jueves, 23 de abril de 2020

Los ricos estadounidenses activan un plan de escape ante la pandemia...¿Por qué los empresarios estadounidenses huyen a Nueva Zelanda?

Un hombre con una maleta
 

Los ricos estadounidenses activan un plan de escape ante la pandemia

 

Las familias estadounidenses más ricas se escaparon a sus lujosos búnkeres subterráneos de Nueva Zelanda en medio de la rápida propagación del COVID-19 en EEUU, informa la agencia Bloomberg.


Durante años, Nueva Zelanda ha ocupado un lugar destacado en los planes de supervivencia de los estadounidenses ricos preocupados de que, por ejemplo, un germen asesino pueda paralizar el mundo, observa el medio.


Solo unos 4,9 millones de personas viven en su territorio aislado en el borde de la tierra, a más de 4.000 kilómetros de la costa sur de Australia. Entre los estadounidenses, la nación isleña es famosa por su belleza natural, políticos tranquilos e instalaciones médicas de primera clase.


Según la agencia, en los últimos años la empresa especializada en la construcción de refugios subterráneos Rising S Co., cuyos clientes, en particular, son jefes de las mayores empresas de Silicon Valley, instaló unos 10 búnkeres privados en Nueva Zelanda.


El coste promedio de un refugio de este tipo, que pesa 150 toneladas y se entierra a tres metros bajo tierra, es de tres millones de dólares. Sin embargo, el precio de un búnker, equipado con lujosos baños, juegos, galerías y gimnasios, puede alcanzar los ocho millones de dólares.


 Según el director de Rising S Co., Gary Lynch, la pandemia solo ha aumentado el atractivo de Nueva Zelanda a los ojos de los estadounidenses ricos. Solo 14 personas han muerto a causa del COVID-19 en ese país, según los datos del Ministerio de Nueva Zelanda para el 22 de abril.


El número de muertes por coronavirus en EEUU es de más de 45.000.


Algunos habitantes del Valle del Silicio lograron trasladarse a Nueva Zelanda antes de que cerraran las fronteras.


 En particular, el 12 de marzo el empresario Mihai Dinulescu y su esposa decidieron mudarse a Nueva Zelanda, aunque no tienen búnker personal y alquilan allí una casa.


 Según Dinulescu, a pesar de que los vuelos internacionales no tenían demanda en ese momento, el avión a Auckland estaba lleno.


Días después, el país cerró sus fronteras a los extranjeros. Sin embargo, tras el anuncio de la clausura, la prensa local informó de un aumento del número de llegadas de aviones privados.


Es probable que el virus solo alimente la industria de preparación para desastres tanto en Nueva Zelanda, como en otros lugares del mundo.

"Obviamente el coronavirus está haciendo que la gente se dé cuenta de lo vulnerables que somos todos, pero lo que realmente preocupa a la gente son las consecuencias", dijo a la agencia Robert Vicino, fundador de la red mundial de refugios subterráneos Vivos.

Vicino cree que los millonarios temen que un colapso económico o una depresión mundial provoquen levantamientos contra el 1% más rico.


La corporación Vivos ya ha instalado un búnker para 300 personas en la Isla Sur de Nueva Zelanda.


 Durante la semana pasada, dos clientes potenciales encargaron a Vicino construir refugios adicionales. 


En EEUU, varias docenas de familias ya se han mudado al búnker de la compañía en Dakota del Sur e Indiana. 


Pronto aparecerán refugios similares en Alemania también.



Milford Sound, Nueva Zelanda

¿Por qué los empresarios estadounidenses huyen a Nueva Zelanda?



Las personas más ricas de EEUU han encontrado un refugio en caso de que surja un apocalipsis mundial: Nueva Zelanda. Debido a su remota ubicación, el país de Oceanía es considerado el lugar ideal para huir de una guerra nuclear o una epidemia masiva.

En los últimos dos años, siete empresarios estadounidenses de Silicon Valley adquirieron búnkeres de 150 toneladas, que fueron trasladados a Nueva Zelanda y enterrados allí, informa Olivia Carville, columnista de Bloomberg.


 A pesar de que el país está en un lugar tan remoto, los empresarios de la costa oeste de EEUU podrían llegar a sus refugios en aviones privados directamente sin escalas.


 El aislamiento, que antes se consideraba un obstáculo al desarrollo económico, se convirtió en un activo, señala la columnista. Así, los extranjeros pueden 'comprarse' su permiso de residencia en Nueva Zelanda por medio de un visado de inversores.


Uno tiene que gastarse 6,7 millones de dólares en el transcurso de tres años, razón por la cual los empresarios estadounidenses se pusieron a comprar en muchas ocasiones auténticas mansiones, inundando Nueva Zelanda de capital, destaca Carville.


Según sus estimaciones, en el año fiscal 2017 hubo 17 solicitantes de EEUU para obtener este visado. 


La columnista subraya que después de la elección de Donald Trump como presidente del país norteamericano, el número de solicitudes creció considerablemente. Previamente había un promedio de seis solicitudes.


 Aunque los empresarios estadounidenses se han gastado millones de dólares en los inmuebles neozelandeses para 'adquirir el permiso de residencia', este plan parece haber llegado a su fin, cuenta la columnista.


 Según los empresarios de EEUU, este es el país en el que podrías sobrevivir al apocalipsis
Así, el Gobierno de Nueva Zelanda tomó la decisión de prohibir a los extranjeros comprar inmuebles en el país, una decisión que entrará en vigor dentro de varios meses, añade Carville.


El ex primer ministro neozelandés, John Key, dijo que si uno quiere tener un plan B para el caso de que tenga lugar un Armagedón, esa persona buscará el lugar más remoto con el ambiente más seguro.


"Si se lo preguntas a Google, te dirá que es Nueva Zelanda. Se conoce como la última parada antes de la Antártida. Mucha gente me dijo que quisieran tener un inmueble en Nueva Zelanda por si el mundo se va al diablo en un santiamén", dijo.  


La columnista encuentra el origen de ese afán por refugiarse en la cultura estadounidense que comenzó durante la Guerra Fría, cuando los niños tenían que practicar la maniobra de agacharse y cubrirse. A esta guerra la siguieron cultos religiosos apocalípticos y otras profecías, agrega.


"Lo que diferencia a Silicon Valley es que los que se entretienen con el terror al fin del mundo tienen los medios para poner en acción planes elaborados", cuenta Carville.


Al final, Nueva Zelanda podría no ser el lugar idóneo para refugiarse de un posible apocalipsis. 


Según cuenta Robert Vicino, fabricante de los búnkeres que compran estos millonarios, en caso de que un asteroide caiga en el Pacífico la isla quedará completamente bajo el agua.




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