jueves, 28 de abril de 2022

El conflicto del Sáhara Occidental regresa al punto de partida de 1975

 


El conflicto del Sáhara Occidental regresa al punto de partida de 1975

El mundo vive una nueva guerra fría. 

Como la de antes (12 mar 1947 – 26 dic 1991).

 Y en época de guerra fría, los conflictos congelados, como el del Sáhara Occidental, se recalientan.  

 La disolución de la Unión Soviética (26 de diciembre de 1991) debería haber puesto fin a la lógica de bloques, dando paso a una salida negociada para concluir el proceso de descolonización del Sáhara Occidental.

 La no resolución del contencioso saharaui se debe a que éste se ha convertido con el paso del tiempo en un clásico producto de la guerra fría. 

Por supuesto habían factores de sobra; para Marruecos, la aspiración de incorporar por fin un territorio que ocupa y reclama como propio, además de las riquezas pesqueras que alberga, que ya fue manzana de discordia entre España y Portugal en Tordesillas, y unas minas de fosfato de propina, la mayor del mundo. 

En el otro bando, el rechazo rotundo del Frente Polisario de aceptar la bandera de un régimen que había traicionado a los saharauis y lo había dejado a merced de las ametralladoras en una guerra que duró 16 años junto a un éxodo masivo de la población saharaui hacia la frontera argelina. 

Hay cosas que no se perdonan. 

 Hubo unos años en el que EE.UU podría haber optado por impulsar una salida para poner fin a la ocupación de Marruecos del territorio, con el objetivo de crear un Estado satélite en su propia órbita, pero renunció a intentarlo. 

Quizás por respeto a París, que cuenta con Marruecos como su único aliado en el Magreb.

 Rusia y Argelia, por otra parte, reiteran su apoyo al pueblo saharaui. Moscú lleva algo mas de cuatro años vetando todas las resoluciones del Consejo de Seguridad sobre el Sáhara Occidental, considerándolas como desequilibradas por ignorar la naturaleza del conflicto; proceso de descolonización ininterrumpido. 

 El conflicto del Sáhara Occidental regresa al punto de partida de 1975. 

Una guerra en curso en el territorio entre el Frente Polisario y Marruecos, redefinición de los bloques tras la guerra de Ucrania y una nueva guerra fría que se avecina. 

Hablar de «invasión» rusa de Ucrania e ignorar la invasión marroquí sobre el Sáhara Occidental, es un sin precedentes en la diplomacia internacional 31 años después de la caída de la URSS. 

Impedir que un país expanda su territorio por la fuerza fue un principio rector y fundamental de las Naciones Unidas.

 De hecho, fue este mismo principio el que llevó a Estados Unidos y Europa a implicarse en la Guerra del Golfo en 1991 tras la invasión y anexión de Kuwait por Irak. 

 Desafortunadamente, existen serias dudas sobre si Europa y EE.UU realmente apoyan este estándar fundamental en la legalidad internacional. 

Los mapas del norte de África adoptados por Naciones Unidas, y otros organismos internacionales, sitúan al Sáhara Occidental en la costa atlántica encajada entre Marruecos y Mauritania. 

El Sáhara Occidental, conocido formalmente como República Árabe Saharaui Democrática (RASD), ha sido reconocido por 84 países y es un Estado miembro de pleno derecho de la Unión Africana. 

Marruecos invadió esta región entonces conocida como Sahara español, justo antes de su independencia programada del dominio colonial en 1975. 

 A pesar de mostrar un gran interés sobre un moribundo Proceso de Paz liderado por la ONU, Washington, y por supuesto Europa, están ahora mas que nunca de acuerdo con la política de agresión adoptada por la monarquía marroquí, en que la independencia no debería ser una opción para la población autóctona, conocida como el pueblo saharaui, que cuenta con una historia, un dialecto y una cultura diferente.

 El régimen marroquí, envalentonado por el respaldo reafirmado de EE.UU y la UE, insiste en que la independencia está completamente descartada y, como mucho, está dispuesto a ofrecer solamente un grado limitado de «autonomía» bajo dominio marroquí. 

 A estas alturas de la guerra de Ucrania (y también con la guerra del Sáhara Occidental) se evidencia absolutamente que el mundo, está otra vez, dividido en dos bloques políticos, económicos y militares.

 Dos bloques cada vez mejor definidos. Lo vemos en el tratamiento de las noticias de nuestros “democráticos, libres e imparciales” medios de comunicación. 

Y lo vemos por su “excelente” forma de mentir, embrollar y desinformar.

 Verdaderamente hacen muy bien su papel en cuanto a ser medios de comunicación servidores de uno de los dos bloques. 

El bloque encabezado por EE.UU que dirige a los demás países europeos a través de su brazo armado: la OTAN. 

Esto nos demuestra que estamos viviendo otra vez en plena guerra fría con dos bloques claramente enfrentados. 

 Para  el ex periodista y experto militar, Leonardo Urrutia Segura «es habitual la injerencia, directa o indirecta, de la OTAN en todos los conflictos que se dieron y se dan en todo el orbe terráqueo desde su nacimiento como brazo militar del imperialismo estadounidense.

 «Hasta en el conflicto del Sáhara Occidental viene haciéndolo desde que éste comenzó. 

Si no fuese por la OTAN y en concreto por Francia, EE.UU e Israel y hasta España, incumpliendo su responsabilidad legal y vendiéndole armas, Marruecos no podría haber hecho sus muros y habría perdido militarmente la guerra a mediados de los 80. 

Y digo militarmente porque Marruecos políticamente tiene perdida la Guerra del Sáhara Occidental desde que empezó», afirmó Urrutia.


Origen: El conflicto del Sáhara Occidental regresa al punto de partida de 1975.




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