domingo, 20 de enero de 2019

Pablo Ibar pierde la batalla por demostrar su inocencia y es declarado culpable

Pablo Ibar fue detenido por presunto asesinato en 1994 

 El veredicto de culpabilidad del jurado fue unánime. Ahora el juez del tribunal de Fort Lauderdale (Florida) tendrá que dictar sentencia. La Fiscalía pide la pena de muerte al ciudadano español: le acusa de un triple asesinato cometido en 1994 a pesar de que no aportó una sola prueba física, ni un solo testigo fiable.


 PABLO IBAR es declarado CULPABLE por el jurado



 El jurado vuelve a considerar culpable de un triple asesinato al español Pablo Ibar, que ha pasado casi 25 años en prisión en Estados Unidos, 16 de ellos en el corredor de la muerte. Repasamos las claves del caso.

 
El hispano-estadounidense Pablo Ibar, acusado de un triple asesinato cometido en Florida (EE.UU.) en 1994, fue declarado este sábado "culpable" de los seis cargos que pesaban en su contra.


El jurado alcanzó el veredicto unánime de culpabilidad en un tribunal de Fort Lauderdale (al norte de Miami), y lo entregó por escrito al juez encargado del caso, Dennis Bailey, que tendrá ahora que dictar sentencia contra Ibar, para el que la Fiscalía volvió a pedir la pena de muerte.


Ibar fue declarado culpable de los seis cargos que enfrentaba, tres de ellos por asesinato en primer grado, además de robo y robo a mano armada, por la muerte a tiros y por la espalda de Casimir Sucharski, dueño de un club nocturno, y de Sharon Anderson y Marie Rogers.


 Ibar ha sido declarado culpable sin una sola prueba física (ADN, huellas, sangre), ni un solo testigo fiable y ni un solo experto que acredite que es él quien aparece en el famoso vídeo en el que aparece el autor del triple asesinato.


 El abogado de Ibar ya ha anunciado que apelará la sentencia

 
El padre, Cándido, sentado en un extremo de la banca, se cubrió el rostro con las manos durante la lectura de la sentencia a Ibar, que lleva casi 25 años preso, 16 de los cuales los pasó en el corredor de la muerte, y siempre se ha declarado inocente.


Los rostros de los abogados de la defensa, liderados por Benjamin Waxman, reflejaron visiblemente la decepción por este revés judicial.
 

Este cuarto juicio desveló puntos oscuros e "irregularidades" en el proceso, desde las contradicciones y negligencias en que incurrió el detective encargado de la investigación, Paul Manzella, hasta el borrado de dos cintas de vídeo de un club nocturno que se hallaban bajo custodia policial, tal como lo había denunció la defensa.


Waxman, profundamente afectado puesto que lleva el caso desde 2005, dijo a Efe que apelarán la sentencia, mientras que Joe Nascimiento, otro de los abogados, señaló por su parte que pedirán al juez que imponga cadena perpetua y no la pena de muerte.


Fuera de ya de la sala, la esposa se fundió en un abrazo con los familiares de Ibar, quienes rápidamente la arroparon, y luego abandonó los tribunales muy afectada, a la vez que muchos otros rompieron a llorar.


Aun tuvo fuerza de ánimo Cándido, el padre, para dirigirse a los medios y decir que el veredicto de culpabilidad "no se puede explicar, ni entender".


"Esto no me lo esperaba. Juicio nulo si, pero esto no. ¡Guilty!", exclamó.


 EFE





La Justicia embarga el sueldo de Eduardo Inda en La Sexta



La Justicia embarga el sueldo de Eduardo Inda en La Sexta


La Justicia ha dictado el embargo del salario, sueldos y otros ingresos de Eduardo Inda en La Sexta por incumplir sus obligaciones económicas con sus hijos, según la ejecución forzosa difundida por las redes sociales y que ha sido dictada por el Juzgado de Primera Instancia número 4 de Alcobendas (Madrid).


 Público ha recogido la sentencia tras confirmarla con fuentes judiciales y comprobar su impacto entre la opinión pública, donde las redes han convertido en trending topic la información sobre la cadena de Atresmedia y su colaborador estrella.



La resolución establece que el director de OK Diario sólo podrá disponer cada mes del mínimo legal establecido en este tipo de ejecuciones hasta que satisfaga los 13.344,44 euros que el juzgado ha sentenciado que debe a su ex esposa y a sus hijos, así como el pago de otros 4.000 euros adicionales en concepto de los intereses devengados y de las costas procesales.


La ejecución forzosa está fechada el pasado 19 de octubre de 2016, y llega después de que el director de OK Diario no haya satisfecho su deuda en un procedimiento de Familia abierto en el año 2015 tras la demanda presentada por su ex esposa.


 La Sexta no podrá pagar al director de OK Diario, sino que deberá bloquear su salario e ingresar estas retenciones en la cuenta de consignaciones del Juzgado, abierta en el Banco de Santander, con el fin de que este dinero sea entregado a su ex esposa e hijos.


 Público




El piscinazo de Inda tan falso como sus "noticias" …



El piscinazo de Inda tan falso como sus "noticias"
 
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  Eduardo Inda ha simulado una agresión, ha amenazado a dos trabajadoras con denunciarlas y ha mentido en el programa de Ana Rosa.

Su PISCINAZO es tan ridículo y tan falso como los bulos que se inventa en OKcloacas contra Podemos.

 Y hay quien lo sigue llamando "periodista".





Por una moral revolucionaria



Tan importante como luchar contra el sistema que nos esclaviza y destruye es luchar contra aquello que hemos interiorizado de dicho sistema. 

Esto exige adoptar una moral revolucionaria para, por un lado, realizar en nosotros mismos los cambios que queremos ver fuera de nosotros, y por otro lado para disponer de la actitud adecuada para combatir el sistema de forma eficaz y coherente con los principios y valores que afirmamos defender.

 Esta pequeña reflexión gira en torno a esta segunda cuestión, es decir, la moral revolucionaria como actitud ante el mundo para afrontar la lucha por la emancipación. 


La lucha revolucionaria es una tarea que todo revolucionario se impone a sí mismo, pero cuya puesta en práctica exige una actitud sin la cual es imposible emprenderla. Querer hacer la revolución sin estar preparado para hacerla es semejante a tratar de correr un maratón sin estar preparado física y psicológicamente para el esfuerzo que ello supone.

 Esto es importante en la medida en que el revolucionario se encuentra inmerso en un entorno hostil del que recibe inputs que por lo general son negativos, y que se combinan con una gran variedad de dinámicas y mecanismos en el plano psicológico, ideológico y emocional cuya finalidad son destruirlo como revolucionario, y por tanto laminarlo para convertirlo en otro individuo estándar de la sociedad. Desafortunadamente esto suele ser lo más habitual al comprobar que en muchas ocasiones incipientes revolucionarios, debido a la falta de actitud, terminan abandonando todo compromiso de lucha y se entregan a una vida acomodaticia propia de la molicie burguesa imperante.


Los elementos actitudinales que todo revolucionario necesita son varios y están sumamente interrelacionados, de manera que es muy difícil hablar de ellos de manera separada sin referirse a los demás. Se trata de actitudes que directa o indirectamente son la expresión de unos valores y de una concepción de la vida que contradicen la dinámica social dominante que impone el sistema. Son, en definitiva, los elementos que conforman la moral revolucionaria que nos permite ponernos en forma para afrontar la tarea de hacer la revolución.

 Si no estamos en forma no podemos desarrollar esta tarea, y consecuentemente no contribuiremos de un modo eficaz y coherente a lograr la revolución. Inevitablemente una moral revolucionaria desempeña dos funciones clave. En el terreno práctico preparar a la persona, en este caso al revolucionario, para hacer la revolución que ponga fin al sistema de dominación. Pero al mismo tiempo en el terreno axiológico, es decir, en el ámbito de los valores que conforman la mentalidad del sujeto, lo que conlleva una rehumanización de la persona frente a la labor deshumanizadora del sistema. 


La vida como lucha es lo que, en definitiva, define el sentido de la existencia de todo revolucionario, pero igualmente de toda vida verdaderamente humana. Nada de valor e importancia en el terreno humano ha sido conseguido sin lucha, lo que implica esfuerzo y sacrificio. Así pues, una primera y fundamental actitud que conforma la denominada moral revolucionaria es el esfuerzo y sacrificio. El ser humano ya de por sí necesita de metas que requieran un esfuerzo, y eventualmente algún tipo de sacrificio, debido a que le dan un sentido a su existencia e igualmente son un medio para superarse a sí mismo. En cierto modo puede afirmarse que son las metas de una persona las que la definen.


Si la meta que mueve a una persona es grande, como puede ser la revolución y la construcción de una sociedad de la libertad, la persona es grande en sí misma. 


Sin embargo, las metas importantes no se consiguen de la noche a la mañana y sin que exista de por medio un esfuerzo. Si una persona que no está en forma quiere levantar a pulso un peso de 100 kilos no puede pretender levantarlos en un periodo de tiempo irrealista, como podría ser en dos días, sino que por el contrario necesita trazar un plan de entrenamiento dirigido a preparar sus músculos para lograr dicha meta. De este modo tendrá que empezar a levantar un peso relativamente pequeño, 2 kilos, e ir practicando para desarrollar la capacidad física que le permita, pasado un tiempo, levantar 5 kilos y así sucesivamente hasta lograr levantar 100 kilos.

 Lo mismo ocurre con las metas estratégicas que se proponen las personas, pues definen los fines últimos que persiguen. Por tanto, razones de orden práctico exigen trazar en el terreno táctico un camino compuesto de sucesivas metas pequeñas necesarias para alcanzar la meta estratégica. Esto es aplicable a la revolución, pues su consecución requiere el trazado de un camino que conduzca a su realización exitosa, de manera que proceso y resultado son inseparables pues el primero nos prepara para la consecución del segundo. 


Frente al mundo acomodaticio y conformista imperante, que aleja a las personas del esfuerzo y del sacrificio ofreciendo una forma de vida en la que estos están ausentes, es importante que el revolucionario, para rehumanizarse a sí mismo, asuma que la revolución sólo es realizable en la medida en que exige esfuerzo y sacrificio. Significa ponerse al servicio de un fin superior, para lo cual es preciso la consecución de diferentes metas pequeñas, necesarias pero no suficientes, conducentes a la realización de esa gran meta que es la revolución y la construcción de una sociedad libre.

 En ese proceso el revolucionario se forja a sí mismo al tener que salir de su espacio de confort, enfrentarse a sucesivos desafíos de un modo creativo que le obligan a mejorarse para vencerlos y superarlos con éxito. Gracias al esfuerzo y al sacrificio la persona logra salir de sí misma, pues renuncia a la comodidad y al conformismo para conseguir un fin mayor que le trasciende, y al hacerlo logra mejorarse en todos los sentidos al acostumbrarse a soportar el dolor y las adversidades que entraña la propia lucha.


 Esto genera una espiral ascendente de desafío-respuesta, de tal modo que los desafíos superados con éxito dan lugar a que la persona pueda plantearse desafíos aún mayores que, a su vez, exigirán su mejora cualitativa al desarrollar una experiencia que la mejorará aún más y, en definitiva, la preparará para hacer la revolución, lo que la convertirá en una amenaza real para el sistema. 


A la argumentación anterior puede aducirse que también existen los fracasos y las derrotas. Pero justamente la actitud de esfuerzo y sacrificio implica aceptar esa posibilidad, y estar dispuesto a afrontarla con todo lo que ello conlleva. Por otro lado, el fracaso no significa un empeoramiento del individuo, sino que es igualmente una aportación a la propia experiencia en la medida en que constituye una oportunidad para aprender de los errores, y de este modo seguir mejorando de cara a superar con éxito nuevos y sucesivos desafíos.


Ninguna derrota o fracaso son totales y definitivos, sino parciales y momentáneos, con lo que deben ser puestos en perspectiva como una dimensión más del proceso de aprendizaje y mejora personal del revolucionario y, en definitiva, como parte del esfuerzo y sacrificio que entraña su lucha por la emancipación. 


Como rápidamente puede deducirse de lo antes expuesto la lucha entraña esfuerzo y sacrificio, o lo que es lo mismo, dolor. Pero es por medio de la lucha que el revolucionario se forja y mejora. 


Esto es importante porque al superar con éxito sucesivos desafíos logra desarrollar, a su vez, una actitud necesaria para todo revolucionario que es la autoconfianza. Los éxitos contribuyen a que la persona se sienta segura de sí misma, logre una creciente experiencia y con ello consiga mejorarse. En este proceso el individuo aprende a confiar en su propio esfuerzo en el que pasa a apoyarse para lograr el éxito. Si las personas no confían en sí mismas y en sus propias capacidades nunca harán nada y tampoco estarán dispuestas a ponerse a prueba.

La inseguridad aboca a la pasividad y a la desidia, pero sobre todo al derrotismo y a la falta de autoestima. La falta de confianza en uno mismo impide, entonces, una valoración realista de las posibilidades y capacidades propias, de lo que se deriva la ausencia de una disposición favorable a emprender lucha alguna porque implica enfrentarse a las dificultades y abandonar la zona de confort individual. Cuando uno no cree en sí mismo, en su potencial, se ve incapaz de hacer cualquier cosa y queda sumido en la parálisis.

Asimismo, la autoconfianza es una precondición para el esfuerzo que entraña la lucha, pues existe la confianza en el propio potencial para superar las dificultades que se presenten en el camino. Un revolucionario, entonces, es una persona segura de sí misma y con la autoestima en su sitio al ser consciente de cuáles son sus capacidades y posibilidades reales, lo que hace que esté dispuesto a asumir nuevos y sucesivos desafíos para superar sus limitaciones y contribuir de esta manera al logro de la revolución. 


La autoconfianza es inseparable de la motivación. En la medida en que uno está seguro de sí mismo y se valora de un modo realista también es consciente de que es capaz de vencer desafíos y adversidades. Al creer en sus propias capacidades el revolucionario se ve motivado, y esta motivación es confirmada con la superación de los desafíos que se le presentan.

 Todo esto contribuye en gran medida a crear en el revolucionario la convicción de que el fin último que persigue es realizable. Cuando las personas estiman que, por las razones que sean, una determinada meta no es realizable se sumen en una profunda desmotivación que les aleja de cualquier iniciativa dirigida a lograr dicha meta, y con ello caen en la desmovilización. Las personas desmotivadas nunca han emprendido ninguna gran acción. Sin motivación tampoco hay autoconfianza, ni espíritu de sacrificio y, en definitiva, tampoco lucha revolucionaria. 


Pero junto al vínculo que existe entre la motivación y las capacidades propias hay que sumar, asimismo, la motivación que es intrínseca al fin último perseguido. Si se trata de una meta importante, que es deseable en sí misma, esto se manifiesta en el gran poder de atracción que ejerce sobre la persona que aspira a su realización. De este modo la meta aporta una gran motivación que constituye un impulso intenso que impele al revolucionario a seguir adelante en la lucha. A lo largo de la historia han sido ideas motrices las que han puesto en marcha la acción desinteresada de muchas personas.

Entre estas ideas encontramos la libertad, la justicia, la igualdad, etc. Son ideas atractivas en sí mismas, y es por ello que son capaces de sacar lo mejor de la persona cuando esta es movilizada por ellas. Todo esto nos muestra que una gran motivación permite al revolucionario superar sus propias limitaciones y ser capaz así de grandes acciones. E igualmente a través de estas acciones el revolucionario realiza coherentemente en sí mismo esos ideales que le mueven, siendo también fuente de inspiración para los demás. 


Unido a todo lo anterior nos encontramos con la fuerza de voluntad que, a su vez, aporta la determinación. Es conocido aquel refrán que dice que donde hay voluntad hay un camino. Esto tiene mucho de cierto, pues donde existe una voluntad decidida a conseguir una determinada meta los obstáculos sólo son algo circunstancial y no importa el esfuerzo que sea preciso para vencerlos. La motivación es un factor movilizador de la voluntad, pero la fuerza de voluntad exige autodisciplina, carácter, disposición al esfuerzo y al sacrificio, pero sobre todo constancia.

 Sin constancia tampoco se ha conseguido nunca nada importante, pues los grandes logros son generalmente fruto de un esfuerzo y de una constancia considerables. Hay que tener en cuenta que un cambio revolucionario de carácter emancipador supone enfrentarse a una compleja y difícil realidad para transformarla en un sentido cualitativo, con lo que no es realista plantearse la posibilidad de que dicho cambio pueda ser una tarea fácil, realizable con poco esfuerzo y a corto plazo. Por el contrario exige gran esfuerzo, fuerza de voluntad y constancia.

La consecución de una sociedad libre no puede lograrse en el corto plazo, pues todo proceso de transformación exige mucho tiempo para ser materializado y por ello un gran esfuerzo que sólo puede nacer de la constancia. La regularidad que ofrece la constancia es, asimismo, de un incalculable valor porque la persistencia en una lucha, en unas determinadas prácticas, etc., ejercen un efecto indeleble en la persona. La constancia, en definitiva, imprime carácter en la persona. Pero además de esto la constancia provee regularidad, y la regularidad ofrece confianza a uno mismo pero también a los demás. Las personas constantes fallan menos que las que no lo son, y esto las hace muy valiosas. 


Por último está la responsabilidad. No sirve de nada adoptar compromisos con uno mismo o con los demás si no se es responsable, es decir, si no se pone el interés y esfuerzo necesarios para cumplirlos o directamente no respondemos por ellos. La diferencia entre una persona responsable y una irresponsable es que la primera manifiesta diligencia en sus acciones, y por ello un interés en cumplir sus compromisos, además de estar dispuesta a asumir las consecuencias de sus actos y errores. La responsabilidad es, en suma, una obligación moral por la que uno responde tanto de sus actos como de sus inacciones.
 
 La irresponsabilidad, por el contrario, conduce a actitudes negligentes, a la desidia, pero también a la hipocresía, al descrédito y en general a la inmoralidad. Las personas responsables son diligentes a la hora de cumplir sus compromisos, inspiran confianza y se muestran cooperadoras. Resulta imposible concebir a un revolucionario como una persona que no se molesta en ejecutar los acuerdos tomados colectivamente con sus compañeros, que se desentiende de los compromisos que voluntariamente ha adquirido consigo mismo o con los demás, o que directamente traiciona la confianza de los demás. 


El comienzo de un nuevo año es un momento idóneo para asumir nuevos retos y adquirir compromisos para mejorarnos como personas, y sobre todo para ponernos en forma de cara a desarrollar la difícil tarea revolucionaria. Sirva esta pequeña reflexión como un acicate para desarrollar en nosotros mismos aquellas actitudes que contribuirán a convertirnos en unos verdaderos revolucionarios, y sobre todo a ser capaces de dar lo mejor de nosotros mismos en la lucha por un mundo nuevo.


 Esteban Vidal


Nacionalistas rusos, los izquierdistas y otros activistas protestan


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Nacionalistas rusos, los izquierdistas y otros activistas protestan contra cualquier acuerdo que el presidente ruso, Vladimir Putin, logre para entregar las islas Kuriles a Japón.



La Vanguardia


 

El neoaznarismo es el camino


El neoaznarismo habla solo para los suyos. Su programa se resume en una frase: todo está claro y no hay nada que discutir porque lo único que hay que cambiar es al gobierno



Nunca sabremos si Mariano Rajoy se presentó por decisión propia en la convención popular para ser entrevistado por Ana Pastor, como si se tratara de un reportaje de Canal Historia, o porque la nueva dirección popular no quería que se le colase nadie en la fiesta.


Sí sabemos que José María Aznar, el hombre que hace apenas meses declaraba no sentirse representado por algún partido, sí pudo dirigirse al plenario como si fuera Moisés y viniera a entregarle a su viva imagen y legitimo heredero, Pablo Casado, las tablas de la ley, recibidas en su día de manos del mismísimo dios de las derechas.


El 'timeline' de la convención reprodujo una película que comienza en el pasado posibilista del marianismo, que solo trajo rendición y desencanto, pero termina en el futuro heroico de un neoaznarismo que solo ofrece victoria y reconquista; todo regado con la épica de un himno 'popular remasterizado' a medio camino entre 'Gladiator' y 'Carros de fuego'
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Gracias por los servicios prestados


Pablo Casado ha decidido dirigirse a quienes han dejado de votarles estos años y olvidarse de los siete millones que, como recordó Rajoy, han sabido aguantar su voto ante las situaciones difíciles y no se asustaron.


 El mensaje que emerge de la apoteosis neoaznarista es claro: quienes se fueron, como Aznar, tenían razón, y quienes se quedaron, como Soraya Sáenz o Ana Pastor, estaban equivocados, aunque gracias por los servicios prestados.


Como en todo relato inventado los hechos no importan. Ni siquiera que los dos presidentes con más poder sean supervivientes marianistas. Moreno Bonilla iba a ser ajusticiado y la inesperada presidencia le ha concedido una vida extra.


Núñez Feijóo, que ha racionado cuidadosamente sus posados junto a Casado, vino a la convención “desde la Baviera española” para decir que al PP no hay que refundarlo sino estar orgullosos porque ni está en la trincheras defendiendo el fundamentalismo, ni vocifera ni descalifica por ansiedad porque “desde la ansiedad no se defienden los intereses generales”.


Por si no se le había entendido suficientemente, Rajoy remató advirtiendo que no son buenos ni los sectarismos ni los doctrinarios, ni en la vida ni en la política


Rajoy dijo no venir a da consejos. Aznar venía a dar lecciones.  


Resumió mejor que nadie el “gran salto adelante” dado por el nuevo PP: finiquitar, al menos a corto y medio plazo, a aquella gran fuerza conservadora que monopolizó el espacio de la derecha y el centro durante dos décadas ofreciendo un estilo tranquilo en sus formas, un discurso económico corporatista con toques liberales y un posicionamiento conciliador en derechos y libertades individuales.


 El PP de Casado ya no se brinda para “liderar” el cambio sino para ser “seguro” del cambio en una derecha dividida por ambos flancos. El marianismo aún habla para aquel partido hegemónico.


 El neoaznarismo habla solo para los suyos. Su programa se resume en una frase: todo está claro y no hay nada que discutir porque lo único que hay que cambiar es al gobierno.




 Antón Losada






sábado, 19 de enero de 2019

Breve historia de la lucha armada de los GRAPO



Breve historia de la lucha armada de los GRAPO

Grupos de Resistencia Antifascista 

Primero de Octubre (GRAPO) nacieron en el verano de 1975. 


En ese momento veinte miembros del Partido Comunista de España (reconstituido) – PCE(r) -, partido clandestino formado cinco meses antes, llevaron a cabo su primera acción armada contra las fuerzas de seguridad fascistas. 


 El 2 de agosto de 1975, dos guardias civiles (un cuerpo represivo militar y policial) fueron tiroteados en el centro de Madrid. Uno de ellos murió en el acto y el otro resultó gravemente herido. Era el primer golpe de los GRAPO devuelto a la ola de terror fascista conocida como “el verano del terror”.
 

El PCE(r) tenía su propia sección técnica creada para llevar a cabo expropiaciones a bancos para apoyar la lucha revolucionaria y castigar a los soplones de la policía; desde el núcleo de esta sección surgieron los GRAPO.



El 1 de octubre de 1975 cinco comandos diferentes de los GRAPO ejecutaron a cuatro policías e hirieron gravemente a otro en Madrid. Era la respuesta a los asesinatos de cinco antifascistas (dos miembros de ETA y tres militantes del FRAP – una organización ya desaparecida) fusilados por la policía el 27 de septiembre en aplicación de las penas de muerte ordenadas por las autoridades militares.



Los GRAPO no reivindicaron la autoría de todas estas acciones hasta el 18 de julio de 1976, cuando sesenta bombas volaron blancos fascistas por todo el país. Era el 40 aniversario del comienzo de la guerra civil (1936-39) en la que los fascistas salieron victoriosos.



En enero de 1977 la policía arrestó a cuarenta miembros del PCE(r) y de los GRAPO en Madrid y en Barcelona y consiguió liberar al Teniente General Villaescusa y al oligarca español Oriol, que estaban secuestrados por comandos de los GRAPO desde hacía sesenta días para intercambiarlos por presos políticos con el fin de forzar al gobierno para que concediese la amnistía. 



Unos días antes dos comandos de los GRAPO habían ejecutado a dos policías y a un guardia civil en Madrid y dejaron heridos a tres guardias civiles más en dos ataques distintos a las fuerzas represivas fascistas en respuesta al asesinato de cinco abogados de izquierda por una banda paramilitar que actuaba a las órdenes de la Guardia Civil.


El 4 de junio dos guardias civiles murieron tiroteados en Barcelona en el mismo día en que se celebraban las primeras elecciones generales desde 1936 y la farsa reformista continuaba. Esta acción era una clara señal que demostraba que las organizaciones revolucionarias no iban a aceptar la renovación del fascismo bajo ninguna máscara “democrática”.



El 27 de septiembre el capitán de la Policía Nacional, Herguedas, murió tiroteado por un comando de los GRAPO en Madrid. Había sido uno de los voluntarios fascistas que habían ejecutado a los cinco antifascistas justo dos años antes.



En 1977 y 1978 las acciones de los GRAPO siguieron adelante, principalmente bombas contra comisarías de policía y edificios militares y también contra centros gubernamentales. Pero también se llevaron a cabo algunas ejecuciones selectivas. El 22 de marzo de 1978 moría tiroteado cerca de su casa en Madrid el director general de prisiones Jesus Haddad. Era responsable del asesinato de un preso anarquista en la prisión de Carabanchel, muerto apaleado hasta la muerte por los directores de la prisión que intentaron sacar información de él sobre un plan de fuga de los presos del PCE(r) y GRAPO.



1979 fue el año en que los GRAPO llevaron a cabo más acciones: el 9 de enero un juez del Tribunal Supremo fue tiroteado en Madrid; el 5 de marzo un general del ejército fue ejecutado cuando un grupo de los GRAPO abrieron fuego contra su coche en una calle del centro de Madrid; el 6 de abril el jefe de la Brigada anti-terrorista de la Policía Nacional fue ejecutado en Sevilla; en total, veinte miembros de la policía fascista fueron ejecutados ese año en una combinación de acciones de guerrilla urbana por todo el país; explotaron muchas bombas ese año también.




Por otro lado, los militantes del PCE(r) y GRAPO pagaron un alto precio por ello: cien personas fueron encarceladas acusadas de pertenencia a dichas organizaciones (la policía aseguraba que tanto el PCE(r) como los GRAPO eran lo mismo y muchos militantes del PCE(r) fueron detenidos sin ninguna prueba contra ellos – el Partido comunista revolucionario siguió estando perseguido como en la dictadura de Franco). 



Siete miembros del PCE(r) y GRAPO fueron asesinados por la policía ese año: el 28 de junio Martin Eizaguirre y Fernández Cario fueron asesinados por un equipo especial de los servicios secretos militares españoles en París. Eran miembros del Comité de Relaciones Internacionales del PCE(r) y estaban exiliados. Martin Eizaguirre era también miembro del Comité Central del PCE(r).



El 20 de abril Juan Carlos Delgado de Codes, un miembro del Comité Central del PCE(r) fue tiroteado por la policía secreta en Madrid, no poseía armas ni pertenecía a la guerrilla. Sólo entre abril y mayo los GRAPO llevaron a cabo treinta acciones armadas en respuesta al asesinato de Delgado de Codes. Esto fue luego criticado por el PCE(r) por caer en una táctica militarista.



 A partir de ese momento, los GRAPO pusieron todos sus esfuerzos en mantener la luchar armada y darle un carácter prolongado, asumiendo que no sólo es posible sino necesario seguir la estrategia de la Guerra Popular Prolongada y que es posible desarrollar esta estrategia en un país capitalista desarrollado europeo.


La represión emprendida contra el PCE(r) desmanteló sus organizaciones de masas como ODEA, Pueblo y Cultura, UJA, etc. Muchos de sus miembros y simpatizantes fueron arrestados y la mayoría de ellos encarcelados. (…) La mayoría de sus miembros tuvieron que elegir entre abandonar la lucha o entrar en la clandestinidad.



El 17 de diciembre de 1979 cinco dirigentes de los GRAPO se fugaron de la prisión de Zamora usando un túnel excavado durante meses por presos del PCE(r) y GRAPO (algunos de ellos eran mineros). Fue un duro golpe para el gobierno, que intentó detenerlos de nuevo a cualquier precio. Tres de ellos fueron finalmente asesinados por la policía (en 1980, 1981 y 1982) y los otros dos fueron detenidos pronto porque todos ellos volvieron a la lucha.



En 1980 y 1981 los GRAPO eran una organización débil debido a la represión descargada contra sus simpatizantes. En esos años los GRAPO llevaron a cabo ocho ejecuciones, incluyendo dos generales del ejército y un coronel, para denunciar el papel jugado por el ejército en la guerra sucia y la contrainsurgencia. Algunos policías y guardias civiles fueron también ejecutados.



 Los GRAPO, como una organización que aspira a convertirse en el núcleo del futuro Ejército Popular nunca ha tenido como objetivos civiles inocentes ni ha usado tácticas peligrosas para los civiles en sus acciones militares y sabotajes.



En 1980-81 nueve miembros de los GRAPO fueron asesinados por la policía en una clara política de “tirar a matar”. El militante del PCE(r) José España Vivas murió mientras estaba siendo torturado el 6 de septiembre de 1980. El 19 de junio de 1981 Kepa Crespo Galende, preso del PCE(r), moría en su 94º día de huelga de hambre contra la política de tortura, aislamiento y exterminio de los presos políticos.



 El gobierno fue forzado a reunificar a los presos y a permitirles mantener comunas en las cárceles (La Comuna Carlos Marx, de 80 hombres presos del PCE(r) y GRAPO, en la prisión de Soria duró hasta 1989. Entonces el gobierno socialfascista del PSOE la desmanteló. Las mujeres presas del PCE(r) y GRAPO mantuvieron la Comuna Carmen López en Yeserias, Madrid, que duró hasta el mismo año).


En octubre de 1982 los socialfascistas del PSOE llegaron al gobierno. El PSOE empezó matando a Juan Martín Luna, dirigente de los GRAPO, muerto siendo tiroteado hasta seis veces en Barcelona en una operación encubierta. Estaba desarmado. Algunos años después tres policías fueron acusados de asesinato, pero después fueron absueltos. En la víspera de las elecciones generales, que se celebraban el 28 de octubre, los GRAPO plantaron treinta bombas en Madrid, Barcelona, Valencia y otras veinte zonas del país; las explosiones estaban dirigidas a promover el boicot y a denunciar la farsa electoral.



En 1983 y 1984 los GRAPO se recuperaron de su anterior debilidad y llevaron a cabo muchas acciones armadas. En esos años plantaron alrededor de setenta bombas contra objetivos policiales, en apoyo a las huelgas obreras, en apoyo a revolucionarios de otros países, etc. y también contra los reaccionarios mass media burgueses (por ejemplo, en el consulado alemán en Barcelona en apoyo a los presos de la RAF, bombas contra la patronal, etc.).



En esos años los GRAPO también llevaron a cabo algunas ejecuciones: en abril de 1983 un teniente de la policía nacional y un guardia civil fueron ejecutados en Valencia y la Coruña, el primero con una explosión en su coche y el segundo muerto de un disparo. Esas acciones fueron llevadas a cabo en apoyo a los obreros de los astilleros que estaban en huelga y estaban siendo salvajemente reprimidos por las fuerzas policiales.



El 2 de enero de 1984 dos policías fueron abatidos a tiros en Madrid. En todo ese año los GRAPO hicieron auténticos esfuerzos para apoyar las luchas del proletariado por todo el país (cuarenta y seis bombas explotaron ese año) para devolverle el golpe a las fuerzas represivas y cobrar el impuesto revolucionario necesitado para proseguir la lucha (alrededor de cien empresarios españoles pagaron el impuesto revolucionario ese año).



El 5 de septiembre tres comandos de los GRAPO lanzaron una ofensiva para obligar a los explotadores a pagar el impuesto revolucionario. En Madrid un empresario que se había negado a pagar murió tiroteado; en Sevilla, otro comando de los GRAPO ejecutó a Padura, conocido explotador y presidente de la patronal; y, finalmente, en la Coruña el responsable de la radiodifusión de RNE fue gravemente herido en respuesta a su propaganda contrarrevolucionaria. 



Era una advertencia a los medios reaccionarios que continuamente desacreditaban la lucha revolucionaria. 


Uno de los militantes de los GRAPO que había llevado a cabo la acción en la Coruña fue asesinado por la policía varias horas después y otro resultó herido y capturado cuando un grupo de los GEO asaltó la casa donde se escondían.


La represión lanzada contra los GRAPO y el PCE(r) ese año fue muy dura. En junio Manuel Pérez Martínez, camarada Arenas, secretario general del PCE(r), salió de prisión después de haber estado preso desde 1977 acusado de asociación ilícita (la expresión legal utilizada por el Estado fascista español para perseguir a los revolucionarios cuando no tenían pruebas contra ellos). 



Arenas, como otros muchos ex-presos del PCE(r), tuvo que pasar a la clandestinidad de nuevo siendo esta la única manera de desarrollar la lucha sin el control policial. Desde los 70 parte de la dirección y la organización clandestina del PCE(r) y GRAPO había tenido su base en Francia, la policía española nunca había podido acabar con ella.





El 19 de enero de 1985 la policía política española consiguió capturar a la mayoría de los militantes de los GRAPO en España: diecinueve de ellos fueron capturados en nueve provincias diferentes, la policía descubrió diecisiete pisos, muchas armas y munición y dinero cobrado a través del impuesto revolucionario.



 Este hecho fue posiblemente debido a que se saltaron muchas de las normas de seguridad y clandestinidad de los GRAPO cuando llevaron a cabo tantas acciones en apoyo a las luchas obreras. 


La estricta compartimentación dentro de la organización había sido rota y esto permitió a la policía asestar este duro golpe en sólo cuarenta y ocho horas.


La reorganización de los GRAPO fue lenta y dificultosa. En 1985 casi había dejado de existir pero el espíritu de sacrificio de los nuevos militantes, la mayoría de ellos sin ninguna experiencia anterior en la guerrilla, permitió seguir en la lucha. En 1985 y 1986 llevaron a cabo expropiaciones a bancos. 



Algunas se torcieron y siete miembros de los GRAPO fueron detenidos. 


El dinero se había convertido en el principal problema de la organización ya que no eran lo suficientemente fuertes como para cobrar el impuesto revolucionario; los GRAPO necesitaban pisos francos, coches y todo tipo de infraestructura para desarrollar la guerrilla urbana con éxito desde la clandestinidad. Las armas también se necesitaban urgentemente.


1987 fue un pequeño punto de inflexión. En ese año se llevaron a cabo seis acciones armadas según fuentes policiales. Hubo algunas expropiaciones exitosas de bancos y una comisaría de la policía local fue asaltada en Málaga para hacerse con armas: un comando de los GRAPO asaltó la comisaría, desarmó a tres agentes y los ató (no fueron ejecutados ya que no eran considerados objetivos adecuados. 



La policía local se ocupa principalmente del tráfico y no juega un papel especial en la represión). En otra operación un comando de los GRAPO intentó asaltar una comisaría de la policía nacional en Valencia para hacerse con DNIs en blanco, hubo un tiroteo y un policía fue gravemente herido.


En 1988 los GRAPO llevaron a cabo de nuevo acciones armadas para cobrar el impuesto revolucionario. El 27 de mayo Claudio Sanmartín, presidente del Banco de Galicia, murió tiroteado en su casa en la Coruña. 



Se había negado a pagar, alertando a la policía de la actividad de los GRAPO, y fue también un conocido explotador que había empobrecido a muchos, especialmente a pequeños campesinos, con créditos. Era también responsable del cierre de muchas fábricas debido a la especulación bancaria. Dos meses después otro empresario que se había negado a pagar el impuesto revolucionario fue gravemente herido en la Coruña.


El 4 de octubre los GRAPO consiguieron hacerse con ochocientos DNIs en blanco de una comisaría en el centro de Madrid. Durante el asalto un policía murió tiroteado y su arma fue tomada (la mayoría de las armas de los GRAPO provenían de sus acciones contra la policía y los guardias de seguridad).



El 10 de marzo de 1989 los GRAPO ejecutaron a dos guardias civiles en Santiago el mismo día que el grupo TREVI estaban dando un mitin en Madrid (TREVI era en ese momento la cabeza visible de la represión en Europa occidental). En julio de 1989 los GRAPO solventaron sus problemas económicos expropiando 148 millones de pesetas de un banco de Castellón.



En noviembre los presos políticos de PCE(r) y GRAPO comenzaron una huelga de hambre indefinida por el fin de la dispersión y su reunificación en una sola cárcel (las comunas de presos políticos habían sido desmanteladas por el gobierno del PSOE en 1987).



 En apoyo a esta lucha de los presos, los GRAPO lanzaron una ofensiva guerrillera en diciembre: el 13 un comandante del ejército fue tiroteado en Madrid, siendo gravemente herido; el 15, un coronel de alto rango del ejército fue tiroteado tres veces y quedó discapacitado; el 18, un miembro de la policía secreta murió tiroteado cerca de Barcelona y, finalmente, el 28, dos guardias civiles fueron ejecutados en Gijón mientras custodiaban un edificio oficial.


 El gobierno respondió arrestando a dos miembros del PCE(r), encarcelándolos e intentándolos implicar en estas acciones armadas (una de las mentiras difundida por los medios de masas reaccionarios dice que los miembros de los GRAPO son sólo reclutados desde las filas del PCE(r), intentando presentar este partido comunista clandestino como el brazo político de los GRAPO).


Como la huelga siguió, muchos presos fueron llevados a hospitales donde les amarraron a las camas, fueron molestados por la policía y obligados a someterse a la alimentación forzosa, medida desesperada y torturadora del gobierno para evitar las muertes de estos revolucionarios en ese mismo momento (el gobierno prefería aniquilarlos lentamente y silenciosamente en las prisiones).



El 27 de marzo de 1990, un comando de los GRAPO ejecutó al doctor Muñoz en Zaragoza. En el comunicado en el que reivindicaban la acción, los GRAPO lo calificaron como un torturador dispuesto a seguir las órdenes y las políticas del gobierno para conseguir que los presos se rindiesen por la fuerza a la agonía y la tortura de la llamada alimentación forzosa. 



Él no había aceptado las órdenes de un juez de detener este tipo de tortura y era un firme partidario de los planes de exterminio del gobierno (casualmente era el primo del Fiscal General del Estado). Como resultado de la alimentación forzosa, la huelga de hambre se hizo muy larga. El 25 de mayo de 1990, el preso José Manuel Sevillano moría después de 177 días en huelga de hambre. Era miembro de los GRAPO y estaba en prisión desde 1987. 


Los GRAPO decidieron evitar entrar en la táctica del ojo por ojo porque esto sólo podía beneficiar a las ya alertadas fuerzas de seguridad y después de una acción de respuesta (la ejecución de un coronel del ejército en Valladolid el 15 de junio), los GRAPO se centraron en llevar a cabo una ofensiva para tomar la iniciativa de nuevo en el septiembre próximo.


En septiembre de 1990 los GRAPO plantaron seis bombas en Madrid, Tarragona, Barcelona y Gijón. El 6 explotaron tres bombas en Madrid: una en el edificio de la bolsa, otra en el Tribunal Supremo y la última en el Ministerio de Economía).



 En ninguna de estas acciones hubo víctimas civiles. El 8 de septiembre una bomba explotaba en instalaciones de petróleo en Tarragona, causando a la compañía monopolista Repsol daños valorados en 400 millones de pesetas; el 10, una bomba estalló en la sede central del PSOE en Barcelona causando daños valorados en 100.000 dólares. 


Ese mes terminó con una acción de los GRAPO en Gijón el 28 cuando un comando asaltó un edificio oficial haciéndose con mil carnés de conducir en blanco y luego plantó una bomba que hizo volar las instalaciones. En noviembre de 1990, dos bombas más volaron dos edificios oficiales en Barcelona.


En 1991 y 1992 los GRAPO continuaron con la campaña de atentados contra edificios oficiales e instalaciones monopolistas: dieciséis bombas explotaron en esos años causando importantes daños. 



En febrero de 1991 una bomba de los GRAPO cortó durante seis horas el oleoducto militar de la OTAN que suministraba a las bases militares estadounidenses en territorio español. Esta acción tenía la intención de sabotear este oleoducto que estaba siendo usado por la aviación militar estadounidense para devastar ciudades iraquíes durante la Guerra del Golfo. 


En abril de 1992 los GRAPO plantaron una bomba en el Instituto Nacional de Industria y en el Ministerio de Empleo en Madrid. Dos guardias civiles resultaron heridos. También se llevaron a cabo algunas expropiaciones de bancos en esos años.


El 7 de abril de 1993 tres militantes de los GRAPO murieron en Zaragoza en un ataque contra un furgón blindado que fue atacado con explosivos para expropiar los fondos que contenía. Un guardia de seguridad también murió y dos más resultaron gravemente heridos. En 1993, un total de siete bombas explotaron en edificios oficiales en Madrid: en la patronal, las sedes del PSOE y en otras sedes implicadas en la reconversión industrial que habían despedido a miles de obreros en los últimos años.



En 1994 las acciones de los GRAPO tenían como objetivo hacerse con fondos, los cuales se necesitaban con urgencia. Se llevaron a cabo algunas expropiaciones de bancos. En enero dos bombas explotaron en Madrid en la víspera de una huelga general: en una oficina de taxistas y una oficina de desempleo. En julio y diciembre asaltaron dos furgones blindados usando explosivos en Gasteiz (Vitoria) y Barcelona, y se expropió dinero (sobre medio millón de dólares) y armas.



En 1995 los GRAPO llevaron a cabo una de las más acciones más importantes y decisivas de los últimos años. El 27 de junio los GRAPO secuestraron a Publio Cordón en Zaragoza; Cordón es un rico empresario, presidente de la compañía de seguros PREVIASA; fue liberado el 17 de agosto en Barcelona después de pagar 400 millones de pesetas. 



Tenía que pagar otros 800 millones de pesetas a los GRAPO después de su liberación pero prefirió volar (sus negocios no eran muy limpios, también era cónsul de Guatemala y tenía un negocio importante en ese país. En noviembre la policía arrestó a tres miembros de los GRAPO en Barcelona y Valencia pero no pudieron recuperar el dinero.


El 9 de enero de 1996 los presos políticos del PCE(r) y GRAPO comenzaron una huelga de hambre indefinida por su reunificación en una sola cárcel, la liberación de los presos enfermos y de todos los presos que habiendo cumplido sus condenas todavía estaban en prisión. 



Los presos detuvieron su protesta el 1 de febrero después de haber recibido promesas del gobierno de que iban a poner fin al aislamiento y a liberar a los presos enfermos, pero todo esto demostró ser una mera triquiñuela para obligar a los presos a abandonar la lucha, la cual estaba teniendo lugar en medio de elecciones generales. 


La huelga de hambre fue retomada el 15 de febrero después de saber que el gobierno no tenía ninguna intención real de negociar. Concluyó el 21 de marzo debido a la grave salud de la mayoría de los presos y después de haber recibido informes favorables para la liberación de los presos enfermos.


Hoy en día parece que los GRAPO están sumidos en una nueva reorganización y una cosa es clara: el Estado fascista español ha perdido la batalla en el sentido de que no ha podido aniquilar a la organización armada ni al partido revolucionario, el PCE(r).



Durante esos veintiún años, tres mil personas han sido arrestadas en relación con los GRAPO y el PCE(r), de las cuales 1400 han sido encarceladas. Hoy en día, hay cincuenta y cuatro presos del PCE(r) y GRAPO en las cárceles españolas.



Desde 1975 a 1995, los GRAPO han llevado a cabo alrededor de 60 ejecuciones, han plantado más de 300 bombas y han llevado a cabo unas 3000 acciones (el gobierno español reconoce oficialmente 545).



Veinte militantes de los GRAPO han muerto por acción de la policía o como consecuencia de explosiones. Siete militantes del PCE(r) han sido asesinados por la policía y grupos paramilitares. Según fuentes policiales alrededor de 100 miembros del PCE(r) y GRAPO están en la clandestinidad.



La lucha armada de los GRAPO, única en Europa occidental debido a su estrategia de Guerra Popular Prolongada seguida por el PCE(r) y GRAPO.



Espero os haya gustado tanto esta breve historia como a me gustó a mi el día que la leí.



Todo mi respeto para ellos.



.... La misma izquierda que hoy rechaza la violencia se olvida, que hoy tienen derechos gracias a gente que cogió las armas y dio su vida por estos.



Mientras legitiman la violencia de quienes nos pisan.



 Sinmas Naz





Los ‘Chalecos amarillos’ organizan una décima ronda de protestas en París.


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Los ‘Chalecos amarillos’ organizan una décima ronda de protestas en París.


 



NADIE es ILEGAL en TIERRA ROBADA


 TEXTO de la CAMISETA NADIE es ILEGAL en TIERRA ROBADA

"Voy Cruzando el Rio" (Espaldas mojadas)


 


He dejado mi casa Me persiguen y no se que me pasa 


Sin pasaporte sin visa voy Navego contra la corriente y la brisa 


 Y si llego a la rivera Tendré la espalda mojada y la estera 


Tú serás mi refugio 


Que larga y triste que es esta quimera


 Espérame la vida fue muy dura allí (al otro lado) 


Te llegare, no pienses que te he olvidado ¡Desesperes no! 


Voy cruzando el río Sabes que te quiero


 No hay mucho dinero Lo he pasado mal (Lo he pasado mal)


 Y si me alcanza el acero Recuérdame como he sido en la lucha 


He sido bravo y sincero Por favor quédate tú con mi sombrero


 Espérame la vida fue muy dura allí (al otro lado) 


Te llegare, no pienses que te he olvidado ¡Desesperes no! 


 Voy cruzando el río Sabes que te quiero No hay mucho dinero 


Lo he pasado mal Si algo me pasa no olvides 


Mi estrella no es de este mundo de vivos Pero la causa que vivo


 Asiste siempre donde hay un amigo 


 Voy cruzando el río Sabes que te quiero No hay mucho dinero 


Lo he pasado mal Voy cruzando el río (me río)


 Sabes que te quiero (me muero) No hay mucho dinero


 Lo he pasado mal (Lo he pasado mal) 


 Tu me quieres yo te quiero


 Tu me quieres yo te quiero No hay dinero 


Voy cruzando el río Sabes que te quiero


 No hay mucho dinero Lo he pasado mal