martes, 31 de diciembre de 2019

Revelan otra mancha que impregna la reputación de los gigantes tecnológicos de EEUU




La organización International Rights Advocates, especializada en la protección de los derechos humanos, ha presentado una demanda colectiva contra los gigantes tecnológicos de EEUU en nombre de las familias de niños que perecieron o resultaron heridos en las minas de cobalto de la República Democrática del Congo.


Los activistas consideran que estas empresas apoyaron a cadenas de suministro de cobalto que obligaban a los niños a trabajar en condiciones peligrosas, a pesar de que tienen políticas específicas que prohíben el trabajo infantil en la industria.


«Su fallo en la implementación de estas políticas destinadas a detener el trabajo infantil en las minas de cobalto representa un acto intencional realizado con el objetivo de evitar poner fin a sus extraordinarios beneficios», escribió la International Rights Advocates en una demanda presentada en un juzgado en Washington.


Desde Apple y Dell comunicaron haber observado la política de suministros responsables de materias primas. Ambas compañías eliminaron a los refinadores de cobalto de sus cadenas de suministro, que eran incapaces o no querían seguir las normas. 


Actualmente, Dell está investigando las alegaciones presentadas en la demanda, mientras que los representantes de Google, Microsoft y Tesla  no comentaron  a Financial Times estas acusaciones.


Los activistas de International Rights Advocates presentaron su demanda contra las tecnológicas de EEUU, porque contaban con pruebas que apuntaban a su vínculo con la muerte y las heridas sufridas por los niños en la República Democrática del Congo. 


 Este pleito es el primero en desafiar a las compañías tecnológicas por haber realizado prácticas ilegales en las minas de cobalto. Además, redobla la presión sobre la industria, urgiendo a tomar medidas más estrictas para prevenir el uso de mano de obra infantil.


La República Democrática del Congo extrae el 60% del cobalto que utilizan las compañías tecnológicas para producir smartphones y autos eléctricos. Casi la tercera parte de estos suministros proviene de minas artesanales no reguladas que los trabajadores excavan a mano.


 Se espera que la demanda de este metal incremente rápidamente a medida que aumente su uso en autos eléctricos.








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