“Es un caso de humanidad, de vida o muerte. Libertad para los presos saharauis”.
Son las últimas palabras de Rosa María Sarda
por la causa saharaui, con la que la actriz estuvo comprometida y por
la que intervino en numerosos actos, tanto en España como en los
campamentos de refugiados saharauis, llegando a pedir al presidente José Luis Rodríguez Zapatero “un gesto” por el pueblo saharaui.
La actriz, fallecida el 11 de junio en
Barcelona, a los 78 años, se sumó el pasado 9 de abril a la campaña del
grupo de prensa saharaui Équipe Média para denunciar la grave situación que padecen los presos políticos saharauis y el peligro que corren por el Covid-19.
En un video, Rosa María Sardá manifestó
que son “más de 40 años pidiendo justicia para el pueblo saharaui a
todo el mundo, a todas las instituciones, a todos los políticos” y que
ahora solo pedían “un poco de humanidad a Marruecos”:
“Sean ustedes un poco personas, no pueden tener hacinados a los presos
en esas inmundas cárceles donde les tienen para in eternum. Por favor, es un caso de humanidad, de vida o muerte. Libertad para los presos saharauis”.
El compromiso de la actriz con el
pueblo saharaui la llevó a viajar en varias ocasiones al festival
internacional de cine que se celebra cada año en los campamentos de
refugiados en el desierto del Sáhara (FISahara), donde convivió con
familias saharauis.
En España su activismo pro saharaui fue constante: en mayo de 2008 presentó con Javier Bardem
la plataforma “Todos con el Sáhara”, y el 3 de noviembre de ese año
entregaron en el Palacio de la Moncloa 230.000 firmas para pedir que
España liderase la búsqueda de “una solución pacífica y justa” al
conflicto del Sáhara Occidental. Hasta tres veces solicitaron por
escrito una entrevista con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pero no recibieron respuesta.
Firmaron el manifiesto, entre otros,
Penélope Cruz, Joan Manuel Serrat, Mario Benedetti, Pedro Almodóvar,
Eduardo Galeano, Chico Buarque, Oscar Niemeyer, Icíar Bollaín, Rosa
Regás, Carmelo Gómez, Benito Zambrano, Guillermo Toledo, Imanol Uribe,
Fernando León, Juanjo Puigcorbé, Verónica Forqué, Silvia Munt, Alberto
San Juan, Emma Suárez, Amparanoia, Luisa Martín, Eva Hache, Juan Diego
Botto, Manu Chao, Fermín Muguruza, Fran Perea, Jorge Perrugorría y
Silvia Abascal.
Rodríguez Zapatero fue el presidente al que Rosa María Sardá preguntó, en una reunión informal, el motivo por el que no se hacía nada
por el Sáhara Occidental y llegó a pedirle que tuviese “un gesto”,
aunque solo fuera eso, para el pueblo saharaui, pero el presidente
contestó que no podía ser, según contó en una ocasión
la propia actriz a un grupo de amigos pro saharauis, entre los que era
conocida como “Rosa del desierto”.
Un acto emotivo fue el celebrado el 25
de junio de 2008 en el Nuevo Teatro Alcalá, de Madrid. Rosa María Sardá
dio la bienvenida a los niños saharauis que viajaron a España para pasar
el verano con familias españolas y dijo “este es un pueblo que resiste
con una sonrisa”.
También
se la vio en las manifestaciones anuales de Madrid por la libertad del
pueblo saharaui, como la multitudinaria del 15 de noviembre de 2008, en
la que sujetó la pancarta de cabecera con el lema “Por la libertad y la
independencia del Sáhara Occidental”.
Una vez frente al Ministerio de
Asuntos Exteriores , Sardá subió a un escenario con Maribel Verdú, Verónica Forqué, Luisa Martín, Fran Perea e Iciar Bollaín
y reclamaron al Gobierno de Rodríguez Zapatero que “no mire para otro
lado” y asuma “su responsabilidad histórica con un pueblo al que en su
día consideró español”.
A esta siguieron otras manifestaciones
en las que estuvo Rosa Maria Sardá, como la de noviembre de 2010, en la
que miles de personas pidieron al Gobierno que se condenase a Marruecos,
y la de 2011, en la que portó la pancarta de inicio con el lema ‘Vota
por la Independencia del Sáhara Occidental. Libertad presos políticos
saharauis’, junto al eurodiputado de IU Willy Meyer y el diputado del PP Ignacio Uriarte.
El 11 de octubre de 2018 participó en
Barcelona en la presentación de “Yalah, Sáhara” un movimiento impulsado
por diversas asociaciones catalanas y miembros de la sociedad civil y
del mundo de la cultura para “romper el silencio mediático” sobre el
conflicto del Sáhara Occidental. Más recientemente, el 5 de diciembre de
2019 en una entrevista en El País con motivo de su libro ‘Un
incidente sin importancia’, afirmó: “Es vergonzante, estoy muy, muy
triste.
No se puede pensar en Siria, en lo de los saharauis, en
Colombia…”.
Abre tus ojos al Sáhara
Fue en El País donde Rosa
María Sardá publicó el 28 de mayo de 2007, tras regresar del campamento
de refugiados saharauis de Dajla, un artículo titulado “Abre tus ojos al
Sáhara”, en el que, junto con otros artistas, relató sus impresiones y
denuncio la actuación de España en los siguientes términos:
“Desde que España abandonó el
Sáhara, el pueblo español ha cumplido su papel.
Sus Gobiernos, no. Ha
habido, hay, tanta solidaridad como abandono político de los Gobiernos
españoles. Tanta ayuda como culpa de nuestra meliflua diplomacia, que
jamás se ha atrevido a mirar de frente la situación de los refugiados y
la gravísima represión que sufren en los territorios ocupados. Las
Naciones Unidas dejaron claro, desde el principio, la ausencia de
cualquier título de soberanía de Marruecos en los territorios ocupados
del Sáhara.
Desde el abandono vergonzante español, la historia trajo la
expulsión de todo un pueblo, los bombardeos marroquíes con fósforo, los
cientos de muertos, quince años de guerra, la represión en las ciudades
ocupadas, un muro más largo que el de Berlín y Palestina juntos
levantado en medio del desierto y más de treinta años en los
campamentos: cerca de trescientos mil saharauis condenados a la nada,
víctimas de la geoestrategia y de la prepotencia de la monarquía
marroquí”.
“El Gobierno español no debe seguir
mirando para otro lado, a la expectativa. Los saharauis son un pueblo
pacífico, inteligente y creativo. En treinta años han construido un
mundo en el desierto. Han inventado la vida. La ayuda internacional no
se ha diluido. Todos los niños están escolarizados, todos los refugiados
tienen asistencia sanitaria.
Hay centros de juventud, organizaciones de
mujeres, huertos que sacan fruta de la arena. El pueblo saharaui es
respetuoso con los creyentes y con los que no lo son.
Las mujeres han
conseguido colocarse en primera fila de la sociedad, son la clave en el
mantenimiento de la administración y de la vida en los campamentos y en
las ciudades ocupadas; artistas como Mariem Hassan, reconocida
internacionalmente como la mejor cantante del norte de África, o
activistas como Aminetu Haidar, cabeza de la resistencia en los
territorios ocupados, que estuvo prisionera muchos años en la Cárcel
Negra de El Aaiún, así lo demuestran.
Los y las saharauis son una
alternativa en una zona que exporta terrorismo radical y corre riesgo
grave de dogmatismo religioso y político. ¿No merecen una oportunidad,
una alianza?”
“Hemos admirado la audacia de
Zapatero cuando supo alejarse de guerras ilegales y cobardes, y hemos
apoyado y creemos en sus políticas sociales. Le pedimos a nuestro
presidente de Gobierno que liquide las causas de esta injusticia
política, que defienda la legalidad de las Naciones Unidas, que tenga
memoria histórica, para que luego no tengamos que lamentar otras
batallas.
Que sea valiente. Que se sacuda ambigüedades. Estamos de su
parte y por eso le pedimos que abra los ojos y que se ponga del lado del
pueblo saharaui, en el mismo sitio donde desde hace más de treinta años
se encuentra el pueblo español y su solidaridad”.
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