El Gobierno niega que haya tocado los restos del expresidente de Caja Madrid
Hasta treinta y dos veces
fueron formateadas las cenizas de Miguel Blesa antes de ser enterradas
en el cementerio de Linares, el pueblo natal del banquero fallecido,
además de pasar previamente por un proceso de liofilización,
deconstrucción y bombardeo con neutrones de uso militar.
Al parecer, la
operación de formateo contó con la misma celeridad y eficacia con que se
realizó la autopsia exprés del fallecido, pues fue llevada a cabo en el
mismo coche funerario, a 185 kms/hora, durante el trayecto desde el
tanatorio de Madrid al cementerio linarense.
El formateado de cenizas es un
método poco habitual en las ceremonias funerarias y solo se produce
cuando los políticos, empresarios y banqueros amigos del fallecido lo
solicitan expresamente a la familia como última señal de duelo y
amistad.
Normalmente basta con formatearlas una sola vez, por lo que se
cree que informáticos jurados del Partido Popular podrían haber sido los
encargados de la maniobra.
Su portavoz, Rafael Hernando, ha negado
tajantemente la participación de sus formateadores en el borrado de los
restos de Miguel Blesa. “Mis chicos nunca formatean unas cenizas más de
veintisiete veces y jamás bombardean con neutrones sino con partículas
alfa”, ha asegurado Hernando.
Según los forenses consultados
por esta redacción, las cenizas formateadas no pierden su textura ni su
color original, simplemente toman una estructura molecular diferente y
divertida, como si fueran el resultado de quemar una mesita de noche en
lugar de un banquero estafador.
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