Meritocracia a la española ¡menudo invento!
Una chica de 23 años entra a trabajar como dependienta de una tienda en Londres de una famosa multinacional textil.
Como la chica parece inquieta se traslada a otra tienda de París y desde allí empieza a escalar lentamente en el organigrama de la empresa.
Después de varios ascensos y haber recorrido media docena de países es destinada a la populosa ciudad de Shanghái como encargada de la comunicación entre la sede central de la multinacional y el populoso mercado chino. Unos años después, nuestra protagonista es requerida por la sede central para trabajar en el departamento de diseño encargado de coordinar todos los productos de la empresa.
Y finalmente ocurre el milagro, este portento de los negocios con tan solo 35 años acaba de alcanzar hace unos días la presidencia de una multinacional que factura unos 20.000 millones de euros, tiene un beneficio de más de 5.000 euros, vale en bolsa casi 100.000 millones de euros y emplea a más de 160.000 trabajadores en todo el mundo.
En resumen, un caso que ha sido difundido, explicado y repetido hasta la saciedad en los más diversos medios de comunicación tanto general como especializados en Economía de España y de medio mundo como la prueba evidente de que la meritocracia funciona y que con esfuerzo cualquiera puede alcanzar las mayores cotas de éxito profesional, siempre y cuando por supuesto no le asuste el trabajo duro.
Ahora bien, el que la joven naciera y viviera al lado de la sede central de la multinacional en Galicia, se llame Marta Ortega y sea "casualmente" la hija del fundador y mayor accionista de Inditex es una simple coincidencia sin importancia alguna, insignificante hecho que con toda seguridad sacarán a colación(y fuera de "contexo") esos siempre envidiosos perroflautas izquierdosos que, en lugar de trabajar con tesón y ahincó como ha hecho nuestra humilde protagonista, se han dedicado a perder el tiempo conduciendo un camión de la basura, llevando paquetes en bicicleta por toda la ciudad, limpiando las casas de los adinerados y demás labores de "segundo" orden, empleos que les permiten vivir sin preocupaciones para así no tener que esforzarse para conseguir un futuro mejor que evidentemente no merecen.
Publicado por Ateo666666
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