Autopsias revelan que el COVID-19 llegó a EEUU mucho antes de lo que se creía
Autopsias
llevadas a cabo en el condado de Santa Clara, en California, han
revelado que la primera muerte por el nuevo coronavirus (SARS-CoV-2) en
Estados Unidos tuvo lugar al menos tres semanas antes de lo que creían
las autoridades norteamericanas.
El condado anunció que tras llevar a cabo autopsias a dos personas que murieron en sus casas el 6 y el 17 de febrero de 2020, se confirmó que ambas habían fallecido por COVID-19.
"El médico forense recibió la confirmación de los Centros para el
Control de Enfermedades de que las muestras de tejido de ambos casos son
positivas para SARS-CoV-2, el virus que causa COVID-19", detalló el condado.
De acuerdo con el comunicado, estos individuos murieron en sus casas
durante una época en que las pruebas eran muy limitadas y solo estaban
disponibles a través de los Centros para el Control de Enfermedades
(CDC).
Los criterios de prueba establecidos por los CDC en ese momento
restringían las pruebas solamente a personas que hubieran viajado
recientemente o que hubieran buscado atención médica con síntomas
específicos.
Las autoridades de Santa Clara agregaron que seguirán "investigando
cuidadosamente las muertes en todo el condado", por lo que anticipan que
se identificarán muertes adicionales por COVID-19, desconocidas hasta
el momento.
Antes de las muertes por SARS-CoV-2 identificadas en el condado de Santa Clara, se creía que el primer fallecimiento por COVID-19 en EEUU había tenido lugar el 29 de febrero en Washington.
Joseph Stiglitz,
uno de los economistas más importantes del mundo, ha comparado la
respuesta que Donald Trump está dando a la crisis del coronavirus con la
gestión que haría un "país del tercer mundo". El experto se muestra
pesimista ante el desafío del coronavirus con la gestión y las
preferencias que está mostrando la Administración actual.
El premio Nobel Joseph Stiglitz, habitualmente crítico con las políticas de Donald Trump, ha dado cuenta del lúgubre panorama
que vive EEUU en plena epidemia: población dependiente de bancos de
alimentos, una tasa de desempleo que podría llegar al 30%... nada bueno
parece esperar al país norteamericano en los próximos meses.
"Las cifras de personas que acuden a los bancos de alimentos
son enormes y superan la capacidad de suministro de estos. Es como un país del tercer mundo. La red pública de seguridad social no funciona", denuncia el economista.
Problemas sociales
El análisis de la situación que hace Stiglitz en una entrevista
con the Guardian pone de relieve la preocupante realidad del sistema
sanitario estadounidense en el contexto de las enormes desigualdades
sociales.
"Tenemos una red de seguridad que es inadecuada. La desigualdad en EEUU
es muy grande. Esta enfermedad ha recaído sobre los que tienen peor
salud. En el mundo avanzado, EEUU es uno de los países con la sanidad
más pobre, en general, y con la mayor desigualdad en materia de salud", alerta el especialista.
Especialmente alarmante resulta el hecho de que muchos
empleados han estado yendo a trabajar incluso estando infectados. El
experto dice que en esto tiene mucho que ver la decisión del Partido
Republicano de oponerse a las propuestas de dar a los afectados por el
coronavirus 10 días de licencia por enfermedad, lo cual, en palabras de
Joseph Stiglitz, "es literalmente increíble".
¿Segunda Gran Depresión?
Un desafío tan grande como el que supone el coronavirus requiere medidas efectivas y una gestión responsable.
En el caso de EEUU, Stiglitz considera que ha primado la
política ante la ciencia, y la mala gestión de Trump, dice, ha llevado a
cerrar la oficina de la Casa Blanca responsable de pandemias, a cortar
los fondos para los Centros para el Control y la Prevención de
Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) y a una falta generalizada
de material en el sector sanitario.
"En esas circunstancias no será el Gobierno el que haga cumplir el bloqueo, sino el miedo. La preocupación es que la gente no va a gastar en otra cosa que no sea comida, y esa es la definición de una Gran Depresión", sostiene Stiglitz.
El economista dijo que si Trump fuera derrotado en la contienda
presidencial en noviembre y los demócratas tomaran el control de ambas
cámaras del Congreso, habría una posibilidad de que Estados Unidos
avanzara en una dirección más progresista.
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