martes, 29 de enero de 2019

“Han empujado a Venezuela al precipicio”: Intelectuales publican carta en contra del Golpe a Maduro

 

“Han empujado a Venezuela al precipicio”: Intelectuales publican carta en contra del Golpe a Maduro

  

“Han empujado a Venezuela al precipicio”: Intelectuales publican carta en contra del Golpe a Maduro

Entre los más de 70 firmantes se encuentra el filósofo, politólogo y lingüista Noam Chomsky, y advierten de las consecuencias de reconocer a Juan Guaidó como "presidente encargado", profundizando la crisis hacia una violencia y sufrimiento innecesario que repetirá los trágicos resultados de anteriores empresas de cambio de régimen de Estados Unidos en otros países como Irak, Siria o Libia.

  
El texto señala sobre las consecuencias de reconocer al autoproclamado “presidente encargado” en medio de la crisis política que vive Venezuela. 


“Al reconocer al presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, como el nuevo presidente de Venezuela, algo ilegal bajo la Carta de la OEA, el Gobierno de Donald Trump ha acelerado la crisis política de Venezuela con la esperanza de dividir a los militares venezolanos y polarizar aún más a la población, obligándolos a elegir bandos”, manifiesta el escrito publicado por diversos intelectuales.


Los firmantes, entre los que se cuentan el filósofo, politólogo y lingüista Noam Chomsky y el relator independiente de la ONU Alfred de Zayas, afirmaron que el golpe orquestado por Estados Unidos y sus aliados, solo empeorará la situación en ese país y generará “un sufrimiento humano innecesario, violencia e inestabilidad”.


El texto que también fue firmado por jefes de cátedra, profesores eméritos y directores de centro de estudios, recuerda los trágicos resultados de anteriores empresas de cambio de régimen en otros países como Irak, Siria o Libia o los históricos intervenciones en los golpes de Estado en América Latina en el siglo XX.


“Estados Unidos y sus aliados, incluido el secretario general de la OEA, Luis Almagro, y el presidente de extrema derecha de Brasil, Jair Bolsonaro, han empujado a Venezuela al precipicio”, aseguraron y sostuvieron que la única solución  para una salida pacífica a la crisis es “un acuerdo negociado, como sucedió en el pasado en países latinoamericanos cuando las sociedades polarizadas políticamente no pudieron resolver sus diferencias a través de las elecciones”.

Lee el texto completo a continuación:

 

El gobierno de los Estados Unidos debe dejar de interferir en la política interna de Venezuela, especialmente en sus intentos de derrocar al gobierno de ese país. Resulta casi seguro que las acciones de la administración Trump y sus aliados regionales empeorarán la situación en Venezuela, lo que llevará a un sufrimiento humano innecesario, violencia e inestabilidad.


La polarización política de Venezuela no es nueva; El país ha estado dividido por mucho tiempo en términos raciales y socioeconómicos. Pero la polarización se ha profundizado en los últimos años. Esto se debe en parte al apoyo de los Estados Unidos a una estrategia opositora dirigida a destituir al gobierno de Nicolás Maduro por medios extraelectorales.


Si bien la oposición se ha dividido en esta estrategia, el apoyo de los EE.UU. ha respaldado a los sectores de la línea dura en su objetivo de derrocar al gobierno de Maduro mediante protestas a menudo violentas, un golpe de estado militar u otras vías que eluden el camino electoral.


Bajo la administración de Trump, la retórica agresiva contra el gobierno venezolano se disparó a un nivel más extremo y amenazador, con los funcionarios de la administración de Trump hablando de “acción militar” y condena a Venezuela, junto con Cuba y Nicaragua, como parte de una “troika de tiranía”.


 Los problemas resultantes de las políticas del gobierno venezolano han sido empeorados por las sanciones económicas de Estados Unidos, que serían ilegales bajo los parámetros de la Organización de Estados Americanos y las Naciones Unidas, así como de la legislación de los Estados Unidos y otros tratados y convenciones internacionales.


Estas sanciones recortaron los medios por los cuales el gobierno venezolano podría haber escapado de su recesión económica, y a la vez causaron una dramática caída en la producción de petróleo y el empeoramiento de la crisis económica,  causando la muerte de muchas personas que no pudieron acceder a medicamentos que hubieran podido salvar sus.


 Mientras tanto, los gobiernos de EE.UU. y sus aliados continúan culpando únicamente al gobierno de Venezuela por el daño económico, incluso el causado por las sanciones estadunidenses.


Ahora EE.UU. y sus aliados, incluido el secretario general de la OEA, Luis Almagro, y el presidente de extrema derecha de Brasil, Jair Bolsonaro, han empujado a Venezuela al precipicio.


Al reconocer al presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó como el nuevo presidente de Venezuela –algo ilegal bajo la Carta de la OEA— la administración Trump ha acelerado drásticamente la crisis política de Venezuela con la esperanza de dividir a los militares venezolanos y polarizar aún más a la población, obligándola a elegir bandos.


El obvio, y a veces explícito objetivo, es expulsar a Maduro a través de un golpe de estado.


La realidad es que a pesar de la hiperinflación, la escasez y una profunda depresión, Venezuela sigue siendo un país políticamente polarizado. Los Estados Unidos y sus aliados deben dejar de alentar la violencia presionando por un cambio de régimen violento y extralegal.


Si la administración Trump y sus aliados continúan su curso imprudente en Venezuela, el resultado más probable será el derramamiento de sangre, el caos y la inestabilidad. Estados Unidos debería haber aprendido algo de sus iniciativas de “cambio de régimen” en Irak, Siria, Libia y su larga y violenta historia de patrocinio de “cambios de régimen” en América Latina.


Ninguna de las partes en Venezuela puede simplemente vencer a la otra. El ejército, por ejemplo, tiene al menos 235,000 miembros de primera línea, y hay al menos 1.6 millones en las milicias.


Muchas de estas personas lucharán, no solo sobre la base de la creencia en la soberanía nacional que se mantiene ampliamente en América Latina, frente a lo que parece ser una intervención liderada por Estados Unidos, sino también para protegerse de una posible represión si la oposición derroca al gobierno por la fuerza.


En semejante situación, la única solución es un acuerdo negociado, como sucedió en el pasado en países latinoamericanos cuando las sociedades políticamente polarizadas no pudieron resolver sus diferencias a través de las elecciones.


Ha habido esfuerzos con potencial, tales como los liderados por el Vaticano en el otoño de 2016,  pero no recibieron apoyo de Washington y sus aliados concentrados en el cambio de régimen. Esta estrategia debe cambiar para que exista una solución viable a la crisis actual en Venezuela.


Por el bien del pueblo venezolano, la región y por el principio de la soberanía nacional, estos actores internacionales deben apoyar las negociaciones entre el gobierno venezolano y sus oponentes que permitirán que el país salga finalmente de su crisis política y económica.


Firmado:


Noam Chomsky, Profesor Emérito, MIT y Profesor Laureate, Universidad de Arizona  


Laura Carlsen, Directora, Programa de las Américas, Centro de Política Internacional  


Greg Grandin, profesor de historia, Universidad de Nueva York  

Miguel Tinker Salas, profesor de Historia de América Latina y Estudios Chicano / a Latino / a en Pomona College  

Sujatha Fernandes, profesora de economía política y sociología, Universidad de Sydney 


Steve Ellner, editor gerente asociado de Perspectivas de América Latina  


Alfred de Zayas, ex experto independiente de la ONU sobre la promoción de un orden internacional democrático y equitativo y único relator de la ONU que visitó Venezuela en 21 años  

Boots Riley, escritor / director de Sorry to Bother You, músico  

John Pilger, periodista y cineasta  


Mark Weisbrot, codirector del Centro de Investigación Económica y Política 


Jared Abbott, PhD Candidate, Departamento de Gobierno, Universidad de Harvard  


Dr. Tim Anderson, Director, Centro de Estudios Contra Hegemónicos  


Elisabeth Armstrong, profesora del estudio de mujeres y género, Smith College  


Alexander Aviña, PhD, Profesor Asociado de Historia, Universidad Estatal de Arizona  


Marc Becker, profesor de historia, universidad estatal de Truman  

Medea Benjamin, Cofundadora, CODEPINK  


Phyllis Bennis, Directora de Programas, New Internationalism, Institute for Policy Studies  


Dr. Robert E. Birt, profesor de filosofía, Bowie State University  


Aviva Chomsky, profesor de historia, Universidad Estatal de Salem  


James Cohen, Universidad de París 3 Sorbonne Nouvelle
  

Guadalupe Correa-Cabrera, Profesora Asociada, Universidad George Mason  


Benjamin Dangl, PhD, editor de Hacia la libertad  


Dr. Francisco Dominguez, Facultad de Ciencias Sociales y Profesionales, Universidad de Middlesex, Reino Unido 


Alex Dupuy, John E. Andrus Profesor de Sociología Emérito, Universidad de Wesleyan  


Jodie Evans, Cofundadora, CODEPINK  


Vanessa Freije, profesora asistente de estudios internacionales, Universidad de Washington  


Gavin Fridell, Cátedra de Investigación de Canadá y Profesor Asociado en Estudios de Desarrollo Internacional, St. Mary’s University  


Evelyn González, Consejera, Montgomery College  

Jeffrey L. Gould, Profesor Rudy de Historia, Universidad de Indiana  


Bret Gustafson, profesor asociado de antropología, Universidad de Washington en St. Louis  


Peter Hallward, profesor de filosofía, Universidad de Kingston  


John L. Hammond, profesor de sociología, CUNY  


Mark Healey, Profesor Asociado de Historia, Universidad de 
Connecticut  


Gabriel Hetland, profesor asistente de estudios latinos de América Latina, el Caribe y los Estados Unidos, Universidad de Albany  


Forrest Hylton, Profesor Asociado de Historia, Universidad Nacional de Colombia-Medellín  


Daniel James, Bernardo Mendel Cátedra de Historia Latinoamericana  


Chuck Kaufman, Co-Coordinador Nacional, Alianza por la Justicia Global  


Daniel Kovalik, profesor adjunto de derecho, Universidad de Pittsburgh  


Winnie Lem, profesora, Estudios de Desarrollo Internacional, Universidad de Trent  


Dr. Gilberto López y Rivas, Profesor Investigador, Universidad Nacional de Antropología e Historia, Morelos, México  


Mary Ann Mahony, profesora de historia, Universidad Estatal de Connecticut Central  


Jorge Mancini, Vicepresidente, Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA)  


Luís Martin-Cabrera, Profesor Asociado de Literatura y Estudios Latinoamericanos, Universidad de California San Diego  


Teresa A. Meade, Florence B. Sherwood Profesora de Historia y Cultura, Union College  


Frederick Mills, profesor de filosofía, Bowie State University  


Stephen Morris, profesor de ciencias políticas y relaciones internacionales, Middle State State University  


Liisa L. North, profesora emérita, Universidad de York  


Paul Ortiz, Profesor Asociado de Historia, Universidad de Florida  


Christian Parenti, Profesor Asociado, Departamento de Economía, 

John Jay College CUNY  


Nicole Phillips, profesora de derecho en la Universidad de la 

Fundación, Dra. Aristide Faculté des Sciences Juridiques et Politiques y profesora adjunta de derecho en la Facultad de Derecho de la Universidad de California en Hastings  


Beatrice Pita, profesora del Departamento de Literatura de la Universidad de California en San Diego  


Margaret Power, profesora de historia, Instituto de Tecnología de Illinois  


Vijay Prashad, Editor, El TriContinental  


Eleanora Quijada Cervoni FHEA, facilitadora de educación del personal y mentora de EFS, Centro de Educación Superior, 

Aprendizaje y Enseñanza en la Universidad Nacional de Australia  


Walter Riley, abogado y activista  


William I. Robinson, profesor de sociología, Universidad de California, Santa Bárbara  


Mary Roldan, Dorothy Epstein Profesora de Historia 

Latinoamericana, Hunter College / CUNY Graduate Center  


Karin Rosemblatt, profesora de historia, Universidad de Maryland  


Emir Sader, profesor de sociología, Universidad del Estado de Río de Janeiro  


Rosaura Sánchez, profesora de literatura latinoamericana y literatura chicana, Universidad de California, San Diego  


TM Scruggs Jr., Profesor Emérito, Universidad de Iowa  


Victor Silverman, profesor de historia, Pomona College  


Brad Simpson, Profesor Asociado de Historia, Universidad de Connecticut  


Jeb Sprague, profesor de la Universidad de Virginia  


Christy Thornton, profesora asistente de historia, Johns Hopkins University  


Sinclair S. Thomson, Profesor Asociado de Historia, Universidad de Nueva York


Steven Topik, profesor de historia, Universidad de California, Irvine  


Stephen Volk, profesor de historia emérito, Oberlin College  


Kirsten Weld, John. L. Loeb Profesor Asociado de Ciencias Sociales, Departamento de Historia, Universidad de Harvard  


Kevin Young, profesor asistente de historia, Universidad de Massachusetts Amherst  


Patricio Zamorano, académico de estudios latinoamericanos; Director Ejecutivo, InfoAmericas



Por / 26.01.2019




Fernando Savater insulta a los cinco millones de votantes de Podemos: "No creía yo que hubiera tantos tontos en España"



El escritor defiende a Vox y arremete contra la formación morada: "Lo que hemos visto como cosa masiva y peligrosa y antidemocrática ha sido Podemos".


El novelista Fernando Savater ha concedido una entrevista al diario ABC con motivo de la publicación del que dice que será su último libro, La peor parte. Memorias de amor.


 En ella, el escritor habla principalmente de su esposa fallecida en 2015. Pero en la charla se cuelan unas cuantas preguntas relacionadas con la política en las que Savater aprovecha para sentenciar que no creía "que hubiera tantos tontos en España", en relación a las cinco millones de personas que votaron a la formación morada en las elecciones generales de 2016. 


Savater explica en la entrevista que la lucha por defender a la ciudadanía "no se tienede acuerdo a un territorio, un sexo o una ideología, sino que está por encima de todo eso", afirma después de ser preguntado por el independentismo catalán. "Todo el que quiera acabar con la ciudadanía española nos invalida como sujetos políticos.


 Me he pasado la vida intentando explicarlo, pero veo que no lo entienden. No solamente los nacionalistas. Los no nacionalistas siguen defendiendo identidades culturales", insiste. 


Ante estas afirmaciones, el periodista le pregunta si se refiere a Vox, a lo que Savater responde que aunque la mayoría de sus propuestas "no le gustan", no se trata de un partido que "pretenda pasar por encima de la Constitución ni privar de su ciudadanía a nadie que la tenga". Y aprovecha para señalar que Podemos sí pretendía "saltar por encima del Estado de derecho". 



"Desde el punto de vista teórico fue mucho más peligroso Podemos. Y además tuvo mucho más apoyo mediático y de votos —responde—. Cinco millones de votos. Imagínese, no creía yo que hubiera tantos tontos en España.


 Y esto de Vox después de todo es una cosa bastante menor. Lo que hemos visto como cosa masiva y peligrosa y antidemocrática ha sido Podemos.


 Y hay gente que está encantada". 



También ha aprovechado para apoyar a Juan Guaidó, el líder opositor venezolano que la semana pasada se autoproclamó presidente. "Maduro está fuera de la constitución desde hace un montón de tiempo. 


 En cuanto hubo una Asamblea Nacional que no le gustaba se inventó otra. 


Desde ese momento, Maduro no podía decir que él representa ninguna legalidad", asegura en la entrevista el escritor. 


 "La legalidad la representa la Asamblea Nacional que salió elegida y con la que Juan Guaidó se ha propuesto presidente


Está recuperando la legalidad que Maduro se ha saltado", añade. 


 PÚBLICO
 
 
 
 
 
 
 
 

Ocho días para convocar elecciones en Venezuela y toda una vida para arrepentirse en España



 ¿Es posible que siendo Estados Unidos el país más imperialista y agresor de la historia, no capten la contradictio in terminis: democracia e imperialismo? ¿Será que se la pasan por ahí y así poder acceder a las palmaditas en la espalda con las que les obsequia  “mister Danger, cobarde, asesino, genocida, alcohólico, borracho, inmoral, lo peor”, como con razón decía Chávez?

No han aprendido nada los gobiernos de España desde que ésta tuvo que soltar su imperio en 1898; menos aún el Partido Popular (PP) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) desde que Hugo Chávez ganó las elecciones presidenciales cien años después, concretamente en 1998.


Lo mismo le sucedió al anterior Jefe del Estado español en 2007 quien, en la décimo séptima Cumbre Iberoamericana en Chile, tras espetar a Hugo Chávez el archiparodiado “¿Por qué no te callas?”, tuvo que escuchar estas certeras palabras de respuesta:


“Tenemos 500 años aquí y nunca nos callaremos, mucho menos ante un monarca”. “El Rey es tan jefe de Estado como soy yo. Sólo que yo he sido electo tres veces con el 63%. Somos iguales, jefes de Estado igual. Somos tan jefes de Estado el indio Evo Morales como el rey Juan Carlos de Borbón y yo”.


¿Qué puede llevar al presidente del gobierno (del PSOE) casi 12 años después a meter una vez más la misma pata con un afán tan desmedido?


Hay que recordar que en el intento de sacar a Chávez del Palacio de Miraflores en el año 2002 ya metió la pata Aznar.


Parece que a todos los politicastros castizos les resulta imposible vencer la tentación de ponerse en ridículo delante del mundo entero y no importarles el perjuicio que su necedad ocasiona a la imagen de España, cada vez más descangallada gracias a ellos.


 Precisamente ellos que tanto pían con la marca España.


Hasta el antichavista más furibundo reconoce que no pudieron bajar a Chávez antes, ni ahora pueden bajar a Maduro, por medio de la oposición violenta y saboteadora, los guarimberos, Colombia y el resto de países conspiradores, la Organización de Estados Americanos (OEA), la CIA… ni con Estados Unidos.


¿Por qué no se callan de una vez? No se respetan a sí mismos y encima el líder del PP llama “cobarde” al Presidente de Gobierno.


 Casi da pena Sánchez, primero la caga y luego el PP se mofa de él, eso sin contar con que las risas en Caracas se escuchan desde aquí y las críticas de los latinoamericanos están por todas partes aunque no en los medios de comunicación libres y democráticos patrios que siguen azuzando a los golpistas por radio, tele, twiter, trendings… 


Acabarán por regalar pegatinas a las puertas de los colegios a ver si consiguen convencer a alguien.


¿Qué quiere el triunvirato (PP, Ciudadanos y Vox) que haga Sánchez, que se ponga un pañuelo que le tape el rostro y agarre un cóctel molotov en la mano y se dedique a quemar seres humanos en Caracas como hizo la oposición en 2017 que así mató al menos a 23 personas?


¿Es posible que siendo Estados Unidos el país más imperialista y agresor de la historia, no capten la contradictio in terminis: democracia e imperialismo? ¿Será que se la pasan por ahí y así poder acceder a las palmaditas en la espalda con las que les obsequia  “mister Danger, cobarde, asesino, genocida, alcohólico, borracho, inmoral, lo peor”, como con razón decía Chávez?


Tiene que haber otras razones, no necesariamente excluyentes entre sí y nada difíciles de imaginar.


De todos modos, ya lo dijo Chávez:


“Váyanse al carajo yanquis de mierda, que aquí hay un pueblo digno”.


Se le olvidó añadir “y socialistas también”.



 Por Agustín Velloso





Comunicado del Frente Antiimperialista Internacionalista sobre la postura del Gobierno español en relación con Venezuela



Comunicado del Frente Antiimperialista Internacionalista sobre la postura del Gobierno español en relación con Venezuela



 Pedro Sánchez, se ha atrevido a dar un ultimátum al legítimo presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros.


El presidente del Gobierno del reino de España, Pedro Sánchez, que no es presidente elegido por el pueblo sino por los partidos políticos por medio de pactos y componendas, se ha autoproclamado portavoz europeo y se ha atrevido a dar un ultimátum al legítimo presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros.


Se ha atrevido a decir que el presidente Nicolás Maduro tiene 8 días para convocar elecciones presidenciales o el gobierno de España reconocerá al autoproclamado presidente Juan Guaidó. Esta declaración de Pedro Sánchez es un acto colonial e imperial que vulnera el Derecho Internacional, la carta de las Naciones Unidas, su Consejo de Seguridad, la Carta de la OEA y la propia Constitución Venezolana; y nos coloca en la más absoluta ilegalidad internacional.


De la misma forma que ocurrió en el caso de Iraq, el gobierno de España se coloca al frente de una declaración de guerra. No necesita hacerse una foto en las Azores como lo hizo Aznar con George Bush y Toni Blair; basta la leve indicación de Alemania y el mandato de la Unión Europea para lamer las botas del jefe de los golpistas, Donald Trump.


Nuevamente constatamos la falta de soberanía de nuestro país, su subordinación política, militar y económica a intereses imperialistas. La posición de España liderando al bloque europeo occidental en su agresión a Venezuela es, además de ilegal una irresponsabilidad que puede tener consecuencias incalculables, causando un daño irreparable al pueblo venezolano y a toda la región.

La declaración bélica del presidente Sánchez sigue el protocolo de la coalición imperial liderada por Estados Unidos: crear -a través de los medios que tergiversan y desinforman- el consenso que justifique la intervención armada en Venezuela.


 De la misma forma que ocurrió con las “armas de destrucción masiva” -que jamás existieron en Iraq, pero fueron la mentira repetida hasta la saciedad para justificar una guerra y una ocupación que ha costado cientos de miles de víctimas, especialmente entre la población civil más vulnerable, mujeres y niños- la mentira de que no existen elecciones libres en Venezuela o la de que el presidente Nicolás Maduro no tiene legitimidad puede servir para desencadenar una agresión armada que lleva tiempo preparándose. Estados Unidos, sus socios europeos, Israel y el cartel de Lima, mienten cuando dicen que Venezuela es un caos o que no tiene apoyos internacionales.


Conviene recordar algunos datos de las elecciones presidenciales del 20 de mayo del 2018, donde fue elegido el actual presidente Nicolás Maduro Moros:

Se presentaron 16 partidos políticos con 6 candidatos, 3 partidos no lo hicieron. Resultó elegido Nicolás Maduro Moros con el 67,86 % de los votos, porcentaje superior a los habituales en esa región del mundo. Acompañaron el proceso electoral 150 personas con 14 comisiones electorales de 8 países y 2 misiones técnicas electorales. Se realizaron 18 auditorías y los representantes del candidato opositor Henri Falcón participaron en ellas. Nadie impugnó esos resultados.

La ocultación de estos hechos constituye un acto de propaganda de guerra urdido por los medios de comunicación públicos y privados del imperio y sus aliados, apoyados de una gran parte de los intelectuales y de la clase política del régimen imperial.

La estrategia estadounidense ha sido y es doblegar al gobierno venezolano sometiendo a su pueblo a la cruel guerra económica, al sabotaje, el bloqueo, el acoso del autoproclamado Grupo de Lima, a las tensiones y provocaciones para generar un conflicto internacional como el del barco de la Exxon Mobile en aguas de Guyana, o los obstáculos al retorno de venezolanos desde el exterior… pretenden generar una imagen de Venezuela fuera de la ley, cuando en realidad es todo lo contrario.

Están desesperados: la estrategia golpista no consiguió una declaración conjunta de la OEA reconociendo al ilegítimo Guaidó, ni tampoco ha conseguido que el Consejo de Seguridad extraordinario, convocado a petición del ex-jefe de la CIA, Michael Pompeo, ahora secretario de Estado de EEUU, apoye la injerencia extranjera en Venezuela.


Lo que hace Pedro Sánchez es apoyar un golpe de Estado, tal y como hizo su predecesor Aznar con el golpe que el empresario Carmona dio al gobierno bolivariano de Hugo Chávez en el 2002.


 El gobierno de Pedro Sánchez sigue las directrices estadounidenses y se alinea, como ya hicieron sus predecesores, del lado de una parte de la oposición venezolana. Una oposición golpista manejada por Estados Unidos. La misma que se reorganiza en el territorio español invirtiendo su dinero en negocios inmobiliarios en las zonas más ricas de Madrid.


La misma que se reúne con Felipe González y pide públicamente ayudas para una invasión a su propio país.

La posición del gobierno español es un acto irresponsable, de gobierno sometido, dirigido a tensionar toda la región y a sumarse a las políticas de saqueo y expolio. Técnicamente, el gobierno de Sánchez ha emitido una declaración de guerra a petición de sus amos europeos y estadounidenses.


Europa pretende así legitimar el “derecho a la injerencia” en los asuntos internos de otros países, fiel a su estilo colonial.

Desde el Frente Antiimperialista Internacionalista denunciamos que Pedro Sánchez no tiene ningún derecho , al menos ningún derecho otorgado por la constitución ni por las leyes internacionales, para emitir un ultimátum a una nación soberana.


Denunciamos que el gobierno del Estado español usurpa y viola el derecho de los pueblos latinoamericanos .

Denunciamos que los vínculos culturales e históricos de los pueblos no pueden ser coloniales , ni utilizados como moneda de cambio para sacar réditos políticos.

Sostenemos que al igual que Trump, que necesita el conflicto con Venezuela para ganar las próximas elecciones presidenciales, Pedro Sánchez utiliza el caso de Venezuela en el juego electoral en España.


Denunciamos que el aumento de los presupuestos militares en nuestro país y sus posiciones belicistas e injerencistas responden a las exigencias de Estados Unidos y la OTAN.

Denunciamos que Pedro Sánchez se coloca con esta nueva agresión a Venezuela en la estela del número uno de los gobernantes genocidas de nuestro país, Jose María Aznar.

Como Frente Antiimperialista e Internacionalista reafirmamos nuestro compromiso solidario con el pueblo y el gobierno legítimo de Venezuela, el gobierno bolivariano de Nicolás Maduro.

Reafirmamos nuestro compromiso de defender y luchar por la soberanía de Venezuela, luchar contra la injerencia de nuestro país y defender la soberanía de los pueblos latinoamericanos.

¡No en nuestro nombre!

  
¡Venezuela se respeta!

¡Basta de injerencia en los asuntos internos de Venezuela!

¡NO PASARAN!

28 de enero de 2019.



 Por  Frente Antiimperialista Internacionalista




lunes, 28 de enero de 2019

FRANCIA: LLAMADA A LA HUELGA GENERAL ILIMITADA 5 FEBRERO

 



  FRANCIA: LLAMADA A LA HUELGA GENERAL ILIMITADA 5 FEBRERO


François Boulo, porte parole des gilets jaunes à Rouen, lance un appel à la grève générale illimitée à compter du 5 février ! "C'est un sacrifice à faire aujourd'hui pour notre avenir et celui de nos enfants et petits enfants. Ce moment est et doit être historique. Il est temps que la résignation change de camp et d'en revenir au respect de l'article 2 de notre Constitution selon lequel le principe de la République est : gouvernement du peuple, par le peuple et pour le peuple."

 

 👉 Exigez l'amnistie des gilets jaunes : 




"Fundamentalmente, los financieros son solo ladrones que han comprado al gobierno el derecho de robar"
 
 
Edmond de Goncourt
 
 
 
 



domingo, 27 de enero de 2019

EEUU ofrece a Venezuela $60 millones y le bloquea $1650 millones



 Aquí una prueba más de que no es Maduro el que mata de hambre a los venezolanos



EEUU ofreció a Venezuela 60 millones de dólares en ayuda humanitaria, pese a ordenar a la banca internacional el bloqueo de más de mil 650 millones de dólares venezolanos, advirtió el portal Misión Verdad.


La cifra ofrecida por EEUU a Venezuela es 27 veces menor a la cantidad de dinero venezolano que está represado en Europa, como consecuencia del bloqueo económico y financiero que Washington activó contra Caracas en agosto de 2017.


Misión Verdad, un portal especialista en temas políticos, recordó que el dinero lo mantiene represado la empresa Euroclear, que controla más del 60% de las transacciones bancarias internacionales.



El Presidente venezolano, Nicolás Maduro, denunció que ese bloqueo comercial impide la importación de medicamentos y otros productos básicos al país.



El Gobierno ha reconocido elevados índices de escasez en medicamentos y tuvo que firmar un acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud para poder importar medicinas de alto costo y medicamentos de consumo masivo.



Venezuela es Noticia





 

La responsabilidad franquista en el Holocausto


 Han pasado 74 años desde que se abrieron las puertas de los campos de concentración nazis y 43 de la muerte de nuestro dictador. ¿No es hora ya de contar la verdad y de recordar lo que realmente sucedió?


Este domingo se celebra en todo el planeta el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto. La fecha no fue elegida al azar. Fue un 27 de enero de 1945 cuando las tropas soviéticas liberaron la mayor factoría de la muerte de la Historia: el campo de concentración de Auschwitz. 


En las próximas horas se realizarán, también en nuestro país, decenas de actos para recordar a quienes sufrieron en sus carnes las garras del nazismo.


 Políticos y simples ciudadanos pensaremos en los millones de judíos exterminados y volveremos a maldecir a Hitler, a sus lugartenientes y a todos y cada uno de los europeos que hicieron suya la ideología nacionalsocialista.


Es bueno y necesario que sea así.


 La comunidad hebrea fue la principal víctima y los dirigentes de la Alemania nazi los mayores verdugos. “Principal víctima”, pero no la única; “mayores verdugos”, pero con numerosos cómplices. Por ello, sin restar protagonismo al genocidio judío, no deberíamos olvidar al resto de colectivos que estuvieron en el punto de mira del Reich: gitanos, soviéticos, polacos, homosexuales, testigos de Jehová… 


Una lista casi interminable en la que nosotros, especialmente, debemos incluir a más de 9.300 españoles y españolas que pasaron por los campos de la muerte de Hitler. 


Todos ellos provenían del entorno de la democracia republicana, liquidada por una sublevación militar respaldada por la Italia fascista y la Alemania nazi. Afortunadamente, cada año son más los municipios españoles que aprovechan el 27 de enero para homenajear no solo a los judíos, sino también a sus vecinos…


 A esos paisanos que sufrieron y/o murieron en campos de concentración como Mauthausen, Buchenwald, Dachau o Ravensbrück. Queda mucho por hacer, sobre todo a nivel estatal, pero hemos dado importantes pasos en el reconocimiento de estos compatriotas.


Otra cosa bien diferente es lo que ocurre cuando hablamos de los verdugos de aquel Holocausto. En esto no somos la excepción. Al resto de naciones europeas les ha costado y les cuesta reconocer su responsabilidad en aquellos crímenes. Francia no asumió públicamente hasta 1995 la culpabilidad de sus compatriotas colaboracionistas en la deportación de judíos a los campos de exterminio.


 Holanda, Bélgica o Ucrania siguen hoy minimizando la demostrada complicidad de buena parte de sus sociedades con los ocupantes alemanes. En Estados Unidos no quieren que se les recuerde el antisemitismo exhibido por no pocos políticos, empresarios y ciudadanos norteamericanos. 


Aún menos quieren oír hablar en Washington o en Nueva York de la ayuda prestada a Hitler para invadir Europa por algunas de sus multinacionales: la Standard Oil suministró el combustible que el líder nazi necesitaba para sus vehículos, made in USA, fabricados y vendidos por la Ford y por la General Motors.


 El remate, y nunca mejor dicho, lo firmó IBM poniendo sus equipos preinformáticos al servicio del Reich para elaborar los censos de judíos que facilitarían su exterminio.


Y en España… 


En España fue aún peor. 


Uno de los muchos capítulos que el franquismo borró de los libros de Historia fue su odio hacia los judíos y su complicidad no solo con el nazismo, sino también con el Holocausto. 


No mencionaré hoy las pruebas documentales que demuestran la responsabilidad directa de Franco en la deportación de aquellos 9.300 españoles a los campos de concentración, de los que 5.500 fueron asesinados. Esas evidencias han calado ya, afortunadamente, en buena parte de nuestra sociedad.


 En estas vísperas del 27 de enero, lo que también toca es recordar cuál fue la actitud del franquismo hacia los judíos.


La España de Franco se construyó, entre otras cosas, reivindicando la herencia antisemita de los Reyes Católicos. “Crearemos campos de concentración para vagos y maleantes; para masones y judíos (…) En territorio nacional no puede quedar ni un judío, ni un masón, ni un rojo”. 



Titulares como este, de un diario falangista de Cádiz en 1937, pudieron leerse durante toda la guerra contra la República. Tras triunfar la sublevación militar se cerraron las sinagogas y se prohibió a los judíos profesar su religión. Aunque la comunidad israelita era muy pequeña, en ciudades como Ceuta y Melilla donde sí tenía cierta visibilidad se produjeron ataques contra sus miembros. 



Las humillaciones más frecuentes fueron protagonizadas por falangistas que cortaban, en plena calle, los llamativos rizos que lucían en sus cabelleras los hombres y les obligaban a pasear por la vía pública mientras vaciaban sus intestinos debido a una forzada ingesta de aceite de ricino.



El nuevo régimen surgido tras la guerra no ocultaba su odio al judío y su respaldo a la “limpieza” emprendida por Hitler. Así lo verbalizó en numerosas ocasiones el propio Franco. 



Un buen ejemplo es su discurso de fin de año, pronunciado ocho meses después de la rendición republicana: “Ahora comprenderéis los motivos que han llevado a distintas naciones a combatir y a alejar de sus actividades a aquellas razas en que la codicia y el interés son el estigma que les caracteriza, ya que su predominio en la sociedad es causa de perturbación y de peligro para el logro de su destino histórico. 


Nosotros, que por la gracia de Dios y la clara visión de los Reyes Católicos, hace siglos nos liberamos de tan pesada carga, no podemos permanecer indiferentes ante esta nueva floración de espíritus codiciosos y egoístas”.



Durante los primeros años de la Segunda Guerra Mundial, el régimen y su prensa no solo justificaron, sino que jalearon la persecución del pueblo hebreo. Manuel Aznar, abuelo del expresidente del Gobierno, escribió en ABC poco antes del inicio de las deportaciones en Francia: “Legiones de judíos y de masones cayeron sobre el pueblo francés como sobre un botín inmenso y allí hicieron cebo y carne para sus apetitos”. 



Lógicamente, cuando se “limpió” París de esas “legiones” de malvados judíos, la reacción de la prensa del Movimiento, teledirigida desde la cúpula franquista, fue de euforia: “Si es la raza perseguida, es por la maldición divina que lleva encima (…) 



Esos judíos que en Francia, Grecia, Turquía, Italia y costas africanas preparan sus maletas, son un indicio de aquel viejo tesón español de no admitir jamás lo antiespañol y de reconocer solo lo español y cristiano”; “Era de esperar la resistencia de muchos judíos a mostrar la estrella de Sión y el descaro de otros que la exhibían con más insolencia que circunspección. 



Y la aspiración de otros de frecuentar medios y lugares en que repugnaba la presencia de una casta internacional que es la responsable de los males que afligen a Europa. Ha desenlazado todo esto en un programa gubernativo que se propone resolver con criterio riguroso, implacable, el problema de convivencia entre la población y el elemento hebreo (…)


 Hoy no me he topado en la calle ni en el Metro con ninguna estrella amarilla. Es un indicio, acaso una prueba, de que la eliminación responde a un designio definitivo e inapelable”.



El régimen conoció y aplaudió cada paso hacia el Holocausto final dado por las huestes de Hitler, tal y como se reflejaba en los discursos y en las informaciones dictadas por el servicio de propaganda franquista y publicadas en los diarios: “Esta Segunda Guerra Mundial, según la profecía del Führer, acabará con la raza judía”; “El gobernador de Varsovia ha publicado un decreto prohibiendo que los habitantes de los barrios judíos se mezclen con el resto de los habitantes de Varsovia. 



Este decreto ha sido muy bien acogido…”; “El barrio judío de París. Saint Antoine ha sido fumigado, desinfectado mediante la eliminación del censo israelita, el cual acaba de ser conducido a campos de concentración”. Eran los tiempos en que cerca de 50.000 españoles combatían en la División Azul bajo las órdenes del Führer. 



Los españolitos de a pie leían emocionados las crónicas de Andrés Gaytan, que viajaba con los divisionarios y escribía cosas como esta: “Cuando en alguno de los pueblos donde hemos descansado había judíos, se notaba la diferencia que existe entre esta raza y las demás”; “los judíos, que en su carne pagan todos los pecados de su estirpe maldecida, tienen una mirada tierna de perro apaleado cuando el soldado español no le maltrata sin motivos”.



Mucho más graves que las palabras fueron los hechos. Franco cerró las fronteras e impidió la llegada de los judíos que intentaban escapar desde la Francia ocupada por los nazis. Salvo excepciones, el paso solo se permitió a aquellos que poseían un visado de entrada a Portugal.



 De hecho, el Gobierno franquista cesó y castigó a sus diplomáticos que, desobedeciendo sus órdenes, se dedicaban a salvar vidas. Así le pasó al cónsul español en Burdeos, Eduardo Propper de Callejón. Rescatar de la muerte a miles de judíos a los que entregó un visado español provocó su relevo, su envío al ingrato consultado de Larache en el norte de África y le imposibilitó de por vida ascender al cargo de embajador.



En Francia, mientras tanto, los diplomáticos españoles solo recibieron de Madrid dos instrucciones: por un lado, no inmiscuirse en la política de los dirigentes nazis y del Gobierno colaboracionista de Vichy; por otro, hacer las gestiones oportunas ante las autoridades para hacerse cargo de las propiedades y de los bienes que abandonaban los judíos de origen español tras ser deportados.



 El dinero sí interesaba, las personas no. Estos y el resto de cónsules y embajadores informaron puntualmente a Franco sobre el incremento en el ritmo de los asesinatos y de las deportaciones a los campos de concentración.



Algunos embajadores, como Miguel Ángel de Muguiro en Budapest, se apoyaron en un decreto aprobado durante la dictadura de Primo de Rivera que permitía a los judíos de origen sefardí acceder a la nacionalidad española. De Muguiro lo empleó como argumento para conceder pasaportes españoles a centenares de judíos, lo que le costó el puesto y su inmediata repatriación. 



Su sucesor, Ángel Sanz Briz, continuó con la misma estrategia: también incumplió las órdenes que llegaban de Madrid y logró salvar así a unas 5.000 personas.



Ese antiguo decreto habría permitido a Franco salvar de las cámaras de gas a decenas de miles de judíos. En enero de 1943, en pleno arranque de La Solución Final, Hitler envió una circular a todos sus aliados, entre los que se encontraba España. En ella les daba un plazo de tres meses para “repatriar a sus judíos” de la Europa ocupada. En caso de no hacerlo, no había que ser muy listo para saber que su destino serían los campos de trabajo y/o exterminio.



 La respuesta que llegó desde Madrid fue de un absoluto desinterés, tal y como reflejaron en sus informes los diplomáticos alemanes. Tanto fue así que el Ministerio de Asuntos Exteriores franquista exigió a sus diplomáticos que se interesaran “solo por aquellos judíos de INDISCUTIBLE nacionalidad española”. 



Centenares de familias, cuyos ancestros provenían de la Península, acudieron en vano a nuestras sedes diplomáticas para pedir un pasaporte o un salvoconducto que les habría conducido hacia la vida.



 El resultado final fue desolador. Miles de sefardíes, 50.000 solo de la ciudad de Salónica, acabaron en las cámaras de gas de Auschwitz-Birkenau como consecuencia de esta meditada y premeditada inacción del Gobierno franquista.



En los momentos finales de la guerra, cuando ya se daba por segura la derrota de Hitler, Franco giró hacia los Aliados para intentar garantizar su supervivencia.



 Desde aquel mismo momento y durante los cuarenta años de dictadura los jerarcas del régimen se ocuparon de destruir la documentación que les señalaba como cómplices directos del nazismo.



 Tuvieron cuatro décadas para realizar ese trabajo y para reescribir una historia manipulada que continuamos estudiando las generaciones que crecimos en democracia.



Han pasado 74 años desde que se abrieron las puertas de los campos de concentración nazis y 43 de la muerte de nuestro dictador. ¿No es hora ya de contar la verdad y de recordar lo que realmente sucedió? ¿No es hora de señalar con el dedo a Franco cada Día del Holocausto?



  Por Carlos Hernández.........enlace






PARABOLA VENEZOLANA



En esta realidad fake donde todo se reduce a blanco y negro, buenos y malos, unos y ceros, de los míos y de los otros, Venezuela no iba a ser una excepción; especialmente si tenemos en cuenta los recursos naturales que forman parte de su patrimonio y las gigantescas posibilidades de hacer buenos negocios que ofrecería con el gobierno “adecuado”. 


Todo se reduce burda e interesadamente a una cuestión de demócratas contra tiranos, héroes contra villanos, revolucionarios contra reaccionarios. Cualquiera que pretenda introducir, aunque sea un ligero matiz, para advertir de la complejidad del escenario o las dificultades de las soluciones, automáticamente cae señalado como tibio, equidistante o cómplice.


Ni Nicolás Maduro encarna al terrible dictador que se nos pretende presentar, ni la oposición y su multitud de líderes, portavoces y representantes plenipotenciarios agrupa la escuadra de campeones de la democracia que se pinta, tampoco Juan Guaidó. Mucho menos estamos en condiciones de determinar qué quiere realmente “el pueblo venezolano”, del cual todos hablan y a quien todos afirman representar en régimen de exclusividad mientras permite que se desangre en las calles.



Sería más correcto decir que Maduro y su gobierno han ido degenerando en un régimen autoritario, que no ha sabido responder más que con bravatas al evidente acoso internacional por tierra, mar y aire con la inteligencia y habilidad que tantas veces acreditó su antecesor, Hugo Chávez.


Igualmente parece claro que, lejos de acometer las reformas económicas y sociales que el país necesitaba, solo ha sabido descapitalizar una economía en crisis feroz, por depender críticamente de un petróleo que cada día valdrá menos en un mundo que ha aprendido a extraerlo de otros pozos y cambia de modelo energético.


 No es posible el chavismo sin Chávez. Ignorar esa evidencia ha sido sin duda su mayor error. No se puede gobernar contra la mitad de tu sociedad, no en una democracia.

Venezuela se ha convertido en otro juguete roto por esta miserable política local que nos ha tocado sufrir

También sería más exacto sostener que, para la llamada oposición, todo cuanto no pase por echar a Maduro no es democrático y todo cuanto no acabe con un gobierno de la oposición no será una democracia. Tienen razón al denunciar los evidentes recortes democráticos impuestos por Maduro para mantenerse en la presidencia.


Pero también deberían asumir la responsabilidad por intentar derribarle por cualquier medio necesario, legal o ilegal. 


Sólo la oposición es responsable de sus divisiones, de sus traiciones mutuas y de su evidente conexión con los mismos intereses y grupos que depredaron durante décadas la riqueza de Venezuela, sin repartir más que migajas con la inmensa mayoría de una población condenada a la miseria, el analfabetismo y la violencia.


Lejos de reconocer esta complejidad y asumir el papel mediador que solo la comunidad internacional puede desarrollar, desde la UE a EE.UU. y desde Rusia a China, han preferido o quitarse de en medio, o tomar posiciones a un lado o a otro, bien para seguir manteniendo sus posiciones estratégicas en el país, bien para recuperar las perdidas con la llegada de Chávez al poder.


Particularmente sangrante resulta el caso de España. Lejos de actuar como ese mediador que debería ser, aunque solo fuera por proximidad y empatía, Venezuela se ha convertido en otro juguete roto por esta miserable política local que nos ha tocado sufrir.



Que todo parezca estar a la expensa de lo que hagan los militares resulta el mejor indicador de la “calidad democrática” del golpe personalizado por Guaidó. 


Venezuela aporta otra evidencia, otra más, a la larga serie de casos que demuestran década tras década que, cuando las sociedades se dividen y polarizan hasta el límite, fragmentarlas aún más trazando nuevas líneas ―legal o ilegal, constitucional o anticonstitucional, pro-EE.UU. o pro-Rusia…― para conceder la razón a uno o a otros solo agrava el problema y complica la solución.



 En democracia no todo se arregla votando, aunque se vote muchas veces.



 Votar no resuelve las divisiones, sólo las gestiona.


 Algo imposible sin negociar y comprometer antes el respeto unas reglas de decisión y unas instituciones comunes; entonces tendrá sentido votar.

















La muerte de Julen como espectáculo




Mientras, el fascismo capitaneado por Trump intentaba un nuevo golpe en América Latina y los poderosos se reunían en el Foro Económico Mundial de Davos para darle otra vuelta de tuerca a los trabajadores. Cosas sin mucha importancia.


Hace siglos los romanceros recorrían los pueblos de este país con noticias-sucesos que ocurrían en tierras lejanas. Algo así como un telediario de la época. La mescolanza del morbo y la curiosidad ha sido siempre una buena fórmula para atrapar la atención de los espectadores (sean estos del siglo que sean).


La noticia de la caída en un pozo de un niño de dos años con el resultado triste y lamentable de su fallecimiento, ha copado Falsimedia con una virulencia y abundancia de espacio que a seguro provocará análisis en cualquier reunión donde se elaboren tesis sociológicas-psicológicas-comunicativas.



¿Por qué esa profusión? ¿Cómo es posible que tantos millones de personas dediquen horas y horas a querer saber del suceso, a hablar y especular sobre lo ocurrido? ¿Quién sabe que los teléfonos contratando publicidad para los intermedios del caso echaban humo, y que las empresas “periodísticas” han hecho de la tragedia de Julen y su familia una fuente de ingresos?




La tragedia (ajena) como negocio. 

El diseño de lo que es noticia y lo que no.


  *

Esto es lo que dice este impresentable Populista en la Convención del PP aprovechando la circustancia y el dolor de toda España para sus fines partidistas,,: "Julen, desde el pozo tan oscuro donde estás metido, Juan José Cortés, el PP y España entera está contigo"... ,La relación entre PP y Cortés no siempre ha sido tan feliz. 


En su discurso, Casado se olvidó de que su partido apartó a Cortés hace más de siete años. Concretamente, en septiembre de 2011, los populares decidieron olvidarse del padre de Mari Luz debido a que Cortés se vio envuelto en un tiroteo que acabó con éste y cuatro personas más detenidas por la Policía Nacional.



 Los hechos se produjeron el 21 de septiembre de 2011 en el marco de una disputa familiar, en la barriada de El Torrejón (Huelva), donde residía buena parte de la familia Cortés. Al parecer, varios miembros de la familia se enzarzaron en una disputa dialéctica que fue aumentando hasta que "sacaron las escopetas y comenzaron a disparar".


En el suceso resultó herida, aunque no de gravedad, una persona en la cabeza por un balín.


 Una posible explicación a por qué el PP adoptó esta dura medida es que tres meses después se iban a celebrar las elecciones generales, en las que los populares salieron con mayoría absoluta y supuso el segundo mandato de Mariano Rajoy.


Ahora, con Casado y los suyos desesperados por recuperar el poder, han vuelto a recurrir a Cortés.


 Ya saben, situaciones desesperadas exigen medidas desesperadas. Fuente / El Plural

Las cortinas del teatro que oculta la realidad hay que cuidarlas.


Mientras, el fascismo capitaneado por Trump intentaba un nuevo golpe en América Latina y los poderosos se reunían en el Foro Económico Mundial de Davos para darle otra vuelta de tuerca a los trabajadores. Cosas sin mucha importancia.



 Por Insurgente




sábado, 26 de enero de 2019

Las consecuencias que podrían darse si el golpe de Estado fracasa en Venezuela

Resumen Latinoamericano / 25 de enero de 2019 / Gonzalo Sánchez


En Venezuela hay un golpe de Estado en curso. Impulsado por la administración de Donald Trump, no parece que haya terminado de cuajar. El presidente constitucional Nicolás Maduro sigue en el Palacio presidencial de Miraflores, con los chavistas abarrotando las calles de Caracas.


 Los militares no han apoyado el golpe. Importantes países del mundo como China y Rusia han mantenido su reconocimiento en el bolivariano.


Normalmente, cuando se da un golpe de Estado, un presidente es sustituido por un dictador. Pasó en Honduras con Roberto Micheletti, en Brasil con Michel Temer, en Paraguay con Federico Franco


El cambio es inmediato, porque de no serlo, el tiempo corre en contra de los golpistas.



Van a pasar 24 horas y Juan Guaidó ya es un dictador desde el punto de vista de quienes lo reconocen, ya que tiene en sus manos dos poderes, el legislativo como presidente de la Asamblea Nacional (AN), y el ejecutivo como golpista que ha usurpado el poder elegido en las urnas hace varios meses.


¿Cuál es el problema principal? Que EEUU no ha sido capaz de movilizar de manera sostenida a las bases de la oposición de una manera masiva, a causa de las sucesivas decepciones que han sufrido por las disputas internas de la oposición y los errores de su dirección.


Sin unas masivas manifestaciones que hagan huir al presidente MaduroJuan Guaidó no será capaz de usurpar el poder. Y en estos momentos las movilizaciones masivas son las que protagoniza el chavismo.


Estados Unidos y la oposición lo han apostado todo, en un intento de no perder los recursos empleados en los últimos seis años, para terminar con el gobierno bolivariano de Venezuela.


La ventana de oportunidad abierta por Barack Obama con su ofensiva golpista que comenzó en 2009, está a punto de cerrarse con la salida de Venezuela de la OEA y la victoria de la izquierda en México.


Sin embargo perder la apuesta puede tener unos efectos totalmente contrarios a los deseados al iniciar el golpe de Estado. La historia ha mostrado que cuando un presidente de izquierdas -ya sea más o menos moderado- sufre un golpe de Estado -lo supere o no- suele radicalizarse.


El Hugo Chávez que superó el golpe de Estado fue el que empezó a hablar de socialismo y puso en marcha las misiones que apostaron por la sanidad y la educación públicas, además de luchar contra el latifundio. Manuel ZelayaFernando LugoAristide… Todos ellos se radicalizaron tras los golpes de Estado sufridos.


Nicolás Maduro, si logra superar el ataque contra la democracia, podría escorarse a la izquierda y aplicar el Plan de la Patria de Hugo Chávez -que por ahora solo lleva en el discurso-. No lo ha hecho hasta ahora porque no ha sido capaz de obtener una correlación de fuerzas y una movilización tan masiva y constante como la que tenía su padre político.


Sin embargo, superar el golpe de Estado, con el costo enorme que tendría para la oposición que quedaría relegada a la marginalidad durante varios años, -como sucedió con el de 2002-, podría significar que el presidente constitucional de Venezuela rompiera definitivamente con los sectores que han dado y apoyado el golpe.


Eso implicaría expropiaciones a los grandes empresarios con una apuesta por la gestión obrera y las comunas, superar el modelo rentista petrolero, y aplicar sus propias medidas anunciadas en agosto del año pasado para vencer al dólar paralelo.


También cabría la posibilidad de que los cientos de miles de barriles de petróleo que vende a los países que han reconocido a Juan Guaidó como presidente tengan nuevos destinos, y que las empresas de esos mismos países dejen de explotar los recursos hidrocarburos de Venezuela.


Ahora mismo el tiempo corre a favor de Nicolás Maduro, quién solo tiene que esperar a que la oposición no cumpla con lo prometido a sus simpatizantes, para que estos se desmovilicen.


Mientras tanto la diplomacia bolivariana, junto con sus aliados Rusia y China intentarán convencer a la Comunidad Internacional de que la aventura golpista de Juan Guaidó no tiene ningún recorrido. Bastará con decirle a Jair Bolsonaro que Petrobrás tiene que abandonar la Faja petrolífera del Orinoco, y lo mismo a los demás.


Que unos países reconozcan a Juan Guaidó no implica que de repente él tenga el control sobre el Estado venezolano, EEUU ha recibido hoy otro cargamento de petróleo venezolano enviado por las autoridades bolivarianas, y Donald Trump no lo ha rechazado porque no se lo haya enviado Juan Guaidó


Fuente: El Estado.net