Regalos
Posiblemente
puede que nos encontremos ante uno de los polvos más caros de la
historia patrocinado con dineros públicos.
Y, ojo, que a mí me da igual
con quién le haya dado por acostarse al heredero de Franco,
bueno… me daría igual si sus «actividades» privadas no hubiesen sido
financiadas por las y los contribuyentes. Y todo nos indica que así ha
debido ser.
De hecho, la Fiscalía suíza investiga una presunta donación millonaria a Corinna Larsen desde una cuenta suiza. La interesada afirma que fue un «regalos» del rey emérito, Juan Carlos.
Así, el fiscal helvético Yves Bertossa investiga desde el verano de 2018 una donación multimillonaria que recibió Corinna, antigua amante de «El Campechano«,
desde una cuenta suiza vinculada a una fundación panameña.
Los
documentos donde se reflejan estos pagos se encontraron en los registros
que el fiscal jefe del Cantón de Ginebra efectuó en esa ciudad en los
despachos del gestor de fondos ginebrino Arturo Fasana y del abogado Dante Canonica, ambos vinculados a la trama societaria ahora bajo escrutinio de la Fiscalía.
Es en la banca privada Mirabaud donde se encontraba la cuenta desde la que partió la supuesta donación ingresada a nombre de Corinna en otro banco del paraíso fiscal de Bahamas.
Según el abogado de la comisionista-amante, “en
2012 nuestra cliente recibió un regalo no solicitado del Rey emérito,
quien lo describió como una forma de donación para ella y para su hijo,
con los cuales se había encariñado. Había pasado varios años de mala
salud durante los cuales nuestra cliente lo cuidó. La donación se
documentó como un regalo y los bancos realizaron el cumplimiento y la
diligencia debida sobre los fondos. Nuestro cliente no tiene lugar en
estos procedimientos y aguardamos su pronta conclusión”.
Según la documentación acumulada, el patrimonio de la fundación desde la que partió la donación a la amante-comisionista Corinna
(aproximadamente, unos 100 millones de dólares), procedía de otra
donación, realizada en 2007 por el ministerio de Finanzas de la casa
real saudí al beneficiario de la cuenta en el banco Mirabaud. En aquel momento el monarca saudí era Abdalá bin Abdulaziz.
Este y otros datos sobre esta cuenta y sus movimientos figuran en la Comisión rogatoria enviada por Bertossa al juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón.
En realidad, se investiga si el dinero recibido en la cuenta de Corinna tiene alguna relación con la adjudicación de las obras del AVE a La Meca, que fueron realizadas por un consorcio de empresas españolas. Todo indica que hay está la clave.
A ver si me aclaro. Si a esta «indivídua» se le hace una «donación» o un «regalos«, ¿Se la hace el heredero de Franco por medio de otros sátrapas o se la hacemos entre todas y todos?
Cabe recordar que eso de hacer «regalos» no es algo nuevo: La Casa Real pagó con fondos públicos las reformas en la finca que habitó Corinna en El Pardo.
En «La Anogorilla» a la amante-comisionista se le antojaron, entre otras cosas, una piscina de verano, otra de invierno y unos carísimos jardines.
Como no pudiera ser de otra forma, sus deseos eran ordenes así que se
construyó de forma inmediata todo tipo de antojos para «adecentar» el
real picadero. Antojos que los pagamos nosotros.
¿Veremos esta información en las portadas de la prensa escrita en «Marca España«? Me temo que no. Aún siguen protegiendo a un vividor.
Iñigo Landa Larrazabal. Bilbao, 1967. Cursó estudios de CC. Políticas y es especialista en Derecho
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