lunes, 13 de agosto de 2018

Los archivos secretos de Francisco Franco.



La revista TIEMPO publicó durante 18 semanas consecutivas una de esas exclusivas que cambian la historia: los archivos secretos de Francisco Franco. Miles de documentos y decenas de fotos inéditas hasta entonces que fueron puestos en orden por el periodista Víctor Salmador. He aquí el primer capítulo de aquella extraordinaria serie.


Los archivos secretos de Francisco Franco.



Escena íntima de Franco junto a su mujer y su hija en el palacio de El Pardo



 Tenemos a la vista los famosos documentos y memorias de Franco, por los que se han ofrecido hasta 500 millones de pesetas.


 Apretados en más de 200 legajos, estos papeles contienen el pensamiento de Franco, la clave de sus aptitudes, los secretos de Estado de toda una época y la historia entera de 40 años del régimen.


Los originales y los manuscritos, que fueron retirados de El Pardo por sus familiares, se encuentran en paradero desconocido. Quizá, los más importantes estén en el extranjero


Es de suponer que algún día todos ellos sean entregados a los archivos de la nación, puesto que es al Estado a quien corresponde su custodia. Las carpetas a las que hemos tenido acceso, ahora en poder de la Fundación Francisco Franco, contienen fotocopias en cuya recopilación, ordenación y clasificación ha trabajado un grupo de expertos.


Para dar a estas síntesis un cierto orden y advirtiendo que los documentos y apuntes no están situados en los legajos por orden cronológico –puesto que temas del mismo periodo, y aun papeles referentes a un mismo tema, suelen aparecer en carpetas de muy alejada numeración– hemos de comenzar por los escritos de puño y letra de Franco, que pueden considerarse la base o armazón de sus memorias.


Anticipamos desde ahora mismo una opinión puramente subjetiva: de los 20.000 folios a los que hemos tenido acceso, los más trascendentales (a nuestro juicio) se refieren al tema de la sucesión del propio Franco.


El capítulo rigurosamente inédito es el del cambio de actitud que en algún momento se operó en Franco, cuando pasó a considerar que, a su muerte, en lugar de sucederle “el Príncipe de mejor derecho”, como decía la ley de sucesión, pudiera establecerse una regencia que ejerciese la jefatura de Estado por periodos de diez años.


Esto es: en el año 1959 Franco no quería oír hablar de que, desaparecido él, tomase el poder un regente. Esto está claro. El 7 de marzo de 1959 el almirante Carrero Blanco, inspirador de muchas sugerencias a Franco y considerado la eminencia gris del régimen, entregó en El Pardo uno de sus periódicos informes.


 Dos de ellos aparecen en los legajos 138 y 167. Allí se lee: “Si el Rey recoge los poderes que tiene S.E. es para sentirse alarmados, porque lo cambiará todo.


 Hay que ratificar al mismo tiempo [se refiere a la ley de sucesión] el carácter vitalicio de la magistratura de S.E. que es Caudillo, más que Rey, porque funda Monarquía”. “Una vez hecho esto, se podrá decir a Don Juan, ¿acepta sin reservas? Si dice ‘no’, resuelto el problema, se pasa a su hijo.


Si este dice ‘no’, se busca un Regente”. Pues bien, al costado del último párrafo Franco escribió “NO” en muy grandes caracteres.


Sin embargo, en el año 1962, después de que se realizó el Congreso del Movimiento Europeo en Múnich, al que concurrieron personalidades de la oposición monárquica junto con representantes del socialismo y del exilio, Franco piensa en el establecimiento de una regencia; de la regencia que solo tres años antes había motivado el “NO” rotundo.


 Ello ocurrió, probablemente, como consecuencia de un informe de fecha 20 de junio de aquel año, que está en el legajo 98, en el que se afirma que la asistencia a Múnich fue acordada en Atenas durante reuniones celebradas con motivo de la boda de los príncipes Juan Carlos y Sofía. Craso error.


 En Atenas no se habló sustancialmente del Congreso de Múnich, ni hubo reunión alguna en la que se tratara de este tema.


 Don Juan de Borbón y, por supuesto, su hijo don Juan Carlos, eran completamente ajenos al Congreso. Los miembros del consejo privado de don Juan que concurrieron a Múnich lo hicieron a título exclusivamente personal u ostentando otras representaciones.


Pero (y esto es lo de mayor importancia), en unas notas manuscritas de Franco (legajo 30), bajo el título Divagaciones, se leen dos palabras muy claras: “Sucesión, ¿reformarla?”


. Y luego los párrafos que transcribimos textualmente: “La carencia de arraigo en el pueblo de la Institución [se refiere, obviamente, a la institución monárquica], la falta de unidad entre los diversos sectores, la exigencia de autoridad en la Jefatura del Estado, aconsejan el demorar la resolución en la designación del Príncipe de mejor derecho y establecer para un periodo de diez años la institución de la Regencia”.


Don Alfonso, de reserva


Seguimos copiando: “En lo sucesivo, y mientras por Ley refrendada por el pueblo no se establezca lo contrario, se seguirá en el Reino el sistema de Regencia por periodos de diez años a partir de su designación”. “La falta de unidad de criterio entre los sectores monárquicos integrados en el Movimiento, el claro desvío liberal de alguno de los candidatos.


 Plantearle el problema de la abdicación a don Juan y a don Juanito [se refiere a don Juan Carlos, al que su familia y muchas personas llamaban -y llaman aún- así] la identificación absoluta con el régimen y la entrega”. Franco siguió escribiendo: “Consultar a los grupos tradicionalistas llamándolos a la unidad bajo don Juanito...


Si no, por falta de acuerdo, se puede plantear lo de don Alfonso. Ponerle a prueba identificación”.


“Sistema de Regencia por periodos de diez años”. “Por falta de acuerdo se puede plantear lo de don Alfonso”. ¿Cuál don Alfonso? ¿El primo de don Juan Carlos, hoy duque de Cádiz, que años después contraería matrimonio con la nieta del propio Franco, María del Carmen Martínez Bordiú?...


En estos capítulos, al llegar a nuevos aportes documentales, volveremos sobre este tan sugestivo tema, que pudo haber cambiado la historia de España.


 Podemos divagar en paralelo con las divagaciones del propio Franco, el cual refleja sus dudas en los párrafos del escrito, al saltar de unas hipótesis a otras.


 En la mente de Franco se revela el propósito de que don Juan fuese eliminado del orden sucesorio y para conciliar esto con el orden de la sucesión dinástica, Franco pensaba en la abdicación de don Juan. Mediante este arbitrio aparecería don Juan Carlos como “el Príncipe con mejor derecho”, lo que debía conciliarse, a su vez, con la “identificación absoluta con el Régimen y la entrega”. 


Por alguna razón o indicio, Franco sospechó que en don Juan Carlos pudiera no existir esa identificación y de ahí que escribiera: “Se puede plantear lo de don Alfonso”.


Aparece otra sospecha en el ánimo de Franco. Que no le sirva ninguno de los candidatos. Entonces no se declara, como hizo don Ángel Osorio en 1931, “monárquico sin Rey al servicio de la República”, Franco descarta la república y se aferra a la idea de la monarquía. ¿Solución?: la misma de los coroneles griegos al destronar a Constantino; o sea, el nombramiento de un regente.


 Franco tampoco desea que los poderes del regente estén en una sola mano: por eso habla de “la Regencia”, a la que ve como una trilogía: un capitán general, un arzobispo y un magistrado.


Si Franco se hubiese decidido por esta fórmula, la hubiese impuesto y es probable que el príncipe Juan Carlos hubiese terminado en el exilio, como su padre don Juan. El caso es que no lo hizo, pero está probado que reflexionó y escribió sobre ello.


La historia de España y la corona del actual rey estuvieron entonces pendientes de un hilo.


La presencia del Príncipe en los legajos que integran el archivo de Franco, empieza desde antes de que don Juan Carlos tuviese uso de razón. Esto es, el Príncipe era un protagonista, digamos pasivo.


Se le veía como una pieza clave en la partida que habría de jugarse en el futuro. Se especulaba con sus relaciones sentimentales, con las princesas que tenía cerca; una de ellas podría convertirse, en su día, en la reina de España. Se discutía acerca de sus estudios. Su formación, sus profesores, su entorno.


El propio Príncipe, que aún no había cumplido 10 años, percibió ese tejemaneje en torno suyo.


 He aquí una carta manuscrita dirigida por él a su preceptor Eugenio Vegas Latapié: “Estoril 3-9 de 1948. 


Querido Eugenio. Muchas gracias por tu carta, parece que son las mismas que escribías cuando estabas malo en Friburgo.


 Pero solo hay una diferencia y es que el papel era blanco. Yo estoy muy triste que se haya puesto malo tu padre y espero que se ponga pronto bueno. También que vayas, si puedes, a hacer una visita a Don Ventura.


Y también a León y a José María Cervera. Eugenio, ¿es verdad que voy a ir a España en octubre para estudiar? Porque mira, todo el mundo me dice que voy a ir a estudiar a España. Es papá que me lo ha dicho porque ha hablado con el Generalísimo Franco.


Y Franco quería que yo fuese a estudiar a España. Sabes que he ido al museo militar de Lisboa, era muy divertido porque había una bomba que echaba agua para beber. Y también había ametralladoras.


Esta página te la reservo para los estudios. Ahora estudio tres horas al día y casi todos los días no podemos ni estudiar tres horas, siempre tiene que ser menos. Haré todo mi posible para estudiar bien y también para darte gusto. Un abrazo muy fuerte de Juan”.


El buzón de El Pardo actuaba como un embudo para recoger y llevar a Franco todo cuanto se relacionase con don Juan Carlos.


 Lo mismo hay una protesta formal del jefe del Requeté de Madrid, Rafael Rivas Benito, dirigida al ministro José Solís, enviada por este al general Muñoz Grandes y renviada por Muñoz Grandes a Franco, como también se encuentra la descripción de una tertulia-cena que tuvo lugar el 27 de mayo de 1966 en casa de Joaquín Garrigues Walker.


En el primer documento se rechaza la presencia de don Juan Carlos en el desfile de la Victoria y la protesta se centra en que: “Dicho Príncipe solo representa a la Monarquía liberal que nos empujó a derramar tanta sangre”.


En la tertulia de Garrigues Walker (que fue, años más tarde, uno de los ministros de UCD) estuvo presente el Príncipe.


 Se cuenta con pelos y señales lo que se habló, destacándose que hubo unanimidad en un punto: el régimen que sucediera a Franco había de ser “un Estado de Derecho con instituciones democráticas de tipo europeo y actual”, concepto con los que el Príncipe estuvo de acuerdo.


En el legajo 38 aparece una carta de Gregorio Marañón Moya (hijo del famoso doctor).


 En ella Marañón cuenta a Franco que ha tenido una entrevista en Lausanne con la reina Victoria Eugenia (viuda de Alfonso XIII, abuela de don Juan Carlos), y que esta le ha dicho que su papel era muy difícil, colocada entre su hijo y su nieto.


Doña Victoria había agregado: “De todos modos, si las cosas siguen así, Rusia gobernará en Europa.


No quisiera estar en el pellejo de mis nietos, pues cuando sean mayores gobernarán los que hoy son sus porteros y sus chóferes”.

 
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Una de las fotos del archivo personal de Franco publicadas por Tiempo


Al terminar el curso 1960-61, Franco quiso tener una entrevista larga con Juan Carlos y se preparó para ella mediante un guión con una mezcla de pedagogía entre Fenelón y Maquiavelo.

 

17 de diciembre de 1984 

 

 

 

 

 

Balsero cubano quiere repatriarse a Cuba tras 26 años en Miami: "Estoy en el peor país del mundo"


 Emigrantes regresan a Cuba y contribuyen a su desarrollo


La nostalgia, la familia y las modificaciones en las normas migratorias se han convertido en incentivos para que muchos migrantes cubanos regresen a la Isla, según explicó el periodista oficialista Oliver Zamora en un reportaje para RT.


Este es el caso de Federico Fajardo Mustelier, quien llegó a territorio estadounidense en la década de los 90 huyendo de la crisis económica de la Isla.


"Estoy en el peor país del mundo", aseguró este balsero que pronto regresará a su tierra natal.


 Su retorno le permitirá disfrutar de su familia. "Tenemos la satisfacción de estar con nuestros hijos y ver a nuestro nietos ir a la escuela porque en Cuba, a diferencia de Estados Unido son seguras", afirmó.

 
"Aquí los padres cuando envían a sus hijos a la escuela tienen la gran preocupación de si lo vuelven a ver vivo", agregó.


Su testimonio recuerda a Orlando Pazo Toro, quien mostró su deseo de volver a la Isla al mismo tiempo que rechazó vivir en EE.UU. "Estoy loco por irme pa’ Cuba.


 No quiero saber nada de Estados Unidos y menos de Miami", indicó.


Se trata de casos distintos al de Maurcio Estrada Río, un cheff que en la actualidad tiene su propio restaurante en La Habana tras haber estado más de 10 años viviendo en España.


"Recuerdo que mi hermano y yo nos sentábamos por la noche a tomarnos una cervecita y siempre pensábamos en regresar y abrir un restaurante", aseguró.


Según cifras que maneja la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) en Cuba, solamente en los últimos dos años se han repatriado 25 mil 176 personas.



 https://www.cibercuba.com/videos/noticias/2018-08-09-u157374-e157374-s27061-balsero-cubano-quiere-repatriarse-cuba-tras-26






Emigrantes regresan a Cuba y contribuyen a su desarrollo

El proceso de capitalización de la montaña pirenaica


Cuando los bárbaros invadieron la periferia ——— Miquel Amorós


Mercantilización y destrucción del Pirineo catalán

En un mundo globalizado, luego en una sociedad urbanizada, donde buena parte de la población tiene bastante capacidad adquisitiva, vehículo propio y suficiente tiempo “libre”, los servicios de relax y evasión llegan a ser el sector de la economía más expansivo. En la sociedad de consumo el ocio ocupa un lugar cada vez más importante en la vida alienada. En la periferia, al colapsarse la producción industrial por falta de competitividad y escasa innovación tecnológica, la economía se refugia en otras actividades con menor valor añadido, por ejemplo, la logística, la construcción y por encima de todo el turismo de masas. Este es el caso del Estado español, y como corolario, el de Cataluña. Una vez pasada la crisis de 2008-2014, concretamente en el ámbito catalán, el turismo industrial se ha convertido en el motor económico principal, lo que supone inevitablemente un impacto y una alteración profunda del territorio, cualitativamente superiores a todo lo sucedido hasta ahora. Una huella ecológica superlativa. 

El turismo “es una fuente de riqueza” y un “impulsor del crecimiento”, dice un tecnócrata de la Generalitat, pero también es una industria que ocasiona trastornos inmediatos; es un factor de desequilibrio y de trivialización de primera magnitud, además de un yacimiento de trabajos basura y un promotor vigoroso de la construcción y de la alimentación industrial. Las inversiones foráneas, la edificación de nuevas urbanizaciones, equipamientos e infraestructuras, la sobreexplotación del patrimonio histórico, cultural y paisajístico, el despilfarro de energía, la contaminación y la acumulación de residuos a gran escala, etc., son los heraldos de una nueva realidad territorial. Estas señales tan bárbaras revelan el verdadero significado de lo que los dirigentes, técnicos, expertos y asesores llaman “poner en valor” el territorio, “optimizar” sus recursos, “rentabilizarlo”, y como colofón, “fomentar tejido emprendedor” y “ejercitar liderazgos”. Este léxico, pedido prestado al márketing, revela claramente la transformación del territorio en mercancía. En consecuencia, patrimonio, costumbres, historia y naturaleza constituyen un capital de nuevo tipo. Cuando acabe el proceso de valorización, que también es de reglamentación, cualquier otra actividad que no encaje en la “oferta” territorial, o sea, que no acarree beneficios pecuniarios, como por ejemplo, la agricultura y la ganadería tradicionales, la cooperación desinteresada, el trueque, la hospitalidad y el esparcimiento gratuito, tienen los días contados. Pagaremos por todo, tanto por las setas recogidas, como por acampar o contemplar de cerca un salto de agua. La rentabilidad del negocio del esparcimiento obligará a ello si es que no lo ha hecho ya. La gestión del territorio como si se tratara de una empresa, o dicho de forma más técnica, su transformación en “marca”, dejará a sus habitantes fuera de las decisiones, expropiados, puesto que las únicas necesidades que importan son las exigidas por la acumulación de capitales y las dinámicas de poder, no las del vecindario. La vida en las comarcas de montaña quedará entonces totalmente redefinida por las jerarquías políticas, administrativas y financieras que determinan en cada momento el uso del territorio, uso fijado por continuos planes de desarrollo, a cada cual peor.

La cosa viene de lejos. Lo que contemplamos hoy no es más que la integración de un mercado regional en un mercado global. El proceso de mercantilización en las montañas pirenaicas empezó durante los años sesenta con la construcción de las estaciones de esquí de Baqueira-Beret y La Masella (ya existían las de La Molina y Vall de Núria). Dicho proceso no tomó nuevos bríos hasta mediado los años ochenta con el boom de las segundas residencias, disparándose una década más tarde con la apertura de nuevas pistas (actualmente son diecisiete), la nieve artificial, la popularidad de los deportes de aventura y la práctica del alojamiento rural. 

La primera fase no tuvo gran impacto, pues el coche utilitario no daba para mucho y el televisor, que hacía su aparición en los hogares proletarios, mantenía pegados los individuos a sus sillones. 

La segunda fue peor, ya que la motorización general acrecentó sobremanera la movilidad ciudadana y la frecuentación multitudinaria. El ocio se “democratizaba”; un primer plan de ordenación de las estaciones trataba de perfilar el negocio de la montaña mientras la despoblación se detenía en esas alturas. La decadencia de la ganadería y la agricultura de siempre, la crisis definitiva del textil y el cierre de la minería, abrieron la puerta de par en par a la explotación intensiva de la nieve, los ríos, los prados, los bosques, las cumbres, las masías y los senderos. 

La tercera fase, correspondiente a la creación de la marca Pirineos, requirió la ayuda del Estado y la inyección de capitales. La conectividad con los centros emisores de turistas se volvió esencial. Por eso eran necesarios grandes gastos en carreteras, pistas, accesos, líneas de alta tensión, canalizaciones, vertederos, túneles, viaductos, etc. Hoy, miles de vehículos circulan a diario por la zona provocando embotellamientos durante los fines de semana y los periodos vacacionales, lo cual exige perentoriamente nuevos carriles, desdoblamientos, variantes, nuevos enlaces y mejoras diversas. Urgían desembolsos de consideración en equipos, suministros y servicios complementarios, como por ejemplo aparcamientos, telesillas, gasolineras, depósitos de agua para los cañones de nieve, caballerías, garajes, almacenes, hangares, comercios, etc. El tramo de autopista Barcelona-Manresa quedó dispuesto en 1994 y la autovía Manresa-Berga, en 1999, favoreciendo como nunca la llegada del alud urbanita. Barcelona engullía a Cataluña: las condiciones barcelonesas de vida se habían extendido por todas partes. En las comarcas, la población entera se convertía en rehén de una economía caníbal irradiada desde la metrópolis. 

La cuarta fase, la de la internacionalización de la marca, está relacionada con la llegada masiva de turistas de otras regiones españolas y extranjeros (el 40% del total). Comenzó en 2004 con el Plan estratégico del Turismo de la Nieve y la creación de la Eurorregión Pirineos-Mediterráneo, una estructura transnacional, constituye un salto cualitativo en el desarrollo desequilibrado y violento del territorio, fundado en un incremento superior de instalaciones, la ampliación de la red de transporte y una desintegración social calculada. El proyecto disparatado del macrocomplejo de la Vallfosca, una especie de Eurovegas pirenaico, ilustra si necesidad había el delirio desarrollista de los dirigentes actuales. El crecimiento no puede demorarse. Gracias a la aportación interesada de capital exterior, el territorio montano está siendo “ordenado” con planes territoriales para soportar la llegada de un montón suplementario de turistas venidos de otra parte. Los billetes de avión, la visita a los casinos y el paseo por la playa irán incluidas en el lote. El objetivo no puede ser otro que la completa transformación de las comarcas pirenaicas en un grandioso parque temático, una disneylandia alpina.

La industrialización de la economía catalana primero, seguida de la terciarización, habían creado un monstruo, el área metropolitana barcelonesa, que formaba un sistema urbano con otras conurbaciones menores conectado por autovías, autopistas y circunvalaciones. Y aquel monstruo albergaba a una extensa clase media con unas ansias de consumir territorio a tener muy en cuenta. Mientras tanto, la vida en la metrópolis había llegado a ser tan pobre, tan claustrofóbica, que las ganas de desconectarse auque fuera sólo un poco, de escapar hacia la naturaleza como antes hacían los burgueses y los aristócratas, fueron irreprimibles. Para esta clase, y para el proletariado que la imitaba en lo que podía, la ociosidad no era descanso e inactividad, sino ponerse en movimiento y hacer cualquier cosa que estuviera de moda para llenar su vacía existencia. Así pues, el aburrimiento y el hastío de las nuevas clases medias dieron lugar a la mercantilización del ocio, mediante la cual éste se volvía trabajo. El tiempo “libre”, gracias al estrés y al vacío de la vida privada en la conurbación, se convirtió en la materia prima de una industria capaz de empujar hacia arriba la demografía comarcal pirenaica, desarticular el territorio, orientar la vida de su gente hacia el consumismo, halagar el mal gusto de los visitantes y arruinar la belleza del entorno. El bronceado de montaña se volverá entre los metropolitanos un detalle de distinción, un trofeo, el rasgo diferencial de la marca Pirineos. El régimen capitalista tenía en los fugitivos de la metrópolis a su base social más ferviente, dispuesta a votar disciplinadamente a cualquier candidato pro turismo, y todos lo eran. Mientras esto sucedía, los grandes beneficiarios de la invasión de los excursionistas motorizados domingueros venidos de todas partes se relamían por el éxito en FITUR y por el reconocimiento de la zona pirenaica como destino turístico de excelencia por parte de la Unión Europea. Los Pirineos se sumergían en el mercado europeo y Barcelona compartía con otras conurbaciones transfronterizas la función colonizadora que antaño tenía en exclusiva. Era la plasmación última de la idea de progreso: el dominio nocivo y maligno de la naturaleza y la sociedad montañera por la ciencia, la tecnología, la economía y el Estado.

Todo el deporte de montaña, de la helibike al barranquismo, del trekking al snowboard, del parapente al esquí nórdico, es una concreción de la mentalidad capitalista primigenia: gusto por la competición, superación del obstáculo, resiliencia, culto al esfuerzo, atracción por el riesgo, exhibicionismo… No obstante, a los directivos síquicamente agotados por el trabajo el comercio montaraz dispone una cura a base de hidroterapia y tratamientos sicofísicos (wellness). El espíritu del capitalismo renace a partes iguales con la imagen del deportista y la del ejecutivo neurótico, pero todavía más en los especuladores: Los negocios inmobiliarios de la costa y el área metropolitana se dan con menos trabas en las comarcas del interior, ya que no hay oposición local efectiva, así que la ganancia es lo único que cuenta y el beneficio económico del turismo, comparado con el de cualquier otra actividad anterior, es de una superioridad aplastante. Hoteles, cámpings, campos de golf, promociones, discotecas, locales de comida basura, centros comerciales y automóviles a espuertas, reproducen las condiciones del hábitat urbano e imponen los valores de una vida prisionera del consumo. Suben los precios de la tierra y de los alquileres de las casas, el folklore local se degrada en espectáculo, las fiestas adquieren un toque superficial y carnavalero; el pasado se museifica y en definitiva los nexos morales se cambian por otros comerciales. El turista no tiene ningún interés en conocer los lugares que pisa y menos aún sus habitantes, por lo que se conformará con estereotipos. No es demasiado partidario de la autenticidad: con unos pocos elementos de color local y unos cuantos productos típicos tendrá suficiente. El ángel del kitsch le acompaña y protege de una originalidad excesiva: la vulgaridad y el mal gusto mandan. Podemos decir que la metrópolis proporciona una nueva forma material y espiritual al territorio; lo uniformiza, lo debilita y lo corroe sin que éste pueda defenderse, falto de fuerzas y medios. El turismo deja la sociabilidad local en una situación mucho más frágil que antes. Fin del espíritu comunitario, de la mano solidaria, de la mismísima noción de pueblo. 

Cuando el coche se convierte en una especie de prótesis del habitante de la gran urbe, el territorio se encuentra sometido absolutamente por ella y acaba por reflejarla en todos sus aspectos. Es ya un espacio periurbano, un satélite de la aglomeración metropolitana. La vida parasitaria ahora desempeña en él un papel decisivo y de rebote nacen nuevas clases emprendedoras y neorrurales ligadas directa o indirectamente al desarrollo unidireccional establecido. Para cambiar las cosas en el campo habría que cambiarlas en la ciudad. Para rehacer una vida sin apremios económicos en la periferia sería necesario desmantelar el centro. Nada liberador será posible si no salimos del capitalismo, pero no saldremos de él si dejamos atrás intactas todas sus estructuras.

A medida que las fuerzas destructivas del entramado turístico ganan terreno, se diversifican y se desestacionalizan, los espacios agrestes se masifican y despersonalizan, el paisaje se erosiona y la naturaleza retrocede; la flora se marchita pronto y la fauna se contrae y emigra a donde puede. Las contradicciones del desarrollismo se manifiestan en forma de urbanización desbocada, crisis ecológica, agotamiento de recursos y malestar social. Aunque la conciencia del carácter eminentemente devastador del crecimiento económico no surja de forma clara como oposición frontal fuera de minorías que se empeñan contra viento y marea en la defensa del territorio, la inquietud de quienes dependen económicamente del turismo ante las pérdidas debidas a la saturación, ha despertado una determinada sensibilidad por la conservación y la protección del medio. La expresión mágica de “turismo sostenible” se halla en boca de los representantes de los denominados “actores sociales”: organizaciones de empresarios, administración, grupos ecologistas, sindicatos y partidos políticos. Si bien el modelo de mercado permanece incuestionable, en paralelo sale la propuesta de “desarrollo local alternativo”. Esta clase de desarrollo quiere ligar consumo, estropicio y crecimiento con reposición y equidad, a base de “instrumentos de intervención y transformación de la economía”, es decir, con leyes, ordenanzas, tasas, contratos y programas promovidos o apoyados por las instituciones. No se pretende una desmercantilización del territorio, sino una explotación menos agresiva, recurriendo a una red económica marginal que sirva de paliativo y haga contrapeso al saqueo imparable del desarrollo puro y duro. Nada se cuestiona, ciertamente no el sistema capitalista. Se reivindica un uso sostenible del suelo sin pensar en desurbanizarlo; se pondera el derecho a escoger y cultivar los propios alimentos sin tocar la industria agroalimentaria; se piden normas racionales sin derogar las directrices actuales bastante permisivas en lo que se refiere a negocios dudosos; se reivindica un derecho consuetudinario sin menoscabar el derecho mercantil; en resumen, se reclama un turismo menos convencional, más ecológico, ignorando que ecología y turismo son términos antitéticos. 

En cualquier caso, ese turismo de algodón nunca alcanzará más que una parte minúscula de la demanda; nada comparable con el turismo de masas. Sin embargo, las nuevas clases medias de las comarcas pirenaicas observan la destrucción del territorio con preocupación, puesto que sus intereses salen a la larga perjudicados, pero no desean enfrentarse con los responsables. Son románticas y materialistas al mismo tiempo, burguesas y populistas. Están sentadas entre dos sillas. Quieren desarrollo y progreso sin las consecuencias que se derivan de los mismos. Quieren relaciones equilibradas con el medio sin sacarlo de la economía de mercado ni de la tutela del Estado: quieren a fin de cuentas la lluvia (o mejor la nieve) y el buen tiempo.

Ni la regeneración del territorio, ni la restitución a sus auténticos pobladores, pueden hacerse a medias, ni tampoco pueden llevarse a cabo legítimamente desde la administración, la política o la propia economía. La cogestión entre autoridades, sindicatos, clubes juveniles y empresarios, sólo es un mecanismo para armonizar el desarrollo más catastrofista con los intereses de la población medio domesticada, con el fin de hacer innecesarios los conflictos. Los típicos clichés de “sostenibilidad”, “responsabilidad”, “participación”, “democracia transversal”, “calidad”, “proximidad”, etc, lo demuestran bien a las claras. La democracia territorial es algo completamente diferente y tiene más que ver con la capacidad vecinal de organizarse autónomamente y de vivir en común sin mediaciones mercantiles ni dirigentes. Para revitalizar el territorio hay que desparasitarlo, lo que equivale a sacarlo de la economía mediante una acción descentralizadora, desindustrializadora y desurbanizadora que comportaría por un lado, un enfrentamiento con las clases dominantes y sus servidores políticos, y por el otro, una ruralización salvaje. Los ruralistas han de sostenerse en base a un compromiso sólido, pues necesitan objetivos claros y estrategias a medida. Las ocupaciones y movilizaciones en defensa del territorio han de permitir una correlación de fuerzas favorable a la autonomía campesina, lo justo para animar otro tipo de huida de las conurbaciones, de modo que no solamente se puedan repoblar los lugares abandonados o a trance de serlo, sino que además se pueda articular una red campesina y ganadera resistente a las normas, los reglamentos y los controles administrativos. A pesar de que cerca de quinientos municipios catalanes están en peligro de extinción al caer fuera de los circuitos turísticos, cada vez resulta más difícil una repoblación libre y una agricultura independiente. El Estado se mete por en medio cuando no lo hacen las fuerzas vivas municipales o los hombres de negocios, proscribe la ocupación de tierras y casas abandonadas, registra el ganado, cuenta los árboles y los cultivos, vigila las simientes, detecta a los huéspedes, en fin, regula de toda actividad. Obliga a etiquetar los productos, fotografía los edificios y propiedades, prohíbe la venta directa, fija cuotas y precios, especifica pagos y cobra impuestos. Pocos son los que se quejan abiertamente y su voz no se oye de lejos. Otros prefieren ser “pragmáticos” y pasar por el aro. A pesar de todo, la lucha continúa.

Dada la opinión mayoritariamente favorable al turismo de la vecindad, la defensa del territorio ha de empeñarse seriamente en una campaña de información. Por otro lado, convendría remarcar sus dos vertientes, la desmanteladora y la reconstructora. Es una doble lucha por liberar el territorio de la economía y por impulsar una vida libre en el campo, arraigada, en equilibrio con el entorno y ajena tanto a la normativa como a la mística. Es una pelea constante por frenar los grandes proyectos inútiles de las constructoras y los gobiernos y por cerrar el paso a las frenéticas hordas urbanas y a las complacientes administraciones locales. Un combate para crear formas de autogobierno y de trabajo colectivo, para volver a los concejos abiertos (en el Berguedà había dos, Fígols y Sant Jaume de Frontanyà), a las las juntas vecinales, los campos abiertos y los bienes comunales. Por consiguiente, también es una lucha por reencontrar la ciudad, por darle dimensiones humanas y ponerla en marcha desde el ágora. No puede existir un territorio libre envolviendo a una urbe esclava, ni una ciudad emancipada dentro de un territorio subordinado.

Miquel Amorós - Charla del 24 de febrero d 2018 en el casal d’avis de Berga, celebrando el séptimo aniversario del grupo Piolet Negre.
 
 

domingo, 12 de agosto de 2018

El negocio de la esclavitud africana en la Europa moderna

John Kimber, capitán del barco negrero 'Recovery' (izquierda) asiste al momento en el que un marinero tortura a una esclava africana. 10 de abril de 1792. S. W.
 
 
El historiador británico, Kenneth Morgan, analiza en 'Cuatro siglos de esclavitud trasatlántica' el auge y declive de este sistema así como su legado actual   Los sacaron como perros de su África natal. Encadenados. Amordazados. Desnutridos. Torturados sin piedad. Golpeados hasta la muerte. 


Lanzados como basura al mar. Enterrados sin más lujo que el de conservar íntegros sus propios huesos


Todos y cada uno de los esclavos que trabajaron en las propiedades de sus amos y sustentaron gran parte de la economía del mundo occidental (desde el siglo XVI al XIX), cargaron a su vez las primeras piedras de la sociedad moderna. Inglaterra, Francia, EEUU o Brasil se convirtieron en primeras potencias mundiales por medio de la explotación de mujeres y hombres que trabajaron durante décadas en las plantaciones de café, azúcar, tabaco o algodón.


Este es a grandes rasgos el análisis que hace el profesor de Historia en la Brunel University de Londres, Kenneth Morgan, en su último libro Cuatro siglos de esclavitud trasatlántica (Crítica, 2017). En él recorre todas las rutas atlánticas así como los tipos de productos y esclavos que se comercializaban desde África hasta Europa o Norteamérica.


Diez millones de esclavos


Según los datos que aquí se recogen, entre 1501 y 1867 más de 10 millones de esclavos fueron enviados a las Américas desde las regiones costeras del África Occidental. Un sistema basado en la crueldad y el sometimiento, como relató en primera persona Olaudah Equiano (1745-1797) en Narración de la vida de Olaudah Equiano, el Africano, escrita por él mismo. Autobiografía de un esclavo liberto del siglo XVIII (1789).



Un ensayo sobre cómo el ser humano puede herir más que un animal salvaje. Líneas de la muerte en vida. "Tales fueron los horrores que vi y el terror que sentí en ese momento, que si hubiera sido dueño de diez mil mundos con gusto los habría cambiado por la más inferior de las condiciones de un esclavo en mi país.


 Cuando miré alrededor del barco vi un inmenso horno y una multitud de personas negras encadenadas, cada uno con rostros que reflejaban sentimientos de desesperación y tristeza. No me quedó duda alguna sobre mi destino y, poseído por el horror y la angustia, caí inconsciente en la cubierta".


Prisionero desde los 11 años, edad en la que le arrancaron de sus raíces de Benín (África Occidental), Olaudah, también conocido como Gustavus Vassa (nombre que le puso su primer amo, Michael Henry Pascal, oficial de la Marina Real Británica), logró concienciar a la sociedad británica a través de su propia experiencia.



Formó parte de Los Hijos de África, una asociación constituida por 12 hombres negros que luchaban contra la esclavitud en Inglaterra. Así se lo transmitió por carta a la reina Carlota, mujer del rey Jorge III de Inglaterra, el 21 de marzo de 1788. "No solicito su real piedad por mi propio sufrimiento, mis dolencias, aunque son numerosas, están en parte olvidadas.


Su Majestad, le suplico compasión para los millones de mis compatriotas africanos que gimen bajo el látigo de la tiranía en las Indias Occidentales. La opresión y la crueldad ejercida a estos infelices negros ha llegado a la legislatura británica, incluso varias personas propietarias de los esclavos en las Indias Occidentales han pedido parlamento contra su continuidad".


 Un deseo que se materializó definitivamente en 1833, cuando el Parlamento Británico aprobó el Acta de Abolición de la Esclavitud (Slavery Abolition Act).

Ron a cambio de esclavos


De 1660 a 1807 (año en el que Inglaterra promulga el Acta para la Abolición del Comercio de Esclavos), los barcos que zarpaban desde los puertos ingleses hacia Norteamérica o el Caribe llegaron a embarcar a más de tres millones de esclavos siendo Londres, Bristol y posteriormente Liverpool los principales puertos esclavistas del país


. En el plano norteamericano fue el Rhode Island Newport el punto central en el comercio trasatlántico de personas.


Un hecho que propició el fortalecimiento de este sistema. "Los comerciantes de Rhode Island tenían buenas relaciones comerciales en el Caribe, y además disponían de una ventaja añadida, como era la posesión de un grupo de destilerías de ron en Rhode Island, que les permitían suministrar alcohol a los comerciantes del África Occidental a cambio de esclavos", destaca el historiador británico en sus páginas.

Senegambia, Sierra Leona, la Costa de los Esclavos, la Costa del Oro, el golfo de Benín, el golfo de Biafra y el África Central y Occidental (Cabinda, Luanda, Congo) fueron algunas de las zonas africanas que proporcionaron un mayor número de esclavos para los diferentes destinos trasatlánticos.


La investigación colectiva de la Trans-Atlantic Slave Trade Database ha calculado que entre 1514 y 1865 África Central Occidental llegó a enviar 5, 7 millones de esclavos (el 45,5% ) de los africanos transportados a las Américas.


Datos que reflejan la complicidad que los gobernantes e instituciones africanas mantenían con los comerciantes occidentales. "Toda la captura de los negros en África y la canalización de los mismos en la costa de África Occidental que llevaron a cabo los europeos fue realizada voluntariamente por los comerciantes negros.


Hubo una economía interna esclavista en gran parte de África entre el siglo IV y el siglo XX, aunque ciertos sectores de la comunidad histórica profesional prefieran no enfatizar en este hecho", remarca el propio Morgan.


Tanto el comercio de esclavos del Atlántico Norte (cuyo inicio se sitúa en Europa y Norteamérica) como del Atlántico Sur (Brasil y Río de la Plata) se mantuvo intacto durante cuatro siglos por las corruptelas y tiranías que habían establecido los propios líderes africanos.


 Esto a su vez provocó el fortalecimiento de las sociedades privadas y el crecimiento económico de aquellos que gestionaban su patrimonio.
Uno de los primeros europeos que describió al detalle estas prácticas inhumanas y abusivas fue el explorador británico Mungo Park (1771-1806), que se adentró en la parte más rural y virgen de África para conocer las costumbres y hábitos de las distintas tribus que allí habitaban.


Vivencias que quedaron inmortalizadas en Viajes a las regiones interiores de África, publicada por primera vez en 1799 y traducida al castellano en 2008 por Ediciones del Viento.


18 libras esterlinas por un hombre joven


El compromiso de Park fue tal, que viajó hasta dos veces a este continente. La primera fue en 1795 con la Asociación Africana, institución que le contrató para sustituir al comandante Daniel Houghton, desaparecido durante una misión gubernamental.


 La segunda fue de la mano del gobierno británico, que organizó otra expedición al Níger en 1805 de la que nunca regresó.


En su primer viaje dejaría anotadas las siguientes líneas sobre las atrocidades y la violencia que sus compatriotas británicos ejercían sobre los esclavos. "A los pobres miserables los mantienen encadenados, de dos en dos, y los hacen trabajar en las labores del campo, y lamento añadir que a duras penas les dan de comer, además de tratarlos con dureza.


El precio de un esclavo varía dependiendo del número de compradores que llegue de Europa, y de las caravanas que proceden del interior, pero, en general, creo que un hombre joven y saludable de entre dieciséis y veinticinco años, puede costar entre 18 y 20 libras esterlinas".


Inversión que no siempre salía rentable. De hecho, gran parte del capital destinado a este tipo de empresas nunca se llegaba a recuperar por completo. El profesor Morgan destaca que en la segunda mitad del siglo XVIII, la tasa de retorno de las inversiones anuales de los viajes esclavistas que se dieron en Liverpool oscilaba entre el 8% y el 10% .


A pesar de las diferentes variaciones que se dieron según qué épocas, este tipo de sistema permitió que en el siglo XVIII Inglaterra aumentara el nivel de exportaciones (un 35% del crecimiento entre 1748 y 1776), lo que a su vez permitió la industrialización del país.


El académico inglés lo explica de la siguiente forma: "En el caso de Inglaterra, la contribución de los ingresos obtenidos por la trata más allá de Europa era modesta comparada con los ingresos derivados de fuentes internas como el sector agrícola.


Probablemente, la trata de esclavos fue más importante para sus principales participantes por el estímulo que dio a la expansión de las colonias, que para la contribución a los beneficios económicos de la esclavitud".


También EEUU aumentó su riqueza industrial por el comercio de los esclavos. Entre 1790 y 1860, más de un millón de esclavos fueron transportados del alto al bajo sur, lo que permitió consolidar un mercado financiero estable.


 Entre otras cosas porque los propietarios de las plantaciones del alto sur pudieron aumentar el precio de la venta de sus esclavos para los vecinos del bajo sur, lo que a su vez generó un flujo de capitales y un tráfico interior que influyó de manera directa en la producción algodonera.

La rebelión de las masas


El autoritarismo y la crueldad que aplicaron los terratenientes a sus esclavos propiciaron numerosas revueltas y altercados dentro de las plantaciones, como la que tuvo lugar en agosto de 1831 en el condado de Southampton, Virginia. Nat Turner, líder de la revuelta, y el resto de esclavos, decidieron alzarse contra su amo.


Una figura que vuelve a estar de actualidad en El nacimiento de una nación (The Birth of a Nation ) la recién estrenada película de Nate Parker que retrata la lucha racial en la América del siglo XIX.


Incendiar las casas o los terrenos de los amos blancos, fugarse del complejo o desobedecer las órdenes de los capataces fueron alguna de las acciones más comunes que llevaron a cabo todos aquellos que buscaban desesperadamente su libertad.


Pero el fracaso en cualquiera de estas misiones se pagaba caro: Latigazos, grilletes en los pies o la mutilación de miembros eran algunos de los sádicos castigos que se aplicaron a todos los que se rebelaban contra el control y la sumisión.


 "Un hombre negro fue ahorcado y luego quemado por intentar envenenar a un supervisor cruel. Así, por medio de crueldades repetidas, los desgraciados primero son instados a la desesperación, y luego asesinados", rememoraba el esclavo Olaudah en sus memorias.


Acciones que vieron su fin en el siglo XIX, cuando gran parte de las potencias occidentales decidieron abolir el sistema esclavista.


Francia lo hizo en 1848. Países Bajos en 1863 y EEUU el 18 de diciembre de 1865, cuando la Decimotercera Enmienda, que derogaba la esclavitud, pasó a formar parte de la Constitución de los Estados Unidos. 


Se rompieron las cadenas. La libertad ya era un hecho.


 Del siglo XVI al XIX, la trata de personas propició que Inglaterra, EEUU, Francia o Países Bajos se alzaran como primeras potencias mundiales


El historiador británico, Kenneth Morgan, analiza en 'Cuatro siglos de esclavitud trasatlántica' el auge y declive de este sistema así como su legado actual












El emocionante cántico de las mujeres en la manifestación en la huelga de Bilbao


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Somos las nietas de las brujas que no pudisteis quemar!!!! 

Somos las hijas de las primeras Sufragistas, somos las hermanas de las primeras huelguistas somos las compañeras de las jubiladas, las que nos dedicamos a los cuidados, las que seguimos cuidando y las que seguimos peleando...

Somos las voces que jamás podréis acallar... somos tu madre, tu hija, tu compañera, la que lucha junto a ti y la que no callará jamas... porque tenemos mucho que cantar y mucho que contar!!!
 

Mujeres que ahoguen tu voz ni tu cántico!
 
 Es hora de recoger los frutos !!!


 Bilbao. 

Una imagen que emociona con nada más verlo, miles de mujeres luchando por sus derechos con un cántico pacifista que pone los vellos de punta. 


No tiene desperdicio y, sin duda, es historia.


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 Letra gracias a Sofia Pardo A la huelga 


A la huelga compañera, no vayas a trabajar 


Deja el cazo, la herramienta, el teclado y el ipad 


A la huelga diez, a la huelga cien, a la huelga madre ven tu también 


A la huelga cien, a la huelga mil, yo por ellas madre y ellas por mi.


 Contra el estado machista nos vamos a levantar, Vamos todas las mujeres a la huelga general


 A la huelga diez, a la huelga cien, la cartera dice que viene también.


 A la huelga cien, a la huelga mil, todas a la huelga vamos a ir.


 Se han llevado a mi vecina, en una redada mas
  Y por no tener papeles ahi la quieren deportar. 


A la huelga diez, a la huelga cien
   Esta vez queremos todo el pastel


 A la huelga cien, a la huelga mil, todas a la huelga vamos a ir. 


Trabajamos en precario sin contrato y sanidad 


Y el trabajo de la casa no se reparte jamás. 


A la huelga diez, a la huelga cien, esta vez la cena no voy a hacer. 


A la huelga cien, a la huelga mil, todas a la huelga vamos a ir.


 Privatizan la enseñanza, no la podemos pagar 


Pero nunca aparecimos en los temas a estudiar.


 A la huelga diez, a la huelga cien, en la historia vamos a aparecer.


 A la huelga cien, a la huelga mil, todas a la huelga vamos a ir.


 A la huelga diez, al huelga cien , a la huelga madre ven tu también. 


A la huelga cien, a la huelga mil, yo por ellas madre y ellas por mi. yo por ellas madre y ellas por mi. 


Yo por ellas madre y ellas por yo por ellas madre y ellas por yo por ellas madre y ellas por mi.



  8M Manifestación por la igualdad Bilbao Ayuntamiento de Bilbao


 Cuatro TV








sábado, 11 de agosto de 2018

El Embajador de Israel en Dinamarca está protestando contra la publicación de este vídeo, que los expone.

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The Israeli ambassador in Denmark is protesting against the publication of this video, which exposes them. 


Please publish it on the widest range.

El Embajador de Israel en Dinamarca está protestando contra la publicación de este vídeo, que los expone. 


Por favor, publicar en el rango más amplio.




La ONU denuncia más de 6.500 civiles muertos en Yemen desde marzo de 2015





Más de 6.500 civiles murieron y más de 10.000 resultaron heridos desde la escalada del conflicto en Yemen el 26 de marzo de 2015, declaró este viernes la portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (OACDH), Elizabeth Throssell.


“Durante el período entre el 26 de marzo de 2015 y el 9 de agosto de 2018, nuestra oficina registró 17.062 víctimas, de las cuales 6.592 personas murieron y 10.470 resultaron heridas”, dijo Throssell.
Subrayó que “la mayoría de las personas se vieron afectadas por ataques aéreos de la coalición internacional liderada por Arabia Saudí”.


La portavoz agregó que estas cifras no incluyen a las víctimas del ataque aéreo contra un autobús escolar en la ciudad de Saada, en el noroeste de Yemen, que ocurrió la víspera.


El Comité Internacional de la Cruz Roja comunicó que el mortífero ataque causó al menos 50 muertos y 77 heridos, en su mayoría niños.


Yemen vive desde 2014 un conflicto armado entre los partidarios del presidente Abdo Rabu Mansur Hadi y los rebeldes hutíes del movimiento Ansar Alá.


En marzo de 2015, intervino en el conflicto del lado del gobierno legítimo una coalición encabezada por Arabia Saudí e integrada mayormente por países del golfo Pérsico.


Sputnik





ESPAÑA HA VENDIDO 270 MILLONES € EN ARMAS A ARABIA SAUDÌ



ESPAÑA HA VENDIDO 270 MILLONES € EN ARMAS A ARABIA SAUDÌ

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 La sangre derramada por Arabia Saudí en Yemen, no impide que "EL GOBIERNO TERRORISTA DEL PP" multiplique las ventas de armas de España a la Riad.





Ley de estado-nación israelí es similar a la de Alemania nazi

 



El pasado 19 de julio, el parlamento del régimen israelí aprobó la llamada ley de ‘estado-nación’, que provocó masivas críticas en todo el mundo.


Los principios de dicha legislación abarcan puntos discriminatorios y racistas en contra de los no judíos que viven en los territorios ocupados palestinos, normativas que se parecen a las leyes de Núremberg, impuestas por la Alemania nazi en 1935 contra los judíos.


Así, aquellos que se supone sufrieron la segregación, la discriminación, la violación de sus derechos humanos por el Nazismo, repiten a la vuelta de la historia la misma conducta criminal, en este caso contra el pueblo palestino.


La ley de ‘estado-nación’ codifica también otros peores impulsos humanos, como las leyes de Jim Crow (1876—1965) y el Indian Removal Act (1830) en Estados Unidos.

 





En 2007, la BBC preveía terribles olas de calor en 2020 por el cambio climático. La de 2018 es peor

 David Attenborough: 'Climate Change - Britain Under Threat'

Llevamos hablando del cambio climático mucho, mucho tiempo. 


Si bien es cierto que los acuciantes acontecimientos de la última década lo han convertido en una urgencia inevitable en el debate público, el cambio climático lleva siendo parte de nuestra conversación mediática, como poco, desde el inicio de la pasada década. Estudios, reportajes, programas de televisión y documentales lo exploraban con profundidad hace quince años, aunque su penetración fuera menor.


Cualquier viaje a la hemeroteca lo revela. Y dado el amplio caudal de previsiones que los científicos han vertido sobre el clima del planeta durante tantos años (recordemos: contamos con previsiones para fechas tan lejanas como 2300, y sí, son mucho más útiles de lo que se tiende a creer), observar cómo creíamos que variarían los fenómenos meteorológicos y cómo han variado ahora que nos aproximamos a fechas críticas es un ejercicio tan divertido como espeluznante.



Pensemos, por ejemplo, en el extenso documental producido y emitido por la BBC en 2007. Narrado por David Attenborough, la voz reconocible en todos los grandes documentales sobre la naturaleza del planeta desde mediados del siglo XX, Climate Change – Britain Under Threat exploraba qué sería de las buenas islas británcias en el futuro si la tendencia del calentamiento global se sostenía. La narración llevaba desde la evidencia científica disponible para acreditar el cambio climático hasta modelos que estimaban los resultados del fenómeno a lo largo de Gran Bretaña.


Para ello recreaba en el futuro situaciones achacables al cambio climático, como temperaturas extremas, variaciones radicales del tiempo o inundaciones, y se adentraba en fechas ya no tan lejanas como 2020, 2030 o 2050. Quiso la providencia que la BBC dramatizara a uno de sus meteorólogos presentando el tiempo durante el verano de 2020, y explicando cómo las particulares olas de calor del mañana obligarían a Inglaterra a vivir bajo el sofoco perenne de los +30 ºC.



Pese a que la cifra puede resultar irrisoria en latitudes más meridionales (la Valencia de marzo envía un afectuoso saludo), cualquier viaje estival a Londres revela hasta qué punto la percepción británica del calor es distinta a la nuestra. Pues bien, aprovechando la ola de calor que durante semanas ha castigado a Europa, Gonzalo Saenz de Miera recuperaba en Twitter el hipotético mapa del tiempo de 2020 imaginado por la BBC… 





Y el mapa del tiempo real para Reino Unido en agosto de 2018.


¿Resultado? No es que las previsiones fueran exageradas: es que dos años antes de llegar a la fecha la situación es bastante peor. Londres, Birmingham o Liverpool afrontan un verano con máximas diarias de 31 ºC y 33 ºC.

 

2007 llevaba razón



Es decir, sí, las advertencias de los científicos y de los expertos en materia climática llevaban razón en sus lejanas advertencias de 2007. Una década larga después, Reino Unido se enfrenta a exactamente la misma situación que Attenborough y su equipo de guionistas dibujaban por aquel entonces. Pese a lo que tendemos a pensar, los riesgos planteados por la comunidad científica sobre el cambio climático  (extincionesderretimiento de los polos, aumento del nivel del mar, desertificación, migraciones humanas drásticas, etcétera) no surgen de la nada.


La ola de calor prevista en 2007 resultaba lejana. La de 2018 no. Reino Unido lleva desde mediados de junio en alerta por altísimas temperaturas prolongadas a lo largo de todo Gran Bretaña y de todo el verano. Rincones siempre huraños al calor como el norte de Escocia o Irlanda del norte han superado con frecuencia los 30 ºC, y puntos más al sur como Kent han marcado máximas históricas de 35 ºC. Más allá de la puntualidad, la relevancia estriba en la regularidad: está siendo un verano muy largo y muy cálido para todos los británicos y para el norte de Europa en general.


La situación es tan excepcional (y preocupante) que un vistazo desde las fotografías aéreas revela cómo Reino Unido, siempre verde, se ha coloreado de marrón este verano. Seco.


Lo hemos visto en el Ártico, por ejemplo, donde un sinfín de temperaturas anormales desde Helsinki hasta Oslo han provocado que grandes lotes de masa forestal en el norte de Suecia hayan comenzado a arder. El país lleva lidiando un mes con una ola de incendios inédita durante la última década con al menos una docena de focos ubicada por encima del Círculo Polar Ártico.


 La situación es similar para el resto de Europa, donde la sequía ha tornado ya en alarmante.

 

Ya sea por la noche más cálida jamás registrada en la historia reciente de la Tierra (Omán, mínima de 42 ºC) o por las decenas de muertos que Canadá y Estados Unidos portan a sus espaldas, la ola de calor del hemisferio norte se aproxima mucho a lo que los documentales de 2007 intuían.


 El acierto va más allá de regiones propensas al calor, como la península arábiga o el Mediterráneo. Indican que otras latitudes templadas se están aproximando a su ya habitual descomunal calor.

Gran Bretana Verde Marron
Gran Bretaña solía ser verde. Solía. (MET Office)


¿Lo más perturbador? Más allá de la ola de calor, el claro contraste con lo sucedido hace algunos meses, cuando otra extraordinaria ola de frío siberiano sumergió al continente europeo bajo la nieve y el temporal. A cada ola de frío, con mayor frecuencia, le sucede otra de calor. 


Prueba de que las dinámicas climáticas se están extremando (aunque en el Ártico siempre parezca hacer más calor del que debe). Este escenario es cada día más plausible.




 Mohorte | Xataka | 10/08/2018