Mostrando entradas con la etiqueta Los Borbones. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Los Borbones. Mostrar todas las entradas

sábado, 9 de enero de 2021

Sumisión al imperio, clave del emérito

 

 

Sumisión al imperio, clave del emérito

 

El emérito y sus andanzas han dejado de ser tabú. Incluso a veces parece más bien estar en el tiro al plato, pero para recibir los impactos. Eso sí, nada que hablar de lo importante, eso sigue siendo ocultado, incluso más cuanto más se critica al emérito. Obviamente la inmensa mayoría de los españoles estamos indignados por las prácticas corruptas del emérito.

 

 Pero ¿por qué no desvelar ahora las estrechas relaciones de Juan Carlos I con Estados Unidos?, ¿por qué no informar de la íntima relación de la fortuna ilegítima del emérito con los grandes bancos y oligopolios que se beneficiaron de sus “gestiones”?

 

Salvo esta entradilla, éste no es realmente un artículo propio. Es gracias al trabajo y a la gentileza del grupo editorial Sauce de Unificación Comunista de España (UCE) que puedo ofrecer una rica coral de voces variadas de distintos investigadores valientes y de signo ideológico diferente -pero siempre leales a la verdad- que han expuesto públicamente las relaciones del emérito con el imperio. 

 

En todas ellas, de una u otra manera, persistentemente, aparecen los grandes centros de poder nacionales y extranjeros, con Estados Unidos a la cabeza.

 

Pilar Urbano. El precio del trono era la OTAN

 

“Una hipoteca político-moral del rey Juan Carlos. Una factura pendiente que algún día había que pagar.   Hay unas cartas muy señaladas en las que se ve cómo el Rey no es motor del cambio, sino freno prudente de Estado. Porque no quiere la involución, y porque los EEUU estaban diciendo que no querían sorpresas, que España tenía que ser una democracia tranquila, con un ritmo “slow” [lento], para poder integrarse en la OTAN y en la Comunidad Económica Europea, pero sobre todo en la OTAN. 

 

Antes de empezar a reinar al Rey le dan una falsilla -yo le llamo el catecismo de Wells Stabler, el embajador de EEUU- donde se le dice el ritmo ralentizado al que tiene que hacer la apertura, y con quién tiene que bailar ese ritmo. Le dan hasta las parejas de baile: centro-derecha procedente del régimen y centro-izquierda socialdemócrata. Se decía que los socialistas podían esperar, pero que los comunistas debían esperar.

 

 No es un mandato, es una indicación del “gran tutor”. Que el Rey se está moviendo durante esos años bajo la tutela norteamericana es evidente, no digo nada que no sepa todo el mundo. Es una tutela militar, política y económica, por supuesto”. 

 

“Justo un mes antes del 23-F, el Rey convoca en Zarzuela a Suárez [que se negaba a aceptar la integración inmediata en la OTAN exigida por EEUU]. Allí le esperaban cuatro generales golpistas: Milans del Bosch, Elicegui, Merry Gordon y Campano López. El Rey dice a Suárez “realmente estos que hay dentro quieren verte a ti” y le deja con los militares. Milans dice a Suárez que por el bien de España debe dimitir ya, cuanto antes. 

 

Y es cuando Suárez pide al luego golpista que le dé una razón para ello. En ese momento, Pedro Merry Gordon saca del bolsillo de su guerrera una pistola Star 9mm, se la pone en la palma de la mano izquierda y mostrándola dice al presidente: ‘¿Le parece bien a usted esta razón?’ El Rey, en la escalera, le advierte: ‘¿Te das cuenta de hasta dónde me estás haciendo llegar?’ Y le reitera que la solución para evitar el golpe militar pasa por un cambio de Gobierno”.

 

“Tras el 23- F, Adolfo Suárez tuvo la firme intención de volver. Reuniendo a sus colaboradores les pidió un informe técnico urgente para revocar su dimisión. Con esta intención se dirigió a Zarzuela, y allí recibió una sorprendente respuesta del Rey: “Ni tú puedes retirar ya la dimisión ni yo voy a echarme atrás en la propuesta de Leopoldo. ¿Todavía no te has enterado de que ha sido a ti a quien le han dado el golpe? A ti, a tu política  Políticamente estás muerto. 

 

Tienes que saber poner punto y final a tu historia   Discutimos si OTAN sí u OTAN no, si Israel o si Arafat, si Armada es bueno o peligroso. Y como no veo que tú vayas a dar tu brazo a torcer, la cosa está bastante clara: uno de los dos sobramos en este país. Uno de los dos está de más. Y, como comprenderás, yo no pienso abdicar”.

 

[Extractos de dos libros de Pilar Urbano: “El precio del trono” y “La gran desmemoria. 

 

Lo que Suárez olvidó y el Rey prefiere no recordar”. Y de la intervención de Pilar Urbano en la tertulia celebrada en el Ateneo Madrid XXI de Unificación Comunista de España el 28 de junio de 2014. Pilar Urbano es una de las más relevantes periodistas de investigación españolas. 

 

Libros como “Yo entré en el Cesid” o “Con la venia, yo indagué el 23-F” son claves para comprender nuestra historia reciente.]

 

Joan E. Garcés. Una monarquía más intervenida que soberana

 

“El apoyo a la dictadura fue proyectado por EEUU más allá de la persona del general Franco, según directrices elaboradas para el área mediterránea por el Consejo Nacional de Seguridad el 24 de abril de 1952.   «Para cuando deje de mandar Franco deben hacerse preparativos para asegurar que España continúa bajo un gobierno fuertemente pro occidental».

 

  Marzo de 1971: Nixon encarga al agregado militar en Italia y coronel de los servicios de inteligencia, Vernon A. Walters, la misión de transmitir a Franco que «España era vital para el Oeste y Nixon no quería ver desarrollarse una situación caótica o anárquica, expresando la esperanza de ver entronizado a Juan Carlos, conservando Franco la Jefatura vitalicia de las FF AA y desprendiéndose de la función de Gobierno para asegurar una transición «pacífica y ordenada que el propio Franco supervisaría». 

 

El Dictador dio garantías a Nixon: «La sucesión se llevará a cabo en orden. No hay alternativa al Príncipe. Las FF AA no dejarían que las cosas llegaran a estar fuera de control». Vernon A. Walters (al que se imputó el golpe en Brasil en 1964 contra el presidente Joao Goulart, siendo agregado militaren ese país, y que llegaría a ser director adjunto de la CIA en 1973, con la intervención en el derrocamiento de Allende) entró en contacto con mandos militares en 1971 en Madrid  La restauración de la monarquía había quedado enmarcada en las coordenadas que EEUU delineaba para España.”

 

[Extractos de “Soberanos e intervenidos. Estrategias globales, americanos y españoles”. Joan E. Garcés fue cofundador en 1966 de la Federación de Partidos Socialistas de España y asesor de Salvador Allende hasta el mismo día en que fue asesinado durante el golpe encabezado por Pinochet.]

 

Paul Preston. Las presiones norteamericanas a favor de Juan Carlos

 

“El 2 de octubre de 1970 aterrizó en Madrid Richard Nixon, acompañado por Henry Kissinger, jefe del Consejo de Seguridad Nacional norteamericano. EEUU mantenía considerables intereses estratégicos en España. Aunque encantados de que se produjera una evolución moderada tras la muerte de Franco, la principal prioridad de Washington seguía siendo conservar la estabilidad.

 

 Por consiguiente, la política estadounidense era mantener una relación operativa con la dictadura mientras ampliaba los contactos con la oposición moderada. Había también discretas presiones de EEUU para convencer a Franco de que entregara los poderes a Juan Carlos antes de que la incapacidad le privara del control sobre la transición.  .

 

 El respaldo potencial de EEUU [a Juan Carlos] se consolidó a principios de noviembre. En un espectacular banquete ofrecido por la Casa Blanca a favor de United World Colleges, organismo del que era presidente el conde de Mountbatten [último virrey de la India y figura clave en la política británica], éste hablo a Richard Nixon sobre Juan Carlos.

 

 Cuando empezó a explicar que Washington podía ayudar al príncipe y contribuir con ello a la estabilidad de España a largo plazo, Nixon pidió a Kissinger que se uniera a ellos. Mountbatten instó a Nixon a que empleara su influencia para convencer a Franco de entregar el poder en vida. Consecuencia de su prolongada conversación fue que Juan Carlos fuera invitado a EEUU a principios de 1971.”

 

[Extractos de “Juan Carlos I. El Rey de un pueblo”. Paul Preston es historiador y uno de los más prestigiosos hispanistas británicos. Sus obras sobre la Guerra Civil o el franquismo son referencia indispensable.]

 

Charles Powell. Las bases y la OTAN, una presencia permanente

 

“-Usted escribe en su libro que durante la Transición el embajador norteamericano Wells Stabler mandaba informes a la Zarzuela que no mandaba al presidente Suárez. ¿Se ha mantenido esa relación privilegiada de EEUU con la casa real, quizás en detrimento del Gobierno?

 

-Todos los embajadores americanos han tenido un acceso muy directo a don Juan Carlos y ahora a Felipe VI. Aquellas eran unas circunstancias muy difíciles. No hay que olvidar que don Juan Carlos, entre noviembre del 75 y diciembre del 78, actúo como monarca preconstitucional. Durante aquellos años participó muy directamente en el diseño de la política exterior y, por lo tanto, era lógico que eso se reflejara así durante la época de Stabler.

 

¿Podríamos decir que la Monarquía ha sido el aliado más fiel de EEUU en España?

 

-El Monarca, don Juan Carlos, buscó el apoyo de EEUU durante la Transición y lo obtuvo en cierta medida.   Debido al contexto de la guerra fría, el interés fundamental de EEUU fue garantizar el acceso de sus tropas a las bases de España y, con cierta frecuencia, antepuso esa prioridad al apoyo a la democratización   Don Juan Carlos fue la gran apuesta de futuro de los estadounidenses. La embajada comenzó a seguir sus pasos nada más ser nombrado sucesor de Franco a título de rey 


El propio Kissinger afirmaría en sus memorias que «la contribución norteamericana a la evolución española durante los años setenta constituyó uno de los principales logros de nuestra política exterior».  Como ha reconocido Kissinger en sus memorias, tras la «revolución de los claveles» Washington tenía más interés que nunca por garantizar el acceso a las bases españolas.  

 

 Muerto Franco, la Administración Ford reanudó de inmediato sus esfuerzos por cerrar un nuevo acuerdo sobre las bases.  La firma del nuevo Tratado de Amistad y Cooperación el 24 de enero de 1976 —que Areilza no dudó en calificar de «excelente regalo a la Monarquía»— supuso un importante espaldarazo de los Estados Unidos a D. Juan Carlos.   hizo posible la visita de los reyes a Washington en junio de 1976.”

 

[Extractos de la entrevista a Charles Powell en El Periódico de Cataluña, el 15 de septiembre de 2015. Y de “Henry Kissinger y España. De la dictadura a la democracia (1969-1977)”. Charles Powell es historiador, especialista en historia contemporánea española.]

 

Alfredo Grimaldos. El Rey, EEUU y el Sáhara. Historia de una traición

 

“Aprovechando la delicada situación que vive el régimen [Franco está agonizando] el omnipresente Walters aparece también para echarle una mano a su viejo amigo Hassan II.    el director adjunto de la CIA comienza a maniobrar en favor de Marruecos, para que Hassan II se apodere de lo que, hasta ese momento, ha sido el Sahara español. Y empieza a gestarse la «Marcha Verde».  

 

 La «marcha» la diseñan agentes de los servicios de inteligencia norteamericanos en un gabinete de estudios estratégicos situado en Londres y financiado por Kuwait. El secretario de Estado norteamericano, Henry Kissinger, es quien da el visto bueno a la operación.   Vernon Walters reconoce, en su libro Misiones discretas que ayudó al príncipe Juan Carlos y a Hassan II a negociar la retirada de las tropas españolas del Sahara y la posterior anexión de la ex «provincia» española.   

 

Al mismo tiempo que el príncipe visita a las tropas acantonadas en el desierto saharaui, su agente Manuel de Prado y Colón de Carvajal se entrevista con el secretario de Estado Henry Kissinger. «A la incapacidad del dictador habría que unir las informaciones que indican que el príncipe Juan Carlos habría negociado con la CIA la retirada española», escribe Antonio Díaz Fernández.”

 

[Extractos de “La CIA en España: espionaje, intrigas y política al servicio de Washington”.

 

 Alfredo Grimaldos fue periodista de investigación, especializado en la transición y vinculado a la izquierda comunista.]

 

Carlos Elordi. La Corona y la gran banca española

 

“Era previsible que las formas del franquismo no pervivieran mucho tiempo tras la desaparición de su fundador  Pero el entramado de poder que había detrás de esas formas sí que podía hacerlo. Está formado por la banca, los principales empresarios y hombres de negocios   Todos ellos se apiñaron en torno al Rey cuando éste fue nombrado tal por las Cortes franquistas en diciembre de 1975 

 

 Porque Franco hizo comprender a unos y a otros, o ellos lo comprendieron por su cuenta, que el que Don Juan Carlos ocupara la Jefatura del Estado era la expresión de su poder.   Se ha escrito que Don Juan Carlos ya tenía contactos privilegiados con la banca cuando aún solo era príncipe. Pero los rumores de sus andanzas por el mundo de los negocios, de los favores y de las comisiones que se reciben a cambio cobraron fuerza más adelante. Empezaron a surgir poco después de 1981. 

 

  En noviembre de 2010, en medio de la agonía de Zapatero, Juan Carlos I recibió en Zarzuela a una comisión que representaba a cien máximos exponentes empresariales y que le entregó un documento que contenía las reformas del sistema económico y del político, incluido el de las autonomías, que esas personas consideraban urgentes.  Y la experiencia volvió a repetirse en 2012. 

 

Esta vez con los presidentes de las diecisiete mayores empresas españolas. Sin documento alguno de por medio y ante las cámaras de televisión.  Al encuentro con el Rey asistieron los presidentes del Banco Santander y del BBVA, que flanquearon al monarca, para que nadie dudara de quienes eran los que mandaban.”

 

[Extracto del libro de Carlos Elordi: “¿Quiénes mandan de verdad en España?”. Carlos Elordi es periodista. Trabajó en Triunfo y fue corresponsal en España del diario italiano La Reppublica, así como colaborador de El País y la Cadena Ser. Escribe en El Periódico de Catalunya y eldiario.es.]

 

 

 

 


 

sábado, 26 de diciembre de 2020

El discurso de Navidad que no dará Felipe VI


 

*

  ¿Transición modélica o restauración corrupta?

 

   

 
*
 

 
 
El discurso del rey parece venir del Ejecutivo Sánchez. Más si pensamos que empezó a las 20:45, cuando el Telediario interrumpió sus funciones para iniciar un repor sobre la familia real, el conjunto biológico que más se ha desplazado desde marzo  

 

El discurso de Navidad que no dará Felipe VI

 
¿Se imaginan al rey señalando a Vox o a la presidenta madrileña y sus desafíos a la ley con la misma energía con la que señaló en su momento a los líderes independentistas catalanes?

 

 


 
 

martes, 15 de diciembre de 2020

La Mesa del Congreso tumba las comisiones de investigación sobre las tarjetas opacas del rey emérito

 


 

La Mesa del Congreso tumba las comisiones de investigación sobre las tarjetas opacas del rey emérito

 

PSOE, PP y Vox vuelven a rechazar las investigaciones a Juan Carlos I y a la familia del rey por las presuntas irregularidades en las finanzas 

 

La Mesa del Congreso ha vuelto a rechazar sendas comisiones de investigación que afectan al rey emérito y sus finanzas.

 

 En esta ocasión ha rechazado, con los votos del PSOE, PP y Vox, las propuesta por Unidas Podemos sobre las tarjetas opacas que utilizaron Juan Carlos I, la reina Sofía y otros miembros de la familia real y que fueron fruto de una regularización fiscal por la que el exjefe del Estado ha tenido que pagar más de 678.000 a la Agencia Tributaria.

 

 También ha rechazado la que impulsaron ERC, el Grupo Plural y EH Bildu relativas a las "presuntas ilegalidades e irregularidades cometidos por los miembros de la Casa del Rey y las influencias políticas, diplomáticas y comerciales con Arabia Saudí". 

 

La mayoría de la Mesa del Congreso se escuda en los "los antecedentes existentes y los informes de los letrados” para rechazar sendas peticiones sobre las investigaciones parlamentarias. En el caso de la impulsada por el grupo confederal, los servicios jurídicos de la Cámara no entran en el contenido sino que se oponen a la tramitación dado que no contaba con las firmas necesarias -de dos grupos-, según fuentes parlamentarias. 

 

Sin embargo, desde el grupo confederal aseguran que ese error ya estaba subsanado. En el caso de la investigación impulsada por ERC, Grupo Plural y Bildu el argumento de los letrados es el mismo que en otras ocasiones: que tiene por objeto al rey emérito y que se escudan en la inviolabilidad de la que gozaba Juan Carlos I como jefe del Estado. 

 

En los últimos años la Cámara Baja ha rechazado en todas las ocasiones cualquier tipo de investigación sobre el monarca y su fortuna, o la familia real así como los intentos de reprobar al anterior jefe del Estado. Todas ellas presentadas por grupos de izquierda o nacionalistas. La última fue una propuesta de Más País y Compromís para impulsar un registro patrimonial de los bienes de la Casa Real. Iñigo Errejón ha anunciado que ha vuelto a presentar esa iniciativa tras la regularización fiscal de Juan Carlos de Borbón. 

 

Esta vez la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, ya había advertido a su socio de coalición de que la iniciativa tampoco saldría adelante no tener "viabilidad política" por ser una propuesta del "cuarto grupo en la Cámara" que no era compartida por "los otros grupos mucho más mayoritarios", en referencia al PSOE, el PP y Vox.

 

 El portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, se había mostrado convencido de que en esta ocasión no se podría rechazar esa propuesta dado que pedía investigar hechos acontecidos una vez que Juan Carlos I había perdido el privilegio de la inviolabilidad. 

 

El secretario de la Mesa y portavoz de En Comú Podem en el Congreso, Gerardo Pisarello, se ha confesado "estupefacto" por el enésimo rechazo de la mayoría de PSOE, PP y Vox en el máximo órgano de gobierno de la Cámara Baja a investigar a Juan Carlos I.

 

 "Es una negativa política, que degrada al Congreso, y supone reírse a la cara de los españoles", ha asegurado, en rueda de prensa. A su juicio, todo lo que se conoce sobre las cuentas del rey emérito demuestra que estas tienen un "cráter que no deja de emitir material radiactivo que corroe todo lo que está a su alrededor".

 

"Es un jefe del Estado con trato de rey que está actuando como un delincuente confeso", ha considerado Pisarello, que ha defendido que las pesquisas sobre el anterior monarca "en cualquier democracia del mundo hubiera supuesto la apertura de una comisión de investigación". 

 

"Cada negativa a investigar que se produzca, le quita tiempo de vida a la monarquía", ha insistido.

 

 El objetivo de la comisión de investigación, ha añadido, "no es controlar" a Juan Carlos I, sino "conocer la verdad, que la ciudadanía conozca la verdad y que se pongan en marcha las medidas necesarias para que eso no vuelva a ocurrir".

 

 

 Investigar al rey en el Parlamento: misión imposible

 

 

domingo, 13 de diciembre de 2020

¿Qué le preocupa al rey?

 

 

Felipe VI interviene en la clausura de la IV Cumbre de Internacionalización el pasado 9 de diciembre. 

 

Y si la Casa Real dejase de ser la República Independiente que a Felipe VI y a los empresarios les gustaría que fuese para ser una institución, como marca la Constitución, a las órdenes del gobierno votado por los españoles

 

¿Está la monarquía española en peligro? Según Felipe VI, parece que sí. Esta semana, lo que parecía un bolo más del rey, uno de esos actos con empresarios, ya saben –qué importantes son nuestras empresas, qué preparao está este monarca, hakuna matata, emprende y sé feliz–, acabó convirtiéndose en una inesperada ceremonia de reparación y desagravio al monarca, una ceremonia de la que el propio monarca fue partícipe.

 

Siga y no se desanime, le alentaba desde el escenario, y en nombre de los grandes empresarios del país, el presidente de la CEOE, tiene usted todo nuestro apoyo, le vamos a ayudar y empujar en su labor. La pregunta es obligada: ¿en qué labor necesita el rey que lo ayuden y apoyen estos empresarios? ¿Qué labor constitucional del rey está en peligro de no ser cumplida para necesitar el apoyo de estos prohombres? 
 
 
Teniendo en cuenta que la función del rey, según dice la Constitución, no es más que la de ser símbolo del Estado, además de recadero y firmante de las decisiones que tome el gobierno de turno elegido por el pueblo, teniendo en cuenta que las actuales instituciones –gusten o no a los empresarios– funcionan con normalidad, que el agua potable sigue saliendo del grifo y que los semáforos cambian de color correctamente, ¿de qué iba exactamente este acto de apoyo al monarca del que el propio monarca participó?

 

 Para descifrar el enigma basta con leer los boletines oficiales de los que los mismos empresarios sentados en primera fila del acto son dueños o accionistas. Tanto ABC como El Mundo o La Razón coincidían en explicar en sus crónicas que el acto de reparación no tenía nada que ver con los escándalos protagonizados por su padre, el rey Juan Carlos –eso son temas personales, viva el rey emérito, a propósito–, sino con las críticas que la Casa Real está recibiendo últimamente por parte de partidos independentistas e incluso de partidos del propio gobierno. 

 

Otra pregunta obligada: si la libertad de crítica está permitida, si la opinión política, sea cual sea, es perfectamente legal y está protegida por la Constitución, ¿qué carajo pintaba Felipe VI en un acto en el que se le defiende de una absoluta normalidad democrática? ¿Ha olvidado definitivamente que un rey es un símbolo neutral que mira, saluda y sonríe y no un adolescente dolido porque fulanito lo ha criticado? La noticia, esto no lo contaban los boletines oficiales, es que Felipe VI ha participado esta semana, una vez más y desde la posición de supuesto símbolo de todos, en un mitin político. Un mitin en el que se criticó una normalidad: que partidos políticos y ciudadanos expresen opiniones con todo su derecho.

 

Tras la preocupación por estas críticas, esto es la excusa de cara a la galería, se esconde una preocupación mayor. ¿Qué es para ti un rey?, le preguntan cada año a los niños en ese entrañable concurso infantil nada adoctrinador. Los padres de los niños –ellos son los directores y guionistas de los dibujos que presentan, no nos engañemos– no aciertan ni un año. El principal papel del rey en estos cuarenta años ha sido el de ser representante comercial de quienes allí estaban sentados apoyándole porque la normalidad le acecha. Su padre, por motivos que ahora conocemos, nunca presumió demasiado de dedicarse a la labor de representante comercial. Pero Felipe VI, al que suponemos de momento limpio de corrupción económica, no se esconde: “Estamos deseando volver a remangarnos y viajar por ahí, a ponernos el traje de comercial y ayudar a nuestras empresas a abrirse mercados   

 

Siempre contaréis con todo mi apoyo”. No se fundieron en un sentido abrazo por aquello de la covid. “Nuestras empresas”. Con los antecedentes familiares debería tener cuidado con ese tipo de expresiones.

 

En un acto de respeto máximo a la Constitución, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, allí presente, debió haber interrumpido al monarca para decirle que, bueno, se pondrá el traje comercial para trabajar por las empresas de esos señores si el Gobierno así se lo indica, pero que no depende de él. Y aquí está el problema real, el motivo de preocupación, el porqué de esta ceremonia de desagravio al rey: después de un par de antecedentes –el acto judicial en Barcelona o el viaje a Bolivia junto a Pablo Iglesias–, los empresarios y el propio rey están molestos y preocupados porque la capacidad de gestionar la Casa Real como si fuese un cortijo privado, en contra de lo que dice la Constitución, se pueda ver limitada. 

 

Que el rey, al que la Constitución le otorga el mismo margen de actuación que al ojo de Espinete, anuncie en un acto público que se dedicará en cuerpo y alma a defender los intereses económicos de ese grupo concreto de señores dice mucho de qué se lleva entendiendo desde hace 40 años por España.

 

 España son esos señores sentados en primera fila. 

 

El actual gobierno, en un ejercicio de escrupuloso respeto a la Constitución, podría mañana mismo poner al rey a trabajar e interceder para que los intereses de los españoles –y no de España entendida como esos señores– estén bien defendidos. El rey, que declara estar “deseando ponerse el traje de comercial para las empresas del IBEX”, podría tener que ponerse mañana mismo, por orden legítima y constitucional del Gobierno, el traje de defensor del artículo 43 de la Constitución, por ejemplo. 

 

Ese que obliga a las administraciones a ofrecer los servicios públicos necesarios que aseguren la salud de los ciudadanos. ¿Se imaginan qué crisis tan inmensa supondría poner a la Casa Real a trabajar por una buena sanidad pública? Podría verse el rey obligado, este es el gran temor, a tener que respetar la Constitución que dice que “los actos del Rey serán refrendados (aprobados) por el presidente del Gobierno y, en su caso, por los ministros competentes”. 

 

Podría el rey tener que trabajar para un Gobierno que, según parece, no le gusta. Podría la Casa Real dejar de ser la República Independiente que al rey y a los empresarios les gustaría que fuese en estos momentos para ser una institución, como marca la Constitución, a las órdenes del gobierno votado por los españoles.

 

  Gerardo Tecé 

 

 


 

lunes, 7 de diciembre de 2020

El Rey cambia a su militar de confianza y continúa callado

 


 El Rey cambia a su militar de confianza y continúa callado

 

Felipe VI continúa en silencio absoluto: ni una palabra sobre la carta de los militares que lo avisan de los que "atentan contra la Constitución" ni sobre el chat de estos pidiendo "asesinar a 26 millones de personas" entre adultos y niños

 

 Más rápido fue respondiendo el referéndum del 1 de octubre y avalando las cargas policiales contra la ciudadanía catalana. Pero a pesar del silencio de palabra, sí se pone manos a la obra con hechos.

 

La Casa Real cuenta con tres pilares representativos de su confianza: la Jefatura, Secretaría General y el Cuarto Militar. Este último es el que, curiosamente, en los próximos días sufrirá un cambio inesperado. El actual almirante Juan Ruiz Casas será sustituido por Emilio Gràcia Cirugeda, con un talante aparentemente más progresista.

 

Gràcia Cirugeda tiene 61 años, es de Zaragoza y Felipe VI ya lo conocía cuando trabajaron conjuntamente como ayudante de campo en la época que este era príncipe. Su especialidad es el Ejército del Aire.

Militar Gracia Portal Transparencia

El militar Emilio Gràcia Cirugeda / Foto: Portal de transparencia

 

El cambio, como todos, será notificado el próximo 10 de diciembre en el BOE y también se detallará el cese de Ruiz Casas que pasará en la reserva para ser retirar de forma gradual.

 

Este fue nombrado el año 2014 cuando Felipe ascendió al trono y siempre habían guardado fidelidad y una amistad muy próxima. 

 

Desde la Casa Real aseguran que no se debe a una regeneración de perfiles para alejarse de los más casposos y relacionados con todas las últimas polémicas.

 

Militar Gracia Portal Transparencia

El almirante Juan Ruiz Casas / Foto: Casa Real

 

Ponen como justificación que el Rey tiene libertad para hacer los cambios que quiera y además, se cumple con el mandato de diez años que tienen estos cargos.

 

 Totalmente falso si miramos el nombramiento que el mismo portal de los borbones tienen donde destacan su fecha y todavía le quedan cuatro años para ser sustituido.

 

 

  El Rey cambia a su militar de confianza y continúa callado

 

 

 


 

domingo, 6 de diciembre de 2020

Juan Carlos I intenta evitar la investigación judicial de las tarjetas opacas pagando ahora a Hacienda

 


Juan Carlos I intenta evitar la investigación judicial de las tarjetas opacas pagando ahora a Hacienda

 


El rey emérito, Juan Carlos I, ha presentado una regularización fiscal al Ministerio de Hacienda por las cantidades no declaradas que había gastado con tarjetas de crédito y con unos fondos cuyo origen forma parte de una investigación de la Fiscalía que adelantó elDiario.es el pasado 3 de noviembre. La iniciativa de Juan Carlos I, que publica este domingo El País, consiste en un escrito presentado por su abogado ante la Agencia Tributaria que el organismo del Ministerio de Hacienda está estudiando. 

 

El intento de saldar sus cuentas con Hacienda a finales de 2020 pretende cerrar la investigación que abrió hace más de un año la Fiscalía Anticorrupción y que ahora se encuentra en manos de la Fiscalía del Tribunal Supremo, ante el que está aforado Juan Carlos I. De ser aceptada por Hacienda, el asunto se saldaría con el pago de las cantidades defraudadas y una multa. La citada información asegura que la Agencia Tributaria estudia aún la propuesta del letrado Javier Sánchez-Junco. 

 

La Fiscalía Anticorrupción abrió en 2019 una investigación al detectar el uso de las citadas tarjetas. El Ministerio Público trata de comprobar si entre 2016 y 2018 los gastos con esas tarjetas superaron los 275.000 euros en un solo ejercicio, que conllevarían pagos a Hacienda por 120.000 euros anuales, la cantidad defrauda a partir de la cual se abren investigaciones penales.

 

 Juan Carlos I era inviolable –no podía ser investigado– por hechos anteriores a 2014 cuando era jefe del Estado, pero esos posibles delitos fiscales se habrían producido con posterioridad a su abdicación. La Fiscalía ya ha interrogado al millonario mexicano del que procedería el dinero gastado con las tarjetas, Allen Sanginés-Krause, y al teniente coronel retirado Nicolás Murga Mendoza, ya retirado, y que habría ejercido de vehículo para el uso de esos fondos. Murga Mendoza fue edecán del rey emérito. 

 

Según la misma información, esa regularización fiscal se ciñe a las cantidades gastadas con las citadas tarjetas opacas y no a posibles bienes en el extranjero, objeto de otra línea de investigación en el Tribunal Supremo y en la Fiscalía suiza desde que se supiera en marzo pasado que Arabia Saudí entregó 60 millones de euros a Juan Carlos I en 2008, cuando era jefe del Estado, y que éste los escondió en Suiza hasta que se los transfirió en 2012 a Corinna Larsen.

 

 El fiscal suizo Yves Bertossa cree que proceden de una comisión por la construcción en el AVE a La Meca en la que participó un consorcio de empresas españolas. 

 

La regularización fiscal de los gastos de las tarjetas, disfrutados por el propio Juan Carlos I y otros miembros de la familia real como la reina Sofía, allanaría el futuro judicial de Juan Carlos I, toda vez que la Fiscalía del Tribunal Supremo ha llegado a la conclusión de que los hechos relacionados con el dinero procedente de Arabia Saudí constituyen presuntos delitos amparados por la inviolabilidad del monarca. 

 

El Ministerio Público ultima una propuesta de archivo con una detallada exposición de las irregularidades cometidas por el monarca mientras era jefe del Estado. 

 

Una vez elDiario.es desveló la investigación de Anticorrupción sobre las tarjetas opacas, la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, hizo pública una tercera vía de investigación sobre el emérito, que se suma a ésta y a la de los fondos de Arabia Saudí.

 

 Se trata de una cuenta en el paraíso fiscal de Jersey con varios millones de euros y que podría constituir un delito de blanqueo.

 

 Los movimientos de ese dinero con posterioridad a la abdicación son claves para saber si esta tercera vía puede concluir en una investigación en el Supremo, si bien el origen de la recepción de los fondos podría remontarse a 2005. 

 

 

 

 


 

jueves, 3 de diciembre de 2020

El imperdonable silencio del Rey

 

 

El imperdonable silencio del Rey

 

Cuesta trabajo entender el silencio del Rey Felipe VI ante lo que está sucediendo estos días.

 

Las cartas que se envían por parte de ex mandos militares, pretendidamente provocadoras, así como haber descubierto por la opinión pública el tipo de mensajes que circulan en chats donde participan también ex miembros del Ejército y del CNI, merecen una contundente respuesta del monarca, que es el mando supremo de las Fuerzas Armadas. 

 

El rey Felipe VI no dudó un momento en aparecer ante la opinión pública aquel 3 de octubre de 2017, después de las imágenes tan brutales que el despliegue policial nos regaló en su actuación como respuesta ante el referéndum catalán. 

 

Su mensaje, muy alejado de la concordia, la convivencia y el diálogo, reforzó la actitud represiva y desmesurada que se había ejercido contra personas pacíficas.

 

 Por muy ilegal, alegal, o incómodo que pudiera resultar el referéndum. Felipe VI apareció, con la imagen en sus espaldas de un monarca pretérito conocido por su dureza, «porra en mano» para acompañar sus duras palabras.

 

 Nadie le esperaba entonces, y mucho menos para dar semejante imagen. Fue el posicionamiento político del monarca en una situación en la que, lejos de convertirse en garante de de la resolución democrática de los conflictos políticos, abanderó la persecución y la represión como forma de acallar las voces discordantes en su reino.

 

Ahora aparecen mensajes que intentan «coprometer la postura del rey», según señalan distintas voces. Incluídas las del ministerio de Defensa. Según el Vicepresidente Pablo Iglesias, este tipo de acciones están consiguiendo sumar más apoyos a la causa republicana. Seguramente tenga razón, porque eso mismo sucedió después del discurso del 3 de octubre.

 

Sin embargo, el silencio del rey, que debería aparecer y responder con «contundencia democrática» ante lo que está sucediendo, bien pudiera interpretarse como una actitud complaciente con los brutales mensajes que estamos conociendo. 

 

Que algunos ex mandos militares consideren que 26 millones de ciudadanos españoles somos unos «hijos de puta» que «deberíamos ser fusilados» debería ser motivo suficiente para que Felipe VI saliera a responder con contundencia.

 

 Una oportunidad que el monarca está desaprovechando para salir del marco en el que él quiso ubicarse aquél 3 de octubre, junto a las posiciones más radicales de la derecha española. 

 

Si el rey calla, otorga. 

 

 

 

 


 

 

jueves, 26 de noviembre de 2020

Dicen que el día a día del «emérito» en Abu Dhabi trascurre entre escoltas, fisioterapeutas, llamadas y hastío.

 

 

 

 

Hasta los huevos… ¡Pobre!

 

Dicen que el día a día del «emérito» en Abu Dhabi trascurre entre escoltas, fisioterapeutas, llamadas y hastío. El locutor ultra Carlos Herrera dice que Juan Carlos vive pendiente de España, obsesionado con volver a Zarzuela y que «está hasta los huevos«. Tal cual… ¡Pobre!

 

La periodista Silvia Taulés pudo contactar desde su Medio (Vanitatis) con algunos amigotes del «Borbón fugado que constatan dicho hastío y confirman que las jornadas transcurren monótonas, casi encerrado en un lujoso hotel de la capital de Emiratos Árabes y pasando las horas centrado en su salud. Para mejorar o mantener al menos su forma física, «Marca España» también le paga un equipo de especialistas con el que realiza ejercicios a diario.

 

Quizá sea masoquismo pero otra de sus rutinas de Juan Carlos debe ser leer la prensa española, de la que le entregan cada día un buen dossier con todas las noticias que se refieren a su persona, a su familia y a cuestiones de interés nacional. Además, está pendiente del trasiego político, la crisis sanitaria y, sin duda, de todo lo que hace referencia a su hijo.

 

Y así, entre visita y visita (como la de su hija mayor, a la que «Marca España» le ha subvencionado su reciente viaje a Emiratos), pasa los días en Abu Dhabi, destino que escogió para blindar su privacidad. 

 

Se trata de un emirato de corte dictatorial donde el respeto a los Derechos Humanos brillan por su ausencia y la libertad de prensa, simplemente, no existe. El heredero de Franco ya contaba con que allí no se pueden tomar fotografías ni en los restaurantes, así que puede salir a cenar o comer con total libertad aunque rodeado de varios escoltas del Ministerio de Interior español de total confianza. Son guardias civiles «entregados» (y bien remunerados) a servir a su monarca en el extranjero.

 

Pero el Departamento de Marketing y Publicidad de Zarzuela y el Gobierno de «Marca España«, haciendo -ambos- gala de su tradicional «transparencia» no dicen nada. Al parecer la ciudadanía no tiene derecho a saber sobre el despilfarro diario dedicado a semejante sátrapa.

 

 Así, Zarzuela «informa» que nunca hacen el menor comentario sobre cuestiones de seguridad y que, sea como sea, es cosa de Interior y desde el Ministerio, por su parte, recuerdan también que no pueden dar detalles sobre servicios de protección personal, y que cuando se refiere a la seguridad de Casa Real, siempre depende “orgánicamente” de Zarzuela… 

 

Para variar, mareando la perdiz o, lo que es lo mismo, riéndose a la cara de sus conciudadanos que, al fin y a la postre, son quienes soportan tanto el desmesurado gasto como aguantan el mamoneo.

 

Tanto policías nacionales como guardias civiles son quienes se encargan de velar por la seguridad de los familiares del monarca. Así sucede por ejemplo con Elena y Cristina. La duquesa deFormentera tiene nada menos que a 20 personas a su servicio para proteger su seguridad, la de su «ex» (el del patinete) y la de sus hijos ultras Froi «el binguero» y Vickyfé, su novio DJ, su yegua Dibelunga y su cerdito vietnamita).

 

 

 

 

 

 

Mientras, la del famoso «soy tonta no recuerdo nada y todo lo hice por amor» (Cristina) cuenta con 14 escoltas (y ha pedido uno más al cumplir su hijo Miguel 18 años) que se reparten las tareas en grupos, ya que tienen que proteger a esos delincuentes fiscales en Ginebra, Barcelona, Madrid y Vitoria-Gasteiz.   

    

El presidiario Urdangarin cuenta con, al menos, dos policías nacionales para protegerle de «la nada» en un ala de Brieva (una prisión de mujeres que solo ocupa él). También la consorte griega del «emirato fugado» cuenta con servicio de escoltas e, incluso, «la fiesta» se extiende a su hermana Irene, una parásita que, pese a no tener ningún título oficial en «Marca España«, también posee su propio equipo de seguridad.

  

Con la que está cayendo, mejor ni hacer la cuenta del pastizal que se gasta en esa familia y sus parásitos que ni siquiera están ahí «Por la gracia de Dios» sino por otra serie de «gracias» que abarcan desde la de un asesino dictador hasta la de un simple espermatozoide.

 

¡Viva el vino!

 

 

El rincón del protestón

 

 


 

 

miércoles, 25 de noviembre de 2020

Juan Carlos I repartió títulos nobiliarios a los jerarcas franquistas para asegurarse su lealtad

 

 En su libro Los ricos de Franco, el escritor Mariano Sánchez Soler desgrana cómo la Monarquía española fue fabricando a sus “grandes de España” porque la corte estaba vacía

 

Cuatro días después de acceder al trono, Juan Carlos I hizo grandes de España a los Franco. “Iba con tiento. Arrancaba el tránsito hacia la democracia y se trataba de integrar los símbolos familiares de la dictadura en la corte, entonces ficticia, del nuevo jefe de Estado”. Con estas palabras explica Mariano Sánchez Soler, en su libro Los ricos de Franco, cómo la Monarquía recién restaurada quiso agradecer los servicios prestados a la estirpe del dictador. Los tiempos estaban cambiando rápidamente y también entre la aristocracia era preciso realizar el necesario camino hacia la Transición. Se trataba de renovarse o morir y uno de los primeros pasos en la operación de cosmética franquista era hacer tabla rasa, borrón y cuenta nueva, pasar página para integrarse en el nuevo sistema. Juan Carlos les abrió la puerta a todos ellos.

 

Por primera vez en su vida el nuevo rey pudo conceder títulos nobiliarios y lo hizo con un sentido “político compensatorio” para quienes habían posibilitado su acceso al trono desde el franquismo. Juan Carlos no podía romper con quienes lo habían elegido para mantener España “atada y bien atada” y de esta manera empezó a conceder favores y prebendas nobiliarias. Así, el 31 de enero de 1976 la “señora de Meirás”, o sea la esposa del Generalísimo, cambiaba el Palacio de El Pardo por un pisazo en la calle Hermanos Bécquer de Madrid. De esta manera, “el tiempo la depositaría en un lugar discreto de la historia”, escribe el autor alicantino.

 

Otro de los halcones del franquismo que recibieron favores y títulos del hoy monarca emérito fue un viejo conocido de los españoles. El 2 de febrero de 1976, en cuanto fue destituido como primer presidente del Gobierno, Carlos Arias Navarro recibía el título de “marqués de Arias Navarro” con grandeza de España. Un año más tarde, entre enero y abril de 1977, le siguieron a título póstumo los tres presidentes de las Cortes franquistas y del Consejo del Reino, tan esenciales para el nombramiento del sucesor de Franco a título de rey: Antonio Iturmendi Barrales, conde de Iturmendi; el alférez provisional Alejandro Rodríguez de Valcárcel; y muy especialmente Torcuato Fernández Miranda y Hevia, “duque de Fernández Miranda”, título en posesión de su hijo, Enrique Fernández Miranda y Lozana, secretario de Estado para la Inmigración en el segundo Gobierno de José María Aznar. Junto a todos ellos destaca Alfonso Escámez, “marqués de Águilas”, por sus méritos como “banquero del rey”, pues llevaba las cuentas de la Casa Real.

 

 

Algo más tarde, en 1988, uno de los primeros agraciados iba a ser Francis Franco, nietísimo del dictador. “Por 154.000 pesetas pagadas mediante impreso de Hacienda y otras 4.850 por una carta para el Ministerio de Justicia, Francisco Franco Martínez-Bordiu se convirtió en señor de Meirás, un título que el rey Juan Carlos había concedido a su abuela, la señora de El Pardo, el 26 de noviembre de 1975, seis días después de la muerte de su marido”. Así relata Mariano Sánchez Soler los honores que la familia del dictador cosechó, por ser quien era, en los primeros días de la Transición. Recién llegado al trono, el nuevo rey quiso reconocer los servicios prestados por Carmen Polo y extendió también el honor a su hija, Carmen Franco Polo, desde entonces “duquesa de Franco”. 

 

Las dos, con Grandeza de España, entraban a formar parte del club selecto de la nobleza española, compuesto por cuatrocientos miembros que destacan entre los 2.700 títulos nobiliarios existentes. La concesión del señorío de Meirás está reseñada por el Elenco de la nobleza con estas palabras: “A doña Carmen Polo de Franco, viuda del Caudillo, Generalísimo y jefe del Estado español”, y añade sus méritos: “Doña Carmen Polo y Martínez Valdés, dama de honor de la Cruz Roja, Gran Cruz de Sanidad, Medalla de Oro y presidenta de honor de la Fundación Nacional Francisco Franco”. En los mismos términos está inscrita la concesión del “ducado de Franco”, aunque cambiando viuda por hija, según escribe Sánchez Soler.

 

En cuanto Francis obtuvo el título de “señor de Meirás”, haciendo suyo el pazo hoy devuelto al pueblo gallego por sentencia judicial, dos cuestiones singulares desencadenaron la polémica. En primer término el rango de señorío estaba suprimido legalmente por un real decreto de 27 de mayo de 1912 que advertía: “Desde la publicación de este decreto no se autorizará la conversión del título de señor en otra dignidad nobiliaria. No se concederán nuevos títulos de esta clase”. Para darle tal dignidad a Carmen Polo hubo que recurrir a una norma de rango superior al habitual: un decreto firmado por el presidente del Gobierno, Carlos Arias Navarro.

 

En segundo lugar, la concesión del señorío no contenía ninguna cláusula sucesoria especificada, si bien en el documento firmado entregado a la viuda de Franco fue añadida la frase: “concedido a perpetuidad”, a diferencia del ducado de Franco, cuyo decreto especifica que la merced es “para sí, sus hijos y descendientes”. Los juristas especializados en heráldica polemizaron sobre estas singularidades mientras el nuevo “señor de Meirás” heredaba un título que le convertía en el último “excelentísimo” señor de su familia.

 

 A sus treinta y cuatro años, el nieto favorito del dictador declaró satisfecho: “Ser el nuevo señor de Meirás vale para saber que eres el responsable de una tradición, que ha habido gente en tu familia que ha hecho cosas. Lo importante es para uno, pero no tiene utilidades”.

 

 

 Los ricos de Franco son los ricos de hoy 

 

 

 

“Nuestra Cruzada es la única lucha en la que los ricos que fueron a la guerra salieron más ricos”. Esta frase lapidaria, atribuida a Francisco Franco un 21 de agosto del año 1942, resume a la perfección lo que fueron nuestros cuarenta años de oscura dictadura.

 

 El escritor y periodista Mariano Sánchez Soler ha indagado,

 

 … Sigue leyendo Los ricos de Franco son los ricos de hoy

 

 
 
 
 

 

miércoles, 9 de septiembre de 2020

¿Fue Juan Carlos I el inductor del 23-F?




¿Fue Juan Carlos I el inductor del 23-F?


Esta es una de aquellas preguntas sin respuesta clara y rotunda, tanto si fuera positiva como negativa y quizás nunca la sabremos de cierto. Una vez ya conocidas todas las aventuras del rey emérito a todos los niveles y su fuga del país, se vuelve a poner en evidencia y generando dudas si tuvo realmente o no implicación en aquel episodio.


La publicación del libro de Pilar Urbano causó cierta algarabía al denunciar la discordia existente entre Juan Carlos y Suárez, la reunión de unos cuántos generales en la Zarzuela unos días antes de los hechos, la afirmación de constituir un gobierno de concentración nacional presidido por el general Armada y que Felipe González sería vicepresidente y dónde participarían algunos padres de la Constitución.


Si lo que se ha publicado no ha sido desmentido, que sabían González, Fraga y otros, si lo más normal, ante la dimisión de Suárez, era proponer un candidato que presentara un programa de gobierno en el Congreso de Diputados y todo resuelto. Por qué motivos, en vez de esto, se produjo el asalto al hemiciclo protagonizado por Tejero y la guardia civil?



 Dos personas han declarado, de acuerdo con informaciones recibidas de quién fue durante años el jefe de la casa del rey, Sabino Fernández Campo, y han hecho públicas aquellas informaciones con el detalle de lo que sucedía en la Zarzuela, los nervios y contradicciones de Juan Carlos y la conversación que mantuvieron los dos en presencia de la reina Sofía.
 

El único español que se atreve a decir en público que el Rey organizó el 23F


El único español que se atreve a decir en público que el Rey organizó el 23F. Antonio García-Trevijano asegura que el Rey fué el responsable de la organización del golpe del 23F. Recuerda su publicación en el periódico El Mundo de un articulo que decía la verdad sobre ello. Recibió la felicitación de Sabino Fernandez Campo por el valor que tuvo y le ratificó todos los detalles.


Una de estas personas fue el abogado Antonio García Trevijano que, en un programa de TV, hizo unas declaraciones negando la democracia, la Constitución y declaró al rey como responsable del golpe de estado, Vean el video donde se recogen sus declaraciones.


  *

 

La otra persona fue el diputado del PNV, Iñaki Anasagasti, los dos han publicado y explicado prácticamente lo mismo. O bien los dos se pusieron de acuerdo para construir un relato idéntico y que tuviera credibilidad, Sabino se los llevó a los dos al huerto o… tendremos que creer que decía la verdad. 


Son muchas las dudas y muchas fueron las opiniones que, en España pero sobre todo en el extranjero, ponían en entredicho la versión oficial española.


Si disponen de tiempo, les invito a ver un monólogo de un responsable de política del Canal4, de la televisión privada de Mallorca que, simple y llanamente clara, explica su opinión sobre las dudas que la culpa recayera especialmente en dos militares, monárquicos por excelencia, como eran Armada y Milans del Bosch.


¿Qué piensan ustedes, queridos lectores? ¿Hay bastantes elementos para dudar sobre la versión oficial? ¿No son muchos los interrogantes sin una respuesta clara y contundente? 


¿Y que se sabe de la trama civil, puesto que, en el juicio los encausados eran mayormente militares?


 Si González y Fraga tenían que formar parte de ese gobierno, ¿no tenían ninguna responsabilidad?


¿No es cierto que siguen habiendo todavía muchos interrogantes sin aclarar?




Manel Mas