sábado, 8 de julio de 2017

Rajoy y Sánchez, Sánchez y Rajoy, la diferencia es la corbata




La portavoz del PSOE, Margarita Robles, también ha destacado el ambiente cordial en el encuentro entre los dos líderes. en cuanto al tema de Cataluña, además, añade que se debe mantener un diálogo permanente con los políticos de la comunidad.



El nuevo líder del “nuevo” PSOE acudió a la Moncloa a sonreir con Mariano. Las enormes coincidencias en materias importantes quedaron plasmadas. Ibex, UE, Corona, Catalunya, Iglesia, no investigar la corrupción… . Ante esta realidad, Pedro ha querido dar un guiño a los suyos y que vean diferencias: no se puso corbata.


El portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, al término de la reunión la ha calificado de “cordial” y que se ha prolongado durante “dos horas largas”.


Rajoy y Sánchez, ha dicho el portavoz, tienen una “coincidencia absoluta” en “lo esencial”, por ejemplo en el referéndum secesionista que la Generalitat quiere celebrar el 1 de octubre “es ilegal”, que “atenta contra la soberanía nacional”.


Según Méndez de Vigo, ambos han coincidido en que con la situación creada en Cataluña por las iniciativas secesionistas, la “prioridad es declarar inaceptable este referéndum de secesión” e “inaceptable la violación sistemática y constante de la Constitución y las leyes”.


Además, ha dicho que ese compromiso de “contacto permanente” muestra la voluntad de seguir hablando ante cualquier eventualidad que se produzca. El referéndum de autodeterminación es ilegal, atenta contra la soberanía nacional y lo establecido en la Constitución, ha insistido Méndez de Vigo, que ha resaltado la importancia de este mensaje político de Rajoy y Sánchez. 


Al Gobierno, ha dicho, le parece “positivo” el diálogo fluido, hablar y consensuar.


La portavoz del PSOE, Margarita Robles, también ha destacado el ambiente cordial en el encuentro entre los dos líderes. en cuanto al tema de Cataluña, además, añade que se debe mantener un diálogo permanente con los políticos de la comunidad.






La cruzada de la Infanta Cristina para rehabilitar su imagen

El Parlament abre la puerta para juzgar los crímenes del franquismo en Cataluña





“Ilegales, nulos de pleno derecho”. Eso fueron los 63.961 consejos de guerra hechos por la justicia franquista en Cataluña y de los que se derivaron miles de condenas a muerte y 3.358 ejecuciones, incluidas 17 mujeres. Así lo ha declarado el Parlamento de Cataluña en una ley sin precedentes, aprobada el jueves, 29 de junio, por unanimidad: 129 votos de los diputados presentes del total de 135. ¿Qué recorrido puede tener la norma en el conjunto del Estado? ¿Será secundada por otros Parlamentos Autonómicos? ¿La recurrirán ante el Tribunal Constitucional? ¿Cómo fueron aquellos juicios, ahora declarados ilegales y con las sentencias nulas por los representantes del soberano?


Vaya por delante que la sesión del Parlamento catalán fue bien emotiva. Allí estaban Josep Companys, sobrino-nieto del president Lluís Companys, detenido en Francia por la Gestapo cuando iba a visitar a su hijo enfermo, entregado a Franco, que había una lista de 1.600 intelectuales y políticos a las autoridades fascistas de la Francia ocupada para que los detuvieran, y fusilado el 15 de octubre de 1940 en el foso del castillo de Montjuic. También estaba Raimon Carrasco, hijo de Manuel Carrasco i Formiguera, un fervoroso católico nacionalista catalán de Unió Democrática, encarcelado en Burgos durante ocho meses y finalmente fusilado; Manuel Martínez Arcos, procesado y condenado; Mercè Puig Antich, hermana de Salvador, el penúltimo ejecutado por la dictadura en Cataluña; María Salvo, María Gadea, y así más de doscientas víctimas y familiares de demócratas criminalizados y asesinados por la dictadura.


También se hallaban en el pleno del Parlament, celebrado veinticuatro horas después de la solemne sesión borbónica del Congreso para conmemorar el cuadragésimo aniversario de las primeras elecciones democráticas, el presidente de la Comisión de la Dignidad, Josep Cruanyes y el director del Memorial Democràtic, Plàcid García-Planas, junto a los miembros y dirigentes de otras entidades ciudadanas y de la memoria democrática. Hacia todos ellos tuvieron la ponente de la ley, Montserrat Palau Vergés, y los demás portavoces, palabras de gratitud y reconocimiento por sus iniciativas. La emoción estalló tras la votación y fue canalizada hacia el canto de El Segadors.


El primer efecto político de la ley catalana ha sido la aceptación por parte del dirigente del PSOE, Pedro Sánchez, de una Comisión de la Verdad que ponga fin a la ignominia franquista y la impunidad que se derivó de la amnistía de 1976, tramitada como ley un año después. Si la amnistía equiparó a los verdugos con las víctimas, y la Ley de Memoria Histórica de 2007 declaró “ilegítimas” pero no “ilegales” las condenas de los tribunales franquistas a los demócratas, razón por la cual ERC no la respaldó, la ley catalana repone la legalidad que los golpistas del 18 de julio de 1936, encabezados por el general Francisco Franco, conculcaron gravemente, dando lugar a la Guerra Civil, y anula todas las sentencias de los Consejos de Guerra contra los demócratas en Cataluña desde 1936 hasta la aprobación de la Constitución a finales de 1978.


Y algo más hace: ordena que se hagan públicos los cerca de sesenta y cuatro mil expedientes para que la gente pueda conocerlos desde el mismo día en que el Boletín Oficial de la Generalitat publique la ley. Cuentan con la ventaja de poseer un archivo propio, el Arxiu Nacional de Catalunya. El letrado Cruanyes, presidente de la Comisión de la Dignidad, considera “muy acertada y necesaria” esta medida, pues “ha habido casos de personas que creían que sus parientes habían muerto en el frente y se han llevado una sorpresa al descubrir que habían estado presos y fueron ejecutados”.


justicia franquista en Cataluña
Presos del campo de trabajo de Tarragona. Subirats en la fila superior, primero a la derecha (Foto del archivo familiar)


Cruanyes recuerda que se reunió con el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Francisco Caamaño(después ministro de Justicia), para acordar el texto de la Ley de Memoria Histórica de 2007 y, aunque el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se mostró dispuesto a todas las medidas necesarias en favor de las víctimas, “se cerró en banda ante nuestro planteamiento de que se anulasen todas las sentencias del franquismo”. La ley de Zapatero reconoció el carácter injusto e ilegítimo de los tribunales de excepción franquista (así como otros aspectos como la concesión de la nacionalidad a los hijos y nietos de los exiliados y a los brigadistas internacionales, la investigación de las fosas, la supresión de los nombres y símbolos de la dictadura de los lugares públicos, etcétera), pero no anuló las condenas. 


Sólo ofreció el “reconocimiento moral” (mediante un diploma oficial) a las víctimas. La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, una jueza al fin y al cabo, fue permeable a la oposición del PP y prefirió el acuerdo al recurso de inconstitucionalidad de la derecha.


 Ahora, por primera vez, destaca Cruanyes, una Cámara legislativa proclama que “la justicia franquista fue ilegal”.


Aunque la mayoría de los diputados del PP (11 escaños) votaron a favor, su portavoz, Fernando Sánchez Costa, explica que “lo importante es seguir trabajando por la reconciliación” y aclara que la norma catalana, con independencia de las discusiones jurídicas a las que pueda dar lugar, no tiene por qué ser extrapolada a otras autonomías, “porque la historia es muy compleja y el principio de la reconciliación, que es el que importa, se expresa de forma muy diferente en cada territorio y en cada momento. En Cataluña consideramos que es positivo para la convivencia reconocer y declarar nulos los juicios de la dictadura, y por eso votamos favorablemente”. En el caso de Ciudadanos, su portavoz, Matías Alonso, dice que la ley catalana “complementa” la de Memoria Histórica y echa en falta una referencia a la ley estatal en el texto aprobado.


Aunque el Gobierno ha optado por el silencio y los responsables del Grupo Parlamentario Popular prefieren no pronunciarse sobre la constitucionalidad de la norma catalana, las fuentes consultadas estiman que el mayor varapalo se dirige al Tribunal Supremo, cuya Sala Quinta (de lo Militar) ha fallado reiteradamente durante cuarenta años contra la revisión y anulación de las condenas a más de sesenta dirigentes republicanos, entre ellos el que fuera presidente del Congreso, Julián Besteiro, o el propio Companys. Incluso el presidente de la II República, Manuel Azaña, fue condenado (y expropiado y multado con 100.000 pesetas) después de muerto. La incógnita es si los magistrados interpretarán la norma como un brindis al sol, según la opinión de algunos, o la recurrirán al Constitucional.


Para hacerse idea de la cantidad de personas condenadas y ejecutadas por los consejos de guerra en Cataluña, la ponente Palau Vergés, estima que se necesitarían 36 horas para citarlas por sus nombres y apellidos. ¿Cómo eran aquellos tribunales de la Auditoría de Guerra del Ejército de Ocupación, denominados posteriormente Auditoría de la IV Región Militar, que actuaron en Cataluña a partir de abril de 1938 y hasta finales de diciembre de 1978?


De entre los muchos testimonios, el del periodista de Tortosa (Tarragona) Josep Subirats Piñana es significativo porque durante las cinco semanas que estuvo preso en la Punxa (un convento de frailes habilitado como cárcel) no paró de tomar nota de los condenados fusilados hasta entonces (30 de junio de 1939). “El 15 de marzo habían fusilado en Girona al prestigioso periodista Carles Rahola, del diario L’Autonomista. Fue entonces cuando me di cuenta de la tragedia que íbamos a vivir los periodistas de la prensa comarcal”. Las ejecuciones en la Muntanya de l’Oliva de Tarragona fueron diarias durante los meses siguientes al final de la guerra.


Subirats, que en los años ochenta sería senador por el PSC-PSOE, plasmó sus recuerdos en el libro Pilatos 1939-41, con prólogo de Ramón Rubial. “Durante el mes y nueve días que estuve en la Punxa, el ritmo de juzgados y condenados se mantuvo alrededor de 30 a 40 diarios. Vivía la zozobra de los consejos de guerra. Muchos de mis amigos fueron condenados. Basilio Carrasco, un preso tortosino que recibía noticias del exterior a través de su esposa, Cinta Medina, nos dijo el 7 de julio que dos días antes había sido fusilado Sebastià Campos Terrè en el Campo de la Bota de Barcelona. La noticia fue desalentadora. Campos fue director del periódico El Pueblo; su sucesor, Joan Curto Pla Estaba condenado a muerte en la prisión de Pilatos y yo, que fui el último director, a punto de ser juzgado”.


Los fusilamientos fueron masivos en abril y mayo. “En la Punxa se comentaba que el rimo de aplicación de la pena capital en España estaba decreciendo. Según mis notas –escribe Subirats–, el 14 de julio fueron fusilados 42 presos en Tarragona, seguidos de 28 el día siguiente, 12 el día 21, 40 el 8 de agosto y tres en fechas distintas durante ese periodo”. Subirats cuenta casos escalofriantes: el del funcionario municipal de Reus Joan Manresa Valdespinos, fusilado en base a una denuncia contra un militante del POUM con su mismo nombre y apellidos. “Pese a las gestiones de la familia, los represores no se molestaron en aclararlo”. 


El del doctor tortosino Primitiu Sabatè Barjau, cirujano y director del hospital municipal, muy querido por la gente. Los juzgadores le acusaron de haber sido diputado de la Coalición de Izquierda Catalana. No era cierto. También fusilaron al alcalde de Tortosa, Josep Rodríguez Martínez, de ERC, pese a haber protegido en el hotel París de la localidad al líder provincial de las derechas y miembro de la “junta técnica” (gobierno de Burgos) Joaquín Bau hasta que fue intercambiado por la familia del general José Miaja.


Por fin llegó el día del juicio para Subirats. Los que comparecían ante el Consejo de Guerra sumarísimo y de urgencia de la Auditoría de Tarragona eran condenados o por “auxilio a la rebelión” a penas de 12,15 ó 20 años y un día (penas benignas entonces) o por “rebelión militar” a muerte o cadena perpetua. La acusación de “rebelión” contra los militares sublevados, no por paradójica, dejaba de ser cruel. “Era el 10 de agosto de 1936, yo fui incluido en el segundo grupo de la vista con otros catorce presos. 


La vista del primer grupo de Tortosa era a las diez de la mañana y del segundo, a las once. Me llevaron esposado a Felip Subirat Roures, que trabajaba en la imprenta donde editábamos El Pueblo y era un dirigente muy estimado de la UGT y de ERC. Presidía el Consejo de Guerra el entonces coronel Lisardo Doval Bravo, quien había destacado por su crueldad, siendo comandante, contra los mineros asturianos en octubre de 1934. Murió siendo general el 21 de octubre de 1975. El consejo duró poco más de media hora. Se desarrolló tan precipitadamente que el relator apenas tuvo tiempo de leer los cargos contra los 15 acusados. El fiscal destacó la gravedad de los hechos relatados y pidió las máximas penas y el defensor de oficio solicitó un grado menos”.


Subirats y la mayoría de sus compañeros fueron trasladados a Pilatos, la última residencia en este mundo antes de ser fusilados. El actual Museo Arqueológico de Tarragona era una de las cárceles más tétricas de España. Muchos compañeros de aquel periodista fueron ejecutados. Él tuvo suerte y pasó varios años sometido a trabajos forzados, pero salvó la vida. Había nacido en 1920 y era menor de edad penal cuando cometió los “delitos” (periodísticos) de “auxilio a la rebelión” por los que le condenaron. ¿Qué podía importar ese detalle a los secuaces del dictador en su misión de limpiar España de demócratas? 

Ya es sabido que decenas de miles de condenados por sus ideas políticas de libertad y progreso redimieron las duras condenas en campos de concentración y trabajo, en los que un porcentaje superior a diez de cada cien murieron o enfermaron gravemente. Para que su obra sea recordada y honrada, también el Parlamento de Cataluña aprobó en mayo pasado una iniciativa del PSC, con aportaciones de Junts pel Sí, que ordena a Generalitat impulsar un programa por medio del Memorial Democrático para completar la señalización, adecuación, dignificación y conservación de los campos, edificios, obras e infraestructuras realizadas por los prisioneros de guerra y los batallones disciplinarios.



Un artículo básico y claro

La ley catalana de víctimas de la dictadura tiene “un artículo básico y claro”: “Declaramos ilegales los tribunales de los consejos de guerra que actuaron en Catalunya desde 1938 a 1978, y, en consecuencia, la nulidad de pleno derechos de todas las sentencias que dictaron”. Es el resumen de la ponente de la norma, Montserrat Palau Vergès.


La diputada de Junts pel Sí añade que “los motivos se comprenden y son bien claros. Tal como reconoce la legislación internacional, los derechos humanos y las reiteradas peticiones de la ONU, teniendo en cuenta además, la legalidad vigente entonces, aquellos consejos eran totalmente ilegales y no ofrecían ninguna garantía jurídica, por lo que el Parlamento de Cataluña asume su responsabilidad histórica y declara ilegales todos los procesos y causas y nulas sus sentencias y resoluciones.



Luis Díez | Cuartopoder | 

G20. Hamburgo. Coches de lujo destruidos, la mujer de Trump atrapada en su residencia, 159 policías heridos, decenas de detenidos/as




El número de agentes heridos en los disturbios registrados entre el jueves y ayer viernes en Hamburgo asciende ya a 159 y los detenidos a 45, mientras prosiguen las protestas y los intentos de bloqueo contra la cumbre del G-20 en esta ciudad del norte de Alemania, informaron fuentes policiales.


Las imágenes dan la vuelta al mundo. En Hamburgo se está dando una fuerte resistencia al capitalismo. Y se hace muy al margen de las sempiternas  propuestas que suelen hacerse en sede parlamentaria, por parte de organizaciones que acceden al juego trucado de los que ellos llaman “democracia”, para mejorar un sistema que no tiene mejoras posibles.


 El número de agentes heridos en los disturbios registrados entre el jueves y ayer viernes en Hamburgo asciende ya a 159 y los detenidos a 45, mientras prosiguen las protestas y los intentos de bloqueo contra la cumbre del G-20 en esta ciudad del norte de Alemania, informaron fuentes policiales. Según las fuentes, también se produjo el lanzamiento de cohetes pirotécnicos contra un helicóptero policial y de cócteles molotov contra los agentes.



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Melania Trump, al igual que el resto de parejas de los líderes del G-20, estaba invitaba a participar en el programa de actividades que ha organizado para la ocasión Joachim Sauer, marido de Angela Merkel, pero dadas las circunstancias se ha suspendido su asistencia a estos actos.


Según ha informado una fuente cercana a la organización a la agencia AFP, la primera dama de Estados Unidos no ha podido participar ni en un crucero por esta ciudad portuaria del norte de Alemania ni en una visita a un centro de investigación sobre el clima. 


“No tenemos hasta el momento ninguna autorización de la policía de que podamos salir de la residencia por razones de seguridad”, declaraba la portavoz de Melania Trump a los medios alemanes. 

Finalmente tampoco las otras parejas de los líderes políticos más importantes del mundo han podido cumplir el programa por motivos de seguridad y cuenta la agencia Dpa que, en lugar de acudir al centro de investigación sobre el clima, han sido trasladados al Hotel Atlantic de Hamburgo.
Donald y Melania Trump se están alojando estos días en la residencia de invitados del Senado de Hamburgo.







Cónclave imperialista en Hamburgo

Imagini pentru foto oficial G20 2017
El cónclave imperialista-terrorista de Hamburgo






Durante los día 7 y 8 de abril, los que podríamos definir como 20 principales eslabones de la cadena imperialista se reúnen en la ciudad alemana de Hamburgo, con el objetivo aparente de discutir sobre los "problemas del mundo" (provocados, por cierto, por ellos).

¿Qué es el G20? Es un foro integrado por los 20 países más ricos del mundo, que representan el 85% de la economía mundial. El G20 se concibió, ¡cómo no!, en el país que, tras la destrucción de la Unión Soviética por la clase que hoy la gobierna, se consideraba única potencia militar y económica del planeta, Estados Unidos. Se creó en Washington, el 25 de septiembre de 1999, en principio como respuesta a la crisis financiera de fines de los años 90, aunque en realidad como una forma de poner orden en la golosa lucha por el control de los recursos de los despojos del mundo socialista.

Su primera reunión se realizó el 15 y 16 de diciembre de ese año en Berlín, Alemania. Tras la crisis financiera mundial de 2008, el G20 cambió de formato e incluyó no sólo la participación de los jefes de Estados y de Gobierno, sino también de representantes de las Naciones Unidas, del Fondo Monetario Internacional (FMI), del Banco Mundial y del Foro de Estabilidad Financiera.
 
 
 

¿Quiénes lo integran? El G20 está integrado hoy por Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Francia, Alemania, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Corea del Sur, Federación Rusa, Arabia Saudita, Sudáfrica, Turquía, Reino Unido, los Estados Unidos y la Unión Europea (UE). Lógicamente, en la actualidad las estrellas de la reunión son Donald Trump, Ángela Merkel, Xi Jimping y Vladimir Putin, mientras el resto son meras comparsas, intentando como sea posicionarse al lado de uno u otro patrón para competir en mejores condiciones por los puestos más elevados de la cadena.

La reunión de Hamburgo se celebra en el marco del creciente conflicto interimperialista, acrecentado tras la emergencia de nuevas potencias capitalistas que se han hecho con el control de jugosos mercados y de parte de los recursos en disputa en el último cuarto de siglo, principalmente China y Rusia. Ambos países, están controlados hoy por la clase capitalista local y en pugna abierta con el resto de potencias imperialistas por mantenerse en los primeros eslabones de la cadena, a pesar de su pasado comunista.

En este año, quienes son en verdad los 20 principales responsables de la guerra imperialista en el mundo, del terrorismo internacional y de la violencia en todos los sentidos (hambre, pobreza, analfabetismo, esclavitud, prostitución, explotación laboral y, en resumen, todo tipo de opresión), intentan aparentar que arreglan los problemas que, en realidad, causan ellos mismos, aunque su objetivo principal sea mantener su dominación mundial en esta fase avanzada del capitalismo –el imperialismo– y hacer lo que sea para que la burguesía internacional siga conservando y multiplicando sus beneficios a costa del trabajo de los obreros y campesinos y de los recursos de los pueblos.

Por mucho que algunos quieran justificarlo con diferentes malabarismos demagógicos, el capitalismo (en su fase imperialista), no sólo es, a nivel estatal, sinónimo de terrorismo contra la clase obrera y campesina local, sino que a nivel internacional (global, como ya lo definía hace 100 años Lenin) es terrorismo contra los otros pueblos en su inevitable lucha por seguir acumulando recursos a través del saqueo bélico o del engaño financiero.
 
 
 

viernes, 7 de julio de 2017

Piden 375 años de cárcel para los jóvenes de Alsasua (pero premian a genocidas)



 El fiscal de la Audiencia nacional pide 50 años de cárcel para 7 procesados y 62 años para otro, atribuyéndoles delitos de “terrorismo”. Montajes y mentiras para criminalizar a la juventud vasca.


José Perals, fiscal de la Audiencia Nacional, ha solicitado penas de 50 años de cárcel para Jokin Unamuno, Jon Ander Cob, Julen Goikoetxea, Adur Ramírez de Alda, Aratz Urrizola e Iñaki Abad, mientras que a Oihan Arnanz le quiere cargar 62,5 años de cárcel.


 Los delitos que les atribuye son “lesiones terroristas” para los primeros, a lo que se suma el cargo de “amenazas terroristas” para Arnanz. El mismo cargo se le endilga a Ainara Urkijo, para la que pide 12 años y medio de cárcel.
 
 
Además, el fiscal exige que los procesados paguen una indemnización de 41.100 euros a los guardias civiles y sus parejas, que participaron de la trifulca. Desde el Ministerio Público, la acusación pide penas de entre 18 y 30 años y medio de cárcel, para los siete primeros acusados.


¿Cómo es posible que una trifulca de bar que termina con un guardia civil con un tobillo fracturado de lugar a semejante pedido de condenas de hasta 62 años para los procesados? Parece una locura, pero está ocurriendo.


Según informa el periódico Naiz, “el fiscal sostiene que la trifulca se enmarca en la campaña ‘Alde Hemendik’ contra los agentes de la Guardia Civil y la Policía desplegados en Hego Euskal Herria y afirma que esta busca crear un clima de «miedo y rechazo» hacia ellos, «influyendo de manera negativa en la calidad de vida de los miembros de la Guardia Civil, así como en la de sus familiares y amistades como paso previo a su exclusión social».”


A poco de conocerse esta petición de la fiscalía, las redes sociales comenzaron a llenarse de denuncias contra la misma. Las madres y padres de los encausados, así como el movimiento de solidaridad con #Altsasu han convocado para este miércoles una rueda de prensa para denunciar las mentiras y la campaña de Audiencia Nacional.


Desde la plataforma Altsasu gurasoak, los últimos meses vienen denunciando “la existencia de un impulso extrajudicial para trasladar la instrucción a la Audiencia Nacional y establecer una tipificación penal ejemplarizante”.


También señalan que la Audiencia Nacional vincula los hechos del 14 de octubre “con las iniciativas de denuncia de la asociación OSPA de Alsasua, y a continuación vincula las demandas de desmilitarización y de otro modelo policial con reivindicaciones tanto de organizaciones políticas como de la organización ETA”.


La amalgama y el montaje del relato criminalizador son insólitos: primero se transforma una trifulca de bar en “graves lesiones”, a continuación, éstas se vinculan con la campaña “Que se vayan”/”Fuera de aquí” contra la presencia de la guardia civil en la localidad, por último, se identifica esta campaña con la organización ETA, y el resultado es que atribuye a los procesados delitos por “lesiones terroristas”.


La vinculación de la campaña “Que se vayan” con ETA omite el hecho de que la demanda de que se retiren las fuerzas policiales y de la guardia civil del territorio vasco ha sido sostenida por otras fuerzas políticas legales en diferentes momentos históricos, incluyendo al EE, partido hermano del PSOE, como demuestra Jonathan Martínez en un extraordinario hilo de Twitter que se ha hecho viral en las últimas horas.


La enorme desproporcionalidad de las penas requeridas también ha sido denunciada por la plataforma de familiares, comparando con casos de agresiones a guardias civiles donde las lesiones han sido mucho mayores, y el pedido de condenas, extraordinariamente menores.





 A modo de ejemplo:


“Agresión a dos guardias civiles fuera de servicio en Benicassim. Lesiones: hospitalización por más de una semana por una fractura de varias partes de la cara y heridas en los párpados, lo que precisó de cirugía. Condena: 14 meses de prisión por un delito de lesiones con deformidad. Multas por falta de lesiones de 300 y 450 € y 90.000 € de indemnización.


Agresión a un Guardia Civil de servicio en Cáceres. Condena: un año de prisión, sustituible por una multa de 3.000 € por atentado a la autoridad, con la agravante de reincidencia.


Agresión a un Guardia Civil de servicio en Cáceres. Condena: un año de prisión, como atentado a la autoridad y una multa de 450 € y una indemnización de 300 €.”


También se denuncia las consideraciones incluidas en la nueva ley contra el terrorismo. Modificada en 2015 y que permite todo tipo de interpretaciones arbitrarias para ajustarse al afán criminalizador de los Tribunales y la Audiencia Nacional.


Todas las alegaciones presentadas por la defensa, los familiares y colectivos solidarios demuestran que el pedido de condena a los 8 de Altsasu representa un escandaloso montaje judicial con la intención de dar un castigo ejemplar a la juventud vasca.


Lo más grave es que esto sucede pocos días después de que, en una ceremonia transmitida por todos los medios, la corona española premiara con medalla de honor al genocida Martín Villa, responsable de la represión franquista. En la misma semana en que se cumplen dos años de la Ley Mordaza, que ha implicado la condena a más de 200.000 personas por supuestos delitos contra la autoridad.


En los próximos días están llamadas reuniones y acciones de solidaridad con los detenidos de Alsasua en todo el territorio del Estado español. Es necesario redoblar la lucha contra este atropello inaudito a las libertades democráticas y pedir la absolución para los detenidos de Alsasua.



 http://www.laizquierdadiario.es/Piden-375-anos-de-carcel-para-los-jovenes-de-Alsasua-pero-premian-a-genocidas?id_rubrique=2653



“¡Defiéndannos, ustedes que saben escribir!”

Venezuela, aparta de mí este cáliz - Enrique Ubieta


“¡Defiéndannos, ustedes que saben escribir!”, le pedía una anciana a Carpentier y a los intelectuales que lo acompañaban, en julio de 1937, a su paso por un pequeño pueblo castellano, muy cerca de la asediada capital española. El escritor cubano recogería la anécdota en las crónicas sobre el II Congreso Internacional en Defensa de la Cultura que publicaría en la revista Carteles [1]. La exigencia tenía un fundamento: el pueblo español nos defendía a todos con las armas en las manos.
No hay cultura sin hombres y mujeres concretos. Bertolt Brecht lo había dicho durante el I Congreso, celebrado dos años antes en París: “Compadezcámonos de la cultura, ¡pero compadezcámonos primero de los hombres! La cultura estará salvada si los hombres se salvan”. Aquel primer encuentro atisbaba el peligro: el nazifascismo amenazaba con desbordarse, mientras las burguesías “democráticas” de Europa apostaban a que el golpe fuese en dirección a la entonces joven Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
Ser de izquierdas, para los intelectuales del 30 —como en los 60 o en la primera década del siglo XXI, tras la esperanza de la revolución bolivariana—, era una toma de partido por la cultura, por los seres humanos, que se aferraba a proyectos concretos. Pero en el París de 1935 todavía un segmento de la izquierda intelectual divagaba en reclamos abstractos y oponía o al menos incomunicaba, la libertad de los seres humanos y la de los creadores.
Contaba André Malraux, el gran novelista que había alcanzado los grados de teniente coronel en la Aviación republicana —según la narración de Carpentier— que vio a un  señor caminar indiferente con un gran rollo de papel bajo el brazo, mientras caían las bombas en Madrid, y quiso saber qué tramaba, pero este le precisó: “Es papel encolado para cambiar el que tapiza mi habitación”; entonces, apoyándose en esa metáfora, sentenciaba: en tiempos decisivos para la Humanidad, “hay demasiados intelectuales que solo piensan en cambiar los papeles que tapizan sus habitaciones”. Pero la izquierda tenía sus propias divisiones: comunistas, socialdemócratas (aunque reformistas, aún reivindicaban el marxismo como base teórica de sus análisis), estalinistas, trotskistas, anarquistas, librepensadores, surrealistas.
Todavía en 1936 tendría lugar una fallida conferencia intermedia en Londres, más centrada en intereses gremiales, que tuvo un colofón de opereta: la recepción de frac en la residencia de su organizadora. Pocas semanas después desaparecerían las excusas para el despiste: la sublevación del general Franco contra la República española y la apertura en Alemania del campo de concentración de Sachsenhausen, situaban el conflicto moral en un punto crítico [2].
Un poeta inglés del siglo XVII, John Donne, había expuesto las razones más profundas:
Ningún hombre es una isla entera por sí mismo. 
Cada hombre es una pieza del continente, una parte del todo. 
Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia. 
Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta, porque me encuentro unido a toda la humanidad; por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti.

Ernest Hemingway retomaría la idea para defender la causa republicana en la novela que recoge sus vivencias de la llamada guerra civil española. Las alternativas en España eran, sin embargo, más radicales: de un lado el fascismo, es decir, la violencia capitalista más extrema; del otro, el socialismo, la República de trabajadores, con sus contradicciones y gemidos de recién nacida. En España no se luchaba por la sobrevivencia, como se lucharía en lo adelante; allí se luchaba por la vida, porque existía un proyecto alternativo en construcción. Por eso fueron hombres y mujeres de todos los confines a defenderlo. Por eso también, César Vallejo, uno de los grandes poetas hispanoamericanos que participó en el Congreso de 1937 —estuvieron también, entre otros, Nicolás Guillén, Pablo Neruda y Octavio Paz, sí, el mismo Paz que luego repudiaría toda causa popular— le habla simbólicamente a los niños, al futuro, en un extraordinario poema titulado España, aparta de mí este cáliz:
Niños, hijos de los guerreros, entretanto, bajad la voz, que España está ahora mismo repartiendo la energía entre el reino animal, las florecillas, los cometas y los hombres.(…) ¡Bajad  el aliento, y si el antebrazo baja, si las férulas suenan, si es de noche, si el cielo cabe en dos limbos terrestres, si hay ruido en el sonido de las puertas, si tardo, si no veis a nadie, si os asustan los lápices sin punta; si la madre España cae —digo, es un decir— salid, niños del mundo; id a buscarla!…
Apenas habían transcurrido algo más de tres décadas de culminada la larga y sangrienta contienda por la independencia del yugo español —después de siglos de coloniaje—, pero eso no importó: cerca de mil cubanos acudieron a defender a España, a la Humanidad, como soldados de la República. Algunos, como Pablo de la Torriente Brau, cayeron en combate.
El fascismo cobró millones de vidas —deshumanizó a los victimarios hasta límites insospechados— y entró física y moralmente al interior de cada hogar. Era imposible ignorarlo, incluso para una burguesía bien pensante, que aceptaba como un “mal inevitable” la pobreza y la muerte ajenas, siempre que no irrumpieran en su entorno aséptico. Cuando la guerra terminó, se establecieron otras alianzas “más civilizadas”, menos públicas —como la Operación Gladio en Europa, o la Operación Cóndor en América Latina, o la Operación Mangosta y los ataques biológicos en Cuba—, ejecutadas por sicarios a los que no había que conocer, con los que no era preciso almorzar o sonreír en público, a los que se pagaba en secreto.

Es decir, la violencia capitalista adoptó otras formas: en la década siguiente a la supuesta victoria, fueron asesinados decenas de dirigentes comunistas y antifascistas en Europa. La “guerra fría” trasladó la violencia de Estado, el fascismo, una enfermedad indeseable en el bárbaro mundo civilizado —como la malaria, o el cólera, casi olvidadas allí, pero activas en el Sur, donde cobran cada año cientos de miles de vidas—, hacia el orbe colonial y neocolonial: África, Asia, América Latina ¿O acaso no fueron, no son expresiones de extrema violencia imperialista, las guerras coloniales en África, las armas químicas, las bombas de napalm lanzadas sobre Vietnam, las dictaduras militares en América Latina con sus desaparecidos, las guerras de misiles y drones “inteligentes” en el Medio Oriente, la “de baja intensidad” en Venezuela?
Sin embargo, algunos que saben escribir prefieren conservar honores y premios, ediciones y aplausos. También ocurre, a veces, que solo repiten lo que leen de otros, intoxicados de prejuicios y faltos de sol en la piel. La conjura mediática en los países “democráticos” —todavía sin el alcance y la sofisticación que alcanza hoy, pero decididamente opuesta a cualquier experiencia anticolonial y socialista— nos vendía una España republicana inexistente. Como suele decirse, y nos recuerda Venezuela, la primera víctima de la guerra es la verdad. Alejo Carpentier intenta revelárnosla, al describir su paso por la ciudad española de Gerona:
Nos llevan a la Catedral. (…) Un edificio lateral, transformado en museo público, guarda las pinturas y piezas de orfebrería del tesoro ritual. (…) Un restaurador trabaja minuciosamente, con sus oros y barnices, entregado a la tarea de hacer revivir una cabeza de virgen descolorida por el tiempo… ¿Dónde hay huellas aquí, de ese vandalismo de masas enloquecidas de que tanto hablan los periódicos de derecha del mundo entero? [3]
En otra de sus crónicas, esta vez sobre Valencia, escribe:
Hasta ahora hemos encontrado el orden y la paz en todas partes. Nunca hemos visto escenas parecidas a las que llenaban aún, en otros países innumerables rotograbados sensacionalistas. (…)
Y me parece importante insistir sobre este particular, porque es increíble hasta qué punto ciertos relatos pueden llegar a extraviar el juicio de hombres que no son perfectamente tontos. En un artículo reciente, Paul Claudel, nada menos, afirmaba intrépidamente —sin haber estado en España— que todas las iglesias, sin excepción, habían sido incendiadas en el territorio republicano… Si yo fuese miembro del Gobierno de Valencia, invitaría al señor Claudel a darse un paseo por estas regiones. Se convencería de que el único crimen cometido con ciertas iglesias —¡bien pocas!— ha consistido en transformarlas en hospitales de sangre o en museos públicos… [4]
Siempre hubo y habrá intelectuales dignos, que no negocian su compromiso con la Humanidad. Los hubo cuando España los necesitó, los hay ahora que Venezuela los necesita.
Cómo no pensar en Venezuela, 80 años después de aquel Congreso efectuado, sucesivamente, en Valencia, Madrid, Barcelona y París, en julio de 1937, bajo los estruendos de las bombas, en una España que se tragaba a su otra mitad, y con ella, toda esperanza, preámbulo de la Segunda Guerra Mundial. El cubano Alejo Carpentier, que había vivido aquellos intensos días de guerra y solidaridad, por un capricho de la historia, se establecería a partir de 1945 y hasta 1959, en Venezuela. Allí encontraría, en la selva amazónica, en el tempestuoso Orinoco, en sus pueblos y ciudades, como sucedió con José Martí, el corazón de Nuestra América.
En las primeras décadas del siglo XIX, el Libertador Simón Bolívar había conducido un ejército de libertadores, para fundar o ayudar a fundar repúblicas independientes. Soñó con un solo y gran país, del Río Bravo a la Patagonia. Dos siglos después, en las primeras décadas del XXI, Venezuela encabezaría, una vez más, la cruzada libertadora. Alí Primera, cantor popular, le daría otro sentido al redoble de campanas, en los años más difíciles previos al triunfo de Hugo Chávez:
Los que mueren por la vida  
No pueden llamarse muertos  
Y a partir de este momento  
Es prohibido llorarlos  
Que se callen los redobles 
En todos los campanarios.
Hoy, como en la España republicana, en Venezuela se defiende la vida, es decir, un proyecto antineocolonial y antimperialista. Como en España, el triunfo o el fracaso del Poder Popular democráticamente elegido, tendrá consecuencias telúricas impredecibles para todos los latinoamericanos, para la Humanidad. Nuestra España hoy —la frontera y también la trinchera que delimita el Pasado y el Futuro— es Venezuela.

Como en aquellos años previos a la Segunda Guerra Mundial, hay gobiernos corruptos que —instruidos desde Washington— estimulan, en nombre de la Democracia, la creación de grupos fascistas, con la irresponsable esperanza de que estos reviertan el proceso revolucionario. Desde cómodas atalayas, algunos sabios (como en España) dictan recetas, critican a los que toman las decisiones, están más a la izquierda en sus teorizaciones, que la propia Revolución; tanto, que marchan codo a codo con la derecha. La izquierda sigue dividida: los que piensan que sí, los que creen que no, los heterodoxos, los ortodoxos, los divinos, los terrestres…
Las imágenes que se difunden muestran a un país en guerra civil, pero los disturbios, las llamadas guarimbas —capaces de generar crímenes de odio, como el asesinato de jóvenes chavistas—, en sus momentos más álgidos, ocurrían en 17 municipios de los 335 que tiene el país (en el instante en que escribo estas líneas, solo ocurren en siete de esos municipios, y tres de ellos son los barrios de la burguesía capitalina, porque en Caracas existe un Este y un Oeste, que son como el Norte y el Sur).
Como en los tiempos de la España insurgente, las convocatorias a intelectuales y artistas se hacen en nombre de la Cultura y de la Humanidad. Pero no es suficiente con que declaremos nuestra pertenencia a “la izquierda” y asistamos de frac interior a eventos gremiales. Hay que escribir para defender al pueblo venezolano, hay que denunciar la conjura, como pedía, como nos pedía, aquella anciana española, porque el pueblo venezolano nos defiende a nosotros hoy, todos los días. Si fuese necesario, habrá que jugarse la vida junto a ese pueblo. Si un día, esperemos que no, se produce una invasión imperialista o mercenaria —que el escenario de violencia provocada y de mentiras repetidas prepara—, tendrán que reinventarse las Brigadas internacionales. Entonces, pido estar allí.
Si la madre Venezuela cae —digo, es un decir— 
salid, niños del mundo; id a buscarla!…


 



jueves, 6 de julio de 2017

El terrorismo en Venezuela





No buscan ganar electoralmente sino destruir un país por completo, incluso con gente adentro. Una minoría opositora venezolana ha decidido definitivamente abandonar la vía política.


 El objetivo es interrumpir la vida democrática del país sin importar el costo, ni económico, ni humano. Matan, queman, golpean, saquean. La violencia llevada a su máxima expresión para que la cotidianidad deje de existir.


Estas prácticas fascistas son injustificables. Los errores que haya podido cometer el gobierno o las discrepancias que muchos puedan tener con tal o cual decisión no pueden servir como excusas para que estas acciones violentas se impongan como praxis diaria por parte de un grupo minoritario de opositores en Venezuela. No hay razón para asesinar, perseguir o insultar a quién opina diferente.


 Eso es lo que está ocurriendo en Venezuela por parte de un minúsculo grupo opositor que en nombre de la democracia y libertad paradójicamente están instaurando un régimen de pánico.


En la democracia cabe la discusión política y la confrontación de ideas. Se puede discrepar absolutamente de todo. Pero de ninguna manera nadie está habilitado para salir a la calle para infundir terror en la ciudadanía.


Hay miedo pero no es por culpa del gobierno. En 18 años de chavismo seguramente habrá habido traspiés, pero nunca jamás había existido una sensación de que te pueden apalear en cualquier esquina. Esta es una responsabilidad absoluta de este brote fascista que ha venido con la intención de quedarse sine die.


 Que el gobierno haya podido cometer errores, no lo niega nadie. Pero una cosa es poder equivocarse en la política y otra cosa bien diferente es dedicarse únicamente a permanecer más de 90 días con la intención de desestabilizar a través de muertes y más muertes (ya vamos por 84).


Muchos medios de comunicación prefieren hablar de los errores del Presidente Nicolás Maduro. Y están en todo su derecho. Pero lo que es inadmisible es que silencien o justifiquen los actos terroristas que están aconteciendo casi a diario. Al hacerlo son cómplices de esta barbarie, como tantas veces sucedió en la historia.


No podemos ni debemos normalizar este terrorismo cotidiano. Es condenable en todos sus sentidos.


 La violencia no puede sustituir a la política. La oposición venezolana apostó en octubre-2012 y abril-2013 por la vía electoral y perdieron en ambas citas presidenciales.


Después volvieron a perder las municipales de diciembre-2013. Y es verdad que ganaron luego la Asamblea Nacional (diciembre-2015), pero seguramente se confundieron en cuanto a las competencias que tenían para gobernar el país. Tenían potestad legislativa pero no ejecutiva.


Y no tuvieron en cuenta que se trata de un país altamente presidencialista según lo fija su propia Constitución.


Este choque de trenes, entre legislativo y ejecutivo, más allá de toda la controversia que haya podido suscitar, no puede de ninguna manera ser la base para argumentar a favor de una respuesta opositora tan salvaje e inhumana.


La oposición venezolana ha tenido la oportunidad de separarse de estas prácticas terroristas. Podrían haber condenado algunos de los flagrantes acontecimientos. Por ejemplo, el ataque del helicóptero robado contra varias instituciones de los poderes públicos o la quema de personas por supuestamente ser chavistas. Pero no lo hacen. No lo quieren hacer. Les molesta todo aquello que huela a diálogo.


Han atacado al ex secretario general de Unasur y al ex Presidente español Zapatero por querer buscar una vía dialogante para rebajar la tensión al conflicto político. Se sienten incómodo cada vez que el Papa apela a la paz y a la no violencia. Salvo contadas excepciones, la mayoría de los máximos representantes de la oposición venezolana han sido promotores de esta dinámica anti democrática.


 Fueron participes del golpe del 2002, de las guarimbas del 2014 y aún conservan esa esencia.


Prefieren la parapolítica a la confrontación democrática. Así es el terrorismo… Y medio mundo le está dando la espalda sin condenarlo.


 Escrito por Alfredo Serrano Mancilla





miércoles, 5 de julio de 2017

Doce heridos en un ataque chavista en la Asamblea de Venezuela



Las brigadas de choque irrumpieron armados con tubos, pistolas y explosivos pirotécnicos


La situación es ya irrespirable en Venezuela. A las necesidades básicas de los ciudadanos se une los actos violentos entre seguidores del chavismo y de la oposición. Hoy son los chavistas quienes han irrumpido en la Asamblea dejando un total de doce heridos.


Los chavistas han asaltado la Asamblea Nacional, con la excusa de la celebración del día de la Independencia. El resultado provisional: cinco diputados y siete trabajadores han resultado heridos.


Las brigadas de choque del chavismo, que permanecen siempre a las afueras del Palacio Legislativo, irrumpieron a la fuerza, armados con tubos e incluso con pistolas, lanzando explosivos pirotécnicos y agrediendo salvajemente a diputados. “Que nunca se olvide esta imagen, las paredes de la Asamblea llenas de sangre”, denunció la diputada Delsa Solórzano.


Cerca del mediodía los manifestantes que desde temprano protestaban en varios puntos del centro de Caracas ingresaron a los patios del Congreso luego de que el jefe del destacamento de la Guardia Nacional del Palacio Legislativo les autorizó el ingreso, informa Primera Hora desde Venezuela.


Tres diputados opositores fueron heridos en la cabeza por seguidores del presidente Nicolás Maduro que irrumpieron violentamente este miércoles en la sede del Parlamento de Venezuela, de mayoría opositora, donde se realizaba una sesión especial por el día de la independencia, informaron legisladores.


Decenas de personas, algunas encapuchadas, con palos y tubos, y vestidas de rojo, entraron a los jardines del Palacio Legislativo y detonaron cohetes de fuegos artificiales, desatando el caos, constató un equipo de la AFP.


 Diario16







Cómo los medios limpian la imagen al terrorismo venezolano


¿Qué pasaría si los fundamentalistas religiosos que colocan bombas, atropellan personas y ejecutan actos terroristas en países europeos, comenzaran a ser presentados por las agencias de noticias internacionales como héroes, personas sensibles y que se preocupan por los demás? Algo parecido está pasando en estos momentos en Venezuela: importantes agencias internacionales como Reuters, y medios de comunicación de todo el mundo (desde The Washington Post, CNN, El País de España o El Comercio de Perú) presentan como héroes y grandes luchadores a jóvenes opositores que han destruido edificios públicos y asesinado personas inocentes. Lo mismo ocurre con Oscar Pérez, piloto que protagonizó un ataque terrorista contra dos edificios gubernamentales, quien ahora es presentado como un “Rambo”, un “Superman” y una persona sensible, que ayuda a los niños con cáncer, según un amplio reportaje del Portal Alba Ciudad, del cual aquí se presenta una parte
 
 


La agencia Reuters ha publicado este  29 de junio un trabajo especial con 23 fotografías estilo retrato, de igual número de jóvenes miembros del grupo autodenominado “La Resistencia” o “Los Escuderos”. Las 23 fotos aparecen en un paquete especial para abonados de la agencia londinense.

Las imágenes cuentan con una iluminación y estética muy profesional. Fueron realizadas por Carlos García Rawlins, fotógrafo venezolano que trabaja para la agencia desde hace varios años y de quien nadie cuestionaría la calidad de sus trabajos.

En una de las fotos, un joven esgrime un cuchillo de cazador. En otra, una muchacha porta un escudo con el lema “Miraflores en llamas”, en referencia al Palacio Presidencial venezolano, que se ve ardiendo en el dibujo hecho en su escudo.

Los clientes de Reuters son periódicos, revistas, sitios web, televisoras y medios de comunicación de todo el mundo.

El paquete de fotos ya ha sido publicado en medios como La Nación o Clarín (Argentina), El Comercio (Perú), El País (España), El Confidencial (España), La Patilla o El Nacional (Venezuela). No se pudo conocer cuánto le costaría a uno de estos medios comprar los derechos para utilizar estas fotos, lo que también depende del uso que se vaya a dar, la resolución requerida, el tipo de medio (impreso, digital…), el número de días y otros detalles. Otras agencias venden cada foto a 300 dólares, con descuentos especiales para medios que sean clientes frecuentes.

El gobierno venezolano describe a estos jóvenes como “terroristas”, y, aunque algunos lo ven como exagerado. Los jóvenes recorren la difusa frontera entre manifestantes violentos y miembros de una guerrilla urbana. Usan explosivos artesanales y armas potencialmente letales. Han asesinado personas (en algunos casos tras quemarlas vivas) y han atacado edificios llenos de empleados públicos y personas inocentes. ¿Por qué una agencia de noticias británica dedica tantos recursos en lavar la imagen a este grupo de jóvenes?

¿Manifestantes?

“Venezuela’s shield-bearing protesters“, es el título del álbum en inglés. En español, se traduce como: “Manifestantes venezolanos con escudos”. Pero, ¿en realidad puede considerárseles simplemente “manifestantes”?

La propia Constitución venezolana, aprobada en un referendo en 1999, señala que “los ciudadanos y ciudadanas tienen derecho a manifestar, pacíficamente y sin armas, sin otros requisitos que los que establezca la ley”. Pero las mismas fotos de Reuters muestran a un manifestante esgrimiendo un cuchillo, y a otra llamando a quemar el palacio de gobierno.

Cuando “los escuderos” llegan a las marchas en el este de Caracas, con el rostro cubierto con costosas máscaras antigas, los demás opositores los aplauden y vitorean. Generalmente llegan montados en camiones y vehículos que, minutos antes, secuestraron a algún conductor de una empresa privada o pública que cometió el error de pasar por Altamira o Chacao cuando no debía hacerlo. Se han dado casos en los que los camiones son saqueados antes de utilizarse.

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El que medios de comunicación venezolanos e internacionales se cuadren con la lucha de la oposición venezolana, es algo que se ha venido denunciando prácticamente desde los primeros años de la revolución bolivariana iniciada por Hugo Chávez.

Los medios fueron protagonistas del golpe de Estado del 11 de abril de 2002, al señalar falsamente que “pistoleros chavistas” asesinaron a marchistas opositores indefensos, lo que justificaba el arresto del entonces Presidente venezolano.

Luego, cuando Chávez retornó al poder, los medios duraron meses señalando que tal golpe no había existido, sino que ocurrió un “vacío de poder” y que “militares preñados de buenas intenciones” ocuparon el poder al no haber figuras políticas que así lo hicieran.

En septiembre de 2002, se cuadraron con militares insubordinados que se alzaron en la plaza Altamira, en el este de Caracas, haciendo transmisiones permanentes desde el lugar por varios meses.

Y luego, cuando ocurrió el paro petrolero y empresarial de diciembre de 2002, los medios fueron sus co-protagonistas al suspender toda su programación de entretenimiento y dedicar la totalidad de su programación a incentivar a la gente a ir a la calle a derrocar al gobierno.

Fuente: http://albaciudad.org/2017/07/lavando-la-imagen-al-terrorismo-desde-los-escuderos-de-altamira-hasta-oscar-perez/