En 2100 España tendrá la mitad de población y caerá al puesto 28 de riqueza en el mundo
No hay nada como un bofetón de realidad de los científicos para bajarnos de los burros en los que tanto nos gusta subirnos,
aquellos criados para el consumo interno y que nos cuentan las enormes
bondades o maldades de nuestro país, siempre en función de quién
gobierne en el momento y de la inclinación ideológica de cada cual.
Frente a las miras estrechamente interesadas que tratan de ajustar la
realidad del mundo al espacio que cabe entre sus orejeras, aunque para
ello sea necesario hacer un cherry-picking de ciertos datos
–algo que se ha exagerado hasta la náusea durante la actual pandemia–,
viene la ciencia internacional globalizada, a la que le importa un
ardite quiénes son Rajoy, Zapatero, Sánchez, Iglesias o Casado, para avisarnos de que este país que pisamos está tomando el camino del desastre.
Así son las cosas: un estudio publicado en la revista The Lancet, una de las dos más prestigiosas del mundo en medicina, presenta un pronóstico para los 195 países del mundo sobre fertilidad, mortalidad, migración y población, desde 2017 hasta 2100, basado en los datos y las tendencias.
Este análisis forma parte del gran proyecto Global Burden of Disease
(GBD), una iniciativa liderada por el Institute for Health Metrics and
Evaluation de la Universidad de Washington y en la que participan más de
3.600 investigadores de 145 países.
Precisamente mencioné aquí
el GBD hace unos días a propósito del mito del sistema sanitario
español como el mejor del mundo (el GBD publicó un estudio al respecto
que evaluaba nuestro sistema de salud como el decimonoveno del mundo, y
era una clasificación muy destacada, pues otros estudios lo situaban en
puestos mucho peores).
Sirva esta presentación para aclarar que el estudio no es obra de un
par de investigadores con un PC y un código que se han bajado de GitHub.
Que dos investigadores con un PC y un código que se han bajado de
GitHub podrían hacer un estudio muy serio que superara los estrictos
filtros de revisión para publicarse en The Lancet, es algo de lo que no cabe ninguna duda.
Pero cuando se trata de un
estudio firmado por 24 expertos y en el contexto de un proyecto tan
sólido como el GBD, no es algo para tomarlo como una simple curiosidad.
Los autores han desarrollado nuevos modelos predictivos de simulación
de la evolución demográfica mundial que manejan como variables la fertilidad, la migración y las tasas de mortalidad,
y han utilizado los resultados para valorar los posibles efectos
económicos y geopolíticos de los cambios observados a lo largo del
tiempo.
A escala global, los resultados muestran que, al contrario de lo que suele creerse, la población mundial no va a continuar creciendo indefinidamente,
sino que en 2064 alcanzará un pico de 9.730 millones de terrícolas, y a
partir de entonces comenzará a descender hasta una cifra de 8.790
millones en 2100.
Para entonces, los países más poblados del mundo serán
India (1.090 millones), Nigeria (791), China (732), EEUU (336) y
Pakistán (248).
De estos datos ya se entiende que no todos los países van a seguir la misma tendencia en la evolución de su población de aquí a final de siglo.
Por ejemplo, Suecia tendrá un crecimiento sostenido y moderado, pasando
de los 10 millones en 2017 a algo más de 13 en 2100.
Por el contrario,
otros países están destinados a montar en una montaña rusa demográfica.
Por ejemplo, China ascenderá de los 1.412 millones en 2017 a los 1.432
en 2024, y a partir de entonces comenzará a descender hasta perder la
mitad de su población para 2100, quedándose en 732 millones. Estos
bandazos tendrán consecuencias económicas: en 2035 China superará a EEUU
como primera economía mundial, pero volverá a ser sobrepasada por los
norteamericanos en 2098.
En concreto, el caso de España es uno de los más extremos. Aunque una
gran mayoría de países van a reducir su fertilidad por debajo de la
tasa de reemplazo (151 en 2050 y 183 en 2100), el estudio nos clasifica como uno de los 23 países cuya población va a disminuir en más de un 50% entre 2017 y 2100.
De hecho, ya hemos pasado nuestro pico de población para todo el siglo:
46,43 millones en 2019. Y a partir de ahora, todo va a ser cuesta
abajo, hasta quedarnos en 22,91 millones a final de siglo.
Y como consecuencia de ello, la potencia económica de España va a caer en picado: de ser la 13ª economía del mundo en 2017, en 2030 bajaremos al puesto 17, al 18 en 2050, y al 28 en 2100.
Nos superarán países como Egipto, Malasia, Irak, Filipinas, Indonesia o
Nigeria, mientras que aquellos con los que normalmente nos
vanagloriamos de compararnos, como Alemania, Francia o Reino Unido,
seguirán en los puestos 5, 6 y 7 del mundo al final de este siglo.
A Italia no le irá mucho mejor que a nosotros: caerá al puesto 25
desde el noveno actual. Los autores del estudio nos dedican una frase:
“El ránking relativo del PIB de Rusia y Brasil descendería
moderadamente, mientras que España e Italia verían reducciones
sustanciales”.
Y añaden un aviso para quien quiera escucharlo: “Les
irá bien a las naciones que mantienen sus poblaciones en edad de
trabajar a largo plazo mediante las migraciones, como Canadá, Australia y
EEUU”.
Javier Yanes
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