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viernes, 25 de agosto de 2023

Tarjeta Roja para Luis Rubiales.

 

Rubiales pensó que 'la chica' merecía un premio tan grande como un beso suyo.

“Ayer -escribe en Público Anita Botwin- fuimos conscientes de que ‘jugar como una chica’ no era algo de lo que deberíamos escondernos o avergonzarnos, sino algo de lo que enorgullecernos. Tras la victoria de la selección femenina de fútbol, muchas serán las que seguirán sus pasos y que sentirán que sí es posible y que sí se puede. Sin embargo, en medio del júbilo nacional, nos impactó el beso robado que el presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, le plantó a la delantera Jennifer Hermoso, durante la ceremonia de entrega de medallas.

“A pesar de que el triunfo de las chicas de La Roja ya es histórico también hay que denunciar unos hechos que no tardaron en denunciarse en la prensa internacional y en las redes sociales, que ardieron tras lo ocurrido. Mientras, la mayor parte de la prensa nacional miraba hacia otro lado o titulaba que el gesto les parecía ‘gracioso’, perpetuando así los comportamientos machistas de un señor que debería dar ejemplo en lugar de lo contrario.

“No deja de ser paradigmático y nos hace ver lo lejos que aún estamos de la verdadera igualdad, que ayer las deportistas hicieran historia por méritos propios y aún así, que una de ellas tuviera que aguantar ser besada sin su consentimiento, algo que pudimos ver en un video donde J. Hermoso daba a conocer su disgusto, respondiendo: ‘¡Oye, pero eso no me gustó!’.  No hizo falta mucho más para que se generase el revuelo y muchas pedimos la dimisión inmediata de Rubiales, algo que dudo que vaya a ocurrir, pero que sería necesario para depurar responsabilidades y dar una respuesta firme y contundente ante este tipo de agresiones. Él habla de que fue algo espontáneo fruto de la emoción del momento. Entonces, ¿por qué no lo hizo en otras ocasiones con hombres futbolistas? Tuvo su oportunidad de hacerlo y no lo vimos.

“Un beso robado es una intrusión del espacio privado, una agresión de la intimidad y de la voluntad de otra persona, más aún cuando viene de alguien que es un superior, que es el jefe o el que preside. Y esto no lo decimos solo las locas histéricas feminazis de siempre, lo dicen los propios Estatutos de la Federación Española de Fútbol, que consideran este acto como violencia sexual y la ley solo sí es sí también lo tipifica como delito. La Ley de Libertad Sexual habla de que agresión es todo acto sexual sin consentimiento, es una forma de violencia sexual invisible y un beso robado, un beso que no es devuelto por la otra parte, es un claro ejemplo de este tipo de delito. Distinto hubiera sido que la futbolista le hubiera devuelto el beso con la misma euforia con que lo hizo él. Lejos de eso, ella se fue y siguió con la celebración. Rubiales realizó un gesto que agredió a la futbolista, pero que nos agredió también a todas, porque cada vez que sucede una agresión machista, la realidad nos devuelve lo lejos que estamos aún de conseguir nuestro objetivo y lo que nos queda aún por conquistar. Si Rubiales nos llama gilipollas por denunciar un hecho lamentable como el suyo, no hace más que retratarse en su comportamiento indecente y machista. Alguien debería sacar tarjeta roja a Rubiales y debería hacerlo de inmediato”.

Esta misma mañana, a las 12 horas se celebra en el cuartel general de la Federación una Asamblea General Extraordinaria con “carácter de urgencia”. En la nota informativa facilitada por el órgano federativo se omite cualquier alusión explícita al beso de Rubiales a Hermoso, limitándose a cuestiones que afectan a códigos de integridad, amén del “resto de protocolos aplicables”. Pero la Federación también ha anunciado que “están abiertas” las diligencias internas que afectan “a asuntos de Integridad, así como el resto de los protocolos aplicables” en la ceremonia de celebración del Mundial. Cabe recordar que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se refirió el pasado martes a la actitud del presidente de la RFEF calificándola de “inaceptable” y asegurando que sus disculpas “no eran suficientes”. Y Sumar denunció a Rubiales ante el Consejo Superior de Deportes por una infracción grave.

lunes, 28 de noviembre de 2022

¿QUIÉN DIJO BOICOT? Los españoles se "vuelcan" con el fútbol y pasan de la solidaridad con las mujeres de Qatar y los derechos humanos

 


¿QUIÉN DIJO BOICOT? 

Los españoles se "vuelcan" con el fútbol y pasan de la solidaridad con las mujeres de Qatar y los derechos humanos. 

 Lamentable.

 

 

miércoles, 2 de noviembre de 2022

lunes, 10 de octubre de 2022

Mi amigo me insulta lo normal, mi marido me pega lo normal.


 
El COLEGIO MAYOR expulsa a UNO de los 159 ALUMNOS que lanzaron GRAVES INSULTOS MACHISTAS

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Un grupo de jóvenes del Colegio Mayor Elías Ahuja de Madrid se enfrentan a una expulsión por proferir gritos machistas hacia las estudiantes residentes de otro colegio mayor situado justo enfrente, el Santa Mónica.

 Se ha tratado de una acción coordinada en la que la mayoría de jóvenes se asomó a las ventanas de sus respectivas habitaciones y gritaron:  "Putas, salid de vuestras madrigueras", entre otros. 

El centro ha pedido perdón a las jóvenes y ha anunciado expulsiones.  

En el vídeo, grabado justo enfrente de la fachada del colegio mayor, se ve cómo desde una ventana, la única abierta e iluminada en todo el bloque, un joven profiere unos gritos:  "Putas, salid de vuestras madrigueras, conejas.

 Sois unas putas ninfómanas. Os prometo que vais a follar todas en la capea. 

¡Vamos, Ahuja!".

 Inmediatamente después, se suben las persianas de las demás ventanas y decenas de jóvenes tras ellas comienzan a proferir al unísono proclamas machistas. 



*** 
 
 Sí, las chicas del Colegio Mayor Santa Mónica tienen todo el derecho a decir que no les molesta que las llamen putas ninfómanas, ni que se las van a follar.

 Tienen todo el derecho a considerar que los aullidos de los jóvenes del Elías Ahúja es algo inofensivo. Una tradición, aseguran.  

También era tradición que el señor feudal desvirgara a la novia la noche de bodas, antes de que el marido pudiera tener relaciones sexuales con ella.

 También era tradición quemar a las mujeres que se atrevían a leer o a ejercer de curanderas, bajo el pretexto de que eran brujas peligrosas. 

Pero viniendo más al presente, hace muy poco, también era tradición no dejar que las niñas estudiaran, ellas con la casa ya tenían suficiente. 

O los peligros de que leyeran y escribieran, no fueran a mandarle cartas de amor a los novios.  

También era tradición que las mujeres no pudieran abrir una cuenta bancaria o trabajar sin permiso del marido -tampoco hace tanto, hablad con vuestras madres-.

  Lo que pasa es que a ti, alumna del colegio mayor Santa Mónica, te llame en público "puta ninfómana" una manada de jóvenes de la élite -que serán jueces, abogados, registradores de la propiedad, médicos, directivos del Ibex...- no te afecta sólo a ti.

 (Y digo élite porque pocas familias pueden permitirse pagar 1.300 euros al mes de estancia para sus hijos). 
 
 ¡Putas, salid de vuestras madrigueras, conejas, sois unas putas ninfómanas, os prometo que vais a follar todas en la capea!

  Que hablemos de tradición en un tema tan grave implica aceptar en público que bajo determinadas circunstancias la violencia machista es aceptable.

 ¿Qué pensará una adolescente cuando la llamen puta en un bar?

 ¿O una joven como tú, de apenas 18 años, cuando le escupan a la cara "zorra ninfómana" porque ha rechazado a un moscón en una discoteca?

  Los mismos que llevan meses rabiando por la posibilidad de que a los chicos y chicas les enseñen educación sexual en la escuela son los que ahora dicen que es aceptable que a sus hijas las llamen putas y ninfómanas, o que sean sus hijos los que aúllen esos insultos desde la ventana.  

 . Tradición es sacar un paso en Semana Santa. Comerse unas torrijas. Lanzar una moneda a una fuente para atraer la buena suerte.  

Tradición no es que te insulten lo normal.

 Porque hace muy poco también pensábamos que los maridos podían pegar "lo normal".  -¿Le pega su marido?  -Mire usted, mi marido me pega lo normal.  

¿Cuántos médicos, como el forense Miguel Lorente -que tituló así un libro-, escucharon eso en las consultas de urgencias? 

¿Cuántas mujeres lo dijeron a sus familias, en el supermercado, a todo el que se atrevía a preguntarle por los moratones en la cara o en el cuerpo? 

 Esas adolescentes del colegio mayor Santa Mónica tienen todo el derecho del mundo a decir que no les molestan esos mensajes.

 Claro que sí. Igual que una mujer islámica tiene todo el derecho a decir que lleva velo porque quiere. 

Pero nosotros, como sociedad, tenemos todo el derecho a ver la secuencia en su conjunto.

 Que ellas no se sientan ofendidas -o crean que no se sienten ofendidas- no significa que esos cánticos no sean terroríficos o que el velo islámico no sea una opresión intolerable.

 Que ahora piensen eso no significa que sigan pensándolo cuando hayan terminado de madurar.

 Yo también consideraba normales los gritos y gestos obscenos que nos hacían a las chicas los militares del acuartelamiento del Bruc de Barcelona cada día cuando iba al instituto.

 Total, pobres, estaban haciendo la mili. Y, total, que bien sentirse deseada. ¿Verdad?  

Dadles la libertad de llamaros puta y ninfómana, normaliza que te aúllen como una panda de osos en celo, sonríe y justifícalos -pobrecitos-, cuando la sociedad les reprende.

 Porque así seguirán pensando que está bien. Y que os gusta. No sólo a vosotras, sino al resto de las mujeres. Eso les envalentonará. 

Y, después, ya sabemos tristemente lo que pasa.  

Ojalá ninguna de estas chicas que han alentado el machismo tenga que arrepentirse nunca. 

Carme Chaparro  7 de octubre de 2022.

Mi amigo me insulta lo normal, mi marido me pega lo normal.


 

viernes, 7 de octubre de 2022

Juliette Binoche, Marion Cotillard, Angèle… elles se coupent les cheveux en soutien aux Iraniennes

 

 Begoña Gómez se corta el pelo por la mujeres iraníes y hay muchas más: ministras, empresarias, juristas, actrices y presentadoras muestran su solidaridad

Las mujeres de Irán llevan días protestando y pidiendo justicia para Masha Amini, la joven que murió en custodia policial el pasado 16 de septiembre tras haber sido arrestada por llevar mal puesto el velo en Teherán.

 Desde entonces, mujeres activistas, empresarias, políticas, cantantes, y actrices de todo el mundo han difundido vídeos en los que aparecen cortándose mechones de pelo en solidaridad con las iraníes. 

Así lo han hecho también algunas líderes de nuestro país.

 Desde Begoña Gómez, directora de la Cátedra extraordinaria de Transformación Social y esposa de Pedro Sánchez, hasta Raquel Sánchez, ministra de Transportes, o Anne Igartiburu, presentadora de televisión, se han unido a la protesta en unas imágenes difundidas por El Español.

*  Raquel Sánchez, Carolina España, Begoña Gómez... 
   líderes españolas se cortan el pelo por las iraníes

* El pasado miércoles, 5 de octubre, la eurodiputada sueca de origen iraquí Abir Al-Sahlani se cortó el pelo con unas tijeras en medio de un debate en la Eurocámara.

 "Hasta que Irán sea libre, nuestra furia será más grande que la del opresor", reclamó la parlamentaria, que también criticó a Josep Borrell, representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, por no haber defendido la postura de las mujeres iraníes en la reciente reunión de la Asamblea de las Naciones Unidas.

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 A Swedish member of the European parliament, Abir al-Sahlani, cut her hair during a speech in the EU assembly to show solidarity with anti-government demonstrations in Iran. 

  Al-Sahlani gave a moving address, echoing the mantra ‘women, life, freedom’ heard in protests against the Iranian regime that followed the death of 22-year-old Mahsa Amini in the custody of the country's morality police in September.  

 Iranian authorities introduced a social media blackout in response to viral videos of women cutting their hair and burning the hijab in a movement calling for fundamental change.

  ‘For freedom’: French actors cut their hair in support of Iranian women ► https://www.theguardian.com/world/202...

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 El gesto de las líderes españolas y la eurodiputada se suma al de otras personalidades públicas como Juliette Binoche, Marion Cotillard, o Isabelle Huppert que se han compartido un vídeo en el que aparecen cortándose en pelo bajo la consigna "Por la libertad" y con el himno Bella Ciao de fondo.
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 Juliette Binoche, Marion Cotillard, Angèle… elles se coupent les cheveux en soutien aux Iraniennes

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 Une cinquantaine d’actrices, comédiennes et chanteuses se sont filmées dans une vidéo diffusée ce mercredi en train de se couper des cheveux en soutien envers les Iraniennes, qui manifestent depuis deux semaines malgré la répression.
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jueves, 29 de septiembre de 2022

Hoy escribo para las mujeres que lloran en silencio...

 


 

Hoy escribo para las mujeres que lloran en silencio... 

Para aquellas que se muerden los labios y los días, para llenarse de coraje y continuar... 

Por las que sonríen sin decir que tienen miedo, que llevan el corazón destrozado, que simplemente el mundo se les ha venido abajo...

 Escribo para aquellas valientes que lloran a escondidas, mordiendo la almohada cada noche porque no hay palabras que sean escuchadas, porque no hay llanto que sea comprendido... 

Por las que batallan con las exigencias de estos días... 

Por esas que luchan por ser buenas madres, buenas esposas, buenas trabajadoras, independientes y desean verse bellas al espejo, todo al mismo tiempo... 

Por las que han dejado todo por ir detrás de un amor que al final terminó en nada...

 Por las que renuncian a sus sueños por entregarse a los sueños de sus hijos o de sus parejas... 

Por las que desean no ser vistas como objetos inútiles, y quieren demostrar sus capacidades, pero el mundo les cierra las puertas...

 Por las que caminan erguidas en la calle, saludando con tranquilidad, cuando por dentro quisieran gritar que el mundo les duele, que el mundo las mata...

 Escribo por las mujeres que nadie ve llorar, pero traen un rio llanto en el alma... 

Por las de vida perfecta, marido perfecto, hijos perfectos y que al final es más que pura fachada... 

Por las que están rotas y les falta alguien...

 Por las que se están muriendo, queriendo morirse, pero siguen levantándose todos los días a sonreír para los demás... 

Por las mujeres fuertes, que tienen el alma rota y el espíritu quebrantado y sin fuerzas... 

Por las que han perdido la esperanza, por las que se sienten derrotadas sin decirlo... 

Por aquellas que vieron su vida pasar por la ventana...

 Y a las que atizaron el tren equivocado y que al final las dejó tiradas... 

Por las que quieren dejar de llorar pero no pueden... 

Escribo por ellas ... AUTOR: MARIO BENEDETTI. 

Ojalá algún día nadie nadie tenga que escribir para  las mujeres que lloramos, para las mujeres valientes que cada día tenemos que sobrevivir en un mundo lleno de desigualdad, ojalá algún día todas esas palabras de ánimo se transformen en una realidad sin desigualdad ni abuso.  




jueves, 15 de septiembre de 2022

Un 58% más de menores que cometen agresiones sexuales

 

 Varias mujeres sostienen diferentes pancartas en una manifestación contra la sumisión química, a 20 de noviembre de 2021, en Madrid (España).

* Un 58% más de menores que cometen agresiones sexuales

La Fiscalía General del Estado ha avisado y confirmado con datos: los delitos sexuales por parte de menores han aumentado un 58% más.

 Repito por si alguien no entiende el alcance de esto: hay un 58% más de menores que son capaces de abusar o de agredir sexualmente y, por lo tanto, cometen un delito. 

 Estas últimas semanas en una conferencia, unas mujeres y un hombre hablaban sobre cómo son las parejas ahora.

 Y una de ellas exclamaba: "¡pero cómo se relacionan los jóvenes hoy en día!". 

El fondo es que los jóvenes aprenden a relacionarse según lo que ven y según son educados por todo su entorno.

 Desde la familia, a los amigos, a los comentarios que escuchan, cuando ve la tele con alguien, sobre una violación o un caso machista.

   Dice el fiscal que tenemos que hacer una reflexión como sociedad. 

El feminismo lleva ya reflexionando y advirtiendo de esto desde hace décadas, pero cuando se ha puesto sobre la mesa bien se las ha tachado de puritanas, exageradas y, cómo no, hemos sido ignoradas o ridiculizadas. 

Eso sí, cuando la acusación del delito cae sobre un hijo, un hermano o un compañero de trabajo quizás ya no hace tanta gracia. 

   Quizás, Fiscalía debería de decir la verdad de fondo: que la juventud se relaciona, ni más ni menos, como les enseñamos los adultos.  

Que quizás tiene algo que ver ese aumento con que, a fecha de hoy, haya más jóvenes que niegan la violencia de género o le restan importancia.

 Un 20% cree que es "un invento ideológico". 

Uno de cada diez chicos considera que la violencia es inevitable o que, si es de poca intensidad, no supone un problema. 

Quizás también tiene que ver con que hay niños de 9 u 11 años viendo porno, que se creen que el sexo es eso y que escuchan a sus padres poner el grito en el cielo cuando saben que en el colegio hablarán de educación sexual.   

Quizás, aprenden también de lo que escuchan en boca de políticos, de lo que ven entre carcajadas entre sus youtubers o tiktokers de referencia que dispersan bulos machistas, de lo que ven en tertulias en medios donde se ríen del feminismo o se ridiculiza a las víctimas.

 Quizás aprenden de aquellos colegas del instituto o del trabajo que, tras regresar del fin de semana, venden como una victoria abusar o agredir mientras está una chica bebida o drogada.

 Quizás aprenden de unos adultos a los que vieron aplaudir en su momento a El Prenda de la Manada o a los acusados de una violación a menores en Burjassot.

 Nadie pide que se le lancen piedras ni abucheos pero, ante una acusación tan tremenda, qué menos que silencio y esperar a la justicia.

  Todas estas risas, todo este interés por ridiculizar al feminismo y todos esos aplausos, desde reales o simbólicos, que se dan a centenares de situaciones machistas tienen un fondo.

 

 Quizás hay quienes aplauden porque creen que ser machista es digno de orgullo, porque lo ven como un "hombre auténtico".

 O quizás, detrás de algunos aplausos y risas, esté el proceso de autoengaño de no querer reconocer que un hijo, o amigo, o primo puede ser un delincuente y siempre es mejor lanzar las sospechas a las víctimas, como siempre ha sido.

   Vamos a tener que seguir recordando que el machista no se nace, se hace. 

Que todo es educación y cultura.

 Nos podemos llevar las manos a la cabeza diciendo "qué le pasa a la juventud", pero quizás hay que decir "qué le estamos enseñando a estos jóvenes".

 Aunque, de hacer eso, es probable que se pierda algún poder y no interesa.

 A pesar de que esta cifra debería de resultarnos alarmante, como siempre no pasará casi nada. 

Y al final, de tanto esconder, un día todo esto nos va a explotar en la cara y no habrá ya recurso que pueda frenar esta violencia. 

Las semillas para todo esto ya están plantadas... y las estamos regando. 






martes, 6 de septiembre de 2022

Un hospital público de Madrid niega a una mujer una ligadura de trompas por ser joven y no tener hijos

 
Susana, una mujer de 30 años a la que denegaron hacerle la ligadura de trompas en un hospital publico de Madrid.
  
Un hospital público de Madrid niega a una mujer una ligadura de trompas por ser joven y no tener hijos

 El Hospital Infanta Leonor rehusó practicar la intervención a una mujer de 30 años, algo que fuentes jurídicas, además de la Sociedad Española de Contracepción y la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia ven contrario a la norma

Susana está a punto de cumplir 31 años. 

Pero es demasiado joven para hacerse una ligadura de trompas.

 Así lo consideró el equipo de ginecología y obstetricia del hospital público Infanta Leonor de Madrid, que en junio de este año rechazó practicarle esta intervención “ante lo inusual de la solicitud, dada la edad de la paciente y la ausencia de gestaciones previas”, según consta en una carta remitida a la paciente. 

Eso a pesar de que la actual Ley de Salud Sexual y Reproductiva y la Ley de Autonomía del Paciente consagran el derecho de elegir método anticonceptivo sin discriminación por edad o género. 

Portavoces tanto de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia como de la Sociedad Española de Contracepción confirman que un médico puede recomendar un método sobre otro, pero no negar el acceso.

 Hace ya tiempo que Susana tiene claro que no quiere tener hijos.

 Y fue hace unos meses cuando se lo planteó en serio y decidió poner en marcha el proceso.

 Después de hablar con su médica de cabecera y de ser derivada a ginecología, le dieron cita en el Hospital Infanta Leonor de Madrid, su centro de referencia. 

“Me atendió una ginecóloga que se sorprendió mucho pero me dijo que en principio no había problema. 

Sin embargo, llamó a su jefe y ahí escuché que cambió el tono y ya me dijo que al tener 30 años y no tener hijos, eso no se hacía”, explica. 

Ella argumentó con la Ley de Autonomía del Paciente en la mano y le pidió dejar constancia en su historia de lo que estaba sucediendo. 

“Me habló de otros métodos y se lo agradecí pero le dije que no me interesaban”.

 Ante su insistencia, la ginecóloga elevó su caso a una sesión clínica del departamento de ginecología y obstetricia.  

 Le dieron cita para conocer “el veredicto” pero, antes de acudir, la llamaron por teléfono para avisarle de que su solicitud había sido denegada.

 “Pensé que quizá había objeción de conciencia y quien me llamó me dijo que en absoluto.

 Llamé a atención al paciente y empecé una peripecia para reclamar por escrito. 

En una carta fechada el 16 de junio de 2022 y firmada por la directora gerente del hospital, María del Carmen Pantoja Zarza, el hospital le confirma su negativa ”ante lo inusual de la solicitud, dada la edad de la paciente y la ausencia de gestaciones previas“. 

 “Tras analizar el caso en dicha sesión se consideró, con consenso de los facultativos, recomendar no realizar la intervención solicitada por la paciente de esterilización permanente e irreversible al considerar que no existe ninguna contraindicación para el uso de otros métodos anticonceptivos alternativos, y no irreversibles, ya informados a la paciente por la doctora Calvo, más adecuados para las condiciones clínicas que esta paciente presenta”, reza la carta, que también “toma en consideración” que existe una tasa de arrepentimiento del 20%, según la bibliografía. 

El propio hospital le insta a que puede “ejercer su derecho a la libre elección de centro” si “no la considera satisfactoria” la decisión clínica tomada. 

 La respuesta indignó a Susana: “¿Un grupo de ginecólogos se ha reunido para decidir por mí mi método anticonceptivo?”. 

Sobre la falta de contraindicaciones, la mujer explica que no le hicieron ninguna prueba, tal como ha reflejado en los recursos de reposición y reclamaciones que ha presentado ante varias instancias.

 Además, y haciendo uso de esa libertad de elección de centro, Susana acudió a otro hospital público de la comunidad, donde ya le han realizado el preoperatorio. 

Ahora solo espera la cita para la intervención.

  “No debería pasar” 

El ginecólogo y presidente de la Sociedad Española de Contracepción, José Gutiérrez Ales, constata que casos así “no deberían suceder”.

 “Cuando la mujer es joven tenemos que dejar constancia en su historia de que le hemos ofrecido métodos alternativos que son igualmente efectivos y que es ella la que los ha desechado.

 El problema es que así elimina su fertilidad de un plumazo y con la cantidad de años que le quedan a lo mejor sus necesidades dentro de un tiempo se modifican.

 Pero nosotros no somos quién para decirle que sí o que no se opte por esa intervención”, afirma.

 Gutiérrez Ales se remite a la Ley de Salud Sexual y Reproductiva, que regula el acceso a los métodos anticonceptivos “sin ningún requisito de edad”. 

“El riesgo beneficio no está claro en todos los casos, pero nuestra capacidad de informar no debe ser invasiva”, concluye. 

 Sobre que el caso pudiera ser motivo de objeción de conciencia, el médico advierte de que, en cualquier caso, la objeción debe ser siempre a priori, y no a posteriori. 

Es decir, el servicio de ese hospital debería comunicar por adelantado que no lleva a cabo ese tipo de intervenciones y no esperar a que llegue una paciente con esa casuística.

 El abogado Francisco José Pavón Chisbert, que dirige su propio despacho y colabora con la organización especializada Apoyo Positivo, subraya que las normas deontológicas actuales son contradictorias sobre la posibilidad de aplicar la objeción de conciencia a la ligadura de trompas. 

Cree que, precisamente por eso y para evitar un problema legal, la respuesta que el hospital le dio a Susana utiliza otros argumentos y no explicita el asunto de la objeción.

 Chisbert revisó con la mujer su caso y le aconsejó interponer varios recursos ante diferentes administraciones, desde el hospital hasta la consejería y el Ministerio de Sanidad, que ya han sido cursados. 

Esta redacción se puso en contacto con la Consejería de Sanidad de Madrid para consultarle por este caso, pero aún no ha obtenido respuesta. 

 La abogada especializada en atención al paciente y violencia obstétrica Emilia de Sousa es de la misma opinión: “Cuando a una mujer se le niega la realización de la ligadura de trompas no se sustentan en la objeción porque tiene difícil encaje legal, ya que hablamos de un método anticonceptivo y de derecho a la salud sexual y reproductiva y de autonomía personal, sino que la negativa se suele fundamentar en la clínica de la mujer, en la edad, en no haber tenido hijos anteriormente etc”.

 Además, añade, en este caso la negativa no sería de un solo médico sino de un servicio entero, lo que, según la doctrina del Constitucional, sí ocasiona un perjuicio a la mujer porque tiene que iniciar todo el proceso de nuevo en otro centro o ir a una clínica privada.

  A preguntas de elDiario.es, el hospital insiste en una respuesta escrita en que “ante lo inusual de la solicitud, dada la edad de la paciente y la ausencia de gestaciones previas, se consideró (siguiendo en todo momento el criterio clínico y tras analizar el caso en sesión clínica, con consenso de los facultativos, y siguiendo el protocolo definido en nuestro hospital) recomendar no realizar la intervención solicitada   al considerar que no existe ninguna contraindicación para el uso de otros métodos anticonceptivos alternativos, y no irreversibles, ya informados a la paciente por su doctora.

 Las condiciones concretas de la paciente son las que hicieron tomar esta decisión”. 

El centro ha rehusado detallar a qué protocolo se refiere ni si existían otras condiciones –más allá de la edad y la ausencia de hijos– que no hayan sido explicitadas en la carta y que hicieran inviable la intervención. 

 Derecho a decidir La doctora y secretaria de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, Corazón Hernández, subraya que la Ley de Autonomía del Paciente permite que una mujer, siempre que sea mayor de edad, se haga una ligadura de trompas. 

“Cuando llega una mujer joven que no tiene hijos y que la solicita suele generar un conflicto, pero eso es una cuestión del propio profesional, no de limitaciones que puedan existir en normas o protocolos; no hay una limitación en la cartera de servicios”.

 Para Hernández, una ligadura con esa edad habiendo otros métodos reversibles y con alta eficacia no es la indicación más adecuada, “pero el paciente tiene derecho a decidir conociendo alternativas, pros y contras”. 

 Sobre la tasa de arrepentimiento, el presidente de la SEC apunta que existen algunos estudios pero con un número muy reducido de casos, por lo que sus resultados “no son muy ilustrativos”. 

Tanto Gutiérrez Ales como Hernández explican, además, que actualmente la ligadura de trompas no impide a una mujer quedarse embarazada mediante fecundación in vitro.

 “Se puede y con un buen resultado”, añade la secretaria de la SEGO. 

En esos casos, la norma sí impide que cualquier hombre o mujer que se haya sometido a una vasectomía o ligadura por voluntad propia acceder a la reproducción asistida en la sanidad pública. 

Esas personas podrían acudir a clínicas privadas. 

 Prejuicios de género 

Ese fue otro de los argumentos que el hospital dio por teléfono a Susana.

 “Que luego iba a ir pidiendo inseminación artificial. 

Les propuse firmar un documento en el que renunciaba a eso. 

Yo ya he valorado otros métodos pero no los quiero ni quiero hijos. 

No tengo por qué acceder a otros métodos si tengo claro lo que quiero”, se reafirma Susana, que asegura que, llegado el caso, existe efectivamente la opción de la inseminación en la privada o la adopción. 

 Emilia de Sousa defiende que la Ley de Autonomía del Paciente avala a Susana. 

“El artículo dos establece que la paciente tiene derecho a decidir libremente, después de recibir la información pertinente por parte de los profesionales, entre todas las opciones disponibles y existentes según su caso clínico. 

Además, dispone que aquellos profesionales están obligados no solo a la correcta prestación de su servicio sino también a respetar las decisiones adoptadas libre y voluntariamente por el paciente”, expresa.

 Recuerda también que la Ley de Salud Sexual y Reproductiva establece que nadie será discriminado en el acceso a las prestaciones “por motivos de origen racial o étnico, religión, convicción u opinión, sexo, discapacidad, orientación sexual, edad, estado civil, o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”.

 El artículo 7 de la norma exige, además, que los servicios públicos velen por “el acceso universal a prácticas clínicas efectivas de planificación de la reproducción de la cartera de servicios comunes”, que incluyen los métodos anticonceptivos, entre ellos, la ligadura. 

 “Estas negativas se encuadran más bien en el trato paternalista, inquisidor, discriminatorio y violento que se dispensa en los servicios de ginecología y obstetricia.

 Un trato que vulnera los derechos de las mujeres a decidir sobre sus propios cuerpos con el beneplácito de las instituciones, especialmente instituciones públicas que es donde encontramos las mayores trabas, como pasa con la interrupción voluntaria del embarazo”, concluye Sousa. 

 La coordinadora del observatorio de derechos de la Asociación de Derechos Sexuales y Reproductivos de Catalunya, Elena Longares, subraya que la práctica forma parte de la cartera sanitaria y que debe garantizarse el acceso a ella. 

A la asociación le consta un caso de iguales características que habría sucedido el año pasado en un hospital de Catalunya. “Sabemos las dificultades que hay para que las mujeres y personas con capacidad gestante sigan adelante con las decisiones que toman sobre su propio cuerpo.

 Prevalece la mirada de profesionales de la salud sobre lo que es una decisión de vida de una persona. 

Hay prejuicios de género, uno es que todas las mujeres por el hecho de serlo tenemos que tener ganas de tener y de gestar una criatura.

 El hecho de decidir no hacerlo no se lee desde una decisión sino desde una renuncia”, concluye.

domingo, 4 de septiembre de 2022

MarleneDietrich La actriz alemana , prototípica ‘'femme fatale’' y enemiga del nazismo


 MarleneDietrich 

La actriz alemana , prototípica ‘'femme fatale’' y enemiga del nazismo, fue un ejemplo pionero de lucha contra el sesgo patriarcal en el cine y contra los tabúes sexuales y morales. 

"Me hicieron para el amor, así nací y no puedo evitarlo; los hombres me rodean como polillas alrededor de una llama y yo no tengo la culpa", cantaba Marlene Dietrich en El ángel azul (1930), la película que impulsó su salto desde Berlín hasta Hollywood y la erigió en icono sexual de mirada casi siempre entreabierta, propia de quien no siente dudas ni preocupación porque lo tiene todo bajo control. 

Pero ella fue mucho  más que una prototípica femme fatale. 

Gracias a sus conexiones con el disoluto mundo del cabaret durante la república de Weimar, a su posterior oposición al nazismo y a los experimentos que entretanto llevó a cabo con su propia imagen, fue un emblema de libertad y subversiva para su tiempo y en realidad , para todos los tiempos. 

Fue una de las figuras icónica de la cultura popular en los años '40 y '50.

 La joven Dietrich nació en Berlín , el 27de diciembre de 1901,  Alemania , estudió violín, baile y canto , hizo  películas mudas en los años '20, actuó en cabarets, en teatros y en cine. 

Filmó más de 50 películas y grabó varios discos.

En su Alemania natal filmó, en 1930, El ángel azul, que fue la primera película sonora europea y con la que se hizo famosa. 

Por entonces , Dietrich era , además de la andrógina, la de "las piernas perfectas".

Marlene fue famosa por su pulcra apariencia, su compleja y estudiada figura, su buen vestir (impuso la moda del pantalón femenino) y su imagen de femme fatale. 

Fue icono de la elegancia y el glamour, de modo que siempre apareció como parte del brillo hollywodiense.

 Ya mayor declaró que lucía vestidos sofisticados únicamente por exigencias de su imagen pública y que en su vida privada gustaba de vestir de manera informal , incluso pantalón vaquero («de hombre, por supuesto»).

En 1968 recibió un Premio Tony por su espectáculo de Broadway An Evening with Marlene Dietrich, galardón que recibió de manos de Gregory Peck.

 Este show fue repuesto en Londres en 1972 bajo el título I Wish You Love, para ser grabado como un especial de televisión.

 En 1973 se cayó al foso de la orquesta durante una actuación en Maryland, hiriéndose en el muslo izquierdo; su curación requirió injertos de piel.

 Otro percance puso fin a su carrera en el espectáculo en 1975: se rompió una pierna en Sídney al caerse justo cuando iba a salir al escenario.

 Tras quince años de inactividad en el cine, apareció brevemente en la película Gigoló (Just A Gigolo, 1979), filme sobre la prostitución masculina en el Berlín de los años 20 (época que la propia Marlene conoció) dirigido por David Hemmings y protagonizado por David Bowie, Sydne Rome y Kim Novak. Además, escribió y contribuyó a varios libros en los años 80.

 Pasó su última década principalmente en reposo en su apartamento en la avenida Montaigne de París, Francia, tiempo en el cual no fue vista en público , no quería que su figura en la vejez empañase su imagen mítica , pero fue muy aficionada a escribir cartas y llamar por teléfono.

 Se rumorea que en sus últimos años vivió rachas depresivas y consumía demasiado alcohol , presumible causa de una caída en su cuarto de baño que empeoró su precaria movilidad.

Dietrich murió tranquilamente el 6 de mayo de 1992, a los 90 años , en París.

 Su ceremonia fúnebre fue realizada en la iglesia de La Madeleine de París ante 3500 dolientes y una multitud fuera del templo.

 Su cuerpo , cubierto con una bandera de los Estados Unidos, fue enviado a Berlín donde fue enterrada en el cementerio municipal de Berlín , Schöneberg , su lugar de nacimiento.


Pensamientos De cine




viernes, 8 de julio de 2022

Sobreviviré Gala en contra del maltrato machista "Hay que volver a empezar".



 Sobreviviré

  Gala en contra del maltrato machista 

"Hay que volver a empezar". 

*

 Presentado por Mercedes Milá el año 2001.





 

jueves, 30 de junio de 2022

Mujer y bisexual: doblemente impostora

 

Dos participantes se besan durante una marcha anual de celebración del Orgullo en Budapest. 

 Mujer y bisexual: doblemente impostora 

 La primera persona a la que escribí por amor fue a un chico; la primera por la que sufrí el dicho que advierte que donde tengas la olla no metas otras cosas fue una chica; mi primer beso en un festival fue con una chica. 

Mi primer orgasmo fue con una mujer; mi primer viaje en moto enamorada, con un hombre. Mi primera mentira por amor no recuerdo si fue a causa de una chica, o un chico.

 El mayor amor platónico de mi vida es mujer y jamás se reconocerá en estas líneas, la persona que evito por la ciudad es hombre y tiene merecido que lo rehúya.

 Sin embargo, a pesar de estas evidencias que jamás me he negado, acabo una y otra vez sintiéndome en junio impostora en el Orgullo. 

A pesar de que llevo desde los 15 años autodenominándome bisexual y desde los 12 siendo consciente de mi atracción por más de un género, con casi 22 aún sigo peleándome con que antes que bisexual me considero farsante.

 Haciendo arqueología de mí misma, he llegado al elemento que se mantiene en este asunto a lo largo de los años: la violencia.  Antes de seguir, me veo obligada a hacer explícito algo que no debería ser necesario.

 La bisexualidad, por lo menos la que yo entiendo y encarno, que es ante todo militante, es en gran medida disruptiva porque escapa de las dicotomías que vertebran nuestro sistema. 

Ni la bisexualidad es ser un poco homosexual y un poco hetero, pues es algo en sí mismo, ni es la atracción por hombres y mujeres, asumiendo binarismos.

 Y, por supuesto, tampoco se ancla únicamente en lo cis. 

Solo puedo remitir al Manifiesto Bisexual, que ya en 1990 dejaba cosas claras: "La bisexualidad es una identidad completa y fluida. 

No asuman que es binaria o dual en su naturaleza: que tenemos dos lados o que debemos actuar simultáneamente con dos géneros para ser seres humanos completos. 

De hecho, no asuman que sólo hay dos géneros". 

Es bochornoso que tenga que emplear espacio para dejar claro esto. Basta ya con los delirios de grandeza entre compas de disidencia acerca de quién puede o no jugar en la pachanguita de fútbol, más aún cuando creo que, todas las que resistimos de alguna manera u otra, hemos sentido en algún momento que éramos las que tenían que pasar en el recreo en la biblioteca porque para ellas no había hueco en el patio.

 Dicho esto, continuo.  

La primera violencia en mi vivencia de la bisexualidad es su borrado sistemático.

 No encuentro muchos referentes, tampoco historia sobre mi colectivo, ni concienciación contra la bifobia. A su vez, me siento demasiado para algunos, insuficiente para otros, disruptiva para algunos, esquirol para otros. 

Me cuesta decirme a mí misma que mi orientación no es fruto de la inercia de un momento sobreestimulante en el que "quiero probarlo todo".

 También me cuesta decirme que no es la guinda progre que me faltaba, la consecuencia lógica de que yo sea de izquierdas.

 Igualmente, me cuesta decirme que esto no es un banquillo ni un lugar de paso, ni tampoco algo accesorio; sino que, como bisexual, ya estoy en un sitio y ese sitio tiene peso en quién soy día a día.

  Cuando en el instituto mi grupo de amigos comenzó a mantener relaciones sexuales yo fui de las últimas, lo que me hizo diana de comentarios. 

Lo fuerte es que en ese momento yo ya sabía que era bisexual y lo más fuerte es que hacia ya un año, antes que mi grupo, yo ya me había acostado con una chica. 

Este dato lo tuve meses olvidado, sentía que eso "no contaba".

 Como siempre en lo relativo a la bisexualidad, eso era "tiempo muerto", complementario, experimentación, nunca algo que diera muestra de mi identidad y la vertebrara.

 Ahora, años más tarde, escribo este artículo sabiendo que mi madre lo mandará por el grupo de la familia, y que entonces habré "salido del armario" con mis tíos, abuelos, primos... 

Ha sido hace horas que he reparado en esto y ni siquiera me he puesto nerviosa.

 Nuevamente, sé que esto será como "quien oye llover", nada serio.

 No será normalizado porque se considere como normal; sino porque directamente no se considerará como algo en sí mismo. 

Violento todo esto, ¿no?  

 La violencia continúa cuando pienso las maneras que, en esta sensación de apátrida, me han llevado a afirmarme: pues como bisexual, me siento en un rito de iniciación constante.

 Primero sentí que sería verdaderamente bisexual cuando besara a una chica, luego, que no lo sería de verdad hasta que me acostara con una. 

Posteriormente, asumí que si en serio lo era sería capaz de enamorarme de alguien que no fuera un hombre.

 Ahora, que ya he hecho lo anterior, sigo sintiendo a veces que si realmente lo fuera habría sido además su pareja. 

Probablemente, si esto se da, tampoco lo sienta suficiente, y continue exigiéndome pruebas en esta ceremonia de paso en la que nunca me gradúo.

 Esta sensación no es nueva para mí, como mujer estoy acostumbrada a sentir la necesidad de una voz más adulta y formada que yo que me dé el visto bueno para existir tal y como lo hago. 

Esta situación, además de paternalista y patriarcal, es violenta. 

 La violencia no acaba aquí, pues aquello que decide si pasas o no la aduana es, nuevamente, violento. 

Es común la indignación de mujeres bisexuales cuando observamos, en nuestros amores masculinos, situaciones de celos por vernos teniendo un trato amigable con otros hombres -miradas, conversaciones, risas...- pero en cambio, aún sabiéndonos bisexuales, indiferencia cuando somos abiertamente cariñosas y/o sexuales con otras mujeres. 

Yo he protagonizado ese enfado: me he sentido negada como bi.

 Sin embargo, siendo crítica, me pregunto: ¿Qué estaba necesitando para sentirme reafirmada en mi orientación, que mi novio me sacara del brazo de la discoteca y me regañara? ¿Que se me exigiera cortar mi relación con esa colega?

 Sí, así claramente me hubiera sentido ejerciendo mi bisexualidad, pero a qué precio: ¿al de replicar dinámicas clásicas de control? ¿Al de ser bisexual en tanto que soy también amenazante? 

 Me pregunto entonces si no hay otras maneras de sentirme considerada bisexual que no pasen por recibir violencia.

 Lo cierto es que, de la mano de esta necesidad de violencia para demostrar y demostrarme que formo parte del colectivo, he incluso llegado a pensar: "Si yo recibiera un ataque homófobo entonces verdaderamente sería parte del colectivo LGTB+, esa sería la prueba". 

Esto me recuerda a otra sensación patriarcal, la que sentía con el hombre del que líneas arriba he escrito que evito en las calles. 

Con él durante meses pensé: "Ojalá un día me pegue y así sienta que de verdad soy una mujer que está en una situación injusta".

 Como grupos de resistencia a la violencia a la que nos arroja esta sociedad que es inherentemente violenta, lo estamos haciendo mal si no sabemos cartografiar y vivir nuestras disidencias sin movernos nosotras también en parámetros violentos. 

 Finalmente, como sucede cuando se está expuesta a violencia, he ejercicio yo la misma con otres. 

Cansada de sentir que nada era realmente válido, he optado por la forma más clara de dar muestras de algo: asimilándome con el sector dominante. 

He ejercido violencia cuando en mis relaciones con mujeres y personas no binarias he replicado las maneras patriarcales de relación que marca esta sociedad.

 He sido bisexual actuando como el peor de los hombres heterosexuales.

 De este modo, no he sabido ver que una mujer me amaba a no ser que me llorara y se desquiciara, porque así me habían enseñado que se probaba nuestro amor. 

Tampoco he sido capaz de respetar tiempos, miedos e incoherencias. Además, he sido celosa y manipuladora. 

También he querido que conmigo se fuera posesiva y autoritaria. 

He buscado homologarme con las cartas que había, para no sentir una vez más que me estaba moviendo en la nada.

 Y así, no he reparado en que entre nosotres nos estábamos dando lo necesario para construir un tablero nuevo: lenguaje, señales y ritmos propios.

 Ahora sí puedo verlo.  

Escribo hoy esto, movida sobre todo por las ganas de generar más literatura para nuestro colectivo. 

En el camino, me doy cuenta de que me sirve para reconciliarme conmigo misma. 

Escribo entonces también para mis adolescentes, jóvenes, adultas y viejas que anden necesitando perdonarse un poco. 

A vosotras os digo que ni la bisexualidad es un lugar de paso, ni estamos engañando a nadie, ni vamos a estar siempre condenadas al sufrimiento. 

El Orgullo y la calma también son nuestros. 

Así que, bisexuales del mundo, escribid y escribidme: estoy aquí para encarnar juntes nuevos sentires.

 LEONOR CERVANTES VARGAS 

 Estudiante de Filosofía y Ciencias Políticas y fundadora de Filosofía en Los Bares