"La primera de todas las fuerzas que dirigen el mundo es la mentira"
viernes, 9 de abril de 2021
Fallece Felipe de Edimburgo, marido de Isabel II, a los 99 años
Fallece Felipe de Edimburgo, marido de Isabel II, a los 99 años
La persona que ha estado durante más de setenta años a la sombra de la
reina de Inglaterra ha fallecido este viernes, 9 de abril, y su familia
se prepara para darle el último adiós
Felipe de Edimburgo, marido de la reina Isabel II, ha fallecido en la mañana de este viernes, 9 de abril, a los 99 años. El padre de Carlos de Inglaterra ha sido un hombre que siempre ha destacado por estar a la sombra de su mujer.
Durante los años de trabajo para la corona británica siempre guardó un
segundo plano, dejando todo el protagonismo a la reina de Inglaterra.
Pero su opinión siempre fue fundamental tanto para su esposa como para
sus hijos.
Ya fuera en el ámbito profesional o en el laboral, su familia siempre recurría a él para conocer su punto de vista.
En agosto de 2017, a los 97 años, el duque de Edimburgo decidió jubilarse y retirarse de la vida pública.
Desde ese instante se centró por completo en él y en su descanso. Su
salud le hierro le ha acompañado durante casi toda su vida. Sin embargo,
este 2021 tuvo que estar varios días ingresado en el hospital King
Edward VII de Londres por una infección Ahora su familia le despedirá recordando lo bien que supo adoptar el papel que le correspondió.
Muere Felipe de Edimburgo
Tal y como han informado en un comunicado desde Buckingham Palace, el
duque de Edimburgo ha fallecido hoy a los 99 años sumiendo en una
profunda tristeza a la reina Isabel II: "con profundo pesar, Su Majestad
la Reina ha anunciado la muerte de su amado esposo, Su Alteza Real el
Príncipe Felipe, Duque de Edimburgo.
Su Alteza Real falleció esta mañana
en el Castillo de Windsor. La Familia Real se une a personas de todo el
mundo para lamentar su pérdida. Se harán más anuncios a su debido
tiempo".
Más de 70 años casados
Isabel II y Felipe de Edimburgo celebraron en noviembre su 72 años de casados.
Ante más de dos mil invitados y en la primera boda real retransmitida a
nivel internacional, en noviembre de 1947 Felipe de Edimburgo se unió
para siempre a Isabel II.
En ese momento ya estaba preparado
para ser el eterno consorte, un papel que ha llevado a cabo sin salirse
de la línea en ningún momento.
En lo familiar el matrimonio tuvo cuatro hijos, Carlos, Andrés, Ana y Eduardo. Y los cuatros siempre vieron en su padre a un gran aliado y referente.
Unión pese a las deslealtades
Si algo ha caracterizado al matrimonio formado por Isabel II y el
duque de Edimburgo a lo largo de los años ha sido la mezcla de fidelidad
y deslealtad. En el ámbito profesional, Felipe siempre fue el compañero perfecto que nunca falló a la reina.
Le dejó
claro que tenía que dedicarse a cuidar a sus hijos y a acompañar a la
reina y así lo hizo desde entonces.
Referente para sus hijos
De hecho para sus hijos ha sido una persona fundamental. A
nivel personal él se encargó mucho de la educación de sus cuatro hijos y
ha habido momentos determinantes en sus vidas en los que él jugó un
papel crucial.
Tenía fama de ser muy duro con Andrés, Carlos, Ana (su favorita) y Eduardo pero cuando el príncipe Carlos se separó de Lady Di o cuando el príncipe Andrés se divorció de Sarah Ferguson,
la figura de su padre siempre fue un refugio.
Una de las últimas crisis
a las que Felipe de Edimburgo tuvo que hacer frente fue la polémica del príncipe Andrés con el caso Epstein. Su hijo el príncipe Carlos, el heredero al trono, siempre buscó consejo en su padre para gestionar la situación.
La admiración de sus nietos
Si como padre fue duro, como abuelo siempre se ablandó mucho más. Para el príncipe Guillermo y el príncipe Harry su abuelo siempre fue un hombro en el que llorar cuando su madre Diana de Gales falleció.
Un cariño que ellos le devolvieron en los últimos años de su vida, sin dejar de visitarle y preocuparse por él. Sobre
la salida de Harry y Meghan de la familia real británica nunca se ha
sabido cuál fue su pensamiento. Siempre prefirió mantenerse al margen.
Aunque en más de una ocasión advirtió a Harry de que no debía casarse con una actriz porque le traería problemas,
la predilección por su nieto y el hecho de que él también fue
políticamente incorrecto en algunos momentos de su vida hizo que no se
mojara sobre esta cuestión.
Isabel II, su salvación
La infancia de Felipe no fue nada fácil. Desde muy pequeño le
separaron de sus hermanas, su madre pasó gran parte de su vida en un
convento sin ocuparse de sus hijos y su padre se desentendió de él muy
pronto. Fue su tío Lord Mountbatten el encargado de su educación y gracias a él ingresó en la Academia Naval, donde conoció a Isabel II.
Se enamoró de ella rápidamente y fue lo que hizo que recobrara la ilusión en su vida personal. Los padres de la reina de Inglaterra al principio no aceptaron su noviazgo,
pero se dieron cuenta que desde el primer momento él estuvo dispuesto a
cuidar de ella y estar a la sombra. Así que pese a su diferente
situación económica y social, terminaron aceptando esta pareja.
La pérdida de un hombre de récords
Ahora llega el momento de decir adiós a Felipe de Edimburgo, un hombre de récords.
Se convirtió en uno de los miembros de la realeza más longevos del
mundo, protagonizó uno de los matrimonios más duraderos de las
monarquías internacionales, estuvo en activo hasta los 97 años y gozó de
una salud de hierro casi hasta el final de su vida.
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