domingo, 12 de enero de 2020

¿Hacia el fin de los envases de en el súper?




 












Los supermercados estudian las vías para acabar con los plásticos de un solo uso, aunque la carrera es desigual


Bilbao - Cubiertos de plástico de un solo uso como cucharas, tenedores, cuchillos y palillos, platos, pajitas, bastoncillos de algodón para los oídos fabricados en plástico, palitos de plástico para sostener globos, plásticos oxodegradables, contenedores alimenticios y tazas de poliestireno.


 Estos son los productos que estarán prohibidos a partir de 2021 en la Unión Europea. El Parlamento europeo aprobó en mayo del año pasado una serie de medidas para acabar con los plásticos de un solo uso.


Los estados miembro deberán recuperar el 90% de las botellas de plástico en 2029. Asimismo, para 2025, el 25% del plástico de las botellas deberá ser reciclado y el 30% para 2030.


Cada año acaban entre 4,8 y 12,7 millones de toneladas de plásticos en el mar y se calcula que entre el 60 y 80% de la basura marina corresponde a plásticos. Según la Comisión Europea, los productos cubiertos por esta legislación constituyen el 70% del total de los desechos marinos.


Debido a su lento proceso de descomposición -una botella de plástico tarda, al menos, 500 años en degradarse en el fondo marino-, el plástico se acumula en mares y playas. Es posible encontrar plásticos en todos los océanos del mundo, desde el Ártico al Atlántico.


Greenpeace denuncia cinco áreas de concentración con la apariencia de "islas" de plástico en las zonas donde convergen las corrientes marinas: una en el Índico, dos en el Atlántico y dos en el Pacífico.


El tiempo de degradación del plástico depende de su composición y de las condiciones ambientales a las que se expone (luz solar, oxígeno, agentes externos), por estas razones, su descomposición es mucho más lenta en los océanos que en tierra.





En esta lucha, los supermercados tienen mucho que decir.

 Tras denunciar la contaminación por plásticos en 2018 y la inacción por parte de las grades superficies, Greenpeace ha analizado durante los últimos dos años los esfuerzos realizados por las principales marcas de alimentación y ha concluido que, en líneas generales, los supermercados han estado trabajando para ver los envases que tienen y cómo podrían cambiar sus prácticas, pero van demasiado despacio.


"En la mayoría de los casos, siguen teniendo una mentalidad de sustitución más que de verdadera eliminación. Muchos de ellos no apuestan por una eliminación real para tratar este problema, sino que, tras un año de deliberaciones, les resulta más fácil reducir el grosor de sus envases para usar menos cantidad de plástico (aunque el envase siga existiendo), o directamente sustituir los plásticos de un solo uso por envases biodegradables o compostables, que también son de un solo uso y también pueden seguir llevando plásticos, con lo cual, estas medidas no serían efectivas para frenar la contaminación por plásticos", estima Greenpeace.



"Este año (por 2019) podemos ver dos líneas de lucha contra los plásticos: los supermercados que han empezado a dar pasos en la dirección correcta y los supermercados a los que, por diferentes motivos, aún les queda muchísimo trabajo por hacer", agrega. A la cabeza del ránking de las buenas prácticas se encuentran Eroski y Alcampo, mientras que a la cola están Carrefour y Mercadona.

 

Un 20% menos Sobre la cooperativa vasca, Greenpeace destaca que "son transparentes y apuestan por la reducción, pero necesita más eliminación".


 "Aunque están apostando por el granel y las alternativas reutilizables, su reducción de plásticos significa seguir alimentando la cultura del usar y tirar, con otros materiales como el papel.


Hay que reconocerles que siguen testando opciones nuevas para aumentar los reutilizables y los productos a granel, y han aumentado sus referencias de fruta y verdura a granel un 5% más.


 Permiten que el cliente lleve su propio envase para comprar productos frescos y venden una malla reusable para comprar fruta y verdura a granel", detalla.


Sobre sus planes a futuro, Eroski destaca que "nuestro objetivo es alcanzar para 2025 una reducción de al menos el 20% de las toneladas de plástico convencional de un solo uso en sus envases".


"Además, tenemos el objetivo de reducir un 21% el plástico convencional de nuestros productos frescos envasados en tienda en 2021", agrega.


"Mantenemos el compromiso de ecodiseñar el 100% de nuestros envases para 2025 con el fin de que sean 100% recicables, eliminar el sobreenvasado y potenciar el uso de materiales reciclados y de origen renovable", sostienen desde la cooperativa.


 Sobre medidas concretas, Eroski detalla: "Permitimos al cliente el uso de sus propios envases reutlizables como fiambreras o táperes en las secciones de carnicería y pescadería.


Además, hace unos meses, incorporamos una nueva bolsa de malla reutilizable como alternativa a la bolsa de plástico de un solo uso para la compra de fruta y verdura a granel. Estas nuevas bolsas de malla son lavables, lo que facilita su reutilización como mínimo hasta en 20 ocasiones.


 Todo esto va acompañado de una apuesta por la venta de productos frescos a granel. Esto nos permite disponer ya de aproximadamente el 60% de nuestra fruta y verdura a granel. En otras secciones, el porcentaje de productos a granel es aún mayor, como en pescadería, que supera el 85%".

En el otro lado, está Mercadona de quien Greenpeace destaca su "caída en picado al tener cada vez más envases en vez de eliminarlos". "Su estrategia se centra casi exclusivamente en reciclaje y reducción del tamaño del envase.


Apuestan por los biodegradables y por las falsas soluciones y no tienen planes de reutilización. Con su nuevo modelo de tienda, cada vez encontramos mayor número de envases. La eliminación implementada es, por ahora, anecdótica", sostiene la organización ecologista.


Al respecto, Mercadona asegura que "tenemos un sistema de gestión ambiental propio que aplicamos transversalmente y que está ampliado y adaptado a los nuevos retos: camiones de gas, eficiencia energética en las nuevas tiendas y un estudio pormenorizado del uso de plásticos dentro y fuera de nuestros procesos".


"Lo que estamos haciendo es estudiar la solución más apta para cada envase y producto.


Nos encontramos en una fase de desarrollo, revisando procesos y colaborando con fabricantes y proveedores para ejecutar cambios que nos hagan mejorar a todos", sostienen.


Bolsas de Plástico Otra de las batallas está en la eliminación de las bolsas de plástico.


Solo en 2018, en el Estado se usaron 56.000 toneladas. Sobre este asunto, Eroski ofrece desde hace unos años varias opciones de bolsas.


 En 2018, las más utilizadas fueron las bolsas de plástico reutilizables certificadas por Aenor: un total de 83 millones. Las bolsas de plástico de un solo uso representaron, por su parte, 59 millones, según los datos hechos públicos por la cooperativa.


La cooperativa vasca tiene previsto incluir en la memoria de 2019, que se publicará este año, la huella plástica de los productos ecodiseñados y la reducción conseguida el año pasado.



 Asimismo, también hará públicos los datos de los productos frescos envasados en tienda y la reducción conseguida.


  Los supermercados estudian las vías para acabar con los plásticos de un solo uso, aunque la carrera es desigual





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