernes el propio comité del Gobierno de Trump.
Dicho comité, de nombre completo “Comité Ejecutivo del Consejo de Coordinación Gubernamental de Infraestructura Electoral (CCG)”, dependiente del Departamento de Seguridad Nacional, afirma que las elecciones del 3 de noviembre fueron “las más seguras de la historia”. “No hay prueba de que ningún sistema de votación haya eliminado o perdido votos”, son las palabras exactas de dicho comité.
Biden logró a su favor un total de 77,32 millones de votos por los 72,18, aventajando por tanto en más de 5 millones a su rival. Por el bando demócrata hablaba la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, quien pidió a los republicanos: “Dejen ya este circo y pónganse a trabajar en lo que realmente importa al pueblo estadounidense: la salud y la seguridad económica”.
Víctor Sampedro resume en su artículo “La incomunicación anti-política”, aparecido en Público el pasado miércoles. Desvela el alcance último de su proyecto: minar la democracia hasta cuestionar su primer y último fundamento, el mandato popular expresado en las urnas. Y resume en cinco puntos:
Uno: “Quien gana dos veces consecutivas a los pronósticos no es un candidato antisistema. Al contrario, demuestra que rentabiliza como nadie el sistema mediático en el que se desenvuelve. La posibilidad de un colapso electoral ha evidenciado su degradación”.
Dos: “Trump no practica la comunicación política: no deja hablar y ni siquiera escucha al censo electoral. En su último debate televisado fue preciso cerrarle el micrófono para poder oír a Joe Biden”.
Tres: “Trump no ha recibido cobertura informativa, propiamente dicha. Trump produce pseudoinformación: noticias que parecen serlo, pero no lo son. Ni noticias ni verdaderas. El término fake news le hace el juego. Porque fake news are no news. Apenas propaganda y relaciones públicas disfrazadas de información”.
Cuatro: “Trump no odia a los periodistas. Si así fuese, les habría expulsado de la Casa Blanca y de sus actos de campaña. Sabe que les necesita y se sirve de ellos. Pero Trump insulta y desprecia a los reporteros que recogen sus declaraciones o retransmiten sus eventos. Expulsa, acalla o retira el micrófono en las ruedas de prensa a los compañeros díscolos. Usa a los más conformistas, acosa a los díscolos y les denigra a todos”.
Y cinco: “Trump y sus imitadores no se desempeñan en la democracia, la degradan y escenifican como un burdo remedo donde puedan presentarse como marcas ganadoras. La pantomima democrática se llama pseudocracia: el régimen del poder de la mentira. Impera allí donde esta se normaliza como comunicado oficial y pseudoinformación”.
Melania Trump, el pasado 11 de noviembre.
La pareja se conoció en 1998, cuando ella era una joven modelo de 28 años y él un magnate inmobiliario de 52 (y cuatro hijos y dos divorcios). Su pérdida de mandato podría acarrear no solo consecuencias profesionales, sino también personales. Según ha declarado un exasistente de la Casa Blanca, peligra incluso su matrimonio.
Según la cadena CNN, que recurre a fuentes familiares, la exmodelo habría aconsejado a su esposo que aceptara la derrota, algo que también habría hecho su hija y asesora Ivanka Trump, así como el marido de esta, Jared Kushner. Sin embargo, sus hijos mayores, Donald Jr. y Eric, querrían que siguiera luchando e incluso acudiera a los tribunales.
Quien fuera su mejor amiga y asesora durante años, Stephanie Wolkoff, autora de un crítico libro publicado hace pocas semanas, asegura en el Daily Mail que la pareja tiene “un matrimonio puramente transaccional”.
Wolkoff detalla que la pareja duerme en habitaciones separadas dentro de la Casa Blanca (como ya había desvelado la reportera de CNN Kate Bennett) o que la eslovena está negociando un acuerdo de separación que asegure que su único hijo en común, Barron, de 14 años, obtenga un porcentaje sustancioso de la fortuna del presidente, calculada por Forbes en unos 2.100 millones de euros, según cálculos de septiembre.
Wolkoff asegura que no es la única que habla de una pareja rota. Omarosa Manigault Newman, quien fuera estrella de realities televisivos y asesora de Trump durante 11 meses —un tiempo que aprovechó para escribir un jugoso libro—, afirma que “Melania está contando los minutos hasta que él abandone el cargo y ella pueda divorciarse”.
Ahora que Trump no ha renovado como presidente de Estados Unidos, sólo le queda esperar a que abandone el Despacho Oval para iniciar así los trámites de divorcio, según afirma Stephanie Wolkoff.
La misma asesora revela que Melania habría firmado una cláusula que le impide divorciarse mientras dure el mandato de su marido para no entorpecer su carrera política. De confirmarse, Melania Trump podría recibir hasta 50 millones de dólares en un acuerdo de divorcio, según la abogada Jacqueline Newman.
Publicado por Santiago Miró el 11/15/2020