El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, reveló el pasado miércoles en una entrevista concedida al diario belga Le Soir que
España, Irlanda y Portugal se opusieron a hablar de una eventual quita
de la deuda griega “porque tenían elecciones” en los próximos meses.”Yo
dije hace varios meses a Alexis Tsipras que trataríamos la
insostenibilidad de la deuda griega, desde el mismo instante en el que
aprobasen los principales puntos del acuerdo.
Con las primeras
evaluaciones del Consejo Europeo, dando el visto bueno a las reformas,
estableceríamos una reunión en octubre con la que Tsipras pudiera
trasladar a su pueblo tranquilidad. Pero esta fecha fue finalmente
rechazada por Irlanda, Portugal y España, porque es justo antes de las elecciones“,
apuntó Juncker al respecto durante la conversación con el diario
belga.Las reacciones políticas no se hicieron esperar. Este mismo jueves
el candidato de IU a La Moncloa, Alberto Garzón, calificó como“totalmente infame” la posición mantenida por el Gobierno de Mariano Rajoy ante
la crisis griega.
“La posición de España en las negociaciones sobre el
asunto de Grecia nos ha parecido siempre infame y si, además, es debida a
que había una cercanía de las elecciones nos parece todavía más
desastroso”, señaló Garzón en los pasillos del Congreso.
En este contexto, el diputado insistió en que la búsqueda de “una
solución para Grecia hubiera beneficiado mucho más a España que la
situación de humillación a la que se la ha sometido” y que también va a “perjudicar” a nuestro país.
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