Pues el "progresista"
(actual tertuliano de programas infames) Javier Sardá en "Crónicas
Marcianas" su programa de televisión que fuera referencia nacional.A
Marte enviaríamos a los dos, con billete solo de ida.
Salvador Sostres ya no escribirá más en El Mundo.
Ha sido de las primeras decisiones de David Jiménez desde que accedió
al cargo de director hace una semana. Las polémicas columnas del
periodista catalán no han gustado al nuevo jefe del diario de Unidad
Editorial, que ha decidido iniciar una renovación entre las firmas de
Opinión.
Pero la herencia de Sostres en El Mundo
es abundante. Entre sus textos, hay disculpas a casos de violencia de
género, andanadas contra las mujeres y los profesores o insultos a
chicas que se van de Erasmus.
Su artículo tras el asesinato de una joven a manos de su novio
"Un chico normal de 21
años que está enamorado de su novia embarazada, es normal que pierda el
corazón y la cabeza, si un día llega a su casa y su chica le dice que le
va a dejar y que además el bebé que espera no es suyo".
La postura de Sostres sobre la educación en los colegios
"Pero podemos entender
que educar es reprimir, que hay bien y mal, y que el temor de Dios es el
único y auténtico eje vertebrador de la sociedad. Nuestro mundo es
imperfecto pero podemos hacerlo mucho mejor. Los niños empezaron a
extraviarse el día que empezaron a tener derechos".
El artículo sobre el terremoto de Haití
"El mundo menstrua, como
así tiene que ser. No me alegro, de la tragedia de Haití, pero estas
cosas pasan y equilibran el planeta. La mayor parte de los que pueden
estar en desacuerdo con este tipo de comentarios son pobres muertos de
hambre que suerte tienen que éstos que están más muertos de hambre que
ellos, de vez en cuando, un mal viento se los lleva".
Contra las mujeres
"Pero cuando llega en
cambio el verano, todas saben lo que hacer. Y lo que muestran es lo que
muestran. “Yo quiero que me valoren por mi inteligencia”, dice la chica
que no ha escrito nunca ningún libro y toma el sol en tetas. Una mujer
es su cuerpo".
Sostres y los abusos en la iglesia
"Escandalizarse por los
casos de pederastia y abusos sexuales dentro de la Iglesia Católica es
fácil y barato, pero estas anécdotas, aunque graves y aunque deban ser
castigadas, no pueden ser una enmienda a la totalidad a la mayor oenegé
del mundo".
La igualdad, según el periodista catalán
"La confrontación
hombre-mujer es tan estéril como la confrontación entre empleado y
patrón; porque los empresarios son los que pagan los derechos de los
trabajadores y también porque las mujeres que intentan ser igual que los
hombres tienen que saber que, a hombres, siempre vamos a serlo más
nosotros y ellas van a sentirse todo el tiempo frustradas".
Tras la muerte de José Antonio Labordeta
"Labordeta fue siempre
un buen hombre. Un buen hombre totalmente equivocado, pero un buen
hombre. Su “puño cerrado” y en alto del que tanto presumía fue siempre
un escarnio a los millones de muertes que su ideología ha causado. Sus
canciones van a sonar por última vez el día de su funeral y tal vez en
algún documental de La 1 cuando dentro de muchos años vuelvan a mandar
los socialistas".
La lencería que debían llevar las mujeres
"Pero lo mínimo que nos
deben ellas a cambio es esa lencería conjuntada, y jamás del tan
horrible color carne. El horroroso color carne que cuando lo ves te hace
pensar en la abuela de Romanones, en la tía de Antonio Maura. ¡Por Dios
Santo! Una lencería conjuntada y jamás de color carne no es pedir
tanto".
Sobre las estudiantes que se van de Erasmus
"¿No te da vergüenza,
desalmada? A tu novio no le vas a dejar todavía, ni le vas a contar los
detalles, siempre a la espera de cómo evolucione con Mateo, no fuera que
te dejara a la primera de cambio y te quedaras sola".
Cuando estuvo en una biblioteca
"Allí estuvimos padres y
niños, con el cierto caos que siempre impera en este tipo de reuniones
pero manteniendo, dentro de todo, un considerable sentido de lo
civilizado. Y una bibliotecaria con ese corte de pelo entre el Ensanche
izquierdo y Jarrai, entre el lesbianismo y el PSUC -si es que no fue
todo lo mismo-, y con el rostro impenetrable por tantas pasiones
insatisfechas, iba y venía reclamándonos silencio".
El Diario.es