jueves, 20 de octubre de 2016

El sádico oficial que mató una gata y cuatro crías




 Repugnante. Y me quedo corto. Un oficial de la Brigada Paracaidista decidió por su cuenta y riesgo que una gata y sus cuatro crías debían morir (excelente información en Público.es de Carlos del Castillo). 

 Algo tan inimaginable en casi cualquier otro sector de la sociedad tiene cabida en las Fuerzas Armadas y ello se debe a tres cuestiones fundamentales: una execrable justicia militar, una enorme carencia de derechos y libertades y, por último, una mezquina connivencia de medios de comunicación y políticos.


Según relata Carlos del Castillo (no hay motivo para no creer la denuncia de los soldados), la dramática historia se produce a finales de mayo de este año, fecha en la que comenzó el relevo entre la Brigada Paracaidista y la Legión en la base ‘Miguel de Cervantes’ en Líbano. Cuando se relevan unidades es fundamental que aquella que termina la misión, en este caso la Legión, informe a la que la comienza, la Brigada Paracaidista, lo que se va a encontrar.


Desconozco si en dicho relevo se informó del peligroso enemigo que había conseguido introducirse en la base después de sortear todas las medidas de seguridad. Se trataba de uno de los grupos de animales, por lo que se ve, más peligrosos que existen para la supervivencia del ser humano y que, sin duda, acechaba en la oscuridad dispuesto a asestar un golpe mortal a la seguridad e integridad del personal: una gata y sus cuatro crías.


En cuanto el oficial de la Brigada Paracaidista, siempre presto a resolver cualquier amenaza mortal, fue informado o se enteró de ello (yo me decantaría por la primera opción porque muy listo no parece que sea), convirtió a la amenazadora gata y sus cuatro crías en la prioridad de sus subordinados. Primero ordenó que se les dejara de alimentar y, después, optó por ordenar que los animales fueran capturados.


 Desarrollando un brillante plan, entiendo que aprendido en la Academia General Militar, consiguió capturar a la gata y las cuatro crías. No podía ser menos tratándose de una mente tan excelsa. Una vez que el enemigo, el peligroso enemigo, estaba en sus garras no podía permitir que escapase. Así pues, decidió que había que matar a los felinos: introdujo a la gata y sus cuatro crías en un cubo y lo puso al sol hasta que consiguió su objetivo de exterminar la temible amenaza. ‘Nacido para matar’.


La situación fue tan aberrante, los maullidos de la gata y sus crías tan hirientes, que los soldados decidieron que algo así no podían dejarlo pasar. Con muy buen criterio y también con valentía, pues informar en el Ejército no es una broma, más aún teniendo en cuenta el sádico y desgraciado personaje del que estamos hablando, enviaron los correspondientes partes informando de lo sucedido a la superioridad.


A día de hoy, la cúpula y la justicia militar, a cual más infame, se piensan qué hacer con tan cruel suceso. Si este no hubiera salido a la luz, aquí paz y después gloria, pero no es el caso. Así pues, decidirán qué hacer con tan execrable militar, aunque lo más seguro es que opten por la receta tradicional en estos casos: ascenso y condecoración.


El maltrato de animales es un delito, pero no para el Código Penal Militar, menos aún para los altos mandos y los jurídicos militares, menos aún si tales hechos los ha cometido alguien de los suyos: un oficial.


El oficial, por desgraciado, por malnacido y por manchar el uniforme militar merece ser expulsado de las Fuerzas Armadas, pero esperar que se haga justicia en un estamento en el que sigue prestando servicio el capitán que fue condenado por 28 abusos sexuales o los seis militares que apalearon a dos prisioneros en Irak es mucho esperar.


Y esperar que un expediente gubernativo mande al desempleo a este oficial también es mucho esperar, puesto que esas expulsiones existen para rebajar el número de militares de tropa y para los que denunciamos corrupción y queremos un ejército más democrático.


Así pues, semejante sádico, semejante hijo del cual seguro que su madre se avergüenza, seguirá en las Fuerzas Armadas, seguirá mandando a soldados y seguirá enseñándoles cómo ser un buen militar…


En el fondo, y no tan en el fondo, para la cúpula castrense no es un mal militar, dado que si lo fuera, después de cinco meses de tan igniominiosos hechos, ya le habrían encerrado y estaría su expulsión en camino (como me ocurrió a mí).


No es el caso. Para la cúpula y la justicia militar, el sádico oficial no es un mal militar, si acaso ha cometido una chiquillada, si acaso ha sido pueril al cometer su tropelía sin asegurarse de no ser grabado… Si acaso.


Cada día que pasa resulta más patente que nuestras Fuerzas Armadas necesitan una profunda regeneración y la justicia militar desaparecer por completo.

 
No comprendo cómo altos mandos y jurídicos militares no lloran o, al menos, se acongojan al ver las imágenes y los vídeos de la gata y las cuatro crías cruelmente asesinadas (yo no lo pude evitar) y no comprendo cómo es posible que el resto de mandos de la Base ‘Miguel de Cervantes’ tolerasen una aberracción tan injustificable…


Ah, ya sé, es que ellos han nacido para matar y, lo que es peor, para tolerarlo.


En fin, espero que hechos tan monstruosos hagan comprender a la sociedad lo que sucede en los cuarteles.


Pd: Mi felicitación a los honrados militares que han denunciado lo que ha acontecido.


Luis Gonzalo Segura, exteniente del Ejército de Tierra.


 http://blogs.publico.es/un-paso-al-frente/2016/10/18/6827/



‘Nadie es Haití’, el grito por la indiferencia ante el drama haitiano en las redes.



 ‘Nadie es Haití’, el grito por la indiferencia ante el drama haitiano en las redes. 


 El huracán Matthew causó en Haití al menos 546 muertos, según el balance oficial, aunque algunos recuentos realizados por medios internacionales cifran en más de mil el número de víctimas mortales.


 Además, decenas de miles de personas han perdido sus hogares y unas 1,4 millones tienen la urgente necesidad de recibir asistencia humanitaria. No obstante, la indiferencia ante esta circunstancia parece reinar en la opinión pública. 


Es lo que denuncia precisamente una nueva campaña nacida en las redes sociales: ‘Nadie es Haití’. 




Este contundente eslogan protagoniza una viñeta del dibujante catalán Miguel Villalba Sánchez en la que se ve a un bebé flotando encima de una tabla en mitad de la destrucción causada por el huracán, y que sirve para denunciar la falta de atención que se le ha dado a la tragedia en redes sociales.


El país caribeño todavía lucha para recuperarse del devastador terremoto que en 2010 se llevó la vida de alrededor de 200.000 personas y redujo a escombros gran parte de Haití. Sin embargo, el desastre no ha tenido la repercusión en redes que otras tragedias, como las de París o la de Orlando.


Por ello, muchas voces ya se alzan para no olvidar a algunas de las víctimas, que no valen menos que las otras.


http://theobjective.com/#!nadie-es-haiti-el-grito-por-la-indiferencia-ante-el-drama-haitiano-en-las-redes





miércoles, 19 de octubre de 2016

Inmigrantes se rebelan en un CIE y el ministro es reprobado por el Congreso



39 inmigrantes del CIE de Aluche han pasado la noche en el tejado manifestándose y pidiendo libertad. Y horas antes, el ministro del Interior, Fernández Díaz, era reprobado por el Congreso por la “operación Cataluña”.
 
Inmigrantes que se encuentran encerrados en lugares que hacen parecer paraísos a las otras cárceles. Los CIE (Centro de Internamiento de Extranjeros) son las únicas cárceles donde se encierran a personas que no han cometido delito, por el mero hecho de estar indocumentados, por haber llegado huyendo de la miseria y la guerra y entrar en un país sin tener autorización.
 
Los CIE son cárceles que funcionan peor que las otras cárceles. Lugares que no cuentan con un reglamento, a pesar de haberlo requerido al gobierno en múltiples ocasiones. No disponen de zonas recreativas y no cuentan con ningún régimen de visitas, donde se come mal, donde hay gran cantidad de denuncias de abusos y torturas y donde existe una atención médica deficiente, por parte de empresas privadas. 
 
 
Y todo ello para saber que en un plazo de tiempo corto los reclusos inmigrantes van a ser devueltos a otro país (no siempre el suyo).
 
 
 
Los CIES dependen del Ministerio del Interior, cuyo titular, el meapilas Jorge Fernández Díaz, opusdeista de honor, está orgulloso de su funcionamiento, a pesar de reconocer que no tienen ningún reglamento y que las cámaras instaladas dentro dejan muchas esquinas oscuras que no graban posibles actos delictivos. Actos que por otra parte, han sido denunciados por la ONU hace tres años, sin que se haya corregido nada.
 
Este ministro capaz de condecorar a vírgenes, de aparcar con ayuda de su ángel de la guarda: Marcelo, de hacer leyes, como la mordaza,  que pueden convertir simples manifestaciones pacíficas en actos ilegales, que coloca cuchillas en las vallas fronterizas y practica las devoluciones en caliente; mientras que recibe a amiguetes como Rato, presunto delincuente, de forma inusual en su despacho, o persigue a sus adversarios políticos utilizando a su policía –esta ha sido la causa de que le reprobaran ayer--, es un defensor a ultranza de los CIE, es un hombre de comunión diaria, de procesión constante y de incienso, al que le importan un comino los derechos humanos, y más si se trata de personas que huyen de sus países donde los sátrapas, las bombas y el hambre les empujan a escapar de su propia vida, a abandonar lo suyo y a los suyos.
 
A Fernández Díaz le da igual. Le da igual porque es un chupacirios inhumano, capaz de mantener una hipocresía por la que todos los días llega limpio de pecados a su despacho. Arrepentido y con el derecho de volver a empezar, para después volverse a arrepentir. Cree que su dios le defiende y le permite actuar a su manera. Su dios y unos millones de votantes que cuentan con la ceguera suficiente para mirar a otro lado, mientras este personaje no hace sino cometer tropelías y abusar del poder para conculcar derechos humanos y democráticos fundamentales.
 
Salud y República
 
 
 
 

Centro de internamiento de migrantes en Aluche (Madrid)

 
 

¿Guantánamo? No, Madrid.

 
 
 

Centro de internamiento de migrantes en Aluche (Madrid) esta madrugada.


martes, 18 de octubre de 2016

LA DERROTA DE LA OTAN EN SIRIA PODRÍA DESATAR UNA GUERRA NUCLEAR MUNDIAL


Fotografía publicada por el diario sensacionalista británico Daily Star el 14 de octubre de 2016. En la noticia se advierte de un posible ataque nuclear de Rusia contra Estados Unidos, amenaza que habría llevado a EE.UU.  a aumentar su nivel de alerta nuclear. La incansable propaganda mediática contra Rusia busca preparar a las sociedades occidentales para aceptar la guerra y para identificar al enemigo.
 
La evidente derrota en Siria de los terroristas takfirís patrocinados por la OTAN y las dictaduras del Golfo, nos puede conducir desgraciadamente a una guerra mundial encabezada por los dos bloques capitalistas que desde hace tiempo libran una batalla política, económica, financiera y militar por liderar el llamado Nuevo Orden Mundial en las próximas décadas: por un lado el viejo bloque EE.UU-OTAN, que impone su modelo de "globalización" al resto de países a golpe de chantaje económico y por la fuerza para apoderarse de sus recursos y vaciar de soberanía a los Estados. 
 
 
Y por otro, el eje Rusia-China (al que se unen potencias regionales como Irán, o incluso dos potencias nucleares como India y Pakistán que forman parte de la Organización para la Cooperación de Shangai [1]) cuyo modelo de cooperación y de comercio entre países se basa en el interés mutuo, en el respeto por la soberanía de los Estados, en la no injerencia en los asuntos internos de otros países, y en el respeto por el Derecho Internacional que EE.UU. pisotea a diario.
 
 
 
El imparable declive de la hegemonía global de EE.UU., vigente desde hace más de 50 años con el dólar como moneda predominante, incrementa la necesidad por parte de la élites de EE.UU. de iniciar una guerra internacional para intentar frenar a sus potencias rivales, siguiendo la Doctrina Wolfowitz 
 
 
[2]. Una guerra que con la actual tecnología de la que se dispone será una Guerra Nuclear cuyas consecuencias serían catastróficas. Sobretodo para Europa, donde EE.UU. alberga unas 180 bombas atómicas sin que a ningún Parlamento ni medio de comunicación parezca preocuparle. 
 
 
Los ciudadanos europeos ni siquiera lo saben, a pesar de que están en el centro de una posible guerra mundial. ¿Quién nos puede garantizar, conociendo los antecedentes, que un conflicto internacional de este tipo no va a producirse en un futuro próximo?
 
 
Según los estimados de la Federación de Científicos estadounidense (FAS, siglas en inglés), Estados Unidos tiene actualmente 70 bombas atómicas B61 en Italia (50 en la base de Aviano y otras 20 en la de Ghedi Torre), 50 más en Turquía y otras 60 en Alemania, en Bélgica y en los Países Bajos (20 en cada uno de esos Estados), lo cual haría un total de 180 bombas atómicas estadounidenses desplegadas en Europa. (...) En resumen, las nuevas bombas atómicas que Estados Unidos se dispone a desplegar en Italia y en otros Estados de Europa –en el marco de su escalada contra Rusia– son nuevas armas que hacen más probable el inicio de un ataque nuclear. (...) Con las nuevas bombas nucleares estadounidenses B61-12 desplegadas en territorio italiano, más los F-35 y el MUOS, lo que sí es seguro es que el país atacado tendrá a Italia como blanco prioritario de las represalias nucleares. [3]
 
Después de aplicar sanciones económicas y financieras contra Rusia, de imponer sus "cambios de régimen" contra gobiernos no alineados con Washington bajo el eufemismo de "primaveras árabes" o "revoluciones de colores", de rodear a Rusia y China con sus bases militares, de manipular la "crisis de los refugiados" para alejar a Europa de Rusia (de Eurasia), de utilizar y manejar al "terrorismo yihadista" a su favor, de financiar a la oposición y a los medios de comunicación para atacar a Putin y oponerse a la soberanía de Rusia, y de aplicar múltiples artimañas legales e ilegales a todos los niveles, EE.UU. ve con impotencia cómo todo su esfuerzo es inútil para frenar el crecimiento e influencia político-económica de Rusia-China en el tablero geoestratégico mundial. 
 
 
 
Fue este miedo por parte del poder económico y político estadounidense ante la nueva unión de Rusia y China, lo que les llevó a iniciar la invasión de Afganistán en el año 2003. El derribo de las Torres Gemelas y la captura de Osama Ben Laden fueron sólo la excusa perfecta para que la "comunidad internacional" aceptara su guerra imperialista, que continuó después hacia Irak, Libia y Siria. En el año 2001, según un documento del propio Pentágono llamado Quadriennal Defense Review, EE.UU. ya había planeado la invasión de Afganistán ante el temor de que la cooperación entre Moscú y Pekín les hiciera fracasar en su intento de dominar Eurasia [4], "el pivote del Mundo" según teorizó el británico Mackinder [5]. Desde la invasión de Afganistán hasta las "primaveras árabes" de hoy en día se esconde la intención de EE.UU. de frenar el surgimiento del bloque multinacional y multipolar liderado por Rusia-China que trata de relegar a EE.UU. a un segundo plano y arrebatarle su hegemonía global.
 
 
Incluso un acontecimiento ocurrido en Europa como fue el Brexit, presentado por la prensa occidental como una "victoria del pueblo frente a la austeridad europea" y aparentemente alejado del juego geopolítico entre potencias, supuso un duro golpe para Washington, ya que detrás de esa decisión está la intención de la City de Londres de que Reino Unido se convierta en el "caballo de Troya" chino para la entrada del yuan en Europa en detrimento del dólar, y un acercamiento de Londres al eje Moscú-Pekín [6]. Washington, asfixiado por su propio modelo económico insostenible y en crisis permanente, ya no es capaz de imponer de forma unilateral sus dictados al resto del mundo. 
 
 
 
En Siria se está demostrando de forma nítida esta realidad que tratan de ocultar los medios corporativos occidentales utilizando grandes dosis de manipulación informativa. Su estrategia de utilizar a sus escuadrones de la muerte de Al Qaeda (en sus diferentes y "renovadas" versiones) para derrocar al legítimo gobierno de Al Assad ha fracasado debido principalmente a la oposición de Rusia (algo que Rusia ya debería haber hecho anteriormente cuando la OTAN invadió en 2011 Libia y asesinaron extrajudicialmente a Gadafi ante los ojos de todo el mundo). 
 
 
Ante esa derrota sobre el terreno, EE.UU. y sus aliados en la región (Turquía, Israel y Arabia Saudí principalmente) están intentando de nuevo inundar a Siria de terroristas llegados desde Irak, una vez que han dado por perdida su batalla en Alepo, pese a la enorme propaganda de guerra desplegada en los últimos meses. La ONU está evacuando en autobuses a los terroristas del este de Alepo [7]. No los trasladan ante los tribunales internacionales por cometer crímenes de guerra, crímenes que se siguen ejecutando actualmente por parte de los "rebeldes moderados" atrincherados en Alepo (ver vídeo). No. Los rescatan para volver a enviarlos a Siria bajo las órdenes de EE.UU.-OTAN. 
 
 
 
De hecho, la operación para "liberar Mosul" iniciada el pasado sábado 15 de octubre consiste precisamente en desplazar a más de 9.000 yihadistas del Estado Islámico desde Mosul hacia las regiones de Al Raqa, Ibdil y Deir Ezzor en Siria. Incluso algunos analistas afirman que el bombardeo del pasado 17 de septiembre sobre las tropas del ejército sirio ejecutado con total impunidad por EE.UU. en Deir Ezzor, trataba de despejar el camino para la llegada ahora de los terroristas procedentes de Mosul. 
 
 
Esta "liberación de Mosul" es idéntica a la "liberación" de Yaralablus por parte del ejército de Turquía [8] a principios de septiembre, cuando el Estado Islámico cedió su sitio a Turquía sin que se produjera ni un sólo disparo, lo cual demuestra que la OTAN y sus aliados dirigen y apoyan a los grupos terroristas que dicen cínicamente combatir y los mueven según sus intereses estratégicos [9]. Si Rusia continúa apoyando a Bashar al-Assad y elimina a esta nueva remesa de terroristas, a EE.UU. no le quedará otra opción que entrar en una guerra directa contra las tropas rusas en Siria para evitarlo. O eso, o renunciar al "cambio de régimen" en Siria, algo poco probable puesto que sería reconocer su derrota frente a Putin y confirmaría la pérdida de influencia de EE.UU. en Oriente Medio. 
 
 
 
A pesar de que sea una auténtica locura iniciar una guerra contra Rusia en Siria, ¿alguien puede poner la mano en el fuego por EE.UU.? No se trata de una "teoría de la conspiración", sino de una realidad que se está barajando desde las élites occidentales. Sin ir más lejos el Instituto de Asuntos Internacionales y de Seguridad de Alemania (SWP, por sus siglas en alemán), un think tank cercano al gobierno de Ángela Merkel así como a la Comisión Europa y la OTAN y a grandes corporaciones que lo financian (como British Petroleum, por ejemplo), alerta en un documento fechado el 17 de septiembre de 2016 de la posibilidad real de llegar a una guerra nuclear entre EE.UU. y Rusia que implicaría necesariamente a toda Europa, y señala las directrices que debería seguir la Unión Europea en este asunto tan delicado. Si existiera la "libertad de prensa" en Europa, y si los periodistas respetasen el "derecho a la información" y los medios de comunicación cumplieran realmente con su labor de informar a los ciudadanos y de fiscalizar a los gobiernos, este documento debería estar en la portada de toda la prensa occidental y en la agenda política de todos los gobiernos y partidos de la oposición.
 
 
El documento en cuestión está fechado en septiembre de 2016, tiene 28 páginas, se titula "La política estadounidense hacia Rusia y Europa. Reglas de seguridad" y dice abiertamente que "la política de EEUU hacia Rusia se centra, principalmente, en la preparación de una guerra nuclear, lo que implicaría una gran parte de Europa" (sic). Se dice, también, que en los "principales círculos" del poder militar y político se está debatiendo actualmente esta política, "porque el peligro de guerra nuclear no es un riesgo abstracto, hipotético" dado que "la primera y más importante característica estructural de las relaciones ruso-estadounidenses es la capacidad mutua de aniquilación nuclear". (...) "este riesgo aumenta aún más por la forma en la que EEUU y sus aliados de la OTAN están escalando el conflicto con Rusia en Europa del Este y Siria, y por la planificación avanzada de una guerra nuclear". (...) "una Rusia revitalizada, desde la perspectiva de los planificadores militares del Pentágono, es considerada el enemigo potencial en un momento de grandes conflictos de poder" [10]
 
 
Esta posibilidad de una futura guerra internacional con epicentro en Siria, se declare como tal o no, se inicie más tarde o más temprano, ya tiene un culpable desde mucho antes de iniciarse: "la Rusia de Putin". Desde que Vladimir Putin llegara al poder y decidiera aplicar una agenda política soberana dirigida a defender los intereses de Rusia en el mundo por la vía de la diplomacia y el respeto mutuo, su imagen se convirtió en el centro de los ataques políticos y mediáticos desde Occidente. Este ataque personal y esta confrontación entre potencias se incrementó de forma notable tras el golpe de Estado neonazi ejecutado en Ucrania en 2014 organizado y apoyado por EE.UU. y la Unión Europea, tras la legítima decisión del presidente Yanukovich de firmar varios acuerdos económicos y financieros con Rusia que eran mucho más ventajosos para Ucrania que los ofrecidos por la Unión Europea (privatizaciones, recortes sociales y del gasto público, deuda impagable, etc.). 
 
 
A raíz de ese golpe de Estado de corte neonazi ("Euromaidán"), Crimea decidió pacífica y democráticamente unirse de nuevo a la Federación de Rusia a la que históricamente había pertenecido, huyendo de la represión contra la población ruso-parlante y del "paquetazo neoliberal" que impuso el régimen ucraniano y sus batallones neonazis. 
 
 
Aún así, estos hechos siguen siendo presentados hoy en día por los medios occidentales como "una invasión rusa de Ucrania" que se "apropió de Crimea por la fuerza". Putin es el culpable de los males de la humanidad, incluida la pérdida de la hegemonía mundial de EE.UU. En el colmo del cinismo y de la hipocresía, el vicepresidente Joe Biden acusó sin pruebas a Vladimir Putin de interferir en las elecciones estadounidenses (lo hizo durante una entrevista para NBC News), cuando está más que demostrado que EE.UU. financia a cientos de grupos opositores en Europa, Latinoamérica, Oriente Medio, África y en todos aquellos países del mundo a cuyos gobiernos pretende eliminar.
 
 
 En marzo de 2014 Hillary Clinton llegó a comparar a Vladimir Putin con Adolf Hitler. Si finalmente Clinton, que cuenta con el apoyo financiero de Wall Street, Israel y Arabia Saudí [11], llega a ser presidenta de EE.UU. una nueva Guerra Mundial está garantizada.
 
 
 
 
 

Algún día habrá que despertar y decirlo ¿no?: pues que sea ahora. ¡Abajo la mentira!


A ver si se puede oír esto:
Por la razón y el sentido común podemos decirle a este régimen que padecemos, a todos esos planes de economía futurista que nos invaden desde lo alto, desde donde Estado y Capital (que son lo mismo en todas partes) mandan y nos mandan encima que estemos informados y preocupados, como si nos fuera la vida en lo mismo que les va a Ellos: en el futuro de su dinero, de su euro o de su dólar o de su yen o como se llame, en el futuro de las ventas demenciales de sus averiados productos, de esos que están llenando de basura los sitios donde se podría –quién sabe– vivir.
Podemos porque se puede decirle que no, simplemente que no, sin necesidad de proponer nada a cambio (ya la gente sabe por lo bajo cómo apañarse sin Ellos o puede irlo sabiendo a medida que tenga que hacerlo): sólo hay que perder un poco el miedo personal y dejarse decirlo, porque ya está bien de que nos traten como a idiotas acojonados, que tiemblan por su futuro, que no piensan más que en la seguridad (¡ja!) que puede darles una cuenta corriente, en tener para pagar y seguir comprando chismes inútiles a costa de venderse y matarse por un puesto de trabajo de los que Ellos promocionaron y crean y nos obligan a tener o no tener, como a idiotas que están llenos de eso que tanto nos animan a tener: sueños e ilusiones personales (¡ejem!), y que por tanto, no se enteran de nada de lo que están haciendo. Todos los días por todos los medios, tratan de demostrarnos que eso es lo que somos: unos auténticos individuos (Ellos dicen “personas”, que es una cosa muy santa), y que no hay más en la gente que eso.
La penuria de cada día, la miseria que vemos dentro y fuera, hay que verla -nos dicen- como si fueran el bienestar y la riqueza mismos por el miedo a perderlas, a quedarse sin ello. No hay más que ver esos lamentos que se promocionan por ahí, que hacen a tantos salir indignamente a reclamar más empleo, más educación, más sanidad pública a las calles, olvidados de que tal vez no hace mucho, antes de que les informaran sobre recortes y demás amenazas futuras, ellos mismos podían haber estado echando pestes de todo eso que llaman empleo, educación o sanidad, lo mismo públicos que privados. Es lo que está mandado pensar: que hay que dar gracias al señor y seguir así, progresando en lo mismo, porque, si no, podríamos volver a las cavernas. Pero qué pasa si en vez de engañarnos sin lo que ellos nos venden, que bien mirado, no puede ser nada de verdad bueno ni deseable para nadie. Todo el mundo sabe que son sustitutos. Sirven para llenar unas vidas contabilizadas previamente, que consisten en un tiempo vacío en que temer o esperar un futuro y otro futuro, que eso no merece llamarse ni vida, que es una existencia abstracta y sosa a más no poder. El dinero acaba con las cosas.
Para perder ese miedo, no hace falta más que dejarse pensar y decirlo, el alivio y el ahorro que sería para todo el mundo no tener que seguir contribuyendo a sostener tanta insensatez, que no haya papeles que hacer a todas horas, que no haya que ir a ningún sitio por obligación, ni trabajo ni vacaciones ni semana laboral que engorden los bancos, que no haya oficinas ni bancos ni ministerios ni más ventas de pisitos, automóviles y demás inutilidades. ¡Eso sí que sería economía de la buena, sin estados ni fronteras, la de la gente viviendo en la tierra, libre de todos esos estorbos de Estado, Trabajo, Dinero, Familia, libres del Hombre y su Historia! ¿No sentís cómo tiemblan los padres de la patria eterna, los ejecutivos creyentes en el Futuro? Quien diga que no se puede será que tiene algún interés en mentir, porque poderse, claro que se puede, que nada de verdad lo impide.
Sólo que a la gente le han dicho que algún gobierno de lo alto, algún orden tiene que haber, hecho de leyes y policías, porque si no, el caos, la ley de la selva y el comerse los unos a los otros. Pero no puede ser tan tonta la gente para creerse eso ni dejar que nadie se lo crea ¿no?, porque eso nunca se ha visto más que en fantasías o películas: el único caos y la única jungla que conocemos son éstos que han producido la administración de los estados al servicio del Dinero con toda violencia impuesta, los tenemos delante cada día sus horrores, sólo con fijarnos en el tráfico mismo. El miedo a los fantasmas de lo que podría pasar si no nos defendieran las leyes y sus fuerzas armadas de esos fantasmas que ellos mismos fabrican para asustarnos, sólo ese miedo vano, esa fe en que estamos seguros contra los fantasmas de las guerras y hambrunas que salen por televisión, parece ser más que nada lo que permite que la pesadilla real continúe.
Pero no puede hacerse creer por siempre a la gente que el terror en que “vivimos” es normal. Como decíamos al principio, aparte del miedo personal que nos han metido, vive entre la gente la razón y el sentido común que pueden decirle que no a toda esa organización del Dinero sin miedo ninguno, porque es horrible y mentirosa, y caiga quien caiga. Algún día habrá que despertar y decirlo ¿no?: pues que sea ahora. ¡Abajo la mentira!
¿O es que no se piensa que a lo mejor las mujeres y sus hombres, libres del dinero, podrían vivir y dejar vivir? Porque lo que es con Él…
Otro día seguiremos razonando, que ya se sabe que no se derriba el régimen de un soplo, pero mientras tanto cabe acá abajo corroer la fe en las mentiras que lo sostienen y dejarlo que se hunda.
¡Salud y a ello!


 

Texto © Agustín García Calvo
 
Publicado anteriormente en: Antología “Foto-grafías de Agustín García Calvo”, publicada en el segundo número de Revista Erosión,  2013, y en la edición n°20 de BICEL, boletín interno de la Fundación Anselmo Lorenzo, 2012





domingo, 16 de octubre de 2016

Las olvidadas


Nosotras,
que no somos costilla,
sustento del patriarcado

Nosotras,
que no somos corriente,
contra el sentido normal de las marchas

Nosotras
que no somos ramas
que somos raíces

Nosotras
que no somos tendencia
ni colores
ni lilas, ni violetas, ni rosas
ni cuerpos en venta, escaparates con bonitas ofertas

Nosotras
que sufrimos las violencias,
las del Estado, las familiares, las de pareja
las propias y las impuestas

Nosotras
las abuelas de la Plaza de Mayo

Nosotras
las nietas de la guerras

Nosotras
pacifistas sinceras
las camareras de pisos
las heroínas sin calles
las que protestan en alto
las punkys en catedrales
las madres de Alfon y Carlos

Somos Ester Quintana
Somos Patricia Heras

Nosotras
las sufragistas, las anarquistas
las de la huelga de sexo
Lisístratas en Grecia, Colombia o Kenia

Nosotras
Somos Rosa Parks, una sencilla costurera

Nosotras
Las brujas, las hechiceras

Nosotras
Somos la pluma de Mary Shelley

Nosotras
Somos Louise Michel en las barricadas

Nosotras

Abuelas, hijas y nietas

Nosotras

Somos ellas


JORGE MAíz ChACÓN
 
en Contra: poesía ante la represión.
 
 Coordinadora Antirepresión de Murcia
 
 

Tiempo de Podemos, con dudas en el paisaje

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Es prácticamente imposible que el ‘no’ a Rajoy triunfe en el Comité Federal del PSOE. Porque los mismos miembros de ese órgano que hace dos semanas votaron por mayoría echar a Pedro Sánchez secundarán la propuesta de abstención. Queda por saber cuántos de los que entonces apoyaron al secretario general cambiarán ahora de bando. No puede haber otro tipo de sorpresa.


 Los socialistas saldrán de la reunión divididos y muy enfrentados y así seguirán en el futuro previsible. En esas condiciones, la gestión de la política de oposición se antoja muy difícil y estará marcada por la debilidad orgánica y operativa. Lo cual tenderá a conferir a Podemos el protagonismo de esa oposición. La incógnita está en saber si el partido que dirige Pablo Iglesias estará a la altura de tal tarea.


Hoy por hoy no hay nadie ni nada que pueda unificar las dos corrientes que existen en el interior del PSOE. Una que mira al pasado, que cree que las políticas de centro-izquierda y de cerrazón frente a los nacionalismos aplicadas durante décadas son las únicas que pueden frenar la caída electoral de los últimos años. Y, sin propuestas muy claras al respecto, otra que cree que hay que cambiar de orientación, que hay que escorarse a la izquierda para recuperar una parte del voto que les ha arrancado Podemos y que en ese camino hasta puede que haya que abrirse a acuerdos tácticos con los independentistas.


A esa disyuntiva se añaden las muchas heridas aún abiertas de pasados enfrentamientos, las enemistades irreconciliables sin cuento, los deseos de renovación interna, las ansias por acabar con los poderes fácticos del partido, los intereses localistas y regionalistas de todo tipo y, sobre todo, las enormes dosis de intolerancia hacia el rival que se producen en las organizaciones en declive.


 Sólo un nuevo liderazgo incontestable y basado en un proyecto ilusionante y creíble podría modificar ese estado de enfrentamiento interno sin cuartel que, además, viene de muy lejos. Y nada de eso aparece como posible en el PSOE ni hoy ni en el medio plazo en el que puede jugarse la suerte definitiva del partido.


Para un partido en esas condiciones, la oposición es un reto que seguramente ahondará la división interna. Si la hipótesis más probable es que una parte del grupo parlamentario rompa la disciplina, no se abstenga y vote ‘no’ en la investidura de Rajoy, es previsible –si no seguro– que esos diputados, y quién sabe si alguno más, rechacen un entendimiento del PSOE con el PP en el próximo debate presupuestario.


A la derecha no le importarán tales desgarros, le bastará con que una parte del PSOE secunde sus propuestas. Al menos en las cuestiones corrientes, aunque decisivas, como el presupuesto o las otras muchas pendientes de similar porte. Tal vez no tanto cuando lo que haya que afrontar es el extraordinario conflicto del Estado central con Cataluña. Ahí las voces discordantes con la ortodoxia del nacionalismo español pueden tener más peso.


Pero la división, además de amenazar con una ruptura definitiva, puede ser paralizante para el PSOE.


La mayor parte de crónica de ese desastre está aún por escribirse. Falta el capítulo del futuro congreso socialista, del que habría de salir la nueva dirección y puede que hasta la escisión de los que no se sientan representados por ella. Y también el resultado de las próximas elecciones. ¿Quién o qué puede disuadir al PP de disolver las cámaras cuando haya obtenido sus objetivos inmediatos en las actuales y vea al PSOE abocado a un desastre electoral? ¿A partir de la vuelta del próximo verano, por ejemplo?


En esa perspectiva, Podemos aparece como una referencia que hasta ahora no ha sido. En el último mes sus posibilidades de convertirse en el protagonista de la oposición a la derecha han crecido en una medida que nadie podía prever tras el chasco de los resultados electorales del 26-J. Su objetivo fundacional de acabar con el bipartidismo que ha dominado la escena política española de los últimos 40 años parece más próximo que nunca, al menos en lo que se refiere a una de las dos partes de esa fórmula. ¿Sabrá Podemos gestionar ese éxito imprevisto o naufragará en la inmensidad de la tarea que le puede caer en las manos casi sin proponérselo?


Surgen todo tipo de dudas a la hora de responder a esa pregunta. Algunas son las mismas que se plantearon cuando hace unos meses se comprobó que las urnas habían defraudado sus expectativas electorales. Dudas sobre la eficacia del pacto con Izquierda Unida y el sesgo ideológico que este implicaba. Dudas sobre la solvencia de su programa, sobre la consistencia de sus proyectos políticos de transformación de la sociedad. Dudas sobre la preparación y la experiencia políticas de sus dirigentes. Dudas, en fin, sobre la capacidad de Podemos para ofrecer una propuesta de futuro y de no ser únicamente un instrumento para el rechazo del presente y del pasado.


En los últimos tiempos, dos capítulos se han añadido a esa lista. Uno es el de la consistencia del partido Podemos, suscitado por las desavenencias internas que se han registrado en el mismo. Esa dinámica parece haberse frenado. La crisis del PSOE y la aparición en el horizonte de nuevas posibilidades de actuación han debido contribuir mucho a eso. Lo que queda por saber es si el debate interno abierto va a contribuir a que Podemos avance en la solución de sus problemas y carencias o si se va a limitar a dilucidar una lucha por el poder, que existe y que no se limita a la querella entre sus dos principales dirigentes.


La otra es la posición de ese partido en lo que algunos llaman la cuestión territorial y otros el modelo futuro del Estado español. Hasta ahora Podemos ha resuelto el asunto afirmando sin mayores matizaciones, que son imprescindibles, que España es un estado plurinacional y expresando su apoyo al derecho a decidir de los ciudadanos de las nacionalidades históricas. Está claro que eso podía bastar para juntar al partido con las confluencias catalana, vasca, gallega y valenciana en un mismo proyecto electoral. Pero ahora hay que dar algún paso más si se quiere ser una referencia política general. Aunque eso plantee serios problemas de entendimiento con las citadas confluencias, cuya vocación de ir por su cuenta es cada vez más clara.


Contrariamente a lo que se pensaba hace muy poco, ante Podemos se abre la oportunidad de dar un salto adelante. En el Parlamento y en la sociedad, en contacto con lo que de protesta bulle en la misma. Sus insuficiencias actuales y el previsible redoblamiento de los ataques y del ninguneo por parte de los que se oponen a cambio y de sus instrumentos mediáticos pueden frustrarla. No se pueden hacer pronósticos sobre cómo terminará la película.


Carlos Elordi



sábado, 15 de octubre de 2016

Y Don Vito canta “La Traviata” (a medias)

Más de lo que se esperaba aunque no todo lo que sabe. Paco Correa, alias “D. Vito”, alias “Il Padrino” ha decidido cantar. Eso sí, lo hace a su modo. Da la nota buena en algunos casos, mientras que calla, otorga o defiende y ampara según qué y a quién.
Tal como hace el verdadero “Padrino”, cuida de su “familia” (mafiosa), eso sí, desprecia y castiga a los traidores y mantiene el tipo con los poderosos sin llegar a acusarles abiertamente. Se ceba con quien puede pero sabe que en la mafia no hay enemigo pequeño so pena que se acabe con él.

Y sí, la historia de Gürtel no podía empezar de otra manera. Al igual que la película del otro Don Vito (Corleone), la de Don Vito Correa también empieza con una boda. Una boda en El Escorial, donde se reúnen todos los miembros de la familia. ¡Qué bonito!

Como buen mafioso, Don Vito Correa, cercado por las circunstancias y la justicia, decide cantar a su manera. Empieza diciendo que él no es un mafioso, ¡faltaría más!, aunque demuestre un código del honor propio de la “Cosa Nostra”. Correa asevera que lo suyo no es delinquir, sino hacer negocios, hacía lo que todo el mundo.



Niega que conociera la palabra cohecho, él simplemente hacía regalos a quien le servía, a cambio de comisiones, como todos, si no sería un desagradecido. Entregaba dádivas que no podían ser rechazadas (coches, fiestas, viajes, dinero en efectivo). ¿Cómo no lo iba a hacer si le estaban dando el 3% de los contratos conseguidos?

La culpa de que lo suyo haya ido a más la tiene Baltasar Garzón, que fue quien empezó la instrucción de su causa. Porque sumido en implicaciones políticas se dejó llevar por la venganza, cuando todo podía haber sido arreglado con una colleja y una multa administrativa. Luego pagó su inquina, porque se lo cargaron. Recibió una inhabilitación, aunque más propio hubiera sido una cabeza de caballo.

Y si defraudó Haciendo no fue por ahorrar dinero, fue por cuestiones ideológicas. Decepcionado por el sistema le dijo a su asesor financiero: “Luis Miguel, quiero ser opaco, pero legal”.



Una combinación, seguramente difícil, pero que él intentó. Y buscó paraísos fiscales y comenzó a comprar inmuebles y bienes en otros países. Eso sí, que quede claro, no fue por evadir impuestos sino porque le falló el sistema, ¡pobrecillo!

Fíjense si era desgraciado, que se vio obligado a vivir en la calle Génova, con lo bonita que era su casa. Pero claro, tenía que tener cerca a Bárcenas y además allí le prestaban los sobres que él rellenaba constantemente, sin que le dejaran tiempo para disfrutar de la otra familia.


Su verdadera “familia”, su verdadera casa, estaba en Génova. Es lo que tiene ser un simple trabajador.

Como buen capo mafioso su faceta protectora con la “familia” ha quedado bien fijada. Al pobre “Bigotes”, que es una persona excelente y buen trabajador, le mandó a Valencia porque tenía problemas financieros cuando le conoció. No sabía que tenía que liquidar el IVA y se quedaba con el importe del impuesto. ¡Minucias!

Tampoco podía faltar el traidor. Un tal José Luis Peñas, un Judas al que Correa anunció que cuando dejara de ayudarle –de pagarle por sus servicios-- le traicionaría. Y ahí han quedado las grabaciones probatorias.

 Y así fue. Con él empezó todo.

Y llegó un día en que el Partido Popular perdió el poder del gobierno central y se tuvo que reinventar el trabajo. Menos mal que el PP tenía poder en algunas autonomías como Valencia o Madrid, y allí, directamente o por medio de hombres de su confianza, de su familia camorrista, continuó con su digna acción y ayudó en campañas electorales, gracias a empresas generosas como OHL, Dragados o ACS, y consiguió mantener viva la llama de la corrupción actividad laboral.


Hoy, injustamente, en vez de darle la medalla al mérito del trabajo, le juzgan, sin entender que este hombre ha sido capaz de conseguir algo impensable. Que un partido, el PP, haya ganado elecciones dopado, y que su ejemplo haya cundido entre otros peperos de pro, que le han imitado (Granados y otros).


Mientras, sin que nadie se explique por qué, este mismo partido cuantos más Correas salen a la palestra, más votos saca.



No me dirán que este relato no tiene magia, o quizás mafia.


Salud y República


 


viernes, 14 de octubre de 2016

PASÓ HACE AÑOS...

A veces pienso, que me perdonen mis viejos compañeros y los que hoy les han tomado el relevo, que el PP, en lugar de gaviotas o lo que quieran decir que son las aves carroñeras que les representan, lo que tiene es un ejército de loros que se despliega para aterrizar sobre los hombros de quienes han de escribir sobre él, loros disciplinados y bien aleccionados que instruyen y aleccionan a los periodistas sobre lo que debieran ver en lo que en realidad están viendo.  
 
 
Ayer, el mecanismo funcionó a la perfección, al menos por unas horas, porque se repitió hasta la saciedad que Correa, con su declaración, estaba exculpando a Rajoy, algo que me dejó perplejo y que un análisis más minucioso y menos interesado de las palabras  del mafioso ejecutor de las órdenes de la no menos mafiosa dirección del partido al que servía deja claro que no es cierto, porque el discurso de Correa, muy medido, deja innumerables hebras de las que tirar para poner al descubierto toda la trama, en Madrid, en Valencia y en todas partes.
 
 
Los delitos de los que habló ayer y seguirá hablando hoy Francisco Correa no fueron cometidos en desiertos remotos ni en montañas lejanas, lo fueron, en su mayor parte, en la sede del PP en la calle Génova, 13 de Madrid, lugar donde tienen despacho todos los dirigentes importantes del partido y por cuyos pasillos circularon aquellos sobres tan comprometedores y de origen tan incierto, de los que más de uno fue a parar al bolsillo del propio Rajoy.
 
 
Lo que está haciendo Correa, con la innegable connivencia de la fiscalía es descender a las cloacas del PP, señalando el camino a quienes le siguen, aunque iluminando sólo al frente, por lo que se hace necesario que acusadores y periodistas escudriñen en todos los rincones por los que este "Don Vito" que no lo es, porque obedecía órdenes y servía a unos intereses muy claros, ha pretendido pasar como sobre ascuas.
 
 
Correa señaló al PP valenciano, responsable en gran medida del afianzamiento de Mariano Rajoy en la presidencia del partido, como un lugar a investigar, pero también citó claramente actividades para las que era necesaria la concesión o el contrato del gobierno, que, según él, se otorgaban a cambio de comisiones y mordidas. Bastaría con cotejar fechas y cargos, para, tirando del hilo apropiado, sacar la correspondiente ristra de chorizos.
 
 
En mi opinión, Rajoy, que ha pasado por varios ministerios, que se ocupó de campañas electorales y que ha tenido siempre cargos en el partido, en absoluto queda a salvo de las acusaciones de Francisco Correa, como tampoco queda a salvo José María Aznar, presidente del partido en los tiempos en que Correa aterrizó en Génova, de la mano de Alejandro Agag, el que llegaría a convertirse en yerno de tan siniestro personaje en la no menos siniestra boda de El Escorial. 
 
 
Basta con mirar desde abajo, con dejarse llevar, no mucho, sólo lo suficiente, del resentimiento de quien ha visto hundirse su país en manos de tan ilustres corruptos.
 
 
Por eso me enciende la sangre el silencio vergonzante e hipócrita del falsario Albert Rivera.
 
 
 Por eso me llevan los demonios cuando escucho decir al presidente de la gestora del PSOE que todo lo que estamos oyendo, esa basura, esa delincuencia de cuello blanco, ese tres por ciento de sobrecoste en todo lo que contrataba la administración, las administraciones, no debe ser una barricada que impida hablar a los buenos con los malos. 
 
 
Por eso me revienta escuchar a la Dolores Cospedal decir que eso pasó hace años o a Pablo Casado decir que él estaba en COU, como si uno y otro no hayan disfrutado de los resultados de toda esa trama mafiosa que, ayer, Don Vito puso al descubierto con la naturalidad del que habla del tempo en un ascensor.
 
 
Pasó hace años, pero sigue pasando, y, si el país está como está, si los corruptos se siguen dando por absueltos porque les votan, es porque todo ese dinero que era nuestro y nos robaron, ha servido para tomar ventaja sobre otras fuerzas políticas y porque, con él, se han callado bocas y se ha engrasado la maquinaria de engañar.
 
 
Pasó hace años, pero sigue siendo un crimen y lo tienen que pagar.
 
 
 

La lucha de clases es algo obsoleto, antiguo



Pero los "modernos" te la refriegan por la cara todos los días.



*



 




jueves, 13 de octubre de 2016

Eldoret está decidida a matar a los niños de la calle


Los activistas muestran su preocupación por el hecho de que la violencia policial contra los niños sin techo de Eldoret, en Kenia, se está transformando en una operación organizada para exterminarlos.


Era domingo así que se limitaban a pasar el tiempo y a esnifar pegamento. Las tiendas estaban cerradas y el mercado, medio vacío.  No había mucha gente en la calle y no tenía sentido pedir limosna. Así que muchos de los niños de Eldoret se quedaron en el vertedero de basura. Fétido y pestilente, este páramo se había convertido en un refugio para los menores vagabundos de la quinta ciudad más importante de Kenia, situada lejos de la capital.


“Las barracas de California”. Así se conoce el vertedero que da cobijo a 700 niños y jóvenes vagabundos. A menudo duermen allí y se alimentan de los restos de comida de hoteles o de fruta que ha sido desechada por los supermercados de la zona. El basurero también los protege de la sociedad y de los policías locales, que no soportan el hedor.


Sin embargo, eso no fue lo que ocurrió ese día; el penúltimo domingo de mayo. Eran casi las cuatro de la tarde de un día frío. Algunos de los niños dormían. Otros, esnifaban cola para calmar el hambre. Situaban sus fosas nasales cerca de los contenedores de plástico. Algunas chicas adolescentes compartían sus contenedores con los bebés atados a sus espaldas.


En el laberinto de callejones situado más arriba, la policía avanzaba en silencio desde tres frentes distintos. Los agentes municipales, conocidos como los askaris, iban equipados con garrotes y llevaban la delantera. Los agentes de la Policía Administrativa, una temida unidad estatal paramilitar, los seguían con rifles y gases lacrimógenos.


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Los trabajadores sociales denuncian que varios niños han desaparecido o han sido encontrados muertos tras ser detenidos por la policía. Google images.
 

Los habitantes de las barracas de California están acostumbrados a la brutalidad policial. Muchos de los que estaban allí ese domingo, como por ejemplo Samuel Asacha, ya la habían sufrido en carne propia. Diez años atrás, cuando tenía 15 años, un policía conocido por su brutalidad le arrancó un ojo. 

 En 2014 el mismo oficial atacó con ácido a Shereen, que por aquel entonces tenía 10 años, y Shelagh, que tenía 14. Les desfiguró la cara.


Sin embargo, esa redada no era como las demás. No era una acción de acoso improvisada sino una operación meticulosamente planificada y que hasta ese momento había sido mantenida en secreto por las autoridades de la ciudad.


“Lo hicieron sin previo aviso”, explica Eric Omondi, que a sus 20 años es, junto con Samuel, uno de los veteranos o “prefectos” de las barracas de California. “Fue una emboscada. Los niños gritaban, la policía nos atacaba con gases lacrimógenos”, explica.

Encontraron los cuerpos de seis niños. En los dos días siguientes los cadáveres de cinco niños más aparecieron río abajo. Los trabajadores sociales identificaron al mayor de ellos; Zakayo, de 16 años. El más joven, conocido como “Ndogo” o “Pequeño” tenía 9.


Los policías avanzaron en bloque y golpearon a los chicos, que se vieron obligados a retroceder y terminaron en el río Sosiani, que recorre el extremo sur del vertedero. Los bebés y los niños y las niñas, también aquellos con discapacidades, fueron empujados río abajo.


La policía los atacó sin piedad;  incluso atacó a una chica de 17 años, Mary, cuyo bebé se golpeó la cabeza contra el suelo. Ronny, un chico de 16 años, que iba en silla de ruedas desde que una excavadora que derribaba los refugios de los vagabundos lo arrojó el año pasado, no tenía ninguna posibilidad de escapar.


Mientras sus torturadores lo golpeaban sin cesar en la cabeza y en la espalda, les suplicó que pararan: “Les dije que si no paraban me iban a matar y me contestaron que no les importaba hacerlo si esto ahuyentaba a otros chicos”.


Algunos consiguieron esquivar el frente policial. Otros, no tuvieron tanta suerte y terminaron en el río. Si querían huir de las palizas no tenían otra opción que lanzarse al río. Las fuertes lluvias habían provocado una crecida de agua.


Muchos no sabían nadar, pero los más veteranos, como Omondi, habían ayudado a los más resistentes a llegar hasta la otra orilla. Fue entonces cuando la policía volvió a lanzar gases lacrimógenos. Los más débiles no lo pudieron soportar y empezaron a ahogarse.


Omondi encontró el primer cadáver. Se trataba de su amigo Francis Azmam, un chico de 13 años conocido como “Sudi” o “el afortunado”. El cuerpo había quedado atrapado en las raíces de un árbol que flotaba en el río. “Tenía muchas heridas en la cabeza, en el pecho, en las costillas, en el estómago y en la espalda”, indica.


Encontraron los cuerpos de seis niños. En los dos días siguientes los cadáveres de cinco niños más aparecieron río abajo. Los trabajadores sociales identificaron al mayor de ellos; Zakayo, de 16 años.


 El más joven, conocido como “Ndogo” o “Pequeño” tenía 9.



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La policía está acusada de cometer todo tipo de abusos. Google images.


Fue un día negro para los chicos de la calle de Eldoret. Sin embargo, no ha sido el único día de este año en el que han sido asesinados niños de esta comunidad.


Los activistas están convencidos de que el gobierno local quiere terminar con los niños vagabundos y ha decidido matarlos o, al menos, matar a unos cuantos para que los otros opten por huir.


La oficina del gobernador del condado, Jackson Mandago, niega estas alegaciones y asegura que las operaciones policiales tienen por objetivo terminar con los delitos menores. Muchas personas en la ciudad creen que los niños callejeros son los autores de los hurtos y otras infracciones que se cometen.


Sin embargo, según la organización Ex-Street Children Community, en febrero de 2015 se inició una campaña contra estos menores y en la primera de estas operaciones la policía lanzó perros contra más de 30 niños de la calle. Unos meses más tarde, en octubre, las autoridades del condado acorralaron a un grupo de 100 niños, los obligaron a entrar en un camión y los llevaron a Malaba, una ciudad situada a unos 130 kilómetros y cerca de la frontera con Uganda. Muchos de ellos regresaron a Eldoret a pie.


Los activistas señalan que los asesinatos empezaron después de este incidente. En lo que va de año, Ex-Street ha documentado la muerte de 14 niños, entre los que se incluyen tres chicos que fueron asesinados por la policía mientras huían y tres más cuyos cuerpos fueron encontrados días después de su detención. Al menos cinco menores más fueron detenidos y han desaparecido y otros dos, Kevin Simuyu, de nueve años, y David Kamau, de ocho, han desparecido sin dejar rastro después de que la policía les disparara 15 días antes de la redada en las barracas de California.

El conflicto étnico

 

Algunos creen que estos ataques obedecen a una motivación étnica. Muchos de estos niños vagabundos no pertenecen a la comunidad kalenjin, el grupo étnico del poderoso vicepresidente de Kenia, William Ruto.


Eldoret está situada en una región que ha sido testigo de los peores actos de violencia interétnica del país, en muchos casos debido a tensiones políticas en torno a la propiedad de las tierras. En 1991, los guerreros de la comunidad kalenjin exhibieron los fetos pertenecientes a mujeres muertas de la comunidad kikuyu en la carretera que lleva a Eldoret para expresar su ira por la supuesta usurpación de tierras por parte de los kikuyu.


La violencia alcanzó su punto más alto tras la reelección de Mwai Kibaki, un kikuyu, en 2007. Más de 1.200 personas fueron asesinadas a lo largo y ancho de todo el país, si bien los actos más sanguinarios tuvieron lugar en Eldoret. Numerosas mujeres y niños kikuyu se refugiaron en una iglesia para escapar de los guerreros kalenjin, que no dudaron en prender fuego al edificio y matarlos a todos.


Si bien los kalenjin y los kikuyu ya han hecho las paces y comparten el poder (el presidente Uhuru Kenyatta es un kikuyu), algunos políticos locales y clérigos afirman que los ataques contra los niños vagabundos forma parte de una campaña de intimidación para que todos los que no pertenecen a la comunidad kalenjin abandonen Eldoret.



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El presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, pertenece a la etnia kikuyu, y su vicepresidente es kalenjin, la ora etnia en conflicto. Google images.
 

“Si no paramos el asesinato de familias que viven en la calle, la violencia irá en aumento”, indica Peter Chomba, un legislador del condado perteneciente al partido gobernante y que es miembro de la comunidad kikuyu. “Si analizas lo que está pasando, llegas a la conclusión de que se trata de una campaña meticulosamente organizada. Atacan a profesionales de ciertas comunidades. Quieren que una sola comunidad tenga el control sobre este sitio”.


Con independencia del motivo, la muerte de menores de Eldoret en manos de la policía no resulta sorprendente para los keniatas. En repetidas ocasiones, los grupos de defensa de derechos humanos han expresado su preocupación por el hecho de que las ejecuciones extrajudiciales se han integrado en la cultura policial del país. Cada vez son más frecuentes los informes relativos a la ejecución de presuntos islamistas, autores de delitos menores e incluso defensores de los derechos humanos.


La semana pasada, el periódico Daily Nation publicó una base de datos de 122 personas muertas en manos de la policía en lo que va de año. La base de datos solo ha registrado dos asesinatos policiales en Eldoret y los activistas y algunos políticos afirman que hay un interés por encubrir los asesinatos de los niños vagabundos.


Los legisladores del condado indican algunos testigos que consiguieron grabar la operación policial en las barracas de California desde edificios cercanos han sido detenidos o la policía ha confiscado sus móviles.


Benson Juma, uno de los responsables de Ex-Street, fue atacado por un grupo de desconocidos que intentaron secuestrarlo y meterlo en un coche, unos días después de presentar una docena de testigos a the Guardian. Consiguió escapar en dos ocasiones distintas, gracias a la ayuda de los transeúntes. 


Se ha visto obligado a huir de Eldoret y se encuentra en un lugar seguro.


Kenia celebrará elecciones el año próximo y Juma cree que los ataques contra los niños de la calle no harán más que aumentar. “Esto empieza a parecerse a Brasil”, indica. “Enterramos, enterramos y enterramos a nuestros compañeros. No se puede soportar. Tal vez nos veamos obligados a hacer algo para que el gobierno comprenda que estamos hartos, para mostrarles nuestro sufrimiento”.


Traducción de Emma Reverter


 Adrian Blomfield – Eldoret, Kenia, theguardian