sábado, 3 de marzo de 2018

El último rinoceronte blanco del norte, vigilado con armas las 24 horas, está al borde de la muerte

El último rinoceronte blanco del norte, vigilado con armas las 24 horas, está al borde de la muerte
'Sudan', el último rinoceronte blanco del norte, pasea por la reserva de Ol Pejeta. Kenia, 18 de junio de 2017.
 
 
 Se trata del último macho de esta subespecie en todo el mundo.
 
 
 La muerte de 'Sudan', rinoceronte blanco del norte de 45 años de edad, significaría que quedarían en el mundo solo dos hembras de su subespecie, las cuales viven junto con el macho en la reserva de Ol Pejeta en Kenia. Todos están bajo vigilancia armada las 24 horas, para mantener a raya a los cazadores furtivos.


Los tres animales fueron trasladados a esta reserva africana desde un zoológico de la República Checa, en un intento por alentarlos a aparearse y salvar la subespecie. No obstante, la edad de los ejemplares ha complicado el proyecto, y a pesar de los mejores intentos del equipo veterinario local, ninguna cría ha nacido.


A finales del 2017, el anciano rinoceronte macho desarrolló una infección en una de sus patas derechas. Después de recibir el tratamiento se recuperó rápidamente, no obstante, sus cuidadores han descubierto que la infección ha regresado.


"Recientemente, se descubrió una infección secundaria y mucho más profunda debajo de la inicial", explicó la reserva Ol Pejeta en un comunicado.


 "Ha sido tratada, pero preocupantemente, la infección tarda más tiempo en curarse, a pesar de los mejores esfuerzos del equipo de veterinarios [de Sudan] que le brindan atención las 24 horas, con todo lo que se puede hacer para ayudarlo a recuperar su salud", reza el documento.


Los especialistas temen que debido a la vejez del macho la infección pueda matarlo. En esto caso, su subespecie se deslizará a la extinción. La última vez que se vieron rinocerontes blancos del norte en su hábitat fue en el 2007, actualmente se cree que ya no existen.


 https://actualidad.rt.com/actualidad/264520-ultimo-rinoceronte-blanco-norte-morir







 

El gobernador

El gobernador 


Luis María Linde, gobernador del Banco de España ha dicho con sus reales cojones monárquicos: "Que recuerden los jubilados que, la mayoría, tienen casa en propiedad y no tienen que pagar 600 euros del alquiler, sino 100 de comunidad".

Y se ha quedado tan pancho. 

No se podía esperar que dijera otra cosa. Pertenece a la clase social de los que ganan siempre y sabe que nada le sucederá, que nunca se verá contando monedas para comprar el pan y las medicinas.

Pensará que los pensionistas son unos caprichosos y uno ingratos. Que ojalá se mueran todos y dejen así de molestar. 

Porque este señor no tiene una madre viuda pasándolas canutas para llegar a fin de mes.

Porque no ha visto a sus padres trabajando de sol a sol para ganar un salario de mierda que se convierte en más mierda cuando se jubila.

Porque no le pesa la subida de la luz, ni del agua, ni el copago ni le pesan unos hijos obligados a ir al extranjero, ni le avergonzará pedir alimentos en Cáritas, ni calentarse con velas.

Porque nadie de su entorno será desahuciado, ni estafado, ni multado, ni encarcelado.

Porque no comprende que a estas alturas si los pensionistas salen a la calle es porque no pueden más, porque no van a dejarse arrancar también la dignidad.

Pero de esto el señor Linde nada sabe. Nada sabe de pobreza ni de decencia. Es leal a su clase.

Los suyos le premiarán y los nuestros seguirán en la pelea.

Veremos cual de los dos bandos baja los pulgares.


miércoles, 28 de febrero de 2018

Le llaman justicia y no lo es



Tan solo desde 2016, docenas de personas –tuiteros, raperos...– han sido condenadas en la Audiencia Nacional por delitos similares a los de Alfredo y Julen. ETA ha renunciado para siempre a la lucha armada y entregado su arsenal, pero las penas de cárcel por enaltecimiento llueven ahora más que cuando había atentados y bombas.


Uno es de la opinión que todos los jueces de lo penal, esos que tienen en sus manos poder togado para enviar a prisión a la gente por años y décadas, con carácter previo a la toma de posesión de su cargo debieran de hacer obligatoriamente un año de prácticas como internos en una cárcel al uso, incluido un trimestre en régimen de aislamiento y supresión de visitas.


Y los fiscales otro tanto, que también son protagonistas en esta historia.


La tierra tira. A pesar de llevar ya más de cuarenta años viviendo en Iruñea, el paisaje de mi pueblo, Amurrio –Araba–, es uno de los más nítidos que conservo en mi disco duro neuronal. Hacia Burgos, en primera fila, los montes Babio y Burubio abriendo camino por Mendaika hacia Sierra Salvada-Gorobel, con sus majestuosos picachos: Tologorri, Ungino...


En otra dirección, hacia Gasteiz, Altube y Gorbea. Sin embargo, estos últimos meses, los recuerdos de mi pueblo han venido ligados a las caras de dos jóvenes paisanos: Alfredo y Julen. Los dos juzgados en la Audiencia Nacional. Los dos condenados a un año de cárcel por eso que llaman «enaltecimiento del terrorismo».


 Los montes que rodean Amurrio enmarcan ahora un valle que traga saliva y rabia por estas condenas gratuitas. Miles de personas se han manifestado últimamente por sus calles en solidaridad con Alfredo y Julen, denunciando tanta ignominia.


A Alfredo (37 años) se le condena por haber sacado en el txupinazo de las fiestas del pueblo de 2005 un muñeco de cartón que representaba a un preso de la localidad. Pretendía así denunciar la política de dispersión que padecen los presos y presas de ETA y sus familiares.


Nada de esto le hubiera pasado a Alfredo si las fotografías hubieran sido de Franco, José Antonio Primo de Rivera, Mola... o de los golpistas y dirigentes falangistas, tradicionalistas y requetés alaveses del criminal golpe de estado del 1936: Camilo Alonso Vega, José Luis Oriol, Luis Rabanera…, pues eso no es enaltecimiento terrorista.


El caso de Julen (24 años) es igual de esperpéntico. Pintó con rotulador el anagrama de ETA en la pared de una casa. A ello se unía el contar con un peligroso antecedente: había participado en la ocupación del gaztetxe, en Amurrio, siendo multado por ello.


 A sus señorías, no les tembló el pulso: un año de cárcel que ya está cumpliendo. Al igual que en el caso de Alfredo, si hubiera pintado el yugo y las flechas falangistas no le habría pasado nada. Lo mismo que si hubiera tomado parte en esos grupos fascistas que han provocado incidentes violentos durante estos últimos meses en Madrid, Barcelona o Valladolid gritando «¡Puigdemont al paredón!» entre otras lindezas.


Lo de la Justicia española es de juzgado de guardia. El Tribunal Constitucional, cuya sesuda lentitud es proverbial, se ha convertido en un mero telepizza a domicilio al servicio del Gobierno del PP a quien, en poco más de veinticuatro horas, le suspende o anula cuantos acuerdos o leyes sean dictadas por el Parlament o su Mesa y no sean de su agrado.


 ¿Y qué decir de la Audiencia Nacional o el Tribunal Supremo, que en plazos similares te confecciona una cuatro estaciones aderezada de delitos de sedición, rebelión y odios identitarios al gusto del consumidor?


Tan solo desde 2016, docenas de personas –tuiteros, raperos...– han sido condenadas en la Audiencia Nacional por delitos similares a los de Alfredo y Julen. ETA ha renunciado para siempre a la lucha armada y entregado su arsenal, pero las penas de cárcel por enaltecimiento llueven ahora más que cuando había atentados y bombas. La autocensura se extiende por las redes. Normal. A la mínima te la juegas.


El caso de los chavales de Altsasu supera todo lo imaginable. Ni siquiera en la mente del más retorcido de los fiscales y el más sádico de los magistrados que pasaron por el Tribunal de Orden Público franquista –¡y ya los hubo retorcidos y sádicos!– se hubiera podido incubar la idea de procesar a siete chavales por una trifulca con un guardia civil, solicitando para ellos penas de 12,5, 50 y 62 años de cárcel, en total, 374,5 años.


 El defender e impulsar el «Alde hemendik!-¡Que se vayan!», nunca hasta ahora procesado ni penado, es considerado hoy delito de lesa majestad. Justicia cangrejera.


En el "Cuadro de Indicadores de la Justicia" realizado en 2015 por la Unión Europea, se señalaba que la española, además de poco eficiente y de escasa calidad, era una de las menos independientes. Tan solo la superaba en servidumbres varias Bulgaria y Eslovaquia. La tendencia, además, ha ido de mal a peor.


De tener una valoración de 4 sobre 10 en 2012, había pasado a un 3,2 en 2015. El reinado gubernamental del PP durante esos años ha tenido que ver mucho, sin duda alguna, con esa acelerada degradación judicial.


Pero todo eso ha quedado ya muy atrás. Cuando se incorporen en el futuro a esa valoración europea las actuaciones telepizza judiciales del proceso catalán; el inquisitorial procesamiento de los chavales de Altsasu hecho a la medida de las más altas instancias beneméritas y del PP; las condenas del Tribunal de Derechos Humanos Europeo al Estado español por no investigar las denuncias por torturas (4.100 casos acreditados en la Comunidad Autónoma Vasca entre 1960 y 2013), y el reconocimiento de los «tratos degradantes e inhumanos» a los que fueron sometidos Portu y Sarasola durante cinco días de incomunicación (¿han tomado nota Uds., señorías del Tribunal Supremo?: «tratos degradantes e inhumanos»: ahogamientos, asfixia, palizas brutales…), la nota que finalmente se pondrá al Estado español será ya próxima a cero. Hablaremos ya de justicia basura.



«¡Le dicen democracia y no lo es!», se gritaba en las plazas aquel mayo florido. Pues la Justicia ni te cuento. Dos son los pesados lastres que hacen que esta sagrada institución sea una de las peor valoradas por la ciudadanía.


 La primera tiene que ver con que allá en la Transición, al igual que sucedió con la Monarquía, el Ejército, la Policía y la Guardia Civil, la Judicatura cómplice y ejecutora de la maquinaria legal franquista pasó inmaculada, en bloque, sin depuración alguna a las nuevas instituciones «democráticas», imprimiendo a estas algo más que carácter.


 La segunda, la descarada dependencia de la Justicia con respecto a sus padrinos gubernamentales y al reparto de poder entre los grandes partidos. Con tales lastres, esperar justicia de las más altas magistraturas es como pedir peras a un olmo.


 Escrito por Sabino Cuadra Lasarte





La toma del Pazo de Meirás

El Ayuntamiento de Sada insta a la Xunta a pedir en el Juzgado que se anule la compra venta del Pazo de Meirás
El Ayuntamiento de Sada insta a la Xunta a pedir en el Juzgado que se anule la compra venta del Pazo de Meirás

 Hasta Núñez Feijóo y su gobierno se han dado cuenta que no pueden seguir de palanganeros de la familia del dictador, dándonos lecciones de libertad, derecho civil e historia, mientras los Franco se ríen en su cara y aumentan un poco más su ya cuantioso patrimonio


Se acaban el tiempo y las excusas. Después de explicarnos a nosotros, humildes ciudadanos legos en derecho, que no había nada que hacer, que el Pazo de Meirás era de los Franco porque tenían título legítimo y que si empezábamos a cuestionar algo tan básico poníamos en peligro los fundamentos mismos de nuestra democracia, el Estado de Derecho y la clave de bóveda de la verdadera libertad, el derecho a la propiedad privada, ahora va y resulta que sí, sí se puede intentar tomar el Pazo de Meirás.

 
La Diputación de A Coruña tiene un informe de sus jurídicos demostrando que existe una vía jurídica sólida para que vuelva a manos públicas y que constata lo obvio; aun dando por buena la donación, ésta se realizó a la Jefatura del Estado y por tanto al patrimonio del Estado, no al patrimonio personal del dictador y su familia de saqueadores del erario público.


 La comisión de expertos creada por el Parlamento de Galicia se muestra “optimista” sobre las posibilidades de recuperar su titularidad pública y el portavoz del Partido Popular de Galicia, Pedro Puy, considera que no se puede tolerar que la familia del dictador haga negocio con una “donación” que tenía como objetivo que Franco pasase sus vacaciones en Galicia.


Qué habrá cambiado, se preguntarán ustedes para que lo que hasta ayer era imposible y reclamarlo era pura demagogia ahora, de repente, sea “sólido” y “posible”. La respuesta es nada, todo sigue igual: el estado de derecho sigue funcionando como siempre, el código civil es el mismo y los supuestos títulos legítimos de los Franco siguen exactamente igual de válidos.


La única novedad reside en que los Franco han puesto a la venta el pazo por ocho millones de Euros y hasta Núñez Feijóo y su gobierno se han dado cuenta que no pueden seguir de palanganeros de la familia del dictador, dándonos lecciones de libertad, derecho civil e historia, mientras los Franco se ríen en su cara y aumentan un poco más su ya cuantioso patrimonio: más de quinientos millones de euros en propiedades y bienes expropiados al Estado y a particulares durante la dictadura por los que nadie les ha pedido nunca explicaciones.


Si se vendiera el Pazo como pretende la familia, que hasta ayer mismo alegaba en su defensa el valor sentimental de Meirás, el robo perpetrado por los Franco sería doble: primero se atracó a los coruñeses forzándoles a pagar a escote la compra y ahora se les saquea poniendo a la venta un bien cultural robado, y eso es más de lo que cualquier democracia puede y debe soportar. 


Por eso las administraciones van a hacer ahora lo que era su deber haber ejecutado hace años: actuar para defender y reclamar el patrimonio público por todos los medios legales y administrativos a su alcance, en vez de partir de la asunción de que no había nada que hacer y los Franco tenían razón al proclamar la validez de sus títulos de propiedad.


Lo que parece que se disponen a hacer ahora con el Pazo de Meirás es exactamente lo mismo que deberían implementar las administraciones de todo el Estado con todos y cada uno de los euros del patrimonio de la familia Franco, reclamar el ingente patrimonio público que aún queda ilegítimamente en sus manos hasta que un juez diga lo contrario; eso sí que sería “guardar y hacer guardar” la Constitución.







El hijo de la momia


 

Estaba viendo una entrevista a Albert Rivera en La Sexta, todo populismo y soberbia, y no podía quitarme de la cabeza la portada que en su día dedicó Libération al retorno a la vida política de Berlusconi: “El regreso de la momia”, titularon. Porque ¿qué es Rivera, sino una versión lozana del esperpento italiano


 La superficialidad más sonrojante, la ausencia de argumentos, el discurso que todos quieren escuchar, la sensación de mascarada… el bunga bunga interpretado a ritmo de Macarena. Denle tiempo a Rivera, dejen que toque pelo, que alcance el poder, que se quite la máscara, que pase por el quirófano… y tendrán un cavaliere ibérico.


El hijo de la momia.


Le cuento todo esto porque lo que parecía una amenaza lejana, una pesadilla improbable, está apunto de convertirse en realidad. Son los daños colaterales de la situación en Cataluña, el trampolín patriotero que necesitaba Ciudadanos para dar el salto definitivo. 


Según el sondeo de Metroscopia elaborado para El País y publicado el pasado día diez, “Ciudadanos se aleja del PP y PSOE y se afianza como la fuerza más votada”. 


 Aún más cerca, el Estudio General de Opinión Pública Invierno 2018 realizado por la universidad de Granada, y que conocimos ayer, indica que el PSOE ganaría las elecciones en Andalucía… y Ciudadanos se convertiría en la segunda fuerza política, desbancando al Partido Popular.


¿Sorpresa? Para nada: el desgaste moral del PP alimenta a una nueva ultraderecha cool que, agazapada, espera la caída de sus mayores para izarse sobre su cadáver en descomposición. Rivera y los suyos han olido sangre y amenazan con pasar del dicho al hecho, de la bravuconada al zarpazo.


 De la demagogia al poder: “Desde la oposición estamos liderando la reforma de España. 


Imagínense que no haríamos si gobernásemos”, amenaza un Rivera que se viene arriba por momentos.


Y todo esto cuando creíamos, pardillos, que después del PP nada peor nos podría pasar.





 

Supermercados asaltados: ¿en Caracas o Bogotá? Arte censurado: ¿en La Habana o Madrid?

 
 
 
José Manzaneda, coordinador de Cubainformación.─ Hace unos días, centenares de personas saqueaban supermercados en Bogotá y en tres departamentos de Colombia (1). El Gobierno imponían el toque de queda (2). La noticia no la hemos leído en la gran prensa española. 
 
 
La misma que, apenas hace un mes, titulaba que “los militares controlan los supermercados tras los saqueos en Venezuela”, y lanzaba una “alerta internacional” debido a la “grave crisis económica y social” de ese país (3).


 Leemos que Colombia, además, es origen del 92% de la cocaína incautada en EEUU, cuyo gobierno ha alertado del “alarmante aumento de la producción” en aquel país (4). Pero, increíblemente, a quien acusan los grandes medios internacionales de ser un “narcoestado” es... a Venezuela (5).


Los medios nos dicen que el Gobierno de Brasil ha comenzado la intervención militar de la ciudad de Río de Janeiro (6). Si esto hubiera ocurrido en Venezuela, tendríamos ya en la prensa completos análisis sobre la crisis social del país (7). Pero como es en Brasil, nos dicen que es solo una medida para “atajar la ola de violencia” (8). Mientras, el presidente golpista Michel Temer, con todos los grandes medios brasileños a su favor, trata de reducir su impopularidad con un gesto de mano dura, y de apartar el foco de las masivas protestas contra su política antisocial (9).


Donald Trump sugiere armar a un 20 % del profesorado de EEUU (10), para evitar matanzas en las escuelas, con el apoyo de la Asociación Nacional del Rifle (11). La prensa europea realiza un relato crítico acerca de la venta de armas en aquel país (12). Pero jamás un análisis sobre la salud democrática de una sociedad que admite esto como un “derecho constitucional”. Por contra, ¿se imaginan qué dirían si fuera en Cuba donde, en mes y medio, se hubieran producido casi dos mil muertes por armas de fuego (13)?


En los últimos días leemos mucho sobre libertad de expresión en la “democracia española”. Una jueza prohibía la impresión y comercialización de nuevos ejemplares de “Fariña”, un libro sobre el narcotráfico en Galicia (14). Y el músico rapero Valtonyc era condenado a tres años y medio de cárcel, acusado de enaltecimiento del terrorismo e injurias graves a la Monarquía (15).


Los principales medios españoles defendían esta sentencia (16) (17). Los mismos, por cierto, que tan detalladamente nos informan de cada caso de supuesta “censura” en Cuba (18).


Además, la Feria de Arte Contemporáneo de Madrid retiraba una exposición denominada “Presos políticos en la España contemporánea” (19). Los principales medios españoles quitaban hierro a este evidente acto de censura (20). Y los pocos que denunciaban su gravedad apenas mencionaban a una pequeña parte de los “presos políticos” que reivindicaba la citada exposición: los vinculados al proceso independentista catalán (21).


 Pero en la obra también aparecían otros casos, que la prensa española se cuidaba de no airear, y a los que aplicaba una segunda censura, como el del político vasco Arnaldo Otegi, los tuiteros de la operación ‘Araña’, los jóvenes de Altsasu o la dirección del clausurado diario ‘Egin’ (22).


Para que ahora gobierno, políticos y medios españoles vayan dando lecciones por el mundo sobre libertad de expresión, artística o de prensa (23).



*


 Centenares de personas saqueaban supermercados en Colombia y el Gobierno imponían el toque de queda. La noticia no la hemos leído en la gran prensa española. La misma que, apenas hace un mes, titulaba que “los militares controlan los supermercados tras los saqueos en Venezuela”, y lanzaba una “alerta internacional” por la “grave crisis económica y social”.


 El músico Valtonyc era condenado a tres años y medio de cárcel, con el aplauso de los medios que, tan detalladamente, nos informan de cada supuesta “censura” en Cuba.


Fuente original: http://www.cubainformacion.tv/index.p...



martes, 27 de febrero de 2018

Explotación sexual de mujeres: ¿en Cuba… o en España?



Algunos medios vinculan la imagen de Cuba con el turismo sexual y con una supuesta prostitución masiva.

Curiosamente, en las listas de los principales destinos del turismo sexual en el mundo no aparece Cuba, y sí España, donde hay más de 1.500 clubs de prostitución.

Allí, miles de mujeres son sometidas a todo tipo de vejaciones. Por el contrario, en Cuba la prostitución que existe es mayoritariamente informal. No existen mafias ni redes de esclavitud sexual.
 


*

  En un reciente mapa de Unicef sobre “turismo sexual infantil”, no aparece Cuba, y sí México, Brasil, Colombia y Perú, principales destinos latinoamericanos. 


 En Cuba no hay anuncios de prostitución en su prensa. Por el contrario, grandes diarios españoles obtienen verdaderas fortunas gracias a la explotación sexual de mujeres. 


 Son los medios que, curiosamente, no dejan de hablar de prostitución y turismo sexual… en Cuba. 


Un trabajo de Ivana Belén Ruiz y José Manzaneda, para Cubainformación TV. 


Edición Ana Gil


domingo, 25 de febrero de 2018

Los jubilados podrían enfrentarse a multas de 30.000 euros por la ‘Ley Mordaza’

 

La ley de seguridad ciudadana contempla sanciones a quienes realicen manifestaciones frente al Congreso.

 

La Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de protección de la seguridad ciudadana, conocida como la ‘Ley Mordaza’, considera como infracción grave “la perturbación grave de la seguridad ciudadana que se produzca con ocasión de reuniones o manifestaciones frente a las sedes del Congreso de los Diputados, el Senado y las asambleas legislativas de las comunidades autónomas aunque no estuvieran reunidas, cuando no constituya infracción penal”.


Es el artículo 36.2 de una ley aprobada durante la etapa de mayoría absoluta del PP y que, supuestamente, iba a ser ‘tumbada’ por los ‘nuevos’ partidos políticos y por el PSOE. De momento, no hay noticias de esa reforma.


Lo que sí se sabe es que la ‘Ley Mordaza’ contempla multas para las infracciones graves que oscilan entre los 601 y los 30.000 euros. 


Lo normal, y a tenor de lo que han confesado a EL BOLETÍN fuentes policiales presentes en la movilización de los pensionistas en el Congreso, “sería una locura” que sancionaran a los jubilados/as.


 De hecho, el artículo 36.2 detalla que se requiere una “perturbación grave de la seguridad ciudadana”. Algo interpretable pero que no parece haber sucedido este jueves en la manifestación por las pensiones dignas.


 https://www.elboletin.com/noticia/159757/nacional/los-jubilados-podrian-enfrentarse-a-multas-de-30.000-euros-por-la-ley-mordaza.html




DESMONTANDO MITOS SOBRE LA INMIGRACIÓN


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  Los inmigrantes aportan al Estado EL DOBLE de impuestos de lo que reciben en ayudas. Gracias a ellos, ingresamos más de 50.000 millones de euros al año (presupuesto de sanidad 2017 = 4.200 millones).


- Según el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), los españoles perciben el 91,4% de las subvenciones públicas, los extranjeros el 8,6%.


- Los trabajadores extranjeros pagan nuestras PENSIONES. Sólo hay un 1% de ellos que es pensionista. Con la caída demográfica, el día de mañana seremos muy pocos para pagar muchas pensiones. El Estado de Bienestar depende radicalmente de la mano de obra extranjera.


- En España somos 46 millones de habitantes (41 millones de españoles + 5 millones de extranjeros). Sólo 10 millones TRABAJAMOS, y somos nosotros (españoles y extranjeros) quienes pagamos la sanidad, la educación, las pensiones, las SUBVENCIONES, etc.


El 85% restante (españoles y extranjeros), vive de esos impuestos. ¿Cómo no vas a permitir a un extranjero hacer uso de un servicio público que está pagando?


- Las SUBVENCIONES públicas se otorgan a españoles y extranjeros en igualdad de condiciones (renta, hijos a cargo, exclusión social, etc.).


 No hay una sola cláusula que premie el haber nacido fuera. Si alguien te dice eso, ES MENTIRA.


Todos estamos obligados a pagar los MISMOS impuestos y tenemos derecho a recibir las MISMAS ayudas.


¿Que tú cobras muy poco y no te dan ayudas? ¡Quéjate! Hay partidos que proponen una Renta Mínima en su programa electoral. Hay gobiernos que han ampliado un 36% el gasto social.




El más triste oxímoron, un cementerio de chalecos salvavidas.




El más triste oxímoron, un cementerio de chalecos salvavidas. La foto me la envía mi hija mayor desde la isla griega de Lesbos, donde pasa un tiempo colaborando con una ONG en la atención de personas refugiadas. 


 Siguen llegando, o intentando llegar, aunque la atención mediática y política haya decaído.



"Nuestra tarea es recoger a las personas una vez que han bajado de embarcaciones precarias llamadas dinguis y llevarlas a un campamento donde solo pueden pasar la primera noche.



 Ayer llegaron 35 personas, entre ellas doce niños", nos cuenta mi hija. "Les damos mantas y ropa seca y algo calentito de comer, después les llevan al campo de refugiados permanente de Moria, que está en muy malas condiciones". 



Lo cuenta y me parece mentira que hable de Europa, que no seamos capaces de prestar mejor asistencia a quienes llevan tantas penurias y kilómetros recorridos, que no estemos evitando que tantas dejen la vida en la travesía. 



Que el gobierno español siga sin cumplir sus obligaciones de acogida. 




Mientras los refugiados esperan y desesperan en campos precarios, sus chalecos se van apilando en un vertedero a la espera de ser destruidos o reciclados. Muchos de esos chalecos son falsos, están hechos de esponja y ni siquiera ayudan a flotar. 




El cementerio de chalecos salvavidas es un gigante monumento de este drama humanitario, un vergonzoso recordatorio de que es nuestra obligación hacer mucho más por garantizar el derecho humano y universal a una vida digna.




 
 
 
 
 

Trump compara a inmigrantes con serpientes

 
Un grupo de 103 migrantes centroamericanos que había sido abandonado dentro de un tráiler en el noreste de México fue rescatado por agentes migratorios y del Ejército cerca de la frontera estadounidense.  


El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, comparó  a los inmigrantes con serpientes traicioneras, retomando su retórica anti-inmigración. El mandatario fustigó a la oposición demócrata por no respaldar su política de endurecimiento de las leyes migratorias y urgió al Congreso a aprobar la construcción del muro fronterizo con México, una de sus principales promesas.


Ante la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), uno de los foros más importantes de los conservadores estadounidenses, Trump leyó la letra de la canción de 1968 de Al Wilson, The Snake (La serpiente), sobre un reptil enfermo que recompensa con un mordisco venenoso a la “mujer tierna” que lo ayudó a recuperarse.


“Ustedes tienen que pensar esto en términos de inmigración”, señaló el mandatario. Trump aprovechó además para repasar los logros de los agentes de control migratorio, diciendo que el año pasado arrestaron a más de cien mil extranjeros que habían cometido “miles de crímenes” y para reforzar su rechazo a las jurisdicciones del país donde las autoridades se niegan a identificar a los indocumentados para su deportación.


“Estamos tomando medidas enérgicas contra las ciudades santuario”, dijo, luego de amenazar la víspera con retirar las tropas federales del estado de California, el más poblado y rico del país, por su negativa en cooperar con el arresto de inmigrantes ilegales.


Un grupo de 103 migrantes centroamericanos que había sido abandonado dentro de un tráiler en el noreste de México fue rescatado por agentes migratorios y del Ejército cerca de la frontera estadounidense, informó ayer el Instituto Nacional de Migración (INM).


El grupo estaba integrado por 67 adultos y 36 menores de edad. Del total, 91 son originarios de Honduras, siete de Guatemala y cinco de El Salvador. De los 36 menores, 12 no contaban con la compañía de un adulto.


(Con información de AFP)



sábado, 24 de febrero de 2018

España es el país de la UE con peores condiciones de trabajo

 

El conocido y prestigioso European Trade Union Institute ha publicado un informe (“Bad Jobs” recovery? European Job Quality Index 2005-2015) sobre la calidad del empleo en los 28 países de la Unión Europea que es demoledor para España. 


 Si consideramos que una de las responsabilidades del Estado en cualquier país es asegurarse que la población pueda aspirar a desarrollar su gran potencial a través del trabajo, entonces la conclusión rotunda de este informe es que el Estado español está fracasando rotundamente


.La Constitución Española, cuya supuesta violación está siendo la causa de encarcelamiento por parte de los tribunales de este país, contiene en el artículo 35.1 el siguiente mandato “Todos los españoles tienen el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia”, mandato constitucional que se está violando masivamente en España, como bien documenta el informe. 


En la mayoría de los indicadores de calidad de empleo utilizados en este excelente estudio -(1) salarios, (2) formas de empleo y seguridad laboral, (3) tiempo de trabajo y equilibrio trabajo-vida, (4) condiciones de trabajo, (5) habilidades y desarrollo en su carrera laboral, y (6) representación sindical-,


 España aparece en el informe a la cola (repito, a la cola) de toda la Unión Europea, sólo después de Rumanía y Grecia (Figura 2, p.11 del informe). En una puntuación de 1 (peor) a 10 (mejor), recibe un 3 de en el Job Quality Index (la más baja después de los dos países citados), mientras que los países nórdicos de la UE, Suecia, Finlandia y Dinamarca, reciben, respectivamente, un 7,5, un 8 y un 9 (las más altas). 


España, cuyo establishment político-mediático se enorgullece de tener una de las economías más fuertes y desarrolladas de la UE (la quinta economía de la UE), con un nivel de riqueza (23.200 euros en PIB per cápita en 2015, según Eurostat) semejante al promedio de la UE (28.900 euros en PIB per cápita en 2015, también según Eurostat), es de los países que peor trata a sus trabajadores, dato que apenas aparece en los mayores medios de información. 


Y ello ocurre en cada componente que configura dicho indicador de calidad del empleo. Veamos los datos.

  
España no es sólo el país de la UE donde hay mayor precariedad, sino que es también el país donde el crecimiento de la precariedad ha sido mayor durante el periodo 2010-2015


España tiene uno de los mayores porcentajes de la población laboral con inestabilidad, con temporalidad indeseada y con dificultad para encontrar empleo indefinido (principales componentes de la definición de precariedad) en la UE (Figura 4, p.13). Este porcentaje es incluso mayor entre las mujeres trabajadoras, y también es el país donde el porcentaje de trabajadores y trabajadores en precario ha crecido más durante el período 2010-2015 (conocido como la Gran Recesión).


España es el país donde las condiciones de trabajo son peores (en la UE-15)


Es también interesante subrayar que el elevadísimo nivel de desempleo (de nuevo, uno de los más altos de la UE) va acompañado con uno de los porcentajes mayores de horas extras. Los trabajadores y trabajadoras españoles son los que hacen más horas extras, lo que afecta a su vida personal (lo que el informe define como “equilibrio entre vida personal y laboral”) (Figura 5, p.14).


 En realidad solo en Grecia los trabajadores y trabajadoras están en peor situación que los españoles, es decir, tienen jornadas de trabajo que se alargan todavía más allá de las horas acordadas. Es también importante subrayar que las mujeres trabajadoras incluso trabajan más horas extras que los hombres trabajadores. 


En este punto cabe señalar el bien conocido hecho entre salubristas de que las mujeres españolas son de las que tienen mayores enfermedades relacionadas con el estrés en la Unión Europea debido a su enorme sobrecarga entre la familia y el trabajo.


España tiene el porcentaje mayor de trabajadores pobres en la UE


En 2015, España tenía también el porcentaje mayor (después de Rumanía y Grecia) de trabajadores en pobreza. Uno de cada diez trabajadores se encontraba por debajo del umbral de la pobreza (es decir, por debajo del 60% de la mediana nacional de ingresos después de transferencias sociales).


En el informe se nos da también una comparativa de salarios entre países. Si miramos el promedio de ingresos mensuales netos del trabajador remunerado ajustado a los precios de cada país, en España es aproximadamente de unos 1.300 euros, un nivel por debajo del promedio de la UE, aunque más alto que países como Hungría o Bulgaria (Figura 3, p.12). Ahora bien, cuando comparamos el porcentaje de los trabajadores (empleados o autónomos) que están por debajo del 60% de la mediana nacional (incluso después de transferencias públicas sociales) sobre el total de trabajadores, España se encuentra incluso peor que estos dos países.


Estos datos nos indican que aun cuando España no tenga como promedio los peores salarios en términos absolutos, sí que tiene el mayor porcentaje de trabajadores pobres, después de Rumania y Grecia.  Esto es resultado de la gran pobreza de los salarios, la gran pobreza de las trasferencias públicas y las grandes limitaciones de las políticas redistributivas del Estado Español, causas determinantes del elevadísimo nivel de pobreza laboral que existe en España.


España está entre los que tienen peores condiciones de trabajo en la UE


España es también uno de los países con peores condiciones laborales (después de Hungría y Chipre), que alcanzan su cenit en sectores como la agricultura y la construcción (Tabla A4, p.42). Este es una de los indicadores de calidad del empleo más estudiado y detallado en el informe, que incluye gran número de variables (veinte ítems) que analizan cómo y en qué entorno se realiza el trabajo. Está compuesto por tres sub-dimensiones: intensidad del trabajo; autonomía del trabajo; y factores de riesgo físicos. España se encuentra a la cola en prácticamente cada uno de estos subindicadores, y muy especialmente en los citados anteriormente (Figura 6, p.16).


España está entre los países que menos atención prestan al mejoramiento del conocimiento y la educación laboral  


Por último llama la atención como también España está fallando estrepitosamente en la capacitación de sus trabajadores (en el informe se registra el porcentaje de la población adulta -de 25 a 64 años- que participó en educación o capacitación en las cuatro semanas anteriores a la encuesta). Además se pregunta a los trabajadores si están de acuerdo con la afirmación “Mi trabajo ofrece buenas perspectivas de progreso profesional”. Como promedio, uno de cada cuarto trabajadores en la UE participó en alguna capacitación en el mes anterior y / o consideró que su trabajo ofrecía buenas perspectivas para el desarrollo de carrera.


 Lo interesante es que se comparan los datos de 2005-2010 y 2015 para ver la reacción después de la crisis.


 En el conjunto de la UE ha habido un gran avance en la mejora de las habilidades y el desarrollo profesional de los trabajadores, pero no así en España, que destaca entre los países con peores resultados en la mejora de capacitación de sus trabajadores durante este período (Figura 22, p.31) (junto al Reino Unido y Bélgica, que son países con un mercado de educación muy desregulado y privatizado, mientras que los países con mejores puntuaciones son los nórdicos, que son los que tienen la mayor inversión en educación pública).


¿Cuáles son las causas de esta deplorable situación?


La respuesta a esta pregunta no es difícil. Naturalmente que no hay solo una causa. Hay muchas causas que, por regla general, aparecen en las páginas económicas de los mayores medios de comunicación, en las pocas veces que estos problemas son tratados por tales medios. Pero las causas más importantes (que son las causas políticas y la distribución de poder dentro del país) no aparecen casi nunca en dichos medios. Y ello no es por casualidad. 


Tales causas permanecen ocultadas y silenciadas en esos medios pues la mayoría de ellos están controlados por los mismos grupos empresariales que forman parte de las élites económicas y financieras, las cuales, a través de la enorme influencia que tienen sobre los aparatos del Estado y las instituciones mal llamadas representativas, imponen y fuerzan a la población políticas públicas que promueven sus intereses en contra de los derechos de los trabajadores.


 En otras palabras, la clase empresarial (lo que antes se llamaba la clase capitalista, término que ahora no se utiliza porque parece un término “anticuado”) tiene en España mucho, pero que mucho mayor poder político y mediático que la clase trabajadora.


 Y ello explica que en España se permita que existan tales condiciones deplorables, promoviendo reformas laborales como las que aplicó el gobierno Zapatero primero y después Rajoy en el conjunto del Estado, y los gobierno de Mas y Puigdemont en Catalunya, las cuales debilitaron al mundo del trabajo de una manera muy notable. 


Este debilitamiento ha ido acompañado de una gran reducción de los derechos laborales, políticos y sociales (con los recortes del gasto público social) que ha empeorado la calidad de vida de las clases populares en general y de la clase trabajadora en particular.

 
Estas políticas públicas neoliberales, cuyos máximos promotores son los partidos neoliberales como el PP, Ciudadanos (que es el más neoliberal de todos ellos), el PDeCAT y los partidos socioliberales (como el PSOE), han contribuido a este gran deterioro de las condiciones de empleo. En realidad las políticas neoliberales tienen como objetivo precisamente aumentar el poder del mundo empresarial a costa de disminuir el del mundo del trabajo. Y lo han conseguido.


Ni que decir tiene que este excesivo poder político-mediático del mundo empresarial viene de lejos. 


Ha sido una constante en la historia de España. El gran subdesarrollo social de España está basado precisamente en la enorme concentración de poder político y mediático que ha existido en este país y que la Transición de la dictadura a la democracia no cambió (ver mi libro El subdesarrollo social de España: causas y consecuencias, editorial Anagrama, 2006).


La Constitución, el patriotismo y la calidad del empleo


Hoy estamos viendo un gran debate sobre el MONOTEMA NACIONAL en el que unos y otros están utilizando la Constitución Española (definiéndose como los constitucionalistas) como el principal punto de referencia para sancionar a sus adversarios, incluyendo su encarcelación. Convierten así la Constitución en un documento sagrado al que hay que respetar y obedecer. 


Es más, algunos constitucionalistas (como el PP y Ciudadanos) incluso exigen su aceptación como prueba de patriotismo. Según tal argumento, la Constitución es el documento que garantiza la unión y el bienestar de los españoles. Esta postura es también promocionada activamente por los medios de información, que deliberadamente promueven los artículos de la Constitución que les favorecen, e ignoran aquellos que les desfavorecen, como el artículo 35.1.


En el debate “nacional” sobre quién es más patriota se ignora y oculta, sin embargo, que estas mismas fuerzas políticas súper-patriotas son también las mayores defensoras de las políticas neoliberales que van en contra precisamente del derecho-mandato explicitado también en la misma Constitución por aquel artículo. En realidad, es un signo de una enorme hipocresía que a la vez que sacralizan la Constitución, presentándose como los grandes patriotas, hayan estado proponiendo y aplicando políticas públicas que han dañado enormemente a las clases populares de este país, que constituyen la mayoría de la nación y de la patria. 


Si el concepto de patria incluye (como debería incluir) a la población que vive en su territorio, entonces está claro que tales partidos están utilizando el sentimiento patriótico para movilizar a la población para fines distintos y contrarios a los que indican, ocultando que son las políticas públicas neoliberales las que están violando el artículo 35.1 de la Constitución y el bienestar de las clases populares, componente central de la nación y de la patria.


Un tanto parecido ocurre en el otro lado del debate nacional. Los independentistas están hegemonizados por el PDeCAT, la derecha catalana de siempre, que ha estado imponiendo y forzando políticas neoliberales idénticas a las aprobadas por el PP y Ciudadanos (en realidad, los recortes han sido incluso más extensos en Catalunya que en el resto de España), realidad ignorada bajo su llamada al patriotismo, olvidando también que las clases populares son o deberían ser el centro de dicha patria y nación.


 No puede amarse la nación, la patria, un país, y a la vez dañar la calidad de vida de la población que vive en ella. Y esto es lo que está ocurriendo (y ha estado ocurriendo) en España y en Catalunya durante bastante tiempo. Los nobles sentimientos patrióticos se han estado manipulando y utilizando para ocultar el daño que los falsos patriotas han estado imponiendo a la población. Así de claro.





 



viernes, 23 de febrero de 2018

Miles de pensionistas y viudas censuran en Bilbao al PP que solo satisfaga las pretensiones de los poderes financieros

podemos

Bilbao se ha quedado pequeño para acoger la manifestación de las miles de personas jubiladas y viudas que han reclamado un pensión mínima de 1.080 euros. Han denunciado la falta de “voluntad política” para abordar una solución que garantice la sostenibilidad del sistema.


DURANGALDEA TAMBIÉN PRESENTE

 
En este sentido, los jubilados han censurado las medidas que el desgobierno del Partido Popular está llevando a cabo dirigidas a “satisfacer las pretensiones de los poderes financieros” con el objeto de incrementar los planes de pensiones privados para exigir pensiones dignas y actualizadas conforme al IPC anual y no al 0,25 % que estableció el Desgobierno de Mariano Rajoy en 2013.


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Bilbao lleno. PHOTO. Julián Ríos


Desde Durangaldea una nutrida representación ha arribado a la capital vizcaina para reclamar el fin de la actualización del 0,25 % de las pensiones.


La marcha ha sido respaldada también por el secretario general de UGT de Euskadi, Raul Arza, del coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, y por los secretarios de Organización e Institucional de la ejecutiva vizcaína del PSE-EE, Francisco Fernández y Ekain Rico, así como por miembros de Podemos Bizkaia, Josen Elgezabal o la duranguesa Neskutz Rodríguez.
 
 
 
 
 
 
 
 

Vaya con el ‘nuevo’ PSOE: apoyando la censura, nada de rentas mínimas y ni hablar de huelgas feministas



Para este viaje no hacían falta alforjas y con la sultana ya hubiera ido el partido ‘apañao’. 


Porque por lo menos con Susana no cabe la duda sobre qué esperar (y me refiero a entre las personas no enajenadas), pero aquí el guaperas, aunque obviamente sabíamos quién era, dejaba en el aire la posibilidad de que tuviera que hacer el paripé y alguna concesión por cómo y en base a qué había vencido a su archienemiga en el golpe palaciego. Pero ni por esas.


 A este personaje la militancia se la trae al viento, porque a desvergonzado no le gana nadie, y a oportunista mucho menos. 


Él es así: lo mismo te canta la internacional con el puño en alto que te dice que ni hablar de huelgas feministas, aunque le gustan mucho, pero más si no van de ese palo de la defensa de clase.


 El de la sonrisa es el auténtico gurú del ‘sí pero no’ pero con el peso de la posición real siempre en el lado contrario a cualquier cosa que huela a socialista y obrera, y esa huelga feminista del 8 de marzo huele a principios de izquierda, lo cual no casa nada bien con el PSOE, mucho más dado al ‘rollo pop’ en plan intrascendente; de ese de hablar por no callar o como mucho del que no toca la cartera de sus jefes y mecenas. 



Y por tanto no van a secundar esa huelga, pero volviendo a insistir en que les gusta mucho, porque hay que estar en todas partes, y siempre a favor y en contra de todo y de nada, pero que no, que de huelga nasti. 
 
Y es que este nuevo PSOE se parece mucho al no tan nuevo, pero incluso en peor versión. 
 

Porque eso de apoyar la censura en ARCO suena de un facha bastante novedoso, y lo de librarse del marrón de tener que aprobar la proposición de ley de la ILP de la renta mínima haciendo faltar a los suficientes diputados es de una vertiente fariseísta bastante chusca y poco explotada hasta el momento por los de Ferraz.


Será por eso por lo que el ‘nuevo’ PSOE tampoco planteará jamás una solución que, teniéndola en su mano y sin condiciones, sí hubieran aprovechado con absoluta seguridad cualquiera de los viejos PSOE’s para hacerse con el poder, y además ‘gratis’. 


Y eso que esos viejos PSOE’s no tenían la presión de estar ejerciendo de partido de presunta izquierda de escaparate en un país que, como hemos sabido esta semana, según 


Amnistía Internacional y lo que es más escandaloso, hasta según el New York Times, hoy es algo mucho más parecido a Turquía o a una dictadura bananera que a una democracia formal, aunque muchos abnegados compatriotas no quieran acabar de aceptarlo, o en realidad se sientan encantados con ello.


Pero no seamos hipócritas, porque si las elecciones no están amañadas –y no lo parece, o al menos no hasta esos extremos– la responsabilidad de que el PSOE siga, no solo existiendo sino siendo decisivo, no es precisamente del PSOE.


Alguien nos va a tener que enviar al rincón de pensar, a ver si como sociedad por fin hacemos propósito de enmienda.






jueves, 22 de febrero de 2018

Le llaman justicia y no lo es




Uno es de la opinión que todos los jueces de lo penal, ésos que tienen en sus manos poder togado para enviar a prisión a la gente por años y décadas, con carácter previo a la toma de posesión de su cargo debieran de hacer obligatoriamente un año de prácticas.


Por Sabino Cuadra


Como internos en una cárcel al uso, incluido un trimestre en régimen de aislamiento y supresión de visitas. Ah!, y los fiscales otro tanto, que también son protagonistas en esta historia.


La tierra tira. A pesar de llevar ya más de cuarenta años viviendo en Iruñea, el paisaje de mi pueblo, Amurrio –Araba-, es uno de los más nítidos que conservo en mi disco duro neuronal. Hacia Burgos, en primera fila, los montes Babio y Burubio abriendo camino por Mendaika hacia Sierra Salvada-Gorobel, con sus majestuosos picachos: Tologorri, Ungino,.. 


En otra dirección, hacia Gasteiz, Altube y Gorbea. Sin embargo, estos últimos meses, los recuerdos de mi pueblo han venido ligados a las caras de dos jóvenes paisanos: Alfredo y Julen. Los dos juzgados en la Audiencia Nacional. Los dos condenados a un año de cárcel por eso que llaman “enaltecimiento del terrorismo”. 


Los montes que rodean Amurrio enmarcan ahora un valle que traga saliva y rabia por estas condenas gratuitas. Miles de personas se han manifestado últimamente por sus calles en solidaridad con Alfredo y Julen, denunciando tanta ignominia togada.


A Alfredo (37 años) se le condena por haber sacado en el txupinazo de las fiestas del pueblo de 2005 un muñeco de cartón que representaba a un preso de la localidad. Pretendía así denunciar la política de dispersión que padecen los presos y presas de ETA y sus familiares. 


Nada de esto le hubiera pasado a Alfredo si las fotografías hubieran sido de Franco, José Antonio Primo de Rivera, Mola.. o de los golpistas y dirigentes falangistas, tradicionalistas y requetés alaveses del criminal golpe de estado del 1936: Camilo Alonso Vega, José Luis Oriol, Luis Rabanera…, pues eso no es enaltecimiento terrorista.


El caso de Julen (24 años) es igual de esperpéntico. Pintó con rotulador el anagrama de ETA en la pared de una casa. A ello se unía el contar con un peligroso antecedente: había participado en la ocupación del gaztetxe, en Amurrio, siendo multado por ello. 


A sus señorías, no les tembló el pulso: un año de cárcel que ya está cumpliendo. Al igual que en el caso de Alfredo, si hubiera pintado el yugo y las flechas falangistas no le habría pasado nada.


 Lo mismo que si hubiera tomado parte en esos grupos fascistas que han provocado incidentes violentos durante estos últimos meses en Madrid, Barcelona o Valladolid gritando “¡Puigdemont al paredón!” entre otras lindezas.


Lo de la Justicia española es de Juzgado de guardia. El Tribunal Constitucional, cuya sesuda lentitud es proverbial, se ha convertido en un mero tele-pizza a domicilio al servicio del Gobierno del PP a quien, en poco más de veinticuatro horas, le suspende o anula cuantos acuerdos o leyes sean dictadas por el Parlament o su Mesa y no sean de su agrado.


 ¿Y qué decir de la Audiencia Nacional o el Tribunal Supremo, que en plazos similares te confecciona una cuatro estaciones aderezada de delitos de sedición, rebelión y odios identitarios al gusto del consumidor? Tan solo desde 2016, docenas de personas –twiteros, raperos,…- han sido condenadas en la Audiencia Nacional por delitos similares a los de Alfredo y Julen.


 ETA ha renunciado para siempre a la lucha armada y entregado su arsenal, pero las penas de cárcel por enaltecimiento llueven ahora más que cuando había atentados y bombas. La autocensura se extiende por las redes. Normal. A la mínima te la juegas.


El caso de los chavales de Altsasu supera todo lo imaginable. Ni siquiera en la mente del más retorcido de los fiscales y el más sádico de los magistrados que pasaron por el Tribunal de Orden Público franquista -¡y ya los hubo retorcidos y sádicos!- se hubiera podido incubar la idea de procesar a siete chavales por una trifulca con un guardia civil, solicitando para ellos penas de 12,5, 50 y 62 años de cárcel, en total, 374,5 años.


 El defender e impulsar el “Alde hemendik!-¡Que se vayan!”, nunca hasta ahora procesado ni penado, es considerado hoy delito de lesa majestad. Justicia cangrejera.


En el “Cuadro de Indicadores de la Justicia” realizado en 2015 por la Unión Europea, se señalaba que la española, además de poco eficiente y de escasa calidad, era una de las menos independientes. Tan solo la superaba en servidumbres varias Bulgaria y Eslovaquia.


 La tendencia, además, ha ido de mal a peor. De tener una valoración de 4 sobre 10 en 2012, había pasado a un 3,2 en 2015. El reinado gubernamental del PP durante esos años ha tenido que ver mucho, sin duda alguna, con esa acelerada degradación judicial.


Pero todo eso ha quedado ya muy atrás. Cuando se incorporen en el futuro a esa valoración europea las actuaciones tele-pizza judiciales del proceso catalán; el inquisitorial procesamiento de los chavales de Altsasu hecho a la medida de las más altas instancias beneméritas y del PP; las condenas del Tribunal de Derechos Humanos Europeo al Estado español por no investigar las denuncias por torturas (4.100 casos acreditados en la Comunidad Autónoma Vasca entre 1960 y 2013), y el reconocimiento de los “tratos degradantes e inhumanos” a los que fueron sometidos Portu y Sarasola durante cinco días de incomunicación (¿han tomado nota Vds., señorías del Tribunal Supremo?: “tratos degradantes e inhumanos”: ahogamientos, asfixia, palizas brutales…), la nota que finalmente se pondrá al Estado español será ya próxima a cero. Hablaremos ya de Justicia basura. 


“¡Le dicen democracia y no lo es!”, se gritaba en las plazas aquel mayo florido. Pues la Justicia ni te cuento. Dos son los pesadísimos lastres que hacen que esta sagrada institución sea una de las peor valoradas por la ciudadanía.


 La primera tiene que ver con que allá en la Transición, al igual que sucedió con la Monarquía, el Ejército, la Policía y la Guardia Civil, la Judicatura cómplice y ejecutora de la maquinaria legal franquista pasó inmaculada, en bloque, sin depuración alguna a las nuevas instituciones “democráticas”, imprimiendo a éstas algo más que carácter.


 La segunda, la descarada dependencia de la Justicia con respecto a sus padrinos gubernamentales y al reparto de poder entre los grandes partidos. Con tales lastres, esperar justicia de las más altas magistraturas es como pedir peras a un olmo.


 Por Sabino Cuadra