Louis Aliot y Marine Le Pen
Elecciones en Francia: Perpiñán, en manos de la extrema derecha
El discurso seco y directo de Aliot, centrado en acabar con la política
clientelar y ocultando los mensajes más polémicos de su partido, como la
inmigración o el islam, ha dado sus frutos.
Este domingo se ha celebrado en Francia la segunda vuelta de unas
elecciones municipales marcadas por una abstención récord entre los
votantes y una preocupante sorpresa.
El ‘frente republicano’ no ha sido
suficiente para frenar el impulso de la ultraderecha en Perpiñán, donde
por primera vez se sentará un alcalde de la Reagrupación Nacional (RN),
Louis Aliot. Nunca antes el partido ultra o su predecesor habían
obtenido la alcaldía de una ciudad de más de 100.000 habitantes.
De esta forma, el ultraderechista Louis Aliot, quien obtuvo el 53% de
los votos, será el próximo alcalde de Perpiñán. Aliot superó claramente
al alcalde saliente, el conservador Jean-Marc Pujol, a pesar de que
este último recibió el apoyo coyuntural de los partidarios del
presidente Emmanuel Macron y de los verdes.
Se rompe, además, el famoso frente republicano que le impide a la
formación de extrema derecha llegar al poder en numerosos municipios y
aumentar su base electoral más allá de sus feudos tradicionales del
norte y de la costa azul.
Aliot, de 50 años, diputado en París y expareja de Marine Le Pen, no
se presentó con la etiqueta de su partido, el Reagrupamiento Nacional
(RN, ex Frente Nacional), y construyó una plataforma política más
amplia, es un personaje muy conocido de la extrema derecha que llegó a
ser el número dos de su partido.
Los resultados no son tan halagüeños para la RN en el resto de la
geografía francesa, donde sus votantes habituales no se han movilizado y
en la primera vuelta solo consiguieron revalidar a siete de sus once
alcaldes.
Pero en Perpiñán, el discurso seco y directo de Aliot,
centrado en acabar con la política clientelar y no tanto en los mensajes
más polémicos de su partido, como la inmigración o el islam, le ha dado
sus frutos.
En sus primeras declaraciones Aliot ha asegurado que «estamos ante un
sistema que se derrumba.
Hemos tenido en Perpiñán el mismo personal
político a los mandos desde 1959».
La última gran alcaldía que había
ocupado la ultraderecha en Francia fue la de Tolón en 1995.
El discurso seco y directo de Aliot, centrado en acabar con la política clientelar y ocultando los
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