viernes, 8 de febrero de 2019

Pablo Casado empieza a pagar facturas a los ultracatólicos


Pablo Casado y su modelo de natalidad: una familia galardonada con el Premio a la Natalidad en 1969 (17 hijos)
 
 
Durante las primarias del Partido Popular, Pablo Casado recibió el apoyo de las organizaciones ultracatólicas como Hazte Oír.
 
 Las declaraciones en la Agencia EFE lo demuestran
Pablo Casado se está pasando al lado oscuro de la fuerza. Cada día que pasa el líder del Partido Popular se quita aún más los complejos a demostrar a la nación que él es un ultra y que no desentonaría en nada si en vez de enarbolar el color azul de su partido llevara el verde de Vox.


La manifestación que ha organizado para el sábado, la «fachifestación» como se la empieza a llamar, es un ejemplo más de cómo está utilizando las mismas técnicas que usaba el franquismo cuando alguien realizaba actos que iban en contra de su ideología: organizar grandes concentraciones para lanzar el mensaje de que el líder máximo tiene el apoyo del pueblo.


Sin embargo, lo grave del comportamiento de Pablo Casado es cómo está intentando que la democracia española retroceda a unos cánones de libertad decimonónicos. 


Más o menos lo que hizo Franco cuando instauró su dictadura y derogó todas las libertades y derechos conseguidos durante la II República.


Casado ya no tiene complejos en demostrar su ideología ultra y lo ha demostrado en las declaraciones realizadas en una entrevista concedida a la Agencia EFE donde ha lanzado un ataque frontal hacia los derechos de la mujer al unir un tema tan delicado como es el derecho a la libre elección sobre la natalidad con el sostenimiento de las pensiones: «Si queremos financiar las pensiones debemos pensar en cómo tener más niños, no en abortar».


 Por tanto, Pablo Casado ha mostrado claramente su percepción de la función de la mujer en la sociedad: un elemento más de una cadena de montaje en la que su único empleo es el de fabricar obreros.


¿Acaso el presidente del Partido Popular pretende reinstaurar los premios a la natalidad del franquismo o importar el concepto de la «Madre Patriótica» del estalinismo? Más bien será lo primero

Este ataque de Casado contra el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo y cuándo quieren o no quieren ser madres no es más que una parte del pago del líder del PP a las asociaciones ultracatólicas como Hazte Oír por el apoyo que le dieron durante las primarias del pasado verano.


 Hay que recordar que en la campaña de Casado siempre había presentes dos camionetas de esa organización ultra que pretende despojar a la mujer de todos sus derechos para devolverla al sometimiento absoluto al hombre.


¿Acaso el presidente del Partido Popular pretende reinstaurar los premios a la natalidad del franquismo o importar el concepto de la «Madre Patriótica» del estalinismo? Más bien será lo primero.




A medida que pasa el tiempo Pablo Casado está demostrando que la imagen que pretendió dar en las primarias de su partido para ganar a Soraya Sáenz de Santamaría de un político joven que pretendía regenerar al PP no era más que una falacia que no tenía otro interés que mostrar una cara cuando, en realidad, lo que buscaba realmente era la regresión hacia el modelo de la Alianza Popular de Manuel Fraga y de los «siete magníficos», todos ex jerarcas del franquismo.


Lo mismo podemos decir de su mano derecha, Javier Maroto, quien sorprendió también con un ataque frontal a las mujeres diciendo que abortan como un método de conciliación laboral, dando datos falsos como que la mayoría de los abortos se producen en parejas de hecho (no en matrimonios, ojo a este matiz) a partir del tercer hijo cuando, en realidad, según los datos de Ministerio de Sanidad, el 45% de las mujeres que deciden libremente interrumpir su embarazo son primerizas.



Todo esto demuestra que el nuevo PP de Casado, que no es más que la fotocopia de la AP que, por ejemplo, pretendía que partidos de izquierda no fueran legalizados, es un fraude político y democrático, como lo empieza a demostrar ser su líder y adláteres.



 José Antonio Gómez




jueves, 7 de febrero de 2019

Todas las veces que Rajoy utilizó mediadores para negociar con la Generalitat

Rajoy y Urkullu se reunieron en secreto la pasada semana

El lehendakari, Iñigo Urkullu, ejerció de mediador entre el Gobierno de Rajoy y la Generalitat


 El "relator" que el Gobierno y la Generalitat barajan para apuntalar el diálogo entre ambos ha soliviantado a los partidos de la derecha, que acusan a Pedro Sánchez de "traidor". Pero la figura del intermediario no es desconocida para el PP, que durante el Gobierno de Mariano Rajoy utilizó emisarios para negociar con la Generalitat en, al menos, dos periodos: antes de la consulta del 9 de noviembre de 2014 y después del referéndum en octubre 2017. Hasta una docena de personas han participado de una u otra forma en esas conversaciones.
 

La primera vez que Rajoy echó mano de intermediarios fue en otoño de 2013, cuando Artur Mas y la mayoría del Parlament negociaban las fórmulas para celebrar la consulta que acabó convocándose para noviembre de ese año.
 
 El sociólogo de cabecera de la Moncloa, Pedro Arriola, y el expresidente del Parlament y responsable del Pacte Nacional pel Dret a Decidir, Joan Rigol, mantenían conversaciones secretas en nombre de Rajoy y Mas para reconducir la situación política y evitar un choque irreversible entre ambos gobiernos. 


Una vez la situación escaló con la convocatoria efectiva del 9-N, a la pareja se sumó José Enrique Serrano, un fontanero socialista de la máxima confianza del entonces líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba.
 
 El enlace entre los tres hombres sirvió para debatir cuestiones cruciales, como las posibles salidas al proceso, las ofertas que el Gobierno podía realizar o avanzar los pasos que pretendía dar Mas.


La existencia de esos mediadores minimizó los daños mutuos durante la época más temprana del proceso soberanista y, de hecho, El Periódico reveló en las vísperas del 9-N que ese grupo era el responsable de que Mas hubiera acabado rebajando los efectos de la consulta y de que Rajoy la hubiera tolerado.


 Rigol reconoció haber actuado como mediador entre el Palau y la Moncloa para "suavizar el choque institucional".

La avalancha de mediadores de octubre de 2017

 

Rajoy volvió a utilizar la figura del intermediario para negociar con Carles Puigdemont en el otoño del referéndum, cuando el president amenazaba con declarar la independencia.


 El lehendakari Íñigo Urkullu, el cardenal Juan José Omella y el síndic de greuges (defensor del pueblo) Rafael Ribó fueron algunas de las figuras más prominentes que intercedieron entre Madrid y Barcelona para evitar el temido choque de trenes.


En el caso de Urkullu, su mediación fue reclamada por diferentes agentes en varios momentos. 


El propio Puigdemont reclamó a su homólogo vasco en junio que le ayudase a comunicarse con la Moncloa. 


Posteriormente lo harían un grupo de empresarios, que  se reunieron con el lehendakari para trasladarle su preocupación y disponibilidad para evitar una declaración de independencia.


 Estos empresarios fueron al menos cuatro: Joaquim Coello, Emilio Cuatrecasas, Marian Puig y Juan José López Burniol.


El político vasco finalmente intermedió, con conversaciones a ambas bandas. Pero no estuvo solo. 


El arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, también hizo discretas gestiones entre la Moncloa y el Palau de la Generalitat gracias a la confianza de importantes miembros de ambos ejecutivos, al igual que el síndic de greuges Rafael Ribó, que llevó mensajes entre Madrid y Barcelona.


Esta terna hizo de puente entre dos principales enlaces: el entonces ministro de Justicia, Rafael Catalá, y el entonces conseller de Empresa, Santi Vila. 


A partir del discurso del rey Felipe VI, el trabajo de los intermediarios se intensificó, hasta el punto de avanzar en un borrador que diseñaba un esquema de negociación, cerrado el 4 de octubre.


 En vista de que los acontecimientos se precipitaban, finalmente Urkullu y Omella dejaron de intentar una negociación amplia y se centraron en evitar la declaración de independencia a cambio de paralizar el 155.


 El resto es historia conocida.







miércoles, 6 de febrero de 2019

El otro trío de las Azores



 Si no fuera por la fuente de procedencia, diría que porque Pedro Sánchez es un “insensato sin escrúpulos”. Aunque se puede enunciar en otros términos: porque el líder del PSOE es de los que piensan que se hable de mí aunque sea mal. Y ha creído que lo de Venezuela le brindaba una oportunidad para ampliar su espacio electoral en la perspectiva de que en mayo también se abran las urnas para las generales. 



Pedro Sánchez se ha tirado a la piscina avalando al autoproclamado presidente de Venezuela Juan Guaidó sin saber si el nivel del agua permitía nadar o solo chapotear. Seguramente porque Alemania, Gran Bretaña y Francia, conocedores de la complejidad del conflicto han permitido que su tradicional imprudencia fungiera como liderazgo. Al fin y al cabo, estos países no arrostran las responsabilidades históricas que soporta España en Venezuela, en cuanto a la ingente colonia de oriundos allí residentes e intereses económicos.


 Acaba pues en sainete la farsa que ha tenido turbado en las últimas jornadas al cada vez más patético ministro de Exteriores. Da grima recordar que hasta la víspera Josep Borrell esgrimía como baremo de autoridad que “no queremos cambiar el régimen”. En línea con la doctrina de solo reconocer Estados que suele regir el punto cínico del Derecho Internacional. En realidad un despropósito para ocultar la docilidad de Moncloa con la doctrina de palo y tente tieso de Donald Trump.

 
Con ello, Sánchez se alinea con esa derecha a la que, ya metidos en precampaña electoral, suele denunciar por cerril y reaccionaria. Pero las soflamas de Pablo Casado y Albert Rivera en este preciso sentido, bien miradas, resultan lógicas en opciones ideológicas que representan troqueles del conservadurismo y el tradicionalismo político. Como comulgar con todo lo que ordene el Tío Sam, que es lo que acaba de abrazar el secretario general del PSOE y jefe del ejecutivo español. Por no hablar de la carga de profundidad que esa actitud conlleva de puertas adentro. Sánchez ha hecho casus belli con el tema de Venezuela en un asunto similar al que reprocha a sus ahora compañeros de viaje respecto al contencioso catalán. Entrometerse en aquel avispero tomando partido descaradamente por un presidente de la Asamblea Nacional ex aequo sublevado contra los restantes poderes del Estado, es exactamente lo opuesto a tender puentes con los dirigentes del procés encarcelados por algo equivalente que dice promover.


Recordemos que aquí está a punto de comenzar un macrojuicio contra representantes electos de la soberanía popular (entre otros, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell) precisamente por “desacato” constitucional. Lo mismo que Maduro imputa a Guaidó y los suyos. La diferencia a favor del dirigente chavista es que allí el líder opositor está libre (de momento) y puede vender su mercancía urbi et orbi, y aquí, sus “homólogos” del derecho a decidir se sientan en ristra en el banquillo del Tribunal Supremo. Porque el artículo 155 que activó Mariano Rajoy contó con el respaldo cerrado del PSOE y Ciudadanos, la formación con la que compite para secundar las bravatas supremacistas de Trump. Incluso cuando Sánchez no pensaba ni por asomo en una moción de censura victoriosa, propuso agravar el tipo del código penal para que el delito de rebelión no necesitara el concurso de la violencia.


Respaldar a Guaidó y hacerlo en nombre de la exigencia de pluralidad, respeto a los derechos humanos y elecciones libres, como ha expuesto Sánchez en su impostada declaración del lunes 4 de febrero, es un brindis al sol que revela su condición de monaguillo del inquilino de la Casa Blanca. ¿O es que el gobierno español, obrando en consecuencia, va a romper relaciones diplomáticas con países que como Irán o Arabia Saudita, por no citar a Cuba o Corea del Norte, incumplen reiteradamente esos requisitos? No, es no. Incluso se les premia con ventas de armamento para sus operaciones de castigo en la guerra del Yemen orillando la legalidad vigente, caso de los sátrapas que mandaron secuestrar, torturar y descuartizar al periodista Jamal Khashoggi. Entonces, ¿a qué atribuir este ardoroso disciplinamiento del gobierno socialista con Trump que ha fracturado una vez más a la Unión Europea?


Si no fuera por la fuente de procedencia, diría que porque Pedro Sánchez es un “insensato sin escrúpulos”. Aunque se puede enunciar en otros términos: porque el líder del PSOE es de los que piensan que se hable de mí aunque sea mal. Y ha creído que lo de Venezuela le brindaba una oportunidad para ampliar su espacio electoral en la perspectiva de que en mayo también se abran las urnas para las generales. El oportunismo de Sánchez no tiene patria. Primero, y para quedar como referente simbólico de la sedicente izquierda, magnificó el peligro de Vox en las elecciones andaluzas, con las consecuencias de exhibición ecuménica conocidas. 


Y ahora, visto que las alianzas Frankenstein que le auparon al poder ponen un precio inasumible a su sostenimiento, utiliza la cruzada antimadurista para intentar seducir a esa franja de votantes de la derecha que añoran el Día de la Raza. El perejil de todas las simplezas. Porque Unidos Podemos, con sus 71 escaños, quiere o no puede.



 Por Rafael Cid





La estrategia del terror contra Venezuela: carta abierta al presidente del gobierno Pedro Sánchez




Siempre se han utilizado los medios de difusión de masas para “ablandar” las conciencias de las sociedades antes de iniciar una guerra contra alguna población.

Sr. Presidente. Usted, como tantas veces ha hecho su partido, ha tenido la cobardía de ponerse de lado de una nueva agresión a un país que defiende a toda costa su soberanía, alineándose con las directrices que marca EEUU al respecto.

Pero sr. Presidente, usted sabe muy bien que Venezuela es la democracia más avanzada de toda América Latina, que ha celebrado unas 29 elecciones desde 1999 (año en que llegó Chávez a la jefatura de Estado), la mayoría bajo supervisión internacional, y con el sistema de recuento electoral “más avanzado del mundo” según la Fundación Jimmy Carter.


 De hecho, las últimas elecciones legislativas las ganó la oposición.


Usted sabe, porque en su cargo es imposible no saberlo, que Venezuela tiene algunos de los logros más importantes del continente. 


Figura como el país del área con la mayor reducción del porcentaje de pobreza, que pasó de un 28,9% en 1998 a un 19,6% en 2013; y el porcentaje de hogares en pobreza extrema disminuyó del 10,8% al 5,5% en ese mismo período.


También sabe, ¿cómo no iba a saberlo?, que Venezuela es el país de la región que más ha luchado contra la desigualdad. El coeficiente Gini (según el cual 0 es la igualdad máxima y 1 la desigualdad superlativa) en 1998 era de 0,486 y en 2013 llegó a 0,398, el más bajo de América Latina.


Además, si usted no lo sabe seguro que alguno de los diplomáticos de su gobierno sí, la Unesco declaró a Venezuela bajo el gobierno de Chávez “Territorio Libre de Analfabetismo”, y este país tiene la tasa neta de escolaridad primaria en un 95,90%.


También tendría forzosamente que saber que la evolución de la desnutrición infantil en menores de 5 años pasó de 7,70% en 1990 a 2,53% en 2013, mereciendo este país un reconocimiento de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura-FAO. Mientras que la tasa de desocupación pasó del 15,2% en 1999 al 7,1% en abril de 2014 (la que ya quisiera de lejos el Reino de España).


Venezuela alcanzó el 0,771 en el IDH, lo que la incluye en el grupo de países considerados con un “Alto Nivel de Desarrollo Humano”, al ubicarse por encima del promedio de América Latina y el Caribe. 


También sabe, estoy seguro, que el gobierno de Venezuela procura viviendas a su población y que allí no existen los desahucios.


Asimismo debe saber, cómo no va saberlo si hasta su compañero de partido Rodríguez Zapatero lo dejó ver cuando estuvo de mediador en Venezuela, que la grave crisis que padece este país viene provocada por la despiadada guerra económica que se perpetra contra él, lanzada ante todo por EEUU y secundada por países subalternos como desgraciadamente es el Reino de España.


Le recuerdo algunas de las características de esa guerra. El cierre unilateral de cuentas bancarias del Estado venezolano para dificultarle el pago a proveedores de bienes esenciales y para atender otros compromisos. La cancelación, por razones exclusivamente políticas, de importaciones vitales, como fue el caso de los tratamientos para la malaria.


La retención de divisas cruciales para adquirir bienes de primera necesidad (así, por ejemplo, en noviembre de 2017, la proveedora de servicios financieros Euroclear retuvo 1.650 millones de dólares de Venezuela que estaban destinados a la compra de alimentos y medicinas).


El Ejecutivo venezolano tiene retenidos cerca de 2.500 millones de dólares operaciones internacionales, en diferentes Bancos, bien sea por pagos de deuda o de importaciones, o por factura petrolera.


El Banco Wells Fargo retuvo y anuló pagos de 7,5 millones de dólares, por concepto de venta de energía a Brasil. También tiene retenidas divisas para satisfacer los pagos atrasados a los pensionistas en el exterior.


 Y se le vienen reteniendo cargamentos de alimentos para la población que ya fueron pagados (por ejemplo, en diciembre de 2017, 2.200 toneladas de carne de cerdo fueron retenidas por dos semanas en la frontera de Colombia, pudriéndose durante la retención).


Ahora le quieren sustraer también sus reservas de oro que tiene en Bancos extranjeros y robarle los beneficios de su petróleo. A lo que se suma la guerra económica interna que la propia clase empresarial venezolana lleva a cabo, acaparando toda clase de productos para provocar una generalizada escasez, o jugando con las tasas cambiarias de la divisa para desestabilizar al país.


Y después, gobiernos como el suyo que colaboran con todo ello proclaman que hay que enviar “ayuda humanitaria” a Venezuela.


Tamaño cinismo forma parte también de esa brutal guerra económica a la que me refería, cuyos pasos y objetivos concretos ya expliqué en este mismo medio y que busca provocar muertes y sufrimiento sin límites en la población venezolana, con el fin de que se rinda y se levante contra su gobierno.


 Esa guerra va acompañada por un terrible bombardeo mediático que casi no tiene precedentes. 


Siempre se han utilizado los medios de difusión de masas para “ablandar” las conciencias de las sociedades antes de iniciar una guerra contra alguna población.


 Lo hicieron recientemente en Irak, en Yugoeslavia, en Ucrania, en Libia, en Siria… pero lo que está padeciendo Venezuela está siendo ya verdaderamente largo y desgastante.


De hecho, es tan insistente ese bombardeo monocorde que ya tiene convencidas a casi todas las gentes europeas de que algo malo tiene que tener ese gobierno para que tanto le persigan.


Cuando en realidad deberían preguntarse qué hace un gobierno de bueno para que todos los poderosos y las extremas-derechas, empezando por el “loco” de Trump, quieran hundirle.



Y es que la principal arma de destrucción masiva de EEUU, que no tiene rival en el mundo, es el control monopólico de los medios de difusión de masas, el dictado de las noticias mundiales (con la consiguiente desinformación sistemática y planificada), o lo que es lo mismo, la máquina de construcción de la realidad.


Y ahora usted, aun sabiendo todo lo que aquí he anunciado y muchas otras formas de agresión a Venezuela que entran dentro de la política oscura a la que la ciudadanía no puede llegar, decide dar un ultimátum al legítimo presidente venezolano, Maduro, para celebrar “elecciones libres” o reconocer a un impostor.


Con ello muestra no sólo su catadura moral, sino su absoluta falta de autonomía y de inteligencia política.


Igualmente actúan aquellos de la “izquierda emergente” que ahora se pelean por ser muleta de su partido y que cautivos del efecto de opinión que provoca el monopolio mediático contra Venezuela, piden ya también “elecciones libres” mientras justifican vender armas a Arabia Saudí para seguir asesinando niños en Yemen. Todo por unos supuestos pocos votos más.


Pero esa “izquierda”, como usted y su partido, saben muy bien que donde no hay auténticas elecciones libres es en ningún otro país de América Latina, pues en casi todos ellos se compran votos a mansalva, se matan todos los días opositores, líderes sindicales y populares, así como luchadores indígenas; y en todos ellos las presiones o amenazas empresariales, las ingentes sumas de dinero y el absoluto control mediático, determinan cualquier posibilidad de opción electoral en favor de los grandes poderes.


Imagínese, además, el peligro que corre la flamante democracia europea si usted apoya que cualquiera se pueda subir a un taburete en una manifestación y proclamarse presidente de un país. 


Usted haría ver que toda la democracia en la que dice que se basa es ficticia y la deja cada vez más desnuda ante las poblaciones. 


De hecho, usted está contribuyendo a violar todas las normas básicas del derecho internacional, como ha sido denunciado ante la ONU y según Augusto Zamora ha clarificado también en este periódico.



Pero supongo que si los grandes poderes mundiales que dan las instrucciones a su gobierno recurren a una opción tan burda es porque las cosas van muy mal para ellos y deben de estar bastante desesperados, tanto como para meter al mundo en una nueva fase sin reglas, donde la guerra y la agresión entre países prime por encima de cualquier convención.


Porque usted, con su postura, está siendo cómplice también de una probable intervención militar de imprevisibles consecuencias en el corazón de la Patria Grande americana. Va a hacer a toda España cómplice de ella.


Sr Presidente, usted sabe perfectamente, para terminar, que cualquier gobierno europeo hubiera reaccionado cerrando totalmente el espacio democrático ante una amenaza de injerencia exterior, golpe de Estado o insurgencia armada patrocinada por terceros.


 Fíjese, si no, cómo han reaccionado los gobiernos españoles sólo porque alguien pide urnas en Cataluña.


 O cómo Gran Bretaña clausuró la “libertad de prensa” por la guerra de las Malvinas que estaba a miles de kilómetros.


Todo eso lo ha afrontado Venezuela, en cambio, sin salirse de un camino de oferta permanente de diálogo, como de nuevo nuestro exjefe de gobierno, Zapatero, puede testificar.


Me creo que usted no sienta ningún remordimiento por su burdo ultimátum al legítimo presidente de Venezuela, pero ¿de verdad no siente ninguna inquietud ante la vía libre que está dando para otros en el Reino de España? Un país, que como su denominación indica, no puede elegir a su jefe de Estado, ni (al menos todavía) tampoco le ha elegido a usted.



 Por Andrés Piqueras


Público




Así fabricó Estados Unidos al Presidente Guaidó


 La creación de Juan Guaidó: cómo los laboratorios de cambio de régimen estadounidenses crearon al líder del golpe de estado en Venezuela


Juan Guaidó es el producto de un proyecto de una década supervisado por los entrenadores de élite de Washington para cambios de gobierno. Mientras se hace pasar por un campeón de la democracia, ha pasado años al frente de una violenta campaña de desestabilización.


Antes del fatídico día 22 de enero, menos de uno de cada cinco venezolanos había oído hablar de Juan Guaidó. 


Hace solo unos meses atrás, este hombre de 35 años era un personaje oscuro en un grupo de extrema derecha políticamente marginal, estrechamente asociado con actos de violencia callejera. Incluso en su propio partido, Guaidó había sido una figura de nivel medio en la Asamblea Nacional, dominada por la oposición, que ahora se encuentra bajo desacato según la Constitución venezolana.


Pero después de una llamada telefónica del vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, Guaidó se proclamó a sí mismo como presidente de Venezuela. Ungido como el líder de su país por Washington, un político previamente desconocido fue trasladado al escenario internacional como el líder seleccionado por Estados Unidos para la nación con las reservas de petróleo más grandes del mundo.


Haciendo eco del Consenso de Washington, el comité editorial del New York Times calificó a Guaidó como un “rival creíble” para Maduro con un “estilo refrescante y una visión para hacer avanzar al país”. El comité editorial de Bloomberg News lo aplaudió por buscar la “restauración de la democracia” y el Wall Street Journal lo declaró “un nuevo líder democrático”.


Mientras tanto, Canadá, numerosas naciones europeas, Israel y el bloque de gobiernos latinoamericanos de derecha conocido como el Grupo de Lima reconocieron a Guaidó como el líder legítimo de Venezuela.


Si bien Guaidó parecía haberse materializado de la nada, él era, de hecho, el producto de más de una década de asidua preparación por parte de las fábricas de élite dedicadas al cambio de régimen del gobierno de Estados Unidos. Junto a un grupo de activistas estudiantiles de derecha, Guaidó fue entrenado para socavar el gobierno de orientación socialista de Venezuela, para desestabilizar el país y, algún día, tomar el poder. Aunque ha sido una figura menor en la política venezolana, había pasado años demostrando en silencio su valía en los pasillos del poder de Washington.


“Juan Guaidó es un personaje que se ha creado para esta circunstancia”, dijo a The Grayzone, Marco Teruggi, sociólogo argentino y renombrado cronista de la política venezolana. “Es la lógica de un laboratorio: Guaidó es como una mezcla de varios elementos que crean un personaje que, con toda honestidad, provoca entre risa y preocupación”.


Diego Sequera, periodista y escritor venezolano de la agencia de investigación Misión Verdad, estuvo de acuerdo: “Guaidó es más popular fuera de Venezuela que en el interior, especialmente en los círculos elitistas de la Ivy League y de Washington”, comentó Sequera a The Grayzone: “Es un personaje conocido allí, es previsiblemente de derecha y se considera leal al programa”.


Mientras que Guaidó se vende hoy como la cara de la restauración democrática, su carrera la realizó en la facción más violenta del partido de oposición más radical de Venezuela, ubicándose a la vanguardia de una campaña de desestabilización tras otra.


 Su partido ha sido ampliamente desacreditado dentro de Venezuela y es, en parte, responsable de fragmentar una oposición muy debilitada.


“Estos líderes radicales no tienen más del 20 por ciento en las encuestas de opinión”, escribió Luis Vicente León, el principal encuestador de Venezuela. Según León, el partido de Guaidó permanece aislado porque la mayoría de la población “no quiere la guerra”. “Lo que quieren es una solución”.


Pero esta es precisamente la razón por la que Guaidó fue seleccionado por Washington: no se espera que guíe a Venezuela hacia la democracia, sino que derrumbe a un país que durante las últimas dos décadas ha sido un bastión de resistencia a la hegemonía estadounidense. Su improbable ascenso señala la culminación de un proyecto de dos décadas para destruir un régimen socialista.


Apuntando a la “troika de la tiranía”


Desde la elección de Hugo Chávez en 1998, Estados Unidos ha luchado para restablecer el control sobre Venezuela y sus vastas reservas petroleras. Los programas socialistas de Chávez pueden haber redistribuido la riqueza del país y ayudado a sacar a millones de personas de la pobreza, pero también le colocaron un objetivo en la espalda.


En 2002, la oposición lo derrocó brevemente con el apoyo y reconocimiento de Estados Unidos antes de que el ejército restableciera su presidencia luego de una movilización popular masiva. A lo largo de las administraciones de los presidentes de Estados Unidos, George W. Bush y Barack Obama, Chávez sobrevivió a numerosos planes de asesinato antes de sucumbir al cáncer en 2013.


 Su sucesor, Nicolás Maduro, sobrevivió a tres atentados contra su vida.


El gobierno de Trump elevó inmediatamente a Venezuela a la cima de la lista de objetivos de cambio de régimen de Washington, calificándolo de líder de una “troika de la tiranía”. El año pasado, el equipo de seguridad nacional de Trump intentó reclutar miembros del ejército para montar una junta militar, pero ese esfuerzo fracasó.


Según el gobierno venezolano, Estados Unidos también participó en un complot con el nombre código “Operación Constitución” para capturar a Maduro en el palacio presidencial de Miraflores, y otro llamado “Operación Armagedón” para asesinarlo en el desfile militar de julio de 2017. Poco más de un año después, los líderes de la oposición exiliados intentaron matar a Maduro, y fallaron, con drones cargados de explosivos durante un desfile militar en Caracas.


Más de una década antes de estas intrigas, un grupo de estudiantes de la oposición derechista fue seleccionado y preparado personalmente por una academia para capacitar a las élites en el cambio de régimen financiada por Estados Unidos para derrocar al gobierno de Venezuela y restaurar el orden neoliberal.Capacitación proporcionada por “el grupo ‘exportador de revoluciones’ que sembró las semillas para varias revoluciones de color”


El 5 de octubre de 2005, con la popularidad de Chávez en su apogeo y su gobierno planificando programas socialistas de envergadurax, cinco “líderes estudiantiles” venezolanos llegaron a Belgrado, Serbia, para comenzar a entrenarse para una insurrección.


Los estudiantes habían llegado de Venezuela por cortesía del Centro de Acción y Estrategias No Violentas Aplicadas (CANVAS). Este grupo se financia en gran parte a través de la National Endowment for Democracy (NED), un apéndice de la CIA que funciona como el brazo principal del gobierno de los Estados Unidos para promover cambios de gobierno; y por filiales como el Instituto Republicano Internacional y el Instituto Nacional Demócrata para Asuntos Internacionales.


 De acuerdo con los correos electrónicos internos filtrados de Stratfor, una firma de inteligencia conocida como “la CIA en la sombra“, “[CANVAS] también puede haber recibido financiamiento y capacitación de la CIA durante la lucha en contra de Milosevic durante 1999/2000”.


CANVAS es una escisión de Otpor, un grupo opositor serbio fundado por Srdja Popovic en 1998 en la Universidad de Belgrado. Otpor, que significa “resistencia” en serbio, fue el grupo estudiantil que ganó fama internacional y promoción nivel Hollywood, al propiciar las protestas que eventualmente derrocaron a Slobodan Milosevic.


Esta pequeña célula de especialistas en cambio de régimen operaba de acuerdo con las teorías del difunto Gene Sharp, el llamado “Clausewitz de la lucha no violenta”. Sharp había trabajado con el Coronel Robert Helvey, un ex analista de la Agencia de Inteligencia de la Defensa, para concebir el plan estratégico para una forma de guerra híbrida, le confirió armas a la protesta y que apuntó a los Estados que resistieron contra la dominación unipolar de Washington.


Otpor recibió el apoyo de la NED, USAID y el Instituto Albert Einstein de Sharp. Sinisa Sikman, una de las principales capacitadoras de Otpor, dijo una vez que el grupo incluso recibió financiamiento directo de la CIA.


Según un correo electrónico filtrado de un empleado de Stratfor, después de sacar a Milosevic fuera del poder, “los niños que dirigían OTPOR crecieron, adquirieron trajes y diseñaron CANVAS… o, en otras palabras, un grupo ‘exportador de revoluciones’ que sembró las semillas para varias revoluciones de color. Todavía dependen del financiamiento de Estados Unidos y, básicamente, recorren el mundo tratando de derrocar a dictadores y gobiernos autocráticos (a aquellos que no les gusta a los Estados Unidos)”.


Stratfor reveló que CANVAS “dirigió su atención a Venezuela” en 2005 luego de entrenar a movimientos de oposición que lideraron las operaciones de cambio de régimen a favor de la OTAN en Europa del Este.


Al monitorear el programa de capacitación CANVAS, Stratfor describió su agenda insurreccional en un lenguaje sorprendentemente contundente: “El éxito no está garantizado, y los movimientos estudiantiles son sólo el comienzo de lo que podría ser un esfuerzo de varios años para desencadenar una revolución en Venezuela, pero los propios entrenadores son las personas que se burlan del ‘Carnicero de los Balcanes’.


Tienen habilidades demenciales. Cuando veas a estudiantes en cinco universidades venezolanas realizar demostraciones simultáneas, sabrás que la capacitación ha terminado y que el trabajo real ha comenzado”.


El nacimiento de la estructura de la “Generación 2007” para el cambio de régimen


El “trabajo real” comenzó dos años después, en 2007, cuando Guaidó se graduó de la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas. Se mudó a Washington DC para inscribirse en el Programa de Gobernabilidad y Gestión Política de la Universidad George Washington bajo la tutela del economista venezolano Luis Enrique Berrizbeitia, uno de los principales economistas neoliberales de América Latina. Berrizbeitia fue director ejecutivo del Fondo Monetario Internacional y pasó más de una década trabajando en el sector energético venezolano en la época del antiguo régimen oligárquico que Chávez eliminó.


Ese año, Guaidó ayudó a liderar mítines antigubernamentales después de que el gobierno venezolano no renovó la licencia de Radio Caracas Televisión (RCTV). Esta estación privada jugó un papel importante en el golpe de 2002 contra Hugo Chávez. RCTV ayudó a movilizar a manifestantes antigubernamentales, falsificó información que culpaba a simpatizantes del gobierno por actos de violencia llevados a cabo por miembros de la oposición, y prohibió los informes a favor del gobierno en medio del golpe.


El papel de RCTV y otras estaciones de propiedad oligárquica en la conducción del fallido intento de golpe de Estado se describió en el aclamado documental “La revolución no será televisada”.


Ese mismo año, los estudiantes se atribuyeron el crédito por obstaculizar el referéndum constitucional de Chávez por un “socialismo del siglo XXI” que prometía “establecer el marco legal para la reorganización política y social del país, otorgando poder directo a las comunidades organizadas como un requisito previo para el desarrollo de un nuevo sistema económico”.


De las protestas en torno a RCTV y el referéndum, nació un tipo de cuadros activistas especializados en el cambio de régimen respaldados por Estados Unidos. Se llamaban a sí mismos la “Generación 2007.”


Los capacitadores de Stratfor y CANVAS de esta célula identificaron al aliado de Guaidó, -un organizador político libertario- llamado Yon Goicoechea, como un “factor clave” para derrotar al referéndum constitucional. El año siguiente, Goicochea fue recompensado por sus esfuerzos con el Premio Milton Friedman por Promover la Libertad, del Instituto Cato, junto con un premio de US$ 500.000, que rápidamente invirtió en el impulso de su propia red política.


Friedman, por supuesto, fue el padrino de los notorios neoliberales Chicago Boys que fueron importados a Chile por el líder de la junta dictatorial de Augusto Pinochet para implementar políticas radicales de austeridad fiscal tipo “doctrina del shock”. Y el Cato Institute es el grupo de expertos libertarios [en el sentido norteamericano, promotores de una participación mínima del Estado principalmente en los asuntos económicos] con sede en Washington DC, fundado por los hermanos Koch, dos de los principales donantes del Partido Republicano que se han convertido en defensores agresivos de la derecha en toda América Latina.


Wikileaks publicó un correo electrónico de 2007 del embajador estadounidense en Venezuela, William Brownfield, enviado al Departamento de Estado, al Consejo de Seguridad Nacional y al Departamento de Defensa del Comando Sur, alabando a la “Generación de 2007” por haber “forzado al presidente venezolano, acostumbrado a establecer la agenda política, a (sobre) reaccionar”. Entre los “líderes emergentes” que Brownfield identificó estaban Freddy Guevara y Yon Goicoechea, figura ésta última que fue aplaudida como “uno de los defensores más articulados de las libertades civiles entre los estudiantes”.


Con una gran cantidad de dinero de los oligarcas libertarios y de los equipos de poder blando del gobierno de Estados Unidos, el cuadro venezolano radical llevó las tácticas de Otpor a las calles, junto con una versión del logotipo del grupo, como se ve a continuación:






“Galvanizando el malestar público… para aprovechar la situación y voltearla contra Chávez”


En 2009, los jóvenes activistas de la Generación 2007 escenificaron su manifestación más provocadora hasta el momento, se quitaron los pantalones en las vías públicas y utilizaron las escandalosas tácticas guerrilleras de teatro descritas por Gene Sharp en los manuales de cambio de régimen.


Los manifestantes se habían movilizado contra el arresto de un aliado de otro grupo juvenil llamado JAVU. Este grupo de extrema derecha “reunió fondos de diversas fuentes del gobierno de Estados Unidos, lo cual le permitió ganar notoriedad rápidamente como el ala de línea dura de los movimientos de calle de la oposición”, según el libro del académico George Ciccariello-Maher, “Construyendo la comuna”.


Si bien el video de la protesta no está disponible, muchos venezolanos han identificado a Guaidó como uno de sus participantes clave. Y si no obstante la acusación no está confirmada, es ciertamente plausible; los manifestantes de glúteos desnudos eran miembros del núcleo interno de la Generación 2007 a la que pertenecía Guaidó, ¡y estaban vestidos con su marca registrada, las camisetas de Venezuela Resistencia!, como se ve abajo:





Ese año, Guaidó se expuso al público de otra manera, fundando un partido político para capturar la energía anti-Chávez que su Generación 2007 había cultivado. La llamada “Voluntad Popular” fue liderada por Leopoldo López, un instigador de derecha educado en Princeton, que participó activamente en los programas de la NED, que fue elegido alcalde de un distrito en Caracas, de los más ricos del país


. López es un retrato de la aristocracia venezolana, directamente descendiente del primer presidente de su país. También es primo hermano de Thor Halvorssen, fundador de Human Rights Foundation, con sede en Estados Unidos, que funciona como tarantín publicitario de facto para activistas antigubernamentales respaldados por Estados Unidos en países seleccionados por Washington para el cambio de gobierno.


Si bien los intereses de López se alinearon perfectamente con los de Washington, los cables diplomáticos de Estados Unidos publicados por Wikileaks destacaron las tendencias fanáticas de Voluntad Popular que la conducirían en última instancia a su marginación. Un cable identificó a López como “una figura divisiva dentro de la oposición… a menudo descrita como arrogante, vengativo y hambriento de poder”.


Otros destacaron su obsesión con las confrontaciones callejeras y su “enfoque inflexible” como una fuente de tensión con otros líderes opositores que dieron prioridad a la unidad y la participación en las instituciones democráticas del país.



Voluntad Popular fundador Leopoldo Lopez y su esposa, Lilian Tintori


Para 2010, Voluntad Popular y sus partidarios extranjeros se movieron para explotar la peor sequía que azotó a Venezuela en décadas. La gran escasez de electricidad había golpeado al país debido a la escasez de agua, que era necesaria para alimentar las centrales hidroeléctricas. Una recesión económica mundial y la disminución de los precios del petróleo agravaron la crisis, lo que provocó el descontento público.


Stratfor y CANVAS, asesores clave de Guaidó y su equipo antigubernamental, idearon un plan sorprendentemente cínico para introducir una daga a través del corazón de la Revolución Bolivariana. El plan giraba en torno al colapso del 70% del sistema eléctrico del país en abril de 2010.


“Este podría ser el evento decisivo, ya que Chávez no puede hacer mucho para proteger a los pobres por la falla del sistema”, declaró el memorando interno de Stratfor. “Esto probablemente tendría el impacto de galvanizar la inestabilidad pública de una manera que ningún grupo de la oposición podría generar. En ese momento, un grupo de oposición sería lo mejor para aprovechar la situación según sus necesidades y voltearla contra Chávez”.


Para este punto, la oposición venezolana recibía de US$ 40-50 millones al año de organizaciones gubernamentales como la USAID y la NED, según un informe del think-tank español Instituto FRIDE. También tenía una cuantiosa riqueza en sus propias cuentas, que en su mayoría estaban fuera del país.


Si bien el escenario previsto por Stratfor no llegó a buen término, los activistas del partido Voluntad Popular y sus aliados descartaron cualquier pretensión de no violencia y se unieron a un plan radical para desestabilizar el país.


Hacia la desestabilización violenta


En noviembre de 2010, según correos electrónicos obtenidos por los servicios de seguridad venezolanos y presentados por el ex ministro de Justicia, Miguel Rodríguez Torres, Guaidó, Goicoechea y varios otros activistas estudiantiles asistieron a una jornada secreta de capacitación de cinco días en un hotel en México, al que apodaron “fiesta mexicana”.


Las sesiones fueron dirigidas por Otpor, los capacitadores para cambios de gobierno con sede en Belgrado respaldados por el gobierno de los Estados Unidos. Según se informa, la reunión recibió la bendición de Otto Reich, fanático anticastrista del exilio que trabajó en el Departamento de Estado de George W. Bush, y del expresidente colombiano de derecha, Álvaro Uribe.


En el hotel Fiesta Mexicana, según los correos electrónicos, Guaidó y sus compañeros activistas idearon un plan para derrocar al presidente Hugo Chávez generando caos a través de prolongados espasmos de violencia callejera.


Tres figuras de la industria petrolera -Gustavo Tovar, Eligio Cedeño y Pedro Burelli- supuestamente pagaron la cuenta de US$ 52.000 requerida para celebrar la reunión. Tovar es un autodenominado “activista de derechos humanos” e “intelectual” cuyo hermano menor, Reynaldo Tovar Arroyo, es el representante en Venezuela de Petroquímica del Golfo, una empresa privada mexicana de petróleo y gas que tiene un contrato con el Estado venezolano.



Cedeño, por su parte, es un empresario venezolano fugitivo que solicitó asilo en los Estados Unidos, y Pedro Burelli, ex ejecutivo de JP Morgan y ex director de la compañía petrolera nacional de Venezuela (PDVSA).


Burelli definió el encuentro como “una reunión legítima que se dio lugar en un hotel con un nombre diferente” en México.Al preguntarle si OTPOR coordinó la reunión, sólo manifestó que “le gusta” el trabajo de OTPOR/CANVAS y mientras que no es un financista, le ha “recomendado a activistas de diferentes países que le siguieran la pista y participen en las actividades que dirigen en varios países”.Burelli agregó: “En Venezuela, el Instituto Einstein abiertamente ha entrenado a miles.


 La filosofía de Gene Sharp es ampliamente estudiada y reconocida. Y que probablemente esto ha evitado que la lucha se convirtiera en una guerra civil”.


El supuesto complot de la “Fiesta Mexicana” fluyó hacia otro plan de desestabilización revelado en una serie de documentos producidos por el gobierno venezolano. 


En mayo de 2014, Caracas publicó documentos que detallan un plan de asesinato contra el presidente Nicolás Maduro. Las filtraciones identificaron a la antichavista de línea dura María Corina Machado -hoy en día la principal ficha del senador Marco Rubio-, como la lideresa del plan. Fundadora de Súmate, grupo financiado por la NED, Machado ha fungido como enlace internacional para la oposición visitando al presidente George W. Bush en 2005.



Machado and George W. Bush, 2005


“Creo que es hora de reunir esfuerzos; haga las llamadas necesarias y obtenga financiamiento para aniquilar a Maduro y el resto se derrumbará”, escribió Machado en un correo electrónico al ex diplomático venezolano Diego Arria en 2014.En otro correo, Machado afirmó que el plan violento tuvo la bendición del embajador de Estados Unidos en Colombia, Kevin Whitaker.


 “Ya me decidí y esta lucha continuará hasta que este régimen sea derrocado y cumplamos con nuestros amigos en el mundo.


Si fui a San Cristóbal y me expuse ante la OEA, no temo nada. Kevin Whitaker ya ha reconfirmado su apoyo y señaló los nuevos pasos.


Tenemos una chequera más fuerte que la del régimen para romper el círculo de seguridad internacional”.



Guaidó se va a las barricadas


En febrero, los manifestantes estudiantiles, actuando como fuerza de choque de la oligarquía exiliada, erigieron violentas barricadas en todo el país, convirtiendo los cuarteles controlados por la oposición en fortalezas violentas conocidas como guarimbas. Mientras que los medios internacionales describieron la agitación como una protesta espontánea contra el gobierno de Maduro, hubo una amplia evidencia de que Voluntad Popular estaba orquestando el programa.


“Ninguno de los manifestantes en las universidades usaba sus camisetas universitarias, todos llevaban camisetas de Voluntad Popular o Primero Justicia “, dijo un participante de la guarimba en ese momento. “Podrían haber sido grupos estudiantiles, pero los consejos estudiantiles están afiliados a los partidos políticos de oposición y son responsables ante ellos”.Cuando se les preguntó quiénes eran los líderes, un participante de la guarimba dijo: “Bueno, si soy totalmente honesto, esos tipos ahora son diputados”.


Alrededor de 43 murieron durante las guarimbas del 2014. Tres años después, volvieron a estallar, causando extensa destrucción de la infraestructura pública, el asesinato de partidarios del gobierno y la muerte de 126 personas, muchas de las cuales eran chavistas. En varios casos, los partidarios del gobierno fueron quemados vivos por bandas armadas.


Guaidó estuvo directamente involucrado en las guarimbas de 2014. De hecho, tuiteó un video en el que se mostraba a sí mismo vestido con un casco y una máscara antigás, rodeado de elementos enmascarados y armados que habían cerrado una vía en la que estaban enfrentando de forma violenta con la policía.


Aludiendo a su participación en la Generación 2007, proclamó: “Recuerdo que en 2007 proclamamos: ‘¡Estudiantes!’ Ahora, gritamos, ‘¡Resistencia! ¡Resistencia!’”.Guaidó eliminó el tweet, demostrando una aparente preocupación por su imagen como defensor de la democracia.


El 12 de febrero de 2014, durante el apogeo de las guarimbas de ese año, Guaidó se unió a López en la tarima en un mitin de Voluntad Popular y Primero Justicia. Durante una larga diatriba contra el gobierno, López instó a la multitud a marchar a la oficina de la fiscal general Luisa Ortega Díaz.


Poco después, la oficina de Díaz fue atacada por bandas armadas que intentaron incendiarla. Ella lo denunció llamándolo “violencia planificada y premeditada”.



Guaido con Lopez en el 12 de Febrero de 2014


En una aparición por televisión en 2016, Guaidó calificó como un mito a las muertes causadas por las guayas, una táctica de la guarimba que consiste en estirar un cable de acero a través de una carretera para herir o matar a los motociclistas. Sus comentarios blanquearon una táctica mortal que mató a civiles desarmados como Santiago Pedroza y que decapitó a un hombre llamado Elvis Durán, entre muchos otros.Este insensible desprecio por la vida humana define a su partido, Voluntad Popular, a los ojos de gran parte del público, incluyendo a muchos opositores de Maduro.


Medidas enérgicas contra Voluntad Popular


A medida que la violencia y la polarización política se intensificaban en todo el país, el gobierno comenzó a actuar contra los líderes de Voluntad Popular que ayudaron a alimentarlo.Freddy Guevara, el Vicepresidente de la Asamblea Nacional y el segundo al mando de Voluntad Popular, fue el principal líder en los disturbios callejeros de 2017. Dado que enfrenta un juicio por su papel en la violencia, Guevara se refugió en la embajada chilena, donde permanece todavía.


Lester Toledo, diputado de Voluntad Popular por el estado de Zulia, fue buscado por el gobierno venezolano en septiembre de 2016 por cargos de financiamiento del terrorismo y planificación de asesinatos. Se dijo que los planes se hicieron con el ex presidente colombiano, Álvaro Uribe. Toledo escapó de Venezuela y realizó varias giras con Human Rights Watch, Freedom House (una organización respaldada por el gobierno estadounidense), el Congreso de España y el Parlamento Europeo.


Carlos Graffe, otro miembro de la Generación 2007 entrenada en Otpor y que dirigió Voluntad Popular, fue arrestado en julio de 2017. Según la policía, estaba en posesión de una bolsa llena de clavos, explosivos C4 y un detonador. Fue puesto en libertad el 27 de diciembre de 2017.


Leopoldo López, el líder popular de Voluntad Popular, está hoy bajo arresto domiciliario, acusado de tener un papel clave en la muerte de 13 personas durante las guarimbas en 2014. Amnistía Internacional elogió a López como un “preso de conciencia” y criticó su traslado de la prisión a la casa como “no lo suficientemente bueno”. Mientras tanto, los familiares de las víctimas de las guarimbas presentaron una demanda con más cargos contra López.


Yon Goicoechea, el niño emblema de los hermanos Koch, una organización respaldada por Estados Unidos, fue detenido en 2016 por las fuerzas de seguridad que afirmaban haber encontrado un kilo de explosivos en su vehículo. En un artículo de opinión del New York Times, Goicoechea protestó por los cargos según él “falsificados” y afirmó que había sido encarcelado simplemente por su “sueño de una sociedad democrática, libre del comunismo”. Fue liberado en noviembre de 2017.


David Smolansky, otro miembro de la Generación 2007 entrenada por Otpor, se convirtió en el alcalde más joven de Venezuela cuando fue elegido en 2013 en el afluente suburbio de El Hatillo, en Caracas. Pero fue despojado de su puesto y condenado a 15 meses de prisión por el Tribunal Supremo después de que se lo encontró culpable de agitar a las violentas guarimbas.


Cuando enfrentaba la posibilidad de ser arrestado, Smolansky se afeitó la barba, se puso gafas de sol y huyó a Brasil disfrazado de sacerdote con una biblia en la mano y un rosario alrededor del cuello. Ahora vive en Washington DC, donde fue elegido por el Secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, para dirigir el grupo de trabajo sobre la crisis de los migrantes y refugiados venezolanos.


Este 26 de julio, Smolansky sostuvo lo que llamó una “reunión cordial” con Elliot Abrams, el condenado convicto del caso Irán-Contras que fue nombrado por Trump como enviado especial de Estados Unidos a Venezuela. Abrams es conocido por supervisar la política encubierta de Estados Unidos relacionada con armar escuadrones de la muerte de extrema derecha durante la década de 1980 en Nicaragua, El Salvador y Guatemala. Su papel principal en el golpe de Estado de Venezuela ha avivado los temores de que otra guerra proxy sangrienta podría estar gestándose.


Un peón en su juego


El colapso de Voluntad Popular, ocasionado por el peso de la violenta campaña de desestabilización que ejecutó, la enajenó de grandes sectores del público y terminó con gran parte de su liderazgo en el exilio o bajo custodia. Guaidó seguía siendo una figura relativamente menor, después de haber pasado la mayor parte de sus nueve años de carrera en la Asamblea Nacional como diputado suplente.


Proveniente de uno de los estados menos poblados de Venezuela, Guaidó ocupó el segundo lugar durante las elecciones parlamentarias de 2015, obteniendo solo el 26% de los votos requeridos para asegurarle un lugar en el parlamento.


Guaidó es conocido como el presidente de la Asamblea Nacional dominada por la oposición, pero nunca fue elegido para el cargo. Los cuatro partidos de oposición que conformaban la Mesa de Unidad Democrática de la Asamblea habían decidido establecer una presidencia rotativa.


 El turno de Voluntad Popular estaba en camino, pero su fundador, López, estaba bajo arresto domiciliario. Mientras tanto, su segundo al mando, Guevara, se había refugiado en la embajada chilena. Un personaje llamado Juan Andrés Mejía habría sido el siguiente en la línea de mando, pero, por razones que solo ahora están claras, se seleccionó a Juan Guaidó.


“Hay un razonamiento de clase que explica el ascenso de Guaidó”, observó Sequera, el analista venezolano. “Mejía es de clase alta, estudió en una de las universidades privadas más caras de Venezuela y no podía ser vendido fácilmente al público de la manera en que podía hacérselo con Guaidó.


 Por un lado, Guaidó tiene características mestizas comunes como la mayoría de los venezolanos y parece más un hombre del pueblo. Además, no había estado sobreexpuesto en los medios de comunicación, por lo que podía convertirse en casi cualquier cosa”.


En diciembre de 2018, Guaidó cruzó la frontera y viajó a Washington, Colombia y Brasil para coordinar el plan para realizar manifestaciones masivas durante la toma de posesión del presidente Maduro. La noche anterior a la ceremonia de juramentación de Maduro, el vicepresidente Mike Pence y la ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, llamaron a Guaidó para afirmar su apoyo.


Una semana después, el senador Marco Rubio, el senador Rick Scott y el representante Mario Díaz-Balart, todos legisladores del lobby del exilio cubano radicados en Florida, se unieron al presidente Trump y al vicepresidente Pence en la Casa Blanca. A petición de ellos, Trump acordó que si Guaidó se declaraba a sí mismo presidente, lo respaldaría.


El Secretario de Estado Mike Pompeo se reunió personalmente con Guaidó el 10 de enero, según el Wall Street Journal. Sin embargo, Pompeo no pudo pronunciar el nombre de Guaidó cuando lo mencionó en una conferencia de prensa el 25 de enero, refiriéndose a él como “Juan Guido”.


Para el 11 de enero, la página de Wikipedia de Guaidó había sido editada 37 veces, destacando la lucha por dar forma a la imagen de una figura anónima que ahora era un cuadro a la altura de las ambiciones de Washington relacionadas con un cambio de gobierno. Al final, la supervisión editorial de su página fue entregada a la élite del consejo de “bibliotecarios” de Wikipedia, quien lo declaró presidente de Venezuela “en disputa”.


Guaidó pudo haber sido una figura oscura, pero su combinación de radicalismo y oportunismo satisfacía las necesidades de Washington. “Esa pieza interna faltaba”, dijo sobre Guaidó un miembro del gobierno de Trump. “Era la pieza que necesitábamos para que nuestra estrategia fuera coherente y completa”.


“Por primera vez”, Brownfield, el ex embajador de Estados Unidos en Venezuela, se dirigió al New York Times, “usted tiene un líder de la oposición que está señalando claramente que quiere mantener a las fuerzas armadas y a la policía en el lado de los ángeles y con los chicos buenos”.


Pero el partido Voluntad Popular de Guaidó formó las tropas de asalto de las guarimbas que causaron la muerte de policías y ciudadanos comunes por igual. Incluso se había jactado de su propia participación en disturbios callejeros. Y ahora, para conquistar los corazones y las mentes de los militares y la policía, Guaidó tuvo que borrar esta historia empapada de sangre.


El 21 de enero, un día antes de que comenzara el golpe, la esposa de Guaidó envió un video en el que exhortaba a los militares que se levantaran contra Maduro. Su actuación careció de entusiasmo e inspiración, lo que subraya las limitadas perspectivas políticas de su esposo.Cuatro días después, en una rueda de prensa ante simpatizantes, Guaidó anunció su solución a la crisis: “¡Autorizar una intervención humanitaria!”.


Mientras espera la asistencia directa, Guaidó sigue siendo lo que siempre ha sido: el proyecto favorito de cínicas fuerzas extranjeras. “No importa si se estrella y se quema después de todas estas desventuras”, dijo Sequera sobre la figura del golpe, “para los estadounidenses, es prescindible”.


Max Blumenthal is an award-winning journalist and the author of several books, including best-selling Republican Gomorrah, Goliath, The Fifty One Day War, and The Management of Savagery. He has produced print articles for an array of publications, many video reports, and several documentaries, including Killing Gaza. Blumenthal founded The Grayzone in 2015 to shine a journalistic light on America’s state of perpetual war and its dangerous domestic repercussions.


Dan Cohen is a journalist and filmmaker. He has produced widely distributed video reports and print dispatches from across Israel-Palestine. Dan is a correspondent at RT America and tweets at @DanCohen3000.



 Artículo original en: https://goo.gl/dpMpce




El cantante español Alejandro Sanz en cierta ocasión le pidió permiso al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, para cantar en el país.

La imagen puede contener: 2 personas, texto


HUGO CHÁVEZ LE CONTESTA A ALEJANDRO SANZ


El cantante español Alejandro Sanz en cierta ocasión le pidió permiso al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, para cantar en el país.


En el mensaje publicado en la página de Twitter de Sanz, el cantante le expresa al presidente su deseo de cerrar su gira de concierto en el país pero además le dice que tiene que haber un compromiso de su parte.


"Presidente Chávez, quiero ir a cantar a su país. ¿Me lo permite? ¿Me da su palabra de que no le pasará nada ni a mi público ni a mi gente ni a la empresa ni a mí? Si usted me da permiso y nos da su palabra de que nada va a pasar yo cierro mi gira en Venezuela. Usted tiene la palabra."


RESPUESTA:


Señor Alejandro: sabe usted lo que significa ser esclavo sin cadenas?… Esclavo sin cadenas, es simplemente continuar siendo esclavos sin cargar los grilletes… ¿Por qué razón no te has preguntado todavía, del por qué Venezuela es atacada con artillería pesada solamente por las potencias occidentales?

 ¿O será que formas parte de ellos y te haces el distraído?


 Infórmate amigo mío, y pregúntate por qué Colombia es considerada una de las naciones donde existe mas desigualdad por culpa de gobiernos que sólo mandan para unos pocos y las riquezas son distribuidas para unos privilegiados; mientras Venezuela es reconocida como el primer país de la región en cuando a bajar la pobreza extrema, de manera drástica en el gobierno de Chávez Frías.


¿No te llamó nunca la atención que después que nuestro país se volcó a la izquierda, automáticamente se comenzaron a unir la mayoría de los pueblos de América latina, en una clara señal de lo que querían los pueblos?…


¿Pides permiso para venir a cantar?

¿No te da vergüenza decir eso?

¿En un país democrático donde cualquier persona puede decir lo que se le venga en gana y no como te cuentan?



Te diré algo: La mayoría de los latinoamericanos que levantaban su voz por intermedio del canto, en señal de protesta por las infinitas injusticias que sufrían sus pueblos por culpa de dictaduras asesinas de derecha…nunca pidieron permiso para arriesgar su vida en nombre de los miserables, y en esos tiempos sí que arriesgaban el pellejo…

Alguna vez te dignaste escuchar alguna prosa convertida en canción de Don Atahualpa Yupanqui?…

¡Sí!, aquel que lo llamaban el padre de la canción folclórica latinoamericana…

La dictadura fascista argentina lo persiguió y tuvo que asilarse en Europa, por si no lo sabes es el mismo que en París compartió escenario con alguien llamada Edith Piaf…

 Nunca te contaron del cantautor Víctor Jara, que la dictadura chilena de Pinochet, le corto las manos para que no volviera jamás a tocar su guitarra acompañado su canto y no conformes con ello, lo acribillaron indefenso en el Estadio de futbol de Santiago?…


Seguramente conociste a Mercedes Sosa, "la negra del Sur" como la llamaban todos los pueblos latinoamericanos…
 Si no la conociste, te invito que te metas en Youtube y la escuches cantando: "Solo le pido a Dios" y después me cuentas…
 A esta cantautora pueblo, cantando en la ciudad de La Plata en el año 79 la dictadura fascista la detuvo a ella y a todos los que osaron ir a verla cantar. También tuvo que exiliarse en Europa en París y Madrid, para que no la mataran…


Leíste alguna vez a Mario Benedetti, el que nos decía que "El Sur también existe", al igual que su compatriota Alfredo Zitarrosa aquel del "Violín de Becho"…


Ellos también se vieron obligados a exiliarse en Europa por amenazas de muerte…


A León Gieco, un general le puso una pistola en la sien, diciéndole: "La próxima vez que vengas a cantar a la universidad de Luján y cantes esa canción te voy a pegar un tiro en la cabeza", refiriéndose a "Hombres de Hierro"…


Horacio Guaraní se tuvo que marchar también al igual que la Nacha Guevara, que le colocaron una bomba en un teatro mientras cantaba, los fascistas argentinos…


¡Si hasta el tango Cambalache lo prohibieron en las emisoras de radio la dictadura argentina!…


Y NUESTRO INIGUALADO CANTAUTOR ALÍ PRIMERA, QUIEN FUE VETADO TODA SU VIDA EN LOS MEDIOS VENEZOLANOS.


¡Anímate!...Y escribe una canción, de las miserias del mundo…

 
Háblanos de los olvidados de Haití, de los miles y miles de muertos en Irak, de los de Afganistán, de la hambruna del África, de la desnutrición en la América pobre, de la desigualdad abismal existente entre ricos y pobres, de las interminables mujeres asesinadas en ciudad Juárez, de los niños obligados a trabajar robándoseles lo único que vale la pena vivir en esta loca vida, "su niñez"…


Infórmate, escribe, no vengas sólo a cantar…y a hacer un show mediático, sé honesto, no engañes a tus seguidores.


Recorre las villas miserias de pueblos que claman por igualdades, las favelas de los sin techo… los 40 millones de pobres en USA, hoy convertidos en 50 millones de excluidos.


Y después me cuentas.
 

Uriel Albert Mayorga
 
 
 
 

Miles de despedidos: el precio de enfrentarse a la industria textil de Bangladesh





Paralizar una poderosa industria que genera 30.000 millones de dólares al año fue una empresa muy complicada para 5.000 trabajadores de las fábricas de confección de Bangladesh que han sido despedidos en las últimas semanas por exigir subidas de salario. 


Cuando Abdus Salam volvió a su puesto el 18 de enero respiró aliviado, su foto no figuraba entre las de 76 trabajadores pegadas en la puerta, notificándoles su despido después de las protestas salariales que agitaron la industria la semana anterior.


Pero la suerte de Salam duro poco, una hora después fue llamado a la oficina del gerente. 


"El personal cogió mi tarjeta de identidad y me pidieron que saliera de la fábrica. Me dijeron que enviarían una carta de finalización formal de trabajo a la dirección de mi casa en la aldea", dijo a Efe Salam.


Un oficial de policía de alto rango confirmó que Efe el despido, entre el 15 y el 27 de enero, de 4.899 trabajadores por los disturbios que en algunos casos degeneraron en enfrentamientos con los cuerpos de seguridad, causando al muerte de al menos un obrero y 20 heridos.


Salam, que asegura que no participó en los enfrentamientos, recibió 52.000 taka (unos 620 dólares) como liquidación laboral. "Traté de trabajar en otra fábrica, pero me dijeron que como participé en una protesta no me pueden dar el trabajo", dijo.


Sarwar Hossain, líder sindicar en una de los principales sectores textiles de Dacca, asegura que muchos inocentes fueron víctimas de los despidos. "Muchos trabajadores despedidos no han dicho que nadie les ofrece empleo después de haber sido identificados como agitadores.


 Algunos encontraron nuevos empleos pero, después de una o dos horas, les dijeron que salieran de la fábrica", relató a Efe.
 

El Gobierno de Bangladesh fijó en septiembre el salario mínimo mensual de los trabajadores textiles en 8.000 taka (unos 95 dólares), un ajuste de casi el 60 por ciento sobre el salario de 5.250 taka (63 dólares) fijado el 1 de noviembre de 2014.


Sin embargo, los trabajadores de los sindicatos consideraron la nueva estructura salarial como "inhumana" y "engañosa" y demandaron un salario mensual mínimo de 16.000 taka (190 dólares), lo que dio inicio a las protestas que estallaron a principios de enero.


El cierre temporal de varias fábricas a causa de las manifestacionesón llevó a las autoridades a revisar la estructura y elevar los ingresos mensuales básicos entre 15 taka (18 centavos) y 747 taka (9.44 dólares) según el grado en la escala laboral.


La vicepresidenta de la Liga de Trabajadores de Textiles y Confecciones de Bangladesh, Morium Akhter, dijo a Efe que las autoridades han adoptado los despidos como táctica de intimidación para reprimir la voz de los trabajadores. "Las expectativas que los trabajadores tenían sobre las subidas de salario no se cumplieron. Los trabajadores protestaron y, debido a esto, más de 5.000 trabajadores han sido despedidos y muchos de ellos se vieron obligados a dejar su trabajo", dijo.


"Hay casos archivados contra algunos trabajadores. Algunos no han regresado a sus casas y están escondidos. Los que lograron unir a los trabajadores, fueron despedidos ahora bajo el pretexto de esta protesta", añadió.

 


Para algunos trabajadores, el ajuste de salario fue más una pesadilla que un alivio. El peor de esos casos es el de la empresa Creative Sweater, que declaró el despido completo de todos los trabajadores la fábrica el 27 de octubre, después de que comenzara la tensión por el anuncio de las nuevos salarios l que debían comenzarse a pagar el 1 de diciembre.


"Los propietarios se negaron repentinamente a pagarnos después de que se anunció la nueva estructura de pago. Casi un mes después, declaró el cierre de la fábrica y el despido de 1.200 trabajadores", dijo a Efe Tania Akter, una de las operadoras de textiles de la empresa.


El presidente de la Asociación de Fabricantes y Exportadores de Confecciones de Bangladesh, Siddiqur Rahman, negó Efe el despido de trabajadores inocentes y restó importancia a la situación.


"No sé cómo han obtenido esta cifra de 5.000 trabajadores despedidos. Incluso si es correcto, es un porcentaje muy pequeño del total de 4.4 millones de trabajadores en nuestras 3.200 fábricas", dijo. A su juicio, si la normativa de la escala salarial aumenta, "es normal que un propietario despida a algunos trabajadores".


El sector textil en Bangladesh se ha enfrentado a un intenso escrutinio durante años debido a sus condiciones de trabajo, especialmente después del derrumbe del complejo Rana Plaza en 2013, en el cual 1.100 trabajadores murieron y 2.500 resultaron heridos.
  





martes, 5 de febrero de 2019

No es Venezuela, es Argentina.

*
*

No es Venezuela, es Argentina. 


*



 
Un jubilado comiendo de la basura en la ciudad más rica del país.


 Macri ajustó las jubilaciones por pedido del FMI.