- La Comunidad, titular del servicio, acusa a Cruz Roja de poner los requisitos para un centro al que acuden solo extranjeros.
- La organización asegura que sólo se encarga de coordinar este comedor social.
- La separación sólo se justificaría si el comedor, que sólo ofrece comidas, acogiera además un programa de inclusión social, opinan varios expertos.
Vanessa Pi⎮El Diario⎮04/07/2014
En el comedor público de la
calle Canarias número 7 de Madrid sólo puedes entrar si eres inmigrante.
El Gobierno de Ignacio González es el único que segrega a los beneficiarios que
no tienen un DNI español. Todos los gobiernos autonómicos niegan tener
un comedor social específico para extranjeros, incluso aquellos que
delegan la gestión de los comedores a ONG a través de subvenciones
públicas.
Varios portavoces
autonómicos incluso muestran sorpresa por la existencia de este tipo de
comedores en Madrid. La separación es cuestionada por varias
organizaciones, que la consideran innecesaria y advierten de que entraña
cierta discriminación. Pero las preguntas topan con el silencio de Cruz
Roja, que asegura que “solo coordina” el centro. Y con el de la
Comunidad de Madrid, titular del servicio, que responsabiliza a la
entidad de ser quien establece las condiciones para acceder al comedor.
“Si Cruz Roja decide remitir
también a españoles a ese comedor, a nosotros nos da igual”, aseguran
desde la Consejería de Asuntos Sociales. Mientras para acudir a los
otros tres comedores públicos de la región es la Dirección General del
Mayor quien determina quién va a cada centro, en el caso de los
inmigrantes, esto depende de Cruz Roja. Así se estableció en un convenio
hace 25 años. Como en los otros tres comedores públicos, la entrada no
es libre y se deben cumplir una serie de requisitos que previamente se han comprobado en loscentros de servicios sociales municipales.
En el comedor de la calle
Canarias “sólo comen inmigrantes”, constata un trabajador del centro.
Tienen que estar en situación de vulnerabilidad social y debe
comprobarse que no padecen infecciones contagiosas. Esto es común para
todos. Así lo recoge la Comunidad de Madrid en su página web, donde
muestra abiertamente que el de la calle Canarias es un comedor para “inmigrantes extranjeros”.
Salvo que el centro acogiera un programa muy enfocado a la inclusión de los inmigrantes, con prestaciones y recursos tan específicos, no tiene ningún sentido segregar
Según explican en el comedor
de la calle Canarias y confirman otras fuentes consultadas, en los
otros tres comedores públicos, se atiende a “personas mayores, gente del barrio,
en general”. Que coma un inmigrante en estos tres comedores no es lo
habitual. No se ven en las colas que esperan a que abran las puertas.
No obstante, una trabajadora
del comedor de Santa Isabel defiende “que se atiende a quien lo
necesite, con mucho cariño”. Eso sí, siempre que se le derive desde la
Dirección General del Mayor. Y salvo casos contados, los inmigrantes van
de servicios sociales a Cruz Roja. De ahí, al comedor de la calle
Canarias.
La web también indica que el
comedor acoge a un segundo grupo de personas. Se trata de “asilados,
refugiados, desplazados o solicitantes de asilo y refugio, pendientes de
resolución de recursos o de legalizar su documentación para residir en
España”, que también deben cumplir el resto de requisitos.
Pero en la práctica, el
número de asilados y refugiados es testimonial, incluso nulo, según
explica el trabajador del centro. Por ello, “hará un par de meses”,
prosigue, la Comunidad ha cambiado el cartel de su puerta. Donde antes
ponía “Comedor de refugiados e inmigrantes”, ahora se lee “Comedor calle Canarias”. Ese cambio no se ha aplicado hasta el momento en la web del gobierno regional.
¿Separación necesaria?
¿Qué justifica esta
separación? Tampoco el trabajador del comedor tiene una respuesta. Sí
confirma que el centro sólo abre para dar el desayuno, cierra y vuelve a
abrir para la comida. A las 14.45 cierra sus puertas y no abre hasta la
mañana siguiente. Los inmigrantes salen del centro con una bolsita
donde se les da la cena. Los viernes también se les dan las raciones del
fin de semana.
Sin más detalles del
funcionamiento del centro por parte de Cruz Roja ni de la Comunidad,
este dato resulta significativo, ya que muestra que en el centro solo se
da de comer, no acoge ninguna otra actividad.
“Salvo un criterio técnico, es decir, que el centro acogiera un
programa muy enfocado a la inclusión de los inmigrantes, con
prestaciones y recursos tan específicos que la población no inmigrante
no aprovecharía, no tiene ningún sentido el segregar”, asegura un
reconocido experto del ámbito de la pobreza y la inclusión social que
prefiere mantenerse en el anonimato por no conocer el funcionamiento
concreto del comedor.
También desde la Red Acoge
aluden a “la intervención social” para justificar que organizaciones
como la suya trabajen con inmigrantes “para atender mejor a sus
necesidades específicas, con vulnerabilidades específicas por su
condición de personas extranjeras”. ¿Es este el caso del comedor de la
calle Canarias? Sea como sea, para Gustavo García, portavoz de la
Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, separar a
inmigrantes de españoles en un recurso de necesidad tan básica como un comedor “no tiene ningún sentido”. García va más allá y hace hincapié en que “la alimentación es una de las líneas rojas de la dignidad y nunca debería haber limitaciones presupuestarias para ello”.
En paralelo a la red pública
de comedores, varias ONG gestionan, con subvenciones públicas, otros
centros donde en general cualquiera que lo desee puede comer sin haber
pasado por servicios sociales y sin tener que llevar ningún documento.
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Fuente: http://www.eldiario.es/sociedad/comedor-publico-inmigrantes-Madrid-Espana_0_277872387.html
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