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EE.UU. continúa su campaña propagandística en contra
de Venezuela.
Expertos concluyen que el trasfondo de una intervención
sería el interés por el petróleo.
Con respecto a Venezuela, “todas las opciones están sobre la mesa”.
Dijo el vicepresidente de
EE.UU., Mike Pence, dejando claro que la vía armada no está descartada,
mientras se aplican sanciones, orientadas a derrocar al presidente
venezolano, Nicolás Maduro.
Según los expertos, la intervención
beneficiaría a la industria petrolera estadounidense.
Miembros del entorno más cercano al presidente estadounidense, Donald Trump, no se ahorraron palabras para explicar los beneficios que acarrearía el petróleo venezolano.
Por su lado, el secretario del Tesoro de EE.UU., Steven Mnuchin, dijo que las sanciones están orientadas a reducir la producción del petróleo venezolano, con la consecuente alza de la producción en los países de Oriente Medio.
Llama la atención que la guerra sicológica se haya sumado una abierta retorica sobre el petróleo venezolano.
La historia tiene paralelos, ignorarlos,
llevan a repetir errores que se convirtieron en tragedias.
Las declaraciones del consejero de Seguridad Nacional de EE.UU., John Bolton, y Mnuchin coinciden con el llamado “Reporte Chilcot” sobre la invasión a Irak; en el que se documentan los planes de las grandes compañías norteamericanas y británicas por hacerse del control del petróleo iraquí en la era pos Saddam Husein.
Alfredo Miranda, Washington.
Videoteca del ContraGolpe
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