El líder antichavista, que reside
en Madrid, afirma en Twitter que no le consta haber sido multado ni
incumplido ninguna norma, aunque la policía de Cambados instruye un
expediente de sanción tras sorprenderlo en una terraza junto al exembajador de España en Venezuela
Leopoldo López alega que está en Galicia para reunirse con «víctimas de la dictadura de Maduro»
Galicia, como el resto de las comunidades españolas, es territorio vedado a las visitas foráneas. Así lo imponen las restricciones establecidas para tratar de frenar la pandemia del coronavirus en una época tan delicada como la Semana Santa. Cualquiera que viva en las Rías Baixas sabe, no obstante, que el cumplimiento de esta limitación está siendo desigual.
En ocasiones, altamente controvertido. En la tarde de ayer, el líder antichavista Leopoldo López (Caracas, 1971) fue sorprendido por una patrulla de la Policía Local mientras tomaba algo tranquilamente en una terraza de Cambados. Tras su paso por prisión, la reclusión domiciliaria y su refugio en la embajada de España en Caracas, el político venezolano vive en Madrid desde octubre
López, que se encontraba en la villa arousana en compañía de su esposa, de otra pareja y de varios menores, recurrió a su cuenta de Twitter para referirse, ya de madrugada, a este episodio. «Estoy en Galicia reunido con compatriotas exiliados y víctimas de la dictadura de Maduro», alega el coordinador del partido Voluntad Popular para añadir: «No me consta que haya sido multado ni incumplido ninguna norma»
Se trataba de un control rutinario, de los muchos que la policía cambadesa lleva a cabo para vigilar el cumplimento de las medidas anticovid. Solo este mes, los agentes han llevado a cabo 930 similares.
Ambas parejas presentaron documentos para justificar su presencia en Galicia, pero los funcionarios decidieron instruir un expediente igualmente, por considerar que sus papeles no acreditaban debidamente la necesidad de haber viajado hasta la comunidad.
La propuesta de sanción está siendo redactada para su remisión a la Xunta, tal y como confirma el concejal de Seguridade Cidadá, Tino Cordal, quien quiso aprovechar la ocasión para pedir a la población que en ningún caso se relaje.
Desde Cambados confirman también que quien acompañaba al opositor chavista en su visita era el sevillano Jesús Silva Fernández, el exembajador de España en Venezuela que dio refugio a López en la embajada de Caracas y fue destituido en noviembre, después de que el político venezolano consiguiese escapar a Colombia, desde donde voló a Madrid. Silva posee un chalé en la polémica urbanización de Raeiros, prácticamente a pie de playa, célebre en O Grove por pender sobre ella una orden de demolición.
Leopoldo López y sus familiares tomando algo en una terraza de Cambados
En la taberna en la que comió Leopoldo López: «Nosotros no podemos estar pidiéndole el DNI a la gente»
La Taberna Triana se ha convertido en noticia sin pretenderlo. Allí fue donde la Policía Local de Cambados cazó a Leopoldo López y familia comiendo, atragantádoles la sobremesa. El propietario, Vasi Suciu, no estaba en ese momento en el local, pero sí su mujer y un camarero que atendieron al popular cliente sin percatarse de quién era.
«No teníamos ni idea, lo supimos después», explica el empresario. En este bar no sorprenden ya los controles policiales porque se han acostumbrado a ver a los agentes vigilando las terrazas para velar por que se cumpla la normativa anti-covid, especialmente allí, en Fefiñáns, en el corazón del casco histórico y zona turística por excelencia.
En el último mes los agentes han hecho un millar de controles y entre las denuncias tramitadas para su resolución por parte de la Xunta se incluyen las de López y su compañero de mesa, el ex embajador de España en Venezuela, Jesús Silva.
«Pasa mucha gente por aquí, no es culpa nuestra», explica el hostelero que hace cuatro años decidió ponerse al frente de este negocio.
No niega que por allí está pasando estos días gente con acentos de lo más dispar, incluso extranjero, «pero nosotros no podemos andar pidiéndole el DNI a la gente, eso lo tiene que hacer la policía». Hoy tocaba seguir sirviendo tapas y vinos.
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