viernes, 17 de noviembre de 2017

No eran humanos, no eran animales, los animales jamás harían algo semejante, ellos eran monstruos, depredadores sexuales

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El abogado de La Manada ha presentado un informe que pretende probar que la víctima no sufrió ningún trauma porque durante este tiempo ha salido de fiesta y ha tenido una "vida normal".

 ¿Cuánto tiempo más tenemos que soportar todo esto?

Nosotras sí somos manada.




No eran humanos, no eran animales, los animales jamás harían algo semejante, ellos eran monstruos, depredadores sexuales capaces de todo para satisfacer su lujuria. 


Ella salía de fiesta, a divertirse, ellos salían de caza, a destrozar vidas ajenas, y sus caminos se encontraron para no separarse jamás, porque la huella de una violación permanece, es una cuchilla que desgarra el alma día a día, mes a mes, año a año, nunca se borra.


Y no lo hace porque en una sociedad tan machista como la nuestra se protege más al violador que a la violada.


Sembrar la duda es la táctica que siempre utiliza el machismo, pero para que funcione, para que cale, hace falta una sociedad receptiva y la nuestra lo es.



La engañaron, la metieron en un portal por la fuerza, la rodearon, la desnudaron, taparon su boca para que no chillara, la penetraron oral, vaginal y analmente entre los cinco, grabaron la violación con el propósito de difundirla, le robaron el móvil para que no pudiera pedir auxilio de manera inmediata y se fueron a seguir cazando, pero no es suficiente.


 No es suficiente porque en esta España medieval es la doncella la que debe demostrar su honra.



Y este contexto es el que aprovechan los violadores para poner el foco sobre la víctima, porque ellos "no tenían necesidad", "ellos eran gente guapa que tenía mucho éxito con las chicas", porque ya sabemos que son las mujeres las que incitan, las que provocan, las que sacian su lujuria, las que se excitan cuando son violadas.


Por eso el juez no admite como prueba los mensajes de whatsapp de la manada y, en cambio, si admite el informe de un detective, contratado por uno de los violadores, que intenta desacreditar a la víctima indagando en sus redes sociales, rebuscando en su vida privada.


 Pero el informe no contará que para ella ya no hay vuelta atrás, no contará lo que significa sentirse vejada, no hablará de sus pesadillas, ni de su angustia, ni de su miedo, ni de su silencio. Eso no importa.


Ahora la juzgada es ella, pero eso no importa.



Y no es solo ella, son muchas más las que han tenido que pasar por la vergüenza de verse señaladas, por la impotencia de tener que ver a una parte de la sociedad defendiendo a los violadores. Una sociedad que, basta con ir de compras o poner la TV, ha convertido a las mujeres en seres creados para el uso y el disfrute de cualquier monstruo que pase a su lado. Una sociedad que le ríe las gracias al Sostres, al Motos o al Bertín de turno. Una sociedad que legitima y encubre a los violadores.



No podemos seguir así, no podemos mirar hacia otro lado, tenemos que hacerles frente con los recursos que tengamos a mano.


 Tenemos que señalarlos, ellos saben lo que han hecho y piden privacidad, piden que no se difunda su imagen para, cuando la justicia lo permita, que visto lo visto puede ser en cualquier momento, poder seguir con sus vidas como si no hubieran roto la de una chica de 18 años, como si nada hubiera pasado.


Y no, no lo vamos a permitir.



Muchas veces compartimos cadenas contra el cáncer sabiendo que es un gesto estéril, espero que esta vez hagamos una cadena con la imagen de estos monstruos, porque este es otro cáncer que hay que exterminar y difundir sus caras va a ayudar a hacerlo.



Texto de Pablo Álvarez Fernández



miércoles, 15 de noviembre de 2017

El gran embustero





La mentira, el engaño en política, inhabilita o debería hacerlo. Lo ha dicho Rajoy ex cátedra en referencia a los dirigentes que hicieron transitar a los catalanes por los cerros del independentismo sin el calzado adecuado, sabiendo que el camino les produciría ampollas en los pies y no les conduciría a ninguna parte. Interesante reflexión si no procediera de uno de los mayores embusteros del reino. La sartén dando lecciones al cazo. Vivir para ver.


Con las palabras de Rajoy se elaboran cada cierto tiempo inventarios de sus patrañas, en las que ya ni siquiera se mencionan los hilillos de plastilina del Prestige, que muy posiblemente se reserven para la antología final. Se trata de listas actualizadas, ordenadas por materias, con especial atención a la economía y a la corrupción, y suponen la constatación de que, lejos de inhabilitar, la mentira sirve para ganar elecciones y mantenerse en el poder.


Permitan un pequeño repaso: no se iban a subir los impuestos porque significaban más paro y recesión, especialmente el IVA que era un sablazo de malos gobernantes; se iba a meter mano menos a las pensiones, la sanidad y la educación; jamás habría una amnistía fiscal porque era injusta y antisocial; nunca se abarataría el despido sino que se promovería el contrato indefinido como norma general; se llamaría a las cosas por su nombre, y de ahí que no hubiera rescate sino línea de crédito en condiciones ventajosas, ni amnistía sino regularización, ni aumento del IRPF sino recargo temporal de solidaridad.


De la misma manera, Rajoy nunca cobró sobresueldos en dinero negro, ni supo que la reforma de la sede de su partido se pagaba en B, ni escuchó los martillazos con los que se destruyeron los discos duros de los ordenadores de Bárcenas, ni conocía su fortuna en Suiza cuando le pedía que fuera fuerte, ni era capaz de identificar a aquel tipo que aparcaba el coche en el garaje del PP al que todos llamaban Correa, ni podía saber que aquel mismo individuo y no el PP le pagó un viaje gratis total a Canarias con la familia para relajarse, ni controlaba los gastos cuando era jefe de campaña ni se enteraba de los donativos que graciosamente llegaban al partido a cambio de obras, que son amores y no buenas razones.


La mentira no inhabilita sino que es un reconstituyente tan poderoso que Rajoy se ve en uno de los mejores momentos de su vida y sugiere que volverá a ser el candidato del PP en las siguientes elecciones, por si a la sexta sigue sonando la flauta. Y que Aznar diga lo que quiera, que si veinte años no es nada, ocho son todavía menos.


De Aznar precisamente, y gracias a una conversación grabada a Zaplana y al chino de la coleta que una vez fue presidente de Madrid, se ha conocido lo que era un secreto a voces: que espera verle caer y que le profesa uno de esos odios que se dicen africanos con muy poco respeto a los que habitan aquel continente. Posiblemente sea una de esas verdades que huelen al salir de ciertas bocas, como las lecciones de Rajoy.



 
 
 
 

“¿Quién nos creemos que somos?”: la indignación de Pampliega ante los ataques a la presunta víctima de violación en San Fermín


"Twitter es un bar donde los parroquianos pueden escupir cualquier tipo de exabrupto, pero estos días se están alcanzando límites peligrosos", denuncia el periodista Antonio Pampliega, en unos momentos en los que se está cuestionando si la víctima de la violación múltiple en Pamplona decía la verdad por intentar rehacer su vida después de lo sucedido el 7 de julio de 2016.




El periódico El Español publicaba este lunes una noticia titulada 'La vida "normal" de la chica violada en San Fermín: universidad, viajes y amigas'. "Parece que puede sorprender que alguien que ha sufrido un trauma tenga derecho a tratar de rehacer su vida y de recuperar la normalidad", denuncia el reportero de guerra.


"Se está cuestionando que la muchacha no se haya quitado la vida o que no se haya encerrado en una cueva para no volver a ver la luz nunca más", añade.


Pampliega cuenta su ejemplo para aquellos que se cuestionan por qué no ha perdido la sonrisa tras diez meses secuestrado en Siria: "Ya me la borraron durante ese tiempo y no pienso volver a perderla".


El periodista critica que se juzgue a la joven por querer seguir con su vida. "Después de salir del hospital en el que estuve ingresado tres días fui a ver Star Wars en el cine de verano del parque de la Bombilla, en Madrid", apunta.

 

 
 

Rufián ofrece unas esposas al Ministro de Interior para Rajoy


 El parlamentario de ERC interviene en el Congreso para poner en escena un gesto simbólico para pedir prisión para Rajoy 


El diputado de ERC, Gabriel Rufián, ha vuelto a escenificar hoy en el Congreso, su teatrillo particular. La actuación de hoy ha tenido un marcado carácter simbólico al dirigirse al Ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido con unas esposas en la mano.


Rufián ha recordado que sus compañeros de partido siguen en prisión, al mismo tiempo que ha provechado para pedirle al Ministro que le mire a los ojos y que “Ojalá M. Rajoy acabe llevando unas de estas algún día”.


Durante su intervención y dirigiéndose al ministro del Interior, el diputado de ERC ha sacado unas esposas reprochando al Gobierno que “esta es su política”



Gabriel Rufián enseña unas esposas en el Congreso


Zoido Álvarez, Juan Ignacio (GP) (Ministro del Interior) PREGUNTA del Diputado D. GABRIEL RUFIÁN ROMERO, del Grupo Parlamentario de Esquerra Republicana, que formula al Excmo. Sr. Presidente del Gobierno: ¿Qué opinión le merece al Gobierno las actuaciones policiales efectuadas en los últimos días?



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Rufián, ha asegurado que el Gobierno “ha molido a palos” a los catalanes y que ahora ellos se lo devolverán en forma de votos durante las próximas elecciones en Catalunya del 21-D.


Ante esto, el ministro Zoido ha instado a Rufián a abandonar el Congreso a lo que el diputado de ERC ha obedecido abandonando la Cámara Baja haciendo el saludo militar.


 María José Pintor / Eva Maldonado




 

martes, 14 de noviembre de 2017

Rajoy reconoce ante Bruselas que sólo queda hucha de las pensiones para un año

Rajoy reconoce ante Bruselas que sólo queda hucha de las pensiones para un año

 
Según los cálculos del propio Gobierno en funciones, el déficit acumulado ha dejado casi vacía la hucha de las pensiones y por lo tanto a partir de diciembre de 2017 hará imposible el abono de la paga extra de navidad.

Atendiendo al Plan Presupuestario 2017 que el Gobierno de Mariano Rajoy ha remitido a Bruselas, se ratifica que la Seguridad Social registrará un déficit del 1,7% del Producto Interior Bruto (PIB). Esto, además de incrementar de manera notable el anterior objetivo del 1,1%, provocará una desviación de casi 19.000 millones de euros, es decir, la mayor de la historia.

Al cierre de 2015 el Fondo de las Pensiones contaba con 32.481 millones y se quedará en poco más de 13.500 millones a finales del presente año. Con esta exigua cifra, la hucha deberá afrontar un ejercicio, el de 2017, en el que el Gobierno estima que el déficit será del 1,4%.

Teniendo en cuenta que el PIB ascenderá a 1,157 billones, la nueva desviación superaría los 16.000 millones. O dicho de otra forma, la hucha de las pensiones se quedaría en números rojos y no podría completar, al menos por sí solo, la paga de final de año.






Lo más preocupante de lo que está sucediendo en España sobre la pretensión de independencia de Catalunya es que la represión que se está llevando a cabo demuestra la incapacidad histórica española para ejercer un pensamiento mínimamente modernizante. 



Entre la libertad extenuada y el poder tiránico acampa el hombre desolado de nuestro tiempo ¿Qué significa ahora la libertad? Escribía Fichte que «la libertad no es ninguna realidad sino la posibilidad de fundarse a sí misma; es una necesidad»; un «recobrarse», como concreta Hegel. Es una pretensión del ser humano conducente a hacer historia, que el poder aniquilador quizá ha reducido a una nostalgia. El poder, por el contrario es, como dijo William Hamilton, «una simple capacidad».


Añadamos por nuestra cuenta: una capacidad de inmovilizar el tiempo mediante la ley. Una cruel voluntad de nada; simplemente de estar ahí. Y eso pudre.


En suma, la libertad no es, como expresa Xabier Zubiri refiriéndose al presente, «lo que el hombre hace sino lo que el hombre puede hacer». Mas si el hombre, el ciudadano, «no puede hacer o hacerse» día a día, que es lo esencial cuando se habla de libertad, queda la ley como único factor de vida, pero esa ley es obviamente una herramienta aprestada desde lo ajeno, o lo que es lo mismo, es necesariamente la ley del enemigo. Por consiguiente, el mundo gobernado por esa legalidad inmóvil se convierte en el ámbito del poder descarnado.


Yo no sé si todo esto lo entenderá el actual fiscal general del Estado, Sr. Maza, que es quien, tras burlar su recusación por la «soberanía» nacional, facilita el hilo de cáñamo para que teja la juez Lamela, de la Audiencia Nacional, su áspero paño de arpillera jurídica, pero me temo que el Tribunal Supremo teme algo de lo que yo me temo como insinúa el rescate de las causas políticas por sus magistrados.


Mas pasa con la división de poderes en tiempo de dictadura lo que sucede con las regulaciones que han creado las juntas de vecinos: que cada cual tiene su casa o cree tenerla, pero la vecindad «selecta» anda mucho de unión furtiva.


 Es falso que las juntas de vecinos constituyan una forma de democracia. Los vecinos que disponen del dinero suficiente imponen gabelas, en forma de obras y gastos enriquecedores del edificio, que incapacitan cualquier oposición de los vecinos que sostienen con muchos apuros su casa.


Para una gran parte de la población la propiedad ha pasado de elemento de seguridad a carga inasumible. Esta certeza es aplicable a la justicia como poder independiente. Basta una llamada telefónica que active a un fiscal, que reside por su origen en el poder ejecutivo, para que la hilera de los jueces empiece una caída de dominó. La legalidad deja de ser legitimidad en ese momento. La jurisdicción es hoy el vecino pobre.


Vayamos ahora de la filosofía, aunque sea con lenguaje escaso, al camino cotidiano y empírico. Vivimos una época de lealtades sin compromiso, por tanto de deslealtades; de moral con fijación de precio, por tanto de inmoralidad; de caminos cortos, por tanto sin horizonte; de capturas corsarias, por tanto de banderas dudosas. Ese camino es además circular.


Digo todo esto apremiado por mi entorno, que está marcado por la cuestión catalana, que no es una simple cuestión territorial o extensiva entre dos pueblos sino una contradictoria cuestión de libertad y de opresión entre dos almas: la enferma por exceso de poder, dominadora, y la cohibida de libertad, recluida en el «sí mismo» oscurecido por la amenaza de las leyes difusas y polivalentes.


 Lucha, al fin, entre los legales y los legítimos. No oculto algo muy simple que me llevó a escribir esto: me emocionó la presencia de los doscientos alcaldes catalanes en Bruselas, alzadas sus varas de gobierno próximo y comprometido.


El verdadero gobierno es siempre el municipal, que culmina sus plenos en la barra del bar y a cualquier hora. Lo demás es poder en la cumbre orgullosa de la montaña despoblada de vida y yo vivo modestamente en la falda del coloso, en el valle por donde discurre el río que apenas es espuma. Mejor que yo lo ha expresado Anna Zaera, una joven y brillante periodista, que en el entrañable periódico catalán “Vilaweb” decía «No li desitjo un Estat a ningú».


 Ahí está el futuro: en esa creación de sentimientos repletos de energía recoleta y real para generar un orden nuevo y desacralizado que yo simbolizo «ad extra» en dos manifestaciones gráficas que conservo en mi hogar: la primera de esas manifestaciones es un icono ortodoxo pintado sobre madera que representa en colores íntimos una Virgen bidimensional con un niño diminuto en brazos y una foto girada en bistre de Carlos Marx, en actitud solemne, con la gran barba que amparaba unos ojos serenos de victoria final. A los dos saludo con un «buenos días» o «buenas noches» en las horas en que me levanto o me acuesto.


 A la Virgen la he advocado como Nuestra Señora del Dios Pequeñito, que es el Dios de la justicia y la inocencia omnipotente, y a Marx le agradezco su paternidad sobre todos los trabajadores, pues fue él quien primero reconoció, a ciencia cierta, la propiedad única del trabajo creador de la riqueza por los trabajadores, que es por tanto reconocer al legítimo propietario del mundo, cosa que tanto olvidan muchos conductores sindicales y políticos progresistas, amortizadores de la batalla contra el último capitalismo.


En estos días me consuela no obstante que el Sr. Puigdemont me recuerde la paralela aventura de Edmon de Valera, que llegó a proclamar la libertad de la República irlandesa en uno de sus exilios norteamericanos. La decisión fue seguida de sangrientas represiones de Londres que, dada su inutilidad, llegó a instalar a Irlanda en la calidad de Estado asociado, cosa que De Valera no admitió tampoco como definitiva fórmula del soberanismo inglés.


La libertad tiene un precio en sacrificios y tiempo, sobre todo en épocas como la presente, que está pendiente de una soga hecha con legalidades tan pobladas de normas que no hacen sino denunciar la ilegitimidad moral del poder que las dicta. Ciertamente he de recordar también que el inolvidable primer presidente de Irlanda libre tuvo que luchar con algunas retaguardias suyas tentadas por un poder concedido desde la Corona inglesa


. De la tentación lo más peligroso son siempre la migajas que esparce el tentador. La libertad la logran siempre los pueblos que instalan con firmeza en su alma la figura del dios pequeño.


Lo más preocupante de lo que está sucediendo en España sobre la pretensión de independencia de Catalunya es que la represión que se está llevando a cabo demuestra la incapacidad histórica española para ejercer un pensamiento mínimamente modernizante, como es, aunque para desgracia de los trabajadores, el neocolonialismo, forma de seducción de muchas mentes simples.


 Pues bien, Madrid no entiende el neocolonialismo sino que sigue ejerciendo el colonialismo puro y duro, como ha patrocinado la Corona borbónica desde 1767, fecha en que Carlos III presiona al Papa Clemente III para que disuelva la Compañía de Jesús, que ha establecido la llamada República Jesuítica del Paraguay, que defiende a los indios frente a los encomenderos de indígenas.


De esta República no es momento de hablar –aunque valiera para destruir la máscara de «liberales» del Sistema, como Salvador de Madariaga, que defendió ese invento, liberales que abundan en el retrofranquismo–, pero sí hay que recordar que las residencias de la orden ignaciana fueron cercadas un amanecer por los soldados, método que de alguna forma recuerda el comportamiento de los cuerpos policiales españoles en las tierras catalanas.


 Ni siquiera de neocolonialismo es capaz España. ¿Qué han de hacer, pues, los catalanes? Sostener su decisión de libertad, porque esa libertad la necesitamos todos los españoles para poner en marcha otras cosas de profunda dimensión social.



 Escrito por Antonio Álvarez-Solís






lunes, 13 de noviembre de 2017

Para lo que ha quedado Informe Semanal (para dar vergüenza)



En este caso ni entro a valorar cuestiones políticas respecto al affaire España-Cataluña, porque para lo que nos ocupa, más allá de quién sea el protagonista del vídeo, es irrelevante. Lo importante aquí es hasta qué punto de infantilización y despropósito se ha podido llevar a uno de los programas insignia de RTVE. 


Y fundamentalmente hay que preguntarse a qué público se dirige actualmente este espacio y hasta qué nivel de indigencia intelectual es posible que siga siendo interesante (políticamente rentable) hacerlo, y por qué han llegado los voceros del Gobierno a concluir que hoy, a pesar de estas prácticas, todavía lo es.

Como broma o dejando muy claro un perfil partidista o ideológico concreto, no digo que esté mal editar el tono de la voz de Puigdemont o cualquier otro político, y ponerle de fondo la música de El Exorcista.


En el 15M hicimos cosas similares con muchos políticos y estaba bien, aunque lógicamente nunca lo hicimos pasar por cierto, no teníamos por qué responder a criterios de imparcialidad, ni éramos medios públicos.


 Estaba claro que estábamos contra esos políticos y partidos y no lo ocultábamos en ningún caso.

El problema es que vayas de servicio público, serio, plural, informativo, formativo y periodístico, y que te atrevas con cosas así.


 Y que inmediatamente después no dimita en bloque la plantilla del programa al completo.


Qué país nos está quedando…

Señoras y señores, con todos ustedes: Informe Semanal.


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 El Consejo de Informativos de TVE ha pedido explicaciones por el uso de la música de "El Exorcista" para hablar de Puigdemont en Informe Semanal.

 







Qué es democracia



  Qué es democracia 
 

  La perversión del lenguaje es una de las armas que usa el poder/estado para controlarnos y dominarnos.


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Un par de vídeos entretenidos, que explican bastante bien qué es la democracia y, sobre todo, qué no lo es.
 


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 En estos momentos especialmente creo que es importante entender algunos de los conceptos e ideas que aquí se muestran.

 





Dolores Ibarruri " Pasionaria " y Gente del Pueblo



 "Es el aniversario de la muerte de Doña Dolores Ibárruri Gómez, "La Pasionaria",



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 Montaje audiovisual en recuerdo y homenaje a Dolores Ibarruri "La Pasionaria" Con música del grupo andaluz Gente del Pueblo. - MALT 2008-


 Letra de la canción: A DOLORES IBARRURI (Gente del Pueblo)

  Cuando quise cantarle a la paz, al recuerdo me vino la guerra: un jinete de sangre y de muerte y de niños caidos en la tierra.

 Milicianos que pierden batallas, abrazados al hermano que hirieron caminado en triste retirada y los niños que lejos se fuero.

 Entre medio de tanto dolor, en aquellos momentos de duelo, pu palabra llevaba el calor de esperanza, de paz y consuelo.

 Y esa paz... ¡ay Dolores!... eres tú. Y esa paz... ¡ay Dolores!... eres tú. La paloma que vuela y vuela...

 ¡Ay... eres tú! Y esa paz... ¡ay Dolores!... eres tú. Como madre tu vistes partir, a la guerra a tu ser más querido, para luego saber...¡ay Dolores!... que de muerte tu hijo está herido.


 De tu pecho, lleno de amargura, nace un grito, fruto de tus venas. La esperanza florece en tus labios, de una paz que no tenga cadenas.


 Y has busacado incasable la paz sin tener que vivir de rodillas. Tu palabra a una tierra la aró y has sembrado la buena semilla. 

 Y esa paz... ¡ay Dolores!... eres tú. Y esa paz... ¡ay Dolores!... eres tú.


 La paloma que vuela y vuela... ¡Ay... eres tú!


 Y esa paz... ¡ay Dolores!... eres tú....


 GENTE DEL PUEBLO.




domingo, 12 de noviembre de 2017

Critican el tratamiento informativo de la presunta violación de Sanfermines

 
Violación en San Fermín | Dentro del círculo, dos de los procesados se disponen a correr el encierro poco antes de ser detenidos.
Dentro del círculo, dos de los procesados se disponen a correr el encierro poco antes de ser detenidos. 


 La Plataforma de Mujeres contra la Violencia Sexista de Navarra considera que algunos medios "han disfrazado de información todo tipo de detalles, conjeturas y suposiciones"
 


La Plataforma de Mujeres contra la Violencia Sexista de Navarra ha criticado el tratamiento informativo respecto a la presunta agresión sexual ocurrida en el 7 de julio de 2016 y cuyo juicio comenzará el próximo lunes.



"Han disfrazado de información todo tipo de detalles, conjeturas y suposiciones, que no aportan nada a este proceso judicial ni a la recuperación de la mujer agredida", han continuado desde la plataforma que han considerado que "este tratamiento de la información no ayuda en nada, más bien todo lo contrario, en la lucha contra la violencia machista que diariamente sufrimos las mujeres".


El colectivo ha expresado en un comunicado su "apoyo y cariño" hacia la mujer presuntamente agredida en Sanfermines de 2016 "en estos momentos que sabemos son y serán complicados". Sobre el juicio que se inicia el próximo lunes ha precisado que "no tenemos nada más que decir".


Sí se ha referido a la violencia hacia las mujeres en el ambiente festivo, asegurando que la plataforma tiene constancia de "al menos 11 agresiones sexistas de diferente intensidad durante los Sanfermines de 2016 y de 12 en los Sanfermines de 2017". El colectivo ha remarcado que ninguna agresión "es más grave que otras" y ha afirmado que "es imposible catalogar la gravedad de las agresiones que sufrimos las mujeres en función de los hechos ocurridos".


"Todas las agresiones sexistas, sean de la intensidad que sean, se den en entornos festivos o en nuestro día a día, son inadmisibles, despreciables e injustificables" y "es obligación de todos y de otras luchas contra ellas", ha incidido.


La plataforma ha subrayado que las agresiones sexistas "no son hechos aislados" sino una violencia "sistémica" y "universal" que "se basa en las relaciones de poder de los hombres respecto a las mujeres, que generan desigualdad".



En este sentido, desde el colectivo han considerado que "la sobre exposición mediática, el amarillismo y la falta de sensibilidad y conocimientos entorno a la violencia sexista, hace que una y otra vez se ponga el foco en las mujeres que sufrimos agresiones, en lugar de en las causas por las que las sufrimos o en los agresores". "Un foco que lejos de ayudar en la lucha contra la violencia, se dedica a cuestionar sistemáticamente a las mujeres que sufrimos violencia machista y a invisibilizar las agresiones", lo que "facilita una coartada a los agresores y sus cómplices, además de normalizar las agresiones sexistas", han criticado.


La plataforma ha destacado "la respuesta ejemplar que ha dado la ciudadanía ante todas las agresiones sexistas de las que hemos tenido conocimiento en fiestas" que "tan solo unos años atrás habría sido impensable".



Finalmente, han llamado al compromiso de la ciudadanía "en la lucha contra las agresiones sexistas" para "comenzar a construir unas fiestas y una sociedad libre de agresiones y libre de desigualdades". A las instituciones han instado a que "sigan profundizando en trabajar los factores que favorecen la violencia contra las mujeres, para conseguir transformar esta ciudad".


 https://amp.diariodenavarra.es/noticias/navarra/2017/11/11/critican-tratamiento-informativo-presunta-violacion-sanfermines-561312-300.html





¿Por qué me tengo que callar?


Por primera vez en mucho tiempo, recuerdo los primeros diez años de mis ya largos ochenta y uno, cuyo aniversario celebro justo hoy, 9 de noviembre. Lo celebraré en la Vilella Baixa, perdida y bella localidad catalana donde mi padre, médico rural, estrenaba el fragor de su juventud curando apoplejías olvidadas por toda la comarca del Priorat, mi patria chica: la Vilella Baixa, la Vilella Alta, Gratallops, La Figuera..

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Sin embargo, la de mi padre, Eduard Punset Alegrí, fue una generación que luchó mucho para superar la guerra. La Vilella Baixa quedó destrozada. El país estaba arrasado y, sin embargo, ellos nunca hablaban de la guerra, nunca. La de mi padre fue una generación muda, silenciosa y muy, muy trabajadora. Cuando cumplí los diecisiete, me envió estudiar a Madrid, para que aprendiera a hablar bien el castellano de una puñetera vez, según dijo. Mi padre lo hacía por una simple cuestión de conocimiento y cultura. Era su obsesión, que estudiara. Sin embargo, recuerdo que, en la universidad en Madrid, al comienzo, me avergonzaba hablar en castellano en público, por mi acento catalán, si bien el castellano lo aprendíamos en la escuela. Lógicamente, en el recreo hablábamos en catalán


. Era mi lengua materna y esto se lleva muy adentro. Es imborrable. Estos días, una persona del pueblo me comentaba lo mucho que me parecía a mi madre. Me ha hecho reflexionar. No me lo habían dicho nunca. Mi madre, Maria Casals Roca, murió bastante joven. El recuerdo se fue difuminando con los años. Sin embargo, me doy cuenta de que la llevo muy adentro, tanto como la lengua y el acento en que me hablaba. ¿Aún me pregunto ahora de qué me avergonzaba en Madrid?, pero me hizo ilusión que me dijeran que me parecía tanto físicamente a ella.


 En realidad, me doy cuenta ahora de que fue en Madrid donde empecé a aceptar un montón de cosas, sin que me importaran las consecuencias ni el qué dirán. Contra el mutismo paterno, que tantos compartirán, la nuestra fue una generación, al menos unos pocos, que de repente empezamos a hablar. Discutíamos y luchábamos por nuestras ideas, clandestinamente, desde lenguas y acentos diferentes.


Lo recuerdo bien por dos motivos: porque esto supuso mi exilio y porque desde entonces, desde el momento (1958) en que tuve que salir de España llevo siempre el pasaporte encima. Siempre. Aunque sólo sea para salir un momento a comprar un poco de pan, nunca olvido mi pasaporte. Cuando me lo preguntan, invariablemente, respondo lo mismo: “Por si de repente tengo que volver a salir del país”. Nadie piensa en eso, pero yo lo he vivido y por eso siempre llevo el pasaporte encima. Estos días vuelvo a pensar otra vez mucho en todo esto. Me tuve que ir porqué algunos, por aquel tiempo aprendimos a hablar sin complejos, sin avergonzarnos de nada y con todas sus consecuencias.

 Me acuerdo especialmente del episodio que provocó mi exilio; se produjo por haber lanzado unas cuantas octavillas en un partido de fútbol -a favor de una supuesta huelga general pacífica-, o por haber intentado organizar un pequeño homenaje a un científico republicano exiliado. Probablemente me buscaban por las dos cosas. El recuerdo que sí mantengo intacto es la llamada telefónica que me salvó la vida, justo cuando cerraba la puerta de la habitación de la pensión donde vivía en Madrid:


“No vayas a la reunión por qué la policía te está esperando en la tasca donde has quedado”. Tomé la decisión en un instante, cogí el pasaporte, compré un billete hasta Burdeos y me fui. Desde entonces, nunca más he salido de casa sin él. A Manolo López, abogado laboralista y dirigente de los cuatro estudiantes comunistas que estábamos en la universidad, le pillaron: ocho años de cárcel y torturas.


Éramos miembros del Partido Comunista de España y la reunión formaba parte del comité de coordinación universitario. A partir de 1959 fui exiliado político en Ginebra, y luego en París un par de años. Después pasé ocho en Londres, donde me ofrecieron trabajo, estudios, afecto.


Durante mi exilio descubrí dos hechos importantes que no he querido olvidar nunca. El primero, el sabor de la libertad; adquirí conocimientos de multitud de personas y a partir de una gran diversidad de ideas y opiniones. Poder viajar, y sobre todo estudiar, es algo maravilloso. Te saca de la cueva. Definitivamente.


El segundo hecho importante, sin el cual seguramente no hubiese podido saborear el primero, fue descubrir el enorme salto democrático que suponía la separación absoluta de poderes, tan sólidamente implantada en mis países de acogida, Francia, Alemania, Estados Unidos, Inglaterra... para entender en toda su magnitud las democracias modernas, Montesquieu (Del espíritu de las leyes, 1748), el inventor de la separación entre los poderos Judicial, Ejecutivo y Legislativo es sublime, simplemente ¡fantástico!


Por estas dos razones, cuando Adolfo Suárez me propuso formar parte de su gobierno no lo dudé. Yo era el primer comunista que ocupaba un ministerio después de la muerte de Franco. Acepté porque confiaba. Siempre pensé que España compartía con Alemania varias cosas, pero sobre todo que los dos países formaban parte de las grandes potencias europeas que habían cometido el error histórico de sucumbir la una, electoralmente, al nazismo y la otra, recurriendo a una guerra civil, al fascismo.


¡Qué inocencia la mía! Estaba convencido de que el recuerdo de la Guerra Civil perviviría, a pesar del paso de los años. Creía que tanto España como Alemania llevarían en su alma aquel recuerdo; en términos históricos, no hacía falta ser hijo de aquella Guerra Civil para estar condicionado por ella.


Para tranquilidad de la gran mayoría, en teoría, se llevarían a cabo las reformas y revoluciones a favor de un nuevo estado de cosas. Ahora me doy cuenta de que nos quedamos a medio camino, en favor de una transición que algunos calificamos de “benevolente”.


Debo reconocer que estaba equivocado, aunque sea lícito haberlo condicionado todo para favorecer la búsqueda del equilibrio social entre la seguridad y la reforma, tratar de incluir y satisfacer toda la diversidad de este país... pero todo esto nunca llegó.


Ahora, me veo de nuevo cincuenta años atrás. Estos son días de reflexión, también de tristeza y movilización. Hay quién me ha dicho que para qué me meto, y que qué necesidad tengo de hablar. ¿Y, por qué me tengo que callar? Nosotros, que tuvimos que aprender a hablar de nuevo. Nosotros, que conseguimos salir de la jaula y formarnos en el exterior porque aquí ni tan siquiera nos dejaban opinar.


Yo, que tuve la suerte inmensa de lanzarme al mundo para aprender de tanta gente increíble, de la mano de científicos de todo el planeta que precisamente se atrevían a hablar de temas que a nosotros nos avergonzaban, sexo, suicidio, primates, ¡El origen de la vida! ¡Cómo empezó todo! Con el programa Redes de Televisión Española, conseguimos llevar la ciencia a toda una generación. La mayor ilusión de mi vida fue el día en que una chica se me acercó en la calle y me dijo: “Quiero que sepa que decidí estudiar Física gracias a Redes”.


Y, a pesar de todo, no consigo separarme de mi pasaporte. No puedo parar de pensar en Montesquieu y en la dichosa separación de poderes. Desgraciadamente, la separación de poderes en España no existe.


Debo admitir que la “transición benevolente”, de la que tanto nos llenamos la boca, aceptó también renunciar, al menos por el momento, a la famosa división de poderes en el Congreso como sistema de representación pública; esto fue así, entre otras cosas, porque entre los políticos de entonces ninguno aceptaba que el Poder Judicial no fuera elegido también por ellos mismos.


Recuerdo conversaciones mantenidas con políticos de carácter benevolente a los que intenté convencer de que una cosa no podía ir sin la otra. Lo había aprendido en el exilio. Y así estan la cosas: aún vivimos en un país donde alguien puede ir a parar a la cárcel por sus ideas políticas. ¿Y por qué me tengo que callar?


Hoy, en Vilella Baixa, me acordaré de mis padres, de aquella generación muda que optó por el silencio y se obsesionó con nuestra formación; y beberé, en silencio, por la libertad, por los amigos Oriol, Jordis, Josep, Joaquim, Jordi, Raül, Dolors, Meritxell y Carles, que, de nuevo, están otra vez en la cárcel y que ¡quiero que saquen ya!



sábado, 11 de noviembre de 2017

La gestación subrogada es violencia



 “Lo peor que le puede pasar a un recién nacido es que le separen de su madre”. La frase del neonatólogo Nils Bergman, investigador referente a nivel mundial, sintetiza muy bien toda la evidencia científica actual que demuestra lo doloroso que es para los bebés ser separados de su madre nada más nacer. Las consecuencias son más dañinas y las secuelas más graves, obviamente, cuanto más prolongada es la separación. Precisamente por toda esa evidencia ya sólo situaciones de cierta gravedad médica justifican esa separación inmediata.


Lo que el bebé vive en el embarazo, en el parto y en los primeros días de vida deja una huella muy importante en su vida psíquica y condiciona en muchos aspectos su desarrollo cerebral. Toda una serie de mecanismos neuro hormonales hacen que nada más nacer los bebés esperen encontrarse con su madre, reconocerla, olerla, mirarla a los ojos, e idealmente, iniciar la lactancia.


 El estrés de la separación prolongada de la madre puede dañar el desarrollo cerebral del bebé y condicionar su salud de por vida. Muchos de los niños que han sido adoptados sufrieron esas separaciones tempranas y traumáticas de la madre lo que a veces favorece trastornos del vínculo o alteraciones muy graves de la conducta en la infancia o adolescencia que pueden ser muy difíciles de tratar: suelen ser precisos años de terapias.


Los que nos dedicamos a la psiquiatría infantil lo sabemos bien. Obviamente hay una mayoría de niños-as adoptados que crecen saludablemente y sin secuelas del abandono inicial, pero también hay una minoría que sí tiene dificultades muy severas y/o graves trastornos de conducta, independientemente de cuanto les quieran y cuiden sus familias adoptivas.


Comparar adopción y subrogación me parece especialmente tramposo. El abandono o rechazo que precede a la adopción, es decir, que una madre (¡y un padre!) abandonen o no se hagan cargo de su bebé, es algo que, si eres el/la hijo-a “te pasa”.


Que decidan gestarte en el vientre de una madre de la que te separarán nada más nacer es algo que “te hacen”. En el primer caso, adopción, tu familia adoptiva reparará ese daño aceptándote y queriéndote.


En el segundo, subrogación, tu familia decide hacerte pasar por ese embarazo y parto con separación posterior causándote ese daño de la separación, poniendo por encima de todo su presunto derecho a ser padres.


El bebé gestado por subrogación, al igual que todos los de nuestra especie, espera encontrarse al nacer con la mujer que le ha gestado y que para él es su única madre. Ser separado de ella nada más nacer y probablemente no volverla a ver suponen un trauma y una pérdida enormes: equivalentes a que su madre muera en el parto.


Las experiencias de los bebés que fueron robados por la dictadura en Argentina y recuperaron su identidad al llegar a la edad adulta son ilustrativas. Incluso los que fueron criados por familias amorosas crecieron con ese “ruido en la cabeza”, esa sensación de pérdida, esa añoranza enorme de alguien que no sabían nombrar y resultó ser su madre.


Separar al recién nacido de su madre sin que haya una razón médica de peso se considera violencia obstétrica. Como tal se recoge en las leyes de los primeros países que han legislado en torno a esta violencia (Venezuela, México, Argentina): “Obstaculizar el apego precoz del niño o niña con su madre, sin causa médica justificada, negándole a ésta la posibilidad de cargarlo o amamantarlo al nacer”.


La gestación subrogada supone que el bebé lo geste una mujer que no lo va a criar y que, a cambio, recibe un ingreso económico.


 Al bebé le afectará enormemente cómo viva psicológicamente la gestante el embarazo.


 Para comprender lo que conlleva podemos intentar imaginarnos la misma situación con un bebé ya nacido. ¿Dejaría alguien a su bebé nueve meses de vida al cuidado exclusivo de una desconocida en un país lejano?


Si esa mujer lo cuidara amorosamente ¿cómo se sentiría el bebé al tener que separarse de ella? ¿Cuánto la echaría de menos, la extrañaría, querría volver a verla? ¿Cómo le afectaría despedirse de ella? ¿Qué momentos, qué situaciones le recordarían a su cuidadora y le harían sentir un inmenso anhelo de volver a verla, escucharla, abrazarla?


¿Y si la mujer no le cuidara amorosamente?  Si esa cuidadora estuviera agobiada o estresada por mil razones y descuidara, hablara mal al bebé, le insultara o le ignorara, ¿cómo se sentiría el bebé durante los nueve meses? ¿Cómo sería su vida tras ese tiempo con la cuidadora de un país lejano a la que no volvería a ver en su vida?¿Alguien dejaría a su bebé nueve meses al cuidado de una desconocida en un país lejano?


La gestación subrogada conlleva infringir una herida psíquica enorme a un recién nacido (no sólo, también a su madre, pero de eso hablaré en otro post). Separarle de la madre que lo gestó, y mantener la separación. Desde el punto de vista del recién nacido no solo es una agresión injustificable éticamente.


Además, es arriesgado, y previsible que algunos de estos bebés puedan sufrir secuelas psíquicas y/o dificultades para los vínculos afectivos el resto de sus vidas.


 Incluso en los casos de gestación “altruista”, como Canadá, hay gestantes que expresan: “disfruté mucho del embarazo, pero nunca sentí una conexión maternal”. 


¿Quién puede pensar que eso no afecta al desarrollo del bebé?


PD: A las familias que ya habéis tenido a vuestros hijos por subrogación: informaros. Estad atentos. Observad, cuidad, amad a vuestros hijos-as. Potenciad los vínculos, pero no neguéis la realidad ya creada y las posibles consecuencias y/o secuelas


. Pedid ayuda a psicólogos-as expertos en apego y trauma infantil en cuanto os parezca preciso. Sed conscientes, sed sinceros.


Ibone Olza. Psiquiatra Infantil y Perinatal



https://iboneolza.wordpress.com/2017/03/29/la-gestacion-subrogada-es-violencia/amp/




 

viernes, 10 de noviembre de 2017

Familiares y amigos de Yolanda González exigen que su asesino deje de asesorar a la justicia y los cuerpos de seguridad

Yolanda González, asesinada por ultras en 1980.


Denuncian, a raíz de la contratación de Emilio Hellín como perito en el caso de financiación ilegal del PP de Valencia, que "sigue prestando servicios para instituciones y altas esferas del poder"


El entonces miembro del ultraderechista Batallón vasco-español fue condenado por el secuestro, tortura y asesinato de la joven en 1980



"Una vez más un asesino convicto y confeso, miembro del ultraderechista Batallón vasco-español y de Fuerza Nueva, condenado a 43 años por el secuestro, tortura y asesinato de una joven de 19 años, sigue prestando servicios para instituciones y altas esferas del poder". Familiares y amigos de Yolanda Gozález, asesinada en 1980, han expresado así su denuncia de la actividad de Emilio Hellín, uno de sus asesinos, como perito ante los tribunales.


A raíz de la contratación de Hellín por el cuñado de la difunta alcaldesa Rita Barberá, el abogado José María Corbín, como perito de los concejales imputados por la supuesta financiación ilegal del PP de Valencia, los familares y amigos de Yolanda González se quejan de que Emilio Hellín Moro, "escondido bajo el nuevo nombre que se construyó, Luis Enrique Helling", sea presentado "por la defensa de los encausados del PP valenciano como el gran experto que les va a ayudar a que se haga justicia".


Tras recordar que Hellín "eludió una y otra vez la acción de la justicia, fugándose de la cárcel en tres ocasiones hasta conseguir una fuga exitosa en Paraguay al amparo y trabajando para el dictador Stroessner", los familiares y amigos de Yolanda González exigen "una vez más el cese inmediato de cualquier tipo de contratación de Emilio Hellín Moro para actuaciones ante la justicia y otras instituciones y cuerpos de seguridad del Estado".


La denuncia se refiere a que Hellín ha sido contratado en diversas ocasiones para impartir cursos a las fuerzas de seguridad. Asier González Martín, hermando de Yolanda González, y Mar Noguerol, compañera de la estudiante asesinada, apuntan al remitir el comunicado del grupo de amigos y familiares que el incidente en el juzgado de Instrucción número 18 de Valencia "es especialmente grave al conocerse desde 2013 por la investigación periodística de Jose María Irujo, que Luis Enrique Helling es en realidad el asesino de Yolanda González".


"Pese a saberlo, la defensa del PP ha ocultado la identidad de la persona que iba a practicar la prueba pericial hasta el mismo momento de irse a realizar", añaden Asier González y Mar Noguerol, que recuerdan: "Hemos mantenido estos años la lucha por la justicia, investigación y responsabilidades en el asesinato de Yolanda, y contra el trato de favor hacia su asesino".






 

jueves, 9 de noviembre de 2017

El Sueño Americano roto: Trabajadores de Silicon Valley duermen en autos al no poder pagar alquiler

El Sueño Americano roto: Trabajadores de Silicon Valley duermen en autos al no poder pagar alquiler


El creciente número de personas sin hogar, a pesar de trabajar duramente, ha llevado a muchos gobiernos locales a declarar estados de emergencia, generalmente reservados para desastres naturales. 

 
Silicon Valley, ubicado en la costa de California (EE.UU.), es mundialmente conocido como el hogar de las corporaciones más ricas del mundo. No obstante, pocos saben que esta 'meca' tecnológica alberga también un creciente número de personas que incansablemente persiguen el 'Sueño Americano' pero no tienen una vivienda dónde resguardarse.


No se trata de los llamados 'homeless', gentes que, por diversos motivos, abandonaron la economía y ahora viven en las calles, sino de hombres y mujeres que tienen empleos, a veces dos o tres al mismo tiempo, pero no son capaces de pagar el más modesto alquiler de una vivienda. Estas personas han llegado a definir una subcultura completamente nueva de estadounidenses, que no se conocía desde hace varias décadas: son los 'trabajadores sin hogar'.

Valle de los desesperados

 

Impulsado por docenas de compañías de alto nivel en el 'ranking' Forbes 100 –como Apple, Alphabet (Google), Hewlett Packard, Oracle y muchas más–, Silicon Valley representa un tercio de todas las inversiones de capital de riesgo en EE.UU. Entonces, ¿cómo explicar el fenómeno inquietante de los empleados, maestros, trabajadores de mantenimiento, plomeros y muchos otros del sector de servicios que viven en automóviles y casas rodantes aparcadas en estacionamientos porque su salario no es suficiente para pagar el costo de un alquiler básico?
 
 
De acuerdo con el material de ABC News dedicado al tema, la renta media en el área metropolitana de San José es de 3.500 dólares al mes, pero el salario promedio es de 12 dólarespor hora en servicios de comida y de 19 dólares por hora en asistencia médica, una cantidad que ni siquiera cubriría los costos de la vivienda.


El informe detalla la desgarradora historia de Ellen Tara James-Penney, de 54 años, profesora de la Universidad Estatal de San José, quien gana 28.000 dólares al año por impartir cuatro cursos de inglés y acumula 143.000 dólares en deuda estudiantil después de obtener dos títulos.


 La mujer también redacta y corrige documentos y prepara lecciones en su gigantesco Volvo. Por la noche, inclina hacia atrás el asiento del conductor y se prepara para dormir con uno de sus dos perros, Hank, a su lado. Su marido, Jim, que es demasiado alto para el automóvil, duerme afuera en una choza junto con el otro perro, Buddy. Y no es un caso único.


Mountain View, por ejemplo, poblado que habitan unas 80.000 personas, tiene diseminados por sus calles más de 300 vehículos que sirven de estrecho alojamiento para individuos y aun familias enteras. Según el sitio web oficial de la ciudad, la falta de vivienda casi se duplicó en dos años, al pasar de 139 en 2013 a 276 en 2015. Estas cifras aumentaron aún más en todo el condado en 2017.


¿Culpar a los pobres?

 

A menudo, los residentes locales suelen culpar a estas personas sin hogar por el empeoramiento de las condiciones en la zona. Se preguntan muchos de ellos: ¿Por qué simplemente no se mudan a un lugar donde los hábitos de gasto de los ultra ricos no hayan desencadenado una fuerte inflación? Y aunque parece haber algo de sentido común en ese razonamiento, el problema no es tan simple, ya que se extiende más allá de las fronteras de Silicon Valley.


La falta de vivienda es ahora  notoria en todo el país, aunque especialmente en California. En un estudio recientemente publicado por el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de EE.UU., cuatro de las 10 ciudades con mayor índice de personas sin hogar se encontraban en California (Los Ángeles, San Diego, San Francisco y San José). La ciudad de Nueva York ocupó el primer puesto.


 


 Dime cuánto ganas y te diré dónde vivir


Enterrado bajo noticias alentadoras acerca de un mercado accionario en ascenso y sueldos ejecutivos que roban el aliento, el drama de las personas sin hogar sigue creciendo en números, al punto de que ha llevado a muchos gobiernos locales a declarar estados de emergencia, una medida generalmente reservada para desastres naturales. Arriba y abajo en la costa californiana, en particular, los funcionarios están luchando por soluciones.


"Tengo en mi ciudad un desempleo de 0 % y tengo miles de personas sin hogar, que en realidad están trabajando y que simplemente no pueden pagar una vivienda. No hay ningún sitio para que esta gente se mude. Cada vez que abrimos un nuevo lugar, se llena", explica el concejal Mike O'Brien, de la ciudad de Seattle, a 'The Washington Post'.


"Esta no es una crisis de desempleo, que esté llevando a la pobreza por aquí", dijo Tom Myers, el director ejecutivo de Community Services Agency, una organización sin fines de lucro con sede en Mountain View. "La gente está trabajando", aseveró.


Lo que no tienen es dónde vivir.


https://actualidad.rt.com/actualidad/254734-trabajadores-silicon-valley-dormir-autos-alquiler







De cómo el hijo de Aznar se aprovechó del hundimiento económico español


 


 El hijo de Aznar, Alonso, se ha convertido en un furibundo activista contra el referéndum catalán pero ¿por qué no se manifesto contra su hermano? Aquí explicamos cómo José María Aznar Jr. lideró fondos extranjeros para aprovecharse del hundimiento económico español.


Publicado originariamente en nuestro número 29.


 https://www.revistamongolia.com/noticias/de-como-el-hijo-de-aznar-se-aprovecho-del-hundimiento-economico-espanol






Banderas y trapos sucios

Ignacio González dice no perder un minuto con las candidaturas del PP en Madrid: "Lo que tenga que ser, será"

Ignacio González en una imagen de archivo

 Sacamos banderas a los balcones, pero parece que metemos bajo la alfombra la suciedad de tanta corrupción


Un histórico dirigente del PP me hacía previsiones electorales, calculando lo poco que importa que su partido retroceda en Cataluña por la gestión del “procés”, si a cambio les suma electores como rosquillas en el resto de España. 


La intervención de Rajoy en el conflicto catalán puede quitarle votos allí, pero ha puesto como motos a sus potenciales votantes de otras partes del país, que estarían encantadas hasta si hubiera más mano dura en Cataluña.


 Poco importa la escasa relevancia para el PP en unas elecciones catalanas, logrando un 9 o un 10% de papeletas, si en el resto del país están encantados con Mariano como garante de la unidad de la patria.


Hay otro valor añadido. La gente está a tope, motivada con el desafío en Cataluña, y los malos tragos de la corrupción quedan para las noticias breves del día o, directamente, desaparecen. 


Hace unos meses, el caso de Ignacio González hacía tambalearse los cimientos en el PP, la Fiscalía, los comisarios policiales, las empresas de comunicación... 


Hoy, sacar de la cárcel a “Nachete” puede desaparecer de las portadas de la mañana y no pasa nada.



Ignacio González también era de pulsera rojigualda y negocios sucios en el extranjero.


 Como Rato, Bárcenas, Granados, Urdangarin… Todos están en la calle y ninguno ha devuelto el dinero. No verán, en cambio, ninguna manifestación masiva en contra, porque parece que la corrupción se da por amortizada en el imaginario público mayoritario.


 Ignacio González sale de la cárcel..


****** *


 Además, ha calado el “si pudieran, los otros también robarían, porque todos son iguales”. González reúne 400.000 euros en unas horas, como quien cuenta vasos y platos, y a correr.


Digo yo que algo nos habrá pasado en España, cuando un presidente del Gobierno es señalado por la policía como beneficiario del dinero de la corrupción, pero parece que nos inquieta menos que leer las crónicas del Marca.


 Es más, la declaración en el Congreso del agente antiblanqueo contra “M. Rajoy” tiene la misma repercusión en las portadas de la prensa generalista, que en la deportiva. Es decir, ninguna. Todo atado y bien atado.


¿Son conscientes de este latido social los que manejan el cotarro? Sí, lo son. Aznar puede decir que no conocía a los delincuentes de la Gürtel sin cortarse un pelo de los que le quedan en el bigote.


 Toda España ha visto que fueron invitados a la boda de su hija y hasta pagaron una parte. 


Pero hemos llegado a tal punto de desfachatez que Josemari puede afirmar que “difícilmente” ha tenido relación con ellos, que no se siente responsable, que no pide disculpas por el saqueo y que la justicia está actuando.


Con estos mimbres, no se extrañen si tenemos algún problemilla para dar ejemplo y convencer a los independentistas del proceso unilateral de que las leyes están para cumplirlas, que la justicia es igual para todos y que quien la hace la paga.


 Con este panorama, la podredumbre da también argumentos a los que dicen que se quieren ir. Digo yo que algo estaremos haciendo mal si somos tan decididos para sacar banderas y tan poco exigentes para meter a algunos en la cárcel y lavar los trapos sucios.







miércoles, 8 de noviembre de 2017

BAR LOS CUÑAOS TODAY – Los catalanes y el diálogo

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Hoy volví antes de la obra. Aclaro que no soy albañil, sino pensionista. Es lo que tienen algunos infartos: cinco muelles y fuera estrés, fútbol, manteca colorá, aguardiente, tabaco, trifulcas… todo lo que hace feliz a un español de bien.

Por las mañanas salgo a caminar como alma en pena, desayuno en cualquier bar del centro –nada de chocolate y churros- y a la vuelta me apoyo en una baranda amarilla a ver una obra junto a varios intelectuales del barrio: hormigoneras run run run, vigas volando, imposibles grúas equilibristas, albañiles precarios…

Hoy me vine porque ya estoy hasta los cojones del tema catalán. La víspera del 1-O se me ocurrió decir que el diálogo había solucionado conflictos políticos de mayor envergadura y para qué más. Un señor se me abrió de brazos: “¿Dialoqué? Un español de verdad se viste por los pies –me dijo apuntándome al entrecejo con el dedo- ¡Cojones es lo que hacen falta en España, caballero! Qué coño diálogo. ¡Menos palabritas y más palos!”.
 

 El ambiente en la obra está letalmente enrarecido: tensión, gestos esquinados, perífrasis dañinas, clamores patrióticos… Imposible relajarse con las vigas, los enfoscados, las palas… ¡A tomar porculo! Ahí os quedáis


.
 
Al final entré en el Bar Los Cuñaos Today sin asociar el nombre del establecimiento –de alto riesgo, por cierto-, a la exclusiva clientela que allí se cita. Me apoyé en la barra. En la televisión manoteaba Ferreras mandando callar al calvo del ABC que quería comerse a la Fallarás. Albert de fondo.


La concurrencia en la barra voceaba y ladraba encrespada al hispánico modo. Las cáscaras de avellana amontonadas en el suelo, un camarero subiendo la voz al televisor, cuatro moscas machadianas rebañando los granitos de azúcar del desayuno.
 



 Solo faltaban en la tertulia los afamados politólogos Ojeda y Bertín Osborne.


-Un tinto, por favor –me atreví a pedir.


-No será usted catalán, ¿no? –Me susurró el camarero al servirme el vino, desviando la mirada- no me gustaría que lo ofendieran en mi casa, si quiere usted los mando callar –señaló con la cabeza a los de la barra.


-Para nada, faltaría más. Muchas gracias.


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Un señor bajito, de calva indefinible, largas patillas rizadas y barba de tres días me observaba desde lejos. Mi propósito era beberme el vino cuanto antes y salir pitando de aquel cuñadódromo. Y casi lo consigo, pero al pagar, el señor se acercó a mí con andares lentos, pasos largos, las manos en los bolsillos del chándal de la Selección, un palillo de dientes bailoteando en los labios.

 

-Perdone usted si lo molesto, caballero, ¿puedo saber qué opina de lo que están montando los catalanes? –Hizo un ademán al camarero- Otro vino para el señor, yo invito.


Fui incapaz de rechazar la oferta:


-Hombre, yo creo que todo en la vida se arregla hablando… O se arreglaba.


Un silencio sepulcral invadió el local. Solo se oía el runrún de Albert en el televisor disputando el vacío a las moscas: partir España… Podemos… Moscas… Unidad de España… Venezuela….  Moscas… Constitución de España… Golpismo… Bandera de España… Más moscas… El camarero bajó el volumen.


-¿Cómo ha dicho usted? ¿Dialogar con el Puichdemón ese? –Se escandalizó alguien.


-¿Dialoqué? –Preguntó el señor bajito de las patillas rizadas, los ojillos negros de rata clavados en mi entrecejo, el palillo inmóvil en la boca- ¿Con golpistas?


Mire usted, caballero, esto solo tiene una solución, y es muy sencilla: se suelta a la cabra de la legión en las Ramblas, a la cabrita nada más, ella solita, ni tercios ni na, andandito por las Ramblas, pian pianito, y no queda ni un perroflauta en Barcelona, se lo digo yo.


-Hombre…


-¿Cómo que hombre? –Exclamó. La exclusiva clientela se acercó al olor del conflicto como los buitres a la carroña.


-Lo que hay que hacer es un muro y que no pase ni uno –terció otro contertulio con mono azul manchado de pintura- pero que ni uno. Y el Barça que juegue con el Tarrassa, que está en Tercera.


-Tampoco es eso, coño –lo interrumpió el de las patillas-, que no tiene por qué llegar la sangre al río.


 Ya nos entenderíamos con ellos, aunque fuera en catalán. Esto es cosa de política, no de fútbol, no mezcles nabos con coles. Por cierto –me señaló con el dedo y pidió una ronda-, ¿puede explicarme usted cómo se dialoga con golpistas que atacan a la Policía? Lo vería usted en la tele, digo yo.


-Y adoctrinan a los niños y te echan de las tiendas si hablas español. –Informó uno de ellos, señalando a Albert.


-Tranquilos, coño, dejadlo que se explique –aplacó el señor bajito acercándome el vaso de vino. 


Tragué saliva.


-Vamos a ver, caballero, ¿usted tiene hijos? –Le pregunté.


-Tres –se golpeó el pecho como Tarzán-, y tos van p’alante. Y llevo tres años en paro, que conste. 


¡Tres años!


-Bien –intenté continuar-, entonces imagine usted que uno de sus hijos -es solo un poner-, quiere irse de su casa…


-No se le ocurrirá a ninguno.


-Bueno, suponga usted que es un capricho del niño. Se ha enfadado por una pamplina, está en la edad, se pone chulo y dice que se va. Usted conoce al niño y sabe que es conflictivo y cabezón. ¿Me sigue? –Asintió- Bien.


Pues tiene usted dos opciones, una: lo sienta en el sofá y lo amansa, que a lo mejor lo convence cambiándole el color del cuarto, o llevándolo a un partido, o dándole más cariño, vaya usted a saber, o dos: cuadrarse con el niño, cerrarse en banda y reducirlo todo a una cuestión de autoridad y de cojones. ¿Se acuerda del “a por ellos, oe, oe”? Pues eso.


-Me quedo con lo segundo. A cara cojones gano yo.


-Bien, la segunda, de acuerdo. Usted se planta, el niño sube el tono, hay voces, malas formas, empujones… El niño rompe un mueble de una patada.


-Se le dan dos hostias y punto –intervino otro contertulio-, como Rajoy en Cataluña, se manda a la Guardia Civil y a tomar porculo. Y si hace falta a la legión y a los tanques.


De nuevo la pelea de perros, todos hablando sin oírse, que si España arriba y abajo, que si la bandera, que si Puigdemont, que si todos a la cárcel, el golpe de Estado, la legión, los tanques, el muro de Trump, el Barça y hostias y palos van y vienen. Levanté las manos.
 

-Pues eso –intenté continuar-, que cuando el niño rompe el mueble, usted, legítimamente, no se lo voy a discutir, faltaría más, para eso es su hijo y romper los muebles no son formas, le zampa dos hostias bien dadas, para que aprenda. ¿Y qué pasa entonces? Que el niño pone el mingo, berrea, patalea y escandaliza al vecindario…


-Pues cuatro hostias más y nueve de propina.


-Ahí voy. A esas alturas, el escándalo se oirá en lo alto de la Giralda, el rellano estará lleno de vecinos, el niño sangrando por la nariz, su familia sujetándolo a usted y entonces aparecerá la Policía, y teniendo en cuenta que es menor, intervendrá Asuntos Sociales y usted perderá para siempre al niño, que es lo que pretendía evitar. 


Eso como mal menor. ¿Lo entiende ahora? ¿No hubiera sido mejor sentarse con él antes de llegar a esto? Porque usted es padre, no policía. ¿Probó a dialogar, a persuadirlo, a ejercer de padre? Nunca lo sabrá. Solo sabe que ahora tiene la familia rota.


-¿Me está usted comparando un golpe de Estado con romper un mueble? –Se llevó las manos a la boca y tiró el palillo-. ¿Me está diciendo que España es una mesa camilla? Que los separatistas han cometido un delito gravísimo, caballero, que la ley es igual para todos, que no me líe usted, no me líe…


-Intento decirle que ciertos asuntos se arreglan con gestos y no con palos, que un político es un político, no un policía, como un padre es un padre y no un sheriff. Que la rotura de un mueble no puede conducir a la ruptura de una familia solo por no hablar a tiempo.


 El señor Rajoy cobra por ser político, no policía; por solucionar problemas hablando, no pegando. Cuando un policía tiene un conflicto con un ratero, no lo manda a hablar con Rajoy, y cuando Rajoy tiene un problema con un político, no puede mandar a la policía a solucionarlo, ¿lo entiende usted?


-¡Qué gracioso! –Sacudía la cabeza como un mulo aturdido en una era-, el niño se pone chulo, parte un mueble y la culpa es mía. Lo dejo entonces que parta otro, ¿no? Dejamos que los golpistas partan España. Así está Venezuela. Por cierto, no será usted podemita, ¿no?


-El muro y a tomar porculo –repitió el del mono azul-, pero bien alto el muro, y que lo paguen ellos. 


Y el Barça a Tercera pero ya.


-Y la legión que no falte, con la cabra delante –Gritó un tercero.


Total, que abandoné aquel cuñadódromo pensando que hay padres y “padres”, y políticos y “políticos”. Si Adolfo Suárez, que era nada menos que falangista, trajo del exilio a Tarradellas, dialogó con él y lo puso al frente de la Generalitat, ¡en aquellos tiempos! ¡Un falangista!


 En 2017 Rajoy podía haber hecho algo más que moler a palos a sus compatriotas. Años tuvo para dialogar y hacer política, que es por lo que cobra.


 Ni Cataluña se merecía aquel trato ni España este trauma ni nadie este circo, pero a ver quién se lo explica al del chándal de España, la patillas rizadas y el palillo en la boca.


Continuará. Volveremos al Bar Los Cuñaos Today.