Pablo Iglesias,
el charlatán de la CIA en Madrid, creado en un primer momento como
disidencia controlada neoprogre para oxigenar el sistema, desactivando y
neutralizando las luchas políticas en las calles, suele ser mitificado
por la caverna más extremista y reaccionaria de este país como un
“estalinista bolivariano” que amenaza con llevar a España al túnel más
sórdido del “chavismo” y la Revolución de Octubre. Pero Iglesias es
repudiable por variados motivos que son inconfesables para la
ultraderecha sionista, ya que éstos últimos bien saben que el profesor
Turrión ni es de la Internacional comunista, ni tampoco chavista, ni un
comunista a la vieja usanza, sino (casi) todo lo contrario. Las campañas
derechistas anti-Podemos/Iglesias es pura y dura propaganda de bajos
fondos que pugna por evitar que el reparto de chanchullos se decante
hacia otra opción política menos ultra que la de ellos (aparentemente
izquierdista), que pueda amenazar su hegemonía política y económica.
Cuestión de sillones, no más.
A ver qué
dice ahora esa carcundia del agente B del PSOE con la puesta en escena
del líder de Podemos mostrando un nada sorprendente nuevo perfil
político: el de defensor a ultranza de la OTAN. Aunque los más
despistados, crédulos y neohippies perroflautas de la Puerta del Sol
madrileña siguen creyendo que su telepredicador favorito va a dar algo
más que un brochazo político-social al sistema “bribónico”. La agenda
del sistema se está cumpliendo a rajatabla. Y muchos debieran callar
para siempre porque, mira por dónde, están en el mismo barco
ideológico-otánico que el “camarada” Iglesias.
Antes de
hablar del nuevo simpatizante de la OTAN valga el siguiente off-topic
para decir algo que atañe a las “formas” del personaje en cuestión. No
es que uno se haya vuelto más pijotero y repentino
clasista..que no va a ser así, pero pasa lo siguiente…¿Se puede
presentar un candidato a presidente del gobierno de este país de la
manera que lo hizo Iglesias en la Moncloa, con esas greñas, sin afeitar,
con vaqueros, camisa remangada, de forma totalmente informal como si
fuera a una reunión de botelloneros? Que nadie piense que con
ello estoy defendiendo al inquilino que allí parasita (que ya iba a ser
lo que me faltaba)…ni ese pudridero monclovita en el que han recalado
los peores y más deleznables personajes desde el franquismo, ni siquiera
el acto en sí que me la trae al pairo, pero es que este tipo, que hace
ascos a gigantes de la política internacional, como Vladimir Putin
(la bestia negra del terrorismo anglosionista) y empatiza con ese
estercolero llamado Obama (que ha sido igual o peor que el analfabeto y
psicópata Bush; así que fíjense si aterriza en la Casa Blanca un
republicano) no está capacitado para dirigir un país..Por estética y
ética.
Dicho lo
cual…centrémonos en el asunto. Pablemos ha dado la cara, y vaya cara,
por la banda terrorista OTAN, una organización sobradamente conocida por
haber sido la que más actos terroristas ha ejecutado en el mundo en los
últimos cincuenta años, solamente superada por la CIA. Que se trate de
organización militar, un ejército o ejércitos regulares de varios
países, no le da ningún marchamo especial, sino el de ser una colección
de asesinos NATOs. Las pruebas son irrefutables en su contra, desde su
fundación. Sin duda, que la reunión del año pasado, mantenida en la sede
de esta última organización (la CIA) en Madrid, entre el embajador James Costos
y el propio Iglesias, ha dado fructíferos acuerdos entre bambalinas.
Entre ellos, lógicamente, estaba que Iglesias Turrión mostrase lealtad
absoluta a la OTAN y en su proyecto político, de cara a una hipótetica y
nada probable jefatura de gobierno, se hiciera con un militar de cierto
prestigio.
Dicho y hecho. Pablo Iglesias ha anunciado anteayer,
miércoles, que ha fichado como número dos por Zaragoza para las próximas
elecciones generales del 20 de diciembre a José Julio Rodríguez Fernández,
exjefe del Estado Mayor de la Defensa, un militar de confianza del
gobierno zapateril (los nexos Podemos-PSOE, y CNI, son cada día más
sólidos, como se puede ver) y la guinda ha consistido, cómo no, en hacer
un canto-elegía a la organización criminal atlántica. A su manera, eso
sí, desplegando esa solemnidad dialéctica idiota, protocolaria,
institucional de la que suele hacer gala Pablemos.
SEGÚN PABLEMOS, LA OTAN TUVO UN PAPEL FUNDAMENTAL PARA MODERNIZAR LAS FFAA ESPAÑOLAS: APRENDER A ASESINAR MÁS CORRECTAMENTE OBJETIVOS CIVILES. VEAMOS:
Iglesias
al ser preguntado por su posición respecto a la OTAN no ha dejado lugar
a la duda para dejar claro que lo suyo sería, de auparse al poder,
hacer de mayordomo de EEUU y la Alianza Atlántica al afirmar que cree en
“un sistema integral de defensa europeo”, un lenguaje tan vacuo y elusivo como trapacero, al tiempo que, ya más explícitamente, señalaba que “España tiene que cumplir con sus compromisos internacionales y legales”.
La iniquidad y rastrerismo de Iglesias hacia EEUU y la OTAN es
equiparable al peor y más corrupto pelele del imperialismo neocolonial
otánico cuando afirma que la OTAN tuvo un importante papel en la modernización de las Fuerzas Armadas,
lo que supone un respaldo, sin fisuras, indudable, a las políticas de
asesinato y crimen masivo del atlantismo. El hombre de la Coleta dice
que es “responsable y pragmático” y “las cosas hay que hacerlas bien”.
Ni tanto…ha llegado a ser tan obscenamente pragmático con estas
declaraciones que, según comentan las malas lenguas, ya le tienen
preparado al jerifalte de Podemos una puerta giratoria en la sede de la
OTAN.
No es broma lo anterior, aunque lo parezca. Recuerden, Javier Solana
era del “ala progre” del Psoe (antiguo manifestante anti guerra de
Vietnam, pero con beca norteamericana Fullbright para estudiar en los
USA) y acabó siendo (además de asiduo a Bilderberg) jefe de la banda y
con múltiples crímenes en su haber durante la artificial guerra de
Yugoslavia. Mientras que otro progre de postal, el laborista noruego Jens Stoltenberg dijo, cuando era Primer ministro de su país y líder del Partido de los Trabajadores (sic) que “La solución a los problemas en Libia son políticos, no pueden ser resueltos sólo por medios militares”,
de tal modo que Noruega se iba a salir, en agosto de 2011, de la
coalición otánica anti-libia. Tomaron nota y le dejaron un recado en
forma de falsa bandera terrorista en la isla noruega de Utoya (el 22 de
julio de 2011), donde mataron (los de siempre) a 80 jóvenes, usando a un
fantoche extremista llamado Breivik. Luego,
Stoltenberg, se convirtió en super-fan de la OTAN, con la jugosa
contrapartida de ser nombrado (actualmente) jefe de la organización
atlántico-imperialista.
Resultaría prolijo hablar del intenso
historial, ominoso y criminal, de la OTAN, tanto en lo que se refiere a
su participación directa en conflictos bélicos (asesinando de forma
deliberada a miles de civiles, como se demostró en Yugoslavia,
Afganistán y Libia) como a través de sus pantallas terroristas, ya sea
en forma de mercenarios de la red anticomunista Gladio, durante la
guerra fría (ejecutando operaciones clandestinas de falsa bandera), o
bien, utilizando una nueva fachada terrorista, caído el bloque
soviético, con una versión islámica de ese Gladio, es decir, el Gladio B
(con atentados, igualmente, de falsa bandera: 11-s, 11-m, 7-j, etc),
más otras derivaciones terroristas bien conocidas y recientes
acontecidas en Oriente Medio (las “revoluciones” árabes, Libia, Siria…) o
el Cáucaso (Chechenia), para cercar a Rusia.
¿Qué tiene
qué decir a todo esto el alfeñique podemita tan respetuoso y deferente
con poderes fácticos que cometen crímenes masivos bajo bandera
“democrática”?
Publicado en Podemos
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