Henriette Cohen, la sobreviviente francesa de más edad del campo de concentración nazi de Auschwitz, falleció a los 101 años.
Cohen permaneció en silencio sobre las atrocidades que vivió en el
campo de exterminio de Polonia durante cuatro décadas antes de encontrar
la fuerza para describir a las nuevas generaciones lo que padeció. Dijo
que era necesario hablar para que “nadie pueda negar el Holocausto”.
El viernes, el presidente Emmanuel Macron rindió homenaje a una “mujer valiente y fuerte, generosa y comprometida”.
Henriette Cohen, nacida en 1917, fue detenida junto a su suegra por la Gestapo
en mayo de 1944 cerca de Marsella. Al mes siguiente, fueron deportadas a
Auschwitz. Henriette fue consignada a trabajos forzados, mientras que
su suegra fue enviada directamente a las cámaras de gas.
Cohen regresó a Francia en 1945 pesando solo 35 kilos. Tras reunirse
con su esposo y dos hijas pequeñas, que se habían escondido en una
granja, tuvo otros cuatro hijos.
“Henriette Cohen falleció, pero su lucha contra las fuerzas del olvido y el odio continúa”, dijo la oficina de Macron en un comunicado. “Fieles a su memoria y la de todos aquellos que enfrentaron la barbarie nazi, continuaremos su lucha sin descanso”.
El número de prisionera de Cohen, A-8541, tatuado en su antebrazo, todavía era claramente legible cuando murió el lunes.
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