domingo, 8 de enero de 2017

La izquierda reformista, la retórica democrática y la transición al neofascismo. Apuntes sobre el caso español - Enrique Castells Turia

Introducción

Lenin decía que cuánto más democrático era un país capitalista, más se encontraba su parlamento  sometido a los intereses de la bolsa y de los banqueros. Frente a esa democracia de los banqueros, las elites y la oligarquía, Lenin creía en la posibilidad de una democracia participativa, popular y que diera  poder a las mayorías, una democracia, eso sí, incompatible con el sistema capitalista y con sus instituciones democráticas, que debían ser utilizadas únicamente como tribuna de denuncia del capitalismo y para difundir las ideas revolucionarias entre los trabajadores. Las palabras de Lenin contribuyeron en su momento a profundizar una dura guerra ideológica sobre la naturaleza de la  democracia, que un siglo después se ha saldado con la derrota –aparente– del revolucionario ruso y de su escuela –considerada «dictatorial»–, dejando libre el camino para el reinado absoluto de la  ideología democratista que suele ir acompañada de una abundante retórica ciudadanista.

Un siglo  después de las reflexiones de Lenin la legitimidad política viene determinada por la certificación de democrático, hasta el punto de que,  si antes los golpes de Estado y las guerras  eran    contra el «peligro  comunista», hoy se justifican para defender la democracia y los derechos humanos fuera de occidente: así, las embestidas fascistas recientes en Ucrania o en Venezuela pretenden  legitimarse recurriendo a la retórica democrática, al igual que  antes se hizo con la «primavera árabe», las «revoluciones de colores» y tantas otras.

Para los pueblos agredidos por las bombas de los humanistas otánicos, el democratismo se ha  convertido por derecho propio en la  ideología de la conquista imperialista del mundo y en coartada para justificar las guerras “humanitarias”: como denuncia sarcásticamente el intelectual camerunés Jean Paul Pougala, «si la democracia del sufragio universal fuera algo maravilloso, nadie duda de que occidente preferiría conservarla e incluso esconderla como un secreto militar, con el fin de utilizarla como ventaja sobre  los otros pueblos del planeta» (1).

¿Existe la democracia? ¿Qué es una democracia? ¿Y una dictadura? ¿Pueden coexistir la democracia y el fascismo simultáneamente? La ideología democratista define a la democracia como  lo contrario de la dictadura –de derechas o de izquierdas– así como del fascismo, y además afirma que  la democracia representa nada menos que «la  voluntad de la ciudadanía» o la «voluntad de la mayoría».

La rudimentaria lógica de estas grandes definiciones se desvanece en el momento en que se analizan problemas concretos: si la democracia es la «voluntad de la mayoría», aquellos que atacan a los partidos de gobierno –que han sido votados por esas mismas mayorías ciudadanas– por realizar  determinadas políticas, atacan, en realidad, la «voluntad de la mayoría» y por tanto están adoptando un cariz antidemocrático y dictatorial. Si se observa el escenario internacional, dos ejemplos recientes muestran lo inconsistente e irreal de la definición vulgar de la democracia.

En el caso de Venezuela, para los grandes medios de comunicación privados, para la oligarquía de  este país y otros grupos opositores, así como para Estados Unidos y muchos  gobiernos  occidentales, el gobierno del  presidente Nicolás Maduro es una dictadura –o un gobierno «autoritario»–, a pesar  de que  dirige una corriente política –el chavismo o socialismo bolivariano–  que ha vencido en 18 de las 19 convocatorias electorales de los últimos años, realizadas además con la normativa democrática considerada correcta: la occidental, pluripartidista y liberal. Pero el chavismo implantó algunas  innovaciones que desagradaban a los puristas de la democracia: en  primer lugar, protegió las riquezas públicas –especialmente  el petróleo– de la voracidad de las multinacionales occidentales; destinó una gran  cantidad de fondos públicos para amplios programas sociales que beneficiaron a las masas  tradicionalmente excluidas; expropió algunas propiedades privadas; estableció  estrechas relaciones   de amistad con «dictaduras»: Fidel Castro de Cuba, Lukashenko de Bielorrusia, Gadafi de Libia, Al Assad de Siria;  trató de facilitar el acceso a cuotas de poder a la gran masa de desposeídos y explotados  de Venezuela mediante la creación de  organizaciones populares y les garantizó su apoyo  a través del Estado y, finalmente, cuando harta de perder todas las batallas  electorales la  oposición  perdió la paciencia y decidió emprender acciones violentas para derribar al gobierno, éste empleó a las organizaciones populares de defensa, al ejército y a las fuerzas policiales leales  –a la violencia, por emplear la palabra correcta– para defender el sistema democrático del pueblo venezolano, reprimiendo a la oposición violenta. Por ello,  a pesar  de todas las victorias electorales obtenidas, de forma inevitable, para los grandes grupos mediáticos que crean la opinión pública mundial, la democracia venezolana pasó a considerarse como una sangrienta dictadura que no respeta los derechos humanos y que debe ser derribada urgentemente para  regresar a la democracia.

En el caso de Ucrania muchos han visto triunfar –como anteriormente hicieran con Libia y otros ejemplos– la supuesta voluntad democrática radical de los ciudadanos movilizados frente al poder  gubernamental que es descrito por los medios de comunicación como antidemocrático y dictatorial, a pesar de que la elección del presidente ucraniano derribado y de su gobierno se había realizado estrictamente según la normativa de la democracia occidental. La opción europea y otanista de la  junta golpista ucraniana viene a reafirmar la identidad entre democracia y Unión  Europea, que para  muchos ciudadanos son simples sinónimos.

Aunque muchas veces tenga intenciones muy diferentes, la izquierda reformista europea también está situada en las coordenadas ideológicas del democratismo. Considerando anacrónico y superado al pensamiento de Lenin  y de Marx, o al menos el que plantea la necesidad de sustituir el capitalismo por el socialismo –a pesar de la buena voluntad de muchos de sus militantes–, no entra en las pretensiones de esta izquierda encontrar una salida al sistema capitalista e imperialista, sino simplemente respuestas a la crisis económica, defendiendo políticas que, quiméricamente, permitan volver a los «buenos tiempos» del capitalismo y a la recuperación del corporativismo social plasmado en un Estado del bienestar que la crisis inexorablemente está disolviendo. Cargando las tintas con  juicios morales sobre lo injusto e inhumano de las políticas de austeridad y los recortes sociales, la izquierda reformista prioriza su actuación en  las  instituciones del sistema desde  donde se esfuerza en encontrar soluciones técnicas a la crisis económica mientras impulsa su acción política con llamamientos a una  nueva ética capitalista –redistributiva–, apelaciones a la justicia social y quejas contra la corrupción que dañan el funcionamiento democrático del sistema. Toda su ideología gira  alrededor del democratismo: desde lo que se ha dado en llamar «democracia económica» como alternativa a las «políticas de derechas» hasta las propuestas de perfeccionamiento de las formas e instituciones del  sistema, sin  modificar su  esencia, para «profundizar» o «regenerar» la democracia. Estas serían las curas de urgencia que se proponen como remedio a la crisis capitalista y en beneficio de  lo  que  esta izquierda etiqueta como «ciudadanía» –ya no está de moda  hablar de clase obrera y de capitalistas–, etiqueta que tanto podría aplicarse a un desempleado de larga duración como a la  élite selecta  de ejecutivos de las empresas que cotizan en la bolsa.

¿Estos primeros auxilios democratistas son eficientes? Es muy dudoso: lo que se conoce como  sistema democrático internacional esconde, en realidad, un funcionamiento propio de la mafia donde Estados Unidos ejerce de padrino, de “capo” indiscutible del crimen organizado. La democracia occidental es la tapadera ideológica del capitalismo corporativo de las grandes multinacionales, de los poderes financieros desorbitados y de los  organismos clandestinos de los Estados que conforman un  imperialismo agresivo, bestial y salvaje, desprovisto de cualquier moralidad más que la de saquear a los pueblos y mantener bajo control a los trabajadores. Esta amalgama de las finanzas, el poder militar, poder policíaco, poder mediático y poder ideológico, hegemonizado por Estados Unidos y su corte de  aliados que se pelean por las migajas del botín, no duda en exterminar a pueblos enteros al tiempo que dicta a través de sus grupos de presión clandestinos las políticas de los gobiernos así como las preferencias de los votantes en cada convocatoria electoral mediante el inmenso poder de sus medios de desinformación y sus intelectuales orgánicos. Tan sólo se permite la alternancia de partidos, es decir, de gestores con matices diferentes, y se tolera la existencia de ciertos derechos mientras no entren en conflicto con  los intereses de los verdaderos poderes. ¿Es posible en estas circunstancias «profundizar la democracia» o en pensar en «otra» democracia?

En el discurso dominante de las izquierdas mayoritarias así como de muchos movimientos sociales  –aceptando que en gran parte está cargado de buenas intenciones–, ya no se habla de luchar por las conquistas democráticas concretas como una palanca que  impulse la salida del sistema y el avance hacia el socialismo: por el contrario, entre la izquierda reformista y democratista se sigue  promocionando la idea de que existe una democracia abstracta y absoluta, una democracia políticamente neutra –desechando la “anticuada” descripción de la democracia capitalista como una institución ideada para perpetuar el dominio de la oligarquía–, una  democracia dentro del  sistema que permitirá hacer «políticas  favorables a las  mayorías». La izquierda reformista y algunos movimientos sociales interpretan que las instituciones democráticas representan el interés general de la «ciudadanía» pero están «secuestradas» por los grandes poderes económicos privados –los  «mercados»–,  y por ello  el  poder financiero es  denunciado como responsable de  todos  los  males sociales  y  de  las  políticas  neoliberales y de austeridad: no se critica al sistema y en su lugar se ataca a sus «manzanas podridas»: el banquero avaricioso, especulador o corrupto que  somete a los  gobiernos a su voluntad debido a supuestas  «insuficiencias democráticas». La figura del tiburón de las finanzas emerge como un espectro atemorizador que personifica todos los males de la sociedad, a pesar de que esta izquierda recibe puntualmente suculentos créditos bancarios para esas megafiestas democráticas que  representan  las  sucesivas campañas electorales.

Desde  algunos movimientos sociales se defiende la  idea, además, de  que  el  1%  de  la población  –básicamente los banqueros– ha «secuestrado» la democracia al 99% restante, los «ciudadanos». Según este razonamiento, las crisis capitalistas se podrían evitar si no fuera por individuos inmorales que se aprovechan de la «ciudadanía»: encarcelando a algunos banqueros y controlando al poder financiero, el capitalismo volverá a humanizarse y se acabará la crisis, iniciando una nueva fase de consumo. 

En  realidad, el  democratismo de la izquierda reformista y de algunos movimientos sociales es un aspecto particular del discurso político y mediático general, sobresaturado de retórica democrática. Es un discurso que no permite percibir con claridad una realidad definida por la transformación de la democracia en neofascismo.
 
 
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Donald Trump y la era de las falsas políticas

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El jueves, haciendo cálculos aproximados, 75.000 estadounidenses perdieron su empleo. Algunos de esos trabajadores encontrarán nuevas ocupaciones, pero muchos acabarán ganando menos, y otros seguirán en paro durante meses, o años.


 Si les suena horrible, y se están preguntando qué catástrofe económica acaba de suceder, la respuesta es, ninguna. De hecho, estoy suponiendo sin más que el jueves fue un día normal para el mercado de trabajo.


Al fin y al cabo, la economía estadounidense es enorme y da empleo a 145 millones de personas. Además no para de cambiar: industrias y empresas ascienden y caen, y siempre hay perdedores y ganadores.


 El resultado es una “rotación” constante, con muchos empleos que desaparecen y muchos más que se crean nuevos. De media, al mes, hay 1,5 millones de bajas laborales “involuntarias” (lo opuesto a las renuncias voluntarias), o 75.000 por día laborable. De ahí mi cifra.


¿Por qué les cuento esto? Para resaltar la diferencia entre la política económica real y la falsa política que últimamente está recibiendo un exceso de atención en los medios informativos.


La política real, en un país tan grande y rico como Estados Unidos, implica grandes cantidades de dinero y afecta a grandes porciones de la economía. Derogar la Ley de Atención Sanitaria Asequible, una medida que arrebataría cientos de miles de millones en prestaciones de seguro de salud a familias de renta media y baja, y causaría la pérdida de cobertura médica para unos 30 millones de personas, entraría ciertamente en esta categoría.


Piensen, en cambio, en la noticia que dominó varios ciclos informativos hace unas semanas: la intervención de Donald Trump para impedir que Carrier [una empresa de aire acondicionado] trasladase puestos de trabajo a México.


 Algunos informes afirman que se han salvado 800 puestos de trabajo; otros señalan que la empresa sencillamente sustituirá a los trabajadores por máquinas. Pero aun aceptando la interpretación más positiva, por cada trabajador cuyo puesto se salvó en esa operación, aproximadamente otros cien perdieron su empleo el mismo día.


En otras palabras, tal vez pareciese que Trump estaba haciendo algo esencial al intervenir en Carrier, pero no es así. Era falsa política: un espectáculo pensado para impresionar a los ignorantes, no para conseguir verdaderos resultados.


Lo mismo puede decirse de la tan cacareada decisión de Ford de crear 700 puestos de trabajo en Michigan, o ya puestos, la poco documentada denuncia de Trump contra General Motors por fabricar el modelo Cruze de Chevrolet en México (esa fábrica surte principalmente a mercados extranjeros, no a Estados Unidos).


¿Ha tenido el Gobierno entrante algo que ver con la decisión de Ford? ¿Puede la presión política cambiar la estrategia de General Motors? Apenas tiene importancia: la intervención caso a caso desde arriba nunca va a tener un impacto significativo en una economía de 19 billones de dólares. ¿Por qué entonces estas noticias centran tanto la atención de los medios?


El incentivo del Gobierno entrante para hacer falsa política es evidente: es el homólogo natural del falso populismo. Trump obtuvo un abrumador respaldo de votantes blancos de clase trabajadora, que lo creían de su lado.


 Pero su verdadera agenda política, aparte de la inminente guerra comercial, es típico republicanismo moderno: enormes reducciones de impuestos para los multimillonarios y salvajes recortes de programas públicos, incluidos los que son esenciales para muchos de los votantes de Trump.


¿Qué puede hacer Trump para continuar con el engaño? La respuesta es: intervenciones llamativas pero triviales que puedan manipularse y presentarse como salvamento de unos cuantos puestos de trabajo aquí y allá. Esencialmente, esto solo equivaldrá a un error de redondeo en un país gigantesco.


Pero tal vez funcione como estrategia de relaciones públicas, al menos durante un tiempo.


Tengan en cuenta que las grandes multinacionales tienen todos los incentivos para seguir la corriente. Supongan que son consejeros delegados y quieren ganarse el favor del nuevo Gobierno. Una de las cosas que pueden hacer, por supuesto, es darle negocio a los hoteles y otras empresas del presidente.


Pero también pueden ayudar a generar titulares favorables a Trump.


Mantener unos cuantos empleos en Estados Unidos durante un par de años es una forma bastante barata de contribuir a la campaña; pretender que el Gobierno les ha convencido para que creen unos cuantos puestos de trabajo que de todos modos habrían creado es más barato aún.


Aun así, nada de esto funcionaría sin la complicidad de los medios de comunicación. Y no hablo de “noticias falsas”, que se están convirtiendo de por sí en un gran problema; hablo de la información de medios informativos respetables y convencionales.


Lo siento, amigos, pero los titulares que repiten las afirmaciones de Trump sobre los puestos de trabajo que ha salvado sin transmitir la falsedad básica de esas afirmaciones son una traición al periodismo. Esto es cierto aunque, como a menudo ocurre, al final los artículos, en los últimos párrafos, acaben desenmascarando el bombo publicitario: muchos, sino la mayoría de los lectores, tomarán el titular como una corroboración de la afirmación.


Y es todavía peor si los titulares inspirados por la falsa política desplazan la información sobre la política real. Supongo que es posible que la falsa política acabe produciendo una reacción de los medios, que las organizaciones periodísticas acaben tratando ardides como el episodio de Carrier con el ridículo que merecen. Pero nada de lo que hemos visto hasta el momento anima al optimismo.


Paul Krugman, premio Nobel de Economía.



sábado, 7 de enero de 2017

El rey Baltasar y los abusos sexuales

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Un hombre negro, vestido con un atuendo poco común, llamativo y que en los estándares occidentales sería calificado de exótico, transporta una bolsa con un producto para regalar de consumo personal y olor fuerte por un camino que le lleva a pasar las fronteras de varios países.


Hace años la imaginación fue más allá de la realidad y dibujó una situación que bajo ningún concepto podría darse en la actualidad sin levantar sospechas de delincuencia, tráfico de sustancias estupefacientes, miradas de desconfianza, detenciones por posible inmigración irregular y la certeza de que un violador se oculta tras la túnica.


Precisamente para evitar violaciones de tipos del aspecto de Baltasar la policía de Colonia, la localidad alemana que en la Nochevieja de 2015 vivió una ola de abusos sexuales intolerable, decidió tomar una medida sin precedentes: detener a toda aquella persona cuyas características físicas hicieran pensar que su procedencia era del norte de África.


De hecho, como bien se explica en este reportaje, los propios agentes usaron el término ‘nafri’, que en lenguaje civil significa “norteafricanos delincuentes reincidentes” y engloba a criminales originarios de países como Egipto, Siria o Argelia.


El año pasado lo primero que trascendió de los abusos sexuales de Colonia fue la situación administrativa de los que lo cometieron, su condición de refugiados. Posteriormente se supo que la gran mayoría no lo eran, pero el daño a esa población ya estaba hecho, tras centrar las atrocidades en ellos y así desvincularlo de los principales culpables.


Perseguir a africanos para terminar con los abusos sexuales muestra cómo se vuelve a acusar a un grupo por su color de piel u origen de un problema que se elude cargar sobre todos los hombres y el sistema patriarcal. Con el terrorismo se apunta a la población árabe, que no tiene por qué ser musulmana, y no solo a los yihadistas.


Con las violaciones en ocasiones se busca explicación en la condición de refugiado o en el origen norteafricano, y no en un sistema que perpetúa un grave problema que se da en todos los rincones del mundo.


En esa carrera por buscar culpables que permitan no mirarse el ombligo, los orígenes y colores de piel considerados sospechosos terminan recibiendo la culpa de problemas más amplios. Con actuaciones como la de la policía de Colonia, no solo se perpetúa el machismo al quitar la responsabilidad del hombre para ponerla sobre el árabe o el negro, sino que sirve para poner otra piedra en la criminalización de estos grupos.


Y eso, por mucha magia y buenas intenciones que derroche Baltasar, no le librará de ser visto a ojos de la sociedad como alguien cuyo origen convierte en el único capaz de cometer abusos sexuales.



Moha Gerehou



Arabia castiga con 300 latigazos a obreros que exigen cobrar sus salarios

 

A pesar del maná del petróleo, la autocracia saudí está en la quiebra y enfangada en una delirante agresión contra Yemen


Las arcas están tan vacías que los jeques han tenido que humillarse para mendigar préstamos a la banca internacional, a pesar de lo cual han tenido que paralizar las obras faraónicas que habían iniciado y dejar de pagar los salarios de los trabajadores, que son emigrantes en su inmensa mayoría.


Muchos de ellos han abandonado el país para regresar a sus casas y otros se han lanzado a la protesta en la calle, un espectáculo que no se conocía en las ciudades saudíes. La policía ha reprimido a los obreros. Ha detenido a algunos de ellos, que han sido condenados a prisión y a padecer 300 latigazos por exigir lo que es suyo.


El sábado los obreros quemaron siete autobuses en La Meca. Muchos de ellos trabajaban en el grupo de empresas Bin Laden, dedicadas a la construcción de edificios y grandes obras públicas.


El diario Al-Watan asegura que un número indefinido de trabajadores, de los que tampoco identifica su nacionalidad, ha sido condenado a 4 meses de cárcel y 300 latigazos por la destrucción de bienes públicos y perturbación del orden.





Otros trabajadores han sido detenidos y condenados a 45 días de arresto y 300 latigazos por un tribunal de La Meca, según informa Arab News. Anteriormente este mismo medio ya informó en mayo que los obreros de las empresas Bin Laden habían quemado numerosos autobuses pertenecientes a la patronal en protesta por el impago de sus salarios.


El grupo de empresas Bin Laden fue fundado hace 80 años por el padre del difunto Osama Bin Laden y a finales de año declaró que había acabado de pagar los salarios adeudados a los 70.000 obreros a los que había despedido. En cuanto al resto, que permanecen en sus puestos de trabajo, ha prometido que les pagará cuando el gobierno les pague lo que les debe.


También decenas de miles de obreros de la empresa Saudi Oger están en la misma situación. Se trata de una empresa del Primer Ministro libanés Saad Hariri. El mes pasado un trabajador admitió que la empresa le había pagado una parte de los salarios atrasados, pero que aún le debían cinco meses.





En noviembre el gobierno saudí declaró que abonaría las deudas a las empresas antes de final de año, pero no ha cumplido porque ha sumido al país en la ruina. El 22 de diciembre el ministro de Finanzas, Mohamed al Jadaan, repitió la promesa al presentar los presupuestos de este año: pagaremos dentro de dos meses.


Mientras tanto, las familias se mueren de hambre en sus lugares de origen y torturan a los obreros por exigir lo que les corresponde.


Fuente (Inglés)

 Diario Octubre



 

viernes, 6 de enero de 2017

Y no es Venezuela...

Por Nicolás Ramón Contreras Hernández.


La derecha política a nivel mundial, que actúa como extrema aunque se disfrace de socialista, moderada o centroizquierda, inicia el 2017 recogiendo la cosecha de sus políticas nada inteligentes y repetitivas sólo soportadas por el formidable poder mediático,  el cual también sin embargo, comienza a mostrar signos de desgaste, fisuras por donde se le fuga el control sobre la población, que tiene momentos de lucidez en medio de la siembra mental de basura mediática, de ese miedo y odio cultivado y direccionado mediante los estudios de manipulación de la opinión masiva de Bernays, Goebbels, Laswell y toda una generación de psicólogos de la información de masas que llaman pomposamente “comunicación”, creando un legado miserable destinado al embrutecimiento masivo,  que ejecutan con precisión desde Clarín hasta el New York Times, desde CNN USA hasta CNN Argentina, con sus homólogos satelitales de Europa donde el éxito de tales políticas es total como en Colombia. A continuación vamos a hacer un recorrido breve por la geografía política tan dinámica en esta globalización comunicacional que no agoniza. 

México... ¿Y dónde está Fernando del Rincón? 

La ultraderecha mundial con CNN, TV Azteca, Univisión y Televisa andan calladitos...Lo mismo pasa con RCN, Caracol y NTN 24 horas de Colombia, tan solidarios como los fascistas de caritas pías. Miran con preocupación porque la inversión en Venezuela de muchos años para producir un estallido social que sepultara al chavismo, les acaba de explotar en casa e inesperadamente. Peña Nieto, un incapaz con banda presidencial se acaba de disparar en el píe y ahora lloran a moco tendido, tragando en silencio su llanto, porque el alza brutal en el precio de la gasolina - el gasolinazo- convulsiona a Méjico, en protestas y saqueos, esos que soñaban con tanta virulencia en Venezuela. 

Sin que haya paramilitares pagados con dólares gringos girados por Varito,  el Caracazo de 1989 que inútilmente trataron de replicar en la Venezuela Bolivariana  desde el año 2013, estalla en varias ciudades de Méjico, sin que medie el manual de Gene Sharp. Fernando del Rincón quien en Táchira 2014 dejó de hacer reportajes para competir con Leopoldo López o Daniel Ceballos en aupar la quema de Venezuela que no pasó del Táchira y del Este de Caracas, temblando de miedo mira para otro lado. Fernando del Rincón, nacido en Méjico pero gringo por ideología, calla miserable y asustado, con toda la CNN y su legión de canallas mediáticos. La policía reprime brutalmente a la gente que protesta para no morir de hambre, pero ellos callan, ciegos, sordos y mudos…El síndrome de Shakira.

Macri y la Argentina del hambre y del miedo.

Los Argentinos de clase media y estratificación villera que votaron por Macri, están mirando el cambio de Macri…Cambiemos de Soberanía y cedamos cobardemente las Malvinas…Cambiemos y dejemos que Theresa May nos deje como un zapato en la ONU y maluquita Malcorra, la canciller de la vergüenza responda gagueando un galimatías diplomático vergonzoso. Cambiemos y creemos cerca de dos millones de desempleados. Como ocupamos con la Universidad de Buenos Aíres el puesto 98 entre las 100 mejores del continente, ahora cambiemos y reduzcamos la inversión en ciencia y tecnología, a ver si llegamos al puesto 300. Para Macri, democracia es pagar lo que quieran los fondos buitres y meter presas a Milagros Salas con acusaciones sin sustento; o acallar las protestas por el gasolinazo en versión argentina de Macri, con la policía que dispara primero y pregunta después…Todo eso son pecados veniales y normales, mientras no sea en Venezuela…Por eso no hay que armar la grande.

Para Macri perseguir a Cristina es gobernar, así las pruebas sean chimbas. Legislar es sancionar leyes para garantizar la impunidad de las evasiones fiscales de Macri y sus amigos en paraísos fiscales. Legislar para el cambio es allanar a Resumen Latinoamericano con el disfraz de un robo, donde el móvil es silenciar por ahora a las buenas, a la oposición que confronta el poderío numérico de equipos de Clarín y sus muchos millones, que tiemblan con todo el sionismo en cada boletín de ese humilde medio, insobornable e insumergible que denuncia lo que otros maquillan groseramente. ¿Y Almagro el mal nacido engendro del Frente Amplio que dice a esto desde la OEA? Como no se trata de Venezuela, ni del terrorista Leopoldo López –  del cual es una niñera con pantalones- ese miserable también padece el síndrome de Shakira.

El Rodeo carcelario de Temer

Como no se trató de los motines carcelarios en Venezuela, los cuales siempre soluciona con cero muertos y heridos la valiente Iris Varela, desde Nueva York hasta Caracol y desde RCN hasta Clarín y el Mercurio, la carnicería en la cárcel de Manaos en el Amazonas del Brasil con un saldo mortal de más de 60 presos, expresión de la guerra de pandillas que gobierna a Brasil en cárceles y favelas, que da hasta para jugar al fútbol con la cabeza del enemigo decapitado, parece una noticia venial de esas que presentan las modelitos de a cuatro pesos devenidas en “presentadoras de televisión”, esas pobres bellezas que sin el telepronter dicen cualquier disparate. Por eso todos callan a los comentaristas que buscarían para anunciar el fin del mundo y culpar a Maduro si fuera en Venezuela;  y anuncian algo tan grave como sí se tratara del último berrinche de Justin Verbier o la falla de micrófonos de Mariah Carey en su concierto de fin de año.

Como no se trata de Venezuela, no hay bullas mediáticas, no se violan los derechos humanos, las manifestaciones como en los países descritos no generan como enviada especial a una Ángela Patricia Janiot, para dar cuentas de la brutalidad policial o abrir el micrófono a los familiares de las víctimas con preguntas teledirigidas para acusar al gobierno. Como no se trata de Nicolás Maduro, sino del mafioso Temer, el hampón lacayo Macri o el incompetente Peña Nieto, La Nata no escribe ni un garabato. El Washington Post, nada dice por ejemplo, que la amenaza contra Ford por invertir en Méjico, va a llevar a Méjico a un cataclismo. Por esta razón los enfoques que pretenden hacer periodismo al informar sobre las docenas de muertos en la cárcel de Brasil, no relacionan los hechos luctuosos de Manaos con Temer, como sí tienen que ver con Maduro, hasta que una vieja gorda con sobrepeso diga que se muere de hambre pero se come 3 pollos al mes;  o que está desempleada pero es empleada pública, en una dictadura que le da empleo. Almagro, Rajoy, Mogherini, Vargas Llosa y su kombo, callan…Protestar por esto no da plata, desde la Casa Blanca no han dado la orden de ladrar.

Epílogo a propósito de una discusión…

Nuestro venerable Atilio Borón se ha trenzado en una discusión con un supuesto socialista europeo asalariado de George Soros, como Santiago Alba Rico, representante como el hampón Hollande, de esa izquierda colonial europea que baila por la plata como el perro. Se rebaja un gigante como Atilio, al discutir en los mismos términos de un carretudo como ese señor, que llora a moco tendido porque a sus terroristas favoritos los echaron a patadas de Alepo. Llora este solemne miserable porque Chávez, Maduro, Correa o Evo no mandaron combatientes a apoyar a los terroristas de la OTAN que devastaron a Siria, con el cuento de que Bashar Al Assad es un dictador.

Sí Alba Rico se las tira tan de izquierdoso, no tiene que pedir nada a nadie y como Regis De Bray, debe coger su fusil e ir a pelear junto a los tajadores de cabeza y despeñadores de homosexuales desde edificios, para que se cumpla el sueño de su primavera árabe. Sí el caballerete quiere seguir creyéndose el cuento de las cuatro estaciones pese a la escueta declaración del general Wesley Clark, sobre 7 países que iban a sufrir cambio de régimen y de fronteras, que resultaron ser los de la famosa primavera, allá él como promotor orgánico del terrorismo que masacra con camiones a los espectadores en Niza o en El Bataclán: por el origen de la chequera se le conocen los ladridos a los canes ¿Sí tanto quiere revoluciones porque no prende la mecha en España o Francia donde los trabajadores le echaban bolas al barrido de las conquistas laborales que hacía Hollande, antes de los providenciales atentados de sus amigos los terroristas de Al Kaeda y DAESH?

Nicolás Ramón Contreras Hernández

Ciudadano afroabyayalense de la Región Caribe en la República de Colombia

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jueves, 5 de enero de 2017

Saqueos y protestas se extienden por todo México por la subida de los combustibles

mexico gasolinazo


 Más de 250 personas fueron detenidas en las últimas horas por los saqueos y actos vandálicos cometidos en el marco de las protestas por el alza al precio de los combustibles en México, cuyo Gobierno prometió mano dura para frenar los abusos.


En un mensaje nocturno a la prensa, el subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación (Interior), René Juárez, explicó que lo sucedido son “actos al margen de la ley, que nada tienen que ver con una manifestación pacífica ni con el derecho a la libre expresión que tienen todos los mexicanos”.


Juárez dijo que “se trata de hechos acotados a un pequeño número de municipios”, pero que están generando “daños patrimoniales a terceros”. Al hacer balance de los incidentes, Juárez detalló que “hasta el momento se ha detenido a más de 250 personas que han participado en diferentes actos vandálicos”.


El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, ha ordenado a los organismos federales de seguridad “continuar trabajando junto con las autoridades locales que están enfrentando esta situación”, añadió Juárez. 


 “Hacemos un llamado a la prudencia. Les pedimos a los ciudadanos no dejarse confundir por rumores y mentiras que solo buscan generar alarma y alterar el ánimo social”, pidió.


Previamente, el propio presidente del país, Enrique Peña Nieto, prometió mano dura ante el agravamiento de las protestas por el alza de combustibles, que entró en vigor con el año nuevo.


“El Gobierno de la República no permitirá abusos de quienes al amparo de esta medida (la subida de precios) se excusan y cometen tropelías”, dijo el mandatario desde la residencia oficial de Los Pinos en su primer mensaje del año a los medios. Aseguró también que se controlarán los posibles “incrementos o toma de decisiones al alza en precios de productos que no son justificados”.


Fue un mensaje de firmeza para contener el estallido social que parece cernirse sobre México, aunque el mandatario también dijo comprender el “enojo” de la ciudadanía ante una “dolorosa” medida. Además de actos de vandalismo, en distintos puntos del país se sucedieron bloqueos de carreteras y de terminales de almacenamiento y despacho de la empresa estatal Pemex.



 Gobierno de México informa de 250 detenidos en protestas por el "gasolinazo



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 México (México), 5 ene (EFE).- Más de 250 personas fueron detenidas en las últimas horas del miércoles por los saqueos y actos vandálicos cometidos en el marco de las protestas por el alza al precio de los combustibles en México, cuyo Gobierno prometió mano dura para frenar los abusos.



IMÁGENES CEDIDAS POR POLAKASTV, DEL MOMENTO DE LOS SAQUEOS REALIZADOS EN EL ESTADO DE MÉXICO, MÉXICO.



por
 
 
 
 
 
 
 

WikiLeaks promete "hacernos estallar la cabeza" en 2017

WikiLeaks promete "hacernos estallar la cabeza" en 2017

Julian Assange, el fundador del portal de filtraciones WikiLeaksAxel SchmidtReuters

En 2016 el portal de filtraciones publicó miles de documentos que revelan secretos políticos de EE.UU. y sacan a la luz los asuntos relacionados con la campaña electoral en el país.

 
El portal de filtraciones WikiLeaks ha prometido que 2017 será un año aún más grande para las filtraciones que 2016, cuando el portal publicó miles de documentos que revelan secretos políticos de EE.UU., acuerdos comerciales encubiertos y comunicaciones privadas de líderes mundiales.





 "Si pensaba que 2016 fue un gran año para WikiLeaks, 2017 le hará estallar la cabeza", ha señalado la organización a través de su cuenta de Twitter sin dar más detalles.
 

En los últimos 12 meses el portal de filtraciones difundió, entre otros, más de 50.000 correos electrónicos de John Podesta, jefe de la campaña presidencial de la candidata demócrata Hillary Clinton, y más de 27.000 correos del Comité Nacional Demócrata (CND) que sacaron a la luz asuntos como las maniobras de varios miembros del Partido Demócrata para favorecer la candidatura de Clinton en las primarias en detrimento de Bernie Sanders.


Además WikiLeaks publicó los textos del tratado de libre comercio entre la UE y EE.UU. (TTIP, por sus siglas en inglés) y el acuerdo internacional sobre el comercio de servicios (TiSA, por sus siglas en inglés).


La organización también ha informado que el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, participará en una sesión de preguntas y respuestas del sitio web Reddit el jueves 5 de enero a las 14:00 GMT.


 https://actualidad.rt.com/actualidad/227624-wikileaks-prometer-estallar-cabeza-2017



martes, 3 de enero de 2017

El Consejo de Estado responsabiliza a Defensa del accidente del Yak-42


El entonces ministro de Defensa, Federico Trillo, con chaqueta azul, en el lugar del accidente, el 27 de mayo de 2003. En vídeo, las reacciones del presidente, Mariano Rajoy, al informe del Consejo de Estado.


El alto órgano asesor dice que el ministerio tuvo indicios del riesgo que suponían estos vuelos y no se actuó



No tendrá consecuencias económicas, pero es una gran victoria moral para las familias de las víctimas. Más de 13 años después, el Consejo de Estado ha reconocido oficialmente por vez primera la responsabilidad del Ministerio de Defensa, dirigido entonces por Federico Trillo, en el siniestro que costó la vida a 62 militares que regresaban de Afganistán el 26 de mayo de 2003.


 El dictamen, que ya está en manos de la ministra María Dolores de Cospedal, reconoce la responsabilidad patrimonial del Estado en la mayor catástrofe de la historia moderna del Ejército español en tiempos de paz.


“Hay, pues, anteriores a la fecha del siniestro, hechos que habrían permitido a la Administración ponderar el especial riesgo concurrente en el transporte de tropas en que se produjo el accidente.


Dicho con otras palabras pudieron ser advertidas circunstancias que habrían llamado a la adopción por los órganos competentes de medidas que pudieran haber despejado el riesgo que se corría”, concluye el dictamen al que ha tenido acceso EL PAÍS.


El informe, aprobado el pasado 20 de octubre por unanimidad de la Comisión Permanente del Consejo de Estado, el máximo órgano consultivo del Gobierno, que preside el exministro del PP José Manuel Romay Beccaría, supone un severo varapalo para los responsables del Ministerio de Defensa de la época, al determinar que el accidente pudo haberse evitado si estos hubieran cumplido con su deber de velar por las condiciones en que viajaban los soldados.


El dictamen puede parecer contradictorio con el hecho de que la Audiencia Nacional archivase la causa abierta contra media docena de mandos militares —incluido el entonces jefe del Estado Mayor de la Defensa, Antonio Moreno Barberá— por entender que los hechos no eran constitutivos de delito.


 Sin embargo, el dictamen se remite al propio auto de archivo, que concluyó la “ausencia de responsabilidad penalmente relevante, nunca la de cualquier otra responsabilidad de naturaleza diversa”.


Es decir, el hecho de que no hubiera delito no implica que no hubiese ninguna responsabilidad. Y la que aprecia el dictamen es la patrimonial del Estado, dentro de un expediente administrativo que se abrió en 2004 y cuya tramitación quedó paralizada hasta que se agotó la vía judicial, en 2014.


Para llegar a la conclusión de que el Estado fue patrimonialmente responsable, se basa en los hechos probados por los tribunales, aunque con un enfoque muy diferente.


Coincide en que la causa del accidente fue el agotamiento y el estrés de los pilotos, tras 22 horas de vuelo, y el hecho de que no hubieran recibido formación para afrontar este tipo de situaciones, lo que les llevó a desorientarse y estrellar el avión contra el monte Pilav, cuando se disponían a hacer escala en Trabzon (Turquía).


Pero, frente a la tesis de los entonces responsables de Defensa de que no tenían ninguna responsabilidad sobre las condiciones en que volaban los soldados, ya que esa función correspondía a NAMSA, con la que se contrataron los vuelos, el Consejo de Estado sostiene que de dicho contrato no se deduce en absoluto “un total y completo traslado de responsabilidades” a la citada agencia de la OTAN.


Y no puede serlo, añade, porque vulneraría la legislación española, que impone al Estado la obligación de comprobar e inspeccionar la actividad de sus contratistas, más aún en actividades de riesgo.


Pretender que el Estado podía desentenderse de su obligación de garantizar en todo lo posible la seguridad de militares a los que había enviado a cumplir una misión de alto riesgo a Afganistán y trasladarla a un tercero “no parece compatible” con la ley, concluye el Consejo de Estado.


Sin embargo, el Ministerio de Defensa no solo no fue proactivo a la hora de garantizar la seguridad de las tropas, sino que ni siquiera reaccionó ante las señales de alarma.


 Frente a la afirmación de Trillo de que las únicas quejas recibidas antes del siniestro se referían a incomodidades o retrasos, el dictamen subraya la importancia del informe secreto del Centro de Inteligencia y Seguridad del Ejército (CISET) que, el 28 de abril de 2003, casi un mes antes del accidente, advertía: “Se están corriendo altos riesgos al transportar personal en aviones de carga fletados en países de la antigua URSS, su mantenimiento es como mínimo muy dudoso”.


Defensa intentó descalificar este informe alegando que su autor no tenía “ningún conocimiento en seguridad aeronáutica o mantenimiento de aeronaves”, pero el Consejo de Estado replica que esa advertencia era suficiente para desencadenar “una comprobación o verificación” de su denuncia.


“Desgraciadamente los hechos se encargaron de demostrar que sus valoraciones no estaban alejadas de la realidad, cualquiera que sea la opinión sobre los conocimientos del autor”, se lamenta.


En conclusión, dictamina que las víctimas del Yak-42 sufrieron un daño que trasciende el riesgo consustancial a la profesión militar y que “no tienen el deber jurídico de soportar”, por lo que el Estado es patrimonialmente responsable.


 Pero rechaza indemnizarles por considerar que las sumas satisfechas en los últimos 13 años han supuesto una reparación adecuada, en la medida en que ello es posible. La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, tendrá que decir la última palabra.

La cadena de subcontrataciones afectó a la seguridad


Cuando el sucesor de Trillo al frente de Defensa, José Bono, visitó en mayo de 2004 el lugar del accidente, se comprometió ante los familiares de las víctimas del Yak-42 a aclarar la verdad. Bono impulsó las pruebas de ADN que permitieron comprobar que las identidades de 30 de los cadáveres eran falsas y ordenó investigar la maraña de subcontrataciones que rodeó la el flete del avión.


 Ello permitió saber que de los 149.000 euros pagados por el Yak-42 sólo 38.442 dólares (unos 36.500 euros) los cobró la compaía que operó el avión, UM Air. El resto se lo embolsaron otros cuatro subcontratistas. Aunque Trillo calificó este sistema de “cadena de confianza” y el Consejo de Estado admite su legalidad, añade: “Es razonable pensar que esa progresiva disminución del precio afectó también a las condiciones exigidas al contratista”.


Defensa alegó que NAMSA no le informó de las sucesivas subcontrataciones, pero sí supo con antelación que el avión era de Ucrania y el contrato obligaba a la agencia de la OTAN a autorizar caso por caso el flete de aparatos de países que no pertenecieran a la OTAN.


 No fue la única irregularidad: la caja negra que registra la voz en cabina (VCR) no funcionaba desde hacía 45 días, lo que dificultó la investigación y era motivo suficiente para prohibir despegar al Yak-42, y el seguro obligatorio de 75.000 dólares por pasajero nunca se suscribió.


 El Gobierno español se lo anticipó a los herederos con cargo a fondos públicos, pero nunca pleiteó para recuperar ese dinero.
 

Tres sentencias por la catástrofe aérea

   

Demanda civil. Tras la anulación de un primer fallo, el Juzgado de Primera Instancia número 2 de Zaragoza condenó el 11 de marzo de 2010 a la compañía UM Air, al brokerChampman Freeborn y a la aseguradora Busin a indemnizar a 291 herederos de las víctimas del accidente del Yak-42 de mayo de 2003. La Audiencia de Zaragoza y el Supremo ratificaron la sentencia.


Demanda penal. El Juzgado Central de Instrucción número 3 acordó en febrero de 2012 el sobreseimiento libre de los seis altos mandos militares imputados de un delito de imprudencia con resultado de muerte en relación con la contratación del avión Yak-42. La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional confirmó en mayo de 2012 el archivo de la causa por considerar que no había delito.


Identificación de cadáveres. La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional condenó en mayo de 2009 al general médico Vicente Navarro a tres años de prisión y a los comandantes José Ramón Ramírez y Miguel Ángel Sáez a un año y seis meses por un delito de falsedad en documento oficial al haber falsificado las identificaciones de 30 de los 62 militares fallecidos.


El general murió sin cumplir condena y los comandantes fueron indultados.


http://politica.elpais.com/politica/2017/01/02/actualidad/1483372797_140979.html





Los medios españoles dan voz a los terroristas sirios que hacen propagan...


 

Ferreras: el feo oficio de mentir


 Los medios españoles dan voz a los terroristas sirios que hacen propaganda de guerra



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 En este vídeo se demuestra la manipulación mediática de medios españoles dando cobertura a la voz del terrorismo que se afianza en los medios desde la propaganda de guerra, dan veracidad a los comunicados de organismos internacionales que tienen intereses en Siria sin contrastar nunca las informaciones.




lunes, 2 de enero de 2017

Golpe a golpe, millón a millón


 
 
La joven ucraniana que dio la vuelta al mundo en un vídeo en el que se manifestaba a favor del golpe de Estado del EuroNaziMaidan, cuenta hoy con 25 añitos y también con 11 millones de dólares ¡Qué precocidad! ¡Qué "golpe" diste mujer, que pareces la bien pagá!. 
 
 
Perdón, ¿dijimos golpe? ¡qué pelotazo, carajo, qué pelotazo! El problema es que has levantado la envidia y la codicia, golpe a golpe, millón a millón, de tus colegas del Primer Reich.
 

 Soy Ucraniana



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Hay sospechas de que la activista Yulia Marushevska, promotora del golpe de Estado en Ucrania, cometió delitos de corrupción, ya que que en sus cuentas figuran 11 millones dólares, reveló la agencia Reuters.

El jefe del Servicio Fiscal de Ucrania Romano Nasirov, confirmó que las autoridades de esa nación europea tienen las sospechas de que Marushevska incurrió en en tal fechoría.

Por su parte, Marushevska dijo en entrevista con Reuters que “la investigación no tiene ningún sentido”, porque “simplemente demuestra que este sistema no está listo para cambiar”.

Además, la activista catalogó al jefe del Servicio Fiscal ucraniano de ser “un perro guardián de un sistema corrupto”.

En junio de 2015, a los 24 años de edad, Marushevska se unió al Gobierno de Odessa, interpuesto por Kiev en la región, y fue nombrada jefa de aduanas en octubre de 2015, precisó Nasirov.

Telesur
 
 
 

El problema del trabajo

 


Durante el siglo XIX el trabajo y la cultura se convirtieron en la sustancia vital de la sociedad burguesa. Ningún siglo anterior había propagado semejante cantidad de cultura ni desarrollado, al mismo tiempo, tal energía de trabajo como el que Burckhardt irónicamente llamará «el siglo de la cultura», y al que Marx criticó desde el punto de vista del trabajo. Éste llegó a ser la forma de existencia propia del «obrero asalariado», y la «posesión» de cultura un privilegio de los «intelectuales».


Sin embargo, en la división entre el trabajo y la cultura, dirigida a dos clases diferentes, aparece también la conexión esencial de estas últimas, pues la aspiración de los trabajadores era apropiarse de los privilegios de la cultura burguesa, mientras que los hombres pertenecientes a la clase culta no pudieron dejar de llamarse «trabajadores espirituales», con el fin de que el privilegio del que gozaban no apareciese como injusto.


En Alemania el desconcierto de los intelectuales burgueses se mostró con máxima claridad después de la guerra, cuando —según el modelo de los consejos obreros rusos— fundaron un «Consejo de los trabajadores del espíritu», que se proponía la tarea de salvar la ruptura existente entre el trabajo proletario y la cultura burguesa. El aplanamiento de tal contraste constituyó uno de los propósitos principales del nacionalsocialismo, que puso en contacto —por medio de campos de trabajadores— a la juventud de estudiantes con el pueblo e impregnó a la masa de obreros asalariados con una «concepción del mundo» política, derivada de la cultura burguesa.


Tanto la diferenciación del trabajo y la cultura —diferencia que culminó en extremos que se condicionaban recíprocamente— como el allanamiento de dicha distinción, establecida a través de una «cultura popular» media, testimonian, desde dos aspectos distintos, que el trabajo en su condición actual ya no educa al hombre en tanto hombre.


La naturalidad con que hoy cada uno —sea comerciante, médico o escritor— designa la actividad que cumple como «trabajo» no existió siempre. Sólo muy gradualmente el trabajo se procuró validez social. Según la concepción cristiana, el trabajo no era originariamente una actividad meritoria, sino la consecuencia del pecado y del castigo correspondiente. El hombre tiene que trabajar con el sudor de su frente, pues es por su culpa que está condenado a ello. Como obligación dura y maldita, el trabajo es esencialmente penuria, fatiga y padecimiento. El hombre bíblico no goza los «frutos» producidos por la «bendición» del trabajo, sino que éste existe porque se apoderó de los frutos del paraíso.


Pascal aun sostenía que el trabajo sólo mostraba la vacuidad del trajín del mundo, aparentemente realizado de modo industrioso, ya que por medio de esa dispersión el hombre olvidaba la miseria de su existencia. Sólo con el protestantismo nació la positiva apreciación cristiana del trabajo mundano. Pero la decisiva mundanización de la tradición cristiana, bajo la forma en que se produjo en el siglo XVIII, se produjo en contradicción con la doctrina de la Iglesia (a lo que ésta no respondió como era costumbre con lo que contrariaba su doctrina y las hogueras no se llenaron de burgueses, curiosamente).


 Mediante esa mundanización, adquirió vigencia la valoración burguesa —desde entonces dominante— del trabajo, que fue considerado como una actividad que llenaba de sentido a la vida humana.


Ahora se goza, consciente y voluntariamente, de los frutos del trabajo cumplido. Se convierte en el camino preferido, capaz de conducir a la satisfacción y al éxito, a la fama, al goce y a la riqueza. El hombre de la época burguesa no sólo tiene que trabajar, sino que quiere hacerlo, pues una vida sin trabajo no le parece digna de ser vivida, por cuanto sería «vana».


El trabajo no regía para él como una mera actividad ascética, que aleja los vicios del ocio y de la disolución, obligando a una actividad regulada, sino que en cuanto trabajo que rinde resultados y produce consecuencias, adquiere significación autónoma y constructiva. Es la fuente de toda habilidad, virtud y alegría. En semejante apreciación del trabajo, la valoración cristiana sólo aparece a través del acento puesto en su dureza meritoria, lo que siempre implica la representación de un maleficio, tanto como la liberación causada por el trabajo es un estado cuasi paradisíaco, aunque el ocio continuo produzca en el hombre —destinado a trabajar— un aburrimiento mortal.


Ambos significados fundamentales del trabajo, entendido como necesidad y fatiga (molestia) y, al mismo tiempo como obra (opus opera), también están presentes en la historia de la significación del vocablo. Labor quería decir, originaria y primordialmente, el duro trabajo del cultivo de los campos y, por tanto, una labor de sumisión servil. Pero al mismo tiempo el trabajo que pesa sobre el siervo y se cumple por una paga diaria también es efecto de un rendimiento creador, semejante al de las demás obras.


Sin embargo ese doble significado del término no fue decisivo para una caracterización del trabajo. Éste pertenece al ser del hombre, en cuanto es un ser activo en el mundo. La última vez que se lo concibió en ese sentido pleno y originario fue en la filosofía de Hegel. Según él, el trabajo no constituye una actividad económica singular, diferente del ocio o del juego sino el modo fundamental en el que el hombre puede producir su vida y configurar el mundo. La ética protestante del capitalismo y de la fundamentación del trabajo está servida.


El mundo mediterráneo del cristianismo original que concebía el trabajo como castigo (y por ello era por lo que no trabajan los señores, tocados por la virtud de Dios en el orden esclavista, luego feudal, y posteriormente capitalista, sino los siervos) para expiar la culpa y constituía así un modo de sometimiento —la Iglesia y el señor te castigan en representación de Dios por tus faltas, arrepiéntete y trabaja— va sucumbiendo filosóficamente al mundo anglosajón protestante del trabajo como estatus social, difundido por un capitalismo impulsado por la Europa nórdica y evangelista, basado, curiosamente, en formas más arcaicas de sometimiento que son mediterráneas (desde la invención de la agricultura y la conformación de los primeros estados antiguos a las repúblicas italianas en donde se crearon los bancos y el dinero tal y como hoy se conoce).


El duro trabajo de los «trabajadores espirituales» fue apropiarse y crear medios de producción para su laboriosa actividad de producir riqueza sobre las espaldas de los embrutecidos trabajadores que eran, y siguen siendo, los que se rompían el espinazo para mantener a todos los demás. Pero el burgués, el comerciante, el industrial es un emprendedor laborioso e incluso un trabajador y al «pobre obrero asalariado» se le concede también su estatus siempre y cuando produzca, consuma y calle y se le obsequia con un salario con el que comprar lo que él mismo produce y con una «cultura popular».


Así por ley —filosófica, jurídica, mundana y divina—, todos somos iguales (tenemos cultura y trabajo).


La rueda sigue y se acabó la juventud.


Fragmento de “De Hegel a Nietzsche: la quiebra revolucionaria del pensamiento en el siglo XIX” de Karl Löwith (2008)


 




Llaman democracia a una dictadura

 
Según un informe publicado por el diario Los Angeles Times, entre 1946 y 2000, EEUU intentó influir 81 veces en las elecciones presidenciales de otros países con el fin de ayudar a su candidato preferido.

El informe está basado en los datos acumulados por Dov Levin, politólogo de la Universidad de Carnegie Mellon en la ciudad de Pittsburgh, estado de Pensilvania (noreste de EEUU).

Ese número no incluye los golpes militares y los esfuerzos para cambiar los gobiernos tras la elección de candidatos que actuaron en contra de EEUU, en particular los de Irán, Guatemala y Chile.Tampoco incluye asistencia general de Estados Unidos en el proceso electoral como el monitoreo.

Asimismo Levin ha considerado la intervención estadounidense como “un acto costoso que ha sido diseñado para determinar los resultados electorales a favor de una de las dos partes”.

Las injerencias lanzadas por Washington consisten en financiar las campañas electorales de partidos específicos, difundir informaciones erróneas, ayudar a una parte política para diseñar sus materiales para las campañas electorales y hacer declaraciones públicas a favor o en contra de un candidato.

El informe llegó mientras la Agencia Central de Inteligencia de EEUU (CIA, por sus siglas en inglés) ha acusado a Rusia de haber llevado a cabo ataques cibernéticos e influenciar las elecciones presidenciales del pasado noviembre.

Hispan TV