La llegada a España de cientos de ciudadanos venezolanos que se
enriquecieron con la corrupción en la petrolera PDVSA no es casual, sino
que sabían perfectamente que iban a encontrar un lugar donde se les iba
a permitir actuar con total impunidad
En Diario16 hemos publicado informaciones exclusivas sobre el
comportamiento de ciudadanos venezolanos que se hicieron millonarios
gracias a la corrupción en Venezuela y, principalmente, en la petrolera
estatal PDVSA.
Bajo el paraguas de su ex presidente, Rafael Ramírez
Carreño, se crearon diferentes redes de asesores financieros y jurídicos
que, por un lado, manejaron los canales para sacar, trasladar y
blanquear una cifra cercana al medio billón de dólares que pertenecía al
pueblo venezolano, el mismo pueblo que ahora se encuentra en una crisis
humanitaria cercana a las que se viven en los países más pobres de
África.
Los principales responsables, junto al actual régimen, son estos
bolichicos que se pasean por Madrid con total impunidad.
La llegada a España de estos millonarios, que hicieron su fortuna
gracias a la corrupción, no fue casual. Cuando Hugo Chávez estaba muy
enfermo, se produjo en la Franja del Orinoco, la región petrolera de
Venezuela, una reunión en la que se les presentaron los canales para
sacar los millones de Venezuela y las rutas para colocar el dinero en
países occidentales, España entre ellos.
En la creación de este plan,
según confirmaron a Diario16 fuentes de la oposición venezolana en
Estados Unidos, no fueron ajenos empresarios españoles.
Hay que recordar que algunos de estos venezolanos millonarios
intentaron instalarse en Miami pensando que en Estados Unidos iban a
tener la misma impunidad que tienen algunos cubanos.
Sin embargo, en
Florida se produjeron detenciones que provocaron que los que aún estaban
en Venezuela decidieran ir a España. Coincide, además, que este
aterrizaje se produjo tras la caída en desgracia de Rafael Ramírez y su
destitución del Ministerio de Economía, vicepresidente de la Republica, y
de la presidencia de PDVSA para enviarle como embajador en la ONU.
A partir del año 2014 la vida de estos bolichicos se resume en coches
de alta gama, inversiones inmobiliarias en las zonas más exclusivas de
Madrid, principalmente en el barrio de Salamanca, restaurantes lujosos,
cajas de Dom Perignon, kilos de caviar Almas, relojes y joyas, etc., es
decir, disfrutan de una vida de millonarios gracias al dinero que
expoliaron al pueblo venezolano que ahora vive una de las crisis
humanitarias más importantes de la actualidad, un dinero que entra en
nuestro país a través de diferentes vías y que es presuntamente
blanqueado a través de operaciones de apariencia legal pero que, en
realidad, llenan las arcas y las cuentas de estos bolichicos de dólares y
euros manchados del sufrimiento, la desigualdad, y la indigencia del
pueblo venezolano.
Este es un comportamiento que roza la comisión de
delitos de lesa humanidad y, sin embargo, continúan paseándose
libremente por las calles de Madrid.
Las fuerzas de seguridad del Estado han emitido ya informes en los
que se demuestra que los cientos de miles de millones de dólares que
salieron de Venezuela recorren rutas que van desde paraísos fiscales o
países off shore en Asia, como Hong Kong, pasando por Estados de la
Unión Europea de dudosa fiscalidad, como Luxemburgo o Liechtenstein,
hasta llegar a España y Portugal.
Diario16 ha tenido acceso a alguno de
estos informes, en los que se concretan transferencias de varias decenas
de millones de dólares desde Venezuela a empresas en Hong Kong y de la
UE de las que son titulares alguno de estos bolichicos. Ese dinero ha
terminado en España, concretamente en Madrid.
Poco a poco la Justicia va investigando a algunos de los bolichicos
pero, sin embargo, continúan con su impunidad, sobre todo en Madrid,
donde, gracias a los dólares envueltos en corrupción y en injusticia
contra los derechos humanos de un pueblo como el venezolano.
Con la
complicidad de poderes sociales españoles que humillan y destrozan el
artículo 1 de la Constitución del Estado español permitiéndoles a los
corruptos venezolanos instalados en España, comenzado por la capital del
reino, disponer de la posibilidad de contratar a los mejores bufetes de
abogados, que cuentan con ex jueces, ex magistrados y ex fiscales en
nómina, tanto para que les defiendan frente a los cientos de demandas y
querellas que tienen interpuestas en los tribunales españoles, para que
hagan funciones de lobby ante las más altas instituciones judiciales,
políticas y económicas.
Sin embargo, las pruebas contra los bolichicos son tan contundentes y
las reclamaciones de extradición de otros países vienen acompañadas de
documentación tan clara, que estos ciudadanos venezolanos están
intentando buscar nuevos canales para seguir disfrutando del dinero
expoliado a su propio pueblo.
Diario16 publicó hace tiempo que los
bolichicos estaban financiando la causa de Juan Guaidó.
Desde el entorno
del autoproclamado presidente encargado de Venezuela se negó a este
medio que así fuera.
Sin embargo, la agencia Reuters y PanamPost han
publicado en los últimos días sendas informaciones en las que se
demuestra que el padre de Guaidó estuvo presente en una reunión entre el
venezolano Alejandro Betancourt y el abogado de Donald Trump, Rudolph
Giuliani, celebrada en su lujoso castillo en la provincia de Toledo.
Según la información publicada por PanamPost, este bolichico confirmó
que estaba financiando a la causa de Juan Guaidó.
Betancourt no es el único. Alguno de los exclusivos despachos de
abogados a los que han contratado los bolichicos sirven, además, de
centro de conexión entre clientes venezolanos, algunos de ellos
familiares de eminentes opositores al régimen de Nicolás Maduro como
Leopoldo López .
Los bolichicos viven muy a gusto en la Comunidad de Madrid. Tienen
protección política, institucional, empresarial, financiera y judicial.
Nadie les toca porque están invirtiendo sus millones manchados de
ignominia al pueblo venezolano en grandes compras de inmuebles en las
zonas más exclusivas de Madrid.
No es de extrañar que el barrio de
Salamanca, y la zona adyacente al Ritz, Bolsa y Alfonso XII esté plagado
de venezolanos y venezolanas. Al fin y al cabo, lo están comprando y,
como sacaron de Venezuela (PDVSA) cientos de miles de millones de
dólares, su capacidad de compra parece infinita.
¿Por qué los organismos públicos españoles no hacen nada contra estos
bolichicos? En puridad, estos venezolanos que gastan sus millones en
España son la causa principal, junto a las políticas que hacen posible
la crisis humanitaria que vive el pueblo venezolano en la actualidad
porque ese medio billón de dólares —la mitad del PIB de España— hubiera
garantizado la prosperidad de Venezuela y que el pueblo viviera con
dignidad.
El silencio de todas las administraciones y poderes del Estado
español es la complicidad que pudiera estar convirtiendo a nuestro país
en responsable solidario de lo que está ocurriendo en Venezuela.
Ninguna
autoridad ha actuado de oficio contra unos ciudadanos que no ocultan la
opulencia. Sólo se han movido cuando varios cientos de empresarios
españoles se han visto perjudicados y han denunciado por estafas o
blanqueo de capitales.
Ningún organismo económico del Estado se ha
decidido a investigar el origen de esos millones que entran a España
gracias a operaciones corporativas e inversoras que tienen apariencia de
legalidad pero que, el mero hecho de que el dinero utilizado podría
tener un origen ilícito, si así fuera, podría ser ya considerado causa
de delito.
Ningún gran banco se ha decidido a denunciar ante el SEPBLAC,
ni el BdE ni el BCE se han interesado, que se sepa, a investigar sobre
el origen del dinero que lleva a las cuentas de estos bolichicos, como
ningún organismo económico público, aparentemente, se ha decidido a
bloquear las cuentas bancarias de estos venezolanos.
El artículo 1 de la Constitución Española afirma lo siguiente:
«España se constituye en un Estado social y democrático de derecho, que
propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la
libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.
La
soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los
poderes del Estado». Estos ciudadanos se están aprovechando de nuestra
democracia, además de que pretenden actuar como lo haría un régimen
dictatorial.
Por ejemplo, no dudan en utilizar el poder judicial para
hacer callar la libertad, del mismo modo en que lo hace Nicolás Maduro
en muchos casos, el presidente al que ahora repudian autodenominándose
«líderes intelectuales de la oposición».
¿Cómo se puede permitir que en
un Estado democrático haya cientos de personas que pretendan imponer su
ley y lo consigan gracias a la impunidad que les entregan sus abogados y
lobistas? Pues eso, por desgracia, está ocurriendo a diario en nuestra
España.
En Diario16 hemos publicado informaciones exclusivas sobre el comportamiento de ciudadanos venezolanos que se hicieron millonarios gracias a la corrupción