75 AÑOS DEL MAYOR ATAQUE TERRORISTA CONTRA UNA POBLACION CIVIL: HIROSHIMA Y NAGASAKI. ¡VERGUENZA HUMANA!
EL 6 Y 9 de agosto de 1945 se produjo el mayor ataque
militar contra una población civil indefensa, solo por el hecho de
hacer ver al mundo que los EEUU tenia un arma poderosa y que sería el
amo del mundo y cómo que lo fue.
Recordemos que el 9 de mayo de ese año
(1945), ya había terminado la II guerra mundial con la destrucción del
ejercito nazi por el Ejercito Rojo y el judío Hitler había huido a
Sudamérica; así mismo, el Ejercito japonés estaba aniquilado, y sin
embargo, se lanzaron dos bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki,
donde ni siquiera existían cuarteles militares.
Algunos ilusos hablan de que las bombas atómicas se lanzaron por
venganza del ataque a Pearl Harbor, cuando este ataque se produjo el 7
de diciembre de 1941 (casi 4 años antes), en plena II Guerra Mundial y
las bombas atómicas se lanzaron el 6 Y 9 de agosto de 1945, cuando el
ejercito japonés y nazi ya no existían y se daba por terminada la
conflagración mundial; la firma de rendición del emperador de Japón
Hirohito solo fue una humillación, no había la necesidad de lanzar las
mortíferas bombas atómicas sobre abuelos mujeres y niños.
En
la conferencia de Yalta, el presidente de los EEUU (Truman), le dijo a
Stalin, que tenía una arma poderosa que dominaría al mundo, el líder
comunista le simuló indiferencia, el sabía que los Estados Unidos tenía
la bomba nuclear, y solo le contesto, "sería bueno que la pongas al
servicio de la humanidad"; Truman se sintió frustrado porque pensó que
iba a asustar a Stalin, y es cuando ideó probarla para que el mundo se
entere lo poderosa que era la bomba atómica.
Las ciudades de
Hiroshima y Nagasaki se escogieron porque estaban despejadas de nubes y
lucía el sol, querían que se viera y nadie tenga duda que su bomba era
mortífera, y así se produjo el mayor genocidio conocido en la historia
de la especie humana.
Truman era consciente a quién mataba,
tanto así, que cuando se valoró lanzar la tercer bomba sobre otra ciudad
nipona, este genocida explicó en una reunión con su gabinete el 10 de
agosto de aquél mismo año, sus reticencias a lanzar una tercera bomba
con estas palabras: “La idea era demasiado horrible”- dijo- no le
gustaba la perspectiva de matar “todos esos niños”.
Eliminar a otras
100.000 personas todos esos niños”.
Con aquel sacrificio
genocida el gobierno de los Estados Unidos de América y sus círculos
financieros tenían como único objetivo doblegar al resto del planeta e
imponer sobre él una hegemonía incontestada, especialmente sobre la URSS
que no logró doblegar, y sí terminó sucediendo con el resto del mundo.
EL DE SIEMPRE
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