Comunicado del Frente Antiimperialista Internacionalista sobre la postura del Gobierno español en relación con Venezuela
Pedro Sánchez, se ha atrevido a dar un ultimátum al legítimo
presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro
Moros.
El presidente del Gobierno del reino de España, Pedro Sánchez, que no es presidente elegido por el pueblo sino por los partidos políticos por medio de pactos y componendas, se ha autoproclamado portavoz europeo y se ha atrevido a dar un ultimátum al legítimo presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros.
Se ha atrevido a decir que el presidente Nicolás
Maduro tiene 8 días para convocar elecciones presidenciales o el
gobierno de España reconocerá al autoproclamado presidente Juan Guaidó.
Esta declaración de Pedro Sánchez es un acto colonial e imperial que
vulnera el Derecho Internacional, la carta de las Naciones Unidas, su
Consejo de Seguridad, la Carta de la OEA y la propia Constitución
Venezolana; y nos coloca en la más absoluta ilegalidad internacional.
De la misma forma que ocurrió en el caso de Iraq, el
gobierno de España se coloca al frente de una declaración de guerra. No
necesita hacerse una foto en las Azores como lo hizo Aznar con George
Bush y Toni Blair; basta la leve indicación de Alemania y el mandato de
la Unión Europea para lamer las botas del jefe de los golpistas, Donald
Trump.
Nuevamente constatamos la falta de soberanía de
nuestro país, su subordinación política, militar y económica a intereses
imperialistas. La posición de España liderando al bloque europeo
occidental en su agresión a Venezuela es, además de ilegal una
irresponsabilidad que puede tener consecuencias incalculables, causando
un daño irreparable al pueblo venezolano y a toda la región.
La declaración bélica del presidente Sánchez sigue el
protocolo de la coalición imperial liderada por Estados Unidos: crear
-a través de los medios que tergiversan y desinforman- el consenso que
justifique la intervención armada en Venezuela.
De la misma forma que ocurrió con las “armas de destrucción masiva” -que jamás existieron en Iraq, pero fueron la mentira repetida hasta la saciedad para justificar una guerra y una ocupación que ha costado cientos de miles de víctimas, especialmente entre la población civil más vulnerable, mujeres y niños- la mentira de que no existen elecciones libres en Venezuela o la de que el presidente Nicolás Maduro no tiene legitimidad puede servir para desencadenar una agresión armada que lleva tiempo preparándose. Estados Unidos, sus socios europeos, Israel y el cartel de Lima, mienten cuando dicen que Venezuela es un caos o que no tiene apoyos internacionales.
De la misma forma que ocurrió con las “armas de destrucción masiva” -que jamás existieron en Iraq, pero fueron la mentira repetida hasta la saciedad para justificar una guerra y una ocupación que ha costado cientos de miles de víctimas, especialmente entre la población civil más vulnerable, mujeres y niños- la mentira de que no existen elecciones libres en Venezuela o la de que el presidente Nicolás Maduro no tiene legitimidad puede servir para desencadenar una agresión armada que lleva tiempo preparándose. Estados Unidos, sus socios europeos, Israel y el cartel de Lima, mienten cuando dicen que Venezuela es un caos o que no tiene apoyos internacionales.
Conviene recordar algunos datos de las elecciones
presidenciales del 20 de mayo del 2018, donde fue elegido el actual
presidente Nicolás Maduro Moros:
Se presentaron 16 partidos políticos con 6
candidatos, 3 partidos no lo hicieron. Resultó elegido Nicolás Maduro
Moros con el 67,86 % de los votos, porcentaje superior a los habituales
en esa región del mundo. Acompañaron el proceso electoral 150 personas
con 14 comisiones electorales de 8 países y 2 misiones técnicas
electorales. Se realizaron 18 auditorías y los representantes del
candidato opositor Henri Falcón participaron en ellas. Nadie impugnó esos resultados.
La ocultación de estos hechos constituye un acto de
propaganda de guerra urdido por los medios de comunicación públicos y
privados del imperio y sus aliados, apoyados de una gran parte de los
intelectuales y de la clase política del régimen imperial.
La estrategia estadounidense ha sido y es doblegar al
gobierno venezolano sometiendo a su pueblo a la cruel guerra económica,
al sabotaje, el bloqueo, el acoso del autoproclamado Grupo de Lima, a
las tensiones y provocaciones para generar un conflicto internacional
como el del barco de la Exxon Mobile en aguas de Guyana, o los
obstáculos al retorno de venezolanos desde el exterior… pretenden
generar una imagen de Venezuela fuera de la ley, cuando en realidad es
todo lo contrario.
Están desesperados: la estrategia golpista no
consiguió una declaración conjunta de la OEA reconociendo al ilegítimo
Guaidó, ni tampoco ha conseguido que el Consejo de Seguridad
extraordinario, convocado a petición del ex-jefe de la CIA, Michael
Pompeo, ahora secretario de Estado de EEUU, apoye la injerencia
extranjera en Venezuela.
Lo que hace Pedro Sánchez es apoyar un golpe de
Estado, tal y como hizo su predecesor Aznar con el golpe que el
empresario Carmona dio al gobierno bolivariano de Hugo Chávez en el
2002.
El gobierno de Pedro Sánchez sigue las directrices estadounidenses y se alinea, como ya hicieron sus predecesores, del lado de una parte de la oposición venezolana. Una oposición golpista manejada por Estados Unidos. La misma que se reorganiza en el territorio español invirtiendo su dinero en negocios inmobiliarios en las zonas más ricas de Madrid.
La
misma que se reúne con Felipe González y pide públicamente ayudas para
una invasión a su propio país.
La posición del gobierno español es un acto
irresponsable, de gobierno sometido, dirigido a tensionar toda la región
y a sumarse a las políticas de saqueo y expolio. Técnicamente, el
gobierno de Sánchez ha emitido una declaración de guerra a petición de
sus amos europeos y estadounidenses.
Europa pretende así legitimar el
“derecho a la injerencia” en los asuntos internos de otros países, fiel a
su estilo colonial.
Desde el Frente Antiimperialista Internacionalista
denunciamos que Pedro Sánchez no tiene ningún derecho , al menos ningún
derecho otorgado por la constitución ni por las leyes internacionales,
para emitir un ultimátum a una nación soberana.
Denunciamos que el gobierno del Estado español usurpa y viola el derecho de los pueblos latinoamericanos .
Denunciamos que los vínculos culturales e históricos
de los pueblos no pueden ser coloniales , ni utilizados como moneda de
cambio para sacar réditos políticos.
Sostenemos que al igual que Trump, que necesita el
conflicto con Venezuela para ganar las próximas elecciones
presidenciales, Pedro Sánchez utiliza el caso de Venezuela en el juego
electoral en España.
Denunciamos que el aumento de los presupuestos militares en nuestro país y sus posiciones belicistas e injerencistas responden a las exigencias de Estados Unidos y la OTAN.
Denunciamos que Pedro Sánchez se coloca con esta
nueva agresión a Venezuela en la estela del número uno de los
gobernantes genocidas de nuestro país, Jose María Aznar.
Como Frente Antiimperialista e Internacionalista
reafirmamos nuestro compromiso solidario con el pueblo y el gobierno
legítimo de Venezuela, el gobierno bolivariano de Nicolás Maduro.
Reafirmamos nuestro compromiso de defender y luchar
por la soberanía de Venezuela, luchar contra la injerencia de nuestro
país y defender la soberanía de los pueblos latinoamericanos.
¡No en nuestro nombre!
¡Venezuela se respeta!
¡Basta de injerencia en los asuntos internos de Venezuela!
¡NO PASARAN!
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