Este estudio augura una «alta probabilidad de que la civilización
humana llegue a su fin» para ese año y asegura que para reducir los
riesgos y conservar la especie humana, es necesario construir un sistema
industrial con cero emisiones lo antes posible.
Spratt y Dunlop advierten de que los impactos del cambio climático en aumento «suponen grandes consecuencias negativas para la humanidad que podrían no perderse durante siglos» y añaden que estas consecuencias «nunca se pueden deshacer, ya sea aniquilando la vida inteligente o recortando de forma permanente y drástica su potencial. «
Si no se toman medidas urgentes, existirán «condiciones más allá del umbral de lasupervivencia humana» en gran parte del mundo.
El informe augura un aumento de las temperaturas «por encima de las que puede soportar el ser humano» en algunos lugares del globo y posibles crisis de estado desembocadas en guerras para la obtención de recursos.
Tras tres décadas en decadencia, los autores vaticinan la existencia de un consenso científico de que «hemos alcanzado el punto de inflexión para las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida Occidental».
El informe habla de un escenario de «Tierra invernadero» en el que a pesar de que las emisiones se detuvieran de inmediato, la temperatura media del planeta aumentaría 1ºC. Bajo este escenario, «el 55% de la población mundial estaría sujeta a más de 20 días al año de condiciones de calor letal» bajo las que el ser humano no lograría sobrevivir.
Para la zona de América del Norte, los autores hablan de fenómenos meteorológicos extremos, descenso a la mitad de las precipitaciones en América Central y la condena de 100 días de «calor letal» al año en África occidental. Asimismo, plantean la posibilidad de que los países pobres no pudiesen «proporcionar suficientes ambientes enfriados artificialmente para que sus poblaciones sean viables».
Ante la amenaza que supondrían estas consecuencias climáticas para la seguridad nacional, con problemas tales como «brotes de enfermedades pandémicas», los autores hablan de conflictos armados motivada por la búsqueda de recursos y, además, se plantea la posibilidad de una guerra nuclear. El informe vaticina que la producción de alimentos se vería «gravemente» afectada y que como consecuencia, «millones de personas son desplazadas».
¿Es posible evitarlo?
Para poder evitar esta situación, los autores señalan la necesidad de “una movilización de emergencia de mano de obra y recursos en toda la sociedad» que sería «similar a la de la Segunda Guerra Mundial”.
El objetivo sería una estrategia industrial de carbono cero que permita limitar el calentamiento global a solo 1,5 grados centígrados y no a los tres grados centígrados que los informes anteriores advierten.
«Incluso solo 2º C podrían hacer que más de mil millones de personas deban ser reubicadas y, en los peores escenarios, la escala de destrucción está más allá de nuestra capacidad de modelar con una alta probabilidad de que la civilización humana llegue a su fin – señala el informe –.
El 35% de la superficie terrestre global, y el 55% de la población, estarán sujetos a más de 20 días al año de condiciones de calor letal, más allá del umbral de la supervivencia humana”.
Xan Pereira Castro
No hay comentarios:
Publicar un comentario