* En plena pandemia, las grandes empresas armamentísticas incrementaron sus negocios.
Un maniquí de la Feria internacional de Defensa y Seguridad que se celebró en IFEMA el pasado 3 de noviembre. La crisis mundial desatada por la pandemia no ha podido con el negocio armamentístico, que ha demostrado su capacidad de seguir facturando inmensas cantidades de dinero incluso en una recesión económica planetaria.
Así se desprende del informe que acaba de dar a conocer el Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI) con datos de 2020, otro año de grandes beneficios para la industria militar mundial.
Según consta en el dossier elaborado por este prestigioso centro de investigación, “las ventas de armas y servicios militares de las 100 empresas más importantes ascendieron a 531.000 millones de dólares en 2020, lo que supone un aumento del 1,3% en términos reales en comparación con el año anterior”
Alexandra Marksteiner, investigadora del Programa de Gasto Militar y Producción de Armas del SIPRI, sostiene que “los gigantes de la industria se vieron protegidos en gran medida por la demanda sostenida de bienes y servicios militares por parte de los gobiernos.
En gran parte del mundo, el gasto militar creció y algunos gobiernos incluso aceleraron los pagos a la industria armamentística para mitigar el impacto de la crisis de la covid-19”.
En cualquier caso, el documento destaca que “operar en el mercado militar no garantiza la inmunidad a los efectos de la pandemia". Por ejemplo, el fabricante de armas francés Thales “atribuyó una caída en las ventas de armas del 5,8% a las interrupciones inducidas por el cierre en la primavera de 2020”.
“Algunas empresas – añade– también informaron de interrupciones en la cadena de suministro y retrasos en las entregas", añade. En cuanto al ranking de las 100 principales compañías de este sector, el informe señala que Estados Unidos “fue de nuevo el país con más empresas clasificadas en la lista Top 100”.
En conjunto, las ventas de armas de las 41 empresas estadounidenses ascendieron a 285.000 millones de dólares –un aumento del 1,9% en comparación con 2019– y representaron el 54% de las ventas totales de armas de ese listado. “Desde 2018, las cinco primeras empresas del ranking tienen su sede en Estados Unidos”, subraya el SIPRI.
Por su parte, las empresas chinas representaron el 13% del total de las ventas de armas en 2020, “las terceras más importantes, por detrás de las compañías estadounidenses y por delante de las del Reino Unido”.
Entre otros datos, el informe señala que Navantia es la única compañía española que figura en el ranking de los 100 grandes vendedores de equipamiento militar.
El astillero español ha logrado consolidarse en ese sector al calor de los negocios alcanzados con el régimen de Arabia Saudí para la construcción de cinco corbetas. De acuerdo al listado del SIPRI, se ubica actualmente en el puesto 84 del Top 100.
El estudio indica que “las 26 empresas armamentísticas europeas de la Top 100 representaron en conjunto el 21% del total de las ventas de armas, con 109.000 millones de dólares”, mientras que las siete empresas británicas registraron unas ventas de armas de 37.500 millones de dólares en 2020, un 6,2% más que en 2019.
Las ventas de BAE Systems –la única empresa europea que se ubica entre los 10 principales operadores– aumentaron un 6,6% hasta los 24.00 0millones de dólares.
Asimismo “las ventas de armas de las seis empresas francesas que figuran en la lista de las Top 100 cayeron en su conjunto un 7,7%”, afirma Lucie Béraud-Sudreau, directora del Programa de Gasto Militar y Producción de Armas del SIPRI.
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