Zarzuela busca casa “segura”, “discreta” y con escoltas para el verano del emérito.
La estancia de Juan Carlos I en Sanxenxo la semana pasada no gustó a Casa Real ni en las formas ni en el fondo. Se lo trasladó el propio Felipe VI a su padre en la cumbre que mantuvieron en Zarzuela el pasado lunes.
El rey, de hecho, advirtió al Emérito que, en próximas visitas, o en un hipotético regreso permanente a España, no se podía repetir lo ocurrido en la localidad pontevedresa.
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Jesús Ortega lo desvelaba el pasado domingo en Vozpópuli: Casa Real y el Ministerio del Interior detectaron fallos de seguridad en el chalé de Pedro Campos y el objetivo es encontrar una vivienda apartada en la que puedan residir también otras cinco personas.
“La estancia de Juan Carlos I en Sanxenxo la semana pasada no gustó a Casa Real ni en las formas ni en el fondo. Se lo trasladó el propio Felipe VI a su padre en la cumbre que mantuvieron en Zarzuela el pasado lunes.
El rey, de hecho, advirtió al Emérito que, en próximas visitas, o en un hipotético regreso permanente a España, no se podía repetir lo ocurrido en la localidad pontevedresa.
Con ese objetivo en mente, la Casa del Rey se ha puesto manos a la obra para buscar un nuevo alojamiento para el monarca, más discreto que el chalé de Pedro Campos y con mejores condiciones para garantizar la máxima seguridad posible.
Las fuentes consultadas coinciden en señalar que la visita de la semana pasada ‘tiene mucho que mejorar desde el punto de vista de la imagen y la seguridad’.
Y, por ese motivo, tanto Zarzuela como el Ministerio del Interior están trabajando en ello. “Uno de los mayores reproches que el Rey hizo al Emérito tuvo que ver con el espectáculo mediático provocado por el anuncio de su visita y la actitud de su amigo, Pedro Campos.
En Casa Real consideran que el empresario ha utilizado a Juan Carlos I como reclamo publicitario para su Club Náutico y, además, ha comprometido, en cierta forma, la seguridad del monarca al desvelar que se alojaría en su casa.
En Zarzuela son conscientes de que no era la primera estancia del Emérito en el chalé de Campos.
No obstante, en ninguna de las anteriores ocasiones lo sabían los periodistas y curiosos que se juntaron en las inmediaciones de la vivienda.
Las fuentes consultadas destacan, además, que no solo hubo aplausos y vítores, sino un amago de protesta por parte de un grupo de jóvenes nacionalistas.
En todo caso, destacan, lo deseable es que la residencia fuera “para uso del Emérito y su equipo de escoltas”, y no para un “uso compartido” con el propietario, como ocurrió con el chalé de Pedro Campos.
También se pretende que el acceso y las inmediaciones sean “más favorables” que en el chalé de Campos para “hacer un buen cordón de seguridad en el perímetro” y encontrar un “alojamiento estable para los agentes que formen parte del dispositivo en las estancias de Juan Carlos I en Sanxenxo”.
Desde Casa Real se asume que ese nuevo viaje de Juan Carlos I es “inevitable”.
Entre otras cosas, porque “si ahora no viene puede trasladarse una imagen de castigo que tampoco conviene a la institución”.
Otra cosa, admiten, es que “dé tiempo a encontrar esa otra residencia” en un plazo de dos semanas. Aunque se va a intentar.
El objetivo, en todo caso, es que el Emérito disponga de una residencia diferente al chalé de Pedro Campos para pasar temporadas más largas en Sanxenxo, algo que no se descarta para los meses de julio y agosto.
De hecho, tal y como desveló Vozpópuli, el Ministerio del Interior convocó una comisión de servicio en la Guardia Civil, con dietas y alojamientos pagados, para reforzar la seguridad en el municipio durante los dos meses de verano.
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