viernes, 30 de diciembre de 2016

El (espantoso) ruido de las medidas contra la contaminación en Madrid

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Otra vez el ruido y la furia, otra vez el esperpento. Buenas noticias, a pesar de todo. Después del episodio Gran Vía, lo del Protocolo de Contaminación ha servido de nuevo para llenar titulares y debates en redes, ha aliviado el tráfico en la ciudad y, un poco, la porquería del aire y, muy importante, ha hecho que avancemos unos cuantos años en unos pocos días.

Me explico.


Madrid es una señora mayor poco habituada al movimiento.


 Durante 25 años ha estado sentada en la mesa del despacho sin hacer gran cosa, viendo la evolución del resto de urbes pasar ante sus ojos sin activar un músculo por adaptarse a los nuevos tiempos. En Madrid llevábamos mucho tiempo sin replantearnos nuestra forma de ser y de movernos.


 Años en que los alcaldes y la alcaldesa no han querido poner en marcha sus propios planes (Plan de Movilidad Urbana Sostenible, Plan Director de Movilidad Ciclista), se han negado a aplicar su Protocolo de Contaminación y, a base de no hacer nada, han conseguido que no pasase nada mientras seguía pasando lo que no tenía que pasar: la boina bien calada, el tráfico cada vez peor, el transporte público olvidado, el fomento de la bicicleta dejado de la mano de dios, el espacio peatonal para el centro comercial.


Pero han llegado los nuevos y todo ha empezado a cambiar. Menos mal.


A pesar de que algunos creemos que el gobierno de Ahora Madrid está siendo poco intrépido en la implementación de cambios en movilidad y que puede que estemos perdiendo una oportunidad histórica, sólo con la que se ha liado en las últimas semanas hemos dado un par de pasos de gigante.


Y todo este ruido lo demuestra.


Como una maquinaria que se pone en marcha después de una larga temporada sin estar en uso, Madrid chirría con cada pequeña acción, y hace un ruido espantoso que aturde al resto de España que, pobre, tiene que tragar este flujo de comunicación centralista. Normal, o casi.


No es normal que el PP haga la oposición que hace, histérica y mentirosa. No es normal que el partido que gobierna el país utilice un asunto de interés general como la salud pública con fines electoralistas y que encima se atreva a calificar como ideológicas medidas esenciales para el bien común.


Abro paréntesis: ideología es aliarse con las empresas automovilísticas para retrasar las exigencias ambientales y ocultar los datos de emisiones. Ideología es hacernos pagar a todos la factura de sus carreteras ruinosas. Ideología es mantener el contubernio con las empresas energéticas y haber capado el desarrollo de las renovables. Ideología, por resumir este párrafo, es gobernar para unos pocos y no para todos.


Por lo demás, que haya gente a la que las medidas le hayan sentado a cuerno quemado y se haya quejado sonoramente no es raro. Lo excepcional es que una ciudad con los índices de contaminación que hemos venido sufriendo los últimos años no hiciese nada por evitarlo.

 
La buena nueva es que estamos empezando y que por fin hay ruido, que el debate ya es público y todos somos partícipes.


La buena noticia es que la ciudad y la forma de organizarla es noticia, que los medios se están, nos estamos, ocupando del tema y que hay además canales expertos como Ecomovilidad, Nación Rotonda y otros sacando constantemente información técnica que nos ayuda a saber más. La mejor noticia es que la mayoría de los ciudadanos (eso muestran las encuestan online de medios de todos los bandos) entiende y acepta las medidas. De hecho, tengo la sensación de que esa mayoría quiere más.

 
Por eso, y éste es un mensaje para Manuela Carmena, Inés Sabanés, José Manuel Calvo y el resto de responsables del Ayuntamiento de Madrid, es el momento de pisar el acelerador, con perdón. Madrid tiene que ponerse en marcha de verdad y seguir el ritmo de ciudades como París, Berlín, Hamburgo, Helsinki, Oslo y otras. Que siga el ruido, que siga la furia, que cambiemos de verdad. Que ya lo disfrutaremos.


Pedro Bravo



jueves, 29 de diciembre de 2016

El trono de Felipe VI de Franco se sostiene sobre una gran fosa común



Tras el insultante discurso de Felipe VI, el segundo monarca de la dinastía impuesta por el franquismo en España tras el derrocamiento por medio de las armas de la II República, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha representado al rey con una ilustrativa viñeta, además de denunciar el discurso navideño del Rey ante el Defensor del Pueblo.

 
 El heredero del franquismo ha afirmado en su discurso de Navidad, con un desalmado cinismo y total desverguenza, que los españoles tienen que dejar de agitar los viejos errores o de abrir las heridas "cerradas", obviando que cientos de fosas comunes se extienden por todo el territorio español, olvidadas por los vencedores de la Guerra Civil contra la democracia que llevaron a cabo los fascistas de España con la ayuda del nazismo y de Mussolini,  imponiendo tras la derrota de los partidarios del régimen legítimo un genocidio político, racial y religioso cuyas víctimas aún no han recibido la justicia que merecen.




En la certera viñeta de Pedripol, se ve con claridad meridiana quién es Felipe de Borbón, hoy Felipe VI por obra y gracia del carnicero Francisco Franco y de su alumno aventajado, su padre Juan Carlos, y cómo se sostiene su trono sobre la enorme fosa común que es España.









miércoles, 28 de diciembre de 2016

Tupolev ruso ¿episodio de guerra electrónica?

La misión del Tupolev ruso era especial: llevaba a bordo un general, a los músicos del Coro del Ejército Rojo, a las bailarinas del mismo y periodistas de cadenas de televisión muy importantes que iban a participar en las festividades de Año Nuevo organizadas por el Ministerio de Defensa de Rusia para sus fuerzas expedicionarias en Siria. Como es de imaginar, la seguridad y el mantenimiento debería haberse mimado hasta en el último tornillo; sin embargo se estrelló en el Mar Negro sin razón aparente, como si fuera el Triángulo de las Bermudas.

El desastre ocurrió justo después del despegue cuando 3 motores fallaron al mismo tiempo, esto se sabe porque el Tupolev cayó al mar en un silencio total. El pecio se encuentra a una profundidad de 50-70 metros y los escombros se dispersan a una gran distancia debido a la corriente que es particularmente fuerte en ese área y a un mar tormentoso invierno (...).

Aviones caen, por desgracia, y con bastante regularidad, pero la rareza de este accidente ha sido señalado por muchos observadores. No sólo la aeronave estaba en excelentes condiciones y sometida a un estrecho seguimiento de vuelo, es que la tripulación no dio ningún aviso de radio. La torre de control solo pudo ver la desaparición del aparato.

Este es un caso raro, mucho más raro que la desaparición del avión de Malaysian Airlines. De todos modos, una gran cantidad de profesionales militares rusos creen que una razón lógica podría haber dado lugar a la tragedia. Algunos especulan que pudo haber sido un misil de crucero o un portátil tipo "Stinger", pero si eso hubiera sido así, debería haberse registrado el impacto y el destello en el momento de la explosión, por no hablar de la estela que dejaría el misil.

Desde hace mucho tiempo, los rusos hablan de sus armas ultra-sofisticadas en el área de defensa aérea y de interferencia electrónica. Recordemos que no hace mucho tiempo aún, los medios de guerra electrónica de un solo avión de combate ruso que sobrevoló un crucero de EE.UU. en el Mar Negro, causó el bloqueo de todos los sistemas electrónicos del buque incluido sus enlaces con los sistemas de satélites y armas a bordo. 

Esta información demuestra de manera elocuente, que se pueden bloquear los instrumentos de vuelo por medio de la guerra radioelectrónica. Si los rusos lo hicieron, sería lógico suponer que la OTAN tiene a su disposición el mismo tipo de armas. Un grupo de combate de EE.UU. se encuentra actualmente en el Mar Negro pero lo más importantes es que dos buques de guerra franceses el "Dupuy- De-Lome" y el "Chevalier Paul"  equipados con los últimos adelantos en el campo de la lucha radioelectrónica, también se encontraban en la misma zona (...).

Esa hipótesis debería ser tomada en consideración, y si Francia sabe algo, no nos sorprendería tanto el hecho de que los lacayos del Elíseo que- a diferencia de la mayoría de los líderes mundiales incluyendo los estadounidenses- tuvieran mucho cuidado en no expresar sus condolencias al Kremlin, limitándose a un breve mensaje de su embajador en Moscú. ¿Se trata sólo de un acto cínico o ese detalle es causa de reflexión?
 

pravdafrance.com
 
 

 
 
 
 
 

martes, 27 de diciembre de 2016

15 años del euro: precios y salarios



El próximo domingo, el día 1 de enero se cumplirán 15 años desde que el euro llegó a nuestros bolsillos.


 Los precios han ido subiendo en todo. Una entrada de cine, cuando estrenamos el euro, costaba 5. Hoy ronda los 9.


La verdadera medida de lo que ha pasado es que el incremento de los precios no fue acompañado de subida de los sueldos, y la cosa empeora desde la reforma laboral de 2012


 Aquí una tabla de precios de entonces (algunos ya ya incluían el “redondeo” que alcanzó unas subidas de hasta el 66%), y ahora:


precios euros


Y para situar, según datos oficiales:


salario espana




 http://www.yometiroalmonte.es/2016/12/27/15-anos-euro-precios-salarios/





 

Una niña gasta $250 en juguetes de Pokemon usando el dedo de su madre dormida para desbloquear el teléfono


 Se supone que los sensores de huellas dactilares son una de las formas más seguras de proteger tus datos en el móvil, pero los ingenieros en Apple no contaron con la astucia de una niña de 6 años que usó el dedo de su madre dormida para desbloquear su iPhone e irse de compras en Amazon.


Desde el Wall Street Journal reportan el curioso caso navideño de Bethany Howell y su hija Ashlynd que se gastó 250 dólares entre juguetes y diferentes cosas relacionadas a la saga Pokémon en Amazon, todo esto mientras la madre dormía.


Con apenas 6 años de edad la niña sabía muy bien qué quería de navidad y se adelantó a sus padres tomando el móvil de Bethany, accediendo a la app de Amazon y enviando todo directamente a su hogar en Arkansas.

Los padres de Ashlynd recibieron la confirmación de la orden de 13 productos en su correo electrónico y pensaron que habían sido hackeados. Pero antes de culpar a nadie le preguntaron a su hija si se había equivocado y compró algunas cosas sin querer en la app de Amazon, a lo que Ashlynd respondió: “No, mamá, estaba haciendo mis compras y no te preocupes que todo viene en camino a la casa”.

La pareja Howell se percató de que .la niña había accedido al móvil usando la huella de la madre mientras dormía y después de conversar con el soporte de Amazon solamente pudo regresar 4 de los 13 productos. La solución fue decirle a la niña que Santa le iba a traer justamente lo que ella había pedido. Ashlynd salió victoriosa.


Es cierto que las huellas dactilares pueden proteger tus datos en el móvil o tablet, pero al final compartimos tanta información sensible con estos dispositivos que no es extraño que esta clase de situaciones puedan ocurrir ante un descuido del usuario. ¿Quién crees es el culpable de lo que sucedió a los Howell?


 [vía Wall Street Journal]

 

Libia, sepultada en el crimen y el silencio



No sabemos cuántas personas han muerto en Libia hoy a consecuencia de la brutal intervención de la OTAN en 2011. Algunas fuentes hablan de unos treinta mil muertos; otras, aumentan esa cifra. Por su parte, la Cruz Roja calcula unos ciento veinte mil muertos, pero no hay duda de que esa guerra que inició la OTAN ha destruido el país y arrojado a sus seis millones de habitantes a una pesadilla siniestra.
 
En marzo próximo se cumplirán seis años del inicio de la matanza: desde buques y aviones, Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña lanzaron un diluvio de bombas y de misiles de crucero. Justificaron la guerra y la matanza con la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU, que sólo hablaba de utilizar las “medidas necesarias” para proteger a la población civil que “estuviera amenazada”, y que autorizó una zona de exclusión aérea, pero no la invasión del país. No había autorización alguna para iniciar una intervención militar, ni mucho menos un ataque para derrocar el gobierno del país. China y Rusia, así como la India y Alemania, se abstuvieron en aquella votación del Consejo de Seguridad, y, posteriormente, a la vista de la guerra impuesta, tanto Moscú como Pekín denunciaron la abusiva interpretación que habían hecho Washington, sus aliados europeos y la OTAN de la resolución del Consejo. Sudáfrica, que también había votado a favor de la resolución, denunció después el uso desmesurado del acuerdo para forzar un “cambio de régimen y la ocupación militar del país”.


Libia hoy


Fue tal la hipocresía de Washington, Londres y París, que sus aviones llegaron a bombardear a la población civil en Bengasi y Misrata, entre otras ciudades libias, matando a centenares de personas, pese a que supuestamente intervenían en su defensa. Previamente, las “fuerzas rebeldes” fueron entrenadas por instructores militares norteamericanos y de otros países de la OTAN, al tiempo que les facilitaron armamento sofisticado e información, y el Departamento de Estado norteamericano trabajó para crear un Consejo Nacional de Transición para imponerlo como nuevo gobierno tras la derrota de Gadafi.


 De hecho, desde antes del inicio de la agresión militar, comandos militares británicos y norteamericanos (en operaciones aprobadas por Cameron y Obama, violando la legalidad internacional) se habían infiltrado en Libia y llevaban a cabo acciones de sabotaje y asesinatos selectivos. Los militares occidentales llegaron al extremo de utilizar vestimenta similar a los milicianos del bando rebelde, para camuflar su intervención ante las instituciones internacionales: eran militares de la OTAN, pero nunca reconocieron su condición, y adiestraron a los rebeldes y lucharon junto a ellos.


Durante los meses del verano de 2011, la OTAN lanzó miles de misiones de combate, y envió comandos de “operaciones especiales” para reforzar los ataques de los rebeldes armados y apoyados por la alianza occidental. El 20 de octubre, sin fuerzas para resistir, Gadafi huyó de Sirte y su convoy fue atacado por aviones norteamericanos y franceses, y, finalmente, fue detenido por fuerzas rebeldes, ayudadas por esos “comandos de operaciones especiales” norteamericanos.


Después, lo asesinaron a sangre fría. Cinco días antes del asesinato de Gadafi, el primer ministro británico, Cameron, y el presidente francés, Sarkozy, volaron a Libia, a la zona controlada por los rebeldes, mientras los equipos de la CIA norteamericana trabajaban para localizar a Gadafi y asesinarlo. Su muerte fue celebrada por Obama, Cameron y Sarkozy.


Violando la resolución de la ONU, utilizando de nuevo la guerra como instrumento de su política exterior, Estados Unidos y sus aliados consiguieron sus propósitos. Los bombardeos de la OTAN destruyeron aeropuertos, infraestructuras y puertos del país, centros oficiales, cuarteles, carreteras, y centenares de miles de personas fueron forzadas a huir, según estimaciones de la ONU, convirtiéndose en refugiados en su propia tierra.


Las reservas y recursos del país en el extranjero fueron intervenidos por los gobiernos occidentales. Hoy, la economía del país es apenas una tercera parte de lo que era antes de la intervención de la OTAN en 2011. Después, estalló la lucha de banderías entre los distintos grupos armados (como ocurrió en Afganistán tras el triunfo de los “señores de la guerra” apoyados también por Estados Unidos); llegó el caos al país, la devastación, los milicianos fanáticos y bandidos armados que se apoderaron de todo.


Libia pasó a ser una pesadilla, donde los secuestros, los centros de tortura clandestinos, los asesinatos, las violaciones de mujeres, se han apoderado de la vida cotidiana en el infierno; y donde faltan hasta alimentos y medicinas, hasta el punto de que en muchas ciudades, como en Bengasi, los habitantes se ven obligados a comer alimentos podridos y ratas.


A ese paisaje del infierno, se une la destrucción de centros públicos, de plazas, parques y lugares donde la población acudía antes de la guerra; se añade el robo de propiedades, los fusilamientos y decapitaciones públicas organizadas por los grupos yihadistas, que han pasado a ser moneda común de la nueva Libia hoy.


Fuentes independientes hablan de centenares de personas, tal vez miles, decapitadas por los destacamentos armados de fanáticos milicianos religiosos. Grupos salafistas y yihadistas siguen controlando importantes áreas del territorio, y, aunque Washington intentó levantar un decorado democrático, en las elecciones de junio de 2014, sobre un censo de tres millones y medio de personas, apenas votó el 18 % de la población.


Muchas ciudades han quedado convertidas en ruinas, y las minas antipersona son un peligro mortal para los supervivientes.


Libia hoy
General Jalifa Haftar, viejo empleado de la CIA


Varios centenares de grupos armados, enfrentados entre sí, pugnan por el control del territorio y de la riqueza del país, junto a las mafias que trafican con personas, que condenan a trabajos forzados a emigrantes, que matan con total impunidad, mientras dos gobiernos y dos “parlamentos”, en Trípoli y en Tobruk, (éste, apoyado entonces por la OTAN), intentaban derrotar al adversario y obtener el reconocimiento exterior.


Para salir del caos, los gobiernos occidentales impulsaron el llamado “gobierno de unidad nacional”, que se creó en Marruecos en diciembre de 2015, presidido por Fayez al-Sarraj, aunque sigue sin establecer su autoridad en todo el país, e incluso es incapaz de controlar Trípoli, donde existen varias decenas de milicias armadas cuya agenda se centra en apoderarse del petróleo para exportarlo, en extorsionar a la población, a los inmigrantes y a traficar con personas.


 En otras importantes ciudades libias, como Sirte, Misrata, Tobruk, ocurre lo mismo. A su vez, el general Jalifa Haftar controla ahora Tobruk, con ayuda militar y financiera de Egipto y Emiratos Árabes Unidos. Haftar es un militar libio que, tras romper con Gadafi, fue trasladado por la CIA a Estados Unidos, en los años noventa, para posteriormente, encabezar la milicia armada que financió la agencia norteamericana.


A ellos hay que añadir las fuerzas controladas por Daesh, el autodenominado Estado Islámico, que cuenta con importantes connivencias en las monarquías del golfo Pérsico.


En ese caos infernal, Washington sigue enviando “grupos de operaciones especiales” (como el que llegó en diciembre de 2015 a la base militar de Al-Watiya, en el distrito de An Nuqat al Khams, junto a la frontera tunecina, comando que fue bloqueado por grupos armados y obligado después a salir del país), y utiliza su aviación para bombardear a milicias que no son de su agrado, mientras apoya al gobierno de Fayez al-Sarraj, aunque sigue contando con la baza de Haftar, viejo empleado de la CIA.


En la práctica, las distintas milicias se bloquean entre sí, y el caos es tal que no existe un bando capaz de imponerse a los demás. Estados Unidos intenta estabilizar la situación, a través del gobierno de Fayez al-Sarraj, aunque no desdeñaría apoyar a un gobierno de Haftar si consiguiera imponerse en la mayor parte del país: quiere contar con un gobierno cliente que asegure sus intereses, y el Departamento de Estado es capaz de hacer presentable a cualquier gobierno de bandidos.


libia


Estados Unidos y sus aliados europeos (Gran Bretaña, Francia) responsables de la tragedia del país, están interesados en cuestiones diferentes: Bruselas intenta contener la llegada de emigrantes desde Libia hoy en día, que algunas fuentes calculan en 150.000 anuales, asunto que preocupa especialmente a Alemania; Washington pretende controlar a Daesh (con quien contemporiza en Siria, donde, de facto, es visto como un aliado en la guerra para derribar al gobierno de Damasco), desactivar los centenares de milicias, y recuperar la producción de petróleo.


 A su vez, el enviado especial de la ONU para Libia, Martin Kobler, intenta, sin fortuna, mediar en el caos.


Mientras tanto, las televisiones y la gran prensa internacional dejaron hace tiempo de mostrar interés por Libia hoy, siguiendo un guión utilizado muchas veces con éxito. Libia, convertida en un estado fallido, con presencia de Daesh (que acaba de perder Sirte), donde todos los grupos y milicias cometen crímenes de guerra ante la indiferencia occidental, es hoy un país del que ninguna potencia de la OTAN se hace responsable, aunque la tercera parte de la población necesite ayuda alimentaria urgente, aunque los libios tengan que comer ratas y beber aguas pestilentes, aunque se vean obligados a contemplar constantes asesinatos y decapitaciones, aunque allí la vida no valga nada, y las cancillerías sean conscientes de que los libios han sido condenados a vivir en un infierno


 http://www.elviejotopo.com/topoexpress/libia-sepultada/





lunes, 26 de diciembre de 2016

La pornografía y la represión de la libertad de amar

 
Este artículo analiza las limitaciones a la libertad de amar impuestas en la sociedad occidental, y apunta a otras alternativas al modelo tradicional de pareja o familia.
 
La industria pornográfica es un negocio boyante. Según datos de Forbes, se estima en torno a los 3.500 millones de dólares los beneficios generados por la pornografía sólo en el año 2001 (1). La pornografía es un comercio de éxito, y el producto que vende, principalmente, es el cuerpo de las mujeres, que es cosificado para la excitación sexual del consumidor. Por otra parte, hoy en día la opinión pública mayoritaria tiende a rechazar el comercio y la cosificación del ser humano, sea hombre o mujer. Entonces ¿no resulta contradictorio el gran éxito del negocio del porno? ¿Por qué se consume tanta pornografía? Seguramente, porque a pesar de la moralidad imperante, el mercado de la pornografía trata de satisfacer un problema de necesidad sexual no resuelta, generado por el tipo de estructura social que se nos ha impuesto.
 
La mayor necesidad del ser humano, como ser sociable, una vez cubiertas las necesidades básicas de cobijo y nutrición, es la necesidad de amor, en todas sus vertientes, incluida la sexual (2). La necesidad de expresión en cada una de las facetas amorosas es algo variable y que depende de cada persona. Sin embargo, la actual estructura social basada en pequeños núcleos familiares cerrados restringe enormemente la posibilidad de expresión amorosa y el desarrollo de la capacidad afectiva de los seres humanos.
 
Desde la infancia nos inculcan que lo «normal» es llegar a realizarnos afectivamente formando un núcleo familiar tradicional (3), siguiendo estos principios:
 
-Unirse a una pareja del sexo opuesto, a ser posible de por vida.
-Ser «fiel» a esa pareja afectiva y sexualmente, a ser posible de por vida.
-Procrear con esa única pareja y que ambos miembros de la pareja se hagan cargo en exclusividad de los hijos.
 
Es posible que el origen de este tipo de estructura familiar se encuentre en las antiguas sociedades patriarcales agrícola-ganaderas, en las que para sobrevivir era importante salvaguardar las propiedades, es decir: las tierras, las vacas, las ovejas, las cabras, el caballo, las gallinas, la mujer y los hijos de esta.
 
Para ello somos adoctrinados durante toda nuestra vida. Consecuencia de la interiorización de esta doctrina y de que la mayoría funcionemos en forma de «parejas»: sólo está permitido expresarse afectiva y sexualmente con una única persona. Si no, eres «infiel». Y si ya no funciona la comunicación afectiva con esa persona que se eligió como pareja -porque antes o después, al final todo el mundo se aburre de comer siempre lo mismo-, se puede elegir entre:
 
1.- Aguantarte, frustrarte, y respetar la norma de «fidelidad» y de «propiedad sobre la pareja», aunque tus necesidades afectivas y sexuales no queden cubiertas.
2.- Pasar por el trauma de romper la pareja y lanzarte en solitario a buscar una posible siguiente pareja.
3.- Tratar de satisfacer tus necesidades afectivas y sexuales de forma clandestina, ocultando, mintiendo y engañando a tu pareja, mientras mantienes encuentros sexuales y/o afectivos con otra/s persona/s.
4.- Consumir algún producto sustitutivo que trate de satisfacer tus necesidades afectivas y sexuales frustradas y no cubiertas en el ámbito de la pareja.
5.- Intentar sublimar las necesidades afectivas y/o sexuales frustradas hacia otros ámbitos, como pueden ser la creatividad artística o la espiritualidad. Y si la sublimación no funciona, siempre queda descargar la frustración en forma de violencia hacia otros seres, sea física o de otro tipo.
 
Hoy en día, a parte de por inercia, seguramente interesa mantener este tipo de estructura social porque es mucho más fácil «gobernar, dirigir y manipular» a pequeños núcleos familiares aislados entre sí, que no a otras alternativas de convivencia entre humanos.
 
Esta imposición es artificial, represiva y no respeta la diversidad de necesidades afectivas de los seres humanos. Habrá personas que tengan una tendencia monógama de por vida, habrá personas que sean capaces de amar a más de una persona a lo largo de su vida, de forma simultánea o no, y con independencia de su sexo, su edad (no menores), o su raza. Debería darse la libertad para elegir. Si se eligió la opción de formar una pareja, ¿por qué no hablar abierta y sinceramente de las necesidades afectivas y sexuales de cada uno con el fin de llegar a acuerdos que satisfagan a ambos miembros de la pareja? Y si se decide no formar una pareja, ¿por qué no aceptar como igualmente válidas otras alternativas de unión afectiva entre los seres humanos?
 
La vida ya es bastante corta y difícil, como para que además, se nos restrinja la necesidad de amar. Esto es un gran perjuicio para una especie animal, como es el ser humano, que necesita tanto del amor y del contacto físico para sobrevivir y desarrollarse en plenitud. De ahí que algunas personas, que tienen una mayor tendencia a satisfacer la necesidad afectiva a través del sexo, se vean obligadas a optar por evacuar su frustración consumiendo productos pornográficos. De forma paralela, también otras personas vehiculizan sus frustraciones afectivas hacia otros tipos de consumismo. No hay como tener a la población frustrada e insatisfecha para que se dediquen a consumir de forma bulímica y compulsiva.
 
Una posible alternativa a la organización social en forma de núcleos familiares cerrados, podría ser un grupo o comunidad de personas que se permitiesen amarse entre sí sin restricciones, cada uno como prefiera, sin que existiese el principio limitante de la «propiedad sobre la pareja». El grado de cohesión afectiva de este grupo de personas seguramente sería mucho mayor que el que existe entre personas que no forman parte de un mismo y pequeño núcleo familiar. Al menos, mayor de lo que se aprecia en la sociedad actual, en la que parece que lo que le pueda suceder a la «gente» que no forma parte de tu pequeña familia, poco importa. También la capacidad de supervivencia se incrementa para un grupo de personas cohesionadas afectivamente, en comparación a la que puedan tener dos personas aisladas y sus hijos. En consecuencia, un grupo cohesionado afectivamente tiene mayor capacidad de defenderse y resulta menos manipulable. Este sería es el estado primitivo y original del ser humano, vivir en tribu (organización social previa a la existencia del estado).
 
De hecho, la estructura social tribal, en forma de comunidades autogestionadas, resulta muy similar al tipo de estructura social que presentan la mayoría de lo grandes simios (4), como el gorila, el chimpancé común y el bonobo o chimpancé pigmento, que viven en grupo. No obstante, el tipo de jerarquía o estructuración del grupo en el caso de los grandes simios admite variantes. Especialmente llamativa resulta la comparación entre el chimpancé común y el bonobo. Ambas especies componen el género de los chimpancés y son los primates genéticamente más similares al ser humano, pero mientras la sociedad del chimpancé común es patriarcal, competitiva y resuelve sus conflictos mediante la violencia y la imposición (de forma similar a la sociedad humana), la sociedad bonobo es matriarcal, colaborativa, pacífica y resuelve todos sus conflictos por medio del afecto y el contacto físico.
 
«Tanto el chimpancé común como el bonobo evolucionaron del mismo ancestro que dio lugar a los humanos, y sin embargo el bonobo es de las especies más pacíficas y no agresivas de mamíferos que hoy día viven en la tierra. Han desarrollado vías para reducir la violencia que permean toda su sociedad. Nos muestran que la danza evolutiva de la violencia no es inexorable.»
 
Cita del artículo de Richard Wrangham R y Peterson D, « Apes and the Origins of Human
Violence», 1996 (6).
 
 
 

Funciona fábrica de computadoras y tablets en Cuba


Como parte del proceso de informatización de la sociedad cubana, ya funciona la primera fábrica de tablets y laptops nacionales, perteneciente a la Empresa Industrial para la Informática, las Comunicaciones y la Electrónica.

La  fábrica posee una capacidad productiva de 120 mil unidades anuales. En el inicio está previsto que sus producciones tengan como cliente final a las empresas y organismos del Estado, para ir ampliando progresivamente la venta generalizada.





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 En el proyecto también intervienen la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI), encargada del sistema operativo y las aplicaciones informáticas de los nuevos equipos y sus procesos de producción, y la empresa china Haier, que aporta la tecnología, el equipamiento, el saber hacer y la capacitación del personal.


En un reporte de la televisión nacional sobre el tema, se especificó que desde este momento la nueva fábrica produce laptops Core i3, Celerón y Core i5, todas de sexta generación, y tablets en variantes de ocho y diez pulgadas.


Las computadoras disponen de sistemas operativos nacionales Nova, y Novadroi para las tabletas.


El primer vicepresidente cubano, Miguel Díaz Canel, el vicepresidente Ramiro Valdés y la rectora de la UCI, Miriam Nicado, conocieron las particularidades del proyecto en un recorrido por las instalaciones de la planta, donde ya tiene lugar el proceso productivo.


La fabricación en Cuba,  responde a la voluntad del Estado de continuar ampliando, en la medida de las posibilidades financieras, la informatización segura de la sociedad.


 





Maneras de morir viviendo. La no vida y el peligro del capitalismo humanitario


John Holcroft

06.02.2006
¿Seres sociales o autómatas programados? La docilidad de la democracia burguesa. Una mirada a los sistemas de producción que nos convierten en seres inertes en vida. Desenmascaremos al capitalismo humanitario.
No es difícil probar que en el sistema capitalista, impuesto y obedecido, que padecemos, palabras como libertad, igualdad o justicia son meros eufemismos al alcance de todos.

En este brutal sistema socioeconómico que condiciona todos los aspectos de nuestras (no) vidas se nos inculca –desde los sectores más progresistas y humanistas– la necesidad de profundizar en la democracia, haciéndola más participativa, mejorando los mecanismos legales para respetar los derechos humanos. Es decir, compatibilizar el capitalismo (este u otro renovado) con la dignidad de las personas. Algo, esto último, totalmente incompatible.

Ese progresismo intelectual que tiene miedo a abolir el trabajo asalariado, que no quiere oír hablar de acabar con el parlamentarismo, que se acongoja con el ataque a la propiedad privada y la acumulación de riqueza. En suma, que odia, la revolución social.

No se cae en la cuenta –porque no se quiere caer– de que el capitalismo consiste en la acumulación de capital con el único objetivo de conseguir plusvalor; esto es; beneficio económico creado artificialmente (nunca naturalmente) para el lucro personal de unos pocos.
 
 El trabajo impuesto, asalariado, el que nos obliga a vendernos para (sobre)vivir, se realiza pues para conseguir ese objetivo: producir plusvalor, acumular riqueza en manos de los menos que explotan a los más. A partir de ahí, los trabajos que surgen, los que se crean y los nuevos que de ahí derivan, no nacen con el objetivo de satisfacer las necesidades humanas, sino de generar ese tan preciado como innecesario plusvalor.

Dicho de otro modo, todos los trabajos que existen –sobre todo en las formas que existen– son innecesarios para la satisfacción humana. Dicho de otra forma, cuando estamos 8, 10, 12 horas en la obra jugándonos la vida, otro tanto en el despacho de la administración, otro cuanto recolectando en la huerta y así hasta el último de los trabajos, estamos de una manera absurda perdiendo nuestro tiempo, renunciando a nuestra vida, impidiendo desarrollar nuestros deseos y pasiones, para producir riqueza a una clase económica determinada; la dominante.

Más que perder nuestro tiempo, se lo entregamos a quien nos explota. Es decir, regalamos nuestra vida –que de esta manera se parece más a la muerte– para que otros vivan los privilegios que acumulan con nuestro esfuerzo. Una forma de tortura como otra cualquiera. Estamos tan docilizados que no reparamos en ello. Encima tenemos que aguantar que sea una obligación democrática, inevitable norma que nos dota de derechos. Toda una invitación a la violencia.

Aunque ciertos trabajos aparentemente puedan parecer tener sentido no se realizan para cubrir las necesidades humanas de todos por igual –insisto– sino para generar desigualdad a favor de una elite privilegiada que sustenta el poder instalándose –con todo tipo de camuflajes– en el aparato del estado y la patronal. Además, todo esto se hace a escala mundial. En eso consiste la globalización: en extender este fenómeno, está lógica del mercado, a escala planetaria. Allí donde ya existe consolidarlo, y allá donde todavía no ha llegado imponerlo. Avanzamos pues, hacia un mundo en el que todo funcione como un gran oligopolio financiero global donde nada ni nadie puede escapar, donde no haya espacio para la resistencia.

Todo este proceso condiciona las relaciones humanas, que de humanas tienen poco y se convierten en relaciones mercantiles. Lo humano –ya no digamos lo animal– queda en último término para que se prioricen los vertiginosos movimientos de mercancías. No vivimos la vida –como decían los situacionistas– sino que la representamos. Vivimos la no-vida, donde el dinero –un bien material creado por la clase opresora– es el nuevo Dios que condiciona todos los ámbitos de la (no) vida: la felicidad, la tristeza, la pasión...

Lo irracional e injusto de todo ello no deja tiempo para la comprensión-aceptación de la situación. En este contexto, no existe peor actitud que la de justificar veladamente tendiendo a entender todo este incomprensible –por lo brutalmente injusto– sistema, como hace la socialdemocracia. Ahora resulta que los que se denominan humanistas, defienden un sistema brutalmente inhumano, los que se denominan pacifistas defienden un sistema basado en la violencia en su estado más puro.
 
 Promover el hambre –pues promover el capitalismo democrático es promover el hambre y todas las enfermedades que de ahí derivan– es, curiosamente, defender la paz; esa podrida paz social. Más de10 millones de personas, en su mayoría niños, mueren a causa de ese hambre y de las enfermedades que se derivan de la ausencia de alimento anualmente. Lo vemos pasar como algo casual fruto del azar, cuando es algo intencionado, consecuencia inevitable de que unos tengan 10 y otros 0. Nuestro campo de concentración neonazi particular sin precedentes en la historia.

Paralelamente quienes defendemos el odio de clase, que se manifiesta en esa bella y necesaria confrontación que así –y sólo así– puede arañar los cimientos donde se sustenta el sistema, somos violentos. Socialdemocracia instalada en buena medida –cual comité ejecutivo– en el movimiento antiglobalización, en los movimientos sociales, en las cabezas (aparentemente) pensantes de quien compone esos movimientos.
 
 Ese capitalismo humanitario defendido en los foros sociales donde se hace necesaria una "segunda fase" de la globalización ya que "la primera fase... creó mucha pobreza y desigualdades sociales, porque se dejó de lado el aspecto social". Donde se pone en práctica un "nuevo" concepto político, el de la "sociedad civil internacional organizada" sin diferencias entre trabajadores y patrones. Donde se habla de "reforzar la democracia electoral”. Donde se acuerda la "abolición de la deuda externa" con los que la cobran. Donde se teme a la autogestión, la descentralización, la democracia directa y la autonomía, como respuesta al monopolio de la violencia, de la información, de la cultura y de la administración de la riqueza que en estos momentos ostenta el capital. Donde se denomina al levantamiento de los pueblos “terrorismo”; y no se tacha de ello a la represión que los Estados ejercen contra ellos. 
 
Por eso es importante combatir no sólo al capitalismo aparente (cada vez más en extinción) y apuntar, desenmascarar y destruir las nuevas formas democráticas y humanitarias para combatirlas con la firmeza que se merece combatir al capitalismo, a la miseria. El discurso humanista, democrático, “pro-derechos-humanos” se ha instalado en los poderes fácticos. El Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, Naciones Unidas, los ejércitos.... han adoptado, en buena medida, la retórica de los desposeídos. Y los desposeídos, pequeñamente aburguesados, han perdido los papeles con esa hábil estrategia asimilada –puesta en práctica con inmejorables resultados– por el poder. 
 

Hasta que no comprendamos esto y sepamos desenmascararlo, dirigiremos nuestras fuerzas al fracaso revolucionario. Matar al patrón moderno que pulula por los movimientos sociales, destruir al oenegeista que va por la asamblea. Acabar con el policía que llevas dentro, se hace una metafórica necesidad militante; una obligación moral inexcusable.

 
 
 

domingo, 25 de diciembre de 2016

La misma guerra mediática de Cuba a Siria [+ video]

 
El equipo de filmación que encabeza Lars Klevberg,
y que construyó esta falacia.
Millones de personas vieron el video. Centenares de medios lo convirtieron en noticia: “Un dramático video difundido por los rebeldes sirios que luchan contra el régimen de Bashar al Asad” –leemos en un diario- muestra cómo un menor rescata a su hermana. (...) “El pequeño logró ponerla a salvo –leemos en otro- después de que un francotirador (del Gobierno) le disparara por la espalda”. (...) Las organizaciones humanitarias –completa otro diario- denuncian que 11.000 niños han muerto en el conflicto civil en Siria”.

Pues bien. El vídeo es un montaje. El niño es un actor. Y se grabó en Malta, en las localizaciones utilizadas para películas como Troya y Gladiator, dice el destacado periodista cubano Hugo Ríus (Virus del terrorismo mediático), adaptado por CubainformaciónTv.
Su autor, el cineasta noruego Lars Klevberg, lo realizó con dinero del Instituto Fílmico Noruego y del Consejo de las Artes de Noruega. Su objetivo –dice- fue llamar la atención sobre la situación de la infancia en Siria.

Como era de esperar, durante días el video sirvió para seguir demonizando al Gobierno sirio, único culpable de las atrocidades contra la población civil: el argumento habitual de los grandes medios occidentales, cuya fuente informativa es el llamado Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, un centro opositor financiado –curiosamente- por la Unión Europea.

Este Observatorio ha utilizado no uno, sino decenas de videos de ataques armados a civiles, siempre apuntando al mismo culpable: el Ejército Nacional Sirio. Uno de los más sonados fue el de un ataque químico que, inmediatamente, se convirtió en argumento del Gobierno de EEUU para anunciar una intervención militar, parada solo por la diplomacia rusa. Meses después se probó que fue la oposición siria la autora del ataque. Pero esto ya... no fue noticia.

Es la misma guerra mediática que sufre a diario Cuba... pero en el caso de Siria con decorados, atrezzo y hasta subvenciones a la cultura. La creatividad, una vez más, puesta al servicio de la guerra atizada y financiada desde las cavernas imperiales.

 La misma guerra mediática de Cuba a Siria




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 Cubainformación TV – Basado en texto de Hugo Ríus – Cubadebate.- Millones de personas vieron el video. Centenares de medios lo convirtieron en noticia: “Un dramático video difundido por los rebeldes sirios que luchan contra el régimen de Bashar al Asad” –leemos en un diario- muestra cómo un menor rescata a su hermana. (...) “El pequeño logró ponerla a salvo –leemos en otro- después de que un francotirador (del Gobierno) le disparara por la espalda”. (...)


 Las organizaciones humanitarias –completa otro diario- denuncian que 11.000 niños han muerto en el conflicto civil en Siria”. Edición: Ana Gil Martínez. Fuente: http://www.cubainformacion.tv/index.p...



 






El capitalismo aumenta la desigualdad: El 1% de la población posee el 51% de la riqueza en 2016



El 1% superior de la poblacion atesora el 51% de la riqueza global. De hecho, el 10% posee el 89% de toda la riqueza del mundo. Esta es la nueva cifra para el 2016 calculada por el informe anual de la riqueza global de Credit Suisse, dirigido por el economista marxista Michael Roberts.


 En 2014, el informe de Credit Suisse, mostraba que el 1% acumulaba en sus manos el 48% de la riqueza global. Así que, en el último año y medio, la desigualdad global ha aumentado un 3%.



En el otro extremo de la pirámide de la riqueza mundial, la mitad inferior de los adultos posee colectivamente menos del 1% de la riqueza total.

La investigación muestra que 3.500 millones de personas - el 73% de todos los adultos en el mundo- poseen bienes e ingresos inferiores a 10.000 dólares en 2016. Otros 900 millones de adultos (19% de la población mundial) están en el abanico de los 10.000 a 100.000 dólares. Los pobres se concentran en la India y África y las naciones más pobres de Asia, con un 73% de ellos en los quintiles inferiores en términos de riqueza.


 Pero también hay un número significativo de personas que son pobres para los estándares mundiales en América del Norte y Europa, entre ellos un 9% de los norteamericanos, la mayoría con un patrimonio neto negativo, en el quintil inferior mundial y el 34% de los europeos en la mitad inferior mundial. Estas personas no sólo no tienen riquezas, es que están endeudados.


Por otro lado, el número de millonarios, que se redujo en 2008, mostró una rápida recuperación después de la crisis financiera y ahora es más del doble de su cifra del 2000. En la actualidad hay 32.9 millones de millonarios a nivel mundial, es decir, adultos con más de 1 millón de dólares en propiedades o ahorros después de descontar sus deudas.


De hecho, sólo hay 140.000 personas en todo el mundo que tienen más de 50 millones de dólares de riqueza. Y ahora hay más de 2.000 multimillonarios, que son realmente los dueños del mundo.


El informe concluye que, suponiendo que no haya cambios en la desigualdad de riqueza mundial, se espera que haya otros 945 multimillonarios más en los próximos cinco años, elevando el número total de multimillonarios a casi 3.000.


Más de 300 de los nuevos multimillonarios serán de América del Norte. China, primera potencia capitalista actual, según estos cálculos sumará más nuevos multimillonarios que toda Europa junta, situando el total de China por encima de 420.


 


Felipe VI busca su lugar



Durante más de una década los mensajes navideños de Juan Carlos fueron símbolo de normalidad democrática


Acaba otro año delicado para Felipe VI. 


Lo prueban el juicio Nóos que ha puesto imágenes al expolio a la sombra de la corte real, la decisión de Mariano Rajoy de utilizarle como escudo humano tras las elecciones, las demandas para que jugara a aprendiz de brujo o la gestión de una agenda en funciones. 


La grosería de su hermana Cristina, la infanta niñata que solo espera que su juicio acabe para no volver a pisar este país que le ha dado cuanto tiene, ha sido el peor spoiler posible antes del mensaje navideño, uno de los escasos momentos tranquilos.


La noche no empezó mal. Seguramente para compensar la frialdad y distancia criticadas el año anterior al elegir hablar desde el salón del Trono, en el arranque de su discurso el monarca intentó construir una especie de "patriotismo con rostro humano".


 España es un gran país, lleno de gente que trabaja, se sacrifica y sabe salir adelante. Faltó en ese relato más espacio para los perdedores, para los refugiados, para quien sufre la pobreza infantil o energética o para las víctimas del terrorismo machista.


También faltó alguna palabra contra la corrupción y los corruptos aprovechados de esa grandeza de espíritu, alguna mención a los próximos que representan lo contrario, a tanto trabajo honrado, solidaridad y sacrificio. Aunque no todo fueron olvidos. Hubo tiempo para hablar de la desigualdad ampliada por la crisis y la urgencia de, al menos, contener la brecha.

RESPETO

 

Luego el mensaje volvió por donde suele. Como todos los años los problemas de España, suponemos que también Catalunya, se arreglan con respeto, especialmente hacia quienes piensan diferente aunque no piensen tan a lo europeo como parece creer el Rey. Lo importante es que lo hagan dentro de un orden y con respeto a la ley porque si no, solo traen problemas y líos.


La tradicional mirada al futuro en la parte final reprodujo una exhaustiva  relación  de lugares comunes. Seguramente hemos llegado a un punto donde alguien debe recordarlos.


No solo la tecnología, el mundo ha cambiado y sigue moviéndose a toda velocidad. Debemos prepararnos para ser protagonistas en ese nuevo modelo de mundo y la clave esencial será la educación; exactamente lo contrario de cuanto hemos hecho los últimos años.


Tras el fallido experimento de felicitar las fiestas a la España que aún no sabe si ha salido de la crisis desde la parafernalia del Palacio Real, como si se tratara de un turista, Felipe VI ha regresado a un escenario más familiar y cotidiano. Durante más de una década los mensajes navideños de su padre constituyeron unos de nuestros símbolos de normalidad democrática.


 Hasta sus parodias funcionaban como un ejemplo de aquella España feliz que brillaba en Europa con su crecimiento económico y su progreso social. Felipe VI busca ansiosamente ocupar ese espacio y simbolizar de nuevo aquella rara mezcla de normalidad y progreso que creíamos poseer. Otro año más tendrá que seguir buscando.


 Pero al menos lo intenta.


 http://www.elperiodico.com/es/noticias/opinion/felipe-busca-lugar-5711574#