La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, atiende a los medios | Getty Images
Cuando todo el mundo está ampliando sus medidas de confinamiento ante la
crisis del coronavirus, Nueva Zelanda ya mira más allá, con el 28 de
abril como fecha de vuelta a la normalidad. Este ha sido su camino hasta
llegar allí.
Nueva Zelanda se ha convertido en uno de los referentes mundiales en lo que a la lucha contra el coronavirus se refiere.
El 28 de abril, fecha en la que previsiblemente los niños en España estarán comenzando a salir a la calle, allí se volverá a la normalidad con el levantamiento de la mayoría de las medidas de confinamiento impuestas cuando apareció el brote.
En esta crisis, el rostro de Jacinda Ardern
se ha convertido en el referente para los neozelandeses. Desde que se
detectase el primer caso, allá por el 28 de febrero, se han detectado
algo más de 1.400 positivos, de los cuales se han curado 974 personas.
De esos positivos, únicamente tienen que lamentar la pérdida de 12 personas. Las cifras
de contagios no paran de bajar y, sin ir más lejos, este domingo se detectaron siete positivos.
La pregunta es inevitable. ¿Qué ha hecho Nueva Zelanda
que no hayan hecho el resto de grandes potencias a las que el
coronavirus ha golpeado sin clemencia?
La primera de las claves fue el
rápido aislamiento durante 14 días a todos aquellos que aterrizaban en
el país. El 14 de marzo, se bloquearon las fronteras. En ese momento, la cifra de infectados había alcanzado las 100 personas.
Mientras tanto, Ardern y su equipo anunciaron una rebaja en sus sueldos de un 20%
durante los próximos seis meses, medida a la que siguieron una serie de
ayudas económicas para dar un balón de oxígeno a cerca de un millón y
medio de ciudadanos.
La primera ministra ha sido aplaudida en los medios
internacionales por su contundencia y por su capacidad de liderazgo, a
la vez de por su claridad a la hora de comunicar las medidas a los
neozelandeses.
"Hemos detenido una ola de devastación",
declaraba Ardern. No le falta razón, teniendo en cuenta la limitación
del impacto de la pandemia en un país de cinco millones de habitantes.
Ella decidió confinarse desde el día 13 de marzo. El día 25, se declaró
el estado de alerta, un día antes de ese cerrojazo total.
Llama la atención que el día en el que más positivos se han registrado fue el 2 y el 5 de abril, ambos días con 89 positivos detectados.
A partir de ahí, un declive constante en el número de casos.
Finalmente, Ardern comunicó que ese confinamiento acabará el 27 de
abril, fecha en la que la gran mayoría de los trabajadores volverá a la
normalidad y que el nivel de alerta bajará del 4 al 3. El 11 de mayo, se
bajará al 2.
La última medida propuesta por Ardern y su equipo
ha sido la de proponer a los ciudadanos llevar una monitorización de sus
contactos a través de un diario, algo que te sirva para saber
dónde y con quién has estado.
Su objetivo es anticiparse a una posible
segunda ola del coronavirus en el país.
"Cuanto más seamos capaces de
hacer, antes podremos bajar los niveles de alerta, y antes volverá la vida a la normalidad",
añade Ardern.
Porque el objetivo de Nueva Zelanda no es contener la
pandemia, es erradicarla, como comentó la propia Ardern.
Y ya le tienen
mucho terreno ganado al coronavirus.
https://www.lasexta.com/.../porque-milagro-nueva-zelanda...
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