domingo, 9 de enero de 2022

MACROGRANJAS NO

 

Hablar tiene el riesgo de la inoportunidad. 

Callar, a menudo, el de la complacencia, cuando no el de la complicidad. 

Pasa que en una democracia hay procesos electorales y que su cercanía convierte en inoportuno la apertura de determinados debates razonables y necesarios por su coste electoral. 

Y pasa, también, que eso acabe por borrar de la agenda pública esas cuestiones, que dejemos de hablar, y de hacer, sobre lo importante por temor a su impacto en votos. 




No es cuestión sencilla: puede que decir lo que hay que hacer impida ganar, y sin ganar no se puede hacer; y puede que sin decir se termine, igualmente, por no hacer después de ganar. 

Este dilema está en el núcleo de las estrategias electorales y no es fácil encontrar equilibrios.

 Tal vez lo que a unos colectivos ahuyente a otros atraiga. 


Yo también creo que en lo macro, sean macrogranjas o macrocampos solares, no está la solución y que hay suficientes evidencias científicas que lo confirman, a pesar de que hoy siga siendo necesario.

 No volvamos a sacar el chuleton a pasear, por favor.

 Por Toni Lorenzo

 

 

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