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lunes, 24 de mayo de 2021

El economista Steve Keen propone en su libro “¿Podemos evitar otra crisis financiera?” el Jubileo de Deuda Moderna para salir de la crisis poscovid.

 

 

 “Si los políticos realmente supieran cómo se hizo la teoría económica se horrorizarían y dejarían de tomar en serio a los economistas” Steve Keen

 

 El economista Steve Keen propone en su libro 


Los medios de comunicación nos avasallan a todas horas con la gran crisis económica que se nos avecina en cuanto termine la pandemia. Las cifras que barajan las grandes instituciones económicas nos retrotraen a la famosa crisis de los años 30 del siglo pasado. 

 

Por ello, los expertos en finanzas exigen a los gobiernos que dejen su actitud paternalista y permitan a los mercados campar a sus anchas. Aducen que la intervención estatal, en este caso concreto entendida como el incremento de la deuda pública, solo obstaculizará la recuperación de las economías, y tampoco pasa nada porque nos apretemos el cinturón por una temporada.

 

En respuesta a los teóricos neoclásicos de la economía, el también economista Steve Keen, a quien hemos entrevistado por e-mail, ha publicado ¿Podemos evitar otra crisis financiera? en la editorial Capitán Swing. Como una especie de Casandra de la economía, el profesor de la Universidad de Western Sydney y gran crítico del modelo económico actual hizo un informe en 2005 en el que predijo la crisis económica que padecimos tres años después: “La mayoría de los economistas pensaban que estaba loco, es más, un economista australiano dijo que yo era el único que esperaba que algo malo sucediera en 2008”. 

 

En su libro, el economista keynesiano cuestiona los postulados de sus colegas y propone alternativas para que el grueso de la sociedad logré salir de una manera menos dañina de la crisis: El Jubileo de Deuda Moderna. Esta propuesta consiste en “dar la misma cantidad de dinero creado por el gobierno a cada persona, y exigir a los que tienen deudas que lo usen para reducir su deuda, mientras que los que no tienen deudas tendrían que comprar acciones corporativas recién emitidas que deberán usarse para reducir deuda corporativa, así se podría devolver al capitalismo la salud que tenía en los años cincuenta y sesenta”, define Steve Keen

 

 El economista Steve Keen propone en su libro “¿Podemos evitar otra crisis financiera?” el Jubileo de Deuda Moderna para salir de la crisis poscovid.

 

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Un error de base

 

Los economistas aprenden en las universidades que el modelo de economía de mercado, sin la intervención estatal, hace a los seres humanos más felices y permite mayor rango de maniobra de los resortes financieros. Es una feliz utopía anárquica donde cada uno recibe por lo que ha contribuido socialmente y nadie tiene que rendir cuentas a un papá Estado, porque la tendencia social y económica será armoniosa. “El mundo descrito por los economistas neoclásicos es un mundo ideal que en lo más mínimo se acerca a la realidad del capitalismo”, aclara Steve Keen. 

 

Surge de esa necesidad de describir el mundo con los propios parámetros de percepción: “Al final terminan confundiendo su modelo económico con la propia economía. Yo diría que se asemejan más a fanáticos religiosos que a científicos propiamente dicho; están tan aferrados a su visión que les resulta imposible creer en otras maneras más eficientes y en consonancia con la realidad de hacer las cosas”. Además, su modelo omite aspectos cruciales de la realidad económica: “Ellos dan por hecho que el dinero y el crédito son solamente un velo sobre el intercambio de productos, pero la realidad es que producen crisis económicas”.

 

Sin duda, una de las causas principales de este panorama en la disciplina económica es la falta de un método científico, algo que queda patente en el libro pues el autor, para explicar algunos elementos teóricos, debe emplear el método de otras ciencias. Durante la entrevista advirtió de esta situación: “La economía, como disciplina, se asemeja a un páramo cuando pretendes describir las realidades económicas. Por lo tanto, debo fijarme en la ciencia para encontrar una guía de cómo debería ser la economía”.

 

Que la economía no se desarrolle como una ciencia causa quebraderos de cabeza a algunos economistas, pero los políticos y las sociedades que conforman los países también deberían preocuparse, porque, según Keen, “si realmente supieran cómo se hizo la teoría económica, se horrorizarían y dejarían de tomar en serio a los economistas”. La falta de sostén científico impide que los políticos sean analíticos. En consecuencia, estos se dejan guiar por los asesores económicos, la mayoría de ellos, provenientes de una universidad o escuela económica donde los manuales que siguen empleando son los estipulados por los economistas neoclásicos ortodoxos; por esa razón, la economía: “necesita una auténtica revolución científica” que por desgracia “no vendrá desde dentro de la economía misma”.

 

Necesitamos más deuda pública

 

Los economistas nos venden la moto de que emitir deuda pública perjudicará más nuestras economías, cuando la realidad muestra lo contrario, ya que “el gasto público no se financia tomando prestado el dinero de particulares, sino porque el gobierno crea dinero cuando tiene un déficit”, aclara Keen. De nuevo, los economistas neoclásicos “cometen el error de ver todos los préstamos como préstamos interpersonales”. Convencionalmente, pensamos que en un préstamo, el prestamista pierde valor adquisitivo que gana la persona demandante del préstamo. 

 

Por supuesto, al prestamista se le devolverá el dinero (con intereses), pero existe también el riesgo de que el dinero no regrese porque el prestatario se declare incapacitado para devolver la deuda. Sin embargo, cuando un banco presta dinero “crea dinero nuevo mediante el acto de prestar, dinero que te permite gastar ahora, pero que crea una deuda idéntica por la que tienes que pagar intereses”, sintetiza Keen. En caso de que el deudor se declare en bancarrota “el dinero creado por el préstamo todavía está en circulación”.

 

“El déficit del gobierno crea nuevo dinero y nuevas reservas bancarias al mismo tiempo”, aumentando de este modo “el poder adquisitivo del receptor” y “las reservas de los activos del sector bancario”. Al vender bonos con un valor idéntico al déficit, los bancos intercambian un activo que no genera intereses y que tampoco permite el trading financiero por otro activo que genera interés y sí lo permite. 

 

De este modo, Hacienda paga el interés de los bonos a los bancos pidiendo prestado dinero al banco central que a su vez este tiene toda la potestad para comprar bonos directamente. “Así que la deuda del gobierno no se parece en nada a una deuda de persona a persona”. Los países solo deberían reducir su deuda pública si el déficit es tan grande que llegue a afectar la balanza de pagos, convirtiendo “el dinero local en moneda extranjera que le obligue a contraer la deuda en dicha moneda”.

 

Por otro lado, los manuales de economía recogen que si un país emite moneda, el valor de la moneda se devaluará, aunque, nos asegura el autor, el Bank of England y el Deutsche Bundesbank han demostrado que tal afirmación es errónea; los economistas no vieron venir la crisis del 2008 por un error de base garrafal: su no creencia en que los bancos hacen dinero.

 

A diferencia de los países occidentales, China salió prácticamente ilesa de la crisis financiera del 2008 por su control sobre los bancos (son estatales) que le permitió no registrar las deudas incobrables, asumiendo, eso sí, un aumento continuo del precio de la vivienda, algo a lo que su población está acostumbrada, algunos incluso lo ven como una inversión de futuro, unos ahorros para la vejez. Dicho esto: “la deuda de los hogares chinos todavía está muy por debajo de los niveles europeos y estadounidenses”.

 

¿Tendremos una gran crisis tras la pandemia?

 

La famosa crisis de los años 30, tan mencionada en los medios de comunicación en nuestros días, estuvo precedida de un aumento considerable del crédito, situación ahora mismo no experimentada (a esos niveles) por nuestras economías: “Creo que existe el peligro de una mini crisis económica después de la COVID porque ha habido un aumento significativo en la deuda corporativa en particular durante los confinamientos, probablemente porque las empresas han necesitado pedir prestado para cumplir con sus compromisos financieros.” 

 

Es posible que algunas empresas vayan a la quiebra, “pero no ha habido un boom gigante de antemano, así que no espero nada como los años 30”, concreta Steve Keen, que también nos advierte de que “el principal peligro al que se enfrenta España es que la Unión Europea obligue al gobierno a recortar el gasto público”.

 

La Unión Europea construyó una obsesión malsana por la deuda pública en el Tratado de Maastricht y en el Tratado de Lisboa, obsesión que obligará a España a reducirla tras la crisis, afectando, sin duda, al sector privado que se quedará sin liquidez a causa de un superávit del Gobierno.

 

A nivel mundial, la futura crisis financiera nos presentará una oportunidad que no nos presentó la anterior: la de implementar el Jubileo de Deuda Moderna: “sin duda, es más posible después de la COVID que antes”, concluye Steve Keen.

 

 

 

 Texto: David Valiente.

 

 


 

jueves, 6 de mayo de 2021

En Latinoamérica, 22 millones de personas cayeron en la pobreza con la pandemia, pero crecieron los nuevos ricos

 "Las mayores tasas de contagio y mortalidad se dan en las comunas más pobres, donde hay mayor hacinamiento y enfermedades", aseguró Hans-Jürgen Burchardt, de la Universidad de Kassel, Alemania.  

"Las mayores tasas de contagio y mortalidad se dan en las comunas más pobres, donde hay mayor hacinamiento y enfermedades", aseguró Hans-Jürgen Burchardt, de la Universidad de Kassel, Alemania

 

En Latinoamérica, 22 millones de personas cayeron en la pobreza con la pandemia, pero crecieron los nuevos ricos 

 

 

 La Comisión Económica para América y el Caribe (Cepal) estimó que 22 millones de personas cayeron en la pobreza en la región durante el 2020 tras la expansión de la pandemia del coronavirus, un retroceso de 15 años, mientras los nuevos millonarios y los ya existentes se enriquecieron exponencialmente en el mismo lapso. 

 

 

En medio de los intentos de los gobiernos por mitigar las muertes a causa de la Covid-19, evitar el colapso sanitario y hacer malabares para mantener las economías que, en gran parte de los países cuentan con más del 50% de trabajo informal, desde inicios de la pandemia nuevos mil millonarios aparecen y los existentes ven crecer su riqueza. 

 

El debate sobre la redistribución de la riqueza y los tributos a las grandes fortunas se volvió urgente y global

 

"El virus es un marcador de desigualdades sociales muy fuerte", enfatizó el director del Centro de Estudios Latinoamericanos Avanzados (Calas), Hans-Jürgen Burchardt, quien lleva adelante el laboratorio de conocimiento sobre riqueza y el poder con el objetivo de estudiar cómo se produce la riqueza y cómo distribuirla mejor. 

 

Burchardt, también director del Centro de Estudios Latinoamericanos (CELA) de la Universidad de Kassel, advirtió que las mayores tasas de contagio y mortalidad se dan en las comunas más pobres, donde hay mayor hacinamiento y enfermedades de base. 

 

La inequidad y los problemas de desarrollo en Latinoamérica no se deben a escasez de recursos, "sino que su distribución es incorrecta. Los recursos no están apoyando el desarrollo interno de los países", indicó el economista y científico social alemán. 

 

"La mayor parte de los países no han logrado crear una capa empresarial local competitiva que se dirija hacia el mercado interno. La gran mayoría se enfoca en la exportación y está controlado por un grupo reducido de personas y familias", agregó el especialista, citado por la agencia de noticias Europa Press. 

 

Son estos grupos empresariales e imperios familiares lo que se fortalecieron durante la pandemia.

 

La crisis delata la precaria situación de los trabajadores latinoamericanos. Ante los bonos de los gobiernos, el sector empresarial reclama que las personas no van a querer trabajar. En opinión de Burchardt, "es un estereotipo y no es nada correcto: un vendedor ambulante muchas veces se mata trabajando más horas que cualquiera que tiene un trabajo mejor y seguridad social más amplia. 

 

La mayoría de los ricos no lo son por meritocracia o porque trabajan mucho, sino precisamente por herencia y redes familiares". 

 

El académico alertó además que en la actualidad el 10% de las personas con mayores ingresos en Latinoamérica pagan una tasa impositiva efectiva promedio de solo el 5,6% sobre sus ingresos, en algunos casos solo de 1% a 3%. 

 

En la región, los ingresos estatales por concepto de impuesto al patrimonio, corresponden a 1,8 % del PIB. En la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) se sitúan en torno al 8,3%. 

 

"En el pasado casi todas las reformas han aumentado los impuestos indirectos (al consumo, como el IVA). De hecho, la mitad de la recaudación de la región viene de impuestos indirectos y falta tributación de la riqueza", advirtió la española Susana Ruiz, coordinadora de justicia fiscal de Oxfam. 

 

Los expertos coinciden en que se necesita avanzar en una reforma tributaria que grave los ingresos y patrimonios más elevados. 

 

Argentina, Uruguay, Colombia y Bolivia ya tienen discretos impuestos al patrimonio o las grandes fortunas y Chile y México discuten iniciativas legales

 

El reciente anuncio del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de aumentar impuestos a los ricos y a las empresas refuerza esta idea. 

 

En Europa, si bien solo hay impuestos al patrimonio neto en España, Noruega y Suiza, hay otros tipos de gravámenes sobre el capital y la riqueza, además de garantías sociales. 

 

"Es la primera vez que el Fondo Monetario Internacional dice que la respuesta no es la austeridad, sino que necesitamos nuevos recursos y que tienen que venir de los que más tienen", manifestó Ruiz. 

 

Mientras tanto, algunos empresarios latinoamericanos rechazan el aumento de impuesto y amenazan con dejar sus países. 

 

"¿Su sentido de la ciudadanía y compromiso con el país es que solo se quedan cuando las leyes están a favor de sus intereses? En su gran mayoría, los ricos hoy son más ricos de lo que eran antes de la pandemia. Cómo puede una minoría en un contexto como éste amenazar con irse porque van a ser un poquito menos ricos.

 

 ¡Si en América Latina es gratis ser rico! Se paga prácticamente nada en herencia, en rentas de capital y en patrimonio. ¿Se van a ir porque por primera vez van a tener que pagar un 2,5%?", cuestionó Ruiz. 

 

Latinoamérica es "comparativamente la región donde menos impuestos pagan. En Europa y hasta Estados Unidos, que es un país muy liberal, pagan más impuestos que en cualquier país latinoamericano", subrayó Burchardt, quien agregó que además es necesario tomar medidas para impedir la fuga de capital y transferencia de dinero hacia el exterior. 

 

"No hay un control o una fuerza impositiva del estado sobre las grandes riquezas de estas personas. No están declarando casi nada", señaló. 

 

Con información de agencias. 

 

viernes, 30 de abril de 2021

El negocio de las vacunas


 

El negocio de las vacunas: Pfizer anuncia que se necesitará una tercera dosis de refuerzo a los nueve meses

Las farmacéuticas se están asegurando la continuidad futura del jugoso negocio multimillonario de las vacunas contra la covid, mientras los gobiernos de las principales potencias económicas siguen negándose a liberar las patentes y a defender la salud colectiva mediante la fabricación pública de medicamentos y el suministro gratuito a la población.

Las farmacéuticas se están asegurando la continuidad futura del jugoso negocio multimillonario de las vacunas contra la covid, mientras los gobiernos de las principales potencias económicas siguen negándose a liberar las patentes y a defender la salud colectiva mediante la fabricación pública de medicamentos y el suministro gratuito a la población.


El cofundador de la farmacéutica alemana BioNTech, Ugur Sahin, ha explicado que la vacuna desarrollada por su laboratorio para Pfizer puede necesitar una tercera dosis de refuerzo entre los nueve y los doce meses después de la segunda para garantizar el mantenimiento de la máxima inmunidad.

Sahin, quien dirige BioNTech junto a su esposa y asimismo científica Özlem Türeci, advirtió de que, en cualquier caso, la máxima efectividad de su fármaco –un 97 %–no se alcanza hasta siete días después de haber recibido la segunda dosis.

Recordó, además, que a los seis meses de haberse logrado esa máxima inmunidad, a través de la segunda dosis, ésta empieza a descender.

Sahin se mostró cauteloso en lo que respecta a la liberación de restricciones para los vacunados. Está claro que ésta va a producirse, ya que «todos esperamos recuperar la normalidad», pero debe evitarse caer en «discriminaciones» entre ciudadanos inmunizados y los que no lo están.

«Hay que ser muy precavido y no caer en la llamada cultura de la envidia», aconsejó.

 

Confía en que la vacuna sea «efectiva» contra la cepa india

Por otra parte, Sahin confía en que la vacuna desarrollada por su laboratorio y distribuida junto a su socio estadounidense Pfizer sea «efectiva» también contra la variante india.

«Nuestro método se basa en las experiencias adquiridas contra el cáncer. Experimentamos con muchas variantes y, hasta ahora, en todas hemos logrado buenos resultados», indicó Sahin en un encuentro virtual con representantes de medios extranjeros en Alemania.

«Confío en que obtendremos también buenos resultados frente a la variante india», añadió, respecto a esta mutación, mucho más agresiva que las anteriormente detectadas. Hasta ahora, insistió, su vacuna había mostrado su efectividad «en prácticamente todas» las mutaciones conocidas.

 

Una dosis de la vacuna reduce a casi la mitad la transmisión

Por otra parte, según un estudio divulgado este miércoles por la autoridad sanitaria en Inglaterra, una sola dosis de la vacuna contra la covid-19 de Pfizer o AstraZeneca reduce a casi la mitad la transmisión del virus en el entorno familiar.

Las personas que se infectaron tres semanas después de recibir la primera dosis tenían entre un 38 % y un 49% menos posibilidades de contagiar a otros de su entorno que no habían sido vacunados, indica la investigación del Public Health England, organización asesora y de apoyo del ministerio de Sanidad.

 

 

El análisis también observó una protección contra la covid-19 catorce días después de la vacunación, en todas las edades.

«Las vacunas son vitales para volver a una vida normal. Las vacunas no solo reducen la gravedad de la enfermedad y previenen cientos de muertes cada día, vemos ahora que también tienen el impacto de reducir las posibilidad de pasar la covid-19 a otros», dijo Mary Ramsay, responsable del área de inmunización de la PHE.

 

 

 

 


 

martes, 30 de marzo de 2021

El accidente del Ever Given es una señal más de que el sistema ultracapitalista ha encallado

 

 

El accidente del Ever Given es una señal más de que el sistema ultracapitalista ha encallado

 

El modelo de consumo desbocado conduce a la humanidad al desastre

 

Un barco queda encallado en el Canal de Suez y la economía mundial se va al garete. Nunca una metáfora fue tan precisa sobre el callejón sin salida al que ha llegado la globalización y su modo de producción enloquecido e insostenible. El atasco que ha generado el Ever Given es, por extensión, el estrangulamiento de todo el sistema capitalista salvaje, que ya no da para más. 

 

El monstruoso buque con miles de contenedores apilados, unos sobre otros como coloristas piezas de Tetrix, quedará para siempre como el gran símbolo de una época de crisis moral y económica marcada por la peor pandemia de la historia.

 

Tras casi una semana taponando el Canal de Suez, el buque portacontenedores ha sido finalmente desencallado, lo cual no quiere decir que el problema se haya resuelto. El bloqueo continuará en los próximos días (más de 400 barcos siguen a la espera de poder reanudar la travesía en una lenta peregrinación marítima), mientras sube el precio del petróleo y empresas de todo el mundo registran pérdidas millonarias. 

 

 Puertos españoles como el de Barcelona, Valencia y Algeciras registrarán estos días una avalancha de embarcaciones que nadie sabe cómo gestionar porque nunca se dio una situación de tal calibre. Lo que ocurre en un rincón de Egipto repercute de inmediato en la bolsa de Nueva York, todo está tan interconectado que nuestras vidas y nuestros bolsillos dependen del pulso de un capitán de navío al que se le fue el timón de forma fatal. Es el efecto mariposa del que habla todo el mundo, que no por manido deja de ser real.

 

Hace tiempo que Naciones Unidas alertó a la humanidad contra los peligros de un crecimiento desbocado y sin control que genera explosión demográfica, deforestación, destrucción de bosques tropicales, extinción de especies vivas (la última víctima es el elefante africano sentenciado a la extinción), calentamiento global, cambio climático, lluvia ácida y adelgazamiento de la capa de ozono, entre otras tragedias. 

 

Un panorama negro al que viene a sumarse la desigualdad, ya que mil millones de personas en el mundo viven con menos de un euro al día.

 

Todo el sistema económico global ha tocado fondo, o mejor dicho, ha encallado como el Ever Given, una inmensa Torre de Babel a la deriva y sin ningún sentido, como la especie humana, que además se enfrenta a un escenario distópico apocalíptico, como es la peste del coronavirus que mata a miles de personas cada día y que según todos los expertos es consecuencia del desequilibrio en los ecosistemas animales y vegetales debido a la acción de la mano humana.

 

 Los expertos le echan la culpa del sindiós al murciélago cuando la realidad es que esto es la Madre Tierra revolviéndose contra sus hijos violentos y criminales.

 

Todas las señales de alerta están siendo, una vez más, desoídas y despreciadas, y nos encaminamos inevitablemente al punto de no retorno. Seguimos poniendo el foco en lo banal, seguimos preocupándonos por lo intrascendente, por la salida de Pablo Iglesias del Consejo de Ministros (no pasa nada, otro vendrá que bueno lo hará), por la formación de un Gobierno en el gallinero catalán y por la dosis de sandeces diarias de Isabel Díaz Ayuso –gran muñeco de pim pam pum del PP para que no se hable de los problemas auténticos del país–, mientras el planeta revienta por los cuatro costados por culpa de un sistema de producción enfermo en manos de cuatro golfos descerebrados.

 

Nos habían dicho que después de esta pandemia saldríamos mejores y va a ser que no. Nada hemos aprendido, es más, estamos deseando que el bicho de Wuhan sea doblegado por las vacunas para volver a las andadas e irnos de cañas por Madrid, gran abrevadero de Europa, o de vacaciones al Mar Menor, otro paraíso terrenal destruido por la codicia y el desarrollismo. 

 

Y así seguiremos hasta que no quede ni una planta viva en este valle de lágrimas y todo sea un erial o desierto porque la humana es una especie maldita y suicida desde aquello de la manzana de Adán. El movimiento verde no termina de cuajar en las conciencias de la gente y aquí lo único verde que se abre camino es el partido ultraderechista Vox, que va para arriba por deserción e incompetencia de las izquierdas incapaces de dar respuesta al drama de la famélica legión.

 

El ecologismo ha pasado a ser una moda pintoresca para veganos y nudistas y los referentes pasan de largo como vientos efímeros. Ahí está la niña Greta Thunberg, que un día movió a las masas de todo el mundo y de la que hoy no se acuerda nadie. Mientras tanto, los virus avanzan y van ganando terreno a la especie humana como nuevos entes biológicos destinados a destronarnos algún día y a reinar en el planeta. Por momentos es como si el bicho pensara, tal es su capacidad de adaptación al medio y su fuerza para replicarse y mutar. Ya se permite el lujo de jugar con los hombres al ajedrez, como en la película aquella de Bergman

 

No cabe duda de que acabaremos derrotando al virus de Wuhan, el problema es que la pesadilla no terminará ahí. Todos los científicos alertan de que hemos entrado irremediablemente en la era de los virus y al covid (al que aún le quedan tres años de festín) le sucederá otro heredero aún más mortífero y letal. Lamentablemente, tendremos que ir acostumbrándonos a usar la mascarilla –nuevo apéndice de nuestro cuerpo como la nariz o las orejas–, durante largo tiempo, de modo que por mucho que quieran y se empeñen los negacionistas nada será como antes.  

 

Del siniestro del Ever Given tampoco aprenderemos gran cosa. Deberíamos extraer las conclusiones trascendentes –como que no podemos seguir produciendo y consumiendo sin sentido mientras la mitad de la humanidad se muere de hambre– pero al final todo quedará en un macropleito de las aseguradoras contra el torpe que fue a estrellar el barquito contra el muelle. Por si acaso cuela, el propietario japonés del buque accidentado ya ha pedido disculpas al mundo por el potosí de millones de dólares que ha arruinado en solo seis días. La que ha liado el pollito.

 

 

 

domingo, 28 de marzo de 2021

¿Estantes vacíos otra vez? El atasco en Suez da la puntilla a un papel higiénico víctima de la crisis de los contenedores

 

 

  • Los principales exportadores de pulpa de madera, afectados por la situación
  • Una escasez en los inventarios de los productores afectará al suministro
  • El colapso en Suez no ayuda a una situación que lleva produciéndose meses

 

¿Estantes vacíos otra vez? El atasco en Suez da la puntilla a un papel higiénico víctima de la crisis de los contenedores

 

Hace tan solo un año una de las imágenes que más impactó a los ciudadanos de todo el mundo fue ver cómo los estantes de los supermercados con papel higiénico se quedaban vacíos en apenas segundos. La incertidumbre por el estallido de la pandemia y el horizonte de largos confinamientos empujaban a la gente a hacer acopio del mismo. 

 

 Ahora, la crisis que atraviesa el transporte de mercancías tras las interrupciones en la cadena de suministros derivadas de las restricciones por el coronavirus pone al de papel higiénico en el disparadero con el atasco en el Canal de Suez pudiéndole dar la puntilla.

 

La voz de alarma la ha dado el mayor productor global de pulpa de madera, la materia prima con la que se fabrica el papel higiénico entre otra amplia variedad de productos, al advertir de que la crisis de los contenedores podría comenzar a crear problemas de suministro. Una situación que puede empeorar si se prolonga el bloqueo en Suez, vía clave en el comercio mundial con el tráfico marítimo taponado al haber encallado un buque.

 

La compañía brasileña Suzano exporta su pulpa de madera principalmente en buques de carga conocidos como break bulk o de carga fraccionada. Con el aumento de la demanda de barcos que transportan los tradicionales contenedores de acero acanalado, la presión se está comenzando a extender a aquellos que transportan mercancías que no pueden ir en estos contenedores y amenaza con retrasar los envíos de la empresa, asegura su director ejecutivo Walter Schalka en una entrevista a Bloomberg.

 

Por supuesto, esto está ocurriendo en un momento en el que la demanda de papel higiénico por parte de los hogares ha aumentado y los consumidores han comenzado a acumular existencias dado el precedente creado hace un año. A Schalka le preocupa que se cree una especie de 'bola de nieve' y la situación solo vaya a peor. Lo cierto es que unas interrupciones significativas en el comercio de la pulpa pueden afectar seriamente al suministro de papel higiénico si los productores no tienen inventarios suficientes.

 

En Suzano están preocupados por el riesgo de exportar menos pulpa en marzo de lo que calculaba la compañía y verse obligados a aplazar algunos envíos hasta abril, relata Schalka. Con la creciente competencia por los buques de carga, los de carga fraccionada están atracando en las terminales de la empresa con menos frecuencia de lo habitual.

 

 "Todos las empresas sudamericanas que exportan a través de break bulk se enfrentan a este riesgo", prosigue.

 

Brasil es el principal proveedor mundial de pulpa y Suzano representa alrededor de un tercio de los suministros mundiales de pulpa de madera dura, el tipo que se utiliza para producir papel higiénico.

 

La alteración del mercado de carga está causando estragos en el comercio mundial, especialmente en el caso de los productos alimenticios y agrícolas. El tráfico portuario se ha atascado, los costes de los fletes han subido y las entregas se han ralentizado. Todo esto ya sin lo ocurrido en Suez, que solo puede jugar en contra.

 

La crisis de los contenedores, provocada por la enorme demanda de China tras la hibernación mundial, se ha venido desarrollando en los últimos meses. Sin embargo, la advertencia de Suzano es una de las primeras señales importantes que muestran el contagio a otros mercados del transporte marítimo. 

 

Si la contracción continúa aumentando los costos de flete, también aumentará el espectro de una inflación acelerada.

 

 

El precio del transporte marítimo se triplica y no volverá al nivel pre-Covid

 

 

viernes, 20 de noviembre de 2020

Un parásito domina el mundo y nos destruye: la banca de nuestros días

Pixabay. 

   

Un parásito domina el mundo y nos destruye: la banca de nuestros días

 

Una de las principales causas de la crisis de 2008 fue la desnaturalización de la banca que se había venido produciendo desde los años ochenta y noventa: dejó de ser la intermediadora entre el ahorro y la inversión productiva para convertirse ella misma en inversora pero dirigiendo su inversión hacia actividades puramente especulativas, muy a menudo corruptas e incluso criminales, y autoalimentando sin fin ese nuevo tipo de negocio a base de incrementar ilimitada e innecesariamente la deuda en todas las economías.

 

El enorme poder político y mediático acumulado le permitió ocultar durante años las consecuencias que tendría ese proceso y garantizar que las autoridades, en lugar de frenarlo, fuesen abriéndole el camino legal para que se desarrollara cada vez más rápida y cómodamente. Las consecuencias las conocemos todos: una burbuja detrás de otra hasta que la inmobiliaria hizo saltar por los aires la banca en todo el mundo. 

 

Como también es conocido el tratamiento que se le dio a la crisis subsiguiente: salvamento generalizado de la banca privada con billones de dinero público y políticas de recortes del resto del gasto público, no tanto para ahorrar como para facilitar la consolidación de nuevos negocios privados que financiaba la banca privada y para disciplinar a la población mediante el desempleo y el miedo que artificialmente producían esas medidas.

 

Las autoridades prometieron poner límites a los desmanes de los "banqueros sinvergüenzas", como los calificó el entonces presidente Obama, pero lo cierto es que las reformas fueron de insuficiente calado: algunas exigencias de capital adicionales que no siempre se respetan, vía libre a los procesos de fusión y concentración para tratar de fortalecer la solvencia perdida mediante la eliminación de la competencia, argucias contables para ocultar su quebranto real y, por supuesto, todavía más vía libre para favorecer el incremento de la deuda que es el oxígeno del que vive la banca de nuestros días.

 

En medio de todo eso, se ha ido acelerando otro proceso de cambio tecnológico que ha ido afectando muy directamente al negocio bancario pues pone patas arriba sus bases convencionales.

 

 Han aparecido nuevas formas de dinero y financiación, sistemas de pago diferentes que han cambiado el formato y la actividad de los mercados de capitales y, sobre todo, nuevos activos digitales (criptomonedas, billeteras electrónicas, saldos con proveedores de telecomunicaciones) de la mano de nuevos competidores no bancarios pero que ofrecen servicios financieros, las empresas de tecnología financiera (fintech) o gigantes tecnológicos (bigtech). 

 

 Todo lo cual ha convulsionado la cuenta de resultados de la banca tradicional en una etapa dominada, además, por los bajos tipos de interés.

 

La respuesta de la banca más potente no se ha hecho esperar y responde a la misma estrategia en todo el mundo, profundizar en la concentración del capital multiplicando la absorciones y megafusiones para reducir la competencia y convertirse en plataformas digitales capaces de operar en el nuevo tipo de negocio financiero que traen consigo la inteligencia artificial y el bigdata y que se basará en la explotación de activos cuyo valor no viene de sí mismos (como ocurría con los depósitos que han constituido tradicionalmente la base del negocio bancario) sino de la tecnología y la información que contienen.

 

La crisis provocada por la Covid-19, el crédito extraordinario y más arriesgado que se va a precisar y el tipo de negocio que se va a tratar de potenciar acelerarán todos esos procesos porque, ocurra lo que ocurra, aumentará la digitalización, el uso de la inteligencia artificial y la expansión de las grandes corporaciones tecnológicas con capacidad de poner en circulación nuevos medios de pago y de abrir vías de financiación alternativas a las de la banca convencional.

 

Lo preocupante, sin embargo, es que la actual mutación del negocio bancario basada en la concentración y en su conversión en un nuevo tipo de plataformas tecnológico-financieras no se diseñan ni se está llevando a cabo para proporcionar lo que necesita sin remedio cualquier tipo de economía, las empresas y los hogares: el crédito para hacer frente a la inversión productiva y al consumo extraordinarios o a largo plazo.

 

Lo que está ocurriendo en España es bien expresivo del efecto tan irracional y negativo para la economía en su conjunto que tiene este proceso. A medida que la concentración es cada día mayor en el sector financiero, la oferta de financiación y de servicios financieros en general se hace más materialmente inaccesible, más cara y engorrosa, menos competitiva y más sujeta a condiciones que, en lugar de mejorar la capacidad productiva de las empresas, las empeoran al convertirlas en crédito-dependientes.

 

 El sector financiero es esclavo de la paradoja que provoca el modo de operar de la banca contemporánea: el enorme poder acumulado en los últimos decenios le permitió imponer las políticas que han hecho que las economías dependan casi exclusivamente del motor de la deuda pero su dedicación al negocio especulativo y la debilidad que esa esas políticas generan en las economías producen, al mismo tiempo, escasez de crédito y una especie de síndrome de abstinencia financiera

 

 Un comportamiento de la banca que, para no provocar la paralización de las economías, requiere el empuje y la ayuda artificial y constante de los bancos centrales, a su vez, también desnaturalizados, pues de financiadores del sector público y supervisores estrictos del sector financiero han pasado a convertirse en una losa para los Estados y en mamporreros de la banca privada.

 

Lo que ocurrió en la crisis de 2008 y lo que estamos volviendo a ver que ocurre ahora, cuando es imprescindible que los gobiernos eviten la quiebra generalizada de docenas de miles de empresas a causa de una emergencia sanitaria, está bastante claro: sin la financiación que necesitan las empresas, los hogares y ahora con tanta urgencia los gobiernos, la economía se viene a pique y por eso debería considerarse al crédito como un servicio público esencial.

 

 No debería permitirse que quienes crean la riqueza y los ingresos, quienes soportan la economía con su capital y sus empresas, con su trabajo o con el esfuerzo de toda la sociedad, estén permanente al albur de ese parásito destructor de empresas y de negocios productivos en que se ha convertido la banca de nuestro tiempo.

 

Es imprescindible y algo que se podría conseguir fácilmente si hubiese voluntad política que el crédito esté garantizado para las empresas, los individuos y las administraciones públicas, sin intereses (aunque soportando lógicamente los costes necesarios para garantizarlo con eficacia y eficiencia) y en condiciones de acceso que sólo tuvieran que ver con criterios de estricta e independiente técnica financiera para garantizar la solvencia, la conveniencia y la sostenibilidad de las inversiones.

 

La consideración efectiva del crédito como un servicio público esencial es hoy día un requisito imprescindible para que las economías no sigan padeciendo crisis recurrentes y para salvar a miles de empresas y de negocios productivos. Para ello se requiere una banca muy diferente de la que estamos viendo que funciona hoy día, destructora de actividad económica y vida empresarial, pero quizá no muy diferente de la que ya existe en algunos lugares del mundo.

 

 En unas ocasiones como propiedad pública pero también como iniciativa privada, con fines de lucro incluso, o bajo la forma de cooperativas o de alternativas novedosas y descentralizadas muy exitosas.

 

Los gobiernos progresistas deberían de conducir de vez en cuando con las luces largas y contemplar la necesidad de hacer pedagogía y de promover, incentivar y ayudar al diseño y puesta en marcha de este nuevo tipo de iniciativas financieras y bancarias.

 

 Hay que ser muy ingenuo o para creer que la inversión multimillonaria que se va a realizar en los próximos años para salir de la crisis de la Covid-19 podrá llegar a buen puerto de la mano de un sector financiero y bancario como el que se está conformando en España y sin el concurso de nuevos tipos de fuentes de financiación y de empresas financieras.

 

 

 
 

martes, 20 de octubre de 2020

Cientos de marroquíes se apilan a diario frente al Consulado de Marruecos en Bilbao

 Cientos de personas esperan apelotonadas y sin guardar distancia de seguridad a ser atendidas en el Consulado de Marruecos, en Bilbao

 

Cientos de marroquíes se apilan a diario frente al Consulado de Marruecos en Bilbao, el único que atiende a todos los residentes del norte de España

 

 

 Son las 07.30 de la mañana en Bilbao y Ahmad es de los primeros en llegar al Consulado de Marruecos, donde ya esperan 23 personas que han llegado antes que él. Falta una hora y media para que abra sus puertas y uno de los trabajadores salga a anotar con bolígrafo y papel todos los nombres de las personas que quieran entrar a realizar algún trámite como renovar el pasaporte, Registro Civil o conseguir un certificado.

 

 No se pueden realizar citas previas por internet ni por teléfono: la única forma es acudir presencialmente. Una vez anote los nombres, el trabajador entrega un número y van entrando uno a uno. Para evitar posibles contagios por COVID-19, los funcionarios sólo pueden atender de forma simultánea a 10 personas. 

 

What do you want to do ?
New mail

En una situación normal, este sistema podría parecer ordenado. Sin embargo, los atrasos en los trámites durante el parón del confinamiento por el coronavirus y el hecho de que el Consulado General del Reino de Marruecos de Bilbao es el único en el norte de España -es la administración competente para todos los residentes marroquíes en Asturias, Cantabria, Castilla y León, Galicia, La Rioja, Navarra y Euskadi- hacen que día tras día se colapse la oficina, que se encuentra en Alameda de Rekalde. 

 

 


 

Este miércoles 14 de octubre, la lluvia no facilita la situación. Las cientos de hombres, mujeres y niños se apilan en los bajos del edificio para refugiarse de la lluvia mientras esperan a que el funcionario diga su número y puedan pasar a realizar su trámite. 

 

 Ahmad tiene el número 24. Es el tercer día que visita la oficina, puesto que, por cuestiones de trabajo, los anteriores no llegó a tiempo para que el trabajador apuntara su nombre en la interminable lista y tuvo que quedarse a esperar a ver si se libraba algún hueco.

 

 "Esto es increíble, son tres días perdidos y no puedo faltar al trabajo por venir", lamenta el joven marroquí, que seis horas y media después, pasadas las 12:00, escucha su número y consigue pasar entre empujones y gritos de sus conciudadanos que aún no han logrado apuntarse en la lista. 

 

"Yo llego a las 08.45 y ya hay mucha gente esperando. Todos los días es lo mismo", explica a este diario el funcionario que se encarga de apuntar los nombres. La hoja ya tiene tres páginas por las dos caras y aún sigue anotando. Por la lluvia, la fila se ha revuelto y dos vallas amarillas le apartan del tumulto de personas que no paran de gritarle que quieren pasar y que llevan mucho tiempo esperando, sin guardar entre ellos ningún tipo de orden. 

 

Arriba, un responsable del Consulado atiende a elDiario.es/Euskadi. "Casi el 40% de las personas de Marruecos residentes en España vienen aquí a hacer sus trámites, por la pandemia llevamos tres meses de retraso, no podemos atender a más de 10 a la vez y no tenemos servicio de cita previa. 

 

Viene gente de Euskadi, pero también de Cantabria e incluso desde León. Esto es todo lo que podemos hacer, no podemos más", explica el funcionario, que no quiere decir su nombre ni permite a este periódico realizar fotografías en el interior de la sala, donde -ahí sí- entran de forma ordenada y respetando las distancias. 

 

Los gritos de Ikram suenan entre la multitud. Tiene 23 años y lleva 7 viviendo en Vitoria. "He tardado una hora en venir, llevo aquí desde las 08.00 y no me quieren dar un número.

 

 No nos están respetando, he intentado hacerlo por teléfono y por internet, pero no te dejan y ahora aquí mira cómo nos tratan. Soy la única que habla, pero si habláramos todos esto no pasaría", denuncia la joven que trata de convencer a otras mujeres de que alcen la voz y protesten. 

 

 

 

Tres patrullas de la Ertzaintza acuden a disolver la multitud. Uno de los agentes, con un megáfono, les pide que hagan una fila ordenada y que no obstruyan la calle. "Esto es así todos los días al menos desde hace dos meses.

 

 Se supone que iban a abrir otro Consulado en San Mamés porque en esta ya estaban saturados, pero siguen así. Venimos, les separamos, pero siguen igual, ni distancia ni nada", cuenta a este diario uno de los ertzainas.

 

 La oficina cierra sus puertas a las 16:00 de la tarde. Los funcionarios aseguran que "hacen todo lo posible" para que todo aquel que está apuntado en la lista pase a realizar su trámite. 

 

Aquellos que se queden fuera, tendrán que volver el próximo día, vivan en Bilbao o no. 

 

 El Consulado General del Reino de Marruecos de Bilbao es el único en el norte de España