Unos días antes de que quien se subió a la tarima y se proclamó
emperador por encargo, Trump lo hizo saber a los gobiernos títeres de la
zona, y europeos; por tanto, fue un golpe dirigido y auspiciado por ese
«gran demócrata y defensor de los derechos humanos” que es Donal
Trump».
Por supuesto, todos accedieron sin rechistar, algunos como
Macron con entusiasmo, no se hablaría de los chalecos amarillos y las
fabricas de armamento harían su agosto ante el inevitable enfrenamiento
civil.
Claro, que, la Unión Europea debía guardar las formas, más cuando
fueron varios los observadores europeos de prestigio que estuvieron en
el trascurso de las elecciones presidenciales del mes de mayo pasado,
afirmando, por activa y por pasiva que fueron unas elecciones con
garantías y democráticas, en las cuales tres partidos se negaron a
participar, pero, participaron 15 de la oposición.
Uno de esos
observadores fue José Luis Rodríguez Zapatero, invito a todos a que
busquen sus declaraciones sobre la cuestión en internet.
Pensar
que a Trump le importan los derechos humanos o la democracia en
Venezuela o en cualquier parte del mundo es de estúpidos, es como creer
en los cuentos de hadas. Peor que en Venezuela lo pasan en otros países
de América Latina, ¿o no? En esos países que, siguiendo las órdenes de
su amo, de inmediato han reconocido al que se subió a la tarima y
cumplió el encargo.
Y si es por derechos humanos, ¿qué pasa con
Arabia Saudí o los países del Golfo, donde las mujeres tienen menos
derechos que las cabras, donde dudar sobre el islam o ser homosexual
está penado con la pena de muerte? Ahí no pasa nada, porque los países
del Golfo tienen negocios con muchos golfos.
He hablado con
algunos venezolanos en estos días para ver lo que pensaban. Me han dicho
en líneas generales que no se puede negar la situación más que difícil
por la que pasa Venezuela, provocada principalmente por la caída de la
producción de petróleo y el bloqueo económico y comercial.
No debemos
olvidar que durante muchos años casi el 90% de la economía venezolana ha
dependido del petróleo.
Tampoco, que en los últimos años (y de esto
nada dice la prensa europea) Venezuela ha estado sometida a un bloqueo
económico y comercial por parte de Estados Unidos, similar al sufrido
por Cuba.
También que los grandes empresarios de la distribución
venezolana mantienen en un constante boicot a la población, prefieren
vender los productos básicos en el mercado negro en lugar de ponerlos en
las estanterías de sus supermercados, alimentando así la especulación y
ganando muchas veces más de un 400% del costo.
Logrando así una total
pérdida del poder adquisitivo de la gente.
Estos amigos venezolanos
me han expresado su temor ante lo que puede ocurrir a partir de ahora, y
que la única forma de resolver los problemas de Venezuela es
dialogando, no obedeciendo órdenes de Estados Unidos. Venezuela es de
los venezolanos.
Independientemente de que nos caiga bien o mal
Nicolás Maduro, no seré yo quien lo alabe, pero es preciso tener en
cuenta una serie de cuestiones:
1º) El 20 de mayo de 2018, se
celebraron elecciones, con gran cantidad de observadores internaciones
entre los que se encontraba el ex presidente español José Luis Rodríguez
Zapatero, que en diversas ocasiones ha declarado la limpieza de las
mismas.
2) Las elecciones se deberían haber celebrado antes del 10
de enero de 2019, pero la oposición venezolana, en la mesa de dialogo
celebrado en República Dominicana, solicitó el adelanto; y, aunque, tres
partidos decidieron no participar, (AD, VP y PJ)
Sí participaron otros
16 partidos políticos en la contienda electoral (PSUV), (MSV),
(Tupamaro), (UPV), (Podemos), (PPT), (ORA), (MPAC), (MEP), (PCV), (AP),
(MAS) (Copei) Esperanza por el Cambio, (UPP89), ejerciendo 9.389.056
venezolanos su derecho democrático al voto.
4º) No es, por
tanto, por cuestiones de legitimidad democrática por la que en Venezuela
Trump ha dado un golpe de Estado. Tengo claro que, si Venezuela no
fuese rica en petróleo, agua, diamantes, oro, coltán, hierro, níquel
bauxita, mármol, carbón, gratino, fosfatos, feldespatos y las tierras
raras, a Estados Unidos se la sudaría los derechos humanos y la
democracia en Venezuela.
5º) Quien ha dado el golpe de Estado en
Venezuela no ha sido Juan Guaidó, él es tan solo la marioneta de Trump,
el autor intelectual de este golpe de Estado. Por cierto, sigue en
libertad; por mucho menos, y sin muertos, hay unas cuantas personas en
la cárcel en España.
6º) Nos toman por estúpidos los gobiernos de
la Unión Europea con esa especie de presunto «ultimátum». Este es solo
una argucia para darle una apariencia «democrática» a su apoyo al golpe
de Estado de Donal Trump. En realidad, es un acto de sumisa obediencia y
vasallaje ante el «emperador de Occidente» y, como siempre, una
estrategia para tapar problemas domésticos con la palabra «Venezuela»,
especialmente en el Reino Unido, Francia y España.
7º) Todos
sabemos que cuando se comienza un conflicto de esta envergadura las
consecuencias son imprevisibles y el derramamiento de sangre seguro (de
momento más de 30 muertos por enfrentamientos entre manifestantes de uno
u otro signo. La guerra o invasión de Venezuela está entre los planes
de Trump.
Lo peor es que la Unión Europea y algunos países
latinoamericanos son conscientes de la posibilidad, casi segura, en caso
de persistir Trump en sus planes, de llegar a una sangrienta guerra
civil, o aún más sangrienta invasión norteamericana, en la cual la
empresa armamentística de Estados Unidos se llevará el dinero, mientras
los venezolanos pondrán los muertos, como hemos visto en Irak o Siria.
8º) Es falso que no haya salida, la hay, el dialogo entre venezolanos,
pero ni a Estados Unidos, ni a las grandes compañías armamentísticas o
petroleras americanas o europeas les interesa.
9º) Es un mal
precedente, que recuerda a muchos otros de la historia mundial; pero,
también de la historia reciente de Latinoamérica, recordemos que los dos
últimos golpes de Estado llevados a cabo en Honduras y Brasil no fueron
militares, pero sí orquestados por Estados Unidos y silenciados por la
prensa mundial.
10º) Venezuela es capaz de salir de su difícil
situación sin ultimátum, ni injerencias externas, pero tiene la gran
desgracia de ser un pastel muy dulce a los golosos ojos de la codicia.
Hay salida, pero no se quiere por parte de quien maneja el cotarro y ve
la oportunidad de incrementar su producción armamentística, no solo
Estados Unidos, también Francia, ¿y por qué no pensar que también
España?
Los intereses de los principales vendedores de armas están en
juego.
Paco Arenas
Artículo publicado en el Diario de Carlos Paz (Córdoba - República Argentina)