lunes, 17 de agosto de 2020

Manifestaciones negacionistas: la decadencia de Occidente ya está aquí




 La Delegación del Gobierno anuncia multas para los que participaron en la concentración sin mascarilla de ayer domingo


El delegado del Gobierno en Madrid ha calificado de “descerebradas” a las personas que participaron en la manifestación de ayer en la Plaza de Colón saltándose las más elementales medidas de prevención establecidas contra el coronavirus. “Lo que ha pasado es gravísimo, hay al menos 30 denuncias, y no va a salir gratis”, asegura José Manuel Franco 


. Ya tardaban las autoridades en tomar cartas en el asunto contra los anarco-populistas, libertarios de extrema derecha y negacionistas en general que ponen en peligro la salud pública y la estabilidad de la democracia en nuestro país.



 Si irresponsable ha sido que cientos de personas salgan a la calle sin respetar las medidas de seguridad, intercambiando fluidos orales letales y mortales gotitas de Flügge que se expelen al respirar y toser, más criticable aún es que el Gobierno haya autorizado semejante concentración de los ejércitos de la ignorancia.


 Por encima del derecho a la reunión y manifestación está el derecho a la salud y a la vida y es preciso frenar cuanto antes esta kamikaze corriente social impulsada por homicidas pandémicos, fanáticos medievales y talibanes de la ideología reaccionaria que en lugar de emplear chalecos bomba para matar gente lo hacen a golpe de salivazo, tos y estornudo. 


Aunque quizá, bien mirado, lo mejor que se puede hacer con ellos es dejarlos que se contagien unos a otros y que la selección natural −que siempre distingue a los más tontos de los más astutos e inteligentes−, vaya haciendo su trabajo.
  
Fue Spengler quien proclamó aquello de que Occidente se encontraba en su etapa final de decadencia y vaticinó que la cultura entraría en un estadio de pre-extinción anterior a la aparición de un “cesarismo” totalitario. Por lo visto ese momento ya ha llegado.


 Las imágenes de centenares de cabezas huecas protestando contra el uso de la mascarilla obligatoria porque supone un supuesto “recorte” a las libertades resultan espeluznantes. Como surrealista es escuchar a todo ese mundo hortera, rancio y friqui alentado por la extrema derecha populista gritar “queremos ver el virus”. 


Sería imposible organizar una jornada de puertas abiertas para escépticos e incrédulos en el CSIC: no habría microscopios suficientes para tanto majadero y terminarían colapsando los laboratorios.


No resulta sencillo explicar lo que está ocurriendo en las sociedades contemporáneas ni de dónde demonios ha salido un fenómeno tan peligroso como el negacionismo, que amenaza con gangrenar el sistema. 





Vamos a necesitar de los mejores sociólogos, filósofos y psicólogos para desentrañar las causas profundas de una enfermedad social que provoca que un señor (o una señora), hasta hoy cuerdo y sensato, salga a la calle un tranquilo domingo de verano −entre banderas, gorras, silbatos y frívolas sonrisas−, para protestar contra una supuesta conjura internacional que solo está en su delirante imaginación, exponiéndose alegremente a la infección de un virus mortal y asumiendo que va a transmitir el mal a sus paisanos.
 

El hecho es complejo, una mezcla de irracionalismo, nihilismo existencial, tendencias conspiranoicas y suicidas y cierta dosis nada desdeñable de fascismo debidamente mutado, tuneado y propagado a tuits como cañonazos.


 Estamos hablando de personajes que al amparo de movimientos políticos como el “trumpismo” duro norteamericano y el neofalangismo ibérico y casposo de Vox en España (más el poder de influencia de ciertos medios de comunicación cavernarios y algunos chamanes culturales que agitan la desinfomación en las redes sociales como Miguel Bosé o Alfonso Ussía) lo niegan todo. 




Niegan que la pandemia esté ocurriendo en realidad (lo cual es tanto como negar la ciencia y la medicina); niegan que el Gobierno esté legitimado para tomar medidas para la prevención y control de la enfermedad; y niegan la democracia con todo lo que ello supone. 


Al fin y al cabo, lo que están negando es la verdad y la realidad misma y el daño que empiezan a causar en la sociedad empieza a ser irreparable. 


 Cuando hay tipos y tipas que andan por la vida diciendo que solo reconocen el gobierno de los suyos (“yo solo hago lo que me dice mi Santi Abascal”) es que todo está perdido sin remedio.

El virus del bulo, la conspiranoia, la superchería y el fanatismo se extienden como un cáncer por todas partes. Abochorna tener que escuchar en pleno siglo XXI cómo un iluminado grita que quiere ver un virus con sus propios ojos mientras los infectados siguen llegando por miles a los hospitales y centros de salud. 


Pero es lo que hay. Han sido demasiados años de dejación de funciones, demasiados años de gobiernos corruptos e inútiles que han fomentado una educación de baja calidad donde la filosofía era anulada sistemáticamente y donde la ciencia era una maría en los planes de estudio.



 Demasiados años de programas en la televisión basura que como armas de destrucción masiva achicharraban las neuronas del personal y propagaban la estulticia, los valores del dinero y la fama y la desinformación hasta aniquilar todo rastro de cultura y humanismo. 


Demasiados años de tolerancia con movimientos políticos y sociales antidemocráticos, nostálgicos y revisionistas de la historia que se han ido enquistando y que ahora se aprovechan de la necedad del inculto que nunca ha leído un libro, del fanatismo del crédulo religioso y del odio y la rabia contra el sistema del desesperado y el revanchista. 


Todo ello, sin duda, para tratar de llegar al poder e imponer el oscuro y macabro programa de la estupidez y el elitismo totalitario de las clases dominantes.


Ahora que el mal ya está hecho se quiere frenar el terremoto con unas cuantas multas contra unos manifestantes domingueros que nadie pagará. El desastre cultural de Occidente que han provocado los astrólogos, los videntes, los clérigos fanatizados, los antivacuna, los terraplanistas, los parapsicólogos, los negacionistas de la ciencia y de la historia, los posfascistas y otras especies peligrosas ya no tiene vuelta a atrás.


 El mundo de hoy pertenece a los retóricos y charlatanes que no sabrían explicar lo que es un átomo o una galaxia; a los proselitistas de la anticultura y la antidemocracia que se han apoderado de las redes sociales con sus discursos simplones y sus burdas faltas de ortografía; a los influencers que proyectan su burricie infantiloide sin ningún rubor entre anuncios de perfumes y maquillajes que lo petan en Youtube; y a los “cacerolos” y “borjamaris” que cada día se suman en mayor cantidad, como una legión de descerebrados imparables, al gran movimiento irracional y conspiranoico contra un Gobierno que ya nada puede hacer contra una terrorífica distopía sin control. 


Una pesadilla que, como en las mejores novelas de ciencia ficción, ha terminado por hacerse realidad e implantar su lodazal de incultura, griterío, fanatismo y odio.


 Spengler tenía razón. La decadencia de Occidente ya está aquí.  



Manifestaciones negacionistas: la decadencia de Occidente ya está aquí




Exigen responsabilidades y el fin de la opacidad con respecto a la monarquía



 Aragonès, Pontón y Rodríguez insisten en la necesidad de despenalizar el delito de injurias a la Corona, después de que la Fiscalía de la Audiencia Nacional archivara el viernes las denuncias presentadas contra ellos, siguiendo el criterio fijado por  el TEDH de Estrasburgo


Cuatro formaciones políticas del Estado español –la catalana ERC, la gallega BNG, la andaluza Adelante Andalucía y la balear Més per Mallorca– han exigido este domingo responsabilidades y el fin de la opacidad con respecto a la monarquía. Pere Aragonès (ERC), Ana Pontón (BNG), Teresa Rodríguez (Adelante Andalucía) y Neus Truyol (Més per Mallorca) han participado en una reunión abierta, celebrada telemáticamente, que se ha producido dos días después de que la Fiscalía de la Audiencia Nacional archivara las denuncias que se habían presentado contra Aragonès, Pontón y Rodríguez por un posible delito de injurias a la Corona tras sus respectivos comentarios al conocerse la huida de España del anterior jefe del Estado, Juan Carlos I


 La Fiscalía ha seguido el criterio fijado por  el TEDH (Tribunal Europeo de Derechos Humanos) de Estrasburgo, que establece que ese tipo de manifestaciones expresan “un rechazo a la Monarquía como institución” y se circunscriben al “ámbito de la crítica o disidencia política”. 


En este sentido, ERC, BNG, Adelante Andalucía y Més per Mallorca han insistido en la necesidad de despenalizar el delito de injurias a la Corona. Pontón ha calificado de “inadmisible e incompatible con la democracia” que siga existiendo ese delito, y Rodríguez ha criticado que todas las iniciativas para sacarlo del Código Penal hayan sido “bloqueadas” sistemáticamente por PP y PSOE.


Aragonès ha calificado de “absolutamente corrupta y absolutamente cuestionada” la monarquía española, ha criticado la inviolabilidad del jefe del Estado y ha asegurado que “si Juan Carlos I se ha fugado del Estado, es por el consentimiento, el apoyo y la complicidad de Felipe VI”, al que ha pedido su abdicación y del que ha destacado que diversos medios de comunicaciones de fuera del Estado español apuntan a que podría ser beneficiario de los presuntos casos de corrupción de su padre


  “La jefatura del Estado en manos de estas malas prácticas acaba contaminando a los demás poderes: lo vemos en la cúpula del poder judicial, y también en determinados cuerpos del Estado profundo”, ha añadido el dirigente de ERC, que ha recordado asimismo que “el PSOE muchas veces el 14 de abril cuelga banderas republicanas en Twitter, pero a principios de agosto protege la huida de Juan Carlos”. También a ellos “debemos exigir responsabilidades”, ha añadido.


Por su parte, Pontón ha evidenciado la existencia de “muchos pozos negros de una Transición que fue un pacto con el franquismo” y ha asegurado que para “abrir” esos pozos hay que “cuestionar la Monarquía” y defender la democracia, “y democracia significa que no puede haber una institución del Estado que es hereditaria”.




 Además, ha calificado de “vergonzosa” la “operación de huida del Juan Carlos I”, una huida “acordada y planificada con la Casa Real” que evidencia que “en el Estado español no hay interés por la transparencia sino por la opacidad” y “pone más focos” sobre esa opacidad.


 Ante ello, la dirigente del BNG ha reclamado una comisión de investigación para aclarar lo antes posible unos hechos que “son muy graves” y ha avanzado que la formación gallega seguirá “cuestionando la existencia de la Monarquía y denunciando su corrupción” sin amedrentarse por la “extrema derecha”. “No vamos a permitir que nos tapen la boca ni que nos tapen los ojos ante la tremenda corrupción que estamos viendo en torno a la Casa Real”, ha insistido.


Finalmente, Rodríguez ha criticado la posición del PSOE porque “es inamovible al blindaje y a la complicidad” de la monarquía, mientras que Truyol –cuya formación, Més per Mallorca, gobierna Baleares junto a PSOE y Unidas Podemos– ha instado a PSOE y Unidas Podemos a ser valientes y les ha asegurado que tendrán a Més per Mallorca “a su lado” para “hacer frente a esta crisis”


Además, Truyol ha exigido “la abdicación de toda la Casa Real" y ha instado a la Familia Real a devolver “de forma inmediata todo el dinero que nos ha usurpado y robado a todos”, también para ser “solidaria” con las personas que están sufriendo la crisis derivada del COVID-19.




 La Última Hora



domingo, 16 de agosto de 2020

Un curso se recupera, la vida se pierde una sola vez

Un curso se recupera, la vida se pierde una sola vez


Un curso se recupera, la vida se pierde una sola vez


«Lucy» la australopithecus, el primer ser humano conocido como tal, nació de la evolución de cierto primate, fue el primer homínido de hace aproximadamente 3,5 millones de años y desde entonces el ser humano a evolucionado hasta este momento, en un principio fue la subsistencia el motivo de su vida, aprendió hasta tener la capacidad de comunicarse, posteriormente desarrolló herramientas para hacer más fácil la vida, superó adversidades atmosféricas, plagas y guerras, pero aun así siguió evolucionando, demostrando de que somos capaces hasta destruir el planeta Tierra con nuestros inventos y la codicia humana.


Ahora estamos sufriendo una Pandemia desconocida y las medidas que se están tomando son eficaces en mayor o menor medida, no podemos culpar a ningún gobierno de su mala gestión, es la primera vez que ocurre un caso parecido y como ahora las comunicaciones son más fluidas se ha magnificado con todo tipo de opiniones y forma de atajar este problema, incluso mi vecino tiene la panacea, no dudo de su sabiduría, pero es camarero, oye muchas opiniones y elabora la propia, ya no hace caso a los expertos en Medicina, Virólogos, Científicos, estos sobran, pues han sido superados por la estupidez de los ignorantes.


Hablemos de España.lLa Pandemia nos llevó a un gran y buen confinamiento, sólo podían trabajar las personas esenciales, cerraron todo tipo de comercios, grandes empresas, Colegio y Universidades.


 En parte se pudo aminorar el estrago, al cabo de unos meses ciertos partidos políticos, defensores de la economía de sus jefes más que en la vida de los empleados, sus vecinos, muy bien pregonadas por los medios audiovisuales o prensa al servicio del Capital. 


La presión mediática pudo sobre el gobierno relajando poco a poco el confinamiento, hasta abrir las puertas a la tropelía de la mal llamada Industria del Ocio Vacacional y Nocturno.


Se abrieron las puertas a los Tours Operadores, dueños de la mayoría de los Hoteles de España, sin ningún tipo de restricciones, pero algunos si tenían con los españoles.


 Llegaron los rebrotes en hacinamiento de los temporeros, la movilidad interior y exterior, el ocio nocturno, incluso hay países que se avergüenzan del comportamiento de sus conciudadanos en sus destinos vacacionales.


Pero queda la vuelta al Cole, cada autonomía lo trata según sus criterios, pero es el Gobierno quien debe marcar las pautas para todo el Estado.


No soy experto ni hablo de oídas, pero según criterios de responsables de la Salud, dicen que los menores de 6 años son potencialmente transmisores siendo mayormente Asintomáticos, si es así, hay un gran problema en los preescolares, son demasiado pequeños para comprender, lo tocan todo, se llevan las manos a la boca continuamente, son una fuente de trasmisión muy directa, incluso hasta los 12 años hay que tener cuidado, establecer normas que puedan fácilmente cumplirse, como separación en aulas, evitar los recreos, y si es necesario acortar el horario de las clases para establecer turnos, apoyar por vía telemática la enseñanza, igual en los Institutos, ya las Universidades lo están estudiando y saben que puede ser viable. 


Habría que contratar más profesorado para dicha tarea, también informáticos para exponer y plantear los trabajos y estudios, con el profesorado solo para corregir y hacer un seguimiento más directo con los más atrasados, la enseñanza así no será la misma, lo sé. 


Posiblemente sea necesario que repitan curso algunos alumnos, es difícil estudiar sin la disciplina y el método habitual, pero esa repetición en este caso no debe quedar en el historial académico. 


Un curso se recupera, la vida se pierde una sola vez, y la vida de los seres queridos en nuestro entorno es más importante, y merece la pena la espera académica.



 José Enrique Centén




Murió Mercedes Barcha, viuda de Gabriel García Márquez

Mercedes Barcha junto al Gabo

 
Mercedes Barcha, viuda del nobel colombiano de Literatura Gabriel García Márquez, murió este sábado en Ciudad de México a la edad de 87 años , confirmaron fuentes de su familia.


El fallecimiento de Barcha, llamada cariñosamente "La Gaba", fue confirmado a Efe por Gabriel Torres García, sobrino del nobel, fallecido el 17 de abril de 2014 también en Ciudad de México.


"No sabemos mucho pero sí podemos confirmar la veracidad de la noticia. Uno de los hijos le contó a una hermana que vive en Cartagena y los familiares nos enteramos enseguida", expresó Torres García.


Por su parte, la Fundación Gabo, creada por el Nobel colombiano manifestó: "Mercedes Barcha falleció en la mañana de este sábado, 15 de agosto, en su residencia en Ciudad de México, donde se estableció con Gabo en 1981. Tenía 87 años".


La Fundación recordó que Gabo y Mercedes se casaron en 1958 en Barranquilla y "fruto de su matrimonio nacieron Rodrigo García Barcha, destacado director de cine y televisión   y Gonzalo García Barcha, diseñador, pintor, tipógrafo ilustrador y editor de libros, licenciado en Bellas Artes de la Parsons School of Design en Nueva York".


"La Fundación Gabo, su director general, Jaime Abello Banfi, y su Consejo Rector lamentan profundamente el fallecimiento y acompañan en este momento de enorme tristeza a la familia y allegados de Mercedes Raquel Barcha Pardo, viuda de su fundador, el nobel de literatura colombiano Gabriel García Márquez, y madre de Rodrigo y Gonzalo García Barcha, miembros de su Junta Directiva", agregó la institución.

El amor eterno de Gabo


Mercedes Barcha Pardo nació el 6 de noviembre de 1932 en Magangué, en el departamento caribeño de Bolívar, y tenía ascendencia egipcia por línea paterna.


Barcha fue el complemento perfecto de la dedicación de su esposo a las letras, pues según relató alguna vez Jaime García Márquez, hermano del Nobel, fue su "brazo derecho" no solamente por estimularlo "sino por manejar de verdad la economía".


Y citó como ejemplo una de las anécdotas más entrañables en la historia de la pareja: el empeño de las joyas familiares de Mercedes para permitir que García Márquez pudiera encerrarse a escribir "Cien años de soledad".


"Esa novela es hechura de Gabito, pero con ayuda de Mercedes por tantas cosas", señaló Jaime García Márquez.


El propio Gabriel García Márquez recordó en una entrevista que cuando terminó el libro él y su esposa lo llevaron al correo con la intención de enviarlo a la editorial en Buenos Aires.


"Eran 700 páginas, entonces lo pesaron y dijeron que costaba 83 pesos de México a la Argentina. 


Y Mercedes me dijo, no tenemos sino 45. Mira es muy fácil: partí el libro por la mitad y le dije: 'péseme este libro hasta 45 pesos'. Pesaron hasta 45 pesos y estaban hojas como quien corta carne. 


Cuando llegó a 45 pesos agarré esas hojas, las envolví y las mandé y nos quedamos con el resto", dijo.


Agregó: "Entonces nos fuimos a la casa y Mercedes sacó lo último que faltaba por empeñar, que era el calentador que yo usaba para escribir -porque yo puedo escribir en cualquier circunstancia menos con frío-, el secador que usaba para la cabeza y la batidora, se fue con eso al Monte de Piedad y le dieron unos 50 pesos".


Relató que regresaron "con el resto de la novela al correo, la pesaron y dijeron: 'cuesta 48 pesos'".
"Mercedes pagó sus 50 pesos, le dieron dos vueltos y yo me di cuenta de que cuando salimos del correo estaba verde del encabronamiento y me dijo: 'Ahora lo único que falta es que esta novela sea mala'", contó Gabo en una ocasión sobre las vicisitudes de su obra cumbre antes de alcanzar el éxito.
 

Lamenta Casa de las Américas fallecimiento de Mercedes Barcha

 

  

La Casa de las Américas lamentó hoy en esta capital el fallecimiento a los 87 años de Mercedes Barcha, viuda del célebre escritor colombiano Gabriel García Márquez.


A través de un mensaje en la red social Twitter, la institución cubana recordó que su presencia en la Casa siempre junto al Gabo, es muy recordada. Llegue a Rodrigo y a Gonzalo, sus hijos, a familiares y amigos, nuestro abrazo.


El deceso de la compañera de vida del Premio Nobel de Literatura acaeció en la Ciudad de México y fue confirmado por los familiares de la conocida como La Gaba, quien secundó durante 56 años al autor de Cien años de soledad.


En vida, Barcha contribuyó a la difusión de la obra de García Márquez y realizó la donación de gran parte de su colección personal, que comprendía primeras ediciones de toda su producción literaria y periodística, contentiva de más de dos mil ejemplares de 45 títulos traducidos a 43 diferentes idiomas.



 Murió Mercedes Barcha, viuda de Gabriel García Márquez




sábado, 15 de agosto de 2020

La industria de la moda contra la naturaleza: “Solo reaccionarán si el cliente lo manda”

industria de la moda
 Ropa en la basura.


  • “Cuando compras ropa sostenible, no es que sea mas cara, la otra cuesta explotación laboral y costes medioambientales”, indica Gema Gómez (Slow Fashion Next)
  • La industria de la moda emite el 10% de las emisiones de CO2, mucho más que los sectores del transporte marítimo y aéreo juntos, según un informe del Banco Mundial
  • “Comprar es una manera de votar, con lo que compras decides quien gobierna el planeta", indica Celia Ojeda (Greenpeace)


Después de seis años trabajando en un instituto de tendencias en Francia, Gema Gómez comenzó a trabajar para dos grandes empresas de moda en Madrid. Su nuevo trabajo la llevó a viajar a Asia y allí descubrió que la industria que le apasionaba tenía una cara muy oscura.


 Un día observó una extraña espuma que cubría el río de una zona de fábricas: eran los restos de los productos químicos que se usaban. En otra ocasión, un compañero le advirtió de una fábrica en la que había menores trabajando.


 Aquello no casaba con sus valores y decidió darle un vuelco a su carrera: así fundó Slow Fashion Next, una iniciativa pionera en difundir la moda sostenible en nuestro país.


La fast fashion (moda rápida) es una idea moderna creada con orgullo por la industria de la moda, pero que es voraz y feroz contra el medio ambiente. Es ropa barata, de peor calidad y que consumimos mucho más.


 Si en el año 2.000 se fabricaban 50.000 millones de prendas al año, veinte años después se fabrica el doble, según el Banco Mundial.


El coste medioambiental a pagar es muy alto. Para producir unos vaqueros se necesitan como mínimo unos 3.000 litros de agua, para producir unas zapatillas unos 4.400 litros. Sin embargo, durante el año 2.000 y el 2015 ha disminuido un 36% el tiempo de uso que le damos a las prendas antes de tirarlas. 


Por ejemplo la ciudadanía española consume 34 prendas y tira entre 12 y 14 kilos de ropa al año, según un informe de la Asociación Ibérica del Reciclaje Textil (Asirtex) de 2017.


La industria de la moda emite el 10% de las emisiones de CO2 en todo el mundo, mucho más que los sectores del transporte marítimo y aéreo juntos, también según un informe del Banco Mundial. Si es la industria es tan perjudicial para el planeta es porque degrada el medioambiente a muchos niveles. 


Por un lado, contamina aire y agua y esquilma los recursos hídricos, pero además emite grandes cantidades de carbono por su traslado a occidente desde los países asiáticos donde se deslocalizaron hace dos décadas las fábricas de producción.


Otro gran problema medioambiental es qué hacer después con la cantidad ingente de prendas que se fabrica, muchas de las cuales aguantan pocos lavados antes de romperse. En España no se recicla ni el 10% de la ropa y en Europa apenas se recicla el 25% de los recursos textiles.


 “Deshacernos de la ropa es muy contaminante, como no la reciclamos o la reutilizamos, la quemamos o la tiramos en vertederos, es decir, o emitimos CO2 o filtramos plásticos y microplásticos al medioambiente”, indica a cuartopoder Celia Ojeda, coordinadora del programa de consumo de Greenpeace.


Estas empresas tienen una gran voracidad. Sus modelos de negocio están basados en la venta masiva y buscan mecanismos para forzarla. Tienen colecciones nuevas todas las semanas en las tiendas.


 Las prendas están hechas por el trabajo esclavo y cada vez por menos personas porque la industria se está robotizando”, explica Gómez. “Cuando compras ropa sostenible, no es que sea más cara, es que la otra está hecha con explotación laboral y costes medioambientales”, añade la fundadora de Slow Fashion Next.

Algunos cambios, aunque no son suficientes


Uno de los motivos por los que la industria local desplazó su producción a los países orientales hace cerca de dos décadas fue el llamado reglamento REACH (Registro, Evaluación, Autorización y Restricción de Productos Químicos), que restringía el uso de sustancias químicas tóxicas y cancerígenas en la industria europea. 


Desde entonces, algunas empresas han cambiado sus prácticas en el manejo de químicos, aunque de forma insuficiente. “Una empresa como Inditex puede tomar medidas en su producción, pero no controla a la empresa que les produce la tela, que a su vez produce también para otras marcas”, pone como ejemplo Ojeda.


Con la intención de terminar con la contaminación textil en ríos y océanos, Greenpeace impulsó hace casi una década la campaña 'Detox'. 


Hace dos años decidieron comprobar los avances que se habían producido en la industria y, aunque 80 marcas comprometidas con la causa habían registrado algunos avances, concluyeron que el 85% de las empresas textiles siguen suspendiendo el examen de sostenibilidad


 “Han avanzado con los compuestos químicos que utilizan, pero ahora meten más poliéster, un derivado del petróleo, que se filtra con mayor facilidad al medioambiente, con cada lavado”, explica Ojeda.


Por otro lado, en la UE algunos países han dado pasos para poner cotas medioambientales a la industria. En 2018 se generó una gran polémica al revelarse que marcas como H&M y Burberry quemaban toneladas de ropa que no podían vender, una práctica muy contaminante. 


En febrero de este año, Francia ha aprobado una ley que prohíbe a los fabricantes destruir los productos no vendidos, además de acotar lo que se conoce como 'greenwashing', es decir, que las marcas vendan productos como biogradables o respetuosos con el medioambiente cuando no lo son. 


Hay modificaciones legislativas quizás pequeñas, localizadas en determinados países, pero que muestran la senda del cambio.

¿Cómo se puede producir el cambio hacia la sostenibilidad?


Cuando García creó la iniciativa Slow Fashion Next en 2011 recuerda que no aparecía nada en Google en España al buscar “moda sostenible”. Entonces creó este proyecto para ayudar a las empresas de ropa a tener toda la información y hacer el cambio hacia la sostenibilidad con la mayor rapidez posible. Durante ocho años han celebrado unas jornadas de moda “lenta” y en septiembre lanzarán un directorio con 130 marcas para impulsarlas.


 El reto es hacer accesible a la ciudadanía las marcas que son respetuosas con el medioambiente, pero que muchas veces no son tan visibles.


Pero sobre todo hace falta un cambio en la mentalidad de los consumidores. “Podemos vivir sin otros zapatos u otro abrigo, pero si no hay hummus en la tierra nos vamos todos al garete”, resume García.


 “Las empresas solo van a reaccionar cuando el cliente lo mande”, asegura. Por su parte, Ojeda cree que deben ir de la mano el cambio de comportamiento de los clientes y los cambios legislativos que acoten las malas praxis de la industria. “Comprar es una manera de votar, con lo que compras decides quien gobierna el planeta.


 ¿Quieres que sea una multinacional o un comercio local y una marca de moda de slow fashion que además fija empleo en tu zona?, resume.


En el debate se suele además incorporar la cuestión de clase. ¿Puede la mayor parte de nuestras sociedades occidenatales precarizadas permitirse comprar marcas más caras? La respuesta sería que sí, porque la industria nos engaña y en realidad es más económico comprar menos y de mayor calidad.


 “La verdad es que comprar cinco camisetas por 10 euros, que solo te van a aguantar unos pocos lavados, no sale rentable”, indica Ojeda. “La realidad es que la gente viste muy mal, vamos vestidas con trapos, de corte industrializado. 


Nuestras abuelas vestían mejor, con menos prendas, pero que les sentaban perfectamente.


 Se trata de que hemos comprado un modelo de vestir que genera muchísimo daño a nivel medioambiental”, añade García.



 La industria de la moda emite el 10% de las emisiones de CO2 en todo el mundo. 






JUAN CARLOS I Y LOS OJOS DE SUECIA




Cuando se afirma que la monarquía no es incompatible con la democracia y se esgrimen ejemplos como el de la monarquía sueca, se apunta a un argumento razonable. Se trata del último baluarte defensivo de los partidarios del trono, y merece la pena comprobar su consistencia. Desde él, la cuestión consiste en establecer hasta qué punto nuestra monarquía concreta se parece – jurídica, histórica e incluso genealógicamente – a esa monarquía y a las de otros Estados que también suelen citarse, como Noruega u Holanda. Y hay diferencias palpables.


Aunque las mismas se encarnan en una misma realidad – en una misma familia, de hecho -, pueden deslindarse a efectos analíticos cuatro grandes categorías. Una es institucional: carencias democráticas. Otra es histórica: deslegitimación de origen. Otra es política: exceso de nacionalismo español. La última es moral: la corrupción de Juan Carlos I. Esta última, además, se extiende hasta configurar cierta institucionalidad blanda, pero omnipresente. Vayamos por partes.


La concreta configuración institucional de la monarquía adolece, en el texto de 1978, de manifiestas impurezas cuando se la contrasta con requisitos básicos de la teoría de la democracia. Que el Rey disponga del “mando supremo de las Fuerzas Armadas” (art. 62) constituye una rémora del absolutismo inaceptable hoy en día. Que sea el Rey – y no los propios partidos, a través de la presidencia del Congreso o de cualquier otro cauce - quien proponga, según establece el 99, al candidato a presidente del Gobierno carece de justificación democrática.


 Que en pleno 2020 se mantenga en un texto constitucional europeo la cuasi ley sálica consagrada en el artículo 57 - se preferirá “el varón a la mujer” – supone una aberración. Es sencillamente incomprensible que todos esos artículos permanezcan hoy vigentes, porque los tres violan principios básicos del abc democrático. No se trata de derecha e izquierda, se trata de que, si alguien defiende alguno de los tres, no puede hacerlo desde el espacio de la democracia.


La restauración histórica de la monarquía en 1969 se llevó a cabo por decisión de Franco y se fundamentó en la victoria “del 18 de julio”. La corona nació como institución de una mitad de los españoles frente a otra. Esa mácula de origen fue luego expiada con la aprobación popular de la constitución, primero, y con el relato triunfante del papel jugado por el Rey durante el golpe de estado de 1981, después. La monarquía logró así superar su indudable ilegitimidad de origen, y a partir de los 80 el rey pasó de ser el “rey de unos” a convertirse en “el rey de todos”. Pero las marcas de nacimiento asoman en cada crisis.


Tanto los posicionamientos de los líderes de Vox, PP y Ciudadanos como lo que las encuestas nos dicen sobre sus votantes evidencian que el rey sigue siendo considerablemente más valorado por la derecha que por la izquierda. La estima por la monarquía cae a plomo entre los jóvenes, y entre los mayores de 40 no es capaz de superar la divisoria izquierda/derecha. Se trata de una deriva preocupante, porque la monarquía solo subsistirá mientras no sea considerada una institución de parte.


La pregunta sobre cuántas naciones hay en España no puede responderse desde ninguna atalaya teórica. Pero desde la realidad electoral que marcan las urnas – desde hace más de 100 años, y cada vez que se permiten – es indiscutible que millones de ciudadanos se consideran, en mayor o menor grado, parte de otras naciones diferentes a la española. La monarquía puede atender a esa realidad empírica – en la línea defendida tradicionalmente por Herrero de Miñón - o defender, por el contrario, la tesis de la única nación española. El actual Rey dejó clara su apuesta por esta última en su discurso del 3 de octubre sobre el procés catalán. Un movimiento que recuerda mucho la estrategia del PP: sacrificar Cataluña para ganar en el resto de España.


 Pero la monarquía no es un partido político. Su semántica es otra, y todo apunta a que Juan Carlos la entendía mejor que su hijo. Que los sectores más a la derecha del espectro político no dejen de alabar ese movimiento - y que lo comparen nada menos que con el relato oficial del papel del Rey durante el Golpe de Tejero – es comprensible porque, como buenos nacionalistas, esos sectores no ven la pluralidad nacional como una opción política, sino como una traición moral. Llevan mucho tiempo intentando – y en parte logrando – que en el imaginario social se confundan las expresiones “nación” y “constitución”. Felipe VI sabrá si es el canto de sirena que le conviene seguir escuchando.


Es en este contexto, por lo demás, en el que seguramente se ha de entender la eterna negativa a permitir un referéndum sobre la monarquía. Ni siquiera optaron por ello en los años en los que la popularidad de Juan Carlos hubiera garantizado una victoria segura. Se trata de una posibilidad que muchos continúan solicitando sin entender bien el tipo de país en el que vivimos. Ciertamente, una consulta popular otorgaría una legitimidad indiscutible a una magistratura vitalicia. Pero España no es un país sencillo: aunque se lograra la victoria en el conjunto de España (algo que hoy está por ver), el precio consistiría en dejar patente el probable fracaso de la opción en el País Vasco y en Cataluña.


 Y, entonces, ¿cómo te presentas como Rey de todos en esos territorios? Nada tiene de extraño que el título del monarca fuera, en otros tiempos, el de “Rey de las Españas”: salvando todas las distancias, aquello era una monarquía “plurinacional”, tal y como lo es la república que se propone como alternativa a lo que hay. En Zarzuela saben que les conviene seguir blandiendo el referéndum constitucional de 1978 – en el que la monarquía iba incrustada en la opción “democracia”, que era lo que en realidad se votaba – como remedo de aval popular directo.


Los indicios de las prácticas corruptas de Juan Carlos I son cuantiosos, y lo son desde el principio de su actividad política, durante el franquismo (1977: dinero del Sha de Persia; 1979: Centeno y las comisiones por petróleo; años 80: casos De la Rosa, Colón de Carvajal, Mario Conde). Larsen parece ser solo un hilo suelto en una trayectoria de décadas, una trayectoria que explica que el New York Times publicara en 2012 que su fortuna personal se estima en unos 2000 millones de euros. Una hebra de toda esa tela parece estar ya en los juzgados – si España no hace nada, Suiza activará los mecanismos del Estado de Derecho - y tendrá su trayectoria judicial. Pero el problema no es tanto la suerte penal de Juan Carlos I como la inusitada y voluntaria ceguera que nuestro sistema político, mediático y judicial ha demostrado – y sigue demostrando – al respecto.


Es un lugar común afirmar que el hecho de que la transición desde la dictadura a la democracia fuera pactada supuso ciertos peajes. No se purgaron las fuerzas armadas, ni las fuerzas de seguridad, ni la judicatura. Pero hay otra cosa, más difusa, que tampoco se purgó. Durante el franquismo la mixtura entre los negocios y lo público era de tal entidad que ni siquiera se percibía como corrupción. Era el orden natural de las cosas, “el Estado” como “lo stato”, en el sentido italiano original de “lo establecido”, “lo que es”. Berlanga atrapó con sus películas esa realidad chabacana y gris en la que empresarios y ministros hacían negocios en cacerías.


 Ese enjuague caciquil tampoco se purgó: los partidos políticos de la naciente democracia se lo encontraron al acceder al poder y sencillamente se acoplaron. Nada tiene de extraño que los dos partidos que acabaron en 2015 con el bipartidismo denunciaran con ahínco ese estado de cosas al que denominaron “capitalismo de amiguetes”.  Vox, otro partido nuevo, esgrime igualmente la lucha contra la corrupción como marca de distinción. Hoy tan solo descubrimos que la cabeza del Estado de esos años también, según cabe presumir, cobraba comisiones. Pujol amenazó con que las ramas del árbol irían cayendo de una a una. Pues bien, ya hemos llegado a la copa. El árbol está desnudo… pero todo sigue como si nada.


Volvamos a Suecia. Allí los jóvenes no recuerdan ningún caso de corrupción reciente. El rey no tiene una máquina de contar dinero en palacio, ni necesitará salir del país si decide abdicar. Los empresarios no le regalan yates. No es jefe del ejército. Carece de acceso privilegiado a la agencia sueca de inteligencia. No goza de inviolabilidad absoluta (esto es: extendida también – según raudos exegetas – a los delitos penales, algo que carece de parangón legal a no ser que nos remontemos a las satrapías míticas de la antigüedad).


 Allí la corte también es diferente: nadie confunde el hecho de ser monárquico con la inaudita pleitesía mojigata, aceitosa y completamente vacía de todo contenido que exhiben aquí los aduladores del trono, que son, no por casualidad, los sectores más vinculados al nacionalismo español o los más beneficiados por el capitalismo de amiguetes.  Allí ser partidario de la dinastía reinante supone criticar al rey cuando este se salta las más elementales normas morales de comportamiento, no dedicarse a tapar todas las irregularidades y a tildar de traidor a quién se atreve a señalarlas.


Así que sí: cuando se afirma que la monarquía no es incompatible con la democracia y se esgrimen ejemplos como el sueco, se apunta a un argumento esencialmente cierto. Pero precisamente por ello se ha de apurar la copa hasta las heces. El debate quizás no sea tanto la forma del Estado – república o monarquía –, como la forma concreta de esta monarquía concreta.


Constitucionalmente, la configuración institucional de la Corona necesita democratizarse para parecerse más a Suecia. Y, dinásticamente, la familia que ocupa el trono necesita también que sus soberanos – que somos nosotros - la empecemos a mirar con ojos mucho más suecos.


Sabemos que Don Juan tenía dinero en Suiza. Que la infanta Cristina firmaba - sin enterarse, según concluyó sagazmente nuestro independiente Poder Judicial - papeles corruptos. Que el Secretario de la Casa Real estaba al tanto. Que Juan Carlos recibía millones y millones de jeques árabes y pagaba millones y millones a comisionistas internacionales. Que su hermana Pilar mantuvo una cuenta en el paraíso fiscal de Panamá durante las fechas exactas de su reinado.


 Que durante décadas el Rey desembarcaba en sus visitas internacionales rodeado de un berlanguesco séquito empresarial de incierto, por decirlo suavemente, encaje lógico-constitucional. Que el New York Times, el periódico más prestigioso del planeta, estimó la fortuna personal del emérito en unos 2000 millones de euros. Sea esa la cantidad, sea mayor o sea menor, sabemos que existe. Solo en la Fundación Lucum aparecían 100 millones.


¿Es mucho exigir que se nos informe del montante? ¿Es mucho preguntar quién va a heredar ese dinero? Si no es Felipe, ¿heredarán entonces las hijas? ¿Los nietos? Es brutal: todos los posibles heredereros de ese dinero corrupto aparecen citados en la Constitución, en su artículo 57, por su primer apellido. ¿Piensa el actual monarca darnos algún tipo de explicación? ¿De veras no va a ir nada a la hacienda de los españoles, a pagar hospitales y escuelas?


 Y, sobre todo, ¿por qué este extraño silencio entre nuestros representantes? ¿No son estas las preguntas obvias que deberían hacerse todos los partidos, de Vox a Podemos? No tiene nada que ver con el hecho de que sean monárquicos o republicanos, de derechas o de izquierdas, clásicos o transversales: tiene que ver con la más elemental concepción de lo que significa “democracia”. Ya no quedan ramas por caer, pero en ciertos sectores “lo stato” sigue vigente… ¿hasta cuándo?



 https://www.eldiario.es/opinion/tribuna-abierta/juan-carlos-i-ojos-suecia_129_6164526.html




EE.UU. dirigió y modeló el proceso electoral dominicano

 Miembro de la OEA ofrece declaraciones sobre la suspensión de las elecciones municipales



EE.UU. dirigió y modeló el proceso electoral dominicano



La dictadura constitucional corrupta y dependiente de EEUU, a cargo del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), se agotó en su último cuatrienio; luego de 20 años de ejercicio gubernamental: 1996-2000 y 2004-2012, presidida por Leonel Fernández; y 2012-2020, por Danilo Medina.


Se agotó a consecuencia de un repudio popular de calle que por momentos amenazaba con llevársela de paro junto a todas las instituciones corrompidas bajo su control.


Se agotó sin caerse, pero de todas maneras intentaba continuar a cualquier precio, vía re-postulación del presidente de turno: su carta de mayor fuerza dentro de sus profundas debilidades y evidente decadencia.
  

 A consecuencia de ese empecinamiento, asomaba el riesgo de un enorme trauma político y una desestabilización del sistema de dominación imperialista impuesto al país y profundizado en el marco de la recolonización neoliberal.

ACTIVACIÓN DE LA INTERVENCIÓN DE EE.UU. Y EL ROL DE POMPEO


En la lógica imperial había que apagar las calles encendidas por el Movimiento Marcha Verde  y el auge de las luchas por el fin de la impunidad, potenciando en su defecto el cauce electoral bajo su tutela; y pudo lograrlo, a través de una fuerte intervención y  múltiples influencias de la USAID, su Embajada y la partidocracia opositora dependiente del Departamento de Estado.


El SUPER-CÍA, Mike Pompeo, estuvo a cargo de las diferentes fases de esa operación dirigida a un cambio de gobierno sin alterar la recolonización; más bien aireándola con nuevos rostros y estilos, y cooptando a su manera las demandas anti-corrupción y anti-impunidad, para luego profundizar y renovar hábilmente la dominación imperialista en estos tiempos COVID 19.


Pompeo, que asistirá a la ceremonia de cambio de mando, evidentemente seguirá a cargo de la próxima fase del plan, hasta que sucumba la Administración Trump; lo que tampoco modificará el nuevo proyecto anti-nacional a canalizar a través del nuevo gobierno dominicano.

 

EL RECAMBIO TRIUNFÓ


El desplazamiento electoral de PLD ha sido consumado -previo fraccionamiento orgánico que lo dislocó e imposibilitó competir para imponerse- y contó con la ayuda del Secretario de Estado de EE.UU y su famosa llamada telefónica vetando la reelección del Presidente Medina a tono con un gran sentimiento nacional; seguida, claro está, de múltiples señales a favor del bloque opositor encabezado por el Partido Revolucionario Moderno (PRM) y su candidato-empresario Luis Abinader, hoy presidente electo.


La bendición, no solo de la actual Administración estadounidense, sino del gobierno profundo de esa súper-potencia decadente, cambió de sujeto político por conveniencias obvias, con todas las garantías de subordinación a sus designios de parte de la opción de relevo.


El  programa de política exterior del PRM parece hecho en la Casa Blanca: renuncia al principio de no intervención, apoyo al TIAR contra procesos soberanos, reconoce a Guaidó como seudo-presidente de Venezuela acompañado  de una agresividad extrema frente al proceso bolivariano y sus aliados; discreta todavía su hostilidad contra Cuba, por sus costos políticos.


En fin, el PRM hace causa común con la política del stablishment estadounidense contra nuestros pueblos y su alta dirección no tolera ni siquiera un saludo protocolar al Foro de Sao Paulo.


El Canciller designado fue Embajador en la OEA y es un abanderado de esa política re-colonizadora.
El asesor del presidente electo en el capítulo de seguridad ciudadana es el ex -alcalde de NY, Rudolf Giuliani.


El Gobernador del Banco Central será el mismo personero de la política monetarista que ha ejercido el cargo por más de tres décadas a tono con la estrategia neoliberal y con los intereses del bloque social dominante.


El Ministro de Hacienda está cortado por las mismas tijeras.


El Grupo Vicini -el más poderoso del país y el más articulado al gobierno profundo y al poder permanente de EE.UU- gravitará con fuerza sobre el nuevo gobierno y cuenta ya con posiciones claves al interior del mismo; que, por demás ha sido conformado como un gobierno fundamentalmente de empresarios y tecnócratas, la mayoría capaces, pero funcionales al capitalismo dependiente y al maltrecho neoliberalismo de estos tiempos; salvo aquellos, que sin poder de decisión, con una visión socialmente más avanzada y mayor sensibilidad, son proclives a recomendar políticas públicas con rostro humano, algunas de las cuales inicialmente podrían ser acogidas, dado lo dramático del momento actual.


Forma parte de la tradición del PRM, su actitud complaciente frente a la minería destructiva, que ahora está siendo presentada como imprescindible para la “recuperación” económica; mientras la inminente línea de endeudamiento externo será tutelada por el FMI y el BM.

POMPEO VIENE A CELEBRAR Y PAUTAR EL RECICLAMIENTO ESTATAL


Pompeo triunfó por el momento y viene a celebrar y a pautar perspectivas, lo que no excluye una inteligente manipulación del tema corrupción e impunidad, junto a una restructuración del Estado que lo despoje de todo lo que ya es imposible sostener, así como de procedimientos, ineficiencias y cargas sumamente desacreditadas y costosas.


La dominación obligatoriamente tiene que renovarse y “rejuvenecerse”.


Como estaba, era insostenible; y lo viejo descartable y podrido, incluido algunos de sus personeros más repudiados, habrán de ser sacrificados e incluso judicializados


El sistema decadente requiere cada cierto tiempo lavarse el  rostro y reducir la mugre estatal; no así alterar un capitalismo dependiente y copartícipe de un proceso de gansterización y descomposición del sistema capitalista-imperialista occidental, que habrá de producir nuevas infecciones.









viernes, 14 de agosto de 2020

Una investigación destapa las vejaciones postmortem contra las mujeres durante el franquismo

Personal técnico trabajando en la exhumación de la fosa común de Pico Reja, una de las mayores fosas del franquismo, ubicada en el cementerio de San Fernando, en Sevilla. María José López / Europa Press
 Personal técnico trabajando en la exhumación de la fosa común de Pico Reja, una de las mayores fosas del franquismo, ubicada en el cementerio de San Fernando, en Sevilla. María José López

    

La violencia específica ejercida sobre el cuerpo de las mujeres estuvo basada en el fin purificador del franquismo y la política de deshumanizar a las mujeres antifascistas.




La arqueóloga, antropóloga forense e investigadora de la Universidad de Ámsterdam y de la Universidad de Extremadura Laura Muñoz-Encinar ha expuesto en su tesis Descubriendo la represión de género: un análisis de la violencia sufrida por las mujeres durante la Guerra Civil y la dictadura de Franco en el suroeste de España, como durante la Guerra Civil y la dictadura, miles de mujeres fueron vejadas, violadas, torturadas y asesinadas, y a diferencia de los hombres, sufrieron además otro tipo de represión de carácter sexista incluso después de la muerte por ser mujeres.


La antropóloga forense ha realizado un análisis basado en historias de mujeres víctimas, que sufrieron humillaciones físicas y psicológicas, y en fosas comunes con cuerpos de mujeres. Argumentando que las diferentes represiones fueron motivadas por la percepción de las mujeres como ciudadanas de segunda clase y por tanto inferiores a los hombres. 


Testimonios orales y archivos históricos han documentado multitud de acciones represivas asociadas al género: se ejercía una posición dominante contra ellas en base a descalificaciones y amenazas para establecer una superioridad masculina. En su cuenta de Twitter Laura Muñoz-Encinar recoge parte de su tesis. 


La investigadora explica que ideólogos franquistas, como Vallejo-Nájera,  "consideraban a las mujeres seres inferiores y volubles, que hacían uso de las revoluciones sociales para dar rienda suelta a sus latentes apetitos sexuales, convencidos de su crueldad, perversidad innata y criminalidad natural".


Para los franquistas el feminismo y las políticas de igualdad introducidas durante la Segunda República caracterizaban "la creciente corrupción de la mujer, castigadas por actuar de forma impropia a su género hasta el punto de que roja adquirió el significado de no-mujer", añade. 


Esta superioridad y valoración subordinada del género femenino fomentó los castigos como consecuencia de su actividad política durante la República o porque eran esposas, madres y hermanas de republicanos.


Las investigaciones se han llevado a cabo a través de exhumaciones de fosas comunes que han aportado datos sobre los centenares de mujeres de las que no existe registro documental. 

Tortura para "expulsar al comunismo de sus cuerpos"


Los distintos tipos de castigo podían ser físico, a través de la ejecución, tortura y violación primero durante la guerra y luego en las cárceles de Franco, y psicológico, exponiéndolas públicamente con el cabello rapado y desnudas o semidesnudas, tras haber ingerido aceite de ricino, con el objetivo simbólico de "expulsar al comunismo de sus cuerpos".


"Durante la ocupación militar numerosas mujeres fueron violadas y ejecutadas", en muchas ocasiones embarazadas, como en Llerena o en Fregenal de la Sierra. 

La vejación continuaba después de la muerte


En ocasiones, la vejación de las víctimas continuaba tras la muerte. Varias mujeres fueron enterradas desnudas entre dos varones, con un alto componente simbólico. Paralelamente, en áreas de retaguardia numerosas mujeres eran "paseadas y enterradas en fosas en cunetas o sacadas de las cárceles en la que habían permanecido sin ninguna garantía procesal".


"En las fosas hemos encontrado un patrón distinto sobre cómo acaban los hombres y las mujeres dentro de un mismo depósito. Generalmente, las mujeres fueron las últimas en ser introducidas dentro de las fosas y se solían depositar en la misma área".


 
Disposición de una fosa. / Laura Muñoz-Encinar

Tras la guerra muchas mujeres confiaron en las palabras de Franco y volvieron a sus pueblos, pero fueron detenidas de forma inmediata, como la maestra Matilde Morillo, al descender del tren con sus hijas. 


Torturada, violada y ejecutada. "Su cuerpo permanece aún desaparecido. Al amanecer los perpetradores regresaron con el abrigo de Matilde en la punta del fusil a modo de bandera, como si de un trofeo se tratase"


 Fotos de Matilde Morillo / Laura Muñoz-Encinar
 Fotos de Matilde Morillo


En el caso de Matilde y de otros tantos cuerpos hallados, Muñoz-Encinar tuvo un gran problema: la identificación de las víctimas.


 Puesto que en múltiples ocasiones no hay registro alguno de las personas ejecutadas, así como tampoco del lugar donde fueron enterradas, la posibilidad de reconocer a las víctimas se vuelve remota.


 "Con Matilde, hay una clara intención de ocultar su violento destino en la documentación oficial. Esto es también el caso de muchas otras víctimas de la 'justicia de Franco'".


"El porcentaje de mujeres asesinadas es inferior al número de varones. La violencia específica ejercida sobre el cuerpo de las mujeres estuvo basada en el fin purificador del franquismo y la política de deshumanizar a las mujeres antifascistas", explica la antropóloga. 


En relación a la arqueología, las pertenencias personales registradas en fosas comunes incluyen artículos relacionados con actividades e identidades profesionales relacionadas con la mujer. 


Algunas mujeres de las fosas comunes les faltaban algunos elementos de la ropa y las joyas. 


Estas pertenencias personales probablemente se perdieron durante el maltrato al que fueron sometidas las mujeres antes de ser asesinadas, en el que el abuso sexual fue recurrente, o como significado simbólico, por ejemplo el caso del abrigo de Matilde Morillo en Castuera, podrían haber sido retirados de las víctimas y utilizados como trofeo por los perpetradores.


La investigadora Laura Muñoz-Encinar, concluye su tesis con una cita del libro Individuas de dudosa moral: la represión de las mujeres en Andalucía, de Pura Sánchez: "Las mujeres eran consideradas como un cuerpo, un territorio donde los hombres proyectaban sus deseos de victoria o dominación. 


La materialización de esta violenta represión hizo visible simultáneamente, en un mismo gesto, la victoria de los vencedores y la sumisión de los derrotados".




 
 
 
 

jueves, 13 de agosto de 2020

Muere un caballo que tiraba de un carruaje turístico en Italia

Muere un caballo que tiraba de un carruaje turístico en Italia


El animal falleció en pleno paseo cerca del Palacio Real de Caserta


La imagen de un caballo muerto y tirado en el suelo cerca del Palacio Real de Caserta, situado en la región italiana de Campania, se ha vuelto viral en pocas horas gracias a una publicación de Facebook de la que se hicieron eco muchos medios del mundo.


 La foto, captada por un turista, muestra al caballo derrumbado portando aún el carruaje en el que llevaba a turistas. Los presentes describieron que en la zona hacía un “calor abrasador”, aunque aún es pronto para determinar la causa de la muerte del animal.


Un voluntario de la Autoridad Nacional de Protección Animal de Caserta publicó el siguiente mensaje en Facebook: “Palacio Real de Caserta, hace un momento ... 


A pesar del calor, los caballos siguen subiendo y bajando con la carga completa. Tirando de carros y de trogloditas.


 Uno de ellos hoy no pudo resistir más y hace poco se derrumbó en el suelo. Está muerto”.
 

La autopsia determinará si murió por el esfuerzo de llevar el carruaje con las altas temperaturas



“Pronto será reemplazado, ya que es usado como un autobús turístico”, se lamentó. También hizo un llamamiento: “Al tomar una decisión, asegúrate de no causar sufrimiento, ni siquiera a los animales”. 


El animal fue llevado a un centro especializado donde la autopsia confirmará si la muerte se debió al esfuerzo de portar un carruaje a altas temperaturas.


La Organización Nacional para la Protección de los Animales (ENPA), de Italia, condenó el hecho y mencionó que desde hace años buscan frenar la explotación ecuestre, aunque el gobierno menciona que dichos paseos a caballo están autorizados por las Autoridades Sanitarias Locales (ASL), por las autoridades municipales y la administración del Palacio Real de Caserta.


 “Es absurdo que todavía se utilicen animales para estos fines, incluso a la luz de los conocimientos científicos que demuestran que los animales sufren y sufren exactamente como nosotros”, mencionó Massimo Pigoni, vicepresidente nacional de ENPA.