martes, 6 de marzo de 2018
Mujeres de maiz, Las Patronas
“La Bestia”, es un
tren de mercancías que recorre México de sur a norte. Los emigrantes centroamericanos
lo cogen en marcha. Muchos caen y en la caída pierden brazos, piernas, vidas. Algunos
consiguen llegar a la frontera con EEUU donde son apaleados y deportados,
alguno llega a su destino, los menos.
Esta realidad de los emigrantes que huyen de la miseria de
sus países, que son robados, violados, apalizados por los caminos intentan en
su desesperación subirse a esas toneladas de hierro en movimiento.
A lomos de
esta bestia, el hambre y la sed y el frío es una agonía, pero cuando el tren se
aproxima al pueblo “La patrona” , un grupo de mujeres tan humildes como los
migrantes, tan emputecidas como ellos, atentas al pitido rutinario que viene de
lejos y se acerca a más de 50 kilómetros por hora, corren hacia las vías con
sus bolsas de tortillas de maíz y sus botellas de agua.
Y se acercan.
Mucho se acercan.
Estiran sus cuerpos hasta que alguien, quien sea, da lo
mismo, agarra la bolsa que le ofrecen da gracias por no haberse caído y da
gracias por tener qué llevarse a la boca.
Estas son las mujeres que a mi me admiran. Apenas nadie
sabe de ellas porque no escriben libros y no hacen la revolución a gritos.
Pero sí hacen la revolución. Silenciosamente. Demuestran al
mundo que las ideas más revolucionarias son las que se ponen en práctica, día a
día, con actos sencillos, heroicos, llenos de coraje.
Reconocen que hay seres aún más vulnerables que ellas y se
duelen porque al día siguiente no cesarán de oír el mismo pitido a lo lejos y
de nuevo correrán con sus bolsas de tortillas de maíz y sus botellas de agua al
auxilio de esa multitud desoladora que va en busca de un mejor destino.
Estas mujeres colosales, con la piel y el corazón curtidos
no se cansan de conspirar contra el horror de un mundo que vomita a sus hijos
más allá de sus fronteras.
Ellas son las revolucionarias, las que ponen a andar la
ternura, las que alimentan la esperanza. Los que no podemos olvidar.
Mujeres de maíz y agua. Mujeres que nos humanizan.
domingo, 4 de marzo de 2018
La egipcia que ‘arrestó’ a su acosador
El vídeo de una mujer que se rebela contra su agresor se ha convertido en viral en un país donde el acoso sexual es una auténtica lacra
Egipto es conocido por ser uno de los países con un mayor problema de acoso sexual. De hecho, el pasado mes de octubre, un estudio realizado por la Fundación Thompson Reuters concluyó que El Cairo es la ciudad más peligrosa del mundo para las mujeres. Sin embargo, poco a poco, las egipcias se están rebelando contra esta lacra, ayudadas por una nueva legislación que castiga severamente este delito.
Probablemente, esta mayor conciencia del problema explica que se haya convertido en viral un vídeo en el que se ve a una joven egipcia reaccionando con contundencia tras haber sido manoseada por un desconocido.
La chica en cuestión, de veinte años de edad, se llama Rania Fahmy, y su acosador, un muchacho de 25, Islam, según informó la web de noticias egipcia Masrawy. En la grabación, se puede ver a Rania persiguiendo a su agresor y golpeándole con el bolso en una calle de la localidad de Qana, en el sur del país, mientras este intenta escapar. Durante la persecución y forcejeo, la joven consiguió recabar la solidaridad de varios transeúntes, que le ayudaron a arrestar a Islam, y conducirlo posteriormente a una comisaria para proceder a la denuncia.
Los hechos tuvieron lugar a finales de 2017, y a finales de febrero un tribunal sentenció al agresor a tres años de cárcel. Esta es una de las primeras condenas por un delito de acoso sexual dictadas en el Said, como se conoce a las provincias del sur de Egipto, de mentalidad más conservadora y tribal. De acuerdo con una encuesta realizada por la entidad de Naciones Unidas dedicada a la igualdad de género, un 99% de las mujeres egipcias mayores de edad declaran haber sido víctimas de acoso sexual alguna vez en su vida.
Yo digo que cuando una chica lo hace, acosarla es un deber patriótico, y violarla un deber nacional”, espetó el abogado, que unos meses después sería condenado a tres años de cárcel por incitar a la violación.
https://elpais.com/internacional/2018/02/27/mundo_global/1519760460_198773.amp.html?__twitter_impression=true
El rapero Pablo Hasel, tras su condena: “Jamás claudicaré, fascistas de mierda”
Por esta canción y otras iré preso 5 años con todo sumado. Si hubiera dicho que catalanes, inmigrantes, antifascistas u homosexuales, merecen bombas, estaría protegido por los jueces fascistas que me han condenado
El cantante reitera en Twitter algunos de los mensajes por los que ha sido condenado
Pablo Hasél,,,, Juan Carlos el Bobón
*
El rapero Pablo Hasel ha reaccionado con contundencia en su cuenta de Twitter a la condena a dos años y un día de cárcel ...y 24.300 euros de multa por delitos de enaltecimiento del terrorismo con agravante de reincidencia, injurias y calumnias contra la Corona y las instituciones del Estado por el contenido de 64 mensajes publicados en Twitter y una canción en YouTube.
"Me han condenado a 2 años y otro de pena-multa, es decir, 3 años. Se suman a los 2 que ya tengo por canciones contra el régimen. Pasaré 5 años preso por delitos de opinión, pero jamás claudicaré. Jamás, fascistas de mierda", ha escrito.
El cantante ha lanzado esta mañana una serie de tuits en la que asegura que ha sido condenado por denunciar torturas que sufrió un supuesto "militante de ETA" y ha reiterado algunos de los mensajes por los que ha sido condenado.
Hasel ya fue condenado por hechos similares por el Tribunal Supremo en marzo de 2015 a otra pena de dos años de cárcel.
La Sección Primera de la Audiencia, con el voto particular de la magistrada Manuela Fernández de Prado, partidaria de la absolución, aplica al rapero los principios por los que el Tribunal Supremo condenó el pasado 20 de febrero al también rapero Valtònyc.
El peligro del feminismo para ricas del PSOE
Suenan los tambores de la huelga
feminista del 8 de marzo, en la que el feminismo tiene la gran
oportunidad de vincularse al mundo del trabajo y los cuidados, a las
mujeres sencillas que sostienen la vida en una sociedad que las relega a
la pobreza por realizar funciones vitales como los cuidados a enfermos o
a la infancia; limpiar oficinas, hospitales, escuelas o centros
administrativos; surtirnos de productos de consumo diario en
supermercados por sueldos de miseria; servir desayunos, comidas y cenas
por cuatro perras gordas y jornadas infernales en un modelo turístico
que también se nutre de la feminización de la pobreza.
El 70% de los
pobres del mundo son mujeres y un 40% de los hogares españoles
sostenidos por mujeres en solitario, con hijos a cargo, son pobres de
solemnidad. El 17% de los niños y niñas que viven en España son pobres y
en su mayoría son hijos de mujeres solas, abandonadas a la inmundicia
en un país que se cae por el acantilado de la desigualdad y la pobreza
mientras sigue siendo la cuarta economía de la Eurozona.
En este contexto retumban los tambores
de una huelga feminista que ojalá sea un éxito y sirva también para
desenmascarar a quienes creen que se puede ser feminista a la vez que se
empobrece a las mujeres o se legisla contra su libertad. PP y
Ciudadanos, por su parte, ya han decidido desligarse de la huelga
feminista, en un alegato de honestidad. Saben que el feminismo vinculado
al mundo de trabajo es mucho más que un alegato a favor de la paridad
de hombres y mujeres en los consejos de administración del IBEX-35.
Saben que el feminismo vinculado al
mundo del trabajo es un peligro para sus ansias privatizadoras, para sus
reformas laborales inhumanas y sus contratos únicos que abren la puerta
de par al despido libre en el que las mujeres trabajadoras serán
echadas con una patada, directas a la indigencia y desesperanza de la
que se nutre el capitalismo radical que defienden en los boletines
oficiales que firman en aquellos lugares donde gobiernan. PP y
Ciudadanos saben que el feminismo en huelga es una afrenta a su injusto
modelo de sociedad.
El problema no es PP y Ciudadanos, que
ya se han desligado de la huelga feminista, sino el feminismo para ricas
de Susana Díaz, que presume de feminismo en acto de entrega de las
medallas de Andalucía mientras tiene un reguero de mujeres privatizadas
cobrando salarios de 200, 300, 500 y 600 euros por limpiar colegios,
institutos, hospitales y oficinas de la Junta de Andalucía, por asistir a
personas dependientes o por ejercer de monitoras de nuestros niños y
niñas en las escuelas andaluzas.
Mujeres con contratos de 12, 15 y 20
horas a la semana que después de salir de trabajar tienen que irse a
Cáritas a por la cesta mensual de productos de primera necesidad que
reparte a las personas empobrecidas; mujeres que dan de comer a sus
hijos caracoles para aportarles el hierro necesario para el crecimiento
porque las almejas a ocho euros el kilo son un artículo de lujo; mujeres
que no le pueden comprar pescado, ternera o fruta a sus hijos porque
tienen que decidir entre comprar pescado o pagar el recibo del agua, la
luz o el gas; mujeres obligadas a compartir piso con otras mujeres con
hijos porque no pueden acceder a un alquiler para vivir a solas con sus
hijos; mujeres que no tienen para pagar las terapias que necesitan sus
hijos con autismo, sindrome de down o alguna enfermedad rara.
Mujeres como Margarita, una trabajadora
de la ayuda privatizada del Ayuntamiento de Córdoba que cobra 600 euros
por levantar, duchar, cocinar y limpiar la casa de Luis, una mujer
dependiente que se queja amargamente del mal servicio que recibe de la
empresa de Florentino Pérez, concesionaria de la privatización del
servicio en Córdoba, y que se lleva el 60% del total del dinero que la
Junta de Andalucía destina a financiar la ayuda a la dependencia.
Mujeres como Dolores, cocinera en una
escuela andaluza, de 40 años, con unas ojeras que le llegan al suelo, un
hijo con sindrome de down que deja en el colegio, y que vive con otra
amiga y su hijo porque no puede vivir sola con los 600 euros que cobra
por cocinar cada día la comida de los niños y niñas andaluces.
Mujeres como Dolores, que tuvo que
presenciar que un usuario de la ayuda a domicilio se masturbara delante
de ella, por 500 euros al mes, y fue suspendida de empleo y sueldo por
la empresa de Florentino Pérez por denunciarlo a la trabajadora social
del Ayuntamiento de Sevilla. Mujeres como Loli, pescadera en un
supermercado, que gana 800 euros en una ciudad donde un apartamento de
40 metros cuadrados vale 500 euros.
El gran peligro no es el PSOE, sino
que las mujeres sencillas, explotadas, víctimas de las políticas
firmadas por el PSOE, crean que el feminismo es una ideología encaminada
a defender a las mujeres ricas y no un sistema que lucha contra la
desigualdad de género en todas sus facetas pero también, y sobre todo,
contra la desigualdad económica que evita el disfrute del resto de
derechos que a las mujeres les son negados por su condición de mujeres
pobres.
El gran peligro del PSOE es que mujeres como Loli, Dolores o
Margarita piensen que el feminismo es su enemigo.
El verdadero peligro para el feminismo
no son PP ni Ciudadanos, que desde lejos se les ve venir y predecir
cuáles son sus intenciones, sino un PSOE que lleva demasiados años
ondeando la bandera de la igualdad que no cuesta dinero, que no molesta a
quienes tienen el poder económico y que da la espalda a las mujeres
pobres, que son quienes más necesidad tienen de feminismo para poder
huir de la violencia de género, de la desigualdad laboral o de trabajos
inmisericordes que se nutren de mujeres sin formación, presas fáciles de
un sistema que te deja ser mujer rica, con formación y empoderada pero
que esconde en el sótano a mujeres como Dolores, Loli o Margarita, que
no luchan por romper el techo de cristal, sino por no caer en el suelo
de barro que pisan a diario y que lleva las pisadas del PSOE.
Viva la clase trabajadora de Euskal Herria.
sábado, 3 de marzo de 2018
Entrevista en exclusiva desde la ONU en Ginebra con Anna Gabriel, independentista...
Anna Gabriel, independentista catalana, ex parlamentaria de la CUP, habla con TresPuntos Noticias desde la sede de la ONU en Ginebra sobre su situación tras la orden de captura emitida en España. Con los periodistas Gabriela Sotomayor y Juan Gasparini.
Entrevista en exclusiva desde la ONU en Ginebra con Anna Gabriel, independentista...
*
Anna Gabriel, independentista catalana, ex parlamentaria de la CUP, habla con TresPuntos Noticias desde la sede de la ONU en Ginebra sobre su situación tras la orden de captura emitida en España.
Con los periodistas Gabriela Sotomayor y Juan Gasparini.
Loam
El diario del Vaticano admite que las monjas "son explotadas dentro de la Iglesia"
Durante su último viaje a España, Benedicto XVI
consagraba la basílica de la Sagrada Familia. En el altar del templo
diseñado por el genio de Gaudí, solo había hombres, presididos por el
hoy papa emérito. Ninguna mujer. Bueno sí, tres religiosas cuya única
función fue limpiar el aceite con el que los celebrantes habían
bendecido la mesa sagrada.
El escándalo que se generó
hace ahora ocho años continúa multiplicándose en el interior de la
Iglesia.
Cabe preguntarse qué ocurriría si el próximo 8 de marzo las
mujeres hicieran huelga y no participaran de las misas, ni ayudaran en
la catequesis, ni abrieran la puerta de las capillas.
"Seguramente no
habría ninguna misa en España", señala a eldiario.es una religiosa, que prefiere no dar su nombre. "Seguimos sin tener voz ni voto", lamenta.
Una realidad que, por primera vez, ha reconocido el diario oficial vaticano, L'Osservatore Romano, que en su suplemento 'Mujeres, Iglesia, Mundo', publica un reportaje en el que denuncia que "dentro de la Iglesia las mujeres son explotadas",.
El reportaje, que novela la situación de varias religiosas, constata
"la explotación generalizada de las monjas en la Iglesia Católica con
trabajos sin paga o sueldos muy bajos", reclamando que la jerarquía
eclesiástica debería dejar de tratarlas como simples sirvientes.
Sirven a los cardenales
La publicación sostiene que muchas religiosas trabajan como cocineras,
limpian o solamente se dedican a servir la mesa a cardenales, obispos y
sacerdotes. "Algunas sirven en casas de obispos o cardenales, otras en
las cocinas de instituciones eclesiásticas o enseñan.
Algunas, como
sirvientas de los hombres de la Iglesia, se levantan por la mañana a
preparar el desayuno y se van a dormir después de servir la cena, asear
la casa y lavar y planchar la ropa", subraya el artículo, que cita a la
'hermana María' quien describe cómo las religiosas sirven al clero, pero
"rara vez son invitadas a sentarse en las mesas que sirven".
"Hasta ahora nadie ha tenido el valor de denunciar estas cosas",
subraya Luceta Scaraffia, directora del suplemento, quien justifica la
publicación del reportaje en que "tratamos de dar una voz a quienes no
tienen el valor de decir estas palabras públicamente". Y confirma la
tesis de la publicación:
"Dentro de la iglesia, las mujeres son
explotadas".
En muchos casos las monjas, que toman
votos de pobreza, no reciben una paga porque son miembros de órdenes
religiosas femeninas y son enviadas a las residencias de funcionarios
varones de la Iglesia como parte de sus asignaciones.
Teólogas sirviendo mesas
Otra religiosa denunció que conocía a unas hermanas que
tenían doctorados en campos como teología y que, sin ninguna
explicación, habían recibido órdenes de realizar tareas domésticas u
otras labores que "no guardaban relación con su formación intelectual".
Las experiencias de esas monjas, dice el artículo, podrían
transformarse "en una mayor riqueza para toda la Iglesia, si la
jerarquía masculina lo ve como una ocasión para una verdadera reflexión
sobre el poder (en la institución)".
Sor María, la
protagonista de la publicación, sostiene que este sometimiento "suscita
en algunas de ellas una rebelión interna muy fuerte" porque sienten "una
profunda frustración" pero "tienen miedo de hablar porque detrás de
todo puede haber historias muy complejas".
Por ejemplo, en el caso de
religiosas de África, Asia o América Latina, puede que sus
congregaciones hayan corrido con el gasto de cuidar a familiares
enfermos o ha financiado sus estudios.
"Estas monjas se sienten en
deuda, comprometidas, y entonces callan", reconoce.
En el pasado, la mayoría de las monjas que trabajaban como ayuda
doméstica en residencias dirigidas por hombres o instituciones como
seminarios eran ciudadanas locales con redes de apoyo. En los últimos
años, muchas han llegado de África, Asia y otras partes del mundo en
desarrollo.
Una realidad que ha sido denunciada por el propio Papa Francisco. En 2016, el Pontífice criticaba "el reclutamiento de candidatas de otros países con
el único fin de salvaguardar la supervivencia del monasterio", algo que
calificó de "inseminación artificial" de conventos sin vocaciones.
Una
situación que, por desgracia, es una constante en países como España,
donde se 'importan' monjas de países como India, Congo o Sudán, y que en
muchos casos llegan a los monasterios en condiciones de semiesclavitud,
para trabajar más como sirvientas o asistentes de religiosas y
sacerdotes que como monjas dedicadas a la oración.
En
el trasfondo de esta realidad, el papel de la mujer en la Iglesia. La
próxima semana, coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer
Trabajadora, la teóloga Teresa Compte publica 'Diez cosas que el Papa
Francisco propone a las mujeres' (Publicaciones Claretianas), un texto
que cuenta con un prólogo del Pontífice.
En el mismo, Bergoglio lamenta
que "siga persistiendo cierta mentalidad machista" en la Iglesia.
En su prefacio, Francisco también critica que "en la propia Iglesia, el
papel de servicio al que todo cristiano está llamado se deslice, en el
caso de la mujer, algunas veces, hacia papeles más bien de servidumbre
que de verdadero servicio".
El gobernador
El gobernador
Luis María
Linde, gobernador del Banco de España ha dicho con sus reales cojones
monárquicos: "Que recuerden los jubilados que, la mayoría, tienen
casa en propiedad y no tienen que pagar 600 euros del alquiler, sino 100 de
comunidad".
Y se ha quedado
tan pancho.
No se podía
esperar que dijera otra cosa. Pertenece a la clase social de los que ganan
siempre y sabe que nada le sucederá, que nunca se verá contando monedas para comprar
el pan y las medicinas.
Pensará que los
pensionistas son unos caprichosos y uno ingratos. Que ojalá se mueran todos y dejen
así de molestar.
Porque este
señor no tiene una madre viuda pasándolas canutas para llegar a fin de mes.
Porque no ha
visto a sus padres trabajando de sol a sol para ganar un salario de mierda que
se convierte en más mierda cuando se jubila.
Porque no le
pesa la subida de la luz, ni del agua, ni el copago ni le pesan unos hijos obligados
a ir al extranjero, ni le avergonzará pedir alimentos en Cáritas, ni calentarse
con velas.
Porque nadie de
su entorno será desahuciado, ni estafado, ni multado, ni encarcelado.
Porque no
comprende que a estas alturas si los pensionistas salen a la calle es porque no
pueden más, porque no van a dejarse arrancar también la dignidad.
Pero de esto el
señor Linde nada sabe. Nada sabe de pobreza ni de decencia. Es leal a su clase.
Los suyos le
premiarán y los nuestros seguirán en la pelea.
Veremos cual de
los dos bandos baja los pulgares.
miércoles, 28 de febrero de 2018
Le llaman justicia y no lo es
Tan solo desde 2016, docenas de personas –tuiteros, raperos...– han sido condenadas en la Audiencia Nacional por delitos similares a los de Alfredo y Julen. ETA ha renunciado para siempre a la lucha armada y entregado su arsenal, pero las penas de cárcel por enaltecimiento llueven ahora más que cuando había atentados y bombas.
Uno es de la opinión que todos los jueces de lo penal, esos que tienen en sus manos poder togado para enviar a prisión a la gente por años y décadas, con carácter previo a la toma de posesión de su cargo debieran de hacer obligatoriamente un año de prácticas como internos en una cárcel al uso, incluido un trimestre en régimen de aislamiento y supresión de visitas.
Y los fiscales otro tanto, que también son
protagonistas en esta historia.
La tierra tira. A pesar de llevar ya más de cuarenta años viviendo en Iruñea, el paisaje de mi pueblo, Amurrio –Araba–, es uno de los más nítidos que conservo en mi disco duro neuronal. Hacia Burgos, en primera fila, los montes Babio y Burubio abriendo camino por Mendaika hacia Sierra Salvada-Gorobel, con sus majestuosos picachos: Tologorri, Ungino...
En otra dirección, hacia Gasteiz, Altube y Gorbea. Sin embargo, estos últimos meses, los recuerdos de mi pueblo han venido ligados a las caras de dos jóvenes paisanos: Alfredo y Julen. Los dos juzgados en la Audiencia Nacional. Los dos condenados a un año de cárcel por eso que llaman «enaltecimiento del terrorismo».
Los montes que rodean Amurrio enmarcan ahora un valle que traga saliva y rabia por estas condenas gratuitas. Miles de personas se han manifestado últimamente por sus calles en solidaridad con Alfredo y Julen, denunciando tanta ignominia.
A Alfredo (37 años) se le condena por haber sacado en el txupinazo de las fiestas del pueblo de 2005 un muñeco de cartón que representaba a un preso de la localidad. Pretendía así denunciar la política de dispersión que padecen los presos y presas de ETA y sus familiares.
Nada de esto le hubiera pasado a Alfredo si las fotografías hubieran sido de Franco, José Antonio Primo de Rivera, Mola... o de los golpistas y dirigentes falangistas, tradicionalistas y requetés alaveses del criminal golpe de estado del 1936: Camilo Alonso Vega, José Luis Oriol, Luis Rabanera…, pues eso no es enaltecimiento terrorista.
El caso de Julen (24 años) es igual de esperpéntico. Pintó con rotulador el anagrama de ETA en la pared de una casa. A ello se unía el contar con un peligroso antecedente: había participado en la ocupación del gaztetxe, en Amurrio, siendo multado por ello.
A sus señorías, no les tembló el pulso: un año de cárcel que ya está cumpliendo. Al igual que en el caso de Alfredo, si hubiera pintado el yugo y las flechas falangistas no le habría pasado nada. Lo mismo que si hubiera tomado parte en esos grupos fascistas que han provocado incidentes violentos durante estos últimos meses en Madrid, Barcelona o Valladolid gritando «¡Puigdemont al paredón!» entre otras lindezas.
Lo de la Justicia española es de juzgado de guardia. El Tribunal Constitucional, cuya sesuda lentitud es proverbial, se ha convertido en un mero telepizza a domicilio al servicio del Gobierno del PP a quien, en poco más de veinticuatro horas, le suspende o anula cuantos acuerdos o leyes sean dictadas por el Parlament o su Mesa y no sean de su agrado.
¿Y qué decir de la Audiencia Nacional o el Tribunal Supremo, que en plazos similares te confecciona una cuatro estaciones aderezada de delitos de sedición, rebelión y odios identitarios al gusto del consumidor?
Tan solo desde 2016, docenas de personas –tuiteros, raperos...– han sido condenadas en la Audiencia Nacional por delitos similares a los de Alfredo y Julen. ETA ha renunciado para siempre a la lucha armada y entregado su arsenal, pero las penas de cárcel por enaltecimiento llueven ahora más que cuando había atentados y bombas. La autocensura se extiende por las redes. Normal. A la mínima te la juegas.
El caso de los chavales de Altsasu supera todo lo imaginable. Ni siquiera en la mente del más retorcido de los fiscales y el más sádico de los magistrados que pasaron por el Tribunal de Orden Público franquista –¡y ya los hubo retorcidos y sádicos!– se hubiera podido incubar la idea de procesar a siete chavales por una trifulca con un guardia civil, solicitando para ellos penas de 12,5, 50 y 62 años de cárcel, en total, 374,5 años.
El defender e impulsar el «Alde
hemendik!-¡Que se vayan!», nunca hasta ahora procesado ni penado, es
considerado hoy delito de lesa majestad. Justicia cangrejera.
En el "Cuadro de Indicadores de la Justicia" realizado en 2015 por la Unión Europea, se señalaba que la española, además de poco eficiente y de escasa calidad, era una de las menos independientes. Tan solo la superaba en servidumbres varias Bulgaria y Eslovaquia. La tendencia, además, ha ido de mal a peor.
De tener una valoración de 4 sobre 10 en 2012, había pasado a un 3,2 en 2015. El reinado gubernamental del PP durante esos años ha tenido que ver mucho, sin duda alguna, con esa acelerada degradación judicial.
Pero todo eso ha quedado ya muy atrás. Cuando se incorporen en el
futuro a esa valoración europea las actuaciones telepizza judiciales del
proceso catalán; el inquisitorial procesamiento de los chavales de
Altsasu hecho a la medida de las más altas instancias beneméritas y del
PP; las condenas del Tribunal de Derechos Humanos Europeo al Estado
español por no investigar las denuncias por torturas (4.100 casos
acreditados en la Comunidad Autónoma Vasca entre 1960 y 2013), y el
reconocimiento de los «tratos degradantes e inhumanos» a los que fueron
sometidos Portu y Sarasola durante cinco días de incomunicación (¿han
tomado nota Uds., señorías del Tribunal Supremo?: «tratos degradantes e
inhumanos»: ahogamientos, asfixia, palizas brutales…), la nota que
finalmente se pondrá al Estado español será ya próxima a cero.
Hablaremos ya de justicia basura.
«¡Le dicen democracia y no lo es!», se gritaba en las plazas aquel mayo florido. Pues la Justicia ni te cuento. Dos son los pesados lastres que hacen que esta sagrada institución sea una de las peor valoradas por la ciudadanía.
La primera tiene que ver con que allá en la Transición, al igual que sucedió con la Monarquía, el Ejército, la Policía y la Guardia Civil, la Judicatura cómplice y ejecutora de la maquinaria legal franquista pasó inmaculada, en bloque, sin depuración alguna a las nuevas instituciones «democráticas», imprimiendo a estas algo más que carácter.
La segunda, la descarada dependencia de la Justicia con respecto a sus padrinos gubernamentales y al reparto de poder entre los grandes partidos. Con tales lastres, esperar justicia de las más altas magistraturas es como pedir peras a un olmo.
Escrito por Sabino Cuadra Lasarte
La toma del Pazo de Meirás
Hasta Núñez Feijóo y su gobierno se han dado cuenta que no pueden seguir
de palanganeros de la familia del dictador, dándonos lecciones de
libertad, derecho civil e historia, mientras los Franco se ríen en su
cara y aumentan un poco más su ya cuantioso patrimonio
Se acaban el tiempo y
las excusas. Después de explicarnos a nosotros, humildes ciudadanos
legos en derecho, que no había nada que hacer, que el Pazo de Meirás era
de los Franco porque tenían título legítimo y que si empezábamos a
cuestionar algo tan básico poníamos en peligro los fundamentos mismos de
nuestra democracia, el Estado de Derecho y la clave de bóveda de la
verdadera libertad, el derecho a la propiedad privada, ahora va y
resulta que sí, sí se puede intentar tomar el Pazo de Meirás.
La Diputación de A Coruña tiene un informe de sus jurídicos demostrando
que existe una vía jurídica sólida para que vuelva a manos públicas y
que constata lo obvio; aun dando por buena la donación, ésta se realizó a
la Jefatura del Estado y por tanto al patrimonio del Estado, no al
patrimonio personal del dictador y su familia de saqueadores del erario
público.
La comisión de expertos creada por el Parlamento de Galicia se
muestra “optimista” sobre las posibilidades de recuperar su titularidad
pública y el portavoz del Partido Popular de Galicia, Pedro Puy,
considera que no se puede tolerar que la familia del dictador haga
negocio con una “donación” que tenía como objetivo que Franco pasase sus
vacaciones en Galicia.
Qué habrá cambiado, se preguntarán ustedes para que lo
que hasta ayer era imposible y reclamarlo era pura demagogia ahora, de
repente, sea “sólido” y “posible”. La respuesta es nada, todo sigue
igual: el estado de derecho sigue funcionando como siempre, el código
civil es el mismo y los supuestos títulos legítimos de los Franco siguen
exactamente igual de válidos.
La única novedad
reside en que los Franco han puesto a la venta el pazo por ocho millones
de Euros y hasta Núñez Feijóo y su gobierno se han dado cuenta que no
pueden seguir de palanganeros de la familia del dictador, dándonos
lecciones de libertad, derecho civil e historia, mientras los Franco se
ríen en su cara y aumentan un poco más su ya cuantioso patrimonio: más
de quinientos millones de euros en propiedades y bienes expropiados al
Estado y a particulares durante la dictadura por los que nadie les ha
pedido nunca explicaciones.
Si se vendiera el Pazo
como pretende la familia, que hasta ayer mismo alegaba en su defensa el
valor sentimental de Meirás, el robo perpetrado por los Franco sería
doble: primero se atracó a los coruñeses forzándoles a pagar a escote la
compra y ahora se les saquea poniendo a la venta un bien cultural
robado, y eso es más de lo que cualquier democracia puede y debe
soportar.
Por eso las administraciones van a hacer ahora lo que era su
deber haber ejecutado hace años: actuar para defender y reclamar el
patrimonio público por todos los medios legales y administrativos a su
alcance, en vez de partir de la asunción de que no había nada que hacer y
los Franco tenían razón al proclamar la validez de sus títulos de
propiedad.
Lo que parece que se disponen a hacer
ahora con el Pazo de Meirás es exactamente lo mismo que deberían
implementar las administraciones de todo el Estado con todos y cada uno
de los euros del patrimonio de la familia Franco, reclamar el ingente
patrimonio público que aún queda ilegítimamente en sus manos hasta que
un juez diga lo contrario; eso sí que sería “guardar y hacer guardar” la
Constitución.
El hijo de la momia
Estaba viendo una entrevista a Albert Rivera en La Sexta, todo populismo y soberbia, y no podía quitarme de la cabeza la portada que en su día dedicó Libération al retorno a la vida política de Berlusconi: “El regreso de la momia”, titularon. Porque ¿qué es Rivera, sino una versión lozana del esperpento italiano?
La superficialidad más sonrojante, la ausencia de argumentos, el
discurso que todos quieren escuchar, la sensación de mascarada… el bunga bunga interpretado
a ritmo de Macarena. Denle tiempo a Rivera, dejen que toque pelo, que
alcance el poder, que se quite la máscara, que pase por el quirófano… y
tendrán un cavaliere ibérico.
El hijo de la momia.
Le cuento todo esto porque lo que
parecía una amenaza lejana, una pesadilla improbable, está apunto de
convertirse en realidad. Son los daños colaterales de la situación en Cataluña, el trampolín patriotero que necesitaba Ciudadanos para dar el salto definitivo.
Según el sondeo de Metroscopia elaborado para El País y publicado el pasado día diez, “Ciudadanos se aleja del PP y PSOE y se afianza como la fuerza más votada”.
Aún más cerca, el Estudio General de Opinión Pública Invierno 2018
realizado por la universidad de Granada, y que conocimos ayer, indica
que el PSOE ganaría las elecciones en Andalucía… y Ciudadanos se convertiría en la segunda fuerza política, desbancando al Partido Popular.
¿Sorpresa? Para nada: el desgaste moral del PP alimenta a una nueva ultraderecha cool que,
agazapada, espera la caída de sus mayores para izarse sobre su cadáver
en descomposición. Rivera y los suyos han olido sangre y amenazan con
pasar del dicho al hecho, de la bravuconada al zarpazo.
De la demagogia al poder:
“Desde la oposición estamos liderando la reforma de España.
Imagínense
que no haríamos si gobernásemos”, amenaza un Rivera que se viene arriba
por momentos.
Y todo esto cuando creíamos, pardillos, que después del PP nada peor nos podría pasar.
Supermercados asaltados: ¿en Caracas o Bogotá? Arte censurado: ¿en La Habana o Madrid?
José Manzaneda, coordinador de Cubainformación.─ Hace unos días,
centenares de personas saqueaban supermercados en Bogotá y en tres
departamentos de Colombia (1). El Gobierno imponían el toque de queda
(2). La noticia no la hemos leído en la gran prensa española.
La misma
que, apenas hace un mes, titulaba que “los militares controlan los
supermercados tras los saqueos en Venezuela”, y lanzaba una “alerta
internacional” debido a la “grave crisis económica y social” de ese país
(3).
Leemos que Colombia, además, es origen del 92% de la cocaína incautada en EEUU, cuyo gobierno ha alertado del “alarmante aumento de la producción” en aquel país (4). Pero, increíblemente, a quien acusan los grandes medios internacionales de ser un “narcoestado” es... a Venezuela (5).
Los medios nos dicen que el Gobierno de Brasil ha comenzado la intervención militar de la ciudad de Río de Janeiro (6). Si esto hubiera ocurrido en Venezuela, tendríamos ya en la prensa completos análisis sobre la crisis social del país (7). Pero como es en Brasil, nos dicen que es solo una medida para “atajar la ola de violencia” (8). Mientras, el presidente golpista Michel Temer, con todos los grandes medios brasileños a su favor, trata de reducir su impopularidad con un gesto de mano dura, y de apartar el foco de las masivas protestas contra su política antisocial (9).
Donald Trump sugiere armar a un 20 % del profesorado de EEUU (10), para evitar matanzas en las escuelas, con el apoyo de la Asociación Nacional del Rifle (11). La prensa europea realiza un relato crítico acerca de la venta de armas en aquel país (12). Pero jamás un análisis sobre la salud democrática de una sociedad que admite esto como un “derecho constitucional”. Por contra, ¿se imaginan qué dirían si fuera en Cuba donde, en mes y medio, se hubieran producido casi dos mil muertes por armas de fuego (13)?
En los últimos días leemos mucho sobre libertad de expresión en la “democracia española”. Una jueza prohibía la impresión y comercialización de nuevos ejemplares de “Fariña”, un libro sobre el narcotráfico en Galicia (14). Y el músico rapero Valtonyc era condenado a tres años y medio de cárcel, acusado de enaltecimiento del terrorismo e injurias graves a la Monarquía (15).
Los principales medios españoles defendían esta sentencia (16) (17). Los mismos, por cierto, que tan detalladamente nos informan de cada caso de supuesta “censura” en Cuba (18).
Además, la Feria de Arte Contemporáneo de Madrid retiraba una exposición denominada “Presos políticos en la España contemporánea” (19). Los principales medios españoles quitaban hierro a este evidente acto de censura (20). Y los pocos que denunciaban su gravedad apenas mencionaban a una pequeña parte de los “presos políticos” que reivindicaba la citada exposición: los vinculados al proceso independentista catalán (21).
Pero en la obra también aparecían otros casos, que la prensa española se cuidaba de no airear, y a los que aplicaba una segunda censura, como el del político vasco Arnaldo Otegi, los tuiteros de la operación ‘Araña’, los jóvenes de Altsasu o la dirección del clausurado diario ‘Egin’ (22).
Para que ahora gobierno, políticos y medios españoles vayan dando lecciones por el mundo sobre libertad de expresión, artística o de prensa (23).
*
Centenares de personas saqueaban supermercados en Colombia y el Gobierno imponían el toque de queda. La noticia no la hemos leído en la gran prensa española. La misma que, apenas hace un mes, titulaba que “los militares controlan los supermercados tras los saqueos en Venezuela”, y lanzaba una “alerta internacional” por la “grave crisis económica y social”.
El músico Valtonyc era condenado a tres años y medio de cárcel, con el aplauso de los medios que, tan detalladamente, nos informan de cada supuesta “censura” en Cuba.
Fuente original: http://www.cubainformacion.tv/index.p...
martes, 27 de febrero de 2018
Explotación sexual de mujeres: ¿en Cuba… o en España?
Algunos medios vinculan la imagen de Cuba con el turismo sexual y con una supuesta prostitución masiva.
Curiosamente, en las listas de los principales destinos del turismo sexual en el mundo no aparece Cuba, y sí España, donde hay más de 1.500 clubs de prostitución.
Allí, miles de mujeres son sometidas a todo tipo de vejaciones. Por el contrario, en Cuba la prostitución que existe es mayoritariamente informal. No existen mafias ni redes de esclavitud sexual.
Curiosamente, en las listas de los principales destinos del turismo sexual en el mundo no aparece Cuba, y sí España, donde hay más de 1.500 clubs de prostitución.
Allí, miles de mujeres son sometidas a todo tipo de vejaciones. Por el contrario, en Cuba la prostitución que existe es mayoritariamente informal. No existen mafias ni redes de esclavitud sexual.
*
En un reciente mapa de Unicef sobre “turismo sexual infantil”, no aparece Cuba, y sí México, Brasil, Colombia y Perú, principales destinos latinoamericanos.
En Cuba no hay anuncios de prostitución en su prensa. Por el contrario, grandes diarios españoles obtienen verdaderas fortunas gracias a la explotación sexual de mujeres.
Son los medios que, curiosamente, no dejan de hablar de prostitución y turismo sexual… en Cuba.
Un trabajo de Ivana Belén Ruiz y José Manzaneda, para Cubainformación TV.
Edición Ana Gil
domingo, 25 de febrero de 2018
Los jubilados podrían enfrentarse a multas de 30.000 euros por la ‘Ley Mordaza’
La ley de seguridad ciudadana contempla sanciones a quienes realicen manifestaciones frente al Congreso.
La Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de protección de la seguridad ciudadana, conocida como la ‘Ley Mordaza’, considera como infracción grave “la perturbación grave de la seguridad ciudadana que se produzca con ocasión de reuniones o manifestaciones frente a las sedes del Congreso de los Diputados, el Senado y las asambleas legislativas de las comunidades autónomas aunque no estuvieran reunidas, cuando no constituya infracción penal”.
Es el artículo 36.2 de una ley aprobada durante la etapa de mayoría absoluta del PP y que, supuestamente, iba a ser ‘tumbada’ por los ‘nuevos’ partidos políticos y por el PSOE. De momento, no hay noticias de esa reforma.
Lo que sí se sabe es que la ‘Ley Mordaza’ contempla multas para las infracciones graves que oscilan entre los 601 y los 30.000 euros.
Lo normal, y a tenor de lo que han confesado a EL BOLETÍN fuentes policiales presentes en la movilización de los pensionistas en el Congreso, “sería una locura” que sancionaran a los jubilados/as.
De hecho, el artículo 36.2 detalla que se requiere una “perturbación grave de la seguridad ciudadana”. Algo interpretable pero que no parece haber sucedido este jueves en la manifestación por las pensiones dignas.
https://www.elboletin.com/noticia/159757/nacional/los-jubilados-podrian-enfrentarse-a-multas-de-30.000-euros-por-la-ley-mordaza.html
Es el artículo 36.2 de una ley aprobada durante la etapa de mayoría absoluta del PP y que, supuestamente, iba a ser ‘tumbada’ por los ‘nuevos’ partidos políticos y por el PSOE. De momento, no hay noticias de esa reforma.
Lo que sí se sabe es que la ‘Ley Mordaza’ contempla multas para las infracciones graves que oscilan entre los 601 y los 30.000 euros.
Lo normal, y a tenor de lo que han confesado a EL BOLETÍN fuentes policiales presentes en la movilización de los pensionistas en el Congreso, “sería una locura” que sancionaran a los jubilados/as.
De hecho, el artículo 36.2 detalla que se requiere una “perturbación grave de la seguridad ciudadana”. Algo interpretable pero que no parece haber sucedido este jueves en la manifestación por las pensiones dignas.
https://www.elboletin.com/noticia/159757/nacional/los-jubilados-podrian-enfrentarse-a-multas-de-30.000-euros-por-la-ley-mordaza.html
Suscribirse a:
Entradas (Atom)