martes, 6 de marzo de 2018

¡Suban las pensiones de acuerdo con el IPC real! ¡No al 0,25%!

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Una subida de mierda. Unas pensiones que son una auténtica miseria. Así nos sentimos millones de jubilados en España, y peor nos hemos sentido este año al recibir una carta anunciándonos que sólo se subirán un 0.25%.


 Y no es la primera vez: ya llevamos cinco años aguantando esa subida impresentable e inhumana.


Primero sufrimos allá por 2011 la congelación de las pensiones. Luego el aumento del periodo de cálculo y la subida progresiva de la edad de jubilación hasta los 67 años. Y después vino esa estocada de desvincularlo del IPC y ese límite de subida del 0.25% si la Seguridad Social registraba déficit.


No podemos más. Somos mayores pero no somos imbéciles. En todo este tiempo el Estado ha perdido más de 60.000 millones de euros que se dieron a los bancos. En todo este tiempo se han rescatado autopistas quebradas con el correspondiente coste a las arcas públicas.


 En todo este tiempo se nos ha dicho que los protagonistas de la mejora de la economía somos los pensionistas. 1,5 euros de subida al mes para más de 4 millones de pensionistas que cobran 600 euros o poco más.




Piensa en los mayores que durante toda la vida hemos luchado para conseguir los derechos de los que hoy disfrutamos. Piensa en todos aquellos que durante toda una vida de trabajo nos hemos vuelto a hacer cargo de nuestras familias con nuestra pequeña pensión.


Piensa que no sólo estamos luchando por lo que nos pertenece y merecemos, sino por el futuro de quienes hoy están trabajando y cotizando.






¿Renta básica en Reino Unido? Un estudio propone una tasa a Amazon, Facebook y Apple para financiarla


  Cada ciudadano de menos de 55 años recibiría 5.000 libras al año

Mantener el estado de bienestar es uno de los retos a los que se enfrentan los gobiernos de todo el mundo. Una de las últimas propuestas para combatir esta situación llega desde Reino Unido, donde el think tank Royal Society of Arts ha presentado un informe en el que propone una renta básica de 5.000 libras (5.600 euros) al año durante dos ejercicios para todos los británicos menores de 55 años.


Esta medida podría ser el primer paso para establecer una renta básica universal para todos los ciudadanos británicos, amenazados por la automatización del trabajo -que podría disparar el desempleo-, el Brexit y el envejecimiento de la población, según señala el informe, recogido por The Guardian. 


Las 5.000 libras les servirían a los beneficiarios para ayudar a pagar cursos de formación o reciclaje laboral, la atención social o la apertura de nuevos negocios -a cambio de perder otros subsidios públicos y renunciar a algunas exenciones fiscales. Dichos pagos no serían evaluados, simplemente bastaría con que los solicitantes explicasen en la petición cómo pensaban utilizar el dinero.

Impuesto a las grandes tecnológicas


El coste de esta medida sería de unos 14.500 millones de libras (16.300 millones de euros al año) durante una década, siempre que todo el mundo solicitase la ayuda, según el estudio. El mismo propone un nuevo impuesto a los grandes gitantes tecnológicos internacionales que operan en Reino Unido, como Amazon, Facebook y Apple, para ayudar a financiarlo.


La RSA propone que el dinero recaudado con esas nuevas tasas, junto a otros impuestos a la riqueza y la emisión de nuevos bonos estatales, se destine a la creación de un fondo soberano, similar al noruego, que permita pagar dicha renta básica.


Reino Unido no sería el primer país en aplicar soluciones similares. Países como Noruega o Finlandia o regiones como Alaska ya están haciendo pruebas con este tipo de medidas, que cuentan con el respaldo de economistas y empresarios de la talla del premio Nobel Angus Deaton o el dueño de Tesla Elon Musk.




 


Mujeres de maiz, Las Patronas



 “La Bestia”, es un tren de mercancías que recorre México de sur a norte. Los emigrantes centroamericanos lo cogen en marcha. Muchos caen y en la caída pierden brazos, piernas, vidas. Algunos consiguen llegar a la frontera con EEUU donde son apaleados y deportados, alguno llega a su destino, los menos.
 
 
Esta realidad de los emigrantes que huyen de la miseria de sus países, que son robados, violados, apalizados por los caminos intentan en su desesperación subirse a esas toneladas de hierro en movimiento.
 
 
 A lomos de esta bestia, el hambre y la sed y el frío es una agonía, pero cuando el tren se aproxima al pueblo “La patrona” , un grupo de mujeres tan humildes como los migrantes, tan emputecidas como ellos, atentas al pitido rutinario que viene de lejos y se acerca a más de 50 kilómetros por hora, corren hacia las vías con sus bolsas de tortillas de maíz y sus botellas de agua.
 
 
Y se acercan.
 
 Mucho se acercan. 
 
 
Estiran sus cuerpos hasta que alguien, quien sea, da lo mismo, agarra la bolsa que le ofrecen da gracias por no haberse caído y da gracias por tener qué llevarse a la boca.
 
 
Estas son las mujeres que a mi me admiran. Apenas nadie sabe de ellas porque no escriben libros y no hacen la revolución a gritos.
 
 
Pero sí hacen la revolución. Silenciosamente. Demuestran al mundo que las ideas más revolucionarias son las que se ponen en práctica, día a día, con actos sencillos, heroicos, llenos de coraje.
 
 
Reconocen que hay seres aún más vulnerables que ellas y se duelen porque al día siguiente no cesarán de oír el mismo pitido a lo lejos y de nuevo correrán con sus bolsas de tortillas de maíz y sus botellas de agua al auxilio de esa multitud desoladora que va en busca de un mejor destino.
 
 
Estas mujeres colosales, con la piel y el corazón curtidos no se cansan de conspirar contra el horror de un mundo que vomita a sus hijos más allá de sus fronteras.
 
 
Ellas son las revolucionarias, las que ponen a andar la ternura, las que alimentan la esperanza. Los que no podemos olvidar. 
 
 
Mujeres de maíz y agua. Mujeres que nos humanizan. 
 
 
 

domingo, 4 de marzo de 2018

La egipcia que ‘arrestó’ a su acosador

La egipcia golpea al acosador.
 
 

El vídeo de una mujer que se rebela contra su agresor se ha convertido en viral en un país donde el acoso sexual es una auténtica lacra

 

Egipto es conocido por ser uno de los países con un mayor problema de acoso sexual. De hecho, el pasado mes de octubre, un estudio realizado por la Fundación Thompson Reuters concluyó que El Cairo es la ciudad más peligrosa del mundo para las mujeres. Sin embargo, poco a poco, las egipcias se están rebelando contra esta lacra, ayudadas por una nueva legislación que castiga severamente este delito.


 Probablemente, esta mayor conciencia del problema explica que se haya convertido en viral un vídeo en el que se ve a una joven egipcia reaccionando con contundencia tras haber sido manoseada por un desconocido.


La chica en cuestión, de veinte años de edad, se llama Rania Fahmy, y su acosador, un muchacho de 25, Islam, según informó la web de noticias egipcia Masrawy. En la grabación, se puede ver a Rania persiguiendo a su agresor y golpeándole con el bolso en una calle de la localidad de Qana, en el sur del país, mientras este intenta escapar. Durante la persecución y forcejeo, la joven consiguió recabar la solidaridad de varios transeúntes, que le ayudaron a arrestar a Islam, y conducirlo posteriormente a una comisaria para proceder a la denuncia.


Los hechos tuvieron lugar a finales de 2017, y a finales de febrero un tribunal sentenció al agresor a tres años de cárcel. Esta es una de las primeras condenas por un delito de acoso sexual dictadas en el Said, como se conoce a las provincias del sur de Egipto, de mentalidad más conservadora y tribal. De acuerdo con una encuesta realizada por la entidad de Naciones Unidas dedicada a la igualdad de género, un 99% de las mujeres egipcias mayores de edad declaran haber sido víctimas de acoso sexual alguna vez en su vida.


La cuestión de la actitud permisiva de muchos hombres ante las agresiones sexuales a las mujeres se coló en el debate público recientemente después de que Nabil al-Wahash, un conocido abogado de tendencia conservadora, declarara en un debate televisivo que era un “deber nacional” violar a toda mujer que saliera a la calle vestida con ropa sugerente, como unos tejanos rasgados. “¿Aceptaría que una chica caminara por ahí mostrando la mitad de sus caderas ...


 Yo digo que cuando una chica lo hace, acosarla es un deber patriótico, y violarla un deber nacional”, espetó el abogado, que unos meses después sería condenado a tres años de cárcel por incitar a la violación.


 https://elpais.com/internacional/2018/02/27/mundo_global/1519760460_198773.amp.html?__twitter_impression=true




El rapero Pablo Hasel, tras su condena: “Jamás claudicaré, fascistas de mierda”


 
Por esta canción y otras iré preso 5 años con todo sumado. Si hubiera dicho que catalanes, inmigrantes, antifascistas u homosexuales, merecen bombas, estaría protegido por los jueces fascistas que me han condenado
 
  El cantante reitera en Twitter algunos de los mensajes por los que ha sido condenado
 
 Pablo Hasél,,,, Juan Carlos el Bobón



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El rapero Pablo Hasel ha reaccionado con contundencia en su cuenta de Twitter a la condena a dos años y un día de cárcel  ...y 24.300 euros de multa por delitos de enaltecimiento del terrorismo con agravante de reincidencia, injurias y calumnias contra la Corona y las instituciones del Estado por el contenido de 64 mensajes publicados en Twitter y una canción en YouTube.
 
 
 "Me han condenado a 2 años y otro de pena-multa, es decir, 3 años. Se suman a los 2 que ya tengo por canciones contra el régimen. Pasaré 5 años preso por delitos de opinión, pero jamás claudicaré. Jamás, fascistas de mierda", ha escrito.
 
 
  El cantante ha lanzado esta mañana una serie de tuits en la que asegura que ha sido condenado por denunciar torturas que sufrió un supuesto "militante de ETA" y ha reiterado algunos de los mensajes por los que ha sido condenado.
 
 
 Hasel ya fue condenado por hechos similares por el Tribunal Supremo en marzo de 2015 a otra pena de dos años de cárcel. 
 
 
La Sección Primera de la Audiencia, con el voto particular de la magistrada Manuela Fernández de Prado, partidaria de la absolución, aplica al rapero los principios por los que el Tribunal Supremo condenó el pasado 20 de febrero al también rapero Valtònyc.
 
 
 
 
 
 
 

El peligro del feminismo para ricas del PSOE


 


Suenan los tambores de la huelga feminista del 8 de marzo, en la que el feminismo tiene la gran oportunidad de vincularse al mundo del trabajo y los cuidados, a las mujeres sencillas que sostienen la vida en una sociedad que las relega a la pobreza por realizar funciones vitales como los cuidados a enfermos o a la infancia; limpiar oficinas, hospitales, escuelas o centros administrativos; surtirnos de productos de consumo diario en supermercados por sueldos de miseria; servir desayunos, comidas y cenas por cuatro perras gordas y jornadas infernales en un modelo turístico que también se nutre de la feminización de la pobreza.


 El 70% de los pobres del mundo son mujeres y un 40% de los hogares españoles sostenidos por mujeres en solitario, con hijos a cargo, son pobres de solemnidad. El 17% de los niños y niñas que viven en España son pobres y en su mayoría son hijos de mujeres solas, abandonadas a la inmundicia en un país que se cae por el acantilado de la desigualdad y la pobreza mientras sigue siendo la cuarta economía de la Eurozona.


En este contexto retumban los tambores de una huelga feminista que ojalá sea un éxito y sirva también para desenmascarar a quienes creen que se puede ser feminista a la vez que se empobrece a las mujeres o se legisla contra su libertad. PP y Ciudadanos, por su parte, ya han decidido desligarse de la huelga feminista, en un alegato de honestidad. Saben que el feminismo vinculado al mundo de trabajo es mucho más que un alegato a favor de la paridad de hombres y mujeres en los consejos de administración del IBEX-35.

 
Saben que el feminismo vinculado al mundo del trabajo es un peligro para sus ansias privatizadoras, para sus reformas laborales inhumanas y sus contratos únicos que abren la puerta de par al despido libre en el que las mujeres trabajadoras serán echadas con una patada, directas a la indigencia y desesperanza de la que se nutre el capitalismo radical que defienden en los boletines oficiales que firman en aquellos lugares donde gobiernan. PP y Ciudadanos saben que el feminismo en huelga es una afrenta a su injusto modelo de sociedad.


El problema no es PP y Ciudadanos, que ya se han desligado de la huelga feminista, sino el feminismo para ricas de Susana Díaz, que presume de feminismo en acto de entrega de las medallas de Andalucía mientras tiene un reguero de mujeres privatizadas cobrando salarios de 200, 300, 500 y 600 euros por limpiar colegios, institutos, hospitales y oficinas de la Junta de Andalucía, por asistir a personas dependientes o por ejercer de monitoras de nuestros niños y niñas en las escuelas andaluzas.


Mujeres con contratos de 12, 15 y 20 horas a la semana que después de salir de trabajar tienen que irse a Cáritas a por la cesta mensual de productos de primera necesidad que reparte a las personas empobrecidas; mujeres que dan de comer a sus hijos caracoles para aportarles el hierro necesario para el crecimiento porque las almejas a ocho euros el kilo son un artículo de lujo; mujeres que no le pueden comprar pescado, ternera o fruta a sus hijos porque tienen que decidir entre comprar pescado o pagar el recibo del agua, la luz o el gas; mujeres obligadas a compartir piso con otras mujeres con hijos porque no pueden acceder a un alquiler para vivir a solas con sus hijos; mujeres que no tienen para pagar las terapias que necesitan sus hijos con autismo, sindrome de down o alguna enfermedad rara. 
 

Mujeres como Margarita, una trabajadora de la ayuda privatizada del Ayuntamiento de Córdoba que cobra 600 euros por levantar, duchar, cocinar y limpiar la casa de Luis, una mujer dependiente que se queja amargamente del mal servicio que recibe de la empresa de Florentino Pérez, concesionaria de la privatización del servicio en Córdoba, y que se lleva el 60% del total del dinero que la Junta de Andalucía destina a financiar la ayuda a la dependencia.


Mujeres como Dolores, cocinera en una escuela andaluza, de 40 años, con unas ojeras que le llegan al suelo, un hijo con sindrome de down que deja en el colegio, y que vive con otra amiga y su hijo porque no puede vivir sola con los 600 euros que cobra por cocinar cada día la comida de los niños y niñas andaluces.


Mujeres como Dolores, que tuvo que presenciar que un usuario de la ayuda a domicilio se masturbara delante de ella, por 500 euros al mes, y fue suspendida de empleo y sueldo por la empresa de Florentino Pérez por denunciarlo a la trabajadora social del Ayuntamiento de Sevilla. Mujeres como Loli, pescadera en un supermercado, que gana 800 euros en una ciudad donde un apartamento de 40 metros cuadrados vale 500 euros.


El gran peligro no es el PSOE, sino que las mujeres sencillas, explotadas, víctimas de las políticas firmadas por el PSOE, crean que el feminismo es una ideología encaminada a defender a las mujeres ricas y no un sistema que lucha contra la desigualdad de género en todas sus facetas pero también, y sobre todo, contra la desigualdad económica que evita el disfrute del resto de derechos que a las mujeres les son negados por su condición de mujeres pobres.


 El gran peligro del PSOE es que mujeres como Loli, Dolores o Margarita piensen que el feminismo es su enemigo.


El verdadero peligro para el feminismo no son PP ni Ciudadanos, que desde lejos se les ve venir y predecir cuáles son sus intenciones, sino un PSOE que lleva demasiados años ondeando la bandera de la igualdad que no cuesta dinero, que no molesta a quienes tienen el poder económico y que da la espalda a las mujeres pobres, que son quienes más necesidad tienen de feminismo para poder huir de la violencia de género, de la desigualdad laboral o de trabajos inmisericordes que se nutren de mujeres sin formación, presas fáciles de un sistema que te deja ser mujer rica, con formación y empoderada pero que esconde en el sótano a mujeres como Dolores, Loli o Margarita, que no luchan por romper el techo de cristal, sino por no caer en el suelo de barro que pisan a diario y que lleva las pisadas del PSOE.






 

Viva la clase trabajadora de Euskal Herria.



Viva la clase trabajadora de Euskal Herria.


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 Si el país vasco no somos socialista no somos #libres.



sábado, 3 de marzo de 2018

Entrevista en exclusiva desde la ONU en Ginebra con Anna Gabriel, independentista...



Anna Gabriel, independentista catalana, ex parlamentaria de la CUP​, habla con TresPuntos Noticias​ desde la sede de la ONU en Ginebra​ sobre su situación tras la orden de captura emitida en España. Con los periodistas Gabriela Sotomayor​ y Juan Gasparini​.

 Entrevista en exclusiva desde la ONU en Ginebra con Anna Gabriel, independentista...



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 Anna Gabriel, independentista catalana, ex parlamentaria de la CUP​, habla con TresPuntos Noticias​ desde la sede de la ONU en Ginebra​ sobre su situación tras la orden de captura emitida en España.


Con los periodistas Gabriela Sotomayor​ y Juan Gasparini​.


 




El diario del Vaticano admite que las monjas "son explotadas dentro de la Iglesia"

Dos monjas ayudando a una misa celebrada por hombres Dos monjas ayudando a una misa celebrada por hombres

Durante su último viaje a España, Benedicto XVI consagraba la basílica de la Sagrada Familia. En el altar del templo diseñado por el genio de Gaudí, solo había hombres, presididos por el hoy papa emérito. Ninguna mujer. Bueno sí, tres religiosas cuya única función fue limpiar el aceite con el que los celebrantes habían bendecido la mesa sagrada.


El escándalo que se generó hace ahora ocho años continúa multiplicándose en el interior de la Iglesia.


 Cabe preguntarse qué ocurriría si el próximo 8 de marzo las mujeres hicieran huelga y no participaran de las misas, ni ayudaran en la catequesis, ni abrieran la puerta de las capillas.


 "Seguramente no habría ninguna misa en España", señala a   eldiario.es  una religiosa, que prefiere no dar su nombre. "Seguimos sin tener voz ni voto", lamenta.

 
Una realidad que, por primera vez, ha reconocido el diario oficial vaticano, L'Osservatore Romano, que en su suplemento 'Mujeres, Iglesia, Mundo', publica un reportaje en el que denuncia que "dentro de la Iglesia las mujeres son explotadas",.


El reportaje, que novela la situación de varias religiosas, constata "la explotación generalizada de las monjas en la Iglesia Católica con trabajos sin paga o sueldos muy bajos", reclamando que la jerarquía eclesiástica debería dejar de tratarlas como simples sirvientes.



Sirven a los cardenales

La publicación sostiene que muchas religiosas trabajan como cocineras, limpian o solamente se dedican a servir la mesa a cardenales, obispos y sacerdotes. "Algunas sirven en casas de obispos o cardenales, otras en las cocinas de instituciones eclesiásticas o enseñan. 


Algunas, como sirvientas de los hombres de la Iglesia, se levantan por la mañana a preparar el desayuno y se van a dormir después de servir la cena, asear la casa y lavar y planchar la ropa", subraya el artículo, que cita a la 'hermana María' quien describe cómo las religiosas sirven al clero, pero "rara vez son invitadas a sentarse en las mesas que sirven".


"Hasta ahora nadie ha tenido el valor de denunciar estas cosas", subraya Luceta Scaraffia, directora del suplemento, quien justifica la publicación del reportaje en que "tratamos de dar una voz a quienes no tienen el valor de decir estas palabras públicamente". Y confirma la tesis de la publicación: 


"Dentro de la iglesia, las mujeres son explotadas".

En muchos casos las monjas, que toman votos de pobreza, no reciben una paga porque son miembros de órdenes religiosas femeninas y son enviadas a las residencias de funcionarios varones de la Iglesia como parte de sus asignaciones.

Teólogas sirviendo mesas


Otra religiosa denunció que conocía a unas hermanas que tenían doctorados en campos como teología y que, sin ninguna explicación, habían recibido órdenes de realizar tareas domésticas u otras labores que "no guardaban relación con su formación intelectual".


Las experiencias de esas monjas, dice el artículo, podrían transformarse "en una mayor riqueza para toda la Iglesia, si la jerarquía masculina lo ve como una ocasión para una verdadera reflexión sobre el poder (en la institución)".


Sor María, la protagonista de la publicación, sostiene que este sometimiento "suscita en algunas de ellas una rebelión interna muy fuerte" porque sienten "una profunda frustración" pero "tienen miedo de hablar porque detrás de todo puede haber historias muy complejas". 


Por ejemplo, en el caso de religiosas de África, Asia o América Latina, puede que sus congregaciones hayan corrido con el gasto de cuidar a familiares enfermos o ha financiado sus estudios. 


"Estas monjas se sienten en deuda, comprometidas, y entonces callan", reconoce.  


En el pasado, la mayoría de las monjas que trabajaban como ayuda doméstica en residencias dirigidas por hombres o instituciones como seminarios eran ciudadanas locales con redes de apoyo. En los últimos años, muchas han llegado de África, Asia y otras partes del mundo en desarrollo.


Una realidad que ha sido denunciada por el propio Papa Francisco. En 2016, el Pontífice criticaba "el reclutamiento de candidatas de otros países con el único fin de salvaguardar la supervivencia del monasterio", algo que calificó de "inseminación artificial" de conventos sin vocaciones.


 Una situación que, por desgracia, es una constante en países como España, donde se 'importan' monjas de países como India, Congo o Sudán, y que en muchos casos llegan a los monasterios en condiciones de semiesclavitud, para trabajar más como sirvientas o asistentes de religiosas y sacerdotes que como monjas dedicadas a la oración.


En el trasfondo de esta realidad, el papel de la mujer en la Iglesia. La próxima semana, coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, la teóloga Teresa Compte publica 'Diez cosas que el Papa Francisco propone a las mujeres' (Publicaciones Claretianas), un texto que cuenta con un prólogo del Pontífice.


 En el mismo, Bergoglio lamenta que "siga persistiendo cierta mentalidad machista" en la Iglesia.


En su prefacio, Francisco también critica que "en la propia Iglesia, el papel de servicio al que todo cristiano está llamado se deslice, en el caso de la mujer, algunas veces, hacia papeles más bien de servidumbre que de verdadero servicio".