La elección de Donald Trump, un populista reaccionario de extrema
derecha es tanto un síntoma como un punto de inflexión en la histórica
crisis política que se vive en los EEUU.
La polarización de la lucha de
clases ya está produciendo movilizaciones sin precedentes frente a la
inauguración de un nuevo presidente electo, y puede generar grandes
luchas para enfrentar a este gobierno de extrema derecha desde el primer
día.
Después de 8 años de gobierno, la farsa de la “cara humana” de Obama
se reveló como una mentira.
Ahora con Trump, la real, opresiva y brutal
cara del imperialismo queda a la vista del mundo entero. Por lo tanto,
es hora de unificar las luchas contra el gobierno imperialista de Trump
en los EEUU y en el resto del mundo.
Además, y por primera vez en décadas, el sistema político
bipartidista está enfrentando una crisis profunda: los dos partidos
tradicionales de la burguesía, el Demócrata y el Republicano, han
perdido masivamente el apoyo popular, en particular el del sector obrero
industrial de la clase trabajadora, los inmigrantes y los jóvenes.
Desde la votación, muchos jóvenes de clase trabajadora, en particular
los latinos, han salido de las escuelas a las calles a protestar contra
Trump y rápidamente han empezado a organizar localmente y a nivel
estatal protestas contra su inauguración el 20 de enero. Este llamado a
la acción ha sido tomado por los sectores más activos del movimiento
sindical, y además ha surgido un llamado para realizar una “marcha de
mujeres” el 21 de enero en Washington D.C.
Es necesario organizar protestas en todo el mundo contra el
imperialismo estadounidense el 20 de enero, para apoyar a los
trabajadores, la juventud, a la comunidad inmigrante, negra y musulmana
que salgan a luchar no solo en los EEUU sino en todo el mundo.
Por eso
el 20E más que nunca tenemos que salir a las calles y mostrar en la
lucha que la clase obrera es internacional, y que si tocan a uno, nos
tocan a todos.
Vamos a empezar, luchando contra Trump, a construir una alternativa
de dirección para el movimiento de los trabajadores independiente del
Partido Demócrata.
El nuevo gobierno de Trump se perfila como una amenaza a la clase trabajadora mundial y al planeta
La nueva administración de Trump se está perfilando como una de las
más reaccionarias, racista, misóginas, anti-obreras y agresivamente
imperialistas que los EEUU han elegido en décadas. Un ex ejecutivo de
Goldman Sachs, Steven Mnuchin, liderará el departamento del Tesoro; el
Director Ejecutivo de Exxon, Rex Tillerson ha sido nombrado Secretario
de Estado; el Director Ejecutivo de una cadena de restaurantes de comida
rápida (CKE Restaurants) que paga salarios de miseria, Andrew Puzder,
será Secretario de Trabajo; el funcionario puesto a cargo de la Agencia
por la Protección del Medio Ambiente (EPA), Myrin Ebell, no cree en el
cambio climático y apoya un plan energético a base de combustibles
fósiles; una millonaria que defiende la privatización de la educación
(Betsy DeVos) liderará el Departamento de Educación; el nuevo embajador
en Israel, David Friedman es vinculado a la extrema derecha israelí,
partidario de reconocer a Jerusalén como capital de Israel; al
supremacista blanco Jeff Sessions nominado para fiscal general y
secretario de Justicia; al ideólogo ultraderechista S. Bannon propuesto
como Director de Estrategia.
Según el portal económico Quartz los
miembros de este Ejecutivo, el más rico de la historia
norteamericana, ganan más dinero que 43 millones de hogares
estadounidenses.
La nueva administración también incluye a varios generales del
ejército jubilados para cerrar la crisis abierta entre las filas del
aparato militar por la derrota en Irak y Afganistán y la falta de apoyo a
los veteranos de guerra, crisis que fue expresada claramente cuando
varios cientos de veteranos del ejército en la lucha de Standing Rock
contra el gobierno de EEUU.
La administración de Trump prepara un amplio arsenal de ataques a los
sindicatos, a la lucha por los $15, al derecho al aborto, a la lucha
contra la brutalidad policial y por la reforma del sistema de prisiones,
contra los pueblos nativo americanos que defienden su tierra, contra la
reivindicación de un sistema de salud y de educación pública de calidad
y gratuitos y por una transición energética eco-socialista.
No obstante, el impacto de la elección de Trump no solo se sentirá en
los EEUU sino también por todo el mundo. Los EEUU siguen siendo hoy la
principal potencia imperialista, que controla las principales
multinacionales y posee el aparato militar más fuerte.
El eslogan de
Trump “volver a hacer a América grande” se basa en una ideología
nacionalista, racista y agresiva, donde “América” (es decir los Estados
Unidos) es postulada como una entidad superior que tiene el derecho de
oprimir, invadir, super-explotar o eliminar a cualquier pueblo o nación
que desee.
Será nuestra lucha unida en los lugares de trabajo y en las calles la
que determinará si estos duros ataques que Trump prepara pueden ser
realizados. Queremos avisar a los sindicatos, los grupos comunitarios,
los movimientos sociales y a los grupos de izquierda que tendremos que
luchar fuerte en el próximo periodo y que es importante hacerlo
construyendo un frente de lucha unido, independiente y democrático.
Construir una nueva dirección para el movimiento de masas para luchar contra Trump
Existe una gran crisis en el Partido Demócrata lo que supone una
oportunidad histórica para los trabajadores y la izquierda
revolucionaria para luchar por una dirección alternativa. Pero existe
también una gran crisis de dirección en el movimiento sindical: los
trabajadores de base se rebelaron contra la dirección de la AFL-CIO que
apoyó masivamente a Clinton sin nunca discutir con la base y haciendo
oídos sordos a los resultados devastadores de las políticas neoliberales
que fueron defendidas y aplicadas por el Partido Demócrata en los
últimos 30 años.
Hoy los líderes del movimiento sindical no saben qué hacer y están
paralizados. El Partido Demócrata está tratando de “trabajar con Trump”
en los puntos “buenos” de su programa, los que consideran que benefician
al “pueblo trabajador” – ignorando el programa y la ideología
anti-inmigrante, anti-negros, anti-musulmana y machista de Trump – como
si estos no fueran también sectores de la clase trabajadora!
A pesar de eso, la juventud y varios sectores de la clase
trabajadora, que están rechazando masivamente a Trump y nunca fueron
grandes defensores de Clinton, están buscando una salida para luchar y
organizarse.
Estamos en una situación paradójica y similar a la que se
dio con las protestas masivas de los inmigrantes en el 2006, la rebelión
de Wisconsin, el movimiento Occupy o con las protestas cada vez más
recurrentes contra la violencia policial y las deportaciones: muchas
protestas están siendo planeadas a nivel local contra la inauguración de
Trump, pero no existe una organización con peso de masas a nivel
nacional que haya llamado a salir a luchar. Esto es una expresión de la
ausencia de una dirección y la necesidad urgente de organización de los
sectores de la clase que quieren luchar.
Hay que llevar a cada
sindicato, a los locales de los sindicatos, a cada comité de lucha, la
pelea por unir las organizaciones que luchan y para romper con el
Partido Demócrata.
Es también una oportunidad para los activistas honestos y los
socialistas revolucionarios, que estén firmemente comprometidos con la
organización independiente y democrática de nuestra clase, para
construir y desarrollar estructuras independientes que promuevan la
lucha unitaria y la organización por la base.
Construyamos juntos las movilizaciones de enero del 2017
En California, los llamados para la acción el 20 de enero han sido
apoyados por múltiples organizaciones estudiantiles de la Universidad de
California (9 campuses), el City College de San Francisco, la coalición
Educadores Contra Trump (que reúne maestros y estudiantes en SF) y la
coalición comunitaria de Oakland (Proyecto Contra el Terror Policial)
dirigida por el movimiento afroamericano. Todos tiene como objetivo
tener acciones coordinadas en San Francisco y Oakland esos días.
Organizaciones comunitarias en Los Ángeles y San Diego también planean
varias protestas ese día.
De momento varios sindicatos han adoptado oficialmente el llamado: el
UAW 2865 (sindicato de trabajadores académicos de la Universidad de
California), UESF (maestros de SF), UTR (maestros de Richmond), y otros,
como ILWU Local 10 (trabajadores portuarios) están planeando apoyar
oficialmente los llamados.
El Concilio Laboral del Condado de Alameda
(Este de la Bahía) que representa a más de 100,000 trabajadores
repartidos en unos 100 sindicatos locales sacó una resolución el 5 de
diciembre
“animando a cada uno de los afiliados a participar en el
día de acción el 20 de enero para mostrar nuestro poder, unidad y
solidaridad organizando acciones alrededor de conflictos laborales
existentes e invitando a todos los miembros a participar y apoyar a
aquellos que deseen participar en las protestas contra la inauguración.”
Los activistas sindicales del área que están organizando acciones han
formado un colectivo de base, Labor Rising [Against Trump] que está
creciendo y construyendo base en varios sindicatos.
Es seguro que California no será el único estado que tendrá protestas
el 20E, aunque se perfila como un centro de resistencia dada su
proporción de latinos y afroamericanos que fueron ferozmente atacados
por Trump y sus seguidores durante la campaña. En la Costa Oeste, los
estudiantes de la Universidad de Washington también organizarán
protestas y en Seattle se están formando consejos comunitarios para
organizar la resistencia. En Chicago, Nueva York, Baltimore y Washington
D.C. han salido varios llamados a la acción en las redes sociales por
distintos sectores.
Poco después de la elección, un llamado independiente para organizar
una “marcha de mujeres” contra Trump y por los derechos de las mujeres
fue lanzado para el 21E en Washington D.C. Este llamado no viene de
ninguna organización conocida de mujeres – lo que no es una sorpresa ya
que NOW y las demás organizaciones se han subordinado al Partido
Demócrata en las últimas décadas.
El llamado a marchar se organiza alrededor de la consigna “
los derechos de las mujeres son derechos humanos” y dice responder a la retórica y debates durante la campaña electoral en la que “
muchas
de nosotras – mujeres, inmigrantes de todo tipo, con religiones
diversas pero en particular musulmana, personas que se identifican como
LGBTQIA, nativas, negras, latinas, discapacitadas, empobrecidas y
víctimas de acoso sexual, – nos hemos sentido insultadas, demonizadas y
amenazadas.” Varias marchas locales se organizarán para aquellos que no puedan viajar a Washington D.C.
De tener un programa, la marcha tiene un democrático-burgués, el de
la paridad y la equidad, sin ningún análisis de clase (o de raza) real:
“no descansaremos hasta que las mujeres obtengan la paridad y la
equidad a todos los niveles de dirección en la sociedad. Trabajaremos
pacíficamente mientras reconocemos que no habrá una verdadera paz
mientras no haya justicia y equidad para todas”.
A pesar de nuestras diferencias programáticas con el llamado, es muy
importante movilizar y participar en esas marchas, precisamente para
llevar a los sectores trabajadores, y en especial a las mujeres
inmigrantes, nuestro programa de acción y reivindicaciones y para
sumarnos a la acción unitaria.
Por lo tanto existen de momento dos días de acción nacional:
- El 20 de enero para protestar la inauguración de Trump como presidente
- El 21 de enero con una gran marcha de mujeres nacional en D.C. y varias marchas locales
Nos comprometemos a construir estas acciones nacionales y proponer
movilizaciones unitarias por todo el mundo el 20 de enero. Queremos
organizar protestas con sindicatos, movimientos contra la opresión
imperialista del gobierno estadounidense y organizaciones de izquierda.
Habrá protestas en las calles contra Trump. Lucharemos contra el
imperialismo norteamericano y el dominio de las multinacionales en cada
uno de nuestros países.
¡Abajo el gobierno de Trump!
¡Construyamos una resistencia unificada contra los ataques a la clase trabajadora y las comunidades oprimidas!
¡Por una nueva dirección para los trabajadores independiente del Partido Demócrata!
¡Rechacemos el imperialismo estadounidense y sus intervenciones militares en el mundo!
¡Rechacemos la dominación de las multinacionales!
¡No al pago de la deuda externa!
Secretariado Internacional – Liga Internacional de los Trabajadores, Cuarta Internacional
20 de diciembre 2016
http://litci.org/es/mundo/norteamerica/estados-unidos/no-a-trump-salgamos-a-las-calles-en-todo-el-mundo-el-20-de-enero/